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Bumblebee cartel reducido definitivoBumblebeeDirigida por Travis Knight
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Dirigida por Travis Knight (Kubo y las dos cuerdas mágicas, Los Boxtrolls) y escrita por Christina Hodson (Unforgettable (Amor. Celos. Locura), Birds of Prey), en el reparto de la película destacan Hailee Steinfeld (Valor de ley, The edge of seventeen), John Cena (Y de repente tú, #SexPact), Jorge Lendeborg Jr. (Spider-Man: Homecoming, Con amor, Simon), John Ortiz (Replicas, Matar o morir. Peppermint), Jason Drucker (Diario de Greg: Carretera y manta, Barely Lethal), Pamela Adlon ("Better Things") y Stephen Schneider ("Broad City", "Eres lo peor"). En la película también participan, dando voz a personajes, la nominada a los Oscar Angela Bassett (Misión: Imposible - Fallout, Black Panther), Justin Theroux ("Maniac," La Lego Ninjago Película), Peter Cullen (la saga Transformers) que vuelve al papel icónico de Optimus Prime, y Dylan O'Brien (la serie El corredor del laberinto), en el papel de B-127.

Los productores son Lorenzo di Bonaventura (la saga de Transformers, Marea negra), Tom DeSanto (la saga de Transformers, X-Men) y Don Murphy (la saga de Transformers, La liga de hombres extraordinarios), Michael Bay (la saga de Transformers, Armageddon) y Mark Vahradian (la saga de Transformers, Marea negra). El Director de fotografía es Enrique Chediak (American Assassin, Marea negra). El diseñador de producción es Sean Haworth (Deadpool, El juego de Ender). El director de montaje es Paul Rubell (Collateral, El dilema). La figurinista es Dayna Pink (La verdad duele; Crazy, Stupid Love). La producción ejecutiva corrió por cuenta de Steven Spielberg (Salvar al soldado Ryan, La lista de Schindler, Brian Goldner (la saga de Transformers, la saga de G.I. Joe), y Chris Brigham (Origen, Assassin's Creed).

En los más de 12 años transcurridos desde que la primera película de Transformers comenzó a rodarse en White Sands, Nuevo México, la sencilla idea de convertir un juguete popular en una película ha sorprendido incluso a sus creadores, convirtiéndose en un fenómeno a escala mundial cuyos ingresos en taquilla han alcanzado los 4.300 millones de dólares. Con Bumblebee, la saga se adentra en nuevos territorios, con una historia tan emotiva como cargada de acción.

En la escena inicial, el público ve sus primeras imágenes del universo de Bumblebee de Cybertron. Conocido como B-127, este Transformer de color amarillo brillante es un valeroso guerrero que ha luchado en el centenario conflicto entre los Autobots y los Decepticons. Cuando todo parece perdido para los Autobots, B-127 es enviado a la tierra con una misión: Proteger al planeta y sus habitantes, con la esperanza de establecer un refugio para sus camaradas.

Su llegada se complica cuando dos Decepticons, Shatter y Dropkick, le siguen y lanzan un ataque que pone en peligro a los habitantes de la tierra, y un equipo militar estadounidense decide, comprensiblemente, que las especies alienígenas son una amenaza para la humanidad. Bumblebee intenta pasar desapercibido camuflándose en un machacado Volkswagen escarabajo amarillo, pero cuando una adolescente llamada Charlie decide restaurar el vehículo, descubre involuntariamente su verdadera identidad.

El productor Lorenzo di Bonaventura describe la película como una historia de orígenes. "Es la historia del origen de Bumblebee en la tierra. Como la película tiene lugar en un momento anterior a la cronología de Bay, tuvimos la oportunidad de adentrarnos más en su personaje, dando al público aún más razones para enamorarse de él. En la práctica, crea una historia completamente nueva a través de su relación con Charlie. Se convierte en una historia sobre un rito iniciático para ambos", explica.

Cuando la guionista Christina Hodson desarrolló más su esquemática idea original sobre Bumblebee, los responsables de la película se sintieron atraídos por su visión, ya que el concepto de Hodson consistía en una película de Transformers más contenida, más orientada a la familia, que pivotaba en torno a una historia emotiva.

Los productores se sintieron intrigados por el concepto de una historia de Transformers más tierna y amable, que incorporase una versión más humanizada y con más emociones de los bots.

"Reaccionamos inmediatamente ante la propuesta de Christina. Captaba mucha de la magia de nuestra primera película, con la diferencia de que narrar la historia desde la perspectiva de una protagonista femenina fuerte y osada nos ofrecía un gran territorio interesantísimo que antes no habíamos podido explorar", explica el productor Michael Bay.

Por su parte, di Bonaventura añade: "Christina nos convenció para que saltásemos al vacío e hiciésemos una película diferente de las que habíamos hecho hasta ese momento. El público siempre ha querido saber más sobre quiénes son los Transformers, y su historia nos permitía desarrollar los personajes y narrar una historia más íntima. Ofrecemos al público la oportunidad de llegar a conocer a un Transformer como nunca habían podido hacerlo antes."

El primer borrador de Hodson, completado en otoño de 2016, era una historia centrada en los sentimientos, que giraba en torno al personaje de Hailee Steinfeld y Bumblebee, "Me encanta ver chicas que se van a la aventura", dice Hodson. "Quería crear un personaje femenino que no respondiese a los estereotipos habituales. Me parece que una de las cosas que hace que Charlie parezca una persona que no encaja en ninguna parte es que no es una sola cosa. Es un poco friki, un poco chicazo y un poco atleta. Está repleta de emociones, adrenalina, aventuras y diversión, al estilo Transformers, pero también tiene mucho sentimiento."

Tras la lectura del borrador de Christine, los productores y Paramount se emocionaron mucho con su historia y dieron rápidamente comienzo a la producción.

"Christina fue capaz de canalizar sus ansias de aventuras y creó una heroína única", explica di Bonaventura.

La idea de centrarse en un personaje específico también fue acogida con entusiasmo en Hasbro, los creadores de los Transformers originales. Brian Goldner, el consejero delegado de la empresa y productor ejecutivo de la película, se entusiasmó al leer un guión que se centraba en la "vida interior" de Bumblebee. "En Hasbro somos los guardianes de las tradiciones de Transformers, así que apreciamos especialmente que Charlie da vida al Transfomer de una forma completamente novedosa que, pese a todo, sigue teniendo un vínculo directo con lo que los seguidores de la saga conocemos y amamos sobre Bumblebee."

"Bumblebee era la opción perfecta, es uno de los preferidos de los seguidores y probablemente es el autobot más parecido a los humanos. Bumblebee es entrañable, tiene la exuberancia de la juventud y es un personaje con diferentes facetas", explica di Bonaventura.

Goldner también apoya la idea de ambientar la película en los años ochenta, cuando se lanzó la primera línea de juguetes Transformers, la serie de dibujos animados de televisión y los cómics, con éxito arrollador entre el público. "Ambientar la historia en esa vibrante década es un fantástico gesto de reconocimiento hacia los prodigiosos creadores de esos personajes", dice.


Pasar la antorcha
Tras haberse puesto de acuerdo sobre la idea en torno a la cual iba a girar la historia, los productores empezaron a reunirse con candidatos a la dirección de la película. Seleccionaron, por unanimidad a Travis Knight, presidente y consejero delegado de Laika, la empresa de animación con sede en Portland. Knight, productor, director y animador, había conseguido con su película de 2016 Kubo y las dos cuerdas mágicas, múltiples premios, entre ellos, el BAFTA a la mejor película de animación, y había sido nominado a muchos otros, entre ellos dos Oscar y un Globo de Oro.

