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Argylle cartel reducidoArgylleDirigida por Matthew Vaughn
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La mente de Matthew Vaughn (la franquicia Kingsman, Kick-Ass: Listo para machacar) nos trae ARGYLLE, un thriller de espías de humor ácido que transcurre alrededor del mundo y va más allá de la realidad.

El reparto incluye a Henry Cavill (The Witcher); John Cena (Fast & Furious X); la oscarizada Ariana DeBose (West Side Story); la superestrella del pop Dua Lipa, ganadora de un Grammy (Barbie); el ganador de un Emmy y nominado a un Oscar Bryan Cranston (la serie “Breaking Bad”); la famosa cómica ganadora de un Emmy Catherine O’Hara (la serie “Schitt’s Creek”); Sofia Boutella (Kingsman: Servicio secreto); y el legendario Samuel L. Jackson. Chip, el gato de la supermodelo Claudia Vaughn (de soltera Schiffer), encarna a Alfie.

Dirige ARGYLLE, Matthew Vaughn a partir de un guion de Jason Fuchs (Wonder Woman). Los productores son el propio Matthew Vaughn, Adam Bohling (la franquicia Kingsman), Jason Fuchs y David Reid (la franquicia Kingsman). La producción ejecutiva corre a cargo de Adam Fishbach, Zygi Kamasa, Carlos Peres y Claudia Vaughn.


LA HISTORIA DETRÁS DE LA HISTORIA
En 2020, durante el confinamiento, el visionario cineasta Matthew Vaughn – director y productor de las películas The Kingsman, Stardust, Layer Cake: Crimen organizado, y productor de Snatch: Cerdos y diamantes, Lock & Stock, Rocketman y Tetris – estaba en su casa a las afueras de Londres cuando decidió dar clases de cine a su esposa Claudia Vaughn (Schiffer de soltera) y sus dos hijas, que tenían entonces diez y quince años. “Estábamos en pleno confinamiento, era una oportunidad única para que vieran películas que sería imposible en otro momento”, explica. Les enseñó la comedia adolescente Todo en un día, rodada en 1986 por John Hugues, pero la película que más les impresionó fue la comedia de aventuras Tras el corazón verde, de Robert Zemeckis, con Michael Douglas y Kathleen Turner. “Fue un auténtico éxito”, recuerda Matthew Vaughn.

A continuación les enseñó la clásica Con la muerte en los talones, de 1959, dirigida por Alfred Hitchcock, en la que un hombre corriente (aunque con un tremendo parecido a Cary Grant) se ve envuelto en una extraordinaria aventura de espionaje, y a sus hijas les encantó. “Entonces se me ocurrió que quería hacer una película así para mis hijas”, dice el director.

Lo curioso es que la respuesta – o mejor dicho, la génesis de la respuesta – no tardó en aparecer en su mesa de despacho como un manuscrito aún sin publicar en torno a una historia de espías de un autor totalmente desconocido. En palabras de Matthew Vaughn, la novela de Elly Conway, Argylle, era el mejor thriller de espías que había leído. Pero la estructura de la novela era muy clásica, se centraba en un joven agente secreto llamado Argylle, y Matthew Vaughn es cualquier cosa menos un cineasta clásico. Desde siempre se ha servido de material literario como de un barranco desde el que lanzarse para realizar saltos creativos, atrevidos y, a menudo, tan asombrosos como inesperados, y ARGYLLE no iba a ser una excepción a la regla. En vez de hacer una adaptación tradicional, la película solo utiliza el universo y los personajes de la novela como inspiración a modo de trampolín para una película nueva y original.

“He ayudado a orquestar lo que se espera de un thriller de espías, y me pareció que había llegado el momento de poner a prueba algunos de los clichés que tanto he defendido”, explica Matthew Vaughn. “Las películas de los ochenta que enseñé a mis hijas siempre equilibran a la perfección una historia genial con el más puro escapismo. Pensé que el mundo posCovid necesitaba algo que nos hiciera sonreír y que ofreciera una montaña rusa de emociones”.

Matthew Vaughn y el guionista Jason Fuchs empezaron a trabajar en el guion con un importante cambio en comparación a la historia original: en la versión fílmica, Elly Conway, la autora de la novela, sería la protagonista. En vez de ser una película en torno a un espía, ARGYLLE se convertiría en la historia de una escritora solitaria que, de pronto, se ve catapultada al mundo del auténtico espionaje cuando las tramas de sus novelas se acercan peligrosamente a las actividades de una oscura organización secreta. “Mi primera motivación es escribir una historia que cautive”, dice el director. “No intento reinventar el género, sino ofrecer una perspectiva nueva. Dirijo como si fuera un espectador, pensando en lo que me gustaría ver o en los elementos nuevos que puedo incorporar a la historia para que mantenga la novedad”.

Desde el principio del proceso de escritura, el director y el guionista decidieron que en la película se fusionaría el mundo real, en el que Elly Conway sale huyendo con Aidan, con el mundo imaginario de la escritora, donde reina el imparable agente secreto Argylle. A medida que crece el peligro para Elly, la frontera entre el mundo imaginario y el real se hace cada vez más difusa. Como resultado, el espectador se sumerge en un viaje en un cohete fílmico durante el que jamás ocurre nada convencional ni lo que se espera. “Sinceramente, prefiero las películas que me ofrecen la posibilidad de escapar, las que mezclan glamur y dureza”, dice Matthew Vaughn. “Eso sí, la belleza es esencial. Cuando de niño veía las películas de Bond, siempre me parecía vivir una aventura – iba a sitios desconocidos, veía a gente desconocida. Era una sensación asombrosa, y en esta película intento recrear una sensación semejante”.

Para Jason Fuchs, la experiencia de escribir un thriller de espionaje que recorre el mundo en pleno confinamiento también le permitió escapar. “Hacía mucho tiempo que no escribía un guion original, y ARGYLLE se convirtió en una pasión”, reconoce. “Fue catártico para mí. Me permitió salir de mi piso/oficina y viajar a una isla griega con Argylle o recorrer Europa con Elly y Aidan”.

El director y el guionista colaboraron de forma muy estrecha para asegurarse de que el tono del guion fuera lo más inesperado, ingenioso, intenso y emotivo posible. “Lo que más admiro del enfoque de Matthew desarrollando un guion es su seguridad y su estilo”, dice Jason Fuchs. “Quedó claro muy pronto que coincidíamos en cuanto a los elementos que más nos entusiasmaban. Tanto las notas que intercambiamos como el proceso fueron totalmente orgánicos. Matthew es un narrador intrépido, y eso me alentó a optar por caminos más atrevidos y poco convencionales, incluso cuando me sacaba de mi elemento”.

