Protagonizada por Marlon Wayans y Tyriq Withers. Coprotagonizan la película TIM HEIDECKER (First Time Female Director, Nosotros), el cómico australiano JIM JEFFERIES (la serie “The Jim Jefferies Show”), así como el luchador de la MMA en la categoría de pesos pesados MAURICE GREENE, y los portentos del hip hop AKEEM “GUADPAD 4000” HAYES y TIERRA WHACK, nominada a un Grammy, los tres en su debut en la gran pantalla.
También trabajan en la película INDIRA G. WILSON (la serie “The Equalizer”), NAOMI GROSSMAN (la serie “American Horror Story”), DON BENJAMIN (la serie “America’s Next Top Model”), GERON McKINNLEY (la serie “The Beat”) y HEATHER LYNN HARRIS.
EL MEJOR está dirigida por JUSTIN TIPPING (Kicks, historia de unas zapatillas) a partir de un aclamado guion, incluido en la famosa Black List, de ZACK AKERS y SKIP BRONKIE (creadores de la serie de ciencia-ficción “Limetown”), y de JUSTIN TIPPING. Los productores son JORDAN PEELE p.g.a. (Candyman, Infiltrado en el KKKlan), WIN ROSENFELD p.g.a. (Candyman, la serie “Territorio Lovecraft”), IAN COOPER p.g.a. (¡Nop!, Nosotros) y JAMAL WATSON (Hala, Sprinter) para Monkeypaw Productions. La producción ejecutiva corre a cargo de DAVID KERN, KATE OH, SKIP BRONKIE y ZACK AKERS.
Directora de fotografía, KIRA KELLY ASC, nominada a los Emmy (la serie “Insecure”, Enmienda XIII); diseño de producción, JORDAN FERRER (director artístico en Logan, Capitana Marvel); diseño de vestuario, DOMINIQUE DAWSON, nominada a los Emmy (la serie “Enjambre”, Origin); música, BOBBY KRLIC, también conocido como The Haxan Cloak, ganador de un BAFTA (Eddington, la serie “Bronca”); montaje, TAYLOR JOY MASON ACE, ganador de dos Emmy (la serie “A Black Lady Sketch Show”, “Pose”); casting, CARMEN CUBA CSA, ganadora de dos Emmy (Heretic, la serie “Stranger Things”).
La historia detrás de la historia
Empezando con Déjame salir en 2017, Jordan Peele y sus socios de Monkeypaw han reimaginado el género de terror para una nueva generación. Las películas Nosotros, Candyman y ¡Nop!, así como las premiadas series “Territorio Lovecraft” y “The Twilight Zone”, ideadas y producidas por Monkeypaw, le han dado una nueva vuelta de tuerca al terror explorando la idea de raza, género, disparidad económica y otros constructos sociales basándose en los cimientos de siempre. Por eso no es sorprendente que Monkeypaw llevara el terror a un terreno hasta ahora virgen, el mundo del deporte profesional.
Dirigida por Justin Tipping a partir de un guion de Skip Bronkie, Zack Akers y el propio Tipping, EL MEJOR lleva al público a los rincones más oscuros del deporte profesional para pintar una siniestra fantasía en un mundo donde los sacrificios requeridos para convertirse en el mejor de todos los tiempos no son metafóricos, sino muy literales. “El fútbol americano es mi deporte favorito, y la idea de una historia de terror en ese mundo me dejó boquiabierto desde el primer momento porque me parecía sumamente difícil encontrar la forma de hacerlo encajar”, reconoce Jordan Peele. “Pero los guionistas lograron algo especial. Entresacaron lo que podría considerarse como escalofriante y lo revelaban a cuentagotas”.
Con esa premisa, el guion era ideal para Monkeypaw. “Era la película perfecta para Monkeypaw por lo perverso de la idea”, sigue diciendo. “Nos metemos en algo que nadie debe tocar, algo culturalmente sagrado, y nos arreglamos para saltarnos las reglas de forma que todo el mundo nos siga”.
La película muestra una retorcida versión del fútbol americano actual, pero también remonta hasta las antiguas raíces de lo que ahora se ha convertido en una obsesión moderna. En la Inglaterra medieval, desde el siglo IX, durante el periodo previo al comienzo de la Cuaresma conocido como “carnestolendas”, dos grupos de hombres se enfrentaban en una brutal pelea para hacerse con una pelota. “No cabe más remedio que preguntar por qué lo hacemos”, dice Jordan Peele. “¿Por qué enfrentar a personas para que finjan pelearse? Ver a los mejores especímenes masculinos luchar hasta la muerte es un horror muy humano, al parecer. Y lo peor de todo es que es muy entretenido”.
