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Ai Weiwei: Never Sorry cartel reducidoAi Weiwei: Never SorryDirigida por Alison Klayman
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Visión personal de Ai Weiwei sobre el documental
"Creo que el espectador al ver el documental, ante todo, tendrá la sensación de que sabe realmente quién soy y cuáles son los problemas que me preocupan como artista. Deben apreciar que la libertad de expresión es una cuestión muy valiosa y que tenemos que conseguir que ese derecho sea nuestro. En muchos lugares de este mundo basta con preguntar para llegar a perder la libertad. En muchas ocasiones no se cuenta con ninguna posibilidad de expresar una opinión libremente. En numerosos países industrializados las personas dan por sentado que todo el mundo dispone de libertad de expresión, pero al mismo tiempo cometeríamos un error si nos olvidáramos de que debemos luchar por ostentar este derecho. La humanidad acarrea los mismos valores. No podemos actuar como si no lo supiéramos, ni decir que es un problema que no nos afecta. De esta manera nos convertiríamos en personas egoístas y cortas de miras. He pasado a ser una persona famosa gracias a que tengo un objetivo y también porque utilizo Internet de manera eficaz. Internet y los medios me han permitido comunicarme con libertad y divulgar mi mensaje, lo cual es muy importante para mí. Espero que todo el mundo pueda entenderlo cuando vean el documental. Confío en que podarnos vivir en un mundo nuevo, en que hoy podamos contar con oportunidades nuevas y en que seamos capaces de convertir este mundo en un lugar mejor para todos".


La diversidad de su obra artística
La obra artística de Ai Weiwei destaca por sus trabajos en ámbitos bien diferenciados como es el caso de la representación, escultura, instalación, fotografía, vídeo, arquitectura y diseño, lo que impide poder encasillarlo en uno en particular. Sin embargo, todos sus trabajos tienen un elemento en común: la búsqueda por nuevas posibilidades de expresión y comunicación.

Artista conceptual
El modelo en el que se refleja Ai Weiwei es, sin duda, Marcel Duchamp. Andy Warhol también ha ejercido cierta influencia sobre él, lo que puede verse en su obra Factory. Ai Weiwei crea obras de arte que llegan a sus observadores, en primer lugar, por su estética y poesía, a pesar de los mensajes claros y generalmente políticos implícitos en ellas. Un ejemplo muy sonado es la instalación Sunflower Seeds, compuesta por 100 millones de pipas de porcelana hechas a mano con las que en 2011 mandó tapizar la Sala de las Turbinas de la Tate Modern de Londres. Pero también su Casa del Té, que se encuentra expuesta en el Museo de Arte de Asia Oriental del distrito de Dahlem en Berlín, atraer en primer lugar a los sentidos antes de que se cuestione su aparente cohesión: por ejemplo, sobre el valor real de las cosas (el té Pu-Erh o té rojo es la variedad de té más valiosa que sin ninguna duda existe) o el poder de las individualidades y de las masas. Una de sus obras más actuales (Sin título) no podrá verse hasta finales de junio en el museo Martin-Gropius-Bau en la exposición ArtandPress. Para esta instalación en un espacio, Ai Weiwei ha utilizado acero armado de uno de los colegios en los que quedaron atrapados más de 1.000 niños en Sichuan, a causa del terremoto que sufrió la ciudad en el año 2008.

Coleccionista
Ai Weiwei está especialmente centrado en el arte clásico chino y en las técnicas de la artesanía tradicional. Asimismo, se sabe que es un apasionado coleccionista de utensilios de piedra del Neolítico, vasijas de la dinastía Han, muebles viejos o piedras de templos antiguos y estatuas de Buda. Le gustaría volver a convertirse en el centro de atención y, para ello, modifica estos objetos de colección destinados a sus instalaciones, que incluso a veces destroza en parte o por completo; sin embargo en estos momentos no es una persona muy apreciada por la sociedad china. Tras los gestos iconoclásticos subyace la idea de romper con los antiguos modelos de percepción para avanzar hacia nuevas dimensiones. A menudo, con sus objetos ambivalentes, se plantean dilemas sobre lo original y lo falso, lo nuevo y lo viejo, lo culto y lo profano. «Me gustaría que todos los esfuerzos políticos se convirtieran en obras de arte. Soy consciente de la responsabilidad que supone convertirme en el portavoz de todas las personas que me rodean y que han perdido la esperanza por completo.» Ai Weiwei, New Statesman, 12/10/2010

