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La víctima perfecta cartel reducidoLa víctima perfecta(The resident)
Dirigida por Antti J. Jokinen
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Declaración del director
Me gusta referirme a LA VÍCTIMA PERFECTA como una cinta de "terror centrado en los personajes". Es, evidentemente, un ‘thriller’ psicológico, una especie de versión moderna de ‘El quimérico inquilino’, de Roman Polanski, o ‘Atracción fatal’, de Adrian Lyne. Me atraía dirigir una película que juega con distintos puntos de vista limitados y cuenta con temas y motivos ocultos al espectador que acaban por desvelarse de manera sorprendente. Quería que la acción fuera muy tensa, rayando en ocasiones en lo no convencional, y evitar así caer en la trampa de resultar demasiado tradicional. Me interesan las películas que logran que el público se interese por los protagonistas y las situaciones en las que se encuentran.

Los temas de LA VÍCTIMA PERFECTA, en lo referente tanto a su argumento como a su aspecto visual, son el aprisionamiento y la fuga, pero también el aislamiento y la claustrofobia. La película se rodó con una fuerte atmósfera de ‘thriller’ al estilo de Nueva York y sabe cuándo desvelar y cuándo ocultar las cosas. Abunda la tensión. Los diálogos impulsan la narración, hasta que el terror domina la película.

Quería que los detalles dieran sensación de naturalidad y tuvieran una base real. El público tiene que sentir que está en la película o, al menos, que vive la acción tal como lo hace Juliet.

Visualmente, todos estos temas se plasman por medio de un ‘look’ estilizado que crea una atmósfera de suspense y deja espacio para que ciertas cosas puedan quedar sin mostrar. Muchas sombras e iluminación al estilo del cine negro. La cámara se mueve como un ojo ambulante por los exteriores y decorados, mientras que el uso de lentes de foco largo permite crear sensación de claustrofobia en el interior del apartamento. No obstante, dado que estoy creando un ‘thriller’ psicológico y sexy, las imágenes, la iluminación y el montaje se encargan de contar la historia y crear la atmósfera, de modo que la película no cae en el error de anteponer el continente al contenido, o la forma sobre la sustancia. Es un enfoque artístico y original, pero a la vez muy comercial.

Antti J. Jokinen


LA VÍCTIMA PERFECTA es una película de la productora cinematográfica británica Hammer Films, la segunda (después de ‘Déjame entrar (Let Me In)’ en 2010), en más de 30 años. Hammer tiene una larga y preciada historia, al haber producido más de 300 largometrajes y programas de televisión, y sigue siendo sinónimo, a día de hoy, del cine de género de culto, lleno de vampiros, zombis y momias, y abarca estilos tan diversos como la ciencia ficción o los ‘thrillers’ de suspense.

Fundada originalmente en 1934, Hammer ofreció una larga serie de películas de enorme éxito en la década de 1950, entre las que figuran clásicos góticos como ‘Drácula’ y ‘La maldición de Frankenstein’, o la historia de ciencia ficción ‘El experimento del Dr. Quatermass’. La reputación de Hammer llegó a conocerse en el mundo entero como ‘The Hammer House of Horror’ (La casa de los horrores de Hammer).

En la década de 1960, Hammer llegó a acuerdos de distribución con Universal, Warner Brothers, Fox y Columbia. Hammer acabaría produciendo una enorme cantidad de películas, que incluyeron títulos como ‘La plaga de los zombies’, ‘A merced del odio’, ‘¿Qué sucedió entonces?’, ‘La novia del Diablo’ y ‘Hace un millón de años’.

Tras cesar sus actividades de producción en la década de 1980, la compañía está recibiendo el entusiasta apoyo de Exclusive Media Group para recuperar su antigua vitalidad, por medio de nuevas inversiones para el desarrollo y producción de películas, televisión y contenidos en plataformas digitales.

Simon Oakes, actual presidente y consejero delegado de Hammer, tuvo un papel decisivo en la adquisición de la marca Hammer en 2007, junto con el director de operaciones de Exclusive, Marc Schipper. "Hammer dejó una profunda huella en mí cuando crecía. Esas películas tan sangrientas y sexy, que seguramente no debería haber visto, así como personajes formidables como Quatermass, causaron una honda impresión en un joven... Más adelante, quedé fascinado por la presencia de Hammer en las conversaciones cotidianas; se hacían frecuentes referencias a ella, a pesar de no haber producido una sola película en 30 años. Me di cuenta de que Hammer es una marca que no morirá jamás, al contrario que los habituales objetos de sus películas".

