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Malabar Princess cartel reducidoMalabar PrincessDirigida por Gilles Legrand
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El accidente del Malabar Princess
3 de Noviembre de 1950: primera gran catástrofe aérea civil en el macizo del Mont-Blanc. Doble drama en Chamonix con la muerte del guía René Payot.

Un Lockheed L-749 Constellation de Air India Internacional que hacía el trayecto Bombay-Londres vía El Cairo y Ginebra, pilotado por un "as" británico, el comandante Alain Saint, se estampa en los Alpes del Norte, matando a su tripulación y sus cuarenta pasajeros.

Las búsquedas aéreas, difíciles por el espantoso tiempo, se organizan y dos días después del accidente, el 5 de noviembre, un avión suizo localiza los restos del Constellation en las rocas de la Tournette a 4.677 metros de altitud.

En Chamonix, los equipos de rescate se organizan. Bajo la dirección de René Payot, monitor-jefe de la E.M.H., una caravana de unos treinta esquiadores se pone en marcha desde el teleférico de la Aiguille du Midi. Desgraciadamente, arrastrado por una corriente de nieve, se cae en una grieta bajo un importante manto de nieve, no lejos de la estación de los Glaciares. René Payot sucumbe. Y, drama del destino, a 100 metros del lugar en el que una avalancha se llevó a su hermano en 1939.

Los equipos de rescate de Chamonix renuncian tras esta tragedia, y otra caravana que parte de St. Gervais acaba hallando los restos para no encontrar ningún superviviente.

Las causas de este accidente no se aclararán nunca y el glaciar de los Bossons, en su lenta reptación, termina de devolver los restos de este accidente.

Entrevista con Gilles Legrand (extracto)
P: En MALABAR PRINCESS se entrecruzan numerosos temas. ¿Cuál fue su idea al principio?
R: La idea al principio era tomar a un niño perturbado, incluso traumatizado, por la desaparición de su madre, y a medida que la película se desarrollaba, llevarle hacia una curación. Pero con una sola idea en la cabeza, que la película no fuera "plúmbea", sino resueltamente optimista y positiva. Estoy fascinado por la capacidad de adaptación de los niños, la energía que pueden desarrollar para salir de situaciones difíciles. Lo que se llama la resiliencia, en los niños.

P: ¿Este tema le toca de cerca?
R: Codeándome con una asociación especializada, he conocido casos de niños a quien se les escondía voluntaria o involuntariamente la desaparición de un ser cercano. E infaliblemente, ese comportamiento de los adultos hacia el niño, tiene consecuencias gravísimas en la construcción de un pequeño individuo.
La pena, la culpabilidad, y también los malos consejos, pueden empujar a los adultos a esconder cosas, y a encerrarse en el círculo vicioso de los secretos de familia. Para reconstruirse, un niño necesita respuestas racionales, necesita la verdad, aunque ésta haga daño al oído o a la vista.

P: La película es la historia de esta búsqueda de la verdad llevada por el niño…
R: Exactamente. Tom no se conforma con respuestas hechas o con medias verdades. Mientras no entienda, cuestiona, investiga, tantea… Su estrategia, es el instinto: tiene experiencias más o menos confusas, y procede a través de atajos (Tintin en el Tibet, gallinas encerradas en un congelador). Es lo que llamo la teoría del pato sin cabeza. Siente que un misterio planea en torno a la muerte de su madre. Sabe que le esconden algo, pero no sabe que.

P: Otro tema fuerte de la película: el accidente del "Malabar Princess". ¿Cómo nació la idea de yuxtaponer este suceso auténtico con el drama de Tom?
R: Quería elaborar una historia positiva, mezclando fábula, comedia y suspense. Cuando me lancé a la escritura del guión con Philippe Vuaillat, del que soy muy cercano, nuestra ambición era construir una intriga de doble fondo. Entonces unimos la historia de Tom a la auténtica del "Malabar Princess". Paseando por esos glaciares, un amigo guía me enseñó los restos del avión cuando resurgían en los años 90. En 1950, este avión de Air India chocó contra la cima del Mont-Blanc. Cincuenta años más tarde, los restos empezaron a resurgir, arrojados por los glaciares. Esta historia real tenía para mí algo profundamente novelesco. Este suceso real me ofrecía una materia formidable para hacer fantasear al niño. Tom está convencido de que su madre está prisionera en la montaña, al igual que la carlinga del avión.

P: MALABAR PRINCESS es también una inmersión en el universo cándido y desplazado de Tom. A través de él, pone Vd. una mirada original y profundamente emocionante sobre el mundo de la infancia y sus traumatismos.
R: Mi ambición es que el espectador siga las huellas de este niño. MALABAR PRINCESS es el relato de una iniciación. La de Tom, pequeño chico de cuidad, quien sumergido en casa de su abuelo en plena naturaleza, va a comenzar el aprendizaje de la muerte y a reconstruirse.

Me pareció evidente que el medio más eficaz era ponerse a la altura de este niño, para restituir en la pantalla su frescor y su candor. Pero yo no quería hacer una película "para niños". Tenía en mente en espectro más amplio, podría decirse, familiar. MALABAR PRINCESS explora temas que atañen a todas las familias.

P: Los niños son muy justos y sobre todo Tom y su fiel amigo, Benoît. Vd. ha evitado el angelismo obligado de la infancia…
R: Los niños pueden ser de una crueldad increíble. No son ángeles. El niño privado de amor se siente culpable de actos insensatos. Más allá de una crueldad física (las gallinas en el congelador), es sobre todo la crueldad psicológica la que es más notable. Tom no es tierno con su padre. Sabe que sufre y sin embargo, no duda en excluirle cuando éste viene a buscarle en Navidad. Tom no odia a su padre, le demuestra de manera violenta cuanto está sufriendo por la situación. Con su abuelo, puede intercambiar más, el contacto es más fácil.

En cuanto a Benoît (Damien Jouillerot) es una de mis grandes alegrías en esta película. Reproduce con Tom la pareja eterna del palurdo y el listo, un esquema que ya ha dado sus pruebas.

Como no tenía ninguna gana de llevar esta historia hacia el drama, necesitaba ese rayo de sol.

Damien Jouillerot, que tiene dieciocho años en la realidad, hace con talento cantidad de pequeñas intervenciones. Nos ha aportado mucho.

Ficha artística
Jacques Villeret - Gaspard
Jules Bigarnet - Tom
Michèle Laroque -Valentine
Claude Brasseur - Robert
Clovis Cornillac - Pierre
Damien Jouillerot - Benoit
Urbain Cancelier - Gaston
Fabienne Chaudat - Odette
Georges Claisse - Gardien du refuge
Roland Marchisio - Le bijoutier
Patrick Ligardes - Gendarme Petit
Franck Adrien - Gendarme Hélico
Julianne Loucq - Sophie
Alexandre Brasseur - Gérard
Rémi Bergman - The Optician