Cinemanía > Películas > Yuku y la flor del Himalaya > Comentario
Destacado: Kingsley Ben-Adir es el protagonista de 'Bob Marley: One love'
Yuku y la flor del Himalaya cartel reducidoYuku y la flor del Himalaya(Yuku et la fleur de l'Himalaya)
Dirigida por Arnaud Demuynck, Rémi Durin
¿Qué te parece la película?

Ganadora del premio a la Mejor película infantil en los Cinekid Award (2022).

YUKU Y LA FLOR DEL HIMALAYA es una comedia donde la música juega un papel fundamental a lo largo de la aventura que la ratoncita Yuku emprende en busca de la flor de la luz eterna que ha prometido a su abuela. Con este musical que incluye swing, ska, hip hop, funky y rock, el autor presenta imágenes, sonidos y emociones que desea que queden grabadas en la memoria de los espectadores y de las espectadoras a la manera de los filmes de animación de su infancia.

"Yuku, la heroína del filme, se da cuenta de que la música ofrece el poder de hacer amistades, de expresar los sentimientos, de aliviar la tristeza y de mostrar la indignación... Con el ukelele que le ha entregado su abuela, cautiva a todo el mundo tocando y cantando diferentes ritmos y estilos musicales y contagia el deseo y las ganas de bailar" - Arnaud Demuynck.


Premios y festivales
· Premio a la Mejor película infantil en los Cinekid Awards (2022)
· Premio a la Mejor película otorgado por el jurado infantil del Riga International Film Festival (2022)
· Premio de la prensa en el File’MON International Film Festival de Bruselas (2022)
· Annecy Animated Film Festival (2022)
· Festival de Sevilla (2022)
· Mi Primer Festival de Barcelona y Madrid (2022)


Un musical muy alegre
Las canciones de Yuku

Yuku, la heroína del filme, se da cuenta de que la música ofrece el poder de hacer amistades, de expresar los sentimientos, de darle la vuelta a la tristeza y de mostrar la indignación...

Con el ukelele que le ha entregado su abuela, cautiva a todo el mundo tocando y cantando diferentes ritmos y estilos musicales y contagia el deseo y las ganas de bailar.

Con una canción de ska muy pegadiza, Yuku embruja al gato que vigila la cocina. Con un blues, libera de la melancolía a la rata que guarda el foso y transforma en amistad lo que parecía un peligro. También fascina al conejo y le ayuda a deshacerse del tartamudeo cuando le invita a cantar y a mostrar su indignación con un rap feroz. Desbloquea la memoria de la ardilla con un swing espectacular y gracias al baile encuentra el lugar donde había escondido las avellanas. Yuku, incluso, se hace amiga de una raposa poeta y la ayuda a escribir versos rimados para una canción bucólica y filosófica. Todas estas nuevas amistades la ayudarán a huir

del lobo. Además consigue que este temible predador cante y baile un boogie-woogie muy introspectivo. Pero a pesar de ese talento cautivador, Yuku no podrá cambiar la actitud del lobo, porque éste siempre ha tenido su papel en los cuentos desde tiempos inmemoriales…

En este filme, cada canción refuerza la identidad de los personajes. El autor y guionista quiso utilizar un vocabulario rico tal y como había hecho previamente en Le parfum de la carotte para ampliar el aprendizaje lingüístico del público más joven y para deleitar la imaginación del público adulto.

Con un ska muydivertido, un blues conmovedor, un rap alocado, un swing digno del rey Louie (haciendo un guiño al Libro de la selva), una balada filosófica y un boogie-woogie, el filme invita a todo el público a cantar y bailar en sus asientos. Con este musical, el autor presenta imágenes, sonidos y emociones que desea que queden grabadas en la memoria de los espectadores y de las espectadorasa la manera de los filmes de animación de su infancia.


Personajes

Yuku
Yuku es la mayor de una familia de ratoncitas que vive en los sótanos de un castillo habitado por seres humanos. A su madre le gustaría que recogiera comida de la cocina, pero Yuku, que es un poco traviesa y muy inteligente, sigue los pasos de su abuela para sucederla como cuentacuentos, que se expresa a través de las historias y de la música.

Yuku hereda el instrumento musical con el que acompaña a su abuela a la hora del cuento, un ukelele que parece inofensivo pero que, en realidad, tiene un gran poder que le ha otorgado su abuela: el de cautivar a sus enemigos y, sobre todo, el de hacer nuevas amistades. Con la fuerza de este nuevo don, Yuku decide emprender un viaje hacia el pequeño puente del Miedo para buscar la flor del Himalaya, la flor de la luz eterna, para llevársela a su abuela antes de que el topo ciego la venga a buscar y tengan que despedirse de ella para siempre.

