Después de ‘The Guilty’, el realizador Gustav Möller, firma este claustrofóbico y brutal ejercicio de suspense, que adhiere al recurrente género carcelario las complejidades psicológicas y morales de unos personajes enfrentados a sus peores demonios. Un thriller absorbente que captura las deficiencias de un sistema al borde del colapso.
En el elenco Sidse Babett Knudsen, Sebastian Bull Sarning, Dar Salim, Marina Bouras, Olaf Johannessen, Jakob Ulrik Lohmann…
Entrevista con Gustav Möller
P: Después de 'The Guilty', que tenía como escenario único un centro de llamadas de emergencia de la policía, usted explora otro mundo confinado: una prisión de la que casi nunca salimos. ¿Cuál fue el punto de partida de 'Condenados'?
R: Una larga fascinación por las prisiones, sin duda. En primer lugar, creo que las prisiones son un escenario cinematográfico muy fuerte. Hay personajes extremos, reglas claras y una fuerte dinámica de poder. Además, el lugar en sí está repleto de simbolismo y arquetipos. Básicamente, la prisión es un lienzo muy sólido para contar historias, pero al mismo tiempo, muchas de las historias que se cuentan son muy parecidas. Vi la oportunidad de contar una historia diferente, desde una perspectiva diferente. En segundo lugar, si nos alejamos, cada prisión es un espejo de la sociedad que la construyó. Me parece que en Dinamarca, como en la mayor parte de Europa... Todavía no hemos decidido lo que queremos que sean nuestras prisiones y, por extensión, quiénes queremos ser como pueblo. ¿Somos seres racionales o emocionales? ¿Creemos en el perdón y la rehabilitación? ¿O preferimos la venganza y el castigo? Ahora mismo, el sistema de justicia penal intenta atender a ambos lados, aunque se contradigan directamente. Esa paradoja me parece fascinante y es el principal conflicto que quería explorar.
P: ¿Qué tipo de investigación llevó a cabo?
R: Realicé una investigación bastante exhaustiva con mi co-guionista, Emil Nygaard Albertsen, visitando diferentes prisiones, hablando con reclusos, funcionarios, sacerdotes, psiquiatras, expertos jurídicos, víctimas de delitos, en realidad todas las vertientes del tema. Dado que la protagonista de la película es una funcionaria de prisiones, el punto central de la investigación fue, por supuesto, desde esa perspectiva. Martin Sørensen es un ex funcionario de prisiones que rápidamente se convirtió en asesor de la película y que también tiene un pequeño papel en la pantalla. Nuestras conversaciones con Martin comenzaron tres años antes del rodaje, y gracias a él pudimos conocer de primera mano los aspectos prácticos y psicológicos del oficio.
P: ¿Cómo abordó el género del cine carcelario, que está bastante codificado?
R: Me encanta cuando un género aporta códigos, reglas y arquetipos fuertes, y el género carcelario sin duda lo hace. Tener modelos y ejemplos, o incluso clichés, te permite jugar con las expectativas del público y subvertirlas. Al hacer la película, siempre hablamos de 'Condenados' como una "película carcelaria al revés". Nuestro personaje principal, el funcionario de prisiones, es en muchos sentidos lo opuesto al protagonista clásico: el recluso. Pero al mismo tiempo, emocionalmente, veo a Eva como una reclusa. La conocemos en una prisión real y figurada. Por eso, a la hora de escribir, quisimos seguir las mismas reglas que se aplicarían si fuera una presa real. Nunca vemos su casa ni su vida fuera de la cárcel. Nunca vemos su armario privado, ni su apartamento, ni su familia. También jugamos con otros arquetipos desde la perspectiva de la reclusa. El viaje de Eva como forastera, tratando de mantenerse fuerte en un entorno violento, y las estructuras de poder internas de los funcionarios, son tropos invertidos de la clásica historia de reclusos. Tanto en la ficción como en la vida real.
P: Eva trabaja en un ambiente muy masculino. ¿Cómo encaja su heroína?
R: Creo que es cierto que hay más hombres que mujeres en la película, pero no quería que pareciera una marginada por el hecho de ser mujer. Hay varias mujeres oficiales en la película, y Eva es la única que se separa del grupo. Lo que separa a Eva no es su género, sino su nivel de implicación. Pero, por supuesto, es una figura más maternal en un entorno muy masculino y violento, y eso juega a favor de los temas más amplios de la película.
P: La película explora los sinuosos caminos que separan la venganza y el perdón...