Fotógrafo
«Todos los días hago fotos, lo que para mí es como dibujar. La fotografía es un ejercicio que consiste en ver y en saber captar una imagen. Se trata de no utilizar las manos, sino la percepción y la cabeza. [...] Fotografiar es como respirar, es una parte de la propia persona.»1

La relación que ha entablado Ai Weiwei con la fotografía en los últimos treinta años puede llegar a considerarse casi enfermiza. Solo en su época de bloguero, entre el año 2006 y 2009, cuando clausuraron su blog, Ai Weiwei contaba ya con aproximadamente 200.000 fotografías y la gran mayoría ya se encontraban disponibles a través de la red. En la década de los 80 se dedicaba a pasear por Nueva York con su cámara y consiguió plasmar en casi 10.000 imágenes, analógicas por entonces, sus impresiones sobre esta metrópoli occidental. Cuenta con trabajos que solo sirvieron para documentar y otros de los que se habló mucho. De entre los que más polémica suscitaron se encuentra la serie de fotografías Study of Perspective (1995–2003) o el tríptico Dropping a Han Dynasty Urn (1995).

Editor de libros de arte
En la década de los 90, Ai Weiwei sacó a la luz, junto con el comisario Feng Boyi y el artista Xu Bing, una serie de publicaciones clandestinas que llevaban por título Black Cover Book (1994), Grey Cover Book (1995) y White Co-ver Book (1997). Estos tres libros siguen ostentando hoy en día una categoría de culto dentro de la literatura de vanguardia china, ya que ha sido la primera vez que se ha intentado reflejar el propio enfoque artístico en los textos y no tratar únicamente de ilustrarlos. Un derecho que Ai Weiwei ya consideraba muy importante: «Todavía me acuerdo de que me enviaron todo el material, muchas fotos de cuadros y esculturas. Y dije: “Devuelve las fotos, no las necesitamos. No me interesa saber lo que ha hecho, sino lo que piensa que hay detrás de esas obras. [...] creo que todos estos trabajos son igual de buenos o igual de malos. No hay ningún trabajo que sea mejor que otros; la diferencia está únicamente en vuestras cabezas.»2 Además se exponen también por primera vez obras de artistas occidentales como Marcel Duchamp, Andy Warhol y Jeff Koons.

Galerista y comisario de arte
Ai Weiwei y un grupo de amigos fundaron en Caochangdi la primera sala de exposiciones alternativa de arte contemporáneo, China Art Archives and Warehouse (CAAW), que Ai Weiwei dirigió de 1998 a 2009. Aquí Ai Weiwei desempeñó el papel de comisario en numerosas exposiciones. La más destacada que le permitió alcanzar fama internacional fue la controvertida exposición colectiva Fuck off, que en el año 2000 organizó, junto a Feng Boyi, en paralelo a la tercera bienal de Shanghái y en la que también figuraba con sus propios trabajos. La exposición conserva el subtítulo en chino: «Los caminos del rechazo». Puesto que utilizó una de sus obras para provocar a las autoridades, tan solo unos días después la policía ordenó clausurar la exposición antes de tiempo, aunque los comisarios y coleccionistas de ultramar ya la habían visitado antes.