Pero fuera de su elemento es exactamente donde Matthew Vaughn mejor se encuentra y adonde prefiere llevar a los espectadores. “El cine es uno de los últimos lugares donde nosotros, como sociedad, podemos conectar a un nivel profundamente humano”, dice. “Es un lugar donde estar juntos y vivir una montaña rusa de emociones y de altibajos colectivamente. Esta película en concreto está hecha para la gran pantalla. Es enorme y está plagada de momentos completamente inesperados. En una sala de cine, rodeados de otros espectadores, la reacción conjunta crea momentos inolvidables cuando llegan estas sorpresas. Es más divertido, más inmersivo. Es escapismo puro. Lo necesitamos en un mundo donde no siempre brilla el sol. Un rayito de sol, incluso en una sala a oscuras, es una idea genial”.


LOS PERSONAJES

ELLY CONWAY (Bryce Dallas Howard)
Escritora de día, madre de un gato de noche, Elly Conway lleva una vida muy tranquila y hace gala de una obsesión nada sana por los personajes de sus novelas. Interpretada por Bryce Dallas Howard, Elly es una mujer solitaria que vive en un mundo imaginario hasta que un agente secreto llamado Aidan (el oscarizado Sam Rockwell) se le acerca en un tren y le informa de que ella es el objetivo de una malvada organización secreta conocida como la División. De golpe, Elly se ve inmersa en una peligrosa y glamurosa carrera a contrarreloj alrededor del mundo intentando desvelar un misterio metido en su cabeza y salvar su vida.

“Básicamente, la División es una organización secreta, pero sus operaciones van mucho más allá de lo que se puede esperar de una agencia habitual como la CIA, por ejemplo”, explica el director Matthew Vaughn. “La División se especializa en operaciones negras, llevando a cabo misiones ignoradas por el público y que, si llegan a descubrirse, cualquier gobierno negará rotundamente. Funcionan de forma totalmente inesperada, una clave para la intriga de la historia. Cuando la última novela de Elly expone unos métodos pocos convencionales, la organización se siente amenazada, desencadenando una serie de acontecimientos que sirven de motor a la trama y que llevarán a la CIA a descubrir su existencia”.

Bryce Dallas Howard y Sam Rockwell no son los primeros intérpretes en los que pensamos tratándose de una película de espías, pero esto es exactamente lo que quería el director: “Quería escoger a actores inesperados para su papel. Es una forma de refrescar el género. Cuando los espectadores descubrieron a Colin Firth machacando a gente en un pub en Kingsman: Servicio secreto estaban encantados”.

A pesar de que Matthew Vaughn ya tiene en su haber dos entregas de Kingsman más la precuela The King’s Man, se sintió atraído por la posibilidad de enfrentarse a un nuevo mundo de espías y agentes dobles en un tono muy diferente. “Llevo unos cuantos años retratando un mundo fantástico de espías”, explica. “Pero aquí se trata del mundo real, Elly y Aidan son gente normal, accesible”.

El director ya había trabajado con Bryce Dallas Howard cuando ella dio vida a la madre de Elton John en Rocketman, producida por Matthew Vaughn. Pero sus caminos se habían cruzado años antes mientras buscaba a la actriz que pudiera encarnar a una estrella en la fantasía familiar Stardust. “Bryce fue la primera a la que hice una prueba para Stardust”, dice. “Hizo una prueba maravillosa, pero le ofrecieron el papel en Spider-Man 3. Ya sabía que podía ser Elly. Era perfectamente capaz de ser tierna, encantadora y estar asustada. Además, su madre es escritora, lo que da un halo de veracidad a su papel. Era Elly Conway”.

La actriz dice que el guion le gustó de inmediato: “Es un thriller de espías totalmente diferente a lo que se ha visto hasta ahora; no podía creerlo mientras leía el guion. Primero pensé que me metería en la piel del personaje, y acto seguido me dije: ‘No, yo soy este personaje’. Que me ofrezcan un papel así a los 40 años no ocurre cada día. Me pareció un pequeño milagro empoderante y divertido que me llenó de satisfacción. Es el mejor guion que he leído nunca y el mejor papel que he tenido ocasión de interpretar”.

La oportunidad de trabajar con Matthew Vaughn como director también era irresistible. “Matthew no toma decisiones para tranquilizar a los ejecutivos de los estudios o de las agencias”, añade la actriz. “Sus decisiones son instintivas, totalmente creativas, y no es algo que abunde. Las películas de Matthew no son lo que suele hacerse en Hollywood”.

La obra de Matthew Vaughn ocupa un lugar especial por el estilo e ingenio de las secuencias de acción. “Cuando firmas para trabajar con Matthew, ya sabes que habrá mucha acción”, sigue diciendo Bryce Dallas Howard. “También sabes que el concepto de la historia será increíblemente fresco. En este caso, las secuencias de acción son un híbrido entre danza y artes marciales”. Sam Rockwell, compañero de reparto, aprovecha para decir que la actriz siempre estuvo a la altura: “No conozco a nadie que trabaje tanto como Bryce, ni que llegue al plató antes que Bryce. Su ética profesional es única”.

En cuanto al look característico de Elly Conway en la película, la diseñadora de maquillaje y peluquería My Alehammar (la serie “Bodyguard”, Noche de paz) y su equipo decidieron poner el acento en el espléndido cabello pelirrojo de la actriz, subrayando una estética natural y discreta que resalta los rasgos y el resplandor interno.

AIDAN (Sam Rockwell)
La elegancia y seguridad de Argylle, el espía imaginario creado por Elly Conway, no se ve reflejada del todo en el auténtico agente secreto Aidan, al que interpreta el oscarizado Sam Rockwell, que demuestra no ser un hombre muy pulido. “Elly y Aidan se conocen en un tren, donde no encaja con los pasajeros de primera clase”, explica el director Matthew Vaughn. “Elly está sentada delante de Aidan, disfrazado para la ocasión, con pelo largo y una impresionante barba que, de hecho, consiguió no afeitándose durante dos años. El contraste entre Aidan y el Argylle de Henry Caville es más que obvio. Aidan da la impresión de no haberse cambiado de ropa o de no mirarse al espejo en mucho tiempo. Pero Elly, a pesar de todo, accede unirse a una persona a la que normalmente no acompañaría”.

Al igual que cuando decidió dar el papel de Elly Conway a Bryce Dallas Howard, el director Matthew Vaughn quiso que el papel de Aidan recayera en un actor que no encajara en principio con la idea que todos tenemos del espía perfecto. “En principio, Sam Rockwell no da la imagen de espía, y eso es exactamente la esencia de un espía, no parecerlo”, explica. “En películas como Kingsman o Bond, los espías llevan trajes impecables, pero en esta película, el personaje de Sam rompe la norma deliberadamente. Es el tipo de espía que debe pasar desapercibido, al que nadie nota. Ian Fleming jamás le habría dado el papel de espía a Sam Rockwell, pero es muy probable que sí lo hiciera John le Carré”.

