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Año Uno cartel reducidoAño Uno(Year one)
Dirigida por Harold Ramis
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Columbia Pictures presenta una producción de Ocean Pictures / Apatow Company, la película de Harold Ramis, Año Uno. El filme está protagonizado por Jack Black, Michael Cera, Oliver Platt, David Cross y Hank Azaria. Dirigida por Harold Ramis. Producida por Harold Ramis, Judd Apatow y Clayton Townsend. El guión está firmado por Harold Ramis, Gene Stupnitsky, Lee Eisenberg sobre una historia de Harold Ramis. El productor ejecutivo es Rodney Rothman. La dirección de fotografía es de Alar Kivilo CSC. La dirección artística realizada por Jefferson Sage. El montaje es de Craig P. Herring y Steve Welch. El diseño de vestuario es de Debra McGuire. El coproductor es Laurel Ward. La música está compuesta por Theodore Shapiro.


En un principio no existía nada. Luego, Harold Ramis tuvo una idea. "Pensé en dos cosas del género de comedia que me encantan", cuenta el guionista-director-productor. "Una fue Two-Thousand-Year-Old Man una comedia para televisión de Mel Brooks y la otra una improvisación que llevé al teatro hace unos 35 años con John Belushi y Bill Murray. Bill interpretaba a un cromañón moderno, con una fibra contemporánea, y John le daba vida a un neandertal bastante idiota. Para esta película, tuve estas dos ideas como fuente de inspiración, y pensé que podía ser verdaderamente interesante situar a alguien con una consciencia contemporánea en un tiempo remoto".

Fue entonces cuando dio con la idea para Año Uno. En sus propias palabras: "dos inocentes que no saben nada, dos cazadores-recolectores del paleolítico, Zed y Oh, son expulsados de su paradisíaco jardín del edén y comienzan a buscar respuestas al sentido de la vida".

Ese es el camino que emprende ni más ni menos que Jack Black. "Zed vive de un modo muy tribal en su primitiva aldea de cazadores y recolectores", describe el actor, "pero se pregunta si no hay algo más en la vida que sencillamente, cazar, recolectar y dormir".

Acompañando a Zed en este primer gran viaje de la historia está Oh, interpretado por Michael Cera. A la vez que Zed es agresivo en su búsqueda del sentido de las cosas, Oh es arrastrado hacia lo desconocido a patadas y a gritos. "Llamamos al personaje 'Oh' porque es así como reacciona tanto a la vida como a todo lo que es una amenaza para su personaje, y lo cierto es que sufre mucho durante la película", se ríe el director.

Arropando el proyecto se encuentra el productor Judd Apatow, que forma equipo por primera vez con Ramis. "Poder trabajar con Harold Ramis fue un sueño hecho realidad. Algunos de los mejores momentos de mi infancia fueron los días en los que con los amigos fuimos a ver El pelotón chiflado (Stripes), Los cazafantasmas (Ghostbusters), El club de los chalados (Caddyshack) y Desmadre a la americana (Animal House). Él es sin lugar a dudas una de mis mayores inspiraciones. Fue un gran honor tener la posibilidad de verlo trabajar de cerca. En algunos momentos en que lo he observado con las manos en la masa, me ha hecho pensar, 'de aquí es donde todos hemos sacado el modelo para el tipo de comedia de relaciones'. Su trabajo está metido en nuestros circuitos cerebrales".

Para escribir el guión, Ramis contó con un equipo de guionistas que conoce en profundidad. Gene Stupnitsky ha estado en prácticas a su servicio y Lee Eisenberg ha sido camarero en uno de los restaurantes preferidos de Ramis en la isla de Martha's Vineyard. Hace algunos años, los dos se conocieron en una película de Ramis en la que ambos desempeñaban el papel de asistentes de producción y comenzaron a escribir juntos, hasta llegar a trabajar como guionistas y productores ejecutivos del éxito de televisión La oficina (The Office). "No quería escribir solo", explica Ramis. "¿Con quién podría trabajar y que realmente implicara un desafío? Ellos estuvieron a la altura del reto, llenos de ideas y con una impecable profesionalidad. Hemos formado un gran equipo".

