Año 303 d.C. El Imperio romano alcanza su máxima expansión, pero también su mayor persecución contra los cristianos. Jorge, un joven oficial del ejército, es promovido a capitán tras una brillante victoria. Sin embargo, cuando el emperador Diocleciano ordena la erradicación total de la fe cristiana, Jorge se enfrenta a una disyuntiva: obedecer al Imperio o seguir a Cristo. La película retrata el camino interior y exterior de un hombre que desafió el poder para defender su fe, y que sería venerado por siglos como San Jorge, símbolo de resistencia, libertad y justicia.