Hace tiempo que Sam Rockwell está entre los admiradores de Matthew Vaughn: “A Matthew le van los temas clásicos, Pigmalión, La Cenicienta, cuenta historias así, pero lo hace con un maravilloso humor negro”.

El actor aporto una energía diferente y cautivadora al papel de Aidan. “Sam es muy espontáneo, le encanta improvisar, y si te despistas un poco, se pone a bailar, aunque no venga a cuento”, recuerda el director, riendo.

Sam Rockwell no tuvo ningún inconveniente en tirarse de cabeza al mundo de Aidan. “Me entusiasmé cuando leí el guion por primera vez”, dice. “Añadimos un toque de humor al estilo Han Solo al personaje de Aidan. Es una amalgama de antihéroes a los que llevo siguiendo desde hace años, como Bill Murray, Jack Nicholson, Richard Pryor e incluso Mercucio. Finge tener una vertiente canallesca, pero solo es una pose, no tiene nada de Mercucio, por dentro es Romeo de principio a fin”.

Este análisis le vino muy bien en el plató y permitió que naciera un vínculo entre el actor y el director. “Conectamos como dos cerebritos cinéfilos, intercambiando referencias”, explica Sam Rockwell. “Luego, en el plató, Matthew me decía: ‘Más Bill Murray’ o ‘Más Jack Nicholson’ porque sabía que le entendería por la películas de las que habíamos hablado”. También le gustó que Matthew Vaughn estuviera siempre dispuesto a reflexionar sobre los personajes y el hecho de que el casting se saliera del molde habitual. “Las elecciones de Matthew son totalmente punk rock; siempre está dispuesto a atreverse a hacer algo diferente, y si me escogió fue probablemente por eso”.

Bryce Dallas Howard recuerda que se lo pasaba muy bien oyendo hablar a los dos. “Sam es pura magia”, dice. “Es muy espontáneo. El superpoder aparecía cuando Sam y Matthew empezaban a empujar los límites, a meterse en sitios que podían ser peligrosos. Sam es vulnerable y osado a la vez”.

Las secuencias de acción a la décima potencia no dejaron físicamente intacto al actor y sirvieron para incrementar aún más su admiración por los especialistas. “Esas mujeres, esos hombres son increíbles”, reconoce. “Me golpeé la pierna en una escena, no era nada, pero me dolió durante varios días y se lo comenté a uno de los especialistas. Me dijo: ‘Sí, me ahogué rodando “Juego de tronos”.’ Tardó tres minutos en recobrar el conocimiento. A partir de entonces dejé de quejarme”.

My Alehammar, diseñadora de maquillaje y peluquería de ARGYLLE, y su equipo optaron por darle looks muy diferentes a medida que avanza la película. Cuando le conocemos, tiene un aspecto deliberadamente descuidado, larga melena y barba de meses. Nada nos prepara para los sorprendentes acontecimientos que van a tener lugar. En la segunda etapa recupera el aspecto del héroe y vuelve ser él mismo. Lo más importante era el cambio de peinado de una escena a otra, lo que implicaba un tinte bastante más claro en muchos casos. Se utilizó una espuma especial para adaptar su cabello a la imagen del héroe y a la tercera transformación. Finalmente, Aidan adopta un aspecto inspirado en el icónico pelo corto en punta de Dolph Lundgren en 1985 como Ivan Drago en Rocky IV, reflejando un comportamiento intrépido y empoderado.

RITTER (Bryan Cranston)
El papel de Ritter, el líder de la siniestra organización secreta conocida como la División, recayó en Bryan Cranston, premiado por los Emmy y nominado al Oscar. Ritter hará cualquier cosa con tal de mantener a salvo sus secretos. Peligroso y taimado, quiere enterarse exactamente de lo que sabe Elly Conway y de cómo lo ha sabido, aunque en realidad ella no sepa nada. “Soy un tremendo fan de Cranston desde que le vi en ‘Seinfeld’ y ‘Malcolm’”, dice Matthew Vaughn. “Y luego se estrenó ‘Breaking Bad’ y no podía creer que fuera el mismo actor. Bryan es muy talentoso, se enfrenta al drama o a la comedia sin parpadear. No hay género ni papel que pueda con él”.

Bryan Cranston no duda en reconocer que estaba encantado de trabajar con Matthew Vaughn. “Cuando se empieza como actor, se dice que sí a todo porque hace falta trabajar”, dice. “Si se tiene suerte, llega el momento en que se puede escoger. Cuando eso ocurre, se buscan proyectos dirigidos por personas con mucha visión. Matthew es de esas personas. Uno se siente muy cómodo trabajando con un cineasta con la seguridad que Matthew demuestra tener”.

También es verdad que le cautivó el guion de Jason Fuchs. “Matthew confía plenamente en lo que escribe Jason Fuchs”, explica el actor. “Cuando leí el guion, la osadía de las escenas me dejaron boquiabierto y, a la vez, me pareció tremendamente entretenido. Luego, en el plató, siempre que alguien ponía en duda un diálogo, Matthew gritaba ‘¡Fuchs!’. El parecido entre la palabrota y mi nombre era irresistible”.

El actor tampoco se quedó atrás y aportó un elemento clave al guion cuando Ritter se presenta de forma memorable hablando de su querida escopeta, Clementine. “Recuerdo historias de mi abuelo y de su escopeta, era la preciada herencia familiar, pero era muy vieja y lo más seguro es que explotara si se disparaba”, sigue diciendo Bryan Cranston. “Sugerí que Ritter llamara a la escopeta por su madre, Clementine. Un poco como si fuera nuestra versión del trineo Rosebud [de Ciudadano Kane]. La escopeta es muy importante para él”.

RUTH (Catherine O'Hara)
Ruth, la sufrida madre de Elly Conway y su editora, a la que encarna Catherine O’Hara, premiada por los Emmy y auténtico icono de la comedia, se enorgullece del éxito de su hija, pero le preocupa mucho la excesiva entrega de Elly a su mundo imaginario. “Ruth quiere mucho a Elly”, explica Catherine O’Hara, “pero es una controladora, y quiere dirigir la vida de su hija, animándola a quedarse en casa y seguir escribiendo novelas de espías”.

Matthew Vaughn reconoce que contar con Catherine O’Hara fue un sueño hecho realidad. “Me enamoré de Catherine en Solo en casa, y como soy un chico de los años ochenta, pensé que si estaba en la película sería un guiño a todos los títulos que nos han influido”, dice. “No solo es muy divertida, también es una actriz espléndida. Para una película como esta, necesitaba actores que pasaran de la comicidad al dramatismo sin esfuerzo, en la misma toma. Y no hay tantos que puedan lograr múltiples cambios en una misma escena. Catherine es excepcional en este aspecto. Además, el proceso le gustaba, era la intérprete perfecta para el papel”.