«Creo que la arquitectura posee un potente instinto educativo. Muestra a las personas las posibilidades que tienen para poder cambiar las cosas y justamente en eso es en lo que me centro.» Ai Weiwei spricht: Interviews mit Hans-Ulrich Obrist

Arquitecto
El año 1999 queda marcado para Ai Weiwei por la construcción de su propio estudio en Caochangdi, un barrio periférico de Pekín; es el inicio de su carrera como arquitecto. Poco tiempo después muchos otros se sintieron atraídos por el estilo funcional y sencillo, en el que se habían empleado materiales simples y de la zona, que se diferenciaba de la masa de la nueva arquitectura con un diseño, por lo general, ostentoso que reinaba en el centro de Pekín. Desde ese mismo instante Ai Weiwei, en solitario en sus inicios y con la ayuda de los empleados de su estudio de arquitectura FAKE Design (la pronunciación en chino recuerda de manera intencionada al término inglés fuck) a partir de 2003, proyectó y construyó numerosas casas privadas y galerías de arte dentro y fuera de Pekín. En función de cómo se clasifiquen en parte algunos de sus innumerables proyectos de construcción, podría decirse que su obra arquitectónica, en la que cada vez desempeña una función diferente, está compuesta actualmente por aproximadamente 70 trabajos. En estos momentos no existe ningún otro artista creativo en el ámbito internacional que haya llevado a cabo tantas obras como él.3 Entre sus obras de mayor reconocimiento en colaboración con otros arquitectos destaca el trabajo en común con la pareja de arquitectos suizos Herzog & de Meuron, a los que asesoró en el proyecto del famoso estadio olímpico (popularmente conocido como El Nido) de Pekín. No obstante, una vez inaugurado, Ai Weiwei se distanció del proyecto, ya que no quería mostrarse a favor de la instrumentalización de los Juegos Olímpicos para la presentación autopropagandística del régimen. Hoy en día, Ai Weiwei todavía no ha pisado el estadio.

Director de documentales y urbanista
Los documentales son también uno de los muchos temas que suscitan su interés. Este es el motivo que le llevó a montar, por ejemplo, un documental a partir de las muchas horas de material que acumuló durante las entrevistas que hizo a muchos padres que habían perdido a sus hijos en el terremoto de Sichuan; un documental que puede solicitarse a través de Twitter y que distribuye el estudio de Ai Weiwei de manera gratuita. También ha participado cinematográficamente en el proyecto Fairytale, gracias al cual invitó a 1.001 chinos a acudir a DOCUMENTA 12 en Kassel (Fairytale, 2008). Con una serie de fotografías y vídeos, Ai Weiwei consiguió plasmar a la velocidad tan sorprendente en la que se había transformado Pekín, la metrópoli poblada por millones de habitantes. En la serie fotográfica Provisional Landscapes (2000–2002) documentó los campos de barbecho temporales que atestiguan cómo se derriba de manera prácticamente paranoica la Antigua China para poder construir estructuras completamente nuevas, sin mostrar ningún tipo de respeto a la cultura y a la historia del país. También en proyectos como ChangŽan Boulevard (2004) y el extenso trabajo de 150 horas, Interval, Ai Weiwei puso todo su empeño para continuar las calles apartadas de la periferia y hacerlas llegar al centro urbano, para posteriormente devolverlas de nuevo a los suburbios, o bien cartografiar toda la ciudad de Pekín.

«El blog es como el diseño moderno, todo lo que allí publico se puede considerar parte de mi obra. El blog trasmite la mayor parte de la información: muestra cómo es el ambiente que me rodea. [...] me di cuenta de que lo mejor era la posibilidad de establecer un contacto directo con la realidad y sacar mi vida privada a la luz, mostrársela al público.» Ai Weiwei spricht: Interviews mit Hans-Ulrich Obrist

Bloguero y activista en Internet
En el momento en que Ai Weiwei descubrió el potencial comunicador que encerraba Internet, gracias a la invitación que le hizo el operador de la nueva plataforma de blogs Sina.com a finales de 2005, las representaciones políticas claras adquirieron un espacio cada vez más amplio en su obra. Ai demuestra que ha nacido para ser el mediador, traductor y facilitador cultural que consigue hacerse entender no solo por los lectores chinos de su blog, sino también por los lectores de un periódico occidental. La investigación ciudadana, a la que invocó a través de su blog tras el terremoto de la provincia de Sichuan para conocer el número exacto y los nombres de las víctimas, logró ejercer una gran presión sobre el gobierno. Este llamamiento constata, al mismo tiempo, que Ai Weiwei sabe realmente cómo debe movilizar a la población con la ayuda de Internet y que este medio concede una enorme importancia a la concepción de la sociedad futura: «Creo que la era de la información e Internet es una excelente fase por la que la humanidad debe pasar. Gracias a ello finalmente los seres humanos tendremos la oportunidad de convertirnos en personas independientes, podremos acceder a la información y comunicarnos sin depender de nadie. Es cierto que la información y la comunicación todavía están limitadas y su recepción no es completa, pero si lo comparamos con otros tiempos, las personas contamos con muchas más oportunidades para ser independientes.»