"Travis es un cineasta portentoso", dice di Bonaventura. "Cuando ves Kubo y las dos cuerdas mágicas aprecias una narrativa original y una ejecución visual que hacen que sea una película que destaca, y eso era lo que queríamos para Bumblebee."

Más que nada, el proyecto necesitaba el respaldo de una persona con una visión original y con la suficiente confianza, explica el productor Mark Vahradian. "Cambiar la orientación de una saga después de más de una década de éxito es una tarea que requiere coraje, pero Travis no se amilanó ante la magnitud del desafío."

La experiencia acumulada por Knight en su esfuerzo por colocar a su empresa en la elite de la animación cinematográfica fue un elemento que también pesó mucho en la decisión, indica di Bonaventura, que compara la dirección de una película de gran presupuesto con la dirección de una empresa de éxito. "Travis tiene una actitud calmada y confiada, que hace que te sientas seguro", afirma el productor. "Y estas películas no son precisamente fáciles de manejar. Es inevitable tener que enfrentarte a tormentas. Travis tiene lo que hay que tener para hacer frente a todas estas situaciones. También comprendió la dirección y la emoción que queríamos darle a la saga con el guión."

Knight recuerda haber jugado con las figuras de acción de Transformers cuando era un niño en los años ochenta. Seguidor acérrimo de la serie animada de televisión, también era admirador de las películas clásicas de la época, como ET, el extraterrestre, de Spielberg, y las películas de John Hughes. "Los titanes del cine de los 80 enfocaban la adolescencia con una gran sensibilidad, cariño y humor", dice el director. "Es un conflicto universal que todos hemos de afrontar, ya sea para adaptarnos y conseguir que nos acepten, o para destacar sobre el grupo y forjarnos nuestra propia identidad. Todos esos momentos, conflictivos en ocasiones, se combinan en el agitado torbellino que es la adolescencia."

A Knight le resultó especialmente interesante adentrarse en el expansivo mundo de los Transformers y centrarse en un pequeño rincón de ese universo y narrar una historia más íntima y emotiva que gira en torno a un personaje. "En Laika tratamos de conseguir un equilibrio artístico entre la oscuridad y la luz, la intensidad y el cariño, el humor y el corazón. La idea de introducir esa filosofía en esta saga me resultó verdaderamente interesante."


Una chica y su coche
Para interpretar a Charlie, la protagonista solitaria y algo perdida de la historia, los cineastas buscaban a alguien que no solo pudiese soportar sobre sus espaldas una enorme saga global de acción, sino que también fuese una consumada intérprete capaz de conectar con el público en un plano emocional. Su primera opción, dice di Bonaventura, fue Hailee Steinfeld. "Nuestro objetivo era crear un héroe", dice el productor. "Así que necesitábamos a alguien que pudiese llevar a cabo la transición desde lo que es Charlie al principio de la película hasta el personaje en el que se acaba convirtiendo. Sabíamos que Hailee haría magia con esas premisas."

Haciendo referencia a la opinión de que dirigir es, en un 90%, elegir a los intérpretes, Knight añade, "Si encuentras al actor adecuado, una parte muy importante de tu trabajo está hecha". Nuestra intérprete principal es capaz de hacer cualquier cosa, lo que sea. Te hace reír, te llena de esperanza, te rompe el corazón. Detrás de su mirada siempre hay un mundo en ebullición."

Steinfeld, que consiguió una nominación a los Oscar por su papel revelación en la película de los Hermanos Coen Valor de ley a los 14 años de edad, se sorprendió ante la reacción en las redes sociales y sitios de aficionados cuando el estudio anunció su participación en el proyecto. "Al descubrir la enorme base de seguidores que tiene esta saga me di cuenta del gran honor que supone formar parte de este mundo", afirma. "Tenemos la sensación de que hemos hecho algo verdaderamente especial. Me emociona pensar en la reacción que va a tener el público al ver la película, tanto los seguidores de la saga como los que acaban de descubrirla."

En la mayor parte de las escenas de Steinfeld se ve a Charlie interactuando con la imagen generada por ordenador de Bumblebee, lo que plantea una situación única para un actor. A fin de prepararse para el rodaje, Steinfeld vio las películas anteriores de la saga, la primera en particular, prestando especial atención a las conversaciones entre los robots y los humanos. "En esta película paso más tiempo en pantalla acompañada por el robot que por seres humanos", indica. "Actuar ante el vacío fue un desafío enorme. Pero la visión de Travis estuvo clara desde el primer minuto. Tiene un don para poder trasladar a la pantalla las imágenes que tiene en la mente."

Sintiendo en lo más profundo el dolor y la ira por la pérdida de su padre, y mortificada por la sensación de que el resto de su familia ya ha pasado página, Charlie encuentra alivio a su angustia trabajando en el Corvette de 1959 que perteneció a su padre. Ella y su padre compartían un vínculo muy especial, forjado durante largas horas de trastear con coches viejos y de escuchar su música favorita. Ahora Charlie tiene la impresión de que hacerse con un vehículo propio es su pasaporte a la libertad. "Su padre era su mejor amigo", explica Steinfeld. "Al perderlo, perdió una parte de su propio ser. Y cuando recupera esa parte, resulta ser un robot al que llama Bumblebee."

Según di Bonaventura, una cosa que nunca se había tratado de hacer en la saga era permitir que un Transformer se convirtiese en un personaje completamente desarrollado. "Tradicionalmente, han sido arquetipos. Optimus era sensato y bueno, algo sabelotodo, y así. En este caso intentamos que el público tenga la oportunidad de llegar a conocer a uno de ellos como nunca antes había podido hacerlo."

Steinfeld estaba encantada de participar en este intento de dar una nueva dimensión al personaje. "Bumblebee no tiene ningún rasgo que no sea adorable", dice. "Tiene un gran corazón, pero también es un temible guerrero. Es un protector que hará lo que haga falta por Charlie. En mi imaginación he construido mi propia relación con este robot que no existe y que es verdaderamente especial."

La lista de famosos intérpretes que han dado voz a los Transformers en las películas anteriores es larga y está cargada de nombres ilustres, como Hugo Weaving, John Goodman, Ken Watanabe y Steve Buscemi, y Bumblebee, por su parte, da la bienvenida a la saga a unos cuantos nuevos e interesantes intérpretes, que pasan a engrosar esa lista. Conocido principalmente por recurrir a una radio para comunicarse, el público escuchará, por primera vez, de qué forma sonaba el Autobot antes de perder la voz, ya que esta historia explora los orígenes de Bumblebee. Los cineastas eligieron al protagonista de El corredor del laberinto, Dylan O'Brien, para que diese voz al pequeño papel. Esta película es, además, la primera ocasión en la historia de la saga en la que un Transformer recibe la voz de una intérprete femenina. La actriz nominada a los Oscar de la academia Angela Bassett interpreta a Shatter, un Decepticon sin piedad que ha venido a la tierra con su esbirro Dropkick (Justin Theroux) a la caza de Bumblebee, lo que desencadena el espectacular enfrentamiento que supone el clímax de la película.


Un hombre con una misión
El agente Jack Burns es un oficial del ejército de alta graduación destinado en el Sector 7, una agencia gubernamental de alto secreto que se ocupa de amenazas y tecnología extraterrestre. No se parará en barras para llevar a Bumblebee -o B-127, como él lo conoce- ante la justicia, a fin de que responda por los crímenes que considera que ha cometido.