Catherine O’Hara quedó cautivada por el tono del guion y, sobre todo, por los cambios y la evolución de los personajes en la historia: “Cada veinte páginas más o menos caía otra pedrada, era genial, no podía dejar de leer”, recuerda. “Estaba entusiasmada, no podía dejarlo”. También le atrajo la oportunidad de trabajar con Matthew Vaughn: “Las películas de Matthew son electrizantes, inventivas, con escenas de acción maravillosamente ejecutadas. Lo pasé muy bien viéndole dirigir a estos estupendos especialistas”.

ARGYLLE (Henry Cavill)
Apuesto, encantador, con un corte de pelo impecable, Argylle, tal como le imagina Elly Conway en sus novelas, es un espía de calibre mundial que no se detendrá ante nada con tal de hacer justicia a los buenos. Es el paradigma del perfecto espía, y el director Matthew Vaughn necesitaba encontrar a un actor que convenciera al público de su caballerosidad, nobleza y generosidad, además de interpretar los requisitos dramáticos y de acción del papel.

Solo tenía una posibilidad, ofrecer el papel a Henry Cavill, que no había vuelto a trabajar con Matthew Vaughn desde Stardust, en la que interpretó a Humphrey. “Estaba convencido de que Henry podía ofrecernos al espía más clásico”, dice el director. “Sabe guiñar un ojo, sabe hacer todo lo que le pido a un espía”. Además, el corte de pelo le queda muy bien. “La imagen del agente Argylle nos devuelve de inmediato a los icónicos años ochenta”, sigue diciendo Matthew Vaughn. “Reconozco que estoy obsesionado con los estilos de esa época; por ejemplo, Dolph Lundgren como Ivan Drago en Rocky IV, y los típicos cortes de pelo a lo ‘marine’. Decidimos que Argylle se peinaría así. La interpretación de Henry es genial. Necesitaba a alguien que rezumara la esencia de James Bond, pero con otro toque. Por eso se me ocurrió el pelo corto y la chaqueta al estilo Nehru. No es nada fácil conseguir esa imagen. También sería un James Bond fabuloso, por eso escogimos a Henry”.

Los compañeros de reparto del actor se quedaron impresionados. “Henry es el protagonista perfecto, lo tiene todo”, dice John Cena, que interpreta a Wyatt, la mano derecha de Argylle. “Aplomo, carisma, profesionalidad. Es la encarnación del macho”. Un macho con un corte de pelo peculiar.

Matthew Vaughn convenció al actor de que aceptara el corte de pelo incluso antes de que leyera el guion. “Matthew me dijo: ‘Mira, llevarás el pelo corto y de punta. Ya sé que puede parecer una locura, pero te prometo que va a funcionar. Bueno, puede que no. Pero lo pasarás bien, confía en mí’”, recuerda Cavill. “Matthew es maravilloso contando historias. Sabe lo que quiere y cuida mucho los detalles. Nos entendemos a la perfección, nos conocemos desde hace mucho y siempre me he divertido trabajando con él. Es un buen comunicador, directo, y como actor es justo lo que necesito. Al fin y al cabo, se trata de confiar en el director, en el jefe, y se puede confiar en Matthew”.

Cuando Henry Cavill por fin leyó el guion, se dio cuenta de que nunca había leído nada parecido. “Era único, creaba una atmósfera única”, dice. “Era muy original, innovador, audaz y arriesgado. Últimamente, cuando algo sale bien, se tiende a hacer más o menos lo mismo durante los diez años siguientes. Pero los proyectos de Matthew nunca siguen esa moda. ARGYLLE no encaja con nada de lo que se ha hecho hasta ahora”.

Conocemos a Argylle en una escena del principio donde se enfrenta a Lagrange, su escurridiza némesis, interpretada por Dua Lipa, que se convierte en una espectacular (y muy armada) secuencia de baile. La idea de Henry Cavill y Dua Lipa abriendo la película con el baile del ‘Whirly Bird’ nació en mi díscola cabeza”, reconoce el director. “Quería arrancar con una secuencia de baile memorable que regresara más tarde en la historia. Carezco de conocimientos coreográficos, pero me sumergí en las películas disco de los setenta y descubrí ese baile. Entonces no se llamaba ‘Whirly Bird’, ese nombre se lo pusimos después. La idea me entusiasmó aún más porque casi todo el mundo intentó disuadirme. Este tipo de reacción suele hacerme comprender que estoy a punto de incluir algo único y sin precedentes. En una película convencional, los personajes habrían participado en un baile lento, que se habría olvidado. Pero me gusta saltarme las normas. El ‘Whirly Bird’ da un toque inesperado a la película. Está incluido para ser recordado”.

LAGRANGE (Dua Lipa)
Lagrange, una mujer elegante, seductora, letal y eterna némesis de Argylle, a la que encarna la superstar Dua Lipa, ganadora de un Emmy, es una terrorista internacional que trabaja para quien pague más. Dua Lipa debutó oficialmente con el estreno de Barbie en verano de 2023, pero rodó Argylle antes que esta película. “Se había corrido la voz que, en algún momento, me gustaría hacer una película, y Matthew me llamó”, explica Dua Lipa. “La idea me entusiasmó, pero me puse nerviosa porque nunca había hecho nada parecido”.

Dua Lipa era exactamente lo que necesitaba el papel y lo que Matthew Vaughn esperaba encontrar para encarnar a la sexy y siniestra Lagrange. “Necesitaba a alguien que estuviera a la altura de Henry Cavill y que encarnara la imagen de la espía femenina clásica”, explica el director. “Debía ser una persona muy conocida y glamurosa. Mis hijas me hicieron escuchar a Dua Lipa y luego la vi en un programa de entrevistas vestida con un espléndido traje de Valentino nada fácil de llevar. En la persona equivocada, habría sido una decoración navideña, pero Dua era glamur puro, exactamente lo que buscábamos para el papel. Demostró ser una auténtica profesional, siempre puntual, totalmente entregada, fue un placer trabajar con ella y estuvo fantástica”.

Dua Lipa reconoce que se lo pasó muy bien haciendo de Lagrange. “Siento que es mi alter ego”, dice. “Pienso llevármela conmigo vaya donde vaya”. También le gustó trabajar con Matthew Vaughn en una versión tan inesperada del género de espías. “Lo que realmente me gusta de Matthew es que nunca duda en saltarse los límites”, sigue diciendo. “Es una película llena de contrastes maravillosos. Hay escenas de acción, peleas, pero está mezclado con un elemento disco. Me encantan las yuxtaposiciones”.

WYATT (John Cena)
El ‘forzudo’ Wyatt – tal como lo describe el propio John Cena – es el mejor amigo y cómplice más cercano del agente Argylle. “John me llamó un día para decirme que estaría interesado en interpretar un papel que encajara con él en una película mía”, dice Matthew Vaughn. “Son cosas que se dicen mucho en Hollywood, pero John era sincero. Le ofrecí un papel pequeño, dos semanas de rodaje, y su respuesta fue entusiasta. Es una persona maravillosa y uno de los hombres más impresionantes que he conocido. Su concentración, gracias a su historial de deportista, es notable. Solo quiere superarse a sí mismo y es la amabilidad personificada con todo el mundo. Fue genial que estuviera en la película”.