EXPOSICIONES (extracto)
2011 Exposición de fotografías de Ai Weiwei en Nueva York (1983-1993), Martin-
Gropius-Bau, Berlín.
2010 Sunflower Seeds, Tate Gallery of Modern Art, Londres.
2009 So Sorry, Haus der Kunst, Múnich.
2008 Go China! Ai Weiwe, Museo de Groninga, Groninga, Países Bajos.
2007 Fairytale, documenta 12, Kassel.
Traveling Landscapes, AedesLand, Berlín.
1988 Old Shoes, Safe Sex, Art Waves Gallery, Nueva York.


Declaraciones de la directora, Alison Klayman
“Quería hacer este documental sobre Ai Weiwei porque tenía ganas de rodar una película sobre un artista con una gran personalidad, que ya hubiera tenido que enfrentarse a una situación arriesgada para tratar de llamar la atención de la sociedad sobre la terrible situación que estaba viviendo. Ai Weiwei es un personaje carismático que con su dinámica encarna la variedad de experiencias y realidades de China, tiene pruebas que demuestran cómo se ha transformado China y de todo el resto de cambios que se llevarán a cabo. Este es el motivo que me dio mucho que pensar, cuando el pasado abril Weiwei, tras más de dos años de rodaje y varios meses de posproducción, fue detenido por la policía sin una acusación formal ni indicios de cuándo le dejarían en libertad.

Pasé semanas enteras en Nueva York acostándome a altas horas de la noche para estar despierta cuando amaneciera en Pekín. Todos los días recibía preguntas de los periodistas. He comprobado cada uno de los pasos que ha dado, casi siempre estaba disponible en Skype, y no me he perdido ninguno de sus tuits. El arresto de 81 días al que sometieron a Weiwei no solo le ha aupado todavía más como símbolo, sino que ha fomentado el interés de la prensa. En todo el mundo se informó sobre su puesta en libertad y de repente, incluso aquellas personas que hasta ese momento no sabían nada de él, pudieron asociar un rostro y una historia a su nombre. AI WEIWEI: NEVER SORRY surgió del hombre con una historia a sus espaldas.

La grabación del documental comenzó en 2008, justo después de que Ai Weiwei cobrara notoriedad internacional por su trabajo en el estadio olímpico, conocido como El Nido, y su ausencia durante los Juegos Olímpicos, que describió como una acción propagandística del gobierno. Desde entonces ha cambiado algo. Weiwei nunca había utilizado un ordenador, en 2005 comenzó con su blog, que destaca por sus opiniones abiertas y políticamente provocadoras. En 2009 el gobierno clausuró el blog, pero Weiwei ya se había convertido en el símbolo de la comunidad web, una función que a pesar de todo puede seguir desempeñando gracias a Twitter. Ese mismo año Weiwei inauguró su gran exposición individual en Múnich, So Sorry, y fue padre de un niño, a pesar de que nunca había querido serlo. La detención se produjo lógicamente en 2011. Estos años fueron decisivos para un hombre que ya había pasado por diferentes etapas drásticas en su vida. Fui a visitar a Weiwei a Pekín después de que lo pusieran en libertad y también para presentarle la película acabada. Desde su punto de vista, la película mostraba con insistencia y precisión todo el empeño que había puesto durante los últimos años. Me encontré con un hombre que, tras su arresto, decía que tenía que encontrar un camino nuevo para jugar y ganar. Desde entonces ha demostrado que no ceja en su empeño y que no puede doblegarse. En noviembre de 2011 recibió de parte de sus seguidores varios millones de dólares que habían logrado recaudar de manera espontánea, lo que le permitió saldar parte de la deuda que el fisco injustamente le acusa que debe. Un año después de su puesta en libertad, en abril de 2012, instaló cuatro cámaras en su casa, que le permitían compartir su vida con toda la comunidad virtual. Aunque el gobierno desconectó la Weiweicam en el plazo de 46 horas, este ha sido un símbolo eficaz contra el control del gobierno y, al mismo tiempo, un respaldo a su campaña a favor de una mayor transparencia en la sociedad y en el gobierno chino. Cada vez más gente de todo el mundo tiene noticias de Ai Weiwei a través del gran interés que generan en los medios, por Internet o en las exposiciones de arte.