El regreso de Hammer al terror en el siglo XXI vino anunciado por la serie ‘web’ interactiva ‘Beyond the Rave’, que fue emitida por MySpace en 12 territorios en 2008. En 2010, llegó a las salas de cine de todo el mundo el esperadísimo ‘thriller’, ‘Déjame entrar (Let Me In)’, un ‘remake’ del alabado filme sueco dirigido por Tomas Alfredson ‘Låt den Rätte Komma In (Déjame entrar (Let The Right One In)’, adaptado y dirigido por Matt Reeves (‘Monstruoso (Cloverfield)’).

Hammer tiene un plan de desarrollo de proyectos en el figuran más de 25 títulos de diversos géneros, repartidos tanto por Europa como por Estados Unidos. Destaca ‘The Woman in Black’, basado en la novela de gran éxito de ventas de Susan Hill que cuenta en su reparto con Daniel Radcliffe (Harry Potter).

El productor ejecutivo Nigel Sinclair (copresidente y consejero delegado de Exclusive Media Group) recuerda sobre los comienzos de LA VÍCTIMA PERFECTA: "Cuando relanzamos Hammer Films, decidimos que queríamos producir películas enclavadas más bien en el género del ‘thriller’/terror psicológico, más que de horror puro. Leímos un montón de guiones y entonces nos topamos con LA VÍCTIMA PERFECTA, escrito por Antti Jokinen y Robert Orr. Nos interesó sobre la marcha y decidimos que encajaba a la perfección con Hammer".

"Antti es un director primerizo dotado de un intenso carisma personal, pasión y una personalidad encantadora y, al haber escrito él mismo la historia, ya tenía en buena medida la película diseñada. Nos parecía que era, sin lugar a dudas, la elección perfecta para dirigirla", prosigue Sinclair, "y fue capaz de lograr que una de las mejores actrices del mundo se comprometiera con él".

Como alabado director en el panorama de los vídeos musicales, Antti J. Jokinen ha dirigido galardonados vídeos para artistas como Will Smith, Beyoncé, Eminem, Shania Twain, Celine Dion y Missy Elliott, entre otros. Jokinen, natural de Finlandia, es cofundador de la productora Solar Films, que ha logrado convertirse en la mayor productora cinematográfica y televisiva de Finlandia y ha producido dos de las diez películas finlandesas más taquilleras de la historia. Jokinen también ha dirigido y coescrito varias series nacionales de televisión. LA VÍCTIMA PERFECTA supone su ópera prima para la gran pantalla como director.

"Quería escribir un ‘thriller’ psicológico que fuera de algún modo original, tuviera una historia de cierta complejidad y se centrara en los personajes, en lugar de en los aspectos terroríficos", afirma Antti. "He acabado detestando las películas que se centran más en la tortura o el terror, y se basan en algo que no cuenta con personajes desarrollados. Casi por casualidad, en un vuelo de Londres a Los Ángeles, leí un artículo sobre un psicólogo terapeuta que estaba tratando a una mujer que tenía miedo de que hubiera alguien bajo su cama y otros lugares oscuros, así que acabé escribiendo el planteamiento de toda la película en el avión".

"Me parece que mi visión de la película, la complejidad que tenía, resultó sorprendente para todo el mundo, incluso para mí, hasta cierto punto. Quería contar una historia de una manera muy especial, usando distintas perspectivas, de modo que los espectadores no supieran realmente desde qué perspectiva están viendo la película".

"Al mismo tiempo, quería contar una historia con la que la gente pudiera sentirse identificada. Creo que los espectadores actuales saben tanto de cine que son capaces de adivinar más o menos lo que va a suceder y los guiones tienden a seguir siempre las mismas fórmulas. Quería hacer una película, o al menos intentarlo, que tuviera al espectador en vilo. Llamo a esto una historia de terror que gira en torno a los personajes, lo que significa que pretendía crear personajes con los que se encariñaran los espectadores, para luego empezar a aterrorizarlos".

Prosigue Jokinen: "Cuando me presentaron en un primer momento a Hammer Films, quedé, evidentemente, encantado con el hecho de que quisieran hacer la película que yo quería hacer. Al ser un director de cine primerizo, me mostraba muy prudente con mi ópera prima. Tras descubrir más sobre la historia de Hammer Films, me resulta un privilegio estar haciendo esta película para ellos".