A medida que los personajes cobraron vida en el papel, el director no dejaba de pensar quiénes serían los actores que finalmente los encarnarían en la pantalla. En su imaginación vio a Black como su héroe, Zed.

"Todo el tiempo pensaba, 'guau, esto sería genial para Jack Black'", recuerda el director. "Jack sabe muy bien cómo hacer el tonto y arriesgarse en comedia. Es increíblemente agudo; y tiene una gran articulación en lo que hace".

"Harold adora a los actores, nos anima a hacer lo que nos sale, quiere que juguemos", aprecia Black. Aunque el actor reconoce que quería no solo afrontar el filme con el acercamiento que Ramis creía adecuados sino que también deseaba que Ramis se divirtiera con lo que él hacía. "Podía escuchar cómo se reía desde los monitores. Cada vez que escuchaba su peculiar risa, me subía el ánimo. Pero también pensaba, '¡No te pases y vayas a arruinar la toma!'"

A Black le atrajo el proyecto desde el guión, pues poseía un tono que él admira. "Me gustó la actitud del guión, donde nada es sagrado. Nada se toma en serio", describe Black.

"Zed rápidamente asume que es el elegido por los dioses para alguna gran misión", continúa el actor. "Piensa que eso le dará sentido a su vida. Es un buscador. Quiere descubrir qué es lo que ocurre en ese extraño mundo".

Junto a Zed en esta aventura épica está su amigo Oh, interpretado por Michael Cera. "Uno de los grandes placeres de trabajar en este filme fue ver a Jack Black y Michael Cera trabajar", confiesa Apatow. "Por separado son dos de mis actores favoritos de todos los tiempos, pero observar el desarrollo de la química asombrosa que hay entre ellos fue algo verdaderamente especial".

"Vi a Michael en la serie Arrested Development interpretando a un personaje adorable e inocente", cuenta Ramis. "Luego lo vi en Supersalidos (Superbad) y él aún continuaba con ese aire de dulzura e inocencia en contraste con el entorno más profano que puedas imaginar. Combina una encantadora inteligencia con una delicadeza fuera de lo común. Me encanta lo que le aporta a su parte".

Para su papel, Cera no podía imaginar pasar la oportunidad de trabajar con Ramis. "Me encanta el trabajo de Harold", afirma Cera. "Pensar en trabajar con él fue realmente excitante. Él ha tenido una gran influencia en mi vida".

"Oh acompaña en su viaje a Zed", puntualiza Cera. "Él desde luego no cree en todo lo que Zed dice y está forzado a aguantar las teorías de Zed acerca de la vida. Cosa que lleva a Oh a meterse en muchos problemas".

"Harold es muy relajado como director, muy abierto a otras ideas aunque al mismo tiempo muy seguro de lo que quiere", opina Cera. "Tienes la libertad de hacer todo lo que quieras. Si es gracioso, provocas una carcajada y te provoca un sentimiento poderoso. Si no es gracioso, te reconduce hacia otro sitio".

Juntos, Zed y Oh, exiliados de su aldea, comienzan con una increíble aventura. Desde su particular perspectiva, Oh y Zed viajan a través de la historia y conocen a algunos de sus residentes más famosos de todos los tiempos: Abel y Caín, Abraham e Isaac y a los ciudadanos de Sodoma.

Como es usual, uno de los últimos pasos antes de considerar que el guión está finalizado para elegir el reparto y preparado para el rodaje, es la celebración de una lectura de guión en el estudio. Gracias al respeto tanto por Ramis como por el proyecto, en la lectura tomaron parte actores de comedia muy graciosos. Fue un éxito, de hecho, "nuestra lectura fue tan buena", cuenta Ramis, "que obtuvimos el visto bueno y contratamos a todos los que estaban sentados a la mesa".

Uniéndose a esta peculiar pareja durante una gran parte de su viaje están Caín, interpretado por David Cross, que cuando lo conocen está a punto de asesinar a su hermano Abel, interpretado, en un cameo, por Paul Rudd.

Cross estuvo en la lectura y se emocionó cuando se le propuso formalmente trabajar en el proyecto. "Fue muy divertido, de verdad, es la única vez que cuando terminé la lectura llamé a mi agente y manager y le dije, 'Fue realmente divertido. Creo que va a ser una gran película. Quiero formar parte de esto'", cuenta el actor.

