Santiago Tabernero (director y guionista)
Biofilmografía
Periodista y guionista cinematográfico. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra en 1984.

Actualmente dirige en La 2 de TVE el programa Versión española, dedicado al cine español contemporáneo.

También para TVE ha escrito y realizado desde 1987 reportajes de contenido cinematográfico en programas como La tarde, Tal cual, Días de Cine, Informe Semanal, Metrópolis, Sábado Cine y Así se hizo.

Como guionista escribe junto a Daniel Monzón el guión de largometraje Desvío al paraíso, dirigido por Gerardo Herrero en 1993.

En 1995 escribe el guión de largometraje Taxi, dirigido en 1996 por Carlos Saura. Coguionista en 1997 del largometraje Huelepega, dirigido un año más tarde por Elia Schneider. En 1997 dirige con Íñigo Rotaetxe el cortometraje en 35 mm Tiempo muerto, partiendo de un guión propio. Coguionista junto a Daniel Calparsoro de la película de este último Asfalto (1999).

VIDA Y COLOR es su primer largometraje como director.

Notas del director
Hay acontecimientos que galvanizan en torno a un año el espíritu de toda una época. Son momentos electrizantes de la Historia propicios al cambio, el mito y la leyenda. No es de extrañar que el cine americano, siempre tan hábil reflejando las transformaciones de su sociedad, haya acudido con frecuencia a esos años emblemáticos para ampliar las peripecias de sus personajes.

Es un punto de vista que se presta tanto a la película de corte realista como a la evocación y a la fábula. Y en ambos casos tiene una intensa capacidad de llegar, conmover y emocionar la memoria de los espectadores.

VIDA Y COLOR viaja a 1975 no para hacer crónica histórica, sino para contar en clave de fábula aquella España naïf y oscura, a través de la historia coral de un barrio obrero adonde llegan, con sordina de suburbio, los ecos del acontecimiento.

Porque, mientras Franco agonizaba en el Palacio de El Pardo, lejos, muy lejos, un niño de catorce años llamado Fede soñaba con ser uno más de la pandilla del barrio, harto de sentirse insignificante. Siguiendo sus aventuras de iniciación, VIDA Y COLOR recorre otras muchas historias de las anónimas gentes del barrio de Las Islas, sus anhelos y oscuros secretos.

Decía que VIDA Y COLOR tendrá tono de fábula y no de crónica, para dejar claro mi desinterés por el realismo estricto y, desde luego, por el costumbrismo nostálgico. Lo que quiero es que sea un cuento de iniciación, misterio y aventuras con valor de metáfora. Y, como tal, más pendiente de la recreación poética que del retrato sociológico.

Cuento para ello con la inestimable complicidad del maestro José Luis Alcaine en la dirección de fotografía. Juntos buscamos la luz y los vivos colores de este cuento de otoño, que emocionalmente podría suceder en primavera. Mucho nos está ayudando, y también a la dirección artística, la localización que hemos encontrado en un barrio de la periferia de Madrid: modestas calles de viviendas de protección oficial y fotogénicos descampados suburbiales, a cuya geografía se ha plegado el guión en las sucesivas versiones.

De nada serviría todo esto sin los actores adecuados para un reparto tan complejo, por coral y heterogéneo, en el que muchos de los personajes protagonistas son chavales de entre trece y dieciocho años, incluidos un gitano adolescente y una chica con síndrome de Down. Tengo la certeza de haber dado con todos ellos tras un exhaustivo casting. Para el resto del reparto tengo la suerte de contar con el talento de veteranos actores a los que admiro y cuyos rostros encajan en los personajes por encima de su fama.

En cuanto a la música, espero que VIDA Y COLOR cuente con la estimulante selección de canciones que necesita, más allá del revival y más acá de la evocación emocional del pasado en tiempo presente que quiere ser la historia. A ellas se sumará el score original compuesto por Matthew Herbert, de clara inspiración jazzística.

Respecto al ritmo, la cadencia interior, la composición del plano... Ojalá consigamos acercarnos en VIDA Y COLOR a esa excitación por la aventura de películas de iniciación como Stand by me, Los contrabandistas de Moonfleet, Historias del Bronx o Esperanza y gloria. Ojalá nos inspiren evocaciones turbias como Matar a un ruiseñor o La noche del cazador para conseguir la trama de cuento de terror que subyace en el relato. Ojalá el estilo visual de la película delate referencias poéticas a Días del cielo, Amarcord, Vacas, El espíritu de la colmena, Mi vida como un perro, Léolo, Sweety, Totó l'heros, y tantas películas que adoro.

Santiago Tabernero

La banda sonora
Accede a la información sobre la banda sonora Vida y Color BSO.