Cinemanía > Películas > Atrapados en Chernóbil > Comentario
Destacado: Ryan Gosling protagoniza junto a Emily Blunt 'El especialista'
  Atrapados en Chernóbil  (Chernobyl diaries)
  Dirigida por Bradley Parker
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

"Atrapados en Chernóbil" es una historia original de Oren Peli, quien previamente aterrorizó a los espectadores con el innovador thriller, "Paranormal Activity".

Brad Parker debuta como director cinematográfico con "Atrapados en Chernóbil". Guión de Oren Peli y Carey Van Dyke y Shane Van Dyke, basado en una historia de Peli. Peli es además productor de la película junto con Brian Witten. Con Richard Sharkey, Rob Cowan, Andrew A. Kosove, Broderick Johnson, Allison Silver, Milan Popelka y Alison Cohen como productores ejecutivos.

Película protagonizada por Devin Kelley, Jonathan Sadowski, Ingrid Bolsø Berdal, Olivia Taylor Dudley, Jesse McCartney, Nathan Phillips y Dimitri Diatchenko.

Entre bastidores, colaboran con Parker, Morten Søborg, director de fotografía; Aleksandar Denic, diseñador de producción; Stan Salfas, editor; Mark Forker, supervisor de efectos visuales, y Momirka Bailovic, diseñadora de vestuario. Música de Diego Stocco.

República Socialista Soviética de Ucrania, 26 de abril de 1986: Estalla el reactor número cuatro de la Central Nuclear de Chernóbil, liberando a la atmósfera contaminación radioactiva superior a la de 400 bombas atómicas. Se trata de la fusión de un reactor nuclear de proporciones catastróficas, la peor de este tipo en la historia, un suceso de Nivel 7 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares.

La cercana ciudad de Pripyat, donde habitan los trabajadores de la central y sus familias, se evacúa durante la noche, quedando abandonados la mayoría de bienes en las casas, fábricas, parques de atracciones, colegios y tiendas que dan servicio a los casi 50.000 habitantes. Inicialmente se pensó que sería una situación temporal.

No fue así. Actualmente, Pripyat sigue estando desierta…


Bienvenidos al Viaje Extremo de Uri
Europa del Este, en la actualidad: seis veinteañeros de vacaciones contratan una excursión "extrema" a la abandonada ciudad ucraniana de Pripyat. A pesar de estar prohibida la entrada, su guía, con un contador Geiger en mano, les conduce hasta la zona desierta pidiéndoles que no se alejen.

"Atrapados en Chernóbil" es la creación del escritor/productor, Oren Peli, quien anteriormente encontró el éxito en el género de terror con la increíblemente popular, "Paranormal Activity". Se volvió a inspirar en ese tema mientras realizaba una actividad diaria, navegar por internet, justo en el momento en que se producía algo que le ocurría frecuentemente, oír ruidos extraños en su casa nueva. "La idea se me ocurrió cuando vi un blog con fotos de una chica pasando en moto por Pripyat", recuerda Peli. "Era la primera vez que oía hablar de Pripyat y de que se evacúo durante la noche, dejándola tal cual, como una especie de ciudad fantasma que dejó huella en el tiempo y en la historia, básicamente igual excepto por los efectos de la naturaleza y de los animales salvajes. Pensé que el lugar era sobrecogedor, precioso, cautivador y a la vez algo entristecedor, y que podía ser un escenario perfecto para una película muy escalofriante".

Comentó la idea con su colega, el productor Brian Witten, quien recuerda, "En cuanto Oren me mencionó la idea, me fui a casa y busqué información sobre Pripyat en internet. La historia y lo que vi me conmovió y, entusiasmado, animé a Oren a seguir adelante".

"Gracias a la investigación que realicé pude descubrir que había rumores de que algunas personas se habían negado a abandonar la ciudad y se habían quedado a pesar de los riesgos de la elevada radiación. Así que esa idea, más las pruebas de la fauna que deambula en libertad sin la intromisión de seres humanos, me hizo pensar qué podría pasar durante una visita "extrema" a Pripyat", comenta Peli.

El turismo extremo, también conocido como turismo de riesgo, es un sector con posibilidades que implica viajar a lugares tan peligrosos como montañas, desiertos o cuevas. También puede incluir participar en actividades de riesgo, como nadar con tiburones o hacer puenting sobre una catarata. Cuanto mayor es el riesgo, mayor es la descarga de adrenalina.

"Es para gente que no se conforma con ir a museos o disfrutar del paisaje desde el asiento de un autobús. Quieren emociones. Quieren poner en riesgo su vida haciendo locuras que el 99 por ciento de la población preferiría no hacer nunca", comenta Peli.