Pero no se queda ahí, también indaga en otras capas aún más profundas. Incluso el título en inglés tiene otros matices. Referirse a un hombre como “Him” (Él), sobre todo en Estados Unidos, es el paso siguiente después de “The Man” o “The Guy” (en este sentido “El mejor) o también “The G.O.A.T.” (The Greatest of All Time, literalmente “El mejor de todos los tiempos). “El término ‘Him’ se ha convertido en el signo de los tiempos en Estados Unidos”, explica el productor Win Rosenfeld. “Implica que alguien es tan trascendente, tan innegable que no hace falta referirse a él por su nombre. Gran parte de nuestra cultura se centra en héroes, grandes atletas, celebridades que se convierten en esa persona única, esa curiosa entidad llamada ‘Him’. Aunque la palabra también tiene connotaciones bíblicas y mitológicas que no carecen de interés porque, en cierta forma, el fútbol americano puede verse como una especie de espiritualidad en este país”.
Para el director Justin Tipping, EL MEJOR es una afiladísima crítica de la masificación de la cultura del deporte y de las demandas que imponemos a nuestros héroes. “El fútbol americano es terror corporal”, dice. “A mi modo de ver, esta historia cuenta lo que pasa cuando un atleta se convierte en mercancía y no es más que un objeto vivo para diferentes instituciones que quieren sacar tajada”.
El guion original de Skip Bronkie y Zack Akers fue muy alabado. “Skip y Zack escribieron un thriller de lo más claro”, dice el productor Ian Cooper. “En cuanto Jordan lo leyó, vio la oportunidad de meterse en profundidad en los aspectos más aterradores del deporte”.
Además, el guion ofrecía a Monkeypaw la oportunidad de trabajar con un director al que llevaban años siguiendo. Justin Tipping, un cineasta de ascendencia filipina nacido en Oakland, California, había dirigido la película independiente Kicks, historia de unas zapatillas, que había dejado una huella imborrable en varios miembros de la productora, Jordan Peele entre ellos.
En palabras de Ian Cooper, Kicks “capturaba a la perfección, de una maravillosa forma impresionista, la obsesión que ha dado pie a una verdadera cultura de las zapatillas. Tiene mucho que ver con la cultura actual, el estilo, los deportes, la moda, el lujo, el deseo, el cumplimiento de ese deseo”, Jordan Peele acababa de ganar el Oscar por Déjame salir e invitó a Justin Tipping a ir a verle a las oficinas de Monkeypaw. “Fue una experiencia bastante surrealista”, recuerda el director. “Hablamos de mi diminuta película y me quedé absolutamente patidifuso de que alguien con tanto talento se interesara por mi trabajo y quisiera saber más”.
Pasaron los años, pero Monkeypaw siempre pensó en Justin Tipping mientras buscaban el proyecto ideal para él. Y entonces apareció EL MEJOR. Nada más empezar a leer el guion, Justin Tipping pensó: “Puedo hacer esto, sé cómo hacerlo”. Al fin y al cabo, según Tipping, no es más que fútbol, el rompehuesos, el matacerebros, el fútbol profesional que mueve millones de dólares, y dos gladiadores enfrentándose en un coliseo privado con los dioses observándolos.
La relación entre Cam e Isaiah en la película hace que siempre vayan más lejos, y la química entre ambos intenta mantener el equilibrio en el filo de una navaja de confianza, miedo, envidia y adoración. “Cam idolatra a Isaiah”, explica el productor Jamal Watson, “pero basta con pasar tiempo con un héroe para acabar descubriendo que es humano e intentar superarlo. A medida que transcurre la historia, la bestia se despierta en Cam”.
La película de Justin Tipping explora temas primarios, muy antiguos, la experiencia en contrapartida a la juventud, el padre contrapuesto al hijo, la oscuridad a la luz, los dioses a los hombres, la vida eterna a la mortalidad, pero la sensación es electrizante, innovadora. “Justin es un visionario sin par”, añade Jordan Peele. “Las imágenes de EL MEJOR son asombrosas y no se han visto antes; pero además, Justin y su equipo han construido una historia a capas, a través de la música, la fotografía y el montaje. Sobre todo, Justin es genial captando la exageración del fútbol americano profesional y dejando que penetre un sentido del humor escalofriante. Es un cineasta único. Yo no había visto nada parecido a esta película”.