La abuela
La abuela es una gran cuentacuentos, la guardiana de la biblioteca centenaria y, además, representa la sabiduría de la familia de las ratoncitas.

Cada día, a la hora del cuento, tranquiliza a los ratoncitos y a las ratoncitas con su voz y les plantea adivinanzas para que las resuelvan.

La abuela es muy juguetona y ve en Yuku a su heredera espiritual, una jovencita capaz de seguir su camino.

El gato de la cocina
Para salvar a su madre de las garras del gato, Yuku utiliza el poder del ukelele por primera vez sobre este minino.

Distrae al gato con el ritmo de la música y con halagos y ambos cantan el «Ska del gato rufián». Pero comete un error de principiante, y un momento en el que Yuku lanza un farol, se rompe el hechizo y el gato vuelve a perseguir a las ratoncitas. Toda la familia logra salvarse, pero la biblioteca queda destrozada durante la persecución.

A raíz de este desastroso evento, la anciana cuentacuentos anuncia a su familia que pronto deberá acompañar al topo ciego a los confines de la tierra para reencontrarse con sus antepasados.


Los personajes del viaje de Yuku

La rata del foso, la guardiana de la frontera
Es el primer personaje que Yuku encuentra en su camino. Las ratas tienen mala fama y no son muy apreciadas entre los ratones porque les dan mucho miedo. Estos grandes roedores habitan en las profundidades del castillo, una zona prohibida para los ratones, pero Yuku debe pasar por ahí para poder iniciar su viaje. Se topa con la rata, la guardiana de la frontera, que no es muy peligrosa y está siempre melancólica. Yuku le enseña a cantar blues y le hace perder el miedo y la tristeza. Se hacen muy amigas, la rata vuelve a ser alegre y simpática y será una gran ayuda a la hora de cruzar el foso tanto a la ida como a la vuelta.

El cuervo
Vigila la explanada que Yuku debe atravesar para ir del castillo al bosque. Es carroñero y se alimenta de animales muertos. Pero también persigue a especies desorientadas o imprudentes. Además, a los cuervos no les gustan demasiado las canciones.

El conejo
El conejo también vive en la explanada, y su madriguera está escondida detrás de un gran matorral. Es muy rápido y muy hábil a la hora de esquivar la gran cantidad de flechas que le disparan desde el castillo pero, a la hora de hablar, tiene un pequeño tartamudeo. El estrés que le provoca ser una presa de caza podría ser la causa de esa dificultad a la hora de hablar. Yuku se da cuenta de que el conejo habla con cierta musicalidad y que, además, habla en rima. Con la ayuda de su ukelele, consigue que rapee y, cuando canta, ¡el tartamudeo desaparece! Hacen amistad enseguida y el conejo guía a Yuku por los túneles laberínticos de su madriguera que le permiten llegar al bosque por un camino más seguro. El conejo también tendrá un papel clave en el viaje de regreso.

La ardilla
Cuando Yuku se pierde en el bosque, encuentra una ardilla preocupada que salta de una rama a otra, de un árbol a otro, y que va arriba y abajo para ver si encuentra el escondite donde guardó unas avellanas. La agilidad sorprendente de la ardilla inspira a Yuku, que le canta un swing, y ambas bailan mientras se dejan llevar por la música.

Bailar es tan divertido que la ardilla se relaja, recupera la memoria y consigue encontrar todos los escondrijos de avellanas que tenía. Yuku ya ha hecho otra amistad con quien compartir una buena comida. Ésta le ofrece un refugio para pasar la noche y, a la hora de la verdad, también le echará una mano inesperada.

La raposa
Esta depredadora es más poeta que cazadora. Pasea y canta entre los árboles mientras busca setas y castañas. Intenta encontrar versos que rimen, y la ratoncita intrépida le susurra unas líneas mientras la acompaña con el ukelele. A este animal carnívoro le gusta más la balada que componen que una buena comida de carne de ratón. La raposa acompaña a Yuku hasta el pequeño puente del Miedo y, por suerte, no se aleja mucho para asegurarse de que su nueva amiga Yuku vuelve de su viaje.

El lobo
Es un personaje ambivalente. Es consciente de su misión desde el origen de los tiempos: debe asustar a todo el mundo, pero eso no le gusta demasiado. Al lobo le gustaría conocer a otros lobos y formar una familia. Le acaba haciendo esta confesión a ritmo de boogie-woogie a Yuku mientras ella toca el ukelele. Pero después de esta breve distracción musical, que Yuku esperaba que le sirviera para huir, el lobo recuerda cuál es su misión y su destino como predador.