R: Sí, sin duda... Pero creo que, en última instancia, la película trata de una mujer prisionera del dolor y de su necesidad de salir de esa prisión. La venganza y el perdón son dos formas posibles de hacerlo. Pero es de esperar que la película vaya más allá de decir si uno tiene razón y el otro no. Para mí es importante dejar al público con algunas preguntas...
P: El asesino de su hijo recuerda a Eva la violencia de su asesinato, pero también la violencia que tuvo su propio hijo. En ciertos momentos, ¿no transfiere algo de su vínculo maternal a Mikkel?
R: La historia maternal es un trasfondo de toda la película, y se puede encontrar en todas partes si se mira con atención. Y sí, quería que la visión de Eva, tanto de Mikkel como de todos los presos que la rodean, se viera a través de la pérdida de su hijo. Al principio de la película, Eva trata a todos los presos como si fueran su propio hijo. Se podría decir que son hijos sustitutos. Todo eso cambia cuando llega Mikkel. Esto endurece sus emociones hacia los demás reclusos y, obviamente, hacia Mikkel. Pero cuando la psicología se vuelve realmente interesante para mí es cuando Mikkel empieza a recordarle a Eva a su propio hijo. Los dos jóvenes se fusionan, víctima y victimario se convierten en uno. Y Eva, la madre, comienza a mirar hacia adentro. ¿Fue su crianza, o la falta de ella, responsable del destino de su hijo?.
P: Más tarde, otro momento clave es el de la madre de Mikkel...
R: En esa escena pasan muchas cosas. Tienes tres psicologías complejas y cada una tiene su propio proceso en marcha en ese momento. Pero creo que lo que les une es ser tres personas que se esfuerzan al máximo. Ninguna de ellas llegaron a este lugar con malas intenciones: ésa es la tragedia de esa escena. Y, obviamente, el reflejo de las dos madres es también una parte importante: ¿está Eva mirando a su pasado?
P: Sidse Babett Knudsen es fantástica, y muchos de los puntos de inflexión de la historia pueden leerse en su rostro, en constante metamorfosis. Pero este rostro también conserva una gran parte de opacidad. ¿Cómo la dirigió?
R: En primer lugar, Sidse y yo pasamos mucho tiempo hablando del guion, porque ella se vinculó al proyecto en una fase muy temprana. Intercambiamos muchas ideas sobre el pasado del personaje, sus sentimientos y quién es fuera de la cárcel, pero mantuve la ambigüedad del guion en muchos puntos. La interpretación de Sidse es increíblemente matizada y sutil, de modo que deja espacio para que el público proyecte en ella sus propias emociones. Por ejemplo, cuando se vuelve violenta hacia Mikkel, veo a una mujer excitada, asustada, orgullosa y avergonzada de sus actos. Todo al mismo tiempo. Esa es la brillantez de su actuación. Así que para mí, como director, en el plató se trataba sobre todo de crear un espacio en el que ella pudiera hacer precisamente eso, y luego establecer la dirección de la escena.
P: ¿Cómo eligió a Sebastian Bull, que interpreta a Mikkel? ¿Cómo trabajó con él?
R: Buscaba a alguien que encarnara algo a la vez infantil y peligroso. Mientras que escribí el personaje de Eva para Sidse, hicimos un casting muy amplio para el papel de Mikkel. Creo que vimos a todos los actores daneses de entre veinte y treinta y cinco años. Entonces llegó Sebastian, y tenía esa energía violenta y juvenil que yo buscaba, tanto en su interpretación como en su aspecto. También aportaba una presencia alocada y una entrega muy natural. La preparación con Sebastian consistió en parte en analizar el trasfondo del personaje, pero sobre todo en ayudarle a descubrir los elementos físicos del mismo. De dónde viene la ira, lo que la prisión hace a tu lenguaje corporal y demás. Luego, en el plató, se trataba de crear la atmósfera y el marco adecuados para él, y creo que hizo un trabajo maravilloso.
P: ¿Ensayó mucho con los dos actores principales? ¿Les hizo reunirse antes del rodaje?
R: Aparte de la última fase del casting de Sebastian, que fue delante de Sidse, apenas ensayamos juntos. Quería captar algo más crudo e inesperado que acordar algo de antemano. Ese es mi enfoque en general, pero como estos dos personajes nunca se habían visto antes, y como los dos actores aportan técnicas y energías bastante diferentes, tenía más sentido que nunca.
P: ¿Dónde se rodó la película?
R: La película se rodó en gran parte en Vridsløselille, una prisión a las afueras de Copenhague que se cerró en 2018. Pero también la combinamos con otras localizaciones -túneles subterráneos de un hospital, una capilla de hormigón y una fábrica abandonada, por ejemplo- para dar a la prisión una mayor diversidad visual y crear esta sensación casi laberíntica. La diseñadora de producción, Kristina Kovacs, hizo un trabajo asombroso al crear esta diversidad y, al mismo tiempo, unir todas las localizaciones en una sola.