John Cena recuerda que no hizo esperar mucho a Matthew Vaughn antes de aceptar el papel: “Estaba vendiendo a alguien que ya lo había comprado. No tengo palabras para describir lo mucho que me gusta la franquicia de Kingsman. Si Matthew solo me hubiera querido para hacer bulto, le habría dicho que sí. Tiene un don para crear un universo nuevo desde cero y es capaz de sacar una obra maestra de la nada”.

En opinión de John Cena, ARGYLLE sorprenderá a los espectadores: “No creo que el público solo busque ver cosas más grandes y más llamativas, también aprecia una historia con un objetivo, una buena narrativa y personajes interesantes, y ARGYLLE tiene para dar y tomar”.

ALFRED SOLOMON (Samuel L. Jackson)
El legendario Samuel L. Jackson interpreta un papel clave, el de Alfred Solomon, antiguo subdirector de la CIA, que vive en el exilio, menospreciado por el mundo del espionaje. “Alfred es algo como el director invisible”, explica el actor. “Sabe dónde se han enterrado numerosos secretos; también tiene acceso a mucha e importante información, y si no tiene acceso, dispone de medios para conseguirlo”.

Matthew Vaughn sabía que Samuel L. Jackson era el intérprete perfecto para el papel: “Siempre le digo a Sam que es indirigible – tiene tanto talento que no necesita que se le dirija”, dice Matthew Vaughn. “Nuestra relación profesional es fantástica y me lo pasé en grande cuando trabajamos en la primera entrega de Kingsman, por eso quería volver a colaborar con él como fuera. En mi opinión, su papel en esta película no es bastante largo, pero siempre encabezará mi lista de actores cuando se trate de un papel que encaje con él”.

Para el actor, trabajar con Matthew Vaughn es estimulante y disfruta con la experiencia. “Matthew confía en mí y me permite que le proponga ideas para el personaje, qué aspecto debería tener, cómo viste, cómo habla”, dice. “Se fía de mí para que construya un personaje que funcione dentro de la historia que él cuenta. Trabajar en esta película se asemeja a preparar una obra de teatro porque trabajo mucho antes de llegar al plató. Pero siempre hablo con Matthew para que sepa exactamente lo que voy a hacer. Es un hombre tremendamente meticuloso y un genio de la técnica, pero una de sus mayores fuerzas es la fe que tiene en los actores”.

KEIRA (Ariana DeBose)
La oscarizada Ariana DeBose da vida a Keira en el mundo imaginario de las novelas Argylle, escritas por Elly Conway, una técnica que a menudo se une a Argylle y a Wyatt en sus misiones, en general para sacarles de algún lío. Matthew Vaughn eligió a la actriz antes de que fuera galardonada con un Oscar por su papel en West Side Story. “Cuando le di el papel, aún no era muy conocida, pero me pareció que no tardaría en saltar a la fama. Era perfecta para el papel. De hecho, que se hiciera famosa después de West Side Story planteó algún problema en la sala de montaje porque mi intención era que Keira fuese una cara desconocida. Pero de pronto, la reconocía: ‘¡Es Ariana DeBose!’ Tuvimos que volver a montar algunas escenas para mantener el elemento sorpresa en la historia. Fue frustrante y afortunado porque ahora hay otra brillante y oscarizada actriz en la película. Y su interpretación es excepcional”.

Ariana DeBose estaba encantada de tener la oportunidad de trabajar en una película de Matthew Vaughn. “Con él, siempre pienso en la elegancia”, explica. “Lo mismo que cuando se ve una película de Bob Fosse, es elegante. Con Matthew pasa lo mismo, sabes que es una película suya”. Además, compartir la pantalla con un elenco de tal calibre superó sus expectativas: “Casi tuve que pellizcarme para creerlo. Me siento honrada de ser una pequeña parte de este universo”.

SABA AL-BADR (Sofia Boutella)

FOWLER (Richard E. Grant)
Para acabar con el extraordinario elenco de ARGYLLE quedan dos figuras tan enigmáticas como críticas. En el mundo de las novelas de Elly Conway, Fowler, al que interpreta Richard E. Grant, es un agente de alto rango dentro de la organización de Argylle con sede en Washington DC.

En el mundo real, donde Elly y Aidan están lanzados a una loca carrera alrededor del mundo en un intento de salvar a Elly de la División, Sabah Al-Badr, a la que encarna Sofia Boutella, es la misteriosa “Guardiana de los secretos”, cuya morada es un palacio-fortaleza.

ALFIE (Chip)
Alfie es el gato de Elly Conway, y también su mejor amigo. Nunca sale de casa sin él. Cuando Aidan se lleva a Elly en una carrera a vida o muerte alrededor del globo – con el futuro de Elly y del mundo pendiente de un hilo – Alfie está colgado a la espalda de Elly en una mochila de diseño con ventanilla de plástico.

Pero Alfie no siempre tuvo un papel tan importante en la película. “En la primera versión del guion, el gato Alfie salía una vez. Cuando Elly se sumía en su aventura, Alfie se quedaba en casa”, explica Matthew Vaughn. “Pero me di cuenta de que necesitábamos que Alfie se uniera a ella para aumentar el conflicto y la tensión. Mis hijas me dieron la idea cuando me enseñaron un documental de Taylor Swift con varios gatos y ella llevando una mochila felina. Pensé que debía usarlo en un futuro. Cuál no fue mi sorpresa cuando mi mujer trajo varios gatitos a casa, y uno de ellos se llamaba Chip. No soy un gran amante de los gatos y tardé algún tiempo en acostumbrarme”.

La llegada de los gatos al hogar del director fue muy oportuna. “El primer día de rodaje de ARGYLLE, el gato profesional que habíamos contratado a un precio muy elevado se negó a cooperar”, recuerda el director. “Me fui a casa, recogí a Chip y anuncié que estaría conmigo durante los tres próximos meses de rodaje. Conducir cada día al plató con Chip fue toda una experiencia, y se acomodó en mi tráiler durante el rodaje. No tardó en conquistarme y su trabajo en la película es excelente. Se convirtió en la perfecta fuente de discusión entre los dos personajes principales, y se comportó como un gato encantador, gracioso y dispuesto a hacerse con todas las escenas”.

Chip, como buen hijo de celebridades, no despertó el cariño de todos sus compañeros de rodaje. “El maldito gato ha sido una auténtica pesadilla”, dice, riendo, Sam Rockwell. “Siempre se metía entre la cámara y yo, se paraba en medio de una escena reclamando un premio, se encerraba en el tráiler… Si llega a rodarse una secuela, pienso exigir en el contrato que Chip no se atreva a mirarme a los ojos”.


