Una comedia irreverente e imprevisible sobre la familia, la vida en un pueblo y la búsqueda de la felicidad a cualquier precio...incluso si significa derramar un poco de sangre.

Acerca de la producción
La productora Julia Palau se encontró por casualidad con el agente literario Joel Gotler en una fiesta en octubre de 2000. Y fue un encuentro muy afortunado porque, al mencionar Julia Palau que buscaba una comedia ambientada en el Reino Unido, Gotler le comentó que tenía un maravilloso guión original de Richard Russo. Julia Palau ya había trabajado anteriormente con Russo y le pidió a Gotler que le enviara el guión inmediatamente.

Aunque la historia estaba ambientada originalmente en Estados Unidos quedó claro que podría trasladarse fácilmente al Reino Unido. El siguiente paso fue encontrar a alguien para adaptarlo. En ese momento Julia Palau y Matthew Payne trabajaban con el director Niall Johnson en otro proyecto y cuando se lo mencionaron descubrieron que él también era un gran admirador de Russo - que también es novelista y ganador del Premio Pulitzer - y aceptó al momento.

Por su parte, Niall Johson señala que el guión contenía todos los elementos que le gustan de las novelas de Russo: buenos personajes, graciosos pero muy humanos y conmovedores.

Al principio el mayor obstáculo fue la financiación del proyecto. Julia y Matthew ya conocían el reto que supone llevar a cabo un proyecto y reconocen las dificultades que existen en el Reino Unido a la hora de hacer películas: "Creo que cualquier productor que consigue hacer un filme en el Reino Unido es un héroe", dice Julia. "La situación era muy difícil y no nos ayudó nada la modificación que hubo del reglamento de financiación. De hecho, tuvimos que retrasar el rodaje de KEEPING MUM porque el gobierno cambió las reglas y tuvimos que refinanciar la película. Afortunadamente, nuestros inversores nos dieron todo su apoyo y continuaron con nosotros".

"Gran parte de la financiación en el Reino Unido es impulsada por la fiscalidad", prosigue Matthew Payne. "Y el problema con los acuerdos orientados hacia las desgravaciones fiscales es que te imponen un calendario artificial. Por suerte, pudimos contar con un gran reparto y un proyecto muy fuerte y así pudimos convencer a nuestros inversores para que, sin prestar tanta atención a las implicaciones fiscales, hicieran una inversión directa. Conseguimos también el apoyo de Isle of Man Films".

"La Isla de Man es preciosa", añade Julia Palau. "La gente es muy acogedora y ha sido la salvación de muchos productores británicos. No hubiéramos podido hacer la película sin su colaboración".

Con la financiación concertada, Julia y Matthew se pusieron manos a la obra con respecto al reparto. Julia explica que Kristin Scott Thomas fue la primera en incorporarse: "Fue maravilloso porque era nuestra primera elección. Es muy profesional y ha aportado una gran sensibilidad y sentido del humor a su personaje y su interpretación es arrolladora".

"Gloria es una ama de casa tremendamente frustrada", explica Scott Thomas. "Está casada con un párroco indeciso, tiene dos hijos adolescentes y necesita un respiro. Me atrajo el personaje inmediatamente".

Con respecto al párroco - Walter - Matthew Payne señala que al principio Rowan Atkinson no era el actor más apropiado para el papel: "Sin embargo, cuanto más lo pensamos, más encajaba en el papel. Creo que él buscaba algo que le alejara un poco del personaje de Mr. Bean, pero sin distanciar a sus numerosísimos admiradores. Al final decidió incorporarse y colaboró con nosotros en el guión, lo cual fue muy divertido y de mucha ayuda. No es la primera vez que encarna a un párroco y por lo visto, cuando su hijo se enteró de que había aceptado el papel, dijo, '¡Otra vez no, papá!'".

Atkinson indica que lo que le atrajo del guión fue su tono: "Es dulce y muy gracioso pero esta comedia es mucho más sutil que las que estoy acostumbrado a hacer. Walter es un personaje tridimensional y el guión tiene un maravilloso toque oscuro. Ese componente oscuro de la comedia es una tradición muy británica que no vemos desde hace tiempo y choca cuando descubrimos que personajes aparentemente muy atractivos y agradables ocultan oscuros secretos".

Con respecto al trabajo con Rowan Atkinson, el director Niall Johson descubrió que la gente se ríe simplemente con mirar al actor: "Eso es porque esperan que haga comedia. En la secuencia del partido de fútbol se lo permitimos. Podemos poner a Walter en situaciones cómicas y resulta gracioso pero no es un personaje cómico".