Sinclair agrega: "Lo que hacemos ahora cuando describimos Hammer y esta película a la gente es hacer referencia al ‘estilo Hitchcock’, la idea del ‘juego de manos’ emocional, la insinuación, los sucesos horripilantes y menos explícitos físicamente, que se producen en la vida de gente corriente. Creo que ese segmento del público que acude a las salas de cine se sentirá muy identificado con el personaje de Hilary Swank, Juliet. Es una mujer muy inteligente, es doctora, trata con problemas a diario, soluciona crisis humanas y tiene en sus manos las vidas de otros. No imaginarías que esta situación pudiera pasarle a gente como Juliet, pero es completamente lógico y gradual, a medida que el personaje se va sumiendo en esa situación, se encuentra cada vez más y más metido, antes de llegar a darse cuenta de lo que le está pasando. Como espectadores, nos pone los pelos de punta".

Tobin Armbrust, productor de la película, prosigue con la historia del desarrollo de la película, en lo tocante al importantísimo proceso de selección del reparto: "Sabíamos que estábamos haciendo una película de género y que el cine de género no siempre cuenta con intérpretes de primera fila. Pensábamos que teníamos a nuestro favor el hecho de contar con un director muy interesante, con un estupendo estilo visual y también con una historia con un tono más clásico que la mayoría de las obras del género. Lo que queremos intentar hacer al relanzar el sello Hammer es tomar obras típicamente de género y empezar a rodearlas de elementos con las que no se las suele asociar".

"De hecho", explica el productor de la película Simon Oakes, "a finales de los 50 y principios de los 60, Hammer empezó a apostar claramente por contar con actrices de Hollywood en sus películas, como Bette Davis en ‘A merced del odio’. Aunque no buscábamos específicamente seguir esta tradición, contar con una actriz de un talento obviamente extraordinario como Hilary Swank para interpretar el papel de Juliet supuso un excelente punto de partida para nosotros".

Antti guarda muy buenos recuerdos de su primer encuentro con Hilary Swank: "Cuando me reuní con Hilary", comenta, "bueno, resultó sumamente esclarecedor, pasé a tener muy claro el personaje de Juliet. Ya tenía escrita toda la historia pasada de Juliet, desde su más tierna infancia hasta el mismo principio de la película, y a Hilary le pareció muy bien ese enfoque. Aportó una enorme cantidad de sus propias ideas al papel y creo que esa colaboración creativa es la parte más divertida".

"Como realizador, creo que la primera vez que haces la película es cuando la escribes, la segunda vez es cuando la ruedas y la tercera vez es cuando la montas. Pero también debes dejar que la película venga a ti. En muchas de las escenas que hice con Hilary, y al crear a Juliet, gozamos de cierta libertad porque no me dejo limitar por lo que ya está escrito. Hemos colaborado mucho para lograr que los personajes funcionen de una forma más interesante. Hilary es fantástica y llena la pantalla de carisma, matices y profundidad de carácter".

Juliet Devereau es una doctora de urgencias recién divorciada que se traslada a un apartamento de Brooklyn demasiado bonito para ser cierto, solo para descubrir que su casero aparentemente bondadoso y completamente encantador no es exactamente lo que parece. Swank recuerda: "Me enviaron el guión y me resultó realmente apasionante. Era un ‘thriller’ psicológico inteligente que no podías dejar de leer para saber qué pasaría a continuación. Me pareció un género muy divertido en el que trabajar. Hago muchos dramas y esto tiene un componente dramático, pero con elementos psicológicos con los que resulta emocionante jugar".

"Uno de los mejores aspectos de ser actor es encontrar personajes complejos y tratar de descubrir qué los hace ser como son. Es raro encontrar un personaje tan complejo como Juliet. Así que tener la oportunidad de interpretarlo y jugar con ello, encontrar constantemente nuevos matices con la ayuda de Antti y los demás actores, es la parte verdaderamente divertida de mi trabajo".

Nigel Sinclair prosigue con la historia: "Después de tener el privilegio de que Hilary Swank aceptara el papel de Juliet, contratamos a un psiquiatra y le entregamos el guión. Le pedimos que analizara el personaje de Max y lo diagnosticara, exponiendo en detalle qué características podría tener y en qué podríamos habernos equivocado en nuestro relato. Eso nos llevó, en última instancia, a conseguir a Jeffrey Dean Morgan para el papel de Max".

