Tercer filme de los directores Scott McGehee y David Siegel, quienes con anterioridad obtuvieron elogiosas críticas con sus intensos thrillers psicológicos EN LO MÁS PROFUNDO y SUTURE. El guión, basado en la novela superventas de Myla Goldberg, es de Naomi Foner Gyllenhaal (INSTINTO MATERNAL, UN LUGAR EN NINGUNA PARTE). Una producción de Bona Fide para Fox Searchlight Pictures y Regency Enterprise, LA HUELLA DEL SILENCIO ha sido producida por Albert Berger y Ron Yerxa. Como productores ejecutivos figuran Arnon Milchan, Peggy Rajski y Mark Romanek.

LA HUELLA DEL SILENCIO está protagonizada por Richard Gere, Juliette Binoche, Kate Bosworth y presenta a dos prometedores nuevos talentos en su primer papel en una película importante: Max Minghella y Flora Cross como Aaron y Eliza Naumann.

En el fondo de la película descansa un poderoso hilo conductor que engarza la vida de las modernas familias americanas: el deseo de perfección. En apariencia, la familia Naumann parece ideal: clase media alta, muy competentes todos, profundamente espirituales y estrechamente unidos. Pero la película revela poco a poco que este retrato de familia perfecta está, de hecho, integrado por individuos que siguen trayectorias muy distintas (y a menudo desesperadas) hacia sus propias ideas de trascendencia - indagaciones que les llevan a sumergirse en intensas e incluso peligrosas experiencias espirituales. La insospechada aparición de Eliza como la 'estrella de la familia' tiene el efecto de quebrar el delicado sustrato que hasta entonces les ha hecho permanecer unidos. A través del halo de aprobación que su anómala genialidad para la ortografía le ha reportado, Eliza sin embargo logra comprender que depende de ella la recuperación de eso que ha saltado en pedazos, un hecho que culmina con un acto que puede ser interpretado o como una reivindicación de sí misma (y por tanto un tácito rechazo a la voz de Dios) o, en su defecto, como una piadosa canalización del profundo amor del Ser Supremo.

La película es una adaptación cinematográfica de la reciente y aclamada por la crítica novela de la escritora Myla Goldberg del mismo nombre, que ganó muchos fans con su inesperada mezcla de temáticas - desde el poder del lenguaje al evasivo carácter de la comunicación, desde las sutilezas de las relaciones entre padres e hijos al terrible fantasma de la descomposición de la unidad familiar, desde los incipientes e intensos deseos que mortifican a los adultos a la perspicaz capacidad de los niños para ver los actos de desesperación de sus padres al no responder al cien por cien a lo que esperan de ellos.

Esas mismas y ricas temáticas cautivaron a los productores Albert Berger y Ron Yerxa - entre cuyos recientes proyectos figura una amplia variedad de películas que van desde la historia de amor ambientada en la Guerra Civil Americana COLD MOUNTAIN a la sátira contemporánea de Alexander Payne, ELECTION, ambas basadas en celebradas novelas. "Nos cautivó la maravillosa novela de Myla Goldberg porque emprendía en ella un fresco camino de exploración de lo que conforma una familia", afirma Yerxa. Berger añade: "Ciertamente, hay muchas películas que han abordado el tema de las familias en descomposición, pero esta historia parecía ahondar de verdad en un nuevo terreno. Es muy raro encontrar una historia que indague tan profundamente en las dinámicas internas de una familia, pero haciéndolo además de una forma accesible y emocionante, con personajes tan inolvidables".

La novela de Goldberg, para la que se inspiró en un artículo que leyó sobre el hipercompetitivo y estresante mundo de los concursos de ortografía para niños, unido a su propia fascinación por las dinámicas familiares, era todo un bombazo; pero también era intensamente intrínseca, teniendo lugar gran parte de la acción y el suspense dentro del corazón y la mente de los personajes. Los productores se dieron cuenta desde el principio de que tendría que ser una mano avezada y con experiencia la que diera a la complejidad psicológica de la historia una vibrante y nueva vida visual. Así es que contrataron para la historia a la guionista Naomi Foner Gyllenhaal, quien con anterioridad ya había dado patente muestra de su penetrante sensibilidad indagando en dinámicas familiares de alta tensión en películas como el drama de River Phoenix, UN LUGAR EN NINGUNA PARTE, o la historia sobre la adopción, INSTINTO MATERNAL, protagonizada por Jessica Lange y Halle Berry.

La película introduce a los espectadores en dos fascinantes mundos que raramente han sido abordados en la pantalla: el de los competitivos concursos de ortografía y en el de la Cábala, una antigua y en tiempos secreta forma de misticismo judío que comporta prácticas mágicas y meditativas creadas para acercar al practicante de la misma a Dios.

A Gere le cautivó LA HUELLA DEL SILENCIO en cuanto leyó el guión. "Siempre me han interesado las historias que exploran las complejidades de la vida y las zonas grises en las que nos movemos", dice el actor. "Los personajes y las situaciones presentes en LA HUELLA DEL SILENCIO parecían muy cercanas a mi propia experiencia humana - y creo que va a haber mucha gente que se va a poder sentir identificada con esta película porque las dinámicas familiares se desarrollan de maneras muy peculiares en todas las familias; todo el mundo guarda secretos de sus allegados".

Continúa: "Un rápido vistazo a la familia Naumann muestra un grupo fantástico - pero, como en muchas otras familias, es sólo cuando indagas dentro del hogar cuando descubres que está lleno de todo tipo de secretos y de conflictos. Pero entonces, si miras más allá, descubres que tienes a cuatro personas que están buscando alguna clase de santidad, gracia y redención. Me impresionó la forma en la que el guión estructuraba y componía todas esas revelaciones y esos temas".

Binoche tuvo una reacción visceral al leer el guión. "Cuando lo terminé, me moría de ganas de participar en la película", dice. "Me rompió el corazón, era superior a mis fuerzas y pensé que tenía que hacer esa película. La encontré muy personal y había algo que me recordaba a mi relación con mi propia madre. Quería hacerla y dedicar la interpretación a mi madre".

También sintió mucha empatía hacia el personaje de Miriam, a pesar de los inusuales e incluso posiblemente criminales secretos que encierra el personaje. "Miriam es una persona desubicada. Perdió a sus padres cuando era joven, siente que ahora es como si estuviera perdiendo el contacto con su hija y con su marido, y está buscando alguna manera de hacer que todo vuelva a su sitio, de recobrar cierto control sobre su mundo", explica Binoche.

Minghella encontró que el guión se diferenciaba notablemente de otros que había leído. "Me fascinaron los distintos caminos que los personajes emprenden en la historia", afirma el actor. "Y creo que explora algo sobre las relaciones familiares que muy raramente se ve en el cine, que es esa parte de cómo los niños caen rendidos ante su padre, de cómo sienten hacia ellos esta aguda y platónica admiración y únicamente anhelan su cariño, y de que cuando no pueden lograrlo, las cosas se ponen muy tensas. Plantea esto, y también otras muchas cosas más, como el amor y la iluminación espiritual que no se tratan lo bastante en ninguno de los medios artístico de hoy en día".