Caín es un personaje con el que Cross se deleita. "Es muy divertido interpretar a un tío que no tiene ninguna moral, que es manipulador y amenazante. Es un tío de cuidado", sonríe Cross.

Tanto Black como Cera tienen una larga historia laboral con Cross. Antes de que Black se revelara como una de las grandes estrellas de la comedia mundiales, Black apareció en algunas partes de la serie de Cross de HBO, Mr. Show with Bob and David y Cera coprotagonizó con Cross la serie Arrested Development.

Para socio del crimen de Caín – y su víctima – Ramis tenía a un actor muy específico en mente. "Quería que Abel fuera un modelo de bondad, belleza y fuerza. Admiro mucho a Paul Rudd, un actor fácil y de mucho talento, que gusta a todo el mundo y un contraste perfecto para el Caín de Cross". Ramis continúa, "su interpretación y entrega fue fantástica aunque fuera solo por un par de días. Hubiera sido genial tener a Paul para más escenas, es una pena que Abel sea eliminado".

Cuando se preguntaban acerca de quien interpretaría al anciano de 137 años padre de todas las religiones, Ramis pensó en Hank Azaria. "Hace un tiempo, cuando George C. Scott interpretó a Abraham en la película de John Huston llamada The Bible, me surgió esta idea de contar con Hank Azaria interpretando a George C. Scott interpretando a Abraham", se ríe Ramis. Sería la broma privada del director. "Pensé que podía hacer que Hank hiciera eso –podía empujarlo todo el trayecto hasta 'Patton'. Eso fue lo que Hank hizo en la mesa de lectura y fue brillante. No había ninguna duda, después de eso no podíamos dejar de contar con Hank para hacer la película".

Una vez en el plató, después de pasar por el proceso de peluquería, maquillaje y vestuario, Azaria parecía un poco preocupado, "Estoy sentado allí como el cromo de un hasídico", bromea el actor. "Es inquietante lo auténtico que se me ve. Lo viejo y lo judío", pero Hank, tú eres judío. "Entonces supongo que es lo lógico".

"¿Sabes qué?", comienza Azaria, "si alguien llega hoy en día diciendo, 'Escucha. Dios me ha dicho que te cortes la parte superior del pene', probablemente hallaría alguna resistencia. Supongo que ayuda el hecho de tener esta apariencia. Ayuda a vender el mensaje".

En el papel de su desafortunado hijo, recipiente de la primera práctica de circuncisión está el actor Christopher Mintz-Plasse, como Isaac.

Ramis cuenta, "después de ver Supersalidos (Superbad), fue una tentación irresistible hacer de Christopher el hijo quejica de Abraham. Sencillamente era perfecto para el papel".

"Cuando Judd Apatow y Harold Ramis te ofrecen un papel y te dicen que deberías interpretar ese personaje… bien, no te lo planteas", cuenta Mintz-Plasse, humildemente. "Soy un gran admirador de Jack Black y de Tenacious D y quería volver a trabajar con Michael y por supuesto con Harold y Hank. Fue genial".

En el momento en que Isaac los conduce hasta Sodoma, Zed y Oh entran en un mundo completamente nuevo. Una ciudad construida con piedra y argamasa, con colores, comidas, paisajes y sonidos que jamás habían percibido anteriormente.

"Por supuesto, terminan en Sodoma", explica Ramis. Si la intención del director es elaborar una metáfora de la sociedad moderna o no, es una conjetura que discernirá el espectador".

En Sodoma, Zed y Oh conocen al rey, la reina, la princesa y al sumo sacerdote, cuyos papeles en la nueva sociedad parecen ser correlativos con los suyos propios de la aldea.

Cuando Ramis estaba en busca del extravagante sacerdote no lo pensó mucho antes de decidirse. "Oliver Platt y yo tuvimos una gran experiencia en La cosecha de hielo (The Ice Harvest). Es realmente considerado y aporta más ideas de las que ningún actor con el que haya trabajado. Te obliga a pensar en lo que él hace. Lo que se obtiene de él es una interpretación valiente".

A Platt le apasionó el guión. "Sencillamente la sensibilidad de la historia", cuenta. "Tiene una maravillosa y descarnada sensibilidad que te permite creer que las cosas podrían haber ocurrido de esa manera. También hay una cierta brutalidad, al estilo del Antiguo Testamento".