John Cena, la superestrella de la lucha libre, famoso fuera del mundo de la lucha libre por sus papeles en comedias como #SexPact y Y de repente tú, aporta al personaje el equilibrio adecuado de dureza y empatía, dice Knight. "John fue toda una revelación para mí. Es un fantástico actor. Sabía que era muy bueno con la comedia, pero este papel exige algo diferente. Su presencia física es innegable, pero necesitaba mostrar que tiene empatía y corazón, además de músculos."

Al igual que su personaje del Agente Burns, Cena pone el máximo esfuerzo en todo lo que hace, incluso crear una historia para explicar los orígenes de su personaje. Según el actor, Burns es un militar profesional que actúa como un lobo solitario, y que ha ascendido por el escalafón. "Completará su misión a toda costa y empleará un arsenal de mil demonios para lograrlo", dice Cena.

Burns cree que está luchando por el bien del país y de la humanidad, añade el actor, pero en ocasiones su ideología es tan corta de miras que no es capaz de apreciar todo lo que está pasando a su alrededor. "Siempre he querido interpretar un personaje que no sea monodimensional, que se enfrente a un conflicto interno", dice Cena. "Lo divertido de hacer una precuela es que podemos ahondar en cuestiones que no se habían explicado en las películas anteriores. Esta historia tiene lugar años antes de que el Sector 7 se convierta en la institución arraigada que era cuando conocimos al Agente Simmons en la primera película. Si ya era alto secreto en aquella época, podéis imaginar el grado de secreto que tenía 20 años antes."

Cena dice que la oportunidad de volar en un helicóptero militar, ir en coche con un conductor especialista de precisión y actuar con explosiones a izquierda y derecha le hizo sentirse como un niño. "Muy dentro de mí sigo siendo un crío de trece años", confiesa. "Conducir atravesando un bosque a toda velocidad en un Humvee, derrapar en carreteras de dos metros de anchura, en el asiento del copiloto, viendo el acantilado que teníamos al lado... ¡fue una pasada! Estuve todo el tiempo seguro de que me encontraba en buenas manos."

El actor también estaba emocionado de poder trabajar mano a mano con el personal militar veterano contratado para interpretar a los soldados del Sector 7. "Hacer el esfuerzo adicional de ofrecer al espectador una experiencia correctamente ambientada en su época, con personas que se han ganado la vida haciendo precisamente lo que hacen en pantalla, es intrínsecamente bueno para la película", dice. "Personalmente, fue una auténtica pasada tener veteranos en el rodaje."

El antagonista de Burns en la película es el Dr. Powell, un científico del gobierno que interroga a los Decepticons que siguen el rastro de Bumblebee. Interpretado por John Ortiz, considera que la idea de conocer a especies alienígenas es un sueño hecho realidad. A diferencia de Burns, Powell cree que sería posible negociar, entablar amistad y, en última instancia, controlar a los mastodontes mecánicos.

Como científico, Powell valora la ocasión de trabajar con los Decepticons como la oportunidad de su vida, por lo que está dispuesto a concederles acceso a cualquier tecnología humana que necesiten. Impulsado por una letal combinación de arrogancia e ingenuidad, cree que puede manipular a los Decepticons, así que los corteja mientras trata de mantener a raya a Burns.

Di Bonaventura había trabajado previamente con Ortiz en la película Replicas, en la que Ortiz interpreta a un "delicioso villano", según el productor. Sabía que el actor sería el contrapunto perfecto a los instintos militares de Burns. "Powell es un científico cuya curiosidad le hace pasar por alto los peligros potenciales", dice di Bonaventura. "Y Burns es el tipo que ve peligro en todas partes."


Amigos y Familia
Todavía afligida por la pérdida de su padre, Charlie no tiene ni ganas ni tiempo para interesarse por la alegre y positiva actitud de su vecino, Memo. Interpretado por la joven promesa Jorge Lendeborg Jr., Memo cree que Charlie es la chica más guay del mundo. Para Charlie, es como si Memo no existiese.

Encontrar a un actor que fuese capaz de dar vida a todas las peculiaridades de Memo fue complicado, dice Knight. "Jorge es un actor intuitivo y tiene una deslumbrante sonrisa de megavatios de potencia. Sabe ir más allá de lo que está escrito en el guión, para encontrar profundidad y dimensión en el personaje. Es tan adorable y entrañable que da vida a Memo de una forma encantadora."

El actor descubrió que tenía muchas cosas en común con este personaje. "Le gustan las figuras de acción y la ciencia ficción", dice Lendeborg. "Y la ciencia ficción es lo que más me gusta a mí. Diría que se parece mucho a mí, así que fue bastante fácil trasladar esos aspectos a Memo."

Los rasgos que separan a Charlie del resto del mundo son exactamente lo que más le gusta a Memo de ella. "A Memo le gusta que sea tan independiente, que siempre vaya a lo suyo", explica Lendeborg. "No se esfuerza por encajar en el entorno. Es como es, y no se disculpa por serlo. Memo trata de hablar con ella, pero ella no tiene tiempo para él."

Sin embargo, cuando Memo descubre la existencia de Bumblebee, Charlie no tiene más opción que mantenerle cerca para asegurarse de que su secreto no sale a la luz. La primera escena que rodó Lendeborg fue el descubrimiento del robot por parte de Memo en el garaje de los Watson. Al igual que Steinfeld, dice que por muchas veces que hubiese visto las cinco películas Transformers anteriores, nunca podría haber estado verdaderamente preparado para ese día.

"Tienes que imaginar que hay un robot de verdad ahí", dice Lendeborg. "Pero es como cualquier otra cosa en el mundo de la interpretación: hay que lanzarse con determinación."

En los años transcurridos desde la muerte del padre de Charlie, su madre (Pamela Adlon) ha encontrado un nuevo amor, y su hermano pequeño Otis (Jason Drucker) ha llegado a estar muy unido con su nuevo padrastro, Ron (Stephen Schneider).

Adlon, la productora de la exitosa serie "Better Things", y estrella nominada a los Emmy por la misma, es una fuerza de la naturaleza, según Knight. "Pam es tremendamente aguda y divertidísima", dice el director. "Sally es uno de esos personajes que podrían evolucionar fácilmente a convertirse en una caricatura a menos que la intérprete sea capaz de encontrar matices en su actuación. En la vida real, Pam es una madre con hijos quinceañeros que recuerda su propia adolescencia en los años 80. Esas circunstancias claramente han influido en su forma de abordar la relación entre Charlie y Sally."

Aunque no estaba familiarizada con el universo Transformers, se sentía atraída por la visión que tenía Knight para la película. "Me encantó Kubo y Travis hablaba de hacer una película que se remontase a una época diferente de la cinematografía y crease el tipo de sensación de emoción y descubrimiento que tenían las películas de Amblin en la década de 1980", dice. "También me entusiasmó el hecho de que fuese una película sobre cómo una familia puede soportar lo que sea, incluso ser perseguida por bots del espacio exterior o por tenebrosos agentes secretos humanos".

Adlon y Steinfeld consiguen captar la esencia de una auténtica relación madre - hija adolescente en la pantalla, y también establecieron unos lazos muy estrechos fuera de la pantalla. "Me parece increíble", dice Adlon. "La veía todos los días haciendo esas terribles escenas y todo ese esfuerzo físico y teniendo que actuar con algo que no estaba allí, y no podía creerlo. Esa chica es una superestrella. Y es una persona muy dulce, interesante y con gran talento."

Para el papel del hermano pequeño de Charlie, Otis, Knight creyó que era esencial encontrar un actor que diera el tipo de manera natural, sin necesidad de ensayos. "Durante el proceso de selección llegó un momento en el que pensé que íbamos a tener que aceptar una solución de conformismo" dice el director. "Y en ese momento vimos a Jason Drucker y pensamos '¡Ya está! ¡Aquí tenemos a nuestro Otis!" Hizo todo perfectamente. Es tremendamente divertido y tiene un don natural para actuar".