"La verdad es que Hilary fue quien nos sugirió inicialmente a Jeffrey", recuerda Sinclair, "tras haber trabajado con él en ‘Posdata: te quiero’. Nos reunimos con él, le pasamos el guión y los comentarios del psiquiatra, eso le hizo sentirse cómodo y se comprometió con el proyecto. Creo que es la elección perfecta, ya que es capaz de tomar un determinado estado de ánimo y sacarle todo el jugo, nunca sabes con total seguridad qué va a pasar. Pero, cuando se vuelve contra ti, resulta muy perturbador, que es lo que se supone que debe ser. Tiene una cierta nobleza en su mirada y no se te ocurre verlo como un mal tipo".

Al hablar de su compañero de reparto y amigo, Swank comenta: "En cuanto leí el guión, me imaginé a Jeffrey Dean Morgan en el papel de Max. Jeffrey tiene un aire de inocencia, dulzura y amabilidad y es un auténtico encanto, así que pensé que este papel sería interesante".

Al tratar de hacer el personaje de Max tan creíble y a la vez complejo como fuera posible, el director explica: "Perfilar el personaje de Max resultó difícil, porque el personaje es alguien con quien tienes que poder identificarte, pero no tenemos ningún marco de referencia para su conducta. Las cosas que hace y las cosas que va a hacer están en cierto modo inventadas y Jeffrey Dean Morgan ha hecho un trabajo excelente al desarrollar este personaje".

Morgan ofrece más detalles sobre lo que le atrajo del papel de Max, al haberse labrado en cierto modo una reputación como ídolo femenino en el drama médico norteamericano de gran éxito ‘Anatomía de Grey’ y en películas tan diversas como ‘Posdata: te quiero’ y ‘Watchmen’: "Entré a formar parte de este proyecto porque Hilary Swank me llamó y me dijo que estaba haciendo LA VÍCTIMA PERFECTA y quería volver a trabajar conmigo", recuerda Jeffrey Dean Morgan. "En ese momento, si no me equivoco, dije algo así como: ‘No necesito leerlo, me encantaría volver a trabajar contigo’. Y eso fue lo que hice. Entonces recibí el guión y, gracias a Dios, ¡era excelente! Mi personaje es un hombre atribulado, con problemas de conducta que van sufriendo un grave deterioro a lo largo de la historia. A Max le cuesta socializar, es un tipo que se crió en ese mismo edificio y ha acabado convirtiéndose en toda su vida".

"El padre de Max asesinó a su madre cuando él tenía ocho años, y se pasa la vida ocupándose de ese edificio propiedad de la familia y de su abuelo, que también vive allí. No es precisamente muy ducho en el trato social y prácticamente vive entre las paredes del edificio, perdido en sus propios pensamientos. En medio de todo eso, a su particular manera, se enamora de una mujer (Juliet) que se muda al edificio y se convierte, para desgracia de ella, en objeto de la peligrosa obsesión de Max".

"La primera vez que leí el guión, me recordó a un antiguo ‘thriller’ de corte clásico, como una película de Hitchcock", agrega Morgan. "Fue lo primero que se me pasó por la cabeza. Es muy propio de Hitchcock y está lleno de suspense, me recuerda a lo que se supone que debería ser un ‘thriller’. Creo que vamos a recuperar ese tipo de ‘thriller’ a la vieja usanza, de los que te mantiene permanentemente en vilo y te hace dar un salto en tu butaca cuando te llevas un susto".

Parte historia de amor, parte de terror, la forma de Jeffrey Dean Morgan de abordar el personaje de Max era crucial para que el clímax de LA VÍCTIMA PERFECTA lograra el efecto deseado en el espectador. Tobin Armbrust explica: "Durante la primera parte de la película, llegas a pensar que Hilary y Jeffrey podrían ser pareja, pero entonces las cosas empiezan a torcerse. En este caso concreto, estamos jugando con el público y su esperanza de que Jeffrey vaya a ser el bueno y vaya a ser ese tipo que todas las mujeres quieren que sea. Pero entonces lo que descubrimos es que tiene un lado oscuro y peligroso. Jeffrey es un actor fenomenal, puede hacer más con su cara y su mirada que la mayoría. Es increíblemente expresivo y ha supuesto toda una revelación para nosotros".