Los personajes
ISAIAH (Marlon Wayans)
El éxito o fracaso de EL MEJOR depende de que el público no solo crea que los actores protagonistas son quarterbacks profesionales, sino que son auténticos campeones: el antiguo rey y el príncipe en ciernes del deporte más popular de Estados Unidos. Para el papel de Isaiah, los productores y el director sabían que necesitaban a un actor tan inesperado como icónico.
El nombre de Marlon Wayans surgió durante una reunión entre el director Justin Tipping, el productor Jordan Peele y la directora de casting Carmen Cuba, una auténtica leyenda de la industria que ha trabajado con todo el mundo, desde Larry Clark en Bully, pasando por el oscarizado Steven Sodebergh, el también oscarizado Ridley Scott, hasta el propio Jordan Peele en ¡Nop!. En cuanto se pronunció el nombre de Marlon Wayans, todos los demás candidatos desaparecieron de la lista.
Para Justin Tipping, que se mencionara el nombre del actor fue cosa del destino. El guion de la película Kicks, historia de unas zapatillas nació en 2016 cuando se peleó en el parking de un cine por unas zapatillas. “Luego, a pesar de que me dolía todo, intenté fingir que estaba supertranquilo y fui a ver la película”, recuerda. “Y dicha película era Scary Movie, con Marlon Wayans”.
La autenticidad emocional, física y psicológica del guion y del papel de Isaiah conmovió inmediatamente al actor. “No existe una película de terror como esta”, dice. “Habla de la fama y de los demonios que la acompañan. Da igual que quieras ser el mejor jugador de baloncesto, el mejor actor, el mejor músico, el mejor camionero, el mejor fotógrafo, si quieres ser bueno en algo, te sacrificas. La grandeza tiene un precio”.
Meterse en la piel de Isaiah también requería sacrificios; el primero, conseguir estar en la mejor forma física de su vida. “Soy fan del fútbol americano desde siempre”, reconoce Marlon Wayans. “Solía seguir a los Pittsburgh Steeler, y era superfan de Franco Harris y de la Cortina de Acero formada por Lynn Swann y John Stallworth. Aún veo algún partido que otro y me entero de los resultados. Cuando me dieron la oportunidad de encarnar a un quarterback, pensé: ‘Vale, genial, solo tengo que ponerme en forma’, pero eso fue lo realmente difícil. Tuve que perder 15 kilos. Cada vez que me miraba en el espejo, me daba cuenta de que mi cuerpo reflejaba el esfuerzo”.
Marlon Wayans es un reputado cómico nacido en una conocida familia de cómicos, y se hizo famoso siendo adolescente, por lo que no le fue difícil entender el conflicto que vive Isaiah, enfrentado a su mortalidad atlética, pero que aún no está dispuesto a dejar su puesto en la cima y cedérselo a su protegido. “Isaiah necesita que Cam tenga éxito para poder retirarse, pero su ego no le permite dar el necesario paso atrás”, añade el actor.
CAM (Tyriq Withers)
Cameron Cade es el quarterback más prometedor de todos – de hecho, el más prometedor que se haya visto en años – entre los que se presentan a la Selección de Jugadores de la NFL, pero la brutal agresión de un fan trastornado justo antes del “Scouting Combine” (el primer paso antes de ser contratado por un equipo profesional) le deja muy tocado e inseguro. Necesita una mano firme que le guíe, un mentor, una figura paternal… Inesperadamente, Isaiah White (Marlon Wayans), su héroe, el más grande quarterback de la historia, le invita a entrenarse en su remota residencia en el desierto.
Para el papel de Cam, los productores y el director optaron por el enfoque opuesto al que les llevó a escoger a Marlon Wayans. No querían a una estrella conocida, sino a un talento en ciernes capaz de ocupar un lugar en la pantalla frente a la tremenda energía de Isaiah, encarnado por Marlon Wayans.
Pocas personas están dotadas con las características requeridas para dar vida a un personaje como Cam. Debía ser apuesto, atlético y buen actor. Por suerte, Tyriq Withers tenía todas estas cualidades y algunas más. “Está claro que Tyriq ganó la lotería genética”, dice el productor Jamal Watson. “No era fácil estar al lado de este formidable Adonis de 1’80 metros en el plató cada día”.
Tyriq Withers no es del todo un recién llegado. Tuvo un papel secundario en Sé lo que hicisteis el último verano y pronto le veremos en Reminders of Him, basada en el libro superventas de Colleen Hoover. Además, los fans de la serie “Atlanta” le reconocerán por su aparición en el episodio “Rich Wigga, Poor Wigga”.
