Cinemanía > Películas > Días de Santiago > Comentario
Destacado: Kingsley Ben-Adir es el protagonista de 'Bob Marley: One love'
Días de Santiago cartel reducidoDías de SantiagoDirigida por Josué Méndez
¿Qué te parece la película?

Seminci de Valladolid 2004

Reparto
Pietro Sibille, uno de los más jóvenes talentos del teatro peruano, después de debutar en la pantalla grande con Proof of Life (Prueba de vida, de Taylor Hackford, 2000), encabeza el elenco de DÍAS DE SANTIAGO en el papel de Santiago Román. Lo secundan Milagros Vidal, Marisol Puicón, Alhelí Castillo, Lili Urbina, Ricardo Mejía, Erick García e Ivy La Noire, todos destacados actores del teatro y la televisión de Perú.

Josué Méndez (director y guionista)
Josué Méndez nació en Lima, Perú. Cursó Cine y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Yale, EE UU, donde se graduó en 1998. Ha escrito y dirigido tres cortometrajes, los cuales han sido proyectados en diversos festivales internacionales (Oberhausen, Tampere, Huesca, São Paulo, Bilbao, entre otros). Con Parelisa ganó el Premio Casa de América al Mejor Realizador Novel en el Festival Iberoamericano de Cine de Huesca, España. Ha trabajado en publicidad, documentales, teatro y televisión para productores peruanos y extranjeros, y ha desarrollado una destacada labor como montador de largometrajes y cortometrajes para otros directores.

DÍAS DE SANTIAGO es su primer largometraje, y con él ha ganado el Concurso de Óperas Primas del Conacine, Perú, así como un "Stage des Jeunes Producteurs" en el Festival des Trois Continents en Nantes (Francia).

Filmografía como director
1997 - Solo Buenos Amigos (cortometraje)
1998 - Dreams & other adagios (cortometraje)
1999 - Parelisa (cortometraje)
2004 - DÍAS DE SANTIAGO (largometraje)

Notas del director
"Le llaman salvaje al río que se desborda, pero no al cabrón que lo oprime".

Dos cosas me motivaron a realizar esta película. Una es la cita previa, la cual leí en una pared caminando un día por las calles de Lima. La otra fue la oportunidad de conocer al Santiago de la vida real, un joven ex soldado peruano. Su generosidad, su simpatía, su humildad, me hicieron tomar conciencia de la terrible indiferencia social y estatal hacia personas que creyeron en su país.

Para mí, Santiago Román, el personaje, representa a una generación engañada que perdió su juventud en el campo de batalla y volvió a la ciudad sólo para luchar una vez más por adaptarse y sobrevivir en una sociedad sin memoria, que ni los reconoce ni los aprecia; una sociedad incapaz de ofrecer un rol digno a aquellos que lo dieron todo por protegerla, y donde todos compartimos la culpa por permitir un sistema que prepara a sus hijos para la guerra sólo para abandonarlos y dejarlos de lado una vez alcanzada la paz.

DÍAS DE SANTIAGO es una película urbana. Trata de la rudeza de la vida en la urbe, de sus calles, del tráfico, del caos. No tiene, por lo tanto, ningún flashback. Las memorias de la guerra sólo están dentro de la cabeza de Santiago, y lo atormentan. Esto se expresa en la película a través de la voz en off del protagonista. El estilo visual del largometraje es ecléctico, la mitad del tiempo la fotografía es a color, la otra mitad en blanco y negro. Después de todo, es la historia de un hombre en búsqueda de orden, equilibrio y armonía en un mundo caótico.

La estructura narrativa del film no es convencional, no sigue estrictamente la estructura en tres actos, es más bien una estructura que refleja a su personaje principal. Así como Santiago no encuentra una dirección clara para su vida al comienzo de la historia, la película misma tampoco parece encontrar una dirección, no hay un camino claro, un final certero. Sólo cuando Santiago decide empezar una nueva vida la película logra concentrar suficiente impulso y la historia empieza a fluir con más rapidez. A partir de entonces la estructura sigue al personaje en su búsqueda por pertenecer y salvar gente en la vida civil. La cámara, sea fija o en mano, sólo busca acompañarlo con la intención de lograr atrapar a la audiencia y llevarla lo máximo posible al estado mental del personaje, a su paranoia, a su inestabilidad, a su fragilidad social.

Josué Méndez