El personaje no se parecía a ninguno que Platt hubiera interpretado con anterioridad. "Todo cobró sentido cuando Harold me explicó que quería que todos en la familia real tuvieran un acento shakesperiano. Hago unos seis diferentes tipos de acentos británicos", bromea Platt.

Michael Cera opina acerca del tema, "no sé de dónde sacó el acento, pero en la película está increíble y muy gracioso".

A lo largo del camino, la búsqueda de Zed y Oh se convierte en algo más que encontrar el sentido de la vida, también tienen que salvar a dos mujeres de su aldea, Maya y Eema, que casualmente son el objeto de sus afecciones.

Como todas las buenas historias de amor, la de ellos no ha carecido de obstáculos. Zed está profundamente interesado en Maya pero ella lo rechaza a cada oportunidad. Oh se siente atraído por la hermana de Zed, Eema, pero no lo quiere admitir ante ella.

No fue fácil encontrar a una actriz que pudiera darle réplica a Jack Black. "Cuando June Raphael se presentó a la prueba para el papel de Maya, estuvo sensacional. Para la audición, le dimos una escena en el jardín del edén, ella está con Jack y quiere fruta. Jack comienza a preguntarle qué fruta quiere y enumera, manzanas, peras, etcétera, y ella responde que 'no' a cada fruta. Esa era la única línea de texto que tenía. Jack nombró unos 40 tipos diferentes de fruta, y todo lo que ella decía era 'no', sin embargo en cada ocasión se volvía más y más graciosa".

Eso no fue todo lo que impresionó al director. Ramis tiene en alta estima a Raphael, "es una combinación de belleza, inteligencia y comedia que me recuerda a Elaine May".

"Creo que la razón por la que Maya se sienta atraída por Zed es porque él tiene una gran idea de la vida y cree que hay más en el mundo que su pequeña aldea", elabora Raphael. "Así que por más frustrante que él sea, ella no puede renunciar a él".

Para el papel de Eema, la joven por la que Oh siente interés, los realizadores se inclinaron por Juno Temple. Ramis pensó en ella como "pre-rafaelista, sin embargo pude ver en ella a una joven cazadora-recolectora. Pensé que su cualidad de abandono con la inocencia de Michael podía ser una gran combinación y resultó cierto". A pesar de que Juno es británica, "su acento americano en la prueba fue perfecto", añade Ramis.

"Eema secretamente puede ser que tenga sentimientos por Oh, pero no deja que esto se vea", cuenta Temple. "Solo después de que pasan juntos una experiencia terrible es cuando ella se queda prendada de él. El personaje tiene una transición que fue muy graciosa de interpretar".

Olivia Wilde como la Princesa Lanna, por otro lado, es una americana que perfeccionó al máximo el acento inglés. De hecho, Ramis pensó que su acento tenía que ser auténtico. Es algo que perfeccionó durante la prueba".

Wilde, que tiene un papel fijo en la serie House, cuenta, "Lanna es un personaje absolutamente manipulador. Es genial no tener que gustar. Tratar de ganar el corazón y la cabeza del público puede impedir que se tomen riesgos. Me sentí libre de hacer de Lanna todo lo ridícula que pude imaginar".


La estética de Año Uno
Para el diseñador artístico Jefferson Sage, Año Uno significa volver a trabajar tanto con Harold Ramis, con quien ya colaboró como director artístico en Una terapia peligrosa (Analyze This) y con Judd Apatow para quien diseñó The TV Set, Un lío embarazoso (Knocked Up), Walk Hard: The Dewey Cox Story y la próxima a estrenarse, Funny People.

Sage se sintió inmediatamente atraído por "la oportunidad de crear un periodo histórico que tiene tantas referencias en la historia del mundo. Año Uno es esencialmente una 'road movie', donde los protagonistas se encuentran con mundos específicos muy diferenciados entre sí". Sage, para comenzar a crear estos mundos lo primero que hizo fue investigar en los diferentes periodos que se representan en la historia. "Nos documentamos con muchos referentes visuales. Antes que nada creamos un gran libro con documentación y se lo enviamos a Harold. Inmediatamente esto nos dio un punto de referencia en común para definir cuál sería el aspecto de la película". Junto a Ramis y Alar Kivilo, el director de fotografía, Sage decidió decantarse por un estilo que se ajustara en lo más posible a la realidad en lugar de darle a Zed y Oh una puesta en escena estilizada de comedia. "La comedia surge de esos extraños personajes que tienen una sensibilidad muy contemporánea y contrasta con la dureza del mundo que los rodea", explica el diseñador.