La flor del Himalaya
Esta planta balsamina es originaria del Himalaya y es el tesoro que busca Yuku. Ahora también puede encontrarse en Europa y ha desarrollado una técnica muy inteligente para reproducirse. Contiene las semillas en unas pequeñas cápsulas alargadas de color verde y algo hinchadas que salen entre sus flores melíferas. Cuando los insectos polinizadores se ponen encima (o cuando los niños y las niñas las tocan ligeramente), estas cápsulas estallan y las semillas salen disparadas y se esparcen rápidamente en todas direcciones.

Esta impetuosidad es el motivo por el cual es conocida como la planta «impaciente» por los botánicos y como la «flor explosiva» por los niños y las niñas. Después de la persecución con el lobo, a Yuku no le quedan muchas semillas, pero sólo hace falta una para revivir a la flor de la luz eterna que brota en el techo del mundo.


Las adivinanzas. En la hora del cuento
Por Arnaud Demuynck

¿Qué es una adivinanza?
Es un enigma, por supuesto. Pero además de la adivinanza en sí, también es importante que ésta se formule de forma creativa. Que la pregunta de la adivinanza sea retorcida, rebuscada ycríptica es parte de la investigación antes de encontrar la respuesta y los juegos de palabras hacen que la búsqueda sea más complicada y divertida, aunque la respuesta sea «sencilla» en comparación con el enunciado de la adivinanza. Lo entendemos claramente cuando descubrimos la solución, la «respuesta» del enigma. Aunque la opacidad del enunciado es probablemente más interesante que la respuesta. En las culturas orientales, muchos sabios transmiten su conocimiento con definiciones que parecen ininteligibles a la primera escucha para fomentar este proceso de investigación que es más interesante que encontrar la respuesta final. El enunciado enrevesado debe hacer su camino, debe digerirse poco a poco y repetidamente hasta el final.

Es la mejor forma de exprimir el significado de las palabras.

El primer enigma que propone la abuela es un buen ejemplo de ello. Juega con la oposición de conceptos: «Cuanto mayor soy, menos me veis». Es una contradicción desconcertante e inquietante. Evoca secretamente la oscuridad, donde la mirada se pierde cuanto más profunda es. Al mismo tiempo, da una pista: «Sabrá la respuesta si cierra los ojos». Es evidente que cuando cerramos los párpados, todo está oscuro. Pero después de la pista, la abuela juguetona intenta despistar a las ratoncitas: «Cuando el cuento haya terminado, ya lo habrás adivinado». Las intenta despistar a la hora de encontrar la respuesta con otra pregunta, otra invitación, el cuento en sí, que alargará el viaje.

Este enigma sirve para comenzar «la hora del cuento».

El segundo enigma de la abuela es un eco del primero. Cuando dice «la que parece más alejada está cerca de ti». Esto era cierto con la oscuridad y todavía lo es más con la luz. Porque esta flor es luz. La luz que se enciende cuando escuchas la música del corazón.

Yuku es la sucesora de la abuela. El primer acertijo que le plantea al conejo es una especie de «doble» enigma como el de la abuela, pero con su propio estilo. «No sabes dónde estás, cuando tú estás.» Yuku muestra su personalidad cuando dice: «Nada se ve si dejas de andar, pero el camino se abre a tus pies si decides avanzar». ¿No es ésta la decisión que ha tomado en el filme? Yuku avanza en el cuento y el camino se abre por delante. Cuando se detiene, no ve, y por eso decide avanzar, «para ver».

El segundo acertijo que propone a la raposa también liga con su canción: «Ya lo fui ayer y lo volveré a ser mañana. ¿Quién soy?». La respuesta siempre está «ante nuestros ojos», como la noche, como la niebla, y «cerca de nosotros», como la flor. Por supuesto que es lo más cerca posible de nosotros, ya que la respuesta es «hoy».

¿Y si la respuesta de estas cuatro adivinanzas fuera siempre la misma? Es un llamamiento al presente, a saber ver la felicidad que tenemos delante, al «carpe diem» de la canción de la raposa y que vuelve a sonar al final del filme, esta vez cantada por Yuku y después coreada por sus hermanas cuando la abuela las ha dejado. Cuando se está yendo, la abuela las mira porúltima vez mientras escucha las primeras palabras de Yuku y sonríe porque siente que la han entendido, que el «mensaje» les ha llegado, se ha transmitido y el relevo está asegurado, el cuento ya puede volver a empezar.

Hay que subir hasta la cima del Himalaya para entender que la felicidad se encuentra frente a nuestros propios ojos. Hallamos cuatro veces la misma respuesta a todos los acertijos aunque parezcan muy diferentes. Las formulaciones juegan con las palabras, los sentidos y el espíritu para seguiradelante en elcamino. Elcamino que, cada vez, nos conduce a nosotros y a nosotras mismas.