En Ucrania, Pripyat, gracias a su historia y a estar muy cerca del tristemente célebre reactor de Chernóbil, es uno de los destinos más frecuentados. "Hay que ir con una visita organizada", explica Peli. "Te llevan en coche, sales del coche y paseas un par de horas. El guía sabe qué zonas son más seguras y qué zonas están restringidas y lleva un contador Geiger para asegurarse de que nadie está cerca de una zona con altos niveles de radiación".

"Dicen que la cantidad de radiación a la que estás expuesto, si pasas allí unas horas, es menor que a la que estarías expuesto en un vuelo de Los Ángeles a Londres", añade Witten.

Peli combinó las inolvidables imágenes del pasado de Chernóbil con el moderno concepto de turismo extremo para crear su nueva película de suspense y terror.

Al principio de la película, vigilantes armados alejan al grupo del lugar diciendo al guía que está cerrado por mantenimiento. Sin dejarse intimidar, y decidido a hacer que el grupo saque provecho de lo que ha pagado en lugar de devolver el dinero, les lleva por un camino apartado y sin vigilancia. Tras pasar unas horas explorando la fascinante ciudad abandonada, intentan marcharse, pero, por desgracia, la furgoneta no arranca y no pueden salir. Y, cuando se hace de noche, descubren que con ellos hay algo o alguien más,


¿Seguro que estamos solos?
Cuando Peli tuvo la idea más clara, Witten y él pidieron al director, Brad Parker, que se uniera al proyecto, junto con el equipo de guionistas formado por Carey y Shane Van Dyke, quienes escribieron el guión con Peli.

"Tras nuestra primera reunión supimos que era Brad quien debía hacerlo. Aunque nunca había dirigido una película, tenía una idea clara de cómo lo haría", comenta Witten.

"Cuando Oren describió por primer vez "Atrapados en Chernóbil" supe que era un proyecto en el que me gustaría participar", afirma Parker. "Tengo una colección de fotografías de lugares fascinantes que me gustaría filmar algún día y Pripyat ocupaba uno de los primeros puestos de la lista. Cuando analizamos la historia, el escenario y el estilo de la película, todo encajó".

"Quería hacer una película que entusiasmara a los espectadores y que no se quisieran marchar hasta los créditos finales. El Pripyat de nuestra historia es un lugar inquietante. La idea de estar allí solo y de noche es espantosa, pero no estar solo es aterrador", añade Parker.

Peli, conocido por el estilo de cinematografía de "metraje encontrado", quería sacar provecho del realismo de la idea en sí, pero a la vez mostrar algo diferente. "Decidimos rodarla casi con un estilo documental". Con ese propósito, comenta Peli, "hicimos que los actores improvisaran muchos de sus diálogos. De hecho, gran parte del guión se tomó de las improvisaciones que hicimos en los ensayos a fin de crear un ambiente muy auténtico para la película".

Los cineastas plasmaron el elemento sorpresa incluso en el decorado, con frecuencia dejando a oscuras a los actores como en algunas de las situaciones sobrecogedoras que aparecen en la película, a fin de captar su reacción natural ante los aspectos más aterradores de la historia. Parker opinaba que esa técnica, junto con los personajes, sin amparo, en un lugar remoto y con una amenaza desconocida, "incrementaría el terror a niveles máximos. Creía que un punto de vista personal absorbería más a los espectadores", cuenta Parker.

Dado que la película está ambientada en un lugar real, la autenticidad era especialmente importante incluso en el trayecto hasta la desolada ciudad. "Viajan hasta Pripyat en esa extraña furgoneta, una UAZ, un antiguo vehículo militar ruso. De hecho, teníamos dos, una para viajar y para las tomas normales y otra que tuvimos que empujar varias veces, y eran bastante espantosas…en el buen sentido. El motor está dentro del vehículo, entre el conductor y los asientos delanteros de pasajeros, y huele como a gasolina. Sin embargo, en seguida te haces una idea de la época y del lugar y tienes la sensación de estar en terreno desconocido", comenta Peli.

Para aumentar el realismo, se rodó en Europa del Este, en Belgrado, en Serbia, y a las afueras de Budapest, Hungría. "Había que crear dos mundos", comenta Aleksandar Denic, diseñador de producción, "el mundo contemporáneo actual, en el que comienza el viaje, y un mundo congelado en el tiempo, abandonado al proceso de descomposición. Era importante representar este estado de un modo lo más realista posible, incluso hiperrealista, de manera que provocara malestar y a la vez sirviera de sólida base para desarrollar la trama".