LAS ESCENAS DE RIESGO
No importa que sea la secuencia de Kick-Ass rodada en un solo plano con Nicolas Cage o el momento icónico de Kingsman: Servicio secreto cuando Colin Firth cierra la puerta de un pub y enseña a unos malhechores que “la educación se aprende en la cuna”, las secuencias de acción en las películas de Matthew Vaughn siempre son atrevidas, sorprendentes y no se parecen en nada a lo que se ha visto previamente. Con ARGYLLE, el director supera todo lo anterior mediante una violencia elevada a una coreografía sofisticada en la que se mezcla la música con el caos, la risa y el estilo.

Las secuencias de acción de la película son un homenaje al legendario coordinador de especialistas BRADLEY JAMES ALLAN, que ha ocupado este puesto en todas las películas de Matthew Vaughn desde Kick-Ass y que también fue el director de la segunda unidad en las entregas de Kingsman. Acababa de empezar a diseñar las secuencias de acción de ARGYLLE cuando falleció en agosto de 2021. “Brad era mi compinche”, dice el director. “Acabábamos de nombrarle socio de mi productora, MARV. Necesitábamos formar a más gente joven como directores de la segunda unidad y le había pedido que se uniera a la empresa. La idea era dar más secuencias a directores jóvenes mientras los supervisábamos”.

ROD TAYLOR (Barbie, Han Solo: Una historia de Star Wars), que ya había trabajado en Kick-Ass y Kingsman: Servicio secreto, pasó a ocupar el puesto de coordinador de especialistas en ARGYLLE. El director de la segunda unidad DAMIEN WALTERS (la franquicia Kingsman, Jurassic World: Dominion) y el coordinador de peleas GUILLERMO GRISPO (la franquicia Kingsman, Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos), que siempre habían trabajado con Brad Allan, completaron el diseño de las secuencias de acción en las que trabajaba antes de fallecer y ayudaron a crear el resto de secuencias de acción.

Matthew Vaughn estaba empeñado en que se rodaran las secuencias en las que había trabajado Brad Allan. “Eran las últimas escenas de acción que Brad Allan había coreografiado y debíamos conseguir que se enorgulleciera”, explica. “Brad nunca se rendía. Le apasionaban nuestras secuencias de acción. Era un genio, le echo de menos”,

Entre las secuencias de acción más espectaculares de la película mencionaremos:

Pelea en el tren Amtrack
·En esta escena, Aidan (Sam Rockwell) conoce a Elly Conway (Bryce Dallas Howard) en un tren y la avisa de que los agentes de la División la buscan. Obviamente no le cree hasta que ambos son atacados. Mientras Aidan repele el ataque de los malos, Elly imagina que Argylle (Henry Cavill), su héroe de ficción, es el que se pelea y no Aidan. La escena se desarrolla en el mundo real y en el mundo imaginario de Elly.
·Sam Rockwell y Henry Cavill tuvieron que aprender la misma coreografía para el desarrollo de la escena en el espacio limitado de un vagón de tren. Los especialistas se enfrentaron a serios problemas de logística a la hora de dar volteretas y saltos en un espacio reducido. “La primera secuencia que rodamos fue la del tren y, la verdad, creo que tan poco espacio nos facilitó la tarea porque no había mucho donde elegir”.
·La secuencia requirió una planificación meticulosa de la coreografía de la pelea ya que era crítico establecer el momento en que los dos mundos colisionan en su cabeza por primera vez. “Para mí, la acción gira en torno a la trama, a la historia, a los personajes; no se limita a unas cuantas personas golpeándose”, explica Matthew Vaughn. “Las peleas sin más me aburren. Si no se presenta la acción de forma innovadora, no entiendo de qué va, no me interesa”.
·Bryce Dallas Howard reconoce que fue genial verlo. “Todos ensayaron durante meses”, dice la actriz. “Me lo pasé muy bien porque primero observé a Henry Cavill, luego a Sam, y era como si lo hicieran todo para mí, me pareció maravilloso. Pero tenía que ser todo sumamente preciso porque Henry y Sam debían hacer exactamente los mismos movimientos a la misma velocidad.
·Sam Rockwell reconoce que le asombró la profesionalidad de los especialistas. “Me había entrenado un poco boxeando y bailando, pero fueron muy pacientes conmigo”, dice. “Me había preparado muy bien para la pelea del tren, pero cuando los ves moverse en el plató, te das cuenta de que están a otro nivel. Tienen un estilo propio, muy intenso y estético que recuerda a Jackie Chan”.

Pelea en el piso franco de Bakunin
·En esta escena, rodada en un plano continuo en los pasillos del piso, se utilizan efectos especiales para las explosiones de las paredes y para cuando Sam Rockwell y Henry Cavill son propulsados hacia atrás estando exactamente en la posición que permitía una transición milimétrica.

Secuencia asesinato baile
·Esta secuencia fusiona un armonioso baile y movimientos de combate táctico, con una perfecta coreografía siguiendo el ritmo de la música “Le dije a Brad Allan que quería un baile romántico con humo, y el humo se convierte en corazones, y Brad me contestó: ‘Que sí, lo he entendido’”, recuerda el director. “Se fue, y al cabo de unos días volvió con la escena. Éramos el yin y el yang perfecto. Se me ocurrían locuras para las escenas de acción y nunca se inmutaba”.

Secuencia patinaje en aceite
·Brad Allan diseñó secuencias de acción que se harán legendarias para ARGYLLE, como la letal escena de patinaje sobre aceite. El equipo, gracias a un enfoque innovador, consiguió sincronizar movimientos gráciles a la vez con la ilusión de deslizarse en aceite.
·De hecho, se vertieron litros y litros de aceite en el suelo.
·En las secuencias de patinaje en aceite, los especialistas son patinadores profesionales capaces de patinar en aceite.


DISEÑO DE PRODUCCIÓN
Desde el momento de su concepción, el director Matthew Vaughn supo que el estilo y look de ARGYLLE eran tan importantes y esenciales como la trama y los personajes. “Creo firmemente en la marca, y con referencia a la película, busqué lo que significaba Argylle”, explica. “Es una palabra en desuso que significa ‘salsera’, lo que no encajaba del todo con lo que queríamos comunicar. Por eso decidimos redefinir y modernizar la marca ‘Argylle’. Queríamos que llegara a la mente una imagen moderna y popera en cuanto se la viera, y hemos integrado esa imagen en toda la película con el fin de crear una identidad visual atrevida, vibrante y llena de colores para ARGYLLE. Tal como lo veo, Kingsman es una marca más tranquila, más elegante, mientras que ARGYLLE comunica exuberancia y osadía. Los dos universos se equilibran. Ahora tenemos dos marcas totalmente distintas, cada una con un carácter y un atractivo bien definidos. Puede que algún día se crucen, pero de momento seguirán siendo distintas y estando alejadas.

