Introducción
Sólo en el silencio más absoluto se empieza a oír.

Sólo cuando se prescinde del lenguaje se empieza a ver.

La orden de los Cartujos es una de las hermandades más estrictas de la iglesia Católica. Viven apartados y su vida cotidiana sigue las antiguas normas de la orden. No existe ninguna foto actual de los monjes. Las últimas que se obtuvieron son de 1960, cuando dos periodistas pudieron entrar en el monasterio.

Dieciséis años después de su primer encuentro con el Padre Prior de la orden, el director Philip Groening obtuvo permiso para rodar dentro del monasterio sobre la vida de los monjes, todo ello gracias a la estrecha relación de confianza que ha habido entre ellos durante todos estos años. En por lo menos otros siete años no se concederá permiso para rodar dentro del monasterio. Sin embargo, teniendo en cuenta que hasta el momento nunca se había permitido rodar quizás El Gran Silencio quede como la única película rodada en el “Grande Chartreuse”.

Para poder hacerla, Philip Groening vivió en el monasterio y siguió a los monjes con su cámara. Se convirtió en parte del ritual, en parte de su vida cotidiana y así pudo conseguir experimentar esta vida como si fuera un monje más, viviendo a caballo entre los antiguos ritos que ellos practican y la vida moderna que él conoce.

Con casi cuatro meses de rodaje en la primavera y el verano de 2002, otras tres semanas en el invierno de 2003 y finalmente tres días en Diciembre de 2003 se terminó el rodaje.

Descripción de la película
Ciento sesenta minutos en silencio. ¿Puede funcionar en el cine?¿Hasta que punto puede ser del todo silencioso?¿El sonido estallará de repente sin avisar?¿Será muy oscuro presentar a los monjes dentro de su santuario?

Rodar una película en el "Grande Chartreuse" es como hacer un viaje a un mundo diferente. ¿Qué significado tiene el tiempo para alguien que sabe que nunca más saldrá de ese edificio o de esa celda? ¿Qué es el día a día allí? ¿Qué significa rezar en un mundo en el que todo es repetición y en el que todo el mundo se mueve siguiendo su propio reloj? ¿Qué es una oración? ¿Qué es un monasterio? Y, ¿qué es un ser humano? Hace cuatro años el “Grande Chartreuse” permitió rodar una película en su interior, sin embargo este proyecto existía ya desde 1984.

Philip Groening nos cuenta: "En el momento en que obtuve el permiso releí el texto que tenía escrito desde hacía tantos años y me di cuenta de que no había que cambiarlo. Entonces me planteé, ¿por qué hacer una película 16 años después de la idea original? En parte porque la idea original permanecía intacta. La idea de hacer una película en la que se prestara atención a los orígenes casi arcaicos de nuestra cultura es tan fuerte ahora como lo era entonces. Afortunadamente he tenido la oportunidad de rodar cuatro meses dentro del monasterio, vivir en una celda y compartir mi vida con los monjes. Hacía lo mismo que ellos, es decir trabajaba en lo mismo que ellos trabajaban pero además hacía una película".

El director continúa: "El 'Grande Chartreuse' no imponía ningún tipo de condiciones excepto que no se utilizara luz artificial, que no se pusiera ninguna música adicional y que no se hiciera ningún comentario. Tampoco podía disponer de ningún equipo adicional, sólo podía estar yo. Estas condiciones encajaban perfectamente con mi concepto original, así que no fue ningún obstáculo para mí. Por otro lado, los únicos momentos en los que se habla, en la capilla y durante su paseo semanal, debían estar subtitulados (en total la película tiene doce subtítulos). El texto de los subtítulos se repite siempre. En la vida de estos monjes las oraciones son idénticas y los salmos aparecen una y otra vez, por lo tanto la repetición idéntica de los subtítulos es un método para acercarse a la vida que allí se vive. La contemplación, es como una nueva visión de lo mismo. De igual forma que una oración irá cambiando de significado durante la vida de un monje, teniendo cada vez un significado más profundo, perdiendo o ganando significado, los subtítulos tendrán un efecto similar en el espectador.

La película muestra el paso de las horas, de las estaciones, los elementos que se repiten diariamente, que se repiten en todas las oraciones. Muestra las caras. Es un mundo muy físico (el corte de una manzana, las comidas que se llevan a cada una de las celdas, un campo arado). Y de nuevo los monjes rezando en el coro. Tanto una cosa como la otra están muy presentes en el 'Grande Chartreuse': el mundo físico y el espiritual.

La película fue rodada de tal forma que hay una tendencia a detener el tiempo para que cada una de las imágenes parezca presente. Esta tendencia es muy adecuada para una película rodada en un monasterio. Por otro lado el sonido era también importante hasta el punto que en la ausencia total de dialogo la calidad que ese sonido tuviera era vital. La película se hizo para su distribución en cines por tanto la narración se basaría en el ritmo, en el sonido y en el movimiento que se pudiera experimentar en la gran oscuridad que supone una sala de cine".