Fernando vive un matrimonio tranquilo con María mientras tiene un lío con Julia. Una noche recibe la llamada de su amante diciéndole que acaba de atropellar a María. Un accidente, vamos, que no quería matarla, pero que necesita ayuda para deshacerse del cadáver. Desbordado por los acontecimientos, Fernando finge ante la policía que su mujer le ha abandonado, hasta que le entra una llamada de… ¿María?. Desde ese momento, Fernando cree escuchar e incluso ver a su mujer a todas horas y en todas partes. ¿Es el infierno de la culpa… o existe otra explicación?.