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Constantine cartel reducidoConstantineDirigida por Francis Lawrence
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Keanu Reeves y Rachel Weisz protagonizan Constantine, con Shia LaBeouf, Tilda Swinton, Pruitt Taylor Vince, Djimon Hounsou, Gavin Rossdale y Peter Stormare. Dirigida por Francis Lawrence a partir de un guión de Kevin Brodbin y Frank Cappello, sobre una historia de Kevin Brodbin, Constantine está basada en personajes de las novelas gráficas Hellblazer de DC Comics/Vertigo y está producida por Lauren Shuler Donner, Benjamin Melniker, Michael Uslan, Erwin Stoff, Lorenzo di Bonaventura y Akiva Goldsman. Los productores ejecutivos son Gilbert Adler y Michael Aguilar. Philippe Rousselot, A.F.C./A.S.C., es el director de fotografía; Naomi Shohan, la diseñadora de producción; y Wayne Wahrman, A.C.E., el montador. La música es de Brian Tyler y Klaus Badelt.

Imagina que la vida en la tierra existe en un estado de distensión, un equilibrio entre las fuerzas del bien y del mal escrupulosamente mantenido a través de los tiempos. Los humanos eligen sus propios caminos en este mundo y, al hacerlo, sellan su destino para el reino del más allá; unos destinados al cielo y otros al infierno.

Como parte de esta apuesta divina sobre todas las almas del mundo, ni Dios ni el diablo pueden tener contacto directo con la raza humana ni con su libre albedrío pero se les permite una cierta influencia a través de intermediarios. Ni totalmente ángeles ni demonios, el término que mejor describe a estos traficantes de influencias enviados a la tierra es el de híbridos. "Supongamos que fuiste muy bueno en la vida, o muy malo. Envuelven tu alma con piel humana y te envían de vuelta a cumplir una misión", explica John Constantine, un hombre que ha estado literalmente en el infierno y ha vuelto.

En cuerpos normales estos híbridos se mueven libremente entre la población humana, haciendo su trabajo. Comparten las calles, ocupan puestos de trabajo, establecen miles de relaciones con sus anfitriones humanos y nadie se entera. "Tienen el mismo aspecto que nosotros", dice el director de Constantine Francis Lawrence. "Podrías vivir codo con codo con ellos, tal vez incluso estar casado con uno de ellos o ser amigo suyo y no saberlo nunca". Pero John Constantine puede verlos.

Desde la infancia, ha tenido la capacidad especial - él la llamaría maldición - de reconocer a esos seres como lo que realmente son bajo su frágil tejido de disfraz. Ve sus auténticos rostros, ya sean beatíficos o diabólicos. Impulsado al suicidio, en su juventud, por esa aterradora carga que nadie comprendía, Constantine esperaba encontrar la paz que esto le traería pero en su lugar lo que consiguió fue una visita de dos minutos a las profundidades del infierno, una pesadilla inimaginable, antes de ser resucitado y devuelto bruscamente a la vida.

Desde ese momento conoce el horroroso destino que le espera cuando termine su vida en la tierra, e intenta cambiarlo desesperadamente. Como el tradicional camino a la salvación le está vetado, decide ganarse la entrada al cielo luchando contra los híbridos diabólicos en la tierra. Experto en demonología y magia negra, y un consumado timador cuando quiere, Constantine utiliza reliquias sagradas como armas, además de su inteligencia, sus puños y cualquier otra cosa a su alcance para enviar de vuelta al inframundo a incontables hordas hechas pedazos.

Pero es un héroe improbable. Sin ningún tipo de intención benévola que le impulse, lucha contra el mal sólo para comprar su camino a un cielo que le está vedado, y se vuelve cada vez más cínico cuando esos esfuerzos no surten efecto.

