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Apocalypto cartel reducidoApocalyptoDirigida por Mel Gibson
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El director ganador del Oscar® Mel Gibson (La pasión de Cristo, Braveheart) regresa con Apocalypto, una mítica historia de acción y aventuras situada en la turbulenta época que marcó el final de la gran civilización Maya. Cuando su idílica existencia es brutalmente interrumpida por una violenta fuerza invasora, un hombre emprende un arriesgado viaje a un mundo regido por el miedo y la opresión en el que le espera un incierto final. Debido a un giro del destino y espoleado por el amor a su esposa y a su familia emprenderá el regreso a su hogar en un desesperado esfuerzo por preservar su forma de vida.

En Apocalypto cobra vida un mundo del pasado remoto que hasta ahora nunca se había visto en pantalla y que apela con fuerza a nuestras vidas contemporáneas.

Rodada en exteriores en Catemaco –en una de las pocas extensiones que quedan en México de selva tropical– y en Veracruz, con un reparto compuesto enteramente por personas indígenas americanas, Apocalypto está dirigida por Mel Gibson, producida por Gibson y Bruce Davey y escrita por Gibson y Farhad Safinia, que también la coproduce. Los productores ejecutivos son Ned Dowd y Vicki Christianson.

En el equipo técnico, que pasó intensos meses rodando en la jungla y recreando un espectacular reino Maya de majestuosas pirámides y misteriosos templos, figuran el director de fotografía ganador de un Oscar® Dean Semler (Bailando con lobos), el diseñador de producción dos veces nominado al Oscar® Tom Sanders (Salvar al soldado Ryan, Dracula, Braveheart), el montador dos veces nominado al Oscar® John Wright (Speed, La caza del Octubre Rojo, La pasión de Cristo) y el compositor ganador de un Oscar® y múltiples veces nominado James Horner (Titanic, Una mente maravillosa, Casa de arena y niebla y la próxima a estrenarse The Good Shepherd.)

Los poderosos reinos Mayas rigieron América durante más de 1.000 años, construyendo grandes ciudades, erigiendo pirámides que hendían el cielo y forjando una sociedad impresionantemente avanzada, responsable de extraordinarios logros culturales y científicos. Luego, en un instante de la historia, todo aquel mundo se derrumbó. Y todo lo que dejó detrás de sí fueron algunas pirámides cubiertas por la jungla y un misterio apasionante. Ahora, 500 años después del final de la civilización Maya, el director Mel Gibson se aventura en este reino inexplorado para crear una moderna aventura para la gran pantalla que se despliega como un mito intemporal sobre la lucha de un hombre por salvar lo que más le importa en un mundo al borde de la destrucción: Apocalypto.

Como cineasta, Gibson siempre se ha sentido atraído por las mayores, más audaces y más imperecederas historias. Aunque comenzó su carrera como actor en películas tan legendarias como el thriller de acción Mad Max, la serie de inmensa popularidad Arma letal y el más reciente éxito de taquilla Señales, no es hoy menos conocido por ser un gran director con afición a contar historias intensas. Su segundo largometraje fue el galardonado drama épico Braveheart, que mezclaba historia, romance, acción y drama en un relato de las batallas internas y externas del legendario héroe escocés William Wallace. La cinta obtendría diez nominaciones al Oscar® y se alzaría con cinco estatuillas, incluidas las de Mejor película y Mejor director.

En la estela de aquel éxito, Gibson dio otro giro arriesgado. Su tercera obra tras la cámara fue La pasión de Cristo, un recorrido por las últimas 12 horas de la vida de Jesucristo en una película que revisitaba esta historia eterna con el realismo a ultranza y la emoción descarnada del cine contemporáneo. La película fue un éxito mundial sin precedentes.