Su interpretación en este episodio es magistral, pero fue una publicación en redes sociales acerca de dicho episodio lo que llamó la atención del director Justin Tipping. El actor había colgado en Instagram un pequeño vídeo en el que daba las gracias al equipo por trabajar tan bien. Su comportamiento era totalmente opuesto al del personaje de la serie. “Se notaba que Tyriq había crecido haciendo deporte”, recuerda el director. “Era esa sensación de estar en un vestuario con otros chicos, no es algo que se aprende, era algo natural, espontáneo, sincero e ingenuo”.
De hecho, Tyriq Withers creció jugando al fútbol americano y se le daba muy bien. Mientras estudiaba, fue receptor en el equipo de la Universidad de Florida State. “Crecí haciendo deporte, era mi vida y mi identidad”, dice.
La profunda conexión que siente un deportista con la proeza física y la seguridad en sí mismo le ayudó a entender la fragilidad y fuerza de su personaje. “Cam está en la cúspide de su carrera deportiva universitaria, pero un deplorable incidente le produce una conmoción cerebral”, explica el joven actor. “Por primera vez, se enfrenta a un obstáculo que no puede controlar. Es un atleta, y su cuerpo lo es todo para él. El mayor temor de cualquier deportista es que el cuerpo falle, y el barniz de confianza de Cam se resquebraja”.
Durante la preproducción, Tyriq Withers y Marlon Wayans se hicieron amigos, y este último le dio muchos consejos. Por su parte, el director Justin Tipping le ayudó a sentirse más tranquilo y seguro, a interpretar a un joven obligado a escoger entre la luz y la oscuridad que lleva dentro, a enfrentarse a los demonios de su pasado, mientras está sometido a un entrenamiento de una gran dureza física y psicológica. “Justin es un gran narrador”, dice el actor, “y me llevó a lugares donde no imaginaba que podía llegar. Sabe cómo conseguir que te subas a una montaña rusa”.
Elsie (Julia Fox)
Estar casada con una celebridad implica saber transigir y guardar secretos, tal como demuestra el personaje de Elsie White, que es mucho más que la esposa de Isaiah: es su rostro público, su vertiente humana, pero también la persona que más le obliga a proteger su posición como actual rey del fútbol americano profesional. Bajo una apariencia muy atractiva, Elsie es tan astuta y ambiciosa como Isaiah. El director Justin Tipping imaginó a Elsie White como un epicentro de poder. “Justin siempre habló de Elsie como alguien que funciona a un nivel muy por encima de la esposa florero de un deportista famoso”, dice el productor Ian Cooper.
¿Y quién mejor para encarnar a una mujer tan compleja bajo la luz de los focos que alguien que simboliza estas cosas en la vida real, la actriz, modelo, autora, tema de una canción de Charlie CXC y neoyorquina por excelencia, Julia Fox? Ian Cooper reconoce que la idea fue de la directora de casting Carmen Cuba.
Julia Fox entendió a Elsie y su mundo inmediatamente. “Puedo identificarme con ella”, dice. “He salido con hombres que eran ‘GOAT’ (El mejor de todos los tiempos) en lo que hacían, y sé lo que significa intentar ser alguien en la sombra. Pero Elsie es un misterio. Es difícil saber exactamente quién es, si se puede confiar en ella, y muy a menudo la sociedad ve a las mujeres así. Me gusta Elsie porque viene de una familia humilde. Aprendió a manipular las situaciones a su favor. Aprendió a hacer mucho con muy poco. Y ahora dirige una empresa multimillonaria. Han construido un imperio”.
Quien haya visto la interpretación de la actriz en Diamantes en bruto, con Adam Sandler, sabe que tiene un don para encarnar a mujeres carismáticas que saben forjarse una carrera al lado de poderosos compañeros. “Elsie es intuitiva, perspicaz”, dice Julia Fox. “Sabe que su éxito depende del éxito de su marido, y por mucho que desea que se retire, también es consciente de que todo cambiará cuando lo haga”.
Elsie tampoco está por encima de alguna que otra pequeña venganza emocional cuando se presenta la oportunidad. “Elsie se da cuenta de que Isaiah se siente amenazado por Cam, pero creo que le gusta”.
Marco (Jim Jefferies)
Tom (Tim Heidecker)
Todos los deportistas de élite necesitan a un hombre de confianza. En EL MEJOR, dos leyendas de la comedia hacen este papel para Cam e Isaiah. “A Monkeypaw le gusta sorprender al espectador desde el primer momento que aparece un personaje”, explica Jamal Watson. “Cómicos como Jim y Tim tienen el don de improvisar en cualquier momento, y por eso los queríamos delante de la cámara”.