P: Encuentra muchas maneras de estilizar y hacer evolucionar este escenario casi único... ¿Cómo trabajó con su director de fotografía?
R: Kristina, el director de fotografía Jasper Spanning y yo colaboramos estrechamente desde el principio. Hablamos del enfoque visual, la iluminación y las localizaciones cuando aún se estaba escribiendo el guion. Más tarde, Jasper y yo empezamos a desmenuzar el guion para determinar el papel de la cámara en la historia. Llevamos muchos años trabajando juntos y el punto de partida es siempre el mismo. El estado de ánimo de los protagonistas determina cómo rodamos cada escena o secuencia. En esta película mantuvimos el mismo enfoque, pero quisimos ampliar los límites del naturalismo más allá de lo que habíamos hecho en el pasado. Por ejemplo, dejando que el espacio mental de Eva cambiara la luz de la escena o introduciendo elementos surrealistas en un plano.
P: ¿Qué le llevó a elegir esta relación de aspecto tan estrecha en la pantalla?
R: El formato se presta a los retratos y a los pasillos largos y estrechos... Y en esta película hay mucho de ambas cosas. De hecho, rodamos un par de escenas de prueba con Sidse en la cárcel con distintas relaciones de aspecto, y la relación llamada "academy" nos pareció la adecuada. Lo que hace la imagen estrecha -en combinación con el sonido Dolby Atmos- es que imita la sensación que tienes cuando estás en una prisión. Una sensación claustrofóbica de inquietud, de no saber qué puede venir de la esquina o de detrás de ti. La combinación de un formato de imagen estrecho y un sonido amplio también nos ayudó a centrar la historia en Eva, sugiriendo al mismo tiempo un mundo más grande y continuo a su alrededor.
P: 'The Guilty' mantuvo toda su acción principal fuera de cámara. 'Condenados' tiene varias secuencias de violencia bastante gráficas. ¿Qué le interesa de este enfoque?
R: No me interesa mostrar violencia per se. Pero esta película se desarrolla en un entorno muy violento, y gran parte del desarrollo del personaje de Eva está estrechamente relacionado con esta violencia. Tiene un efecto casi físico en ella. La cambia. Sobrepasa sus límites y cambia su moral. En última instancia, cuenta la historia de cómo se convierte en persona. En esos momentos cruciales, no quiero sugerir nada ni rehuir nada. Quiero poner al público en su lugar.
Críticas
"Un thriller de prisiones fascinante y claustrofóbico (…) Es más rica y profunda que la ópera prima de Möller" - David Ehrlich: INDIEWIRE.
"Impresionante ejemplo de creatividad" - VARIETY.
"Magníficamente interpretado" - SCREENDAILY.
"Möller nos cuenta algunasverdades incómodas sobre la vida" - CINEUROPA.
"Cine reflexivo que retrata el abismo que separa a los que deshumanizan de los que no" - THE FILM STAGE.
"Dos agudísimas interpretaciones que extraen las sutilezas del guion. Uno de los thrillers más conmovedores y electrizantes de los últimos años" - COLLIDER.
Sobre el director
Gustav Möller, guionista y director sueco afincado en Dinamarca, se ha convertido rápidamente en un nombre muy solicitado en Europa y Estados Unidos. Möller se graduó en la renombrada Escuela de Cine Danesa en 2015, ganando el premio Next Nordic Generation por su película de tesis, 'In Darkness'. En 2018, debutó en el largometraje con el increíblemente exitoso thriller psicológico 'The Guilty', que tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Sundance, donde ganó el Premio del Público en la categoría World Cinema Dramatic. La película ganó numerosos premios en todo el mundo, entre ellos los de Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guion Original en los Premios del Cine Danés, y también fue preseleccionada para los Premios Oscar de la Academia. Jake Gyllenhaal, fan declarado, es productor y protagonista del remake del proyecto, que se estrenó en Netflix en septiembre de 2021. Además, Möller co-creó la serie de televisión 'The Dark Heart', junto con el escritor Oskar Söderlund. Este drama psicológico de cinco capítulos se estrenó en el Festival de Sundance en 2022 y ha recibido críticas muy favorables. También ganó el premio a la mejor serie en el concurso internacional Panorama Series Mania. 'Condenados' es el esperado drama psicológico carcelario de Gustav protagonizado por la actriz de 'Borgen' Sidse Babett Knudsen, nominada a los premios Emmy.
