El mamut siberianoDirigida por Vicente Ferraz Festival Internacional De Cine De Valladolid 2005.
Vicente Ferraz Gonçalves (El director)
Nació en Río de Janeiro en 1965. Estudió en la EICTV (Escuela Internacional de Cine y Televisión, San Antonio de los Baños, Cuba).
Ha dirigido varios cortos y documentales en Brasil, Cuba, Costa Rica y Nicaragua. Actualmente, vive en Río de Janeiro y también es guionista, cinematógrafo y director de televisión. EL MAMUT SIBERIANO es su primer largometraje documental.
Filmografía
1989 - "CARRERA CONTRA EL TIEMPO" (Cuba).
Documental / 13 min. / Video
1991 - "PERDIDOS EN EL CAMINO" (Cuba)
Ficción / 13 min. / 35mm
1993 - 94 - "CIUDADANIA" (Brazil)
Serie documental de 15 minutos hecha para TV/30 min/ Video
1995 - "TV ESCUELA" (Brazil)
Programa para TV/ 30 min /Video
1996 - "HOMEM NATURALEZA" (Brazil)
Serie de documentales para TV / 12 Chapter / 30 min/ Video
1997 - "El REY DE CHA CHA CHÁ" (Costa Rica)
Ficción 45 min. (co-directing with Isabel Martínez)
1997 - 2003 - Making in-house documentaries for the following companies:
Hoecht, Coelce, Petrobrás (Brazil).
2004- "PRESENTE DO FUTURO" (Brazil)
Serie de ficción para TV / 10 Capítulos /20 min/ Video.
2004 - "EL MAMUT SIBERIANO" (Brazil)
Documental / 90 min/ 35mm
Como un caballo
Por Vicente Ferraz
Estaba solo, inmerso en la oscuridad de la sala de proyecciones, viendo por primera vez una copia de EL MAMUT SIBERIANO, el documental en el que había estado trabajando durante los últimos tres años. Fue entonces, en esa reunión privada conmigo mismo, viendo las imágenes, cuando empecé a reflexionar sobre la película que acababa de hacer. Las imágenes que veía no me pertenecían sólo a mí, ya que no había hecho la película yo solo.
Empecé a pensar en los demás coautores, en especial en mi compañera Isabel Martínez, quien produjo el film y estuvo presente en todo momento. También recordé a toda la gente en Cuba, Brasil, Rusia, Costa Rica, Estados Unidos y demás sitios, que me ayudaron a contar esta historia. ¡Es una historia que pertenece a mucha gente! Durante todo ese tiempo, siempre recibí la ayuda del imponderable: ¡el destino!. Hubo muchas ocasiones en las que me topé con él, el destino.
Para recrear la historia que había tenido lugar hacía más de cuarenta años acerca de la película Soy Cuba, no sólo necesitábamos una producción muy cuidada, sino también hacer un enorme esfuerzo emocional. Era un viaje en espiral hacia el pasado, hacia el recuerdo de una época determinada y hacia la aventura que supuso hacer esa película. Intenté hablar con todos aquellos que habían participado, no sólo los que estaban vivos, sino ¡también con los muertos!; y tras haber leído los diarios y cartas de Serguey Urusevsky, Belka Fridman y Mijail Kalatozov, empecé a entender a estos cineastas rusos y a percibir los sentimientos que les llevó a Cuba, a intentar entender este país y su joven revolución. Ellos no querían hacer una película de propaganda política, sino mostrar el amor que sentían por la isla.
Desgraciadamente, la película no fue comprendida en la época y durante estos últimos tres años en los que he tenido la sensación de haber hablado con ellos, he podido sentir su angustia por ese film olvidado. Intenté escuchar sus opiniones y dudas y ellos, los difuntos, fueron mi verdadera guía en este curioso viaje.
En Brasil tenemos una expresión que resume todos mis sentimientos hacia esta película. Me he sentido como el "caballo" de la historia. "Caballo" es el nombre que se le da a la persona que encarna el espíritu de los muertos para que éstos puedan hablar, enseñar y dirigir nuestro camino. Y es esta extraña relación con los vivos y los muertos la que me gustaría mostrarles en esta ocasión. EL MAMUT SIBERIANO es también una película que trata de mi amor por Cuba".