El cómico australiano Jim Jefferies da vida a Marco, el médico deportivo y terapeuta físico de Isaiah cuya alma está carcomida por el dinero, el lujo y la borrosa ética de mantener a un deportista de élite en forma como sea. “Es muy probable que Marco se hiciera médico por las razones correctas”, explica el actor, “pero ahora repara a la gente para que vuelva a hacerse daño, y eso empieza a pesarle. Supongo que es parecido a ser médico en el frente”.
Tim Heidecker, que comparte el pasado cómico de Jordan Peele y trabajó en la muy taquillera Nosotros, de 2019, es Tom, el agente de Cam que intenta desesperadamente que no desaparezca el brillante futuro del joven después del ataque de un fan enloquecido. Su futuro depende del futuro de Cam y está desesperado para que se cure. Tan desesperado que quizá no sea el aliado en el que Cam confía. Con el fin de acelerar el proceso, Tom se las apaña y consigue la invitación – o al menos eso dice – de Isaiah para que se entrene con él.
Malek (Maurice Greene)
Adrienne (Tierra Whack)
Murph (Akeem “Guadpad 4000” Hayes)
Tres estrellas en tres campos muy diferentes, el peso pesado de la MMA Maurice Greene, el fenómeno del hip hop Akeem “Guadpad 4000” Hayes y Tierra Whack, nominada a un Grammy, hacen su debut cinematográfico en EL MEJOR.
Maurice Greene, un gigante de más de dos metros de altura, encarna a Malek, el despiadado entrenador de Isaiah que ahora se encarga del joven quarterback. “En la tradición islámica, Maalik es el guardián de las puertas del infierno, un ángel que no tiene compasión y que nunca sonríe. Encaja a la perfección, porque soy un infierno para Cam”, explica el peso pesado. “No quiero que Cam lo consiga, quiero que Isaiah siga”.
Akeem “Guadpad 4000” Hayes da vida a Murph, el amigo de Cam al que atrae la vida de lujos y está más que dispuesto a gastarse los millones que aún no han ganado.
La rapera de Filadelfia Tierra Whack es Adrienne, la agresiva y sin pelos en la lengua publicista de Isaiah. Su trabajo consiste en mantener la historia que rodea a Isaiah y Elsie, además de encargarse de que el rey se retire a lo grande y quizá pase la antorcha a Cam.
El entrenamiento
Quizá aún más para Marlon Wayans que para Tyriq Withers, alcanzar la forma física perfecta solo fue el principio de la transformación de ambos actores. Tuvieron que aprender a moverse, a lanzar la pelota y actuar como verdaderos quarterbacks profesionales. Se entrenaron durante varias semanas en un centro dirigido por JORDAN PALMER, exquarterback de la NFL y hermano de Carson Palmer, una exestrella del fútbol americano, y con el equipo de la ciudad de Albuquerque, The Duke City Gladiators, bajo la tutela del primer entrenador Fred Griggs. El entrenamiento fue el ensayo perfecto para asentar la dinámica entre los dos personajes a los que interpretan dando rienda suelta a la competitividad entre ambos.
“Era importante para todos que lo que se viera en la pantalla en cuanto a fútbol fuera totalmente real y honrado, y para mí era un reto, no quería decepcionar a nadie”, explica Tyriq Withers. Tenía ventaja debido a su pasado como deportista, pero convertirse en un quarterback de élite requería otras habilidades físicas y otro enfoque mental. “Lanzar la pelota como un GOAT (El mejor de todos los tiempos) era otro mundo”, sigue diciendo. “Mi brazo no estaba acostumbrado”.
Jordan Palmer le ensenó cómo piensa un quarterback y cómo comportarse con los otros jugadores. “Hay que tener una mentalidad impenetrable”, explica el joven actor. “Desde luego, la forma física es imprescindible, pero también hay que aprender a meditar, a amar tu cuerpo, a someterte a una disciplina férrea porque eres el capitán del barco. El quarterback decide qué se hace en momentos cruciales; son personas con mucho talento capaces de tomárselo con calma en ciertos momentos y de funcionar al 100% bajo presión en otros. Jordan Palmer me enseñó que mantener un estado mental equilibrado era fundamental para rendir como un auténtico quarterback”.
Los decorados y el diseño de producción
El personaje central de EL MEJOR carece de pulso y no respira, pero tiene mucho que ver con la relación entre los dos protagonistas; se trata del recinto brutalista de Isaiah instalado en un remoto lugar del desierto de Texas donde vive y se entrena, y al que llega Cam para pasar la prueba de fuego.