Hammer Films recuperó al legendario actor Christopher Lee para interpretar el papel de August, el abuelo del personaje de Jeffrey Dean Morgan, Max, en la película. Sobre su regreso a Hammer tras más treinta años, Lee reflexiona: "Irónico, la verdad, ¡como volver a empezar de nuevo! Éramos como una familia cada vez que rodábamos una película. Todos nos conocíamos, tanto el reparto como el equipo técnico, y todo el mundo nos conocía".

"Me enteré inicialmente de la existencia de LA VÍCTIMA PERFECTA", prosigue Lee, "cuando recibí una llamada en Londres del director y empecé a hablar en mi rudimentario finés, lo que creo que supuso una sorpresa para él. Me dijo: ‘Voy a hacer una película con Hilary Swank’... naturalmente, había visto muchas de las películas que ha hecho, ha ganado dos Oscar® muy merecidos. Me pareció que estaba extraordinaria en ‘Million Dollar Baby’, así que, cuando se mencionó su nombre y me dijeron que iba a tener escenas con ella, acepté, antes incluso de haber leído el guión. Siempre digo que no es lo largo o lo corto que sea el papel, sino el valor que tiene en la historia y si puedo hacerlo, si causará impresión en el espectador y si merece la pena que lo haga".

"Cuando leí el guión, me pareció un relato fascinante. Es una historia inquietante y muy extraña. Se parece un poco, aunque al mismo tiempo es completamente distinta, a ‘La semilla del diablo’, porque no lo ves todo y no sabes qué está pasando durante bastante tiempo", agrega Lee.

"Trabajar con Christopher Lee resultó muy interesante y, obviamente, todo un privilegio, además", afirma el director Jokinen. "Es un actor legendario y el papel de August encajaba perfectamente con él. Cuando eres una estrella de cine, tu presencia y tu carisma llenan la pantalla. La relación entre Max y August es muy íntima y, con Jeffrey y Christopher, funcionó muy bien".

Nigel Sinclair se muestra de acuerdo: "Christopher es todo lo que esperas que sea, es un anciano impactante, maravilloso y carismático en este papel, y es un honor contar con él en nuestra película". Simon Oakes agrega: "Y, si buscábamos un vínculo con el legado de Hammer y el ADN de su fértil pasado, no cabe ninguna duda de que todo eso lo aporta Christopher al filme".

Jeffrey Dean Morgan se muestra completamente de acuerdo: "Trabajar con Christopher Lee... Qué caballero. El sentido de la historia del cine que posee, la distinción y la clase que aporta a su profesión... bueno, es un absoluto privilegio compartir aunque no fuera más que un fotograma con él en la pantalla. Me hizo mucha ilusión conocerlo, me crié viendo ‘La momia’ y ‘Drácula’ y muchas de las películas de Hammer, de modo que, cuando nos vimos por primera vez -es un hombre alto e imponente, pero también distinguido y de habla educada- sentía un gran respeto por él. Hicimos nuestra primera escena juntos y, en cuanto a la intensidad de su mirada a lo largo del rodaje, ¡el hombre tiene a raudales!".

Lee Pace (más conocido por su serie de televisión de gran éxito, ‘Criando malvas (Pushing Daisies)’) fue elegido para interpretar a Jack, el ex marido del personaje de Hilary Swank, Juliet. Pace comenta sobre su personaje: "Creo que, al empezar la historia, Jack y Juliet han llegado a puntos similares de sus vidas, han estudiado mucho, están en Nueva York e intentan poner sus asuntos en orden, recomponer su matrimonio. El personaje de Hilary es una doctora de urgencias y está siempre ocupada, nunca está en casa y Jack mete la pata hasta el fondo al acostarse con otra persona. Creo que es la clase de momento problemático por el que pasan muchas parejas. Al principio de la película, Jack ya ha cometido ese ‘error’ y se puede ver que está intentado reparar el daño causado".

Como señala Tobin Armbrust: "Lee es algo más joven que Jeffrey y parece novato e inexperto, por lo que no cuesta creer que es la clase de tipo que haya podido cometer un error. Engañó a Juliet con otra, pero lo lamenta; eso hace que nos pongamos de parte de Jack en lugar de Max hacia el final de la historia y esperamos que logre salir con vida de esta".

El director Jokinen prosigue explicando: "Con el papel de Jack quería subir el ‘nivel de juego’, en el sentido de que, aunque se trata de un ‘thriller’ psicológico, también es, en el fondo, una película de relaciones. La obsesión surge del amor y las relaciones, y ambos pueden, evidentemente, llegar a ponerse muy feas. Quería contar con alguien completamente distinto a Jeffrey Dean Morgan, había visto a Lee en ‘Un gran día para ellas’ y me pareció que ofrecía el contrapunto perfecto".

