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Turistas cartel reducidoTuristasDirigida por John Stockwell
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Una película de John Stockwell, el thriller de terror Turistas. Dirigida por John Stockwell a partir de un guión de Michael Arlen Ross. Está protagonizada por Josh Duhamel, Melissa George, Olivia Wilde, Desmond Askew, Beau Garrett, Max Brown, Agles Steib y Miguel Lunardi.

Turistas está producida por Scott Steindorff y Bo Zenga, y Marc Butan y John Stockwell. Los productores ejecutivos son Todd Wagner, Mark Cuban y Elaine Dysinger. Los coproductores ejecutivos son Rick Dallago, Kent Kubena y Scott LaStaiti. El equipo creativo detrás de las cámaras está liderado por el director de fotografía Enrique Chediak y el montador Jeff McEvoy. La música es de Paul Haslinger.

Turistas gira alrededor de la inquietante historia de terror que sufre un grupo de turistas estadounidenses cuyo sentido de la tranquilidad y la seguridad es quizá demasiado holgado cuando deciden emprender una aventura en el exótico Brasil.

El director John Stockwell experimentó de primera mano este tipo de despertar a los potenciales peligros de viajar tras filmar su película, "Inmersión letal". Su aventura en el norte de Perú "pasó de ser una impresionante y culturalmente enriquecedora expedición, a una experiencia casi mortal cuando un grupo de chicos de 13 años con pistolas me robaron y dispararon", recuerda. La experiencia le dejó temblando y cuando leyó el guión de Turistas, su reacción fue inmediata. "Después de lo que experimenté, la historia tenía realmente mucho que ver conmigo", comenta. "Hay algo de universal en esa idea de no tener miedo, al estilo de las guías lonely planet, de viajeros que se apartan del camino fácil y corriente, siguiendo un más que esperado viaje que acabará por descarrilarse. Seguir ese tipo de viaje es una fantasía para muchas personas, pero está demostrado que la realidad puede convertirse en algo totalmente diferente".

La película empieza con un grupo de extranjeros sin mucha relación entre ellos que van a parar a un apretado autobús que transporta tanto a turistas como a autóctonos. Entre el grupo de estadounidenses se encuentran los hermanos Alex y Bea, interpretados por Josh Duhamel y Olivia Wilde. Stockwell ve a Alex como "el tipo de chico que pediría una coca-cola y una hamburguesa en el mejor restaurante de Brasil. Probablemente, no ha estado nunca fuera de los Estados Unidos. Y si lo ha estado, ha sido en Cancún. Tiene una buena condición física, es listo y muy cauto, y se cree todo lo que oye sobre los peligros que pueden encontrar los norteamericanos en todo el mundo".

"Alex es un estadounidense paranoico que se ve en una situación donde sus peores miedos cobran vida", dice Duhamel. "Como a Stockwell, a Duhamel le interesaron los giros del guión, pero también algunos de los temas más oscuros presentes en la historia. “Tiene algo de valentía, de vivir al límite, y simplemente me motivó", confiesa el actor. "Siempre había querido formar parte de una película que tratara de la supervivencia en situaciones difíciles, el tipo de película dónde todo lo que puedes hacer es seguir adelante, no importa lo dolorosas o terroríficas que sean las circunstancias".

Duhamel, dice el director, no tuvo que buscar mucho para encontrar esa fuerza inherente del personaje. "Hay muchos puntos en común entre Josh y el personaje que interpreta en Turistas", afirma Stockwell. "Josh creció en Dakota del Norte, no ha pasado mucho tiempo fuera de EEUU y, en general, es un chico cauto y prudente; pero es, a la vez, un muchacho con un buen físico y el tipo de persona que querrías cubriéndote las espaldas si tuvieras que luchar por tu vida en la selva brasileña". Su compañera de reparto, Olivia Wilde, añade: "el saber reírse de sí mismo y su entrega física siempre hacen que sus escenas sean de lo más excitantes y llenas de matices".

Más jóvenes y libres que sus padres, Bea y su mejor amiga Amy están viviendo los mejores momentos de sus vidas en estas vacaciones. "Bea y Amy están abiertas a cualquier aventura, siempre intentando buscar los rincones más oscuros e inexplorados", explica Stockwell. "Siempre han soñado con ir al exótico Brasil, con sus preciosas playas, gente, música y comida. Están abiertas a cualquier aventura".

Olivia Wilde, quien se dio a conocer por ser la pretendida de Mischa Barton en The O.C., interpreta a la ingenua y despreocupada hermana de Alex. "Bea es una chica de pueblo de 17 años que ha pasado la vida soñando con viajar para fotografiar otras culturas", explica Wilde.