Bumblebee es la segunda ocasión en que Steinfeld y Drucker, que tiene 12 años de edad, han interpretado a personajes que son hermanos en la ficción, ya que habían trabajado juntos antes en Barely Lethal. "Tenemos dominada la dinámica hermano-hermana", dice.

El curioso hermano pequeño acaba descubriendo a Bumblebee y quiere participar en la aventura. Para sacárselo de encima, Charlie le pide que organice una distracción para que su madre y su padrastro se queden en casa mientras ella sale a salvar a Bumblebee. "Otis también está preocupado por su hermana", dice Drucker. "Cree que tal vez él pueda ser útil con sus llaves de karate".

Drucker no puede creerse lo afortunado que es por participar en una película con uno de sus juguetes favoritos. "Los Transformers son una pasada", dice. "Mi único problema era tratar de convertir el robot otra vez en un camión. No me costaba nada convertirlo en un robot, pero nunca era capaz de averiguar qué puerta había que mover a la derecha o a la izquierda, o cómo se doblaba la cabeza. Era como una especie de cubo de Rubik."

Charlie no escatima esfuerzos para asegurarse de que su padrastro sea consciente de que nunca estará a la altura de su padre. En la interpretación que hace Schneider del personaje, Ron ofrece algo de alivio cómico en las escenas familiares, que en ocasiones son algo tensas. "Ron es la típica persona que no se entera de nada y que siempre tiene un exceso de confianza", dice el actor, para quien esta película supone su debut en largometrajes de gran presupuesto. "Está cargado de buenas intenciones y es insensatamente optimista, por complicada que sea la situación. Con la ayuda de Pamela, que es un genio de la comedia, he sido capaz de dar forma a este divertido y descabellado padrastro, e interpretarlo ha sido una gozada. Había muchos otros papeles en la película que tenían notas técnicas complicadas, o complejidades emocionales que era imprescindible transmitir, pero este era simplemente divertido."

Ron deja a todo el mundo con la boca abierta cuando intenta, a su manera, salir en ayuda de su hija adoptiva. "En realidad, llega a ser el héroe que soñaba ser por pura casualidad", dice entre risas Schneider. "Hace el macarra un par de minutos y acaba aportando su granito de arena para salvar la situación. Charlie ve que arriesga su vida por ella y es capaz, al fin, de apreciarle."

A pesar de la dinámica del personaje, a Steinfeld le costaba mucho mantenerse seria ante Schneider, que la hacía reír constantemente en el plató. "Charlie se niega a quererle, y únicamente se dirige a él usando el nombre de Ron", dice. "Sin embargo, yo adoro a Stephen, y nos hemos divertido mucho rodando".

Para su hermano pequeño Otis, la relación paterno-filial es mucho más sencilla. "El padrastro más guay del mundo", dice Drucker. "¡No hay más que decir!"


California Dreaming
Bumblebee es la primera película de Transformers ambientada y rodada en California, y los cineastas han aprovechado al máximo la diversidad y la belleza natural del Estado Dorado. Según el guión, el ficticio pueblo natal de Charlie de Brighton Falls es una pequeña comunidad costera del norte de California, con una calle principal tachonada con árboles en la que las tiendas tradicionales están empezando a ser sustituidas por franquicias. A quince minutos escasos en ferry de San Francisco, el pequeño pueblo de Vallejo encaja perfectamente en la descripción.

"El guión se escribió pensando en el típico pueblo californiano con playa y ambiente de finales de la década de 1980", dice di Bonaventura. "Tratábamos de encontrar la sensación de atemporalidad que tiene el parque de atracciones de Santa Cruz Boardwalk."

La zona que rodea Vallejo está cargada de paisajes icónicos, como el Battery Spencer de Sausalito, uno de los enclaves turísticos más populares con vistas sobre el Golden Gate Bridge. En la amplia Zona Recreativa Nacional del Golden Gate la productora pudo rodar en el pintoresco promontorio Marin Headlands y en la famosa Rodeo Beach de Sausalito. Más al sur, el parque estatal Henry Cowell Redwoods ofreció un terreno despejado bañado por el sol que enmarcó unas trascendentales escenas entre Bumblebee y Charlie.

Otras escenas de exteriores rodadas en el bosque, la mayoría de ellas correspondientes al inicio de la película, se completaron en la Big Creek Lumber Company, una maderera privada de Watsonville. Mare Island, unos astilleros abandonados de Vallejo, es el entorno en el que tiene lugar la mayor parte del apabullante final de la película.

La productora hizo dos paradas en California central, en un campamento cercano a Rock Creek Lake y en la agreste Sierra Nevada, en la Mina de Tungsteno de Pine Creek, junto a Bishop. Estos últimos exteriores fueron escenario de una interesante historia que se remonta a la década de 1890, la era de los buscadores de oro y plata.

La producción se retoma en el sur de California, en un astillero de San Pedro en el que tienen lugar las importantes escenas del desguace de Uncle Hank, donde Charlie descubre a Bumblebee, oxidado y prácticamente olvidado por todos. Las escenas de conducción fueron rodadas por las carreteras costeras de Malibu, en las zigzagueantes carreteras del Griffith Park, en las carreteras rurales de Simi Valley y en las calles y túneles del centro de Los Ángeles. La productora también se desplazó al Thousand Pines Christian Camp, de Crestline y a entornos desérticos cercanos a Lancaster, para rodar las escenas en el ficticio Gas 'N Guzzle. Una de las mayores secuencias de efectos especiales de la película, la impresionante llegada de Shatter y Dropkick a la Tierra, se vio complicada por unos vientos de 50 kilómetros por hora que barrieron la zona.

Más al sur, los cuarteles generales y la base aérea del Sector 7 fueron construidos en la recientemente cerrada planta de Boeing en Long Beach, que también se empleó como sede de otros escenarios, como el interior de la habitación de Memo o la parte superior de la grúa a la que escala Charlie. Las secuencias acuáticas del final se rodaron en un gigantesco depósito conocido como Falls Lake, de los estudios Universal.


Construir el mundo de Charlie
Knight estuvo rodeado por un experto equipo técnico compuesto por muchos veteranos de la saga. Después de 20 años de forjar relaciones creativas con su equipo de Laika, trabajar con este nuevo conjunto de colaboradores fue una experiencia estresante para el director. "En Laika todos nos entendemos al vuelo", dice. "Puedo comunicarme con todos con gruñidos de troglodita. En este proyecto no ha habido ni un solo colaborador importante con el que hubiese trabajado antes, pero afortunadamente eran un grupo de personas extraordinarias".

El diseñador de producción Sean Haworth, uno de los directores artísticos de la primera película Transformers, aportó un sólido conocimiento del universo de los robots, así como una estrecha conexión con la serie de animación. "Bumblebee es un verdadero homenaje a la serie de televisión y a las películas de la época", afirma. "Hemos asumido los colores, la moda y la sensibilidad estética de aquella época, pero nos hemos esforzado en no cargar excesivamente las tintas. No queríamos hacer una parodia de nada, ni que la película pareciese un tebeo."