Antes del inicio del rodaje, Hilary Swank y Jeffrey Dean Morgan llevaron a cabo su propia labor de documentación, para lograr así entender mejor sus personajes y qué los mueve a tomar las decisiones que toman. Swank recuerda: "Me resultó interesante cuando fui a las urgencias de un hospital a documentarme para el papel. El doctor al que seguí había sido antes actor, y describió a los cirujanos como adictos a la adrenalina, cada caso que llega es emocionante y nunca hay dos casos iguales, de modo que los cirujanos tienen que saber leer entre líneas, lo que es similar a la interpretación. Seguirlo fue muy, muy interesante y, es cierto, ni un solo minuto fue igual al siguiente. Es peligroso, porque tienes en tus manos la vida de otra persona. Así que conseguir entender simplemente lo que hace falta para ser médico de urgencias era una parte fundamental de mi documentación. Y tengo ocasión de suturar un corazón en la película, que fue muy divertido".

Morgan investigó sobre el trastorno que posee su personaje, a fin de interpretar mejor sus características. "Me reuní con psiquiatras antes de empezar a rodar y abordé el papel tratando de descubrir cómo interpretar a Max, porque es muy fácil caer en la exageración con cualquier tipo de trastorno mental. Quería tener cuidado de no hacer eso. Sobre todo porque Max es la clase de personaje con el que simpatizamos, además de ser el personaje por el que se cuela Juliet, en un primer momento. Así que hay una delgada línea, un delicado equilibrio, por decirlo así, y ves cómo se va poniendo cada vez más nervioso a medida que Juliet se distancia de él. Esta clase de trastornos acaban alcanzando un punto de inflexión, tras el que cobran vida propia. Pero Max es la clase de persona que ha tratado desesperadamente de integrarse. No hay muchas señales externas, ni mucho menos, todo deriva de lo que creo que es una especie de dolor interior. Tratar de encontrar ese punto medio ha sido peliagudo".

Vicki de Rock, coproductora de LA VÍCTIMA PERFECTA, eligió Albuquerque, Nuevo México, como lugar ideal para el rodaje de la película en el verano de 2009. "La mayor parte del guión de la película se rueda en un decorado interior, que es el gran apartamento de Juliet. Lo que necesitábamos determinar era el coste de construcción y cuál era el mejor lugar para construirlo y sacarle el máximo partido posible. La respuesta resultó ser Albuquerque. Encontrar Brooklyn en Albuquerque para parte del rodaje en exteriores supuso recorrer la ciudad, buscando callejones, hasta que finalmente logramos dar con lo que necesitábamos, aunque también pasamos cierto tiempo en Nueva York al final del rodaje".

"El propio decorado principal obligó al diseñador de producción, al director de fotografía y al director a darle muchas vueltas, porque hay pasadizos que recorren el apartamento y otros, además, que llevan la acción bajo el decorado".

El productor Cary Brokaw prosigue: "La historia junta a una serie de personajes en un crisol, en un escenario que es provocativo y espeluznante y combustible, de un modo que no suele verse".

"Tuvimos una suerte increíble con nuestro diseñador de producción, Dennis Washington (‘El fugitivo’, ‘Cuenta conmigo’). Dennis aporta una tremenda capacidad, talento e imaginación a su trabajo. En esta película, el decorado no es solo un personaje, es el equivalente a tres personajes. Tenemos ese apartamento, las paredes del apartamento y las entrañas del edificio. Ha creado tres mundos en el plató que montamos, cada uno de los cuales aporta una dimensión a la película. Y lo ha hecho con gusto e imaginación, de modo que cada uno tiene carácter propio y una cualidad que los hace completamente únicos".

Según explica Washington: "Queríamos un edificio en el que se pudiera sentir, al llegar por primera vez, que tenía una cierta calidez, sobre todo cuando entras en el apartamento. Tiene algo que te atrae y, más adelante en la película, puede dar un giro, para volverse aislado e intimidante. Parece estar apartado de la ciudad, y pasa de ser un refugio a un lugar que provoca aprensión y logra que ella (Juliet) le vaya cogiendo cada vez más miedo".

