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Mesa para dos - con Lichis

Pop-Rock

Fecha de publicación del disco: 11 de octubre de 2019

Mesa para dos
Trompas de Eustaquio
Loquillo
Canción maldita
Nudo sur
Batscafo verde

EP
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Mesa para dos es un EP conjunto de Rubén Pozo y Lichis.

El 30 de mayo de 2018, se supo que Rubén y Lichis estaban ensayando juntos. "Tanto Rubén como yo hemos iniciado nuestras carreras en solitario en un momento en el que nada invitaba a hacerlo: o música independiente o revival, y no estamos ni en un lado ni en el otro. Nuestros conciertos no son de Pereza y de La Cabra Mecánica, son nuestros dos proyectos en solitario mezclados. Creo que es una apuesta romántca: la cabeza y la cuenta bancaria te piden una cosa, pero el corazón te obliga a hacer otra", contaba Lichis en Efe Eme. La gira 'Mesa para dos' tuvo el festival Sonorama Ribera (Aranda de Duero) en agosto de 2018 como primera parada principal.

"El primer corte, Mesa para dos, se presentó en sociedad en el Late Motiv de Andreu Buenafuente. Es muy perceptible el toque de Rubén («corre, corre, corre... Don't look back!») y el estilo de Lichis en la canción. Los dos forman la letra, pero la música es de Lichis, y eso se nota en la cadencia; las guitarras suenan de doce cuerdas, pero son de seis; el efecto está causado por algunas frases harmonizadas y otras en octava. Continuando con el orden, es el turno de Trompas de Eustaquio. Rubén es aquí el protagonista, el primero en empezar la canción después de una guitarra sostenida: «Quisiera recordar mañana... todo lo dicho. Quedarán solo patadas... contra mí mismo». Es un tema éste al que hay que darle su tempo; llega a explotar, pero necesita paciencia. Rubén Pozo brilla aquí, es uno de sus (muchos) buenos momentos. Después está Loquillo. Tal y como cuenta el autor del tema, Lichis, «no es ningún recado ofensivo a Loquillo», sino una refexión «sobre la inseguridad»: «lo que significa ser hombre o el retrato del rockero como macho alfa y suicida [...] en un negocio tan neoliberal y tan cruel como éste, en el que no hay lugar a la duda y todo tene que ser la sonrisa y la seguridad en uno mismo o la empata». Luego, con Canción maldita, sigue habiendo rock and roll, pero ahora con un estilo más Rolling Stones. Aunque comparten voces, es terreno de Rubén: el momento del pantalón pitillo y la camiseta de rayas. Equilibrar el repertorio de un álbum no es tarea sencilla, y más cuando se comparte autoría de los títulos. En el caso de Rubén y Lichis no hay problema; las canciones de uno y otro son reconocibles, pero se miden por igual haciéndose coros, en la adaptación de la voz a una canción que le es en parte ajena. Nudo sur es Lichis, horas muertas en el Cercanías. Y con Batscafo verde se acaba el trayecto. El tren contnúa su camino, pero ya fuera de servicio, al menos hasta el momento. Se aleja a ritmo de reggae, con el órgano Hammond de César Pop. Esta colección de canciones dura un viaje -en vagón- que va desde el centro hasta Alcalá, Leganés, Móstoles o Alcorcón, en el exilio, donde todo parece más lejano, viendo la vida pasar esperando un tren en el ocaso del extrarradio".

Canciones (letra, audio, vídeo)

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