El diseño del hogar de Isaiah fue obra de Justin Tipping y del director de producción Jordan Ferrer. Ambos decidieron crear una representación innovadora e inesperada de la riqueza. “Las primeras imágenes de posibles decorados que nos mandaba el equipo de localización me parecían vulgares, meras representaciones de ricachones alardeando; vamos, lo que uno podía esperar”, recuerda Justin Tipping. Pero el cineasta tenía otra idea de Isaiah. “Isaiah es alguien que ha pasado por mucho y ha alcanzado una especie de desapego radical”, explica. “Tiene mucho dinero, pero no necesita demostrarlo, ya está muy por encima de eso”.
Justin Tipping quería que el recinto fuera una proyección del propio Isaiah, que se hubiera construido exactamente cómo quería Isaiah, que reflejara su imponente carácter y el enfoque depurado hacia su profesión. Debía ser un templo a la belleza primitiva de su fuerza. “Mi padre es ingeniero estructural y mi hermano es arquitecto, siempre he estado rodeado de edificios impresionantes, estaban en la cocina”, dice el director. El reto residía “en diseñar un edificio monolítico, impresionante, atemporal, casi como si se entrara en el templo de una divinidad”, sigue diciendo. “Debía ser abrumador, grave, casi fascista”.
Pero el gran problema era encontrarlo.
El exterior del hogar de Isaiah solo aparece muy brevemente en pantalla, pero debía provocar una impresión inolvidable, y la verdad, los recintos de estilo brutalista de gran tamaño no abundan al lado de carreteras que cruzan desiertos. Pero como dice el cineasta: “Tuvimos suerte y encontramos un decorado absolutamente loco”. Se trata de una instalación de la NASA en la pequeña ciudad de Truth or Consequences, Nuevo México, llamada “Spaceport America” (Puerto Espacial América) diseñada por el estudio de arquitectura Foster + Partners en 2014.
“Es una instalación de la NASA con un aspecto exterior curioso, fluido en cierto modo”, dice el productor Ian Cooper. “Es curvo, elíptico, como si fuera un ocho”. Nadie, ni siquiera el diseñador de producción, pudo entrar para hacer fotos de referencia. Hubo que construir decorados que encajaran con el aspecto exterior del edificio.
Por ejemplo, la entrada de la casa de Isaiah es en realidad la galería, con puestos de comida y máquinas expendedoras, de un centro deportivo cercano. “Es el sitio donde todo el mundo come algo durante el descanso”, añade Ian Cooper. “Se trata de una larga galería de hormigón que puede provocar pesadillas”. A medida que Cam penetra en ese extraño e inquietante lugar, empieza a despertarse la sospecha de que se le ha hecho venir por una razón mucho más siniestra y que Isaiah quizá no sea el mentor ni la figura paternal que había imaginado.
·Decorados en los alrededores de Albuquerque, Nuevo México, hicieron las veces del estado de Texas.
·Las líneas curvas y los círculos ocupan gran parte del diseño de los decorados. “Los círculos y las habitaciones redondas se convirtieron en el idioma del recinto”, explica el director de producción Jordan Ferrer. “Todos los pasillos y vestíbulos son curvos, la mayoría de los decorados también. Los símbolos alquímicos, el lenguaje alquímico, la búsqueda de la vida eterna, todo esto forma parte del idioma del recinto y de la mitología que rodea la liga”.
·Fueron necesarios cuatro decorados y cinco platós para rodar la mansión de Isaiah. El reto residía en unirlos para que todos parecieran pertenecer a un mismo espacio cohesionado que reflejara quién es Isaiah. El recinto se diseñó para ser la personificación de su riqueza y poder, y con dos fines muy claros, ser la realización de un sueño y, además, una cárcel. La belleza y el impacto visual de la estructura siempre se ven arrastrados por una sensación de opresión y malestar.
·Después de los durísimos entrenamientos, Isaiah y Cam pasan mucho tiempo en la sala de recuperación. Jordan Ferrer concibió el diseño de la sala como un spa con camillas de masajes, un jacuzzi, sauna, cámara hiperbárica y un techo de lluvia. La sala también es redonda – “como el vientre de una madre”, dice el diseñador. La instalación principal es el baño de hielo donde Isaiah y Cam calman sus doloridos músculos.
·El símbolo que se ve en la puerta de la sala de cine – la versión oscura de la sala de recuperación y la única puerta en todo el recinto que puede cerrarse con llave – es la piedra filosofal, que en la alquimia puede convertir los metales en oro. También puede producir un elixir que hará inmortal a quien lo beba. “Simboliza el deseo de la vida eterna y de la fama, además de insinuar que hay un culto satánico para recrear a los GOAT de generación en generación”, añade Jordan Ferrer.
