Las películas basadas en videojuegos más destacadas

Los videojuegos se han convertido en uno de los sectores más potentes en la actualidad. Cuentan con muchos seguidores y la tecnología ha brindado la posibilidad de hacer cosas que antes eran impensables en las pantallas. No es de extrañar que algunos de ellos sean todo un fenómeno de masas y que su impacto vaya más allá de la videoconsola. Así pues, aprovechando el interés que generan en la sociedad, algunos de ellos se han convertido en obras cinematográficas. A continuación, repasaremos aquellos videojuegos cuyo salto a la gran pantalla parecía inevitable.

Una de las películas pioneras y que sentó un precedente en este sentido es Street Fighter, la última batalla. Este film de 1994 tenía como clara referencia el clásico de las máquinas recreativas. Fue un éxito en taquilla, aunque no tan valorado por la crítica especializada, y se notaban las limitaciones tecnológicas de entonces en los momentos que requerían de más acción. Para el recuerdo ya queda Jean-Claude Van Damme poniéndose en el papel del coronel William F. Guile.

Y qué comentar de todo un clásico de este siglo, Lara Croft: Tomb Raider. Estrenada en 2001 y con Angelina Jolie interpretando a la protagonista, transportaba a los espectadores a explorar ruinas de civilizaciones perdidas y a enfrentarse a mil peligros distintos. Fue la primera de una secuela que se basaba en las historias de un videojuego con el mismo nombre cuyas aventuras eran protagonizadas por una atrevida arqueóloga británica que no conocía límites.


Ambientaciones únicas
Centrado en un mundo fantástico y con más de 173 títulos en todas las videoconsolas, Final Fantasy también tiene su obra cinematográfica. Esta fue Final Fantasy: La fuerza Interior, estrenada en 2001. Con unos efectos especiales muy bien resueltos, lleva al espectador al año 2070, después de una invasión alienígena. Mantuvo una estructura similar a la de los títulos para consola, algo muy valorado por sus fans, aunque dejó sensaciones contradictorias por el guion de la historia relatada.



Si hay una saga que destacó por sus apasionantes y logradas ambientaciones y que tuvo relación desde sus inicios con el mundo cinematográfico, esta es Assassin’s Creed. El segundo título del videojuego contó con la versión animada de la actriz Kristen Bell interpretando a Lucy Stillman, siendo así una de los pocos famosos que aparecen en videojuegos y representando la creciente unión entre cine y juegos. En 2016 se cambiaron las tornas y salió el film con un reparto muy destacado, con nombres como los de Michael Fassbender, Marion Cotillard y Jeremy Irons.

Sin salir del campo de las aventuras, es de especial mención Prince of Persia: Las arenas del tiempo. Este príncipe, que se dejó ver en varias consolas y con ediciones diferentes, dio el salto a la gran pantalla en 2010. El argumento cambió ligeramente al del juego, pero destaca la gran acción que acompaña al espectador a lo largo de la historia que, además, cuenta con algunos efectos especiales más propios de los videojuegos que del cine.

Con una temática muy diferente, del género horror de supervivencia, salió el título Silent Hill. Tal fue impacto en la industria, que generó libros, sobre todo cómics, y dos películas; la primera en 2006 y la segunda en 2012. En ambas se consiguió transmitir el terror psicológico que buscaban los títulos para videoconsola y cabe destacar que tenían como punto de partida un sitio tétrico, un centro psiquiátrico en una ciudad prácticamente desértica.


Adrenalina en estado puro
Doom es uno de los pocos videojuegos de disparo en primera persona que tiene el honor de haber dado el salto a los salones de cine, algo no muy habitual en este tipo de categorías en la que el protagonista, un marine estadounidense, debe luchar contra criaturas del inframundo. Este mismo argumento es el que se puede ver en el film Doom: La puerta del infierno, con una gran dosis de violencia y de acción, con nombres en el reparto como Karl Urban o Dwayne Johnson.



Terminamos este repaso con uno de los referentes en cuanto a conducción: Need for Speed. Cuenta con más de 30 títulos de videojuego y con una película con el mismo nombre estrenada en 2014. Fue todo un éxito en taquilla, y relataba la historia de un mecánico y corredor de calle que debe competir para solucionar sus problemas personales. El protagonista es Aaron Paul, con permiso del Ford Mustang Shelby, uno de los principales atractivos.