"Rodamos en esos túneles tan claustrofóbicos que hay debajo de Belgrado que se dice que fueron una base secreta nazi del frente africano durante la Segunda Guerra Mundial", afirma Witten.

"Aleksandar realizó un trabajo fantástico haciendo que una fábrica de tractores serbia y una base del ejército del aire húngaro desmantelada parecieran Pripyat", comenta el director, Parker. "La gente podría creer que realmente rodamos allí. Su trabajo es extraordinario".

La investigación que llevó a cabo Denic reveló un lugar desolado con escasos signos de que antiguamente hubiera vida, lo que le ayudó a crear las imágenes adecuadas para la historia. "Con frecuencia las emociones intensas arraigan en la niñez, así que a fin de evocar esos sentimientos en nuestros personajes, incluimos muñecos y juguetes rotos, ropa de niños, coches de choque muy deteriorados y la dura imagen de la noria que todavía aguanta como símbolo de la tragedia que asoló la ciudad".

Para recrear ese icono concreto del escenario, el equipo de Denic construyó la parte inferior de la noria, la parte delante de la que se colocan los personajes para hacerse una foto, mientras que el equipo de Mark Forker, supervisor de efectos visuales, creó digitalmente el resto de la estructura.

Parker, que tiene experiencia en efectos visuales y quería usarlos con moderación en la película, volvió a echar mano de su colaborador de siempre, Forker. "Mark es alguien en quien puedo confiar si quiero soluciones inteligentes y meditadas a problemas difíciles y alguien con quien puedo contar para conseguir efectos fotorrealistas".

Forker estaba deseoso de participar en la película. "Me encantó la idea de tener una base histórica y una idea documental combinadas con los aspectos puros de una película de suspense/terror".

Además de mejorar los decorados y los exteriores visualmente, el equipo de efectos visuales también mejoró el trabajo que hizo el departamento de maquillaje y no sólo en los actores humanos. "Hicimos algún trabajo en unos cuantos perros para que aparecieran con cortes, con poco pelo, con magulladuras y con el pelo enmarañado", cuenta Forker.

Los perros a los que se refiere Forker están entre los animales que se alimentan de lo que encuentran en las tierras de Pripyat. Para estos perros, media docena de turistas resultan muy apetitosos.

"Contábamos con unos cuantos perros de presa de las fuerzas especiales serbias, realmente buenos, que podían parecer muy, muy fieros", comenta Peli sonriendo. "Tenían muy buenos adiestradores, pero aún así nos daban un poco de miedo. Parecían bastante crueles, como si te estuvieran tomando el pelo. Podrían hacerte daño fácilmente si quisieran".

El equipo canino no era el único elemento desconcertante en plató. Aunque en general hacía buen tiempo, el rodaje se realizó en noviembre y, por lo tanto, hacía mucho frío. "Hacía un frío que pelaba", asiente Peli con la cabeza. "Todo el equipo iba súper abrigado y se arrimaba a los radiadores, sin embargo, los actores tenían que tumbarse en el suelo en medio de la noche durante horas, a pesar de que estábamos a unos 7º bajo cero. Fueron bastante comprensivos en este sentido".

Morten Søborg, director de fotografía, de quien Parker comenta "es un maestro del silencio y de la fotografía ingeniosa y un verdadero artista. Dudo que hubiera podido rodar tomas tan largas, en lugares tan difíciles y de una forma tan maravillosa, con otra persona", se encargó de captar todo esto con la cámara.

El equipo que reunieron Peli y Witten, tanto delante como detrás de las cámaras, merece todos sus elogios. "Brad y Morten y el resto del equipo son geniales. Realmente captaron las sensaciones que estábamos buscando", comenta Peli. "Desde el momento en que los personajes entran en Pripyat, sólo ves lo que ellos ven y sabes lo que ellos saben, así que formas parte de la excursión, parte de la aventura. Brad supo captar realmente esa sensación de improvisación y naturalidad que queríamos y creo que los espectadores vivirán el miedo que viven los personajes en pantalla".

"Toda esa paranoia que empieza a hacer mella cuando se dan cuenta de que se han quedado tirados, que están solos, que básicamente "la han cagado"", continua Peli. "Nadie viene a ayudarles y hay algo ahí afuera que quiere atraparles, aunque no saben qué es o cómo defenderse. Las cosas van empeorando cada vez más, lo que significa, que con un poco de suerte, para los espectadores irán mejorando cada vez más".