A la caza del mastodonte dormido
Manuel Bermudez
En 1961 la revolución cubana había cautivado a humanistas, políticos, comunistas, intelectuales y artistas en el mundo entero. Con apenas dos años del triunfo sobre la dictadura cruel y corrupta de Fulgencio Batista y liderado con figuras como Ernesto Guevara, Fidel Castro y Camilo Cienfuegos, el movimiento insurreccional planteaba el proyecto de una organización social distinta, a apenas noventa millas de la costa de los Estados Unidos.
Muchos vieron en Cuba la reivindicación de lo que había sido la caída de la república en la guerra civil española, es decir, la posibilidad de construcción de una sociedad mejor y más justa.
La tensión en la relación con el gobierno de Estados Unidos fue inmediata y el apoyo e interés por parte de la Unión Soviética también. Cuba estaba en el vórtice de la guerra fría intentando echar a andar un proyecto social y político inédito.
Como un intento por realizar una obra de propaganda de la revolución cubana, el Instituto de Cinematografía de Moscú, envía al consagrado director Mijail Kalatosov para evaluar la realización de un filme épico sobre el proceso cubano.
El cineasta queda maravillado. La gesta cubana, el pueblo, la geografía inspiran en Kalatosov el deseo de hacer una gran película. Esta sería la primera coproducción cubano-soviética. En el guión participan el poeta soviético Evgueni Evstushenko y el escritor cubano Enrique Pineda Barnet. Como mano derecha de Kalatosov se suma el fotógrafo Serguei Urusevsky. La película se llamaría Soy Cuba.
Conforme se inicia el rodaje la fascinación de los realizadores aumenta. La barrera cultural, idiomática y temperamental de rusos y cubanos es obviada por los afanes de aquella superproducción. La filmación tomó dos años. El resultado fue un monumental largometraje que asombrosamente conjugaba el patetismo ruso con el vertiginoso realismo caribeño.
En 1964, con tremenda alharaca se estrena en Moscú y en La Habana la esperada película. El resultado fue que en menos de una semana la cinta se retirara de las salas y se condenara a las bodegas para no volver a ver la pantalla nunca más.
¿Qué ocurrió? ¿Por qué fue olvidada aquella gran producción? ¿A qué se debió su fracaso de público y crítica? ¿Cómo fue posible que los talentos unidos de Kalatosov, Urusevsky, Evstushenko y Pineda Barnet cometieran tal fiasco?
Las respuestas estaban lejos de aparecer. Treinta años después, en 1995, gracias a la existencia de la Escuela Internacional de Cine, en Cuba, los afamados directores estadounidenses Martin Scorsese y Francis Ford Coppola redescubrieron la película. Su sorpresa fue mayúscula. Las propuestas cinematográficas de los realizadores, en especial del director de fotografía, eran un hito cinematográfico. La película fue relanzada por estos directores y aclamada por público y crítica.
Pero todavía quedaba por develar la misteriosa historia del retorno de aquel mamut siberiano.
El director brasileño Vicente Ferraz y su compañera, la productora costarricense Isabel Martínez, fueron a Cuba a intentar hilvanar los indicios perdurables que explicaran de alguna forma la paradoja de la historia.
Pocos recordaban siquiera la existencia de la película. Cabe señalar que algunos de los actores eran apenas muchachos en ese entonces y no había actuado jamás en una película. Otros mayores ya habían muerto.
La pesquisa no fue fácil, pero una pieza clave acompañó a los investigadores: el coguionista Pineda Barnet. Poco a poco fueron localizando a los demás: actores, asistentes, camarógrafos, algunos consagrados luego, músicos, del enorme equipo humano de producción de aquel monumental proyecto soviético-cubano, los realizadores obtuvieron una reconstrucción de lo que fue la filmación de dos años que culminaría con un estruendoso fracaso seguido por un silencio de tres décadas.
Esta vez el resultado fue un fascinante documental titulado "El