La fotografía
·Con el paso de los años, Hollywood ha desarrollado un idioma para plasmar el fútbol americano en la pantalla; Justin Tipping y la directora de fotografía Kira Kelly estaban dispuestos a respetar dicho idioma, pero también querían trastocarlo. “Existe un look estereotipado para las películas de fútbol”, explica Kira Kelly, que ya tiene experiencia en el subgénero con el drama Rez Ball, de 2024, acerca de un equipo de baloncesto formado por nativos norteamericanos. “Queríamos que algunas de las secuencias dedicadas al fútbol fueran de lo más clásico, pero esta película también gira en torno al terror psicológico. Decidimos poner algunas convenciones del revés. Por ejemplo, hay momentos en que utilizamos lentos y maravillosos movimientos de cámara en vez de caer siempre en un montaje rápido. Intentamos crear algo nuevo”.
·Para que el público viviera más visceralmente las experiencias de Cam en el terreno de juego, Kira Kelly utilizó diversos enfoques que ponen al espectador en la piel del protagonista.
oDurante algunas escenas, Tyriq Withers llevó una cámara RED Komodo para rodar la acción desde su punto de vista.
oEn ocasiones, se colocó un casco encima de la cámara para que el punto de vista pareciera ser el de Cam con el casco puesto mientras le derriban otros jugadores.
oEl equipo técnico diseñó un aparato, al que llamaron “el aparato boomerang”, que les permitía lanzar una cámara al aire para simular el punto de vista de una pelota. “Algunos pensarán que utilizamos un dron o que es un efecto visual”, dice Justin Tipping, “pero la cámara se mueve a unos 60, 70 kilómetros por hora”.
oLa película arranca con tomas muy activas realizadas cámara en mano, el aparato boomerang y movimientos cinéticos. A medida que la historia avanza y que Cam pasa cada vez más tiempo en el recinto, el cuadro es menos amplio, y muchas tomas se realizaron con grúa o travelling. Las composiciones son cada vez más simétricas, con los personajes en el centro, en un intento de reforzar visualmente el confinamiento de Cam.
·La iluminación también subraya el descenso de Cam a los infiernos. La larga entrada y el terreno de juego son luminosos, contrastando fuertemente con los niveles inferiores, siempre sumidos en sombras y con colores saturados. “A Justin le gusta iluminar desde arriba, como hacemos en el terreno de juego”, dice Kira Kelly. “Recuerda a las catedrales y encaja con la iconografía religiosa de la película”. Todas las combinaciones de colores se estudiaron para evocar una respuesta emocional. En la cámara hiperbárica, en la que está encerrado Cam después de unos incidentes inquietantes, la directora de fotografía se inclinó por unos tonos verdes y azules aterciopelados – “una preciosa combinación que tiende a incomodar”, según ella – para comunicar la sensación de peligro.
·La imagen más innovadora de la película también es la más perturbadora. Cada vez que un jugador sufre una conmoción, algo que le ocurre a Cam más de una vez, la imagen se rompe en pedazos, la luz parpadea. El público incluso ve el cerebro de Cam temblar en su cráneo con efectos visuales para que la imagen salte y parpadee. “No se ven los efectos de las brutales colisiones durante los partidos”, dice el director. “Quería mostrar de forma orgánica lo que ocurre dentro del cuerpo cuando hay un encontronazo brutal, con las sinapsis abriéndose, el líquido cerebral moviéndose y todo el sistema muscular estirándose”.
·Para crear las tomas de conmociones e impactos, el equipo construyó un aparato estéreo con una cámara térmica FLIR montada encima de una Alexa 35 que impedía los saltos entre las dos cámaras en el montaje. Se utilizaron imágenes rodadas con la cámara térmica siempre que era necesario visualizar el efecto interno de una colisión que, posteriormente, se aumentaba con efectos visuales. Las imágenes finales mezclan los efectos térmicos y los visuales para que la violencia impacte física, psicológica y visceralmente.
La música
Para la música de EL MEJOR, Justin Tipping recurrió al premiado compositor Bobby Krlic, también conocido por el nombre artístico de The Haxan Cloak. Sus osadas composiciones han moldeado algunas de las bandas sonoras más sorprendentes de los últimos diez años. Entre están mencionaremos Midsommar, así como las series “Bronca” y “Snowpiercer: Rompenieves”. Ahora, para EL MEJOR, ha escrito una de sus partituras más atrevidas, oscilando entre la sorpresa y la inquietud, basada en fantasías y terrores de la infancia trasladados a una visión contemporánea.