"Quiere montar en autobús, dormir en albergues, beber el agua local y bailar con los autóctonos. Nunca ha tomado muchos riesgos, y ésta es su oportunidad de relajarse y ser libre. Quiere a su mejor amiga Amy, a la que conoce desde la infancia, como a una hermana. ¡Lo hacen todo juntas! Me encanta ese sentido de familiaridad que existe entre los tres personajes estadounidenses, Alex, Bea y Amy. Provienen de algún lugar pequeño y seguro, y harían cualquier cosa los unos por los otros".

"Olivia Wilde fue la revelación de la película", dice Stockwell. "Como su personaje, inicialmente parece callada y tímida, pero sólo es una tapadera para su salvaje y voraz apetito por vivir".

Wilde se embarcó en el proyecto nada mas leer el guión. "Nunca había leído nada tan ambientado en la playa, a la vez, bañado de con un color tan sexy", recuerda la actriz. "Era excitante, tenso y divertido. Me acurruqué inmediatamente en mi sofá, mordiéndome las uñas, pasando las hojas como loca. La mayoría de nosotros hemos tenido la experiencia de ser un viajero ignorante sin un sentido real de la inmensa diferencia entre la cultura extranjera y la nuestra. Siempre existe ese miedo a lo desconocido".

Al comenzar su viaje, Bea y Amy aseguran a Alex que están en el paraíso. ¿Qué podría ir mal? "Bea es siempre la optimista de la familia", dice Wilde. "Alex odia la manera en que el conductor de autobús toma las curvas, mientras que Bea prefiere confiar, reclinar su asiento y disfrutar de la aventura. Siempre parece tranquila y segura de que todo va a salir bien hasta que, por supuesto, las circunstancias toman un giro espeluznante".

Los temores de Alex se vuelven realidad cuando el conductor pierde el control y los pasajeros apenas tienen tiempo de salvarse antes de caer por un acantilado. Bea no tardará en romper inadvertidamente el tabú y fotografía a un niño brasileño, lo cual provoca la ira de los autóctonos que iban en el autobús.

Una turista ayuda a calmar los ánimos. Es Pru, interpretada por Melissa George. "Yo hago el papel de una de una australiana muy joven y muy bronceada que se encuentra con estos otros turistas en el autobús", dice George. "Mi personaje también habla portugués, así que puede explicar a los otros turistas que se han dispersado historias de niños secuestrados y vejados por estadounidenses; así que no es una buena idea tomar fotos de niños. Por supuesto, los otros no lo sabían, ni tenían por qué saberlo".

Para interpretar convincentemente a una experimentada joven turista con facilidad para los idiomas, Melissa George recibió un curso intensivo de portugués y consiguió el nivel de conversación en sólo unas pocas semanas de clases. "Melissa era, entre los actores, la que más había viajado", recuerda Stockwell. "Se convirtió no sólo en una de mis actrices, sino también en mi traductora personal".

Su grupo incluirá en poco tiempo a un par de jóvenes británicos –Finn y Liam (Desmond Askew y Max Brown), ambos ansiosos por conocer a tantas bellas brasileñas como puedan. Sus súplicas son atendidas cuando el grupo decide bajar a la playa a buscar un bar del que habían oído hablar, en lugar de esperar al siguiente autobús con aquellos paisanos algo hostiles. "Creen que podrán simplemente escalar la colina a tiempo para el siguiente autobús", dice George. "Después de todo, están en el paraíso. Ésta parece justo el tipo de aventura que han venido a buscar a Brasil. En ningún momento se les ocurre que no todo podría salir del todo bien al final".

El bar es todo lo que esperaban y más –bebidas exóticas, gente guapa bailando y divirtiéndose en la noche. En un momento dado, unos despreocupados Alex y Bea discuten sobre si el hielo del lugar puede provocarles disentería, como si eso fuera lo peor que pudiera pasarles. "Es un momento típico de discusión entre hermanos", dice Wilde. "Son los auténticos americanos guiris. Me da la risa cada vez que lo veo. En la vida real, yo crecí entre constantes viajes, y mi padre es europeo, así que hacer un papel tan americano fue divertido".

A medida que se hace más y más tarde, empiezan a sentirse cansados, y entonces todo se vuelve negro, hasta que despiertan –solos en la playa, sin su dinero, pasaportes ni posesiones, y con dos turistas que conocieron en el bar también desaparecidos.

