Maximillian Johnson ofrece una interpretación arrolladora gracias al papel de Stan. Formado a través de clases privadas y en el teatro juvenil, Maximillian aporta encanto cómico y una vulnerabilidad desgarradora al papel.
Stan empieza siendo el graciosito del grupo, pero según va desarrollándose la historia, la situación empieza a hacer mella. Con su interpretación da buena cuenta de cómo se va transformando su personaje con precisión y sensibilidad, mostrando la inocencia perdida y la confusión que siente este joven al enfrentarse a una situación a todas luces incomprensible. Transmite sinceridad, realismo y sensibilidad.