·Durante la preproducción y el rodaje, los diseñadores de producción Daniel Taylor y Russell De Rozario colaboraron de forma dinámica trabajando juntos algunos aspectos del diseño, además de enfrentarse de forma independiente a otros elementos.
·Para crear los decorados únicos de ARGYLLE, Daniel Taylor y Russell De Rozario y sus equipos fundieron el mundo real con ambientes creados digitalmente. El proceso implica escanear decorados auténticos, diseñar decorados digitales y conseguir unirlos a la perfección antes del rodaje.
·El equipo de diseño de producción utilizó el proceso Lidar para escanear e integrar digitalmente con el fin de fundir a la perfección los decorados físicos con los ambientes digitales. Esta tecnología le permitió a Matthew Vaughn ver realmente cómo encajaban los decorados con la totalidad de la película.
·En el diseño de los decorados, Daniel Taylor y Ruyssell De Rozario colaboraron con varios departamentos, vestuario, iluminación, cámara, grafismo digital y localizaciones, para asegurarse de que el estilo visual de la película sería consistente y coherente.
·En ARGYLLE hay escenas rodadas en diversos países y continentes, como Grecia, Colorado, Londres, Francia, Hong Kong y la Península Arábiga.
·La paleta de colores y el diseño de cada decorado responden a las características reales de las localizaciones y a los requerimientos específicos de cada escena.
·Dos de los decorados más complicados de ARGYLLE para el equipo de Daniel Taylor fueron la sede de la División, un ambiente carente de referencias en el mundo real, así como la sala de los servidores, cuya impresionante iluminación azulada recuerda a la estética escogida por Kubrick.
·Para el equipo de Russell De Rozario, los dos decorados que plantearon el mayor reto fueron el club y el patio árabe, que requería una meticulosa atención por los detalles.
·MinaLima, una empresa de grafismo que se dio a conocer por su trabajo en la saga de Harry Potter, colaboró con el equipo de diseño de producción para diseñar el interior de la librería de Elly Conway. Numerosos artículos de la librería están decorados con el dibujo en forma de diamante que representa a la marca “Argylle”. El personaje de Alfred Solomon, al que da vida Samuel L. Jackson, tiene una mesa de despacho muy especial hecha de cajas de vino barnizadas. Le gustó tanto el diseño que el equipo de diseño de producción decidió hacer un bar a juego.
·Uno de los decorados más complicados fue la sala de servidores, con una llamativa estética al estilo Kubrick con una iluminación azulada.


EL DISEÑO DE VESTUARIO
·No es la primera vez que la diseñadora de vestuario Stephanie Collie colabora con Matthew Vaughn, ya lo hizo en 2021 con Silent Night y en 2004 con Layer Cake: Crimen organizado, además de haber trabajado con varios miembros del reparto, concretamente con Sam Rockwell, Bryan Cranston y Samuel L. Jackson, lo que fue un plus para el proceso de diseño.
·Matthew Vaughn cuida mucho los detalles del vestuario y siempre se asegura de que los trajes sean perfectos para los actores. La preproducción se desarrolló durante la pandemia y no fue fácil encontrar algunos elementos, ya que los almacenes de suministros estaban desabastecidos. En algunos casos se optó por hacer trajes a medida.
·Los amplios conocimientos y contactos en el mundo de la moda de la productora ejecutiva Claudia Vaughn fueron muy útiles para hacerse con ciertos trajes para la película. El vestido de Versace que lleva Lagrange, el personaje de Dua Lipa en la primera escena de la película, fue escogido por LORENZO POSOCCO, el estilista de Stephanie Collie, Claudia Vaughn y Dua Lipa. “El look de Lagrange es muy de los ochenta, muy Debbie Harry, con un vestido de Versace glamuroso y sofisticado que también es divertido y genial”, explica Dua Lipa. La casa Versace diseñó trajes a medida para Elly Conway, interpretada por Bryce Dallas Howard, e incluso llegó a fabricar telas especiales para encajar con los requisitos de la película.
·El departamento de vestuario de una película de esta envergadura incluye a unas treinta personas que se ocupan de diversos cometidos, desde probadores a especialistas en envejecer trajes.
·Al principio de la preproducción, Stephanie Collie y su equipo trabajaron con el equipo de diseño de producción para asegurarse de que los trajes no desentonarían con los colores de los decorados.
·A la hora de diseñar trajes para los miembros de equipos de policía de élite y personal militar, la diseñadora de vestuario se esforzó en encontrar el equilibrio perfecto entre el realismo y un look único y más estilizado. Aunque los trajes debían parecer reales, quedaba suficiente espacio para la creatividad.

ELLY CONWAY (Bryce Dallas Howard)
·Los trajes de Elly Conway reflejan cómo pasa de llevar una vida normal en una pequeña ciudad, a un papel más orientado hacia la acción, con un claro énfasis a la funcionalidad para las escenas de acción.
AIDAN (Sam Rockwell)
·Aidan lleva una chaqueta de cuero diseñada especialmente para él, y casi nunca se separa de esta prenda en la película.
ARGYLLE (Henry Cavill)
·El estilo de Argylle debía ser inmediatamente reconocible, lo que se consiguió mediante una chaqueta estilo Nehru hecha a medida.
ALFRED SOLOMON (Samuel L. Jackson)
·Samuel L. Jackson es conocido por su elegancia y estilo. El personaje que interpreta, Alfred Solomon, va vestido con trajes de diferente tipos: cruzado, Nehru y de una sola hilera.
WYATT (John Cena), KEIRA (Adriana DeBose) y LAGRANGE (Dua Lipa)
·Al igual que Argylle, Wyatt, Keira y Lagrange solo existen en el mundo de las novelas de Elly Conway, por lo que los tres llevan ropa algo exagerada de colores brillantes y diseños llamativos para llamar la atención.


MÚSICA
En las películas de Matthew Vaughn, la música está a la altura de la trama, los personajes y el diseño. Desde la partitura a la banda sonora, todos los elementos musicales están al servicio de la narración y de la emoción. La afirmación anterior cobra aún más énfasis en el exuberante, osado y emotivo mapa musical de ARGYLLE. “Para capturar una sensación de optimismo, decidí utilizar la música más optimista que me venía a la mente. Y para mí, desde luego, es la música disco”, explica Matthew Vaughn. “Esa música que nos hace sonreír y marcar el ritmo en cuanto la oímos. Hemos incluido una gama de temas disco en la banda sonora, auténticos clásicos, e incluso una pieza original que capta realmente la esencia de la época”.

Con ARGYLLE, el director quería plasmar un romance burbujeante, con mucha química, que le recordara a las películas que había enseñado a su esposa e hijas durante el confinamiento. Poco a poco, mientras Elly y Aidan intentan escapar, nace una atracción entre ambos a pesar del peligro. “En el fondo, es una historia de amor”, reconoce Matthew Vaughn, “una historia de amor poco corriente, pero una historia de amor”.