El compositor reconoce haberse sentido atraído por la osadía de la historia: “Me quedé enganchado en las diez primeras páginas. Mandé un correo a mi agente cuando acabé de leer el guion preguntándole si podía reunirme al día siguiente con el director”. Su entusiasmo creció después de conocer a Justin Tipping ya que ambos comparten unos gustos muy eclécticos y un enfoque intuitivo para contar historias. “Nos llevamos bien nada más vernos”, dice Bobby Krlic. “Tenemos la misma edad, crecimos escuchando la misma música, compartimos referencias en cuando a cine, arte, comida, todo. Fue vernos y cantar el mismo himno”.
En vez de crear temas aislados para cada personaje, Bobby Krlic construyó la partitura alrededor de una melodía cambiante que actúa como el núcleo emocional de la historia. “Es un tema que puede adoptar formas muy diferentes”, explica el músico. “Se puede modificar con una base trap, se puede filtrar con cinco unidades de distorsión, añadir un coro de voces blancas o crear capas con una Groove disco. Pero pude hacerlo gracias a Justin, porque me dio toda la libertad para ver hasta dónde podía manipular el género sin perder el hilo emocional”.
Este hilo emocional nace a menudo con una imagen. Desde sus primeras grabaciones en solitario, Bobby Krlic ha ido llenando su estudio con libros y fotografías que le inspiran. Su colaboración con Justin Tipping en EL MEJOR también se basó en imágenes. “Justin me mandaba vídeos de la NFL de 1960 y me decía cosas como ‘Escucha el ruido de los jugadores’ o también ‘Fíjate en el color de los equipos, la textura de la hierba’”, recuerda el compositor. “Empezamos a lanzarnos ideas que no siempre tenían que ver con la música, sino más bien con algo visual, con texturas. Y esto se convirtió en la base de la banda sonora”.
Estas ideas empezaron a cobrar forma en el estudio de Bobby Krlic, repleto de instrumentos musicales de los años 50 hasta los 70. “Una idea recurrente se centró en que esto era el sueño de Cam desde la niñez, lo que nos llevó a las cajas de música”, dice Bobby Krlic. Empezó a componer con una celesta, un teclado con un sonido muy delicado, parecido al de las campanas, que a menudo se asocia con las cajas de música y la infancia, para componer el tema central de la película. “A partir de ahí compuse piezas con referencias a ‘Alicia en el país de las maravillas’ o a Disney”, sigue diciendo. “Cosas que recordaban a los arreglos de Nelson Riddle en la época de Capitol Records. Pero quedaba lo mejor, cómo conseguir trastocar todo esto. Escogíamos el tema de las cajas de música, le añadíamos una base de trap, lo pasábamos por sintetizadores… Queríamos que se pareciera a dos jugadores en plena colisión, como el encontronazo de dos estilos”.
Uno de los momentos favoritos de Bobby Krlic es una secuencia hacia el final de la película que requería el equilibrio exacto entre control y atrevimiento. “La secuencia es maravillosamente genial y absurda, por eso la música no podía tomársela muy en serio, no habría funcionado”, explica. Justin Tipping sugirió una mezcla de referencias de música disco, de musicales y de Beach Boys que hizo tomar a Bobby Krlic un camino de lo más inesperado. Utilizó un clavicordio para tocar muy deprisa el tema de la caja de música. A partir de eso, añadió tambores y un ritmo rap-disco. “Grabé los primeros ocho compases y se lo mandé a Justin preguntándole si era una locura o si seguía adelante. Contestó inmediatamente escribiendo en mayúscula: SÍ, SÍ, SÍ”, dice el músico. “La composición pasa de la locura disco al terror más absoluto antes de transformarse en un muro de sonido al estilo Phil Spector. Creo que nunca me lo había pasado tan bien componiendo algo”.
La música se grabó con una orquesta de 50 profesores, algunos de ellos intérpretes de cuerda de renombre internacional. “Oír a una orquesta apoderarse de una partitura y darle vida comunicándole sus emociones y sensaciones es algo transformador”, explica. “Lo que había empezado como unos sonidos en mi estudio se convierte en algo que vive y respira. Es mágico”.
El tono de EL MEJOR le proporcionó a Bobby Krlic la posibilidad de ser atrevido, y no dudo en lanzarse. “Una corriente dice que la música debe ser invisible, pero no estoy de acuerdo”, explica. “Una gran banda sonora debe saber cuándo guiar al público, cuándo sorprenderle y cuándo estar presente. Si el proceso es correcto, puede contar la historia tan bien como cualquier otra cosa en la pantalla”.