Los mundos que refleja la historia incluyen una aldea de la edad de piedra, del paleolítico donde se presentan a los personajes principales Zed, Oh, Maya y Eema; una granja-caserío; el desierto, donde los personajes descubren el novedoso fenómeno del mercado; y, finalmente la salvaje y extensa ciudad de Sodoma.

"Parte de nuestro trabajo fue hacer que cada uno de ellos fuera diferente y para ello establecimos un conjunto de reglas que ayudara a que se diferenciara del siguiente. Cada mundo sugiere una paleta propia, tanto en los colores como en las texturas", describe Sage. "Por ejemplo, en la aldea paleolítica, una de las reglas era que no hubiera metal, porque en ese tiempo aún no había sido descubierto".

Nuestro mayor reto y mayor decorado fue Sodoma. "Cando leí el guión, pensé, 'este es el decorado más grande que he visto para ser hecho todo en uno", recuerda Sage. El diseñador terminó construyendo la ciudad entera en dos hectáreas de tierra: tres calles, todas decoradas con vendedores de mercado, casas, puertas y ventanas; tres manzanas; un patio ciego que unía dos calles; un palacio con su respectivo patio; un Zigurat (un templo piramidal con terraza de la antigua Mesopotamia); un pabellón real; y un espacio sagrado para sacrificios. En total, era un equivalente a 46 decorados separados.

"Creo que nuestra Sodoma es razonablemente auténtica", asegura Sage. "Hemos investigado en las ciudades fortificadas de periodos similares y estudiamos los detalles característicos y luego los combinamos según nuestra propia visión de Sodoma". Sin embargo, una vez que se empapaban lo suficiente en la investigación sobre determinada era, había que diversificarse. "En un determinado momento, dejo de lado la investigación y empiezo a crear nuestras propias reglas".

Un ejemplo de ello es la inmensa cabeza de toro que sirve como pieza central de la plaza principal de la ciudad. Sage explica, "no encontré un ídolo específico de la medida y escala que utilizamos en el filme, pero la cabeza de toro era muy común en varias culturas religiosas de esa zona durante miles de años; hallamos representaciones de eso en esculturas, frisos y joyería. Creamos un ídolo de piedra de 8 metros que escupía fuego y que pensamos serviría al guión, allí se sacrificaban y se lanzaban a las vírgenes dentro. En esa época existían muchas deidades, pero parecía que el toro con su presencia y su aspecto dominante, tenía más sentido dramáticamente".

Una vez diseñada Sodoma, el problema al que se enfrentaron los realizadores era cómo iluminar un decorado de semejantes dimensiones. Antes del comienzo de la construcción, hubo que situar el decorado dentro del terreno, teniendo en cuenta que se rodaría durante los meses de invierno en Louisiana, los realizadores planificaron todos los detalles. "Tomamos el plano de la ciudad y lo rotamos para ver qué orientación sería la que nos diera más ventajas a la hora de contar con la luz del sol. Queríamos que el sol iluminara de una forma específica sobre el Zigurat, sobre la plaza y las calles. En un momento dado cogimos nuestra gran maqueta y la iluminamos con lámparas y la rotamos para simular la luz del sol y estudiar los ángulos de la luz que tendríamos durante los meses de enero y febrero", detalla Sage.

Una vez que se determinó cuál era la mejor posición para el decorado empezó la construcción a toda marcha. Asombrosamente, la construcción de la ciudad entera se completó en diez semanas.


Acerca del vestuario
La diseñadora de vestuario Debra McGuire estuvo encantada de ponerse manos a la obra con los elementos históricos para el filme. "No sé si podemos superar esto", reflexiona acerca de la experiencia. "Para mí, como diseñadora, fue realmente excitante y creativo. Ha sido una aventura y me ha dado la posibilidad de hacer lo que más me gusta. Me apasiona la investigación".