El exterior de la casa de los Watson se construyó al final de un pintoresco camino sin salida en la urbanización dormitorio de Peacock Gap, en el pueblo de San Rafael, en el norte de California. Los habitantes del barrio se quedaron de piedra cuando se dieron cuenta de que lo que se estaba levantando en la parcela con vistas al pueblo y sus idílicos muelles era simplemente una fachada. Haworth había buscado una ubicación práctica que pudiese servir, pero Bumblebee, con sus cuatro metros de altura, no entraba en la mayoría de las casas ordinarias. "Su cabeza habría salido directamente a través del tejado", dice Haworth. "Así que volvimos a Los Ángeles e hicimos que el diseño del interior de la casa girase en torno a la acción."

La casa de estilo moderno de mediados de siglo con construcción de tipo pilar y viga se inspiró en el trabajo pionero del arquitecto Cliff May y del promotor Joseph Eichler, afamados por su papel en el boom inmobiliario que se produjo en California tras la segunda guerra mundial. El director artístico A. Todd Holland, que de hecho vive en una casa construida con esa técnica, dice que siempre que se enfrentaba a una dificultad de construcción en el diseño del escenario, "me iba a casa, echaba un vistazo y resolvía el problema."

Uno de los escenarios más importantes de la película es el garaje adosado a la casa de los Watson. Construido dos veces, una en un estudio de rodaje y otra vez en una ubicación en las colinas de San Rafael, el garaje es el mundo principal de Charlie. "Es la última conexión que le queda con su padre, así que queríamos que fuese una especie de hogar para ella", explica Haworth. "Tenía mucho espacio para que interactuase con Bee, y para que pudiese seguir vinculada con su pasado".


Formación para la acción
La saga Transformers es legendaria por su acción deslumbrante y cargada de emociones, e indudablemente Bumblebee no decepcionará a sus seguidores en ese sentido. El coordinador de escenas de acción y director de la segunda unidad Mike Gunther que, junto con Bay, había diseñado las escenas de acción y las batallas en varias de las anteriores entregas de Transformers, se unió al proyecto siendo plenamente consciente del nivel de entretenimiento que se esperaba.

Gunther entregó al director un "menú" para la película, que incluía opciones de acción clásicas como poleas y catapultas neumáticas para lanzar o elevar a los especialistas, dispositivos neumáticos para volcar coches o cañones neumáticos. "Yo sabía que tenía que enseñar a Travis cuestiones sobre la acción real, pero él tenía un conocimiento tan vasto sobre otras películas y sobre secuencias específicas que buena parte de las cuestiones ya estaban cubiertas", dice Gunther. "Tenía muy claro cómo quería provocar el apetito de acción y emoción en el público."

Como resultado, las escenas de acción tenían toda la fuerza de las entregas anteriores, sin por ello perder el aire íntimo y enfocado de la película. "Mike sabía perfectamente cómo desencadenar la acción sin perder la tensión y la sensación de peligro", dice Knight. "Comprendía que estaba intentando lograr una repercusión emocional diferente. En esta película tenemos espectáculo, sobre eso no hay duda. Pero era esencial que la acción estuviese anclada a algo con lo que estuviésemos vinculados, es decir, Charlie y Bee. El jaleo y la acción de las luchas de robots y las persecuciones en coches a alta velocidad no tienen sentido si se imponen a las emociones y las dejan a un lado."

Gunther también tenía muchas tareas prácticas de las que ocuparse. Por ejemplo, él y su equipo, junto con el departamento de transporte, tuvieron que enseñar a Steinfeld a conducir un coche con cambio manual. "Fue la primera vez que conducía un coche con palanca de cambios", dice. "Me gustaría decir que fue fácil, pero cuando tienes un millón de otras cosas en las que pensar, como por ejemplo decir tu parte del guión, estar en el lugar de la escena en el que tienes que estar, y no matar a todas las personas que tienes delante de ti, bueno, la verdad es que fue muy difícil. Ni siquiera subir y bajar las ventanillas era fácil. ¿Dónde están los botones? Rompí accidentalmente una de las manillas una vez, porque no sabía lo que estaba haciendo".

Era mucho más relajante ir en el VW trucado con el piloto especialista Mike Johnson al volante, dice la actriz. "Resulta extraño estar al volante de un coche y no controlarlo. Pero también es agradable no tener que pensar en ello y actuar como si estuvieses conduciendo."

En una escena panorámica en las sinuosas carreteras del Griffith Park de Los Ángeles, Charlie y Memo toman una curva cerrada y se dan de bruces con el Agente Burns. Durante la secuencia, el coche está bajo el control absoluto del conductor oculto. "Jorge y yo íbamos en el coche, bajando a toda pastilla", recuerda. "En un momento, miro a Jorge mientras tomábamos una curva y el coche se detiene con un chirrido frente a John Cena. Fue terrorífico, pero emocionante. No te imaginas lo que salió de la boca de Jorge."

Gunther usó de nuevo el coche trucado con conductor oculto en la secuencia de la persecución interpretada por la familia de Charlie, cuando su padrastro utiliza un Oldsmobile Vista Cruiser familiar de 1972 para interrumpir una escalofriante persecución con Humvees, Broncos y otros vehículos militares.

"Fue como un viaje en montaña rusa", recuerda Drucker. "Era como si estuviese pasando de verdad, como si nos estuviesen persiguiendo unos malvados, conduciendo como posesos. Pero sabiendo que en realidad no tenía que hacer nada, porque había un piloto especialista sobre el techo del coche haciendo todo el trabajo, pudimos relajarnos y disfrutar del viaje."

El personaje de Steinfeld era una campeona de competiciones de salto de gran altura antes de la muerte de su padre, y su experiencia en las plataformas de salto juega un gran papel durante la escena final de la película. Para hacer el salto propiamente dicho, la productora contrató a la gimnasta y saltadora de gran altura Michele DeMond, seleccionada para el NCAA - All American, pero Steinfeld está en la plataforma en los momentos inmediatamente anteriores al salto. "Hailee no tiene vértigo, pero en todo momento estuvo sujeta con arnés, para que se sintiese segura y pudiese actuar", dice Gunther. "Subió allí arriba sin problemas. Pero cuando tienes que hacer un salto de diez metros de altura con un mortal y medio con tirabuzón, necesitas a un profesional".

Jessica Harbeck dobló a la actriz en algunas otras secuencias de acción, pero durante las grandes escenas de acción del tercer acto, Steinfeld hizo buena parte del trabajo de acción por sí misma. "Hay una secuencia entera en la que tiene que escalar a una grúa de unos 40 metros de altura y saltar para salvar a Bee", dice Knight. "Hicimos parte de la escena en exteriores, por la noche, y parte en un plató. Hailee estuvo presente en todas y cada una de las ocasiones. Estuvo impresionante."

La película fue muy exigente en el plano físico, de una manera que no había previsto, dice Steinfeld. "Estás a diez, o quince, metros de altura en el aire, y hace un frío helador. Aunque estés sujeta con arneses, no dejas de pensar en lo que podría pasar. Me sentía cómoda trepando a la grúa. No pensaba parar. Sin embargo, llegó un momento en el que empecé a esperar que alguien gritase "¡Corten!", pero llegué a la parte de arriba y grité a los de abajo '¡No puedo subir más! ¿Vais a cortar o no?’"


Lentes antiguas y un aspecto renovado
Di Bonaventura contrató al director de fotografía Enrique Chediak, que había trabajado en varias de sus anteriores producciones, como Red 2, American Assassin y Marea negra. Enrique no solo es un estupendo director de fotografía, sino que es emocionalmente accesible", afirma el productor. "Cualquier cosa que Travis no supiese sobre el proceso, la sabía Enrique".

Saber que Knight estaría en la silla de director fue un factor esencial en la decisión de Chediak de unirse al proyecto. "Había llevado a mi hija a ver Kubo y la humanidad de la historia captó mi atención", indica. "Cuando comprendí que la película giraba en torno a las relaciones, y no era un montón de peleas de robots en un plano vacío, me apunté".