Las extrañas circunstancias de Constantine y su actitud llena de amargura son parte de lo que hizo que Keanu Reeves se sintiese atraído por la historia y por su personaje protagonista. "Es uno de los mejores guiones que he leído", dice. "Tiene humor, inteligencia y vitalidad, y me gustó especialmente el hecho de que no todo fuera obvio. Hay misterio y contradicción. El propio Constantine tiene un fuerte sentido de la moralidad, si bien su ética es un poco dudosa. Está intentando reparar algunos daños pero no siempre lo hace del modo más correcto. Es un anti-héroe como no había visto nunca antes".

El renegado exorcista se ve constantemente atormentado por especímenes híbridos de ambos bandos. El angélico Gabriel (TILDA SWINTON), el guardián de Dios en la Tierra, niega constantemente a Constantine la salvación que tan fervientemente busca. Indiferente ante la guerra privada de Constantine y consciente de sus motivos egoístas, Gabriel le reprende reiteradamente - y sin demasiada compasión - diciéndole que no puede comprar su camino al cielo, mientras el emisario de Satán, Balthazar (GAVIN ROSSDALE), se burla de sus vanos esfuerzos y le recuerda que sus días están contados. Cuando se entera de que a Constantine le han diagnosticado un cáncer de pulmón terminal, Balthazar no cabe en sí de alegría, regodeándose malévolamente.

Entre los pocos aliados de Constantine está Chaz (SHIA LaBEOUF), su fiel chófer y aspirante a aprendiz. Fascinado por lo que ve del mundo de Constantine, si bien desde una distancia segura, Chaz compensa su falta de experiencia práctica con un conocimiento enciclopédico de lo religioso y lo paranormal, preparándose ávidamente para el día en que Constantine finalmente le pueda pedir ayuda. El antiguo compañero de Constantine, Medianoche (DJIMON HOUNSOU), podría serle de mucha más ayuda si Constantine no hubiese tenido que romper esa relación. Medianoche, que en otro tiempo fue curandero y brujo, reclama neutralidad y ofrece su club nocturno como santuario para los híbridos de ambos bandos al tiempo que mantiene sus auténticas lealtades para sí mismo. Ahora advierte a Constantine de que respete el equilibrio. Pero él persiste. Es lo único que puede hacer. Se ha convertido en su vida.

Llamado al escenario de otra posesión por su viejo amigo el padre Hennessy (PRUITT TAYLOR VINCE), un sacerdote cansado cuyo cuerpo y alma han visto días mejores, se prepara para otro exorcismo más. Esta vez se trata de una joven atrapada por el infierno, el último de una serie de incontables exorcismos que ha realizado Constantine y, sin embargo, éste de repente le parece distinto. Con incredulidad, y más tarde con creciente inquietud, Constantine se da cuenta de que el demonio que hay dentro de esta muchacha concreta no está luchando por la posesión de su diminuto cuerpo sino que está buscando una manera de atravesarlo y entrar en el mundo físico, lo cual supone una flagrante violación del antiquísimo equilibrio. Esto no puede estar sucediendo.

Pero ése no es más que el primero de varios e inquietantes presagios. De camino a casa por las oscuras calles del centro de Los Angeles, Constantine es atacado por un demonio - no un híbrido sino un demonio en toda regla, que aparece descaradamente en el plano terrenal como si tuviera derecho.

Más tarde, mientras está sentado solo reflexionando sobre estos inexplicables y aterradores incidentes, recibe la visita de Angela Dodson (RACHEL WEISZ), una detective de policía con apremiantes dudas sobre el misterioso suicidio de su hermana Isabel. Angela, que se crió con la creencia de que el suicidio es un pecado mortal, no puede aceptar que su hermana se haya quitado la vida, a pesar de que las imágenes del equipo de vigilancia del hospital psiquiátrico en el que estaba internada Isabel la muestren saltando desde el tejado. Basándose en los rumores que ha oído sobre Constantine, que le conectan con los extraños y sobrenaturales acontecimientos que han tenido lugar en la ciudad, Angela le busca a pesar de su escepticismo, con la esperanza de que pueda ayudarle a explicar lo que le sucedió realmente a Isabel.