Washington agrega: "Creo que el propio ‘ser’ del complejo de apartamentos es muy importante, no solo por su distribución y coreografía y logística, sino por el tono y la atmósfera y cómo lo vemos. El edificio asume distinto carácter, según parezca acogedor o solitario. El interior cambia de carácter de igual manera, la primera vez que entramos, vemos a Max puliendo los suelos, es luminoso, abierto y más o menos alegre. Ves oscurecerse y profundizarse el ambiente a lo largo de la película y la atmósfera va cambiando, casi parece que el edificio se vuelva contra ti a medida que avanza la historia".

"Tuvimos mucha suerte con todos los miembros clave de nuestro equipo", prosigue Brokaw, "Guillermo Navarro (el director de fotografía) tiene un talento asombroso. Tiene una actitud tremenda y dota a cada plano de gran ambición y maestría".

"Normalmente, empiezas a visualizar la historia desde el mismo instante en que te pones a leer el guión", comenta Navarro sobre su sistema de trabajo en LA VÍCTIMA PERFECTA. "Una de las cosas que me funciona bien es si soy capaz de ver la película mientras leo el guión, es una de las primeras cosas que pone en marcha mi necesidad de hacer esa película concreta. Este guión despertó eso. Trabajar con un director primerizo, y ya he trabajado con varios, siempre es diferente. Hay una energía y una frescura en su forma de enfocar la historia y, en este caso, era una gran ventaja que fuera el autor del guión. En esta película, resulta muy interesante cómo empieza la historia y luego vuelve a empezar desde la perspectiva de distintos personajes. Así que, básicamente, vemos los mismos hechos vistos desde la perspectiva de distintas personas. Eso ofrece, en lo referente a la narrativa visual, oportunidades que otros guiones simplemente no brindan, porque aquí estamos compartiendo un acontecimiento común, visto desde distintas perspectivas".

Al hablar de su experiencia trabajando en películas de terror/fantásticas, Navarro explica: "Me he dado cuenta de que parte de ser yo mismo como artista y como director de fotografía pasa por tener la oportunidad de crear realidades y no solo reflejar realidades. Me interesa mucho más trabajar en obras de época, de fantasía o de perspectiva limitada como ésta, donde tienes que crear y recrear una realidad y no solo documentarla".

El productor Cary Brokaw ya había trabajado anteriormente con la estimada diseñadora de vestuario Ann Roth (candidata en 3 ocasiones al Oscar® y ganadora por sus diseños para ‘El paciente inglés’), en ‘Angels in America (Ángeles en América)’ y ‘Closer’. Para LA VÍCTIMA PERFECTA, no dudó en volver a hablar con ella. "No hay nadie como Ann como diseñadora de vestuario. No solo diseña la ropa, sino que ayuda a los actores a comprender a su personaje. Trabaja con el director, el diseñador de producción y el director de fotografía para asegurarse de que los decorados, la iluminación y el vestuario estén en perfecta armonía".

Al hablar de sus diseños para LA VÍCTIMA PERFECTA, Ann explica: "Preparamos mucho vestuario, porque queríamos que tuviera el aspecto que quisiera el director. He trabajado en más de 100 películas y este director es muy distinto. Antti tuvo la idea para una historia y, francamente, creo que la idea empezó visualmente. Estoy segura de que cada detalle, cada pared, cada mesa, cada hombro, busto, ojo, entraba en su plan de cómo contar esta historia, que es una historia de mucho suspense".

"Antti es muy explícito así que, cuando hablamos del vestuario y nuestra protagonista (Juliet Devereau), la definimos como una mujer profesional, un cirujano, que tiene un nuevo apartamento y se encuentra secretamente observada por un mirón que es igualmente complejo, quizá más todavía. Así que quería imaginar dónde compra la ropa y cuándo tiene ocasión de hacerlo, cómo va a una lavandería automática o si tiene alguien que se ocupe de ella. Tienes que imaginar todo eso, sabiendo que es una mujer muy inteligente, que ya ha dejado atrás su adolescencia y la veintena. Y aun así, queríamos que su ropa resultara tentadora para ese tipo, por lo que, si parecían simples prendas normales, les hacíamos cosas para que desvelaran algo. De modo que cuando, por ejemplo, se abre una puerta de la nevera y sale una luz –todo muy planificado por Antti– ¿qué deja ver esa luz, deja ver el espacio entre su brazo y su pecho? Ese era el reto de esta obra y el reto para mí, porque es algo continuo, el director tiene pensado cada movimiento de la película".