Knight dice que en el momento en que conoció a Chediak se dio cuenta de que había conocido a una alma gemela. "A lo largo del rodaje forjamos una relación creativa significativa", dice el director. "Eso no quiere decir que no nos enfrentásemos el uno al otro en ciertas circunstancias, pero me gusta la fricción de opiniones sinceras. Es un artista extraordinario y aún mejor persona."

Chediak y Knight decidieron evitar la distintiva calidad de imagen cristalina y elevado contraste que es el sello distintivo de la saga Transformers, optando en su lugar por un aspecto que evoca el cine popular de la década de 1980. "Queríamos reinterpretar ese aspecto sin replicarlo literalmente", dice el director de fotografía. "Utilizamos el formato digital Alexa, pero también lentes Panavision de la década de 1960. Tienen millones de imperfecciones que dan un bello aspecto, muy suave, a esta película".


Absolutamente ochentero
Los cineastas pusieron todo de su parte para captar la distintiva atmósfera y el estilo de los años ochenta, por medio de la moda, los peinados, el maquillaje, la decoración y las actitudes propias de la década. Eso supuso que el departamento de diseño se tuvo que asegurar de que en la película no apareciese ningún artículo común hoy en día que no existiese en 1987. "Intentas recordar todas las cosas que no teníamos entonces y que hoy damos por descontadas", dice Haworth. "Siempre hemos tratado de mantener el equilibrio sobre lo que era apropiado y esencial durante el periodo, sin volvernos locos con excesivas distracciones".

La decoradora de escenarios Anne Kuljian y Haworth dedicaron mucho tiempo a localizar los artículos vintage que se habían acumulado en el garaje de los Watson a lo largo de los años. Aunque es posible que los diferentes niveles de detalle, desde las herramientas del padre de Charlie a las telarañas de las vigas, no se aprecien de manera obvia en pantalla, Haworth está convencido de que estos elementos específicos son esenciales para la historia de la película.

"Llegamos al extremo de que nuestra diseñadora gráfica, Ellen Lampl, recrease algunas portadas de álbumes y periódicos de la época", dice el diseñador de producción. "Es probable que no puedan apreciarse, salvo que estés en medio del plató, pero marcan las diferencias sobre la forma en que se experimenta el espacio."

Cuando la figurinista Dayna Pink se reunió con Knight, coincidieron inmediatamente en el aspecto que querían para Charlie. "Tenía que hundir sus raíces en el periodo, pero tampoco queríamos dar una lección de historia", dice Pink. "Queríamos que el público tuviese la impresión de que estaba en un momento y un lugar determinado, pero no todo tenían que ser hombreras y horteradas extravagantes."

Al contrario, optó por dar a Charlie una imagen con influencia de rock'n'roll, que tiene evocaciones de iconos de los ochenta, como Joan Jett o Debbie Harry. "Charlie no se esfuerza por encajar", dice Pink. "Marcamos un poco las aristas, con unos colores más oscuros, y añadimos toques adolescentes amarillos, como sus cordones de zapatos negros y amarillos. Es el único personaje humano que usa el color amarillo, pero para darse cuenta hay que saber dónde mirar".

Con la excepción de las camisetas vintage de bandas de Charlie, el equipo de Pink creó todas y cada una de las piezas de vestuario, hasta las botas hechas a mano y la camiseta que usa al final de la película, que está adornada con montones de emblemas de grupos musicales.

"Deshicimos un montón de prendas y las volvimos a montar, cortando mangas, añadiendo bolsillos y cremalleras que en realidad no cerraban nada", dice Pink. "Lo rehicimos todo, como si Charlie hubiese estado en su habitación, haciéndolo todo ella misma." También hicieron versiones especiales de cada vestuario para las escenas de acción, con un mayor margen de movimiento y espacio para introducir protectores.

Pink y su asistente de diseño de vestuario, Terry Mark Anderson, tuvieron que enfrentarse a la imponente tarea de inventar uniformes completamente nuevos para los agentes del Sector 7. "Sabíamos en qué iba a convertirse 30 años después el Sector 7, con sus uniformes negros, pero teníamos que crear uniformes que tuviesen un estilo de los ochenta", dice. "Tuve la suerte de trabajar con Terry, que lo resumió perfectamente: 'Duran Duran va a la mili'", dice entre risas. "Cogió un par de pantalones de pinzas de un colgador y señaló a una foto de Simon Le Bon. A partir de esa idea, creamos una colección."

Para cuando la estilista de maquillaje Tina Roesler Kerwin y el estilista de peluquería Kelvin R. Trahan se unieron a la producción, Haworth y Pink ya habían creado una colección detallada de estilo para cada uno de los personajes, comenzando por Charlie. Originalmente, los cineastas habían pedido a Steinfeld que se cortase el pelo para la película, pero como iba a lanzar un nuevo álbum y ya tenía contratadas apariciones para promocionarlo, Trahan usó seis pelucas de un color similar al de Steinfeld.

"Todo el mundo tiene una noción de cómo eran los peinados de los años ochenta, pero la cosa sigue siendo subjetiva", dice Trahan. "Hay que reconocer que la comparación con Debbie Harry se le ocurrió a Dayna. Cuando pensamos en los años ochenta, pensamos en cardados imposibles, pero Travis pensó que como Charlie iba por libre, quería que tuviese un aspecto más natural. No es que no tenga un estilo de los ochenta, pero sigue una vía rebelde, de modo que iba a su aire."

Kerwin creó un estilo muy natural para la actriz, aunque manteniendo el glamour de estrella del pop que Steinfeld cultiva en la vida real. "La idea era que su personaje no usase mucho maquillaje", dice el diseñador de maquillaje. "Sin embargo, teníamos que alcanzar un punto en el que Hailee también se sintiese cómoda. Optamos por tonos neutrales, con muy poco colorete o color de labios; en realidad, solamente le maquillábamos los ojos. Hailee tiene una gran belleza natural; trabajar sobre esa base no ha sido nada difícil."

Steinfeld, un icono estilístico por derecho propio, dice que el cambiante estilismo de Charlie expresa el sentido de identidad que se va desarrollando a medida que avanza la historia. "En el vestuario de Charlie se puede apreciar una clara evolución, que refleja su creciente confianza. Pasa de un aspecto más descuidado y no muy conjuntado, hasta sus calcetines son diferentes, a descubrir quién es y expresar su personalidad con aplomo."


Hablar a través de la música
Ninguna película ambientada en los ochenta está completa sin el distintivo sonido de la época. Bumblebee está específicamente ambientada en 1987 para aprovechar la gran cantidad de éxitos musicales de ese año. "Muchas de las personas con las que hemos hablado tenían la impresión de que 1987 fue el mejor año de la década, musicalmente hablando", explica Vahradian. No soy un experto, pero es interesante la cantidad de gente de la industria musical que nos dijo lo mismo".

Knight observa que la música nos conmueve de manera especialmente profunda cuando estamos en la adolescencia. "Cuando pienso en mis años formativos, frecuentemente siento emociones difusas, inarticuladas, pero muy profundas, que bullen en mi interior, que desean expresarse y ser comprendidas", dice el director. "La única cosa que he descubierto que puede dar voz a esos sentimientos es la música. De una forma similar, la música es el método con el que Charlie interactúa con el mundo y lo interpreta. Escucha a los Smiths, a Elvis Costello, The Damned, Motorhead y Joy Division, en parte porque no es capaz de expresar el dolor que sufre, y eso le ayuda a comunicar lo que está sintiendo. Charlie usa la música para ayudar a Bumblebee a hacer lo mismo".