Pero pocos podrían haberse imaginado cuál sería la siguiente apuesta de Gibson: una de las civilizaciones más misteriosas y atractivas de toda la historia, en cuyo marco ambientaría un thriller trepidante, cuya intensidad aumenta minuto a minuto, fruto de la imaginería y de la pura emoción, para filmar una experiencia cinematográfica como realmente no hay otra.

La inspiración para Apocalypto llegó tras La pasión de Cristo, cuando Gibson comenzó a percibir entre el público del cine una creciente avidez de películas apasionantes y muy entretenidas, pero también de algo más. "Creo que lo que la gente quiere ver en realidad son grandes historias que les aporten algo emocionalmente y que les toquen la fibra sensible", dice Gibson. Fascinado por la brusca desaparición de la antigua Civilización Maya, Gibson imaginó una historiaen el marco de esta cultura cargada de misterio.

Si Gibson quería que su visión de Apocalypto cobrara vida ante la cámara, el director sabía que necesitaría actores que hicieran que la historia pareciera total y completamente real, como si estuviera aconteciendo de forma dinámica aquí y ahora. Desde el principio decidió utilizar únicamente rostros que fueran auténticamente indígenas para contar esta historia indígena, y hacer un reparto con actores que serían completamente desconocidos para el público habitual del cine. "Consigue que la historia se perciba de forma mucho más real y convincente porque no tienes ningún punto de referencia de las interpretaciones que estás viendo", comenta Gibson. "Lo cual no quiere decir que no se vayan a ver actuaciones increíbles, porque sí se van a ver".

Para lograr que cada uno de sus actores tuviera una presencia sistemáticamente Mesoamericana, los cineastas hicieron un número de pruebas insólitamente amplio, buscando exhaustivamente por México, sobre todo en Yucatán, Ciudad de México, Oaxaca, Xalapa, Veracruz y Catemaco. La búsqueda continuó por el Sur de California y Nuevo México; por Edmonton, Calgary, Toronto y Vancouver; así como por toda América Central. Al final, tres miembros del elenco aparecieron en Canadá, dos en Estados Unidos y el resto llegó de México y de otras partes de América Central, incluidos más de 700 extras. Algunos de los integrantes más jóvenes del reparto, procedentes de comunidades indias aisladas, jamás habían visto una habitación de hotel antes de la producción.

"Gran parte de nuestro reparto no había intervenido nunca en una película hasta ese momento", dice Gibson, "pero funcionó porque lo que realmente queríamos captar eran los instintos primarios y las reacciones naturales que, para mí, son los más sentidos y emocionalmente reales. Quería que todo resultara auténtico y creíble".

Gibson contrató a Carla Hool, una agente de casting de Ciudad de México, para que le ayudara con las pruebas, que supusieron un proceso poco habitual. "Los actores tenían que estar realmente en forma, con cuerpos como de atleta o bailarín y poseer gran resistencia", explica Hool. "De hecho, parte de nuestro proceso de casting consistió en ver cómo se movían y corrían los actores. También les hicimos leer poemas Mayas. No estábamos buscando necesariamente gente con un historial interpretativo aunque tengamos a muy buenos actores en el reparto. La cuestión era más su aspecto, sus movimientos y lo que encerraban en su interior".

Para el papel protagonista de Jaguar Paw, Gibson sabía que necesitaba a un actor al que el público siguiera en esta travesía sin tregua salpicada de batallas imprevistas, sustos y revelaciones. Tras amplias audiciones, descubrió a Rudy Youngblood, un nativo americano de las tribus Comanche, Cree y Yaqui, que realiza un deslumbrante debut interpretativo con Apocalypto. Danzante pow-wow, cantante y artista, Youngblood es asimismo todo un atleta, corredor de cross y boxeador; y su vigor físico, junto con su expresividad natural lo hacían perfecto para el papel de un hombre que corre para salvar la vida, a sus seres queridos y la selva que siempre ha sido su hogar.

La banda sonora
Accede a la información sobre la banda sonora Apocalypto BSO.