"Quería explorar un mundo que podía ir bien y luego ir mal en un milisegundo", comenta Stockwell. "Un mundo donde no hubiera opción ni de llamar a la policía ni de ir a la embajada estadounidense. Estaba interesado en examinar los miedos de los norteamericanos al viajar al extranjero y cómo un impulsivo sentimiento juvenil de invulnerabilidad podía, con un movimiento en falso o escogiendo mal, conducirles a una situación de peligro para sus vidas que no se resuelve con una llamada a casa de los padres".

El grupo encuentra el camino al pueblo y las cosas empiezan a ir de mal en peor cuando Alex ve a un niño autóctono con su gorra en la cabeza. Reina el caos, y la repentina aparición de Doido (Raul Guterres), un adolescente brasileño que se hizo amigo de Bea en la fiesta, parece ser la mejor posibilidad de escapatoria. "La situación es totalmente desconocida para ellos, y todo el mundo parece tan hostil que se sienten aliviados cuando ven a Doido", dice Beau Garrett, la actriz que encarna a a Amy. "Confían en él plenamente, y le creen cuando dice que tiene una casa segura en la selva donde podrán esconderse. No tienen ni idea del lío en el que están metidos; simplemente, es inconcebible para ellos que algo no pueda acabar bien al final".

Hay gente que trabaja en el poblado –hombres malos con oscuros negocios, cuyas intenciones sobrepasan cualquier suposición de los turistas. Pero sus formas son de lo más brutales, y no les gustan nada los turistas. "La histeria colectiva ha hecho mella entre esos lugareños por los supuestos secuestros de sus niños", dice Melissa George. "Para ellos, todos los estadounidenses, todos los turistas, deberían ser sospechosos de esos crímenes, de los que ninguno de ellos tiene información de primera mano, pero que sienten que es una gran injusticia cometida contra ellos. Nuestro grupo simplemente no tiene ni idea de dónde se ha metido".

"Son personas con una perspectiva diferente que creen que merecen desquitarse tomando a los visitantes como cabeza de turco", cuenta Duhamel. "Las cuestiones sociales y políticas subyacentes de esta historia son actuales, y ésta es una película dura que no se aparta de la brutal realidad de lo que estos turistas sufren simplemente por ser ingenuos y estar en el lugar equivocado en el peor momento".

Su nuevo amigo les adentra en la frondosa jungla, donde serán testigos de imágenes de otro mundo, que quitan la respiración –como cuevas naturales subterráneas y altísimos bosques rebosantes de fauna exótica –pero cuanto más se alejan de los peligros inmediatos de la población, más se lo hacen de cualquier esperanza de rescate. "Alex no quiere seguirle y sospecha inmediatamente, pero sin embajada, sin documento de identidad y sin esperanzas, no tienen muchas opciones", explica Duhamel.

"La película explora lo que significa estar fuera de lugar", dice Wilde. "y cómo aprendemos a fiarnos de gente que no conocemos. La historia debería hacer que la gente reflexionara sobre las consecuencias de sus acciones cuando viaja, y sobre las acciones de nuestros países de origen, de las que podemos no saber nada". Es también una historia acerca de la supervivencia ante barreras imposibles y de hasta dónde podemos llegar para proteger a la gente que queremos.

Y una vez llegan a la tan esperada seguridad de la casa, la cruda verdad acerca de su situación les toca de lleno –ninguno logrará salir vivo de la jungla. "Bea ha estado siempre protegida por Alex, pero al final de la película se ve obligada a defenderse por sí misma para intentar salvarse", comenta Wilde. "Se vuelve fría, pero a la vez tiene un aprecio por la vida que pocos de su edad podrían tener. Es frágil y está traumatizada, pero al mismo tiempo tiene que intentar sobrevivir a una pesadilla que la mayoría apenas podría imaginar".

Stockwell empezó su carrera como actor, apareciendo en películas como Christine, de John Carpenter, o "Top Gun, ídolos del aire", antes de dirigir películas como "En el filo de las olas" e "Inmersión letal". Turistas representa su primera incursión en el cine de temática más madura. "Tenía mucho interés en desarrollar una historia muy real, estremecedora y perturbadora sobre un viaje que acaba mal", aclara el director, "un filme que provocara todos los miedos acerca de lo que pasa cuando dejas la seguridad de los Estados Unidos. Quería hacer un thriller paranoico con momentos de horror absoluto que, como espectador, te llevaras contigo. Es lo de menos si el miedo está basado en la realidad o es totalmente inventado. El miedo es muy real, y, sin duda, Turistas lo lleva al límite".

"Ésta no es una película apta para cardíacos", añade Duhamel. "Es bella, sensual y sorprendentemente divertida, pero es a la vez dolorosa, provoca miedo y es difícil de ver en algunos momentos. Sin duda, te lleva hasta el límite".