Los cineastas tuvieron la suerte de contar en el reparto con una estrella que es también una artista musical con múltiples discos de platino. Steinfeld trabajó con los cineastas en una canción original escrita para la película, titulada "Back To Life", que aparece en la película y en su banda sonora.

"Hailee tiene un talento increíble," dice Knight. "Sus dotes musicales e interpretativos se combinan en esta película con una autenticidad sorprendente y sentida. Cuando terminamos de rodar, se sintió inspirada por la experiencia para escribir una canción que captaba con gran belleza el tema central de la película. Como Bumblebee, ‘Back To Life’ es un homenaje lleno de vida al poder de redención y sanación del amor. Además, es impresionante."


Les presento al Escarabajo
En los últimos años, el alter-ego automovilístico de Bumblebee ha sido un Chevy Camaro amarillo trucado, que se había convertido en uno de los favoritos de la saga y en uno de los personajes más reconocibles sobre cuatro ruedas. Sin embargo, en su encarnación en la Generación 1 original era un adorable Volkswagen Escarabajo, y los cineastas optaron por hacerle volver a sus más humildes raíces.

"Bumblebee tiene un comportamiento más infantil, más exuberante y jovial que los otros Transformers", según Vahradian. "El VW Escarabajo tiene unas bonitas formas redondeadas, así que aunque es un guerrero temible parece la versión más tierna de un Transformer".

Knight y el diseñador de producción Haworth eligieron un Escarabajo de 1967, un modelo único del famoso VW. El coordinador de transporte Randy Peters, que había trabajado en las cinco películas anteriores, se llevó una gran sorpresa cuando, con la ayuda de su equipo, comenzó a investigar su elección. "Podríamos haber optado por cualquier modelo de los años sesenta, pero elegimos ese preciso año", dice. "Sin que ninguno de nosotros fuese consciente de ello, se trataba de un modelo único".

Desde los faros delanteros y los cinturones hasta el acabado de la pintura amarilla, el Escarabajo de 1967 tenía características de diseño que no se habían usado antes, ni se volvieron a usar después, en ningún otro modelo. Eso hizo que encontrar suficientes vehículos y piezas de repuesto para ellos no fuese pan comido. De hecho, resultó más fácil construir a medida muchos componentes para la película.

A lo largo de cuatro meses se reconstruyeron a la carta ocho Escarabajos bajo la supervisión del coordinador de automóviles cinematográficos Joey Freitas y el mecánico de automóviles cinematográficos Trevor Mann, ambos veteranos de la saga Transformers. Entre los vehículos reconstruidos había un coche para escenas de acción, un coche con habitáculo para conductor oculto y una versión eléctrica silenciosa fabricada para la película por Justin Mann, el padre de Trevor.

"Empezamos por el principio: ruedas, puertas, parachoques, ventanas, juntas de estanquidad de las puertas, del maletero, todo el cableado, todo. Durante las dos primeras semanas dedicamos seis horas al día a realizar pedidos de compra, tratando de encontrar todas y cada una de las piezas", dice Trevor Mann. "En ocasiones los modelos del 67 estaban demasiado estropeados para reciclarlos, así que tomamos alguna pieza de los modelos del 66 o del 68, había algo de margen de maniobra."

El equipo de las cámaras instaladas en el coche con conductor oculto requerían colchones de aire ajustables en cada esquina, para compensar el exceso de peso. "Construimos el coche de modo que tuviese una utilidad dual", dice Mann. "El puesto de conducción del especialista se puede retirar y el vehículo parece normal, pero realmente es un vehículo de escenas de acción, con frenos especiales para conducir derrapando. También tiene una gran potencia para ser empleado en las persecuciones."

A juicio de Mann, el coche eléctrico fue el encargo más interesante. Aunque los VW Escarabajo de aquella época tenían transmisiones manuales, la mayoría de los actores eran conductores actuales que no habían aprendido a conducir un coche con palanca de cambios manual. El Volkswagen eléctrico no tenía pedal de embrague, ni palanca de cambio ni arranque. Para seleccionar la marcha atrás, el conductor usa un interruptor. Por motivos de seguridad, un programador especial podía controlar todos los aspectos del coche. El motor silencioso permitió que el departamento de sonido tuviese menos cosas de las que preocuparse.

"Soy un fanático de los coches y me encantan los motores ruidosos y cualquier cosa que queme gasolina", dice Mann. "Pero este coche me ha hecho cambiar. Alcanza sin problema los 165 kilómetros por hora, y es posible recorrer entre 125 y 150 kilómetros con una carga de batería".

Después de acabar la construcción de los coches, comenzó su proceso de envejecimiento. Encontrar el equilibrio adecuado entre recién salido de fábrica y hecho trizas no fue sencillo. Empezando a trabajar en un único coche, el departamento de arte fue haciendo modificaciones progresivas hasta que llegaron al estado de deterioro adecuado. "Hicimos unas cuantas pruebas de cámara para asegurarnos de que se veía el nivel de color adecuado a través del óxido y las capas de mugre", dice Haworth. "Acabamos haciendo el trabajo de pintura y envejecimiento por etapas, desde el estado en que se encontró hasta el punto en el que Charlie lo arregla y lo convierte en su coche".

Knigth siente un cariño especial por los Volkswagen. Para él, como para muchos otros, evocan recuerdos de la infancia y una nostalgia del característico sonido y aspecto de los coches. "Los Escarabajos tienen algo que no se puede explicar", dice el director. "Tiene un montón de curvas bellas, pero no es estilizado. No es musculoso, no es agresivo. Es amable. Si alguna vez ha habido un coche que querrías abrazar, ese es el VW Escarabajo."

Para la forma de automoción del comandante Autobot Optimus Prime, Peters localizó en Nebraska un camión Freightliner Cabover de 1986 y lo trasladó a Los Ángeles, donde su equipo llevó a cabo una restauración radical. Knight también solicitó un remolque para Optimus, cosa difícil por la longitud de la cabeza tractora, pero Peters volvió a dar con la solución.

Después de la batalla inicial entre Autobots y Decepticons en Cybertron, el temible y poderoso comandante Decepticon envía a sus lugartenientes, Shatter y Dropkick, con la misión de que destruyan a Bumblebee, cueste lo que cueste. Knight quería que existiese un contraste entre las formas redondeadas de Bumblebee y los perfiles más angulares y agresivos de los Decepticons asesinos. Junto con Haworth, tomaron la decisión de que debían tener la forma de los coupés de altas prestaciones de la época.

Shatter, una terrible guerrera, es la "mitad inteligente" del equipo Decepticon enviado a la caza del B-127. Encarnada en un Plymouth Satellite de 1972, de color rojo manzana de caramelo, es claramente el cerebro del dúo. Su socio, Dropkick, un AMC Javelin azul de 1974, es el músculo sin una neurona sana. Es destacable que Shatter y Dropkick son también triple-changers, que son los Transformers que pueden convertirse desde robot en dos modos alternativos. Además de su modo de coupé de altas prestaciones, Shatter también se transforma en un reactor y Dropkick en un helicóptero.

Haworth y Freitas trabajaron mano a mano con Ghostlight Industry, que se encargó de la mayor parte del trabajo de restauración y fabricación de los dos coches. "Tratamos de combinar y diferenciar los coches respecto de los otros que se han visto en las películas Transformers", dice Freitas. "Por ejemplo, cogimos la carrocería de un Javelin de serie y nos deshicimos de todo lo demás. La montamos sobre un chasis a medida, con suspensión Baja todoterreno, un motor LS de 500 caballos, una transmisión nueva, nuevo eje trasero y nuevo eje de tracción, y ampliamos el paso de rueda para convertirlo en un vehículo de rally de altas prestaciones. Lo mismo hicimos con el Satellite, que resultó ser una bestia parda y una auténtica pasada de conducir".