Ciertamente fue la investigación lo que permitió darle un sólido telón de fondo a los actores de la comedia. "Siempre me encuentro con que cuanto más te acercas a la realidad, más divertido se vuelve", se explaya McGuire. "Tienes que dejar que la comedia sea comedia. No es aconsejable que el vestuario sea gracioso y que por lo tanto distraiga la atención".

Al mismo tiempo que el equipo de diseño artístico visualizó diferentes propuestas estéticas para cada una de las secciones del filme, lo mismo ocurrió con el equipo de diseño de vestuario. "Dividimos los diferentes periodos por paletas y colores", explica McGuire. "Lo que intento hacer a través de cada periodo es algo que le llegue al público. Eso lo logramos haciendo que Zed y Oh experimenten y evolucionen en la creación de colores y materiales".

El filme empieza con Zed y Oh en su aldea primitiva. Tuvimos que lidiar con pieles y abalorios para esa época, confeccionamos pieza por pieza", cuenta McGuire.

Uno de los trajes de esa época fue el de piel de mofeta de Zed. "Creo que fue el traje más inspirado –todos los demás cazadores tienen trajes de cuero de oso y abrigos de piel de lobo. Y yo tengo mi apestoso traje de piel de mofeta. Eso era lo que Zed era capaz de cazar y capturar", cuenta Jack Black. "Dice mucho acerca de mi personaje".

"Ya había trabajado con Jack Black y Michael Cera en diferentes proyectos. Eso realmente ayuda a entender el lenguaje corporal y la forma en que se mueven, a pesar de que era la primera vez que los vestía con faldas y pieles", se ríe McGuire. "A ellos les gustó todo y apoyaban nuestras ideas. Es muy fácil trabajar con ellos porque realmente entienden la importancia del vestuario y soy consciente de que gran parte del vestuario primitivo conlleva dificultad porque no hay mucha tela. Sin embargo los actores jamás se quejaron".

Además de vestir a los personajes principales, el departamento de vestuario creó entre 60 y 100 trajes para los demás actores. "Todo tenía que estar viejo y teñido. Todo en ese período son fibras naturales así que tuvimos que teñirlos para que combinaran con los colores del entorno. El calzado se tuvo que hacer desde cero y la joyería también".

La ropa en el caso de los actores protagonistas también tenía que ser funcional. "Todo está sujeto de manera muy primitiva, pero los personajes se ven envueltos en mucha acción con ellos", señala McGuire. "Nos aseguramos de tener unas plantillas maravillosas para que fueran dentro del calzado y a partir de ella construimos alrededor. Los trajes tenían que resistir el uso y los tirones, así que hicimos múltiples trajes de todo".

De la aldea primitiva, Zed y Oh en poco tiempo se hallan junto a Abraham y sus seguidores. El vestuario cambia, explica McGuire: "vemos más tejidos, rayas y tocados para la cabeza".

Con la nueva paleta, McGuire se permitió algunas libertades. "En realidad, la gente en este periodo era muy minimalista en el uso del color. Los tintes provenían de los mariscos, y se necesitaban millones de ejemplares para teñir algo de color azul. Hubiera sido imposible para ellos utilizar la cantidad de color que yo utilicé. Como la clave es más de fantasía que de realidad, decidimos que su mundo tendría mucho color e introduciría el azul al filme".

A medida que la película se desarrolla, McGuire lentamente amplía la gama de color del vestuario. "La escena del mercado es donde se reúnen todas las culturas", apunta McGuire. "Es la primera vez que vemos el crisol del mundo en esa época, y vemos sedas, nuevos colores y materiales. Cuando llegamos a Sodoma, tenemos esos magníficos tejidos y joyería en un mundo de mucha opulencia".

Al llegar a Sodoma, a Zed y Oh se les presenta un mundo saturado de rojos, azules y morados. La reina estaba ataviada en colores dorados y turquesas brillantes. Las mujeres de la corte y las vírgenes, sin embargo, requirieron de tonalidades más suaves. "Utilicé mucho blanco y dorado", cuenta McGuire.

McGuire utilizó el suave contraste de la energía femenina de colores suaves con los colores saturados y vibrantes de los miembros del clero. "Dividí las castas de sacerdotes en exuberantes morados y frambuesa. Para los ministros y todos los miembros inferiores, utilicé el color canela y el caqui".