AI WEIWEI: NEVER SORRY brinda asimismo la posibilidad de leer más allá de los titulares y de pasar realmente un rato con Weiwei, escuchar su voz y sus opiniones, comprobar cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles, y conocer diferentes facetas de su vida. Además, el documental brinda al espectador la oportunidad de forjarse una opinión sobre las decisiones que ha tomado Weiwei y, al menos eso es lo que espero, de poder inspirarse en su valor y en su humanidad.

Pero AI WEIWEI: NEVER SORRY no solo trata de Weiwei o China. Me gustaría que la película lograra que el espectador se hiciera la siguiente pregunta: ¿Cómo me imagino un futuro mejor?, ¿cuánto arriesgaría para defender mi opinión? El mejor efecto que puede surgir con esta película sería el nacimiento de un nuevo grupo de artistas, activistas y ciudadanos sin pelos en la lengua, con ganas de mejorar el futuro de su sociedad con una visión más potente”.


Biografía
Alison Klayman (directora, productora y cámara) se trasladó a China para pasar cinco meses en la primavera de 2006. Recorrió el Tíbet y Taiwán, y comenzó a aprender mandarín. Después de cancelar su vuelo de vuelta, Alison se mudó a Pekín y decidió aplicar y mejorar sus conocimientos del idioma en el día a día. Trató de encontrar un empleo, para finalmente trabajar como profesora de inglés en el set de una película de Jackie Chan y Jet Li, redactar artículos sobre baloncesto para la página web oficial de los Juegos Olímpicos de 2008, sincronizar películas de dibujos animados y fabricar bustos de silicona para los efectos especiales en un estudio.

En 2008 ya pudo ejercer el periodismo y, a partir de entonces, produjo anuncios en televisión y cuñas de radio, entre otros, para PBS Frontline, para las series Op-Doc del New York Times y la radio pública. De manera simultánea comenzó con el rodaje de su primer documental AI WEIWEI: NEVER SORRY y acompañó al artista y activista durante más de tres años, en los que obtuvo una visión que nunca hubiera imaginado en su vida ni en su trabajo. La película ha ganado en 2012 el premio especial del jurado por su espíritu de desafío en el Festival de Cine de Sundance y este año también ha participado en la Berlinale, en la sección «Especial Berlinale». Klayman ha hablado con muchos medios sobre Ai Weiwei y su trabajo en común, en especial con CNN International y The Colbert Report. Pertenece a la asociación Sundance Documentary, es una de las ponentes invitadas a Pop Tech y en 2011 fue seleccionada para formar parte de la lista de los «25 rostros nuevos del cine independiente» de la revista Filmmaker.

Alison Klayman es natural de las proximidades a Filadelfia. En 2006 se licenció en Historia con matrícula de honor por la Universidad Brown. Obtuvo la beca C.V. Starr National Service, al igual que el galardón Associated Press College Radio Award for General Reporting. Klayman habla mandarín y hebreo.


Ficha artística
Ai Dan (hermano/autor)
He Yunchang (artista)
Ai Lao (hijo)
Hsieh Tehching (artista)
Ai Weiwei
Hung Huang (periodista)
Chen Danqing (amigo/autor)
Lu Qing (esposa)
Ethan Cohen (galerista)
RongRong (fotógrafo)
Feng Boyi (comisario/crítico)
Wang Fen (madre de su hijo)
Gao Ying (madre)
Zhang Hongtu (artista)
Gu Changwei (director/cámara)
Zuoxiao Zuzhou (músico)