"En el caso de Max", agrega Ann, "es un tipo que quería que pareciera cándido, muy ingenuo en su forma de vestir. Vive en Brooklyn y trabaja para su abuelo. Es el encargado de mantenimiento, tapa agujeros con masilla, pule y pone suelos y hace trabajos de fontanería. Parece la persona perfecta, pero no quería que sus vaqueros tuvieran alguna etiqueta curiosa en el bolsillo. No quería que todo el mundo dijera: "Oh, son vaqueros tal y cual" o como quiera que se llamen los vaqueros de última moda, no era lo que quería".

"Quería que su ropa estuviera comprada en una tienda de ropa para caballeros de President Street, en Brooklyn, o en Atlantic Avenue. Por ejemplo, los pantalones blancos que lleva en una escena se los compré literalmente a un tipo que los llevaba puestos para trabajar en un edificio de la calle 22 con la 6ª Avenida de Nueva York, cerca de mi estudio. Mi ayudante y yo volvíamos al estudio y vi a ese tipo entrando en una tienda y le dije a mi ayudante: ‘Quiero esos pantalones y además es muy mono’. El tipo no hablaba una palabra de inglés pero, acto seguido, mi ayudante, Michelle, y él se pusieron a hablar. Luego llamó a su jefe por su móvil, Michelle habló con el jefe, doblaron la esquina y le compró otro par de pantalones, tras lo que Michelle volvió con los de ese tipo. Se los pusimos a Jeffrey Dean Morgan, me alegró el día".

"Tuve mucha suerte al contar con un equipo tan extraordinario para ayudarme a hacer la película", asegura Jokinen, "y que les gustara el material. Estaba muy interesado en que la película tuviera un aire especial, original y diferente, pero no demasiado estilizado, que acabara resultando contraproducente para la película y los personajes. Tenía una idea muy clara de lo que quería hacer, así que, cuando me reuní con todos, pude explicarles exactamente lo que buscaba. Teníamos que crear un mundo familiar, a la par que en cierto modo imaginativo, y creo que eso es parte del motivo por el que estos grandes talentos querían tomar parte en el proyecto".

Hammer Films es sinónimo de cine de género. Sobre el legado de Hammer y cómo LA VÍCTIMA PERFECTA sirve para presentar el nombre a una nueva generación de amantes del cine, Armbrust explica: "La verdad es que creo que las películas del canon de Hammer han servido de inspiración a toda una serie de directores a lo largo de los años. Hammer produjo más de 300 películas, desde terror tradicional a suspense y fantasía o ciencia ficción, muchos tipos de películas distintos. Pero, en la actualidad, no se ven muchos ‘thrillers’ inteligentes, que sean también eróticos y den verdadero miedo. Lo que estamos intentando crear aquí, por lo que creo que LA VÍCTIMA PERFECTA es tan especial, parece en esencia una de esas adoradas películas de Hammer, pero para un público moderno y más espabilado".

Armbrust prosigue: "Hay cierta vulnerabilidad en la posición de Juliet y su estado de mujer soltera, que vive sola, y todos, no solo mujeres, hemos estado por primera vez en algún lugar con el que no estamos familiarizados y hemos oído ese golpe en mitad de la noche y hemos temido qué podría ser. Pues esta película explora ese concepto y lo lleva a otro nivel completamente distinto. Trata esa idea de si realmente conoces el lugar en el que vives y cuestiona si verdaderamente conoces a la gente que te rodea".

El característico marco de la ciudad de Nueva York siempre fue importante para Jokinen, tal como él explica: "La historia se desarrolla en Nueva York, esa es la principal razón por la que quería rodar en Estados Unidos, pero espero que resulte atractiva para todo el mundo, ya que creo que todo realizador quiere hacer películas que la gente vaya a ver y con las que se puedan sentir identificados. Me encanta Brooklyn, me encanta Nueva York, quería contar una historia que sucediera allí, y creo que Hammer sintió lo mismo después de leer el guión".

Dado que Hammer es conocido como un sello intrínsecamente británico, era importante que, aunque se rodara en Estados Unidos, se conservara en cierto modo ese patrimonio. "Siempre he dicho que tomé una película de género norteamericana, un ‘thriller’ comercial de Hollywood, por así decirlo, y escondí dentro un filme europeo", plantea Antti. "Y eso es básicamente LA VÍCTIMA PERFECTA".