Para Oliver Platt en el papel del sumo sacerdote se eligió un elemento diferenciador. "Él lleva una corona con tres niveles de opulencia", continúa McGuire. "No solamente está ricamente adornada con joyas, mi idea era que todos los sacerdotes bajo su nivel tuvieran una corona de nivel inferior. El siguiente una menos, el siguiente solo una y los acólitos ninguna".

Aunque McGuire no se conformó con eso. Desde la corona hasta el calzado, el sumo sacerdote está cubierto lujosamente. "Oliver es épico", opina McGuire. "Mide casi dos metros y lleva botas de plataforma dorada, eso ya estaba en el guión. Las llamamos las primitivas botas 'disco', estaban hechas de cuero dorado. La corona mide probablemente unos 50 centímetros; lleva una larga capa de terciopelo con una sobrecapa dorada en relieve. Luego una falda sobre falda y la enagua es de terciopelo abullonada en los bajos. También posee un collar de gran exuberancia. Su cabello está rizado y el maquillaje de sus ojos es extraordinario".

Con este traje, con una temperatura de casi 30º, seguramente Platt lo pasó mal. Pero tal y como él lo explica, "en un día caluroso, viendo a todas esas vírgenes bañándose, puede ser que fuera un desafío, pero todos tenemos que sacrificar algo. Las vírgenes sacrifican sus vidas. Y yo mi sudor para verme fantástico. Y créanme que se me ve fantástico".

Ningún actor lo tuvo tan difícil como Cera. Para empezar, el corte de cabello muy corto del actor está cubierto con una peluca de pelo largo y greñudo. "Lo cierto es que no estoy acostumbrado a llevar pelo largo", cuenta Cera. "Se me caía sobre la cara, se me metía en la boca todo el tiempo. Si me comía un bollo con crema, el pelo se quedaba pegado en el bollo… era asqueroso".

Aunque el cabello fue el menor de los problemas de Cera. "Fue duro tener que dejar que me pegaran la peluca todos los días, pero cuando me pintaron en dorado fue mucho, mucho peor. Eso ha sido lo más incómodo que jamás he hecho por un trabajo", recuerda. "Fue horrible. Y quitarlo tomaba un tiempo interminable, después de muchas duchas podía seguir viendo el dorado en los tobillos. No podía alzar los brazos porque sentía que me arrancaban la piel a jirones. Fue atroz. En otro momento de la película, cuando estoy colgado boca abajo, pensé que era duro, pero haría eso sin dudarlo antes de que me vuelvan a pintar de dorado".

Trabajar en equipo con los otros jefes de departamento fue crucial para Año Uno ya que existe poco material de referencia para varios períodos temporales. "Jeff Sage y yo estábamos siempre en la misma frecuencia", cuenta McGuire. "Todos parecían estar sincronizados. La encargada de peluquería, Yvonne Kupka, y yo hemos trabajado en muchas ocasiones a lo largo de los años y estuvimos encantadas de crear este proyecto juntas".

Para Año Uno, la peluquería fue un elemento integral del vestuario, mucho más que en una historia contemporánea. "Hablamos mucho de cada personaje. Es maravilloso, aunque nada habitual tener una colaboración tan cercana entre maquillaje y vestuario, y realmente la diferencia en el resultado es abismal. Los diseños de peinados de Yvonne son realmente espectaculares; antes de ponerse a ello se acercaba a ver mis trajes y yo le daba muchos tipos de tela para que pudiera utilizarlos en el pelo. Ella diseñó su propia combinación de joyas para el cabello".

El último elemento para McGuire fue la joyería, que se utilizó de diferentes maneras en cada periodo de tiempo, desde un tosco collar hecho de dientes de animales en el entorno primitivo a las espectaculares piezas de Sodoma. "La joyería fue muy importante para mí", explica. "Parecía que esas piezas las habían hecho en Sodoma. Tuvimos más de cien piezas y las utilizamos casi todas. La mayoría de ellas estaban realizadas en diferentes metales, piedras preciosas verdaderas y también de cristal. Algunas de ellas están hechas a mano. Son muy especiales y notables, especialmente en la reina, el rey y Oliver".