Doraemon y los dioses del viento está dirigida por el realizador japonés Tsutomu Shibayama, encargado de la dirección de buena parte de los largometrajes del gato robot. La película se ha doblado al castellano, catalán y euskera. Doraemon está presente en nuestros cines por quinto año consecutivo. Esta continuidad y las excelentes audiencias cosechadas diariamente por la serie de televisión lo confirman como uno de los personajes infantiles más populares de nuestro país.
El personaje
Doraemon es, sin duda, uno de los grandes personajes de la animación infantil actual. Fue creado en 1970 por Fujiko F. Fujio y sus aventuras se empezaron a serializar en las páginas de la revista japonesa Korokoro. Sus cómics se han recopilado en más de 45 tomos y 19 volúmenes especiales.
Su gran éxito inicial propició el salto a la televisión con una serie de animación, iniciada en 1973, que ya supera los 700 episodios y de la que se siguen produciendo nuevas entregas.
El famoso gato también ha protagonizado más de una veintena de largometrajes de los que, en nuestras pantallas, ya se han estrenado Doraemon y las mil y una aventuras (2001), Doraemon y los piratas de los mares del sur (2002), Doraemon y el imperio maya (2003) y Doraemon el gladiador (2004).
Por lo que respecta a las ediciones en vídeo y dvd, a estas cuatro películas hay que añadir tres lanzamientos que no han pasado por las salas de cine: Doraemon y el secreto del laberinto (2002), Doraemon y el tren del tiempo (2003) y Doraemon y el misterio de las nubes (2004).
Actualmente, todas las cadenas autonómicas y el canal Cartoon Network emiten diariamente las aventuras de este gato robot del siglo XXII que llega a nuestro tiempo para ayudar a Nobita, un niño vago y torpón que siempre trastea con los inventos que Doraemon saca de su bolsillo mágico y da lugar a las situaciones más insólitas y divertidas.
Entrevista al director Tsutomu Shibayama
- ¿Dónde se desarrolla la película?
Me costó bastante decidirme, hasta que al final elegí las montañas de Mongolia. Desde que rodamos "Doraemon y el imperio maya", que ocurría en América del Sur, no me había enfrentado a un reto tan entretenido en lo referente a la ambientación. El argumento de la película está basado en una historia original del manga dibujada por Fujko F. Fujio, titulada "Taifû no Fuuko" (Fuuko, la remolino).
- Los personajes usan varios artefactos de viento tan sencillos que resultan francamente originales.
Sí, son objetos que incluimos para que se viera con claridad cómo manipulaban el viento. La última escena de la batalla es un buen ejemplo de esto, cuando se ve a los Domadores del Viento usar el "Bun-bun" para darle más poder a Fuuko.
- Los molinos de viento de la película tampoco tienen nada que ver con los tradicionales molinos holandeses. Especialmente el molino del anciano. Al parecer, todos los vientos que después recorren el planeta tenían su origen en ese molino, ¿verdad?
Sí, iba a ser parte de la historia, pero si lo hubiéramos enfocado así, habría parecido que los habitantes de la aldea dominaban la naturaleza a placer y no era la intención. Así que el poder de los molinos se emplea para lo habitual: hacer correr el agua, moler el grano... incluso generar electricidad. Basta con mirar las naves de viento para caer en la cuenta.
- ¿Podría comentarnos algo acerca del yak gigante, el narrador de la leyenda que posteriormente se revela como clave de la historia?
Ah, sí, la historia de los pueblos que quieren vivir en esas montañas. Alguien tenía que desvelar los tres secretos y elegí a ese personaje para hacerlo.
- El yak aclara la relación que existe entre el pueblo del viento y los Tempestades. Los primeros viven en armonía con los vientos mientras que los segundos intentan dominarlos.
Los Tempestades formaron parte una vez de la gente del viento; solían ser un solo grupo pero se separaron. En el momento en que ocurre la película, se les podría considerar como una especie de ejército que comete fechorías en la montaña. Aunque en el fondo, no son malos. Sé que, viendo sus caras, parecen muy malos, pero salieron así por pura casualidad. Storm ha logrado ser jefe usándoles en su provecho.
- El diseño de Fuuko ha cambiado bastante con respecto al original. ¿A qué se debe?
En la historia original, Fuuko no era más un remolino de viento con un ojo en medio. Si la hubiera llevado tal cual a la versión animada, al moverse, habría parecido simplemente un ojo flotando en el aire. En el diseño final recuerda un poco a un fantasma, pero así resulta más tangible.
- Por si fuera poco, Fuuko se mete dentro de un peluche y continúa así durante el resto de la película...
Al principio pensamos en hacer que el peluche fuera una muñeca, una niña. Pero, en ese caso, Fuuko se hubiera interpuesto entre Nobita y Shizuka, así que lo cambiamos. Al final decidimos que, si fuera un peluche, resultaría un personaje francamente adorable.
- La relación de amistad entre Nobita y Fuuko lleva el peso de la película y está tratada con mucho cuidado...
Sí, así es. En un principio, los sentimientos de Nobita hacia Fuuko son los de alguien que quiere tener una mascota. Pero eso va cambiando poco a poco y su amistad se hace cada vez más profunda. Creo que la escena en la que Fuuko se lanza contra el dragón nos ha quedado muy emotiva.
¿Qué ha querido transmitir con "Doraemon y los dioses del viento"?
Bueno, lo que más me interesaba era la relación que se establecía entre Nobita y Fuuko. En ningún momento se trata de una historia de amor pero, aun así, entre ellos existe un vínculo importante.