Para el rodaje se reunieron más de 500 vehículos, algunos conducidos por los intérpretes principales o por extras, otros aparcados de fondo en las escenas, incluidos algunos ciclomotores Puch Maxi de 50cc de 1979-80, que eran el perfecto modo de transporte para los adolescentes que no tenían permiso de conducir. Charlie usa una destartalada Maxi de color verde militar, envejecida para que parezca aún más vieja, antes de encontrar a Bumblebee.

Hasta los Humvees que se emplean en las escenas de acción tenían que parecer vehículos de época. "Las capacidades de los coches eran diferentes en la década de 1980, y eso influyó definitivamente en la forma de diseñar la acción", dice Gunther. "Los Hummers que empleamos no eran los coches de altas prestaciones que empleamos habitualmente, así que todo se tuvo que relajar un poco."


Visualizar la emoción
Para los artistas de ILM que habían creado los efectos visuales de todas las películas Transformers, Bumblebee fue una especie de renacimiento, en cierto sentido. "Cuando trabajamos en la primera película Transformers no teníamos ni idea sobre cómo hacer nada relacionado con estos robots", dice Jason Smith, de ILM, que fue el supervisor de efectos visuales de la película. "Cada vez hemos tenido que hacerlo mayor y mejor. Con esta película, sin embargo, había un desafío aún más difícil, que era encontrar la manera de ayudar a establecer un auténtico vínculo emocional entre este personaje generado por ordenador y nuestra actriz protagonista".

No era cuestión de tratar de superar las transformaciones diseñadas por Bay e ILM en las películas precedentes. Knight se había marcado un objetivo singular, y todo lo que se hiciese con VFX tenía que diseñarse para respaldar ese objetivo. "Su prioridad era narrar una gran historia con claridad y con toda su alma", dice Smith. "Toda la película pivota en torno a la relación de Bumblebee con Charlie, así que teníamos que creer en él como personaje. Travis no escatimó las oportunidades para que Charlie pusiese una mano sobre el hombro, o en la mejilla, de Bumblebee, por ejemplo. Y se abrazan más de una vez. Esto crea un vínculo entre los personajes que puede ser percibido por el público, y refuerza el hecho de que los personajes habitan en la misma dimensión física."

Hasta su primer contacto fue diseñado para que Charlie sintiese empatía por Bumblebee. Cuando se desliza bajo el VW para trabajar en él, Bumblebee se revela, transformándose sobre ella. La escena está rodada desde el punto de vista de Charlie, lo que permite que el público experimente en primera persona qué es estar dentro de un Transformer.

"La auténtica oportunidad en esta película consistía en centrarse en conseguir que esa conexión esencial fuera suficientemente auténtica para que el público dejara de pensar después de los primeros minutos que se trataba de un efecto visual," explica Smith. "Es todo un desafío, porque en esos primeros minutos todos tenemos que dar el 100 por ciento de lo que somos capaces. Si falla algo, el resultado será exactamente el contrario al deseado, recordando al público que está viendo un efecto especial. Éramos perfectamente conscientes de esto, y nos esforzamos al máximo para no fallar ni a Travis ni al público en esos momentos."

Aprovechando su enorme experiencia en animación, Knight trabajó con los artistas de Laika para crear lo que denomina "guiones gráficos de interpretación" antes de que se rodase ni una sola escena. Según explica, "Tratamos de imaginar qué está pensando, sintiendo y haciendo el personaje, y lo dibujamos hasta el último detalle. Eso nos ayudó a utilizar nuestro tiempo y nuestros recursos de manera inteligente. Y como Hailee nunca había interpretado ante el vacío con anterioridad, los dibujos fueron muy útiles para que viese cómo iba a resultar la escena en última instancia. Estos momentos son fruto de la mente de un animador, y eso se refleja en los guiones gráficos originales y en la película definitiva. Charlie y Bumblebee son espejos uno del otro, así que se observa la composición y el encuadre de las escenas en el garaje, se aprecia la simetría entre los dos."

Los cineastas también hicieron un esfuerzo extraordinario para ayudar al elenco y al equipo técnico a conseguir que la interacción entre los humanos y Bumblebee pareciese auténtica. Por ejemplo, en vez de colocar una pelota de tenis en un palo o un recorte de cartón en el escenario para que Steinfeld interpretase frente a él, durante las escenas más íntimas, el productor de efectos visuales Ron Ames se encargó de que hubiese un actor sobre zancos que interpretase a Bumblebee. El artista circense Chris Grabbner interpretó junto a la protagonista las primeras escenas en el garaje. "Indudablemente tiene una gran destreza con los zancos", dice Gunther. "Aunque no tenía diálogo, se podían palpar sus emociones. Creo que fue muy útil para Hailee y para el departamento de cámara. A mayor información sobre tamaño y encuadre, mejores resultados".

La experiencia de Knight en el terreno de la animación le ha convertido en un cineasta especialmente visual, considera Smith. "Es consciente de la trascendencia de un gesto sutil, una micro-expresión, de añadir un fotograma más al timing. Sabe exactamente cuál es el fotograma de la película que hace que la historia avance. En mi opinión, Travis abordó toda la película como si estuviese animando todos y cada uno de los detalles."

Aunque las dimensiones de Bumblebee son deliberadamente más contenidas que las de las primeras películas de la saga, la asombrosa escena inicial muestra a los Transformers de primera generación en un emocionante combate extraplanetario. "Los que estábamos familiarizados con la saga en la década de 1980 pasamos un fantástico rato dando vida en esta película a los personajes de la Generación 1", dice Smith. "Todos los miembros del equipo abordaron el trabajo con la Generación 1 con tanto respeto como emoción e interés. Tuvimos la oportunidad de crear la batalla de Cybertron con algunos personajes clásicos de la Generación 1. Se reunió un gran equipo de diseñadores, animadores, modelistas, pintores y muchos otros especialistas para construir esa escena, y creo que el resultado es estrepitosamente divertido."


Un nuevo comienzo
Durante más de una década, Michael Bay, Lorenzo di Bonaventura, Paramount Pictures y Hasbro han guiado la saga Transformers atravesando cotas cada vez más elevadas de narración, efectos visuales y diversión sin límite, creando una serie de películas icónicas a lo largo del camino. Ahora, Bumblebee abre una nueva era para Transformers, al combinar los conocidos robots de batalla, los coches veloces y la acción estremecedora con una relación inesperadamente entrañable entre Charlie y su nuevo amigo autobot.

"El personaje Bumblebee es un ejemplo de los sentimientos y el humor que caracterizan a la marca Transformers", dice Goldner, de Hasbro. "Tenemos la esperanza de que el público aumente su aprecio por Bumblebee al comprender su complejo mundo interior: una implacable máquina agresiva de guerra que es también un amable y adorable robot con un gran corazón."

Knight ha rodado una película que ahonda en el legado de éxitos de la saga Transformers, a la vez que añade nuevos elementos de amor y empatía y que destaca la importancia de las relaciones. "En nuestro interior, lo único que importa es conectar con los demás; para eso estamos aquí", dice el director. "Es una de las cosas que más me gusta de hacer películas. Contar nuestras historias y establecer vínculos entre personas de diferentes orígenes y culturas, que comparten una experiencia. Trabajar en Bumblebee ha sido una de las experiencias más asombrosas de toda mi vida".