A medida que su relación se hace más fuerte, una canción cobra importancia, no solo para ellos, sino también para su historia. “Necesitábamos una canción de amor que se oyera tres veces y siempre con un sentido diferente”, explica el director. Probó con numerosos temas y acabó escogiendo uno que tiene mucha historia. El núcleo de la banda sonora de ARGYLLE es la última canción de The Beatles, “Now and Then”, lanzada el 2 de noviembre de este año. Cuando Matthew Vaughn la escuchó por primera vez, aún no había salido al mercado. ARGYLLE representa el debut cinematográfico de la canción, y su existencia puede considerarse casi como un pequeño milagro.

Giles Martin, hijo del famoso productor de The Beatles, George Martin, había ofrecido al cineasta la posibilidad de utilizar un tema del grupo en la película. Matthew Vaughn no veía la forma de superar los muchos obstáculos que le impedían aceptar: “Me eché a reír y le dije a Giles, a) no tenemos tanto dinero, b) no tenemos tanto dinero y, c) no tenemos tanto dinero. Fue entonces cuando Giles dijo: ‘Se te ha pasado la d), hay un tema que nunca se publicó que podría funcionar’”.

“Now and Then” forma parte de las numerosas canciones que John Lennon grabó como demos en 1978, pero que nunca llegó a terminar. Un par de años después de su muerte, en 1980, Yoko Ono entregó a Paul McCartney una cinta con estas canciones. En la caja estaba escrito: “Para Paul”. De los cuatro temas de la cinta, uno – “Grow Old With Me” – ya había sido publicado. Otros dos – “Free as a Bird” y “Real Love” habían sido retrabajados por los restantes Beatles y se habían incluido en el lanzamiento de “The Beatles: Anthology”.

Quedaba “Now and Then”, que pensaban retocar, pero habían acabado por abandonar el proyecto. Giles Martin y su equipo se dieron cuenta de que cabía la posibilidad de anular el silbido y las imperfecciones de la grabación original de “Now and Then” utilizando la misma tecnología de última generación de la que se sirvió el oscarizado director Peter Jackson para convertir las sesiones de “Get Back” en la serie “The Beatles: Get Back”, un asombroso documental musical. Con la ayuda de Paul McCartney y Ringo Starr podían convertirlo en un tema auténtico con la melancólica voz de John Lennon.

Cuando George Martin hizo escuchar el tema arreglado a Matthew Vaughn, este no podía creérselo. “Lo probamos con las imágenes, y no fue necesario alterar el montaje, encajaba a la perfección”, dice el cineasta. “Como si Lennon hubiera visto la película y hubiera compuesto para nosotros. La letra describe la relación central de la historia”.

Matthew Vaughn estaba empeñado en incluir el tema en la película e incluso le pidió a Lorne Balfe, el compositor, que la incorporara a la partitura. “Suena de maravilla tocada por una orquesta”, dice. Además, gracias a la canción, el director tuvo la oportunidad de conocer a uno de sus héroes: “Ver a Paul McCartney en persona me deslumbró”, dice. “Cuando estábamos con las mezclas de sonido, en la escena en que Aidan y Elly bailan, pedí que se quitara la orquesta y que solo fueran Lennon y McCartney. En ese momento pensé: ‘Estoy jugando con dos de los mejores músicos de todos los tiempos’. Era un verdadero honor”.

En la película, la melodía atemporal de la canción sirve de detonante narrativo para Elly Conway, abriendo una conmovedora ventana hacia su pasado. “Oímos ‘Now and Then’ un total de 14 minutos en toda la película, eso demuestra lo genial que es el tema”, sigue diciendo Matthew Vaughn. “Trabajar con The Beatles en su última canción me habría parecido el sueño de un loco, pero ahora se ha convertido en un momento surrealista de mi carrera como cineasta”.

Además, se escribieron dos canciones para ARGYLLE. Matthew Vaughn buscaba un tema que encajara en la secuencia de acción del piso de Bakunin. Quería aprovechar la buena sensación disco creada por el tema “Do You Wanna Funk”, escrito por Sylvester, que funcionaba tan bien en la secuencia del tren. Pero no conseguía encontrar nada que encajara. Fue entonces cuando decidió reunir a unos cuantos músicos para que compusieran la canción; así nació “Electric Energy”. El siguiente paso era encontrar las voces idóneas, pero eso no fue problema porque se recurrió a Ariana DeBose y a BOY GEORGE.

Encantados con el resultado, compusieron una segunda canción. Ariana DeBose también interpretaría “Get Up and Start Again”, que suena durante los créditos finales a modo de guiño hacia los temas de James Bond.

A continuación describimos algunos detalles de la partitura y de la banda sonora:
·En el mundo del espionaje y de la intriga de altos vuelos, la música suele pasar a un segundo o tercer plano después de la acción, pero ARGYLLE es de todo menos convencional. Ya se sabe que las películas de Matthew Vaughn incorporan música pop para apoyar la narración, pero en este caso va un poco más lejos. “Hemos dado un giro a canciones conocidas, además de utilizar temas totalmente nuevos”, dice el compositor Lorne Balfe, que ha colaborado en películas taquilleras como Misión imposible: Sentencia Mortal. Parte uno y Top Gun: Maverick. “El objetivo era fundir la banda sonora con la partitura, asegurándonos de que la transición entre los temas de música disco, las composiciones orquestales y las canciones icónicas fuera fluida y casi imperceptible. Encontramos viejas grabaciones de temas disco. Trabajamos con GARY BARLOW, Stuart Price y Boy George para darles una vida nueva y descubrimos formas de incluir los temas en la partitura. ¡El estudio fue un auténtico crisol de creatividad!”
·ARGYLLE se diferencia de las típicas películas de espías porque se centra en las emociones más que en los clichés habituales del género. “Nos hemos esforzado para que no sea el habitual pastiche de género”, sigue diciendo el músico. “En vez de eso, nos hemos centrado en las emociones de los personajes y en su historia personal para escribir una partitura más compleja”.
·La banda sonora de ARGYLLE se zambulle en el mundo de la música disco, que le proporciona una energía pegadiza y un dinamismo poco habitual. La exploración de Lorne Balfe en el reino de la música disco le alejó de su habitual repertorio, pero reconoce que da un ritmo especial a la película: “Cuando Matthew me habló de música disco, supe inmediatamente que no sería una tarea fácil. Nuestra idea fue combinar secuencias de orquestaciones grandiosas con la pegadiza energía de la música disco”.
·El innovador enfoque musical y narrativo hace que ARGYLLE sea un thriller de espionaje como ningún otro. La colaboración entre Lorne Balfe y Matthew Vaughn eleva la película, convirtiéndola en una experiencia musical y cinematográfica que nadie puede perderse.