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Un plan brillante cartel reducidoUn plan brillante(Flawless)
Dirigida por Michael Radford
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En inglés, flawless significa impecable. La película empareja a dos de las estrellas más importantes del mundo, Demi Moore (Los ángeles de Charlie: Al límite, Proposición indecente, Ghost) y Michael Caine (Batman Begins, El americano impasible, Las normas de la casa de la sidra), con uno de los mejores directores de nuestra época Michael Radford (El mercader de Venecia, El cartero y Pablo Neruda, Pasiones en Kenia, 1984) y los combina con un impresionante guión del escritor debutante Edward Anderson. El resultado final es un sensacional thriller.

La película está producida por Michael Pierce y Mark Williams de Pierce/Williams Entertainment (The Cooler, Chaos, U-Boat), con producción ejecutiva de Stephen Margolis. Future Films Ltd (Mrs Henderson Presenta, La última primavera) ha coproducido el filme. En Un plan brillante, Laura Quinn (Demi Moore), es una ejecutiva entregada pero descontenta que trabaja en London Diamond, la principal empresa de diamantes de Londres en 1960, y que siente una tremenda frustración al ver que la evolución de su carrera está obstaculizada por el machismo que domina la vida laboral en dicha compañía. Se alía con el Sr Hobbs (Michael Caine), un amargado empleado de mantenimiento, que se siente traicionado después de llevar toda la vida trabajando para la firma. Juntos, planean el golpe perfecto, un robo atrevido en la compañía que los ha maltratado.

Pierce subraya que el guión de Anderson hace que la película sea muy especial. "Enseguida me impresionó la absoluta originalidad del proyecto", dice el productor, entusiasmado. "En este mundo, se leen cientos de guiones, pero éste me impactó desde el primer momento. Cuando lees uno bueno, sabes en seguida que funcionará". El otro factor singular de Un plan brillante es la impecable clase de su reparto. Williams resalta que Michael Caine es una verdadera leyenda. "Sigue gozando de tanta vigencia porque es muy bueno. La mayoría de las estrellas de Hollywood no son capaces de pasar de ser actores principales a actores de personajes… ya sea por su aspecto o por su ego o por su capacidad. En Hollywood la gran pregunta es: ¿cómo consigues seguir en la industria? Michael lo hace gracias a su encanto. Sabe exactamente cómo funciona este mundo y no se deja arrastrar por un ego que lo envuelve todo. Sólo acepta papeles que no puede rechazar y así mantiene el listón muy alto. Le encanta seguir recibiendo ofertas porque el hecho de que sigan llamando a su puerta es una muestra de respeto y aprecio, pero siempre hay que mantener un control sobre la calidad. Michael no necesita el trabajo, pero le encanta el subidón de estar en un rodaje. Yo creo que seguirá trabajando toda su vida porque sigue teniendo ese deseo ardiente y esa habilidad consumada. Es un ejemplo maravilloso de cómo forjarse una carrera en Hollywood". Pierce acentúa la importancia de la presencia de Caine para el éxito de la película. "No podríamos haberlo hecho sin Michael, es uno de los mejores actores vivos de nuestros tiempos. Al principio se burlaron de nosotros, nos decían 'nunca le conseguiréis porque es una gran estrella'. Pero aceptó en cuanto leyó el guión y se enteró de que Michael Radford estaría involucrado en el proyecto".

Por su parte, el director recalca los puntos fuertes de Caine. "Michael aceptó en seguida y es perfecto para el papel. En realidad no es que le haya sido difícil interpretar un típico londinense de 73 años, ¡porque eso es lo que es! Era la opción ideal para el papel y ha creado un personaje genial, se le da muy bien. ¡Se podría decir que es The Italian job con andador! Aunque he de decir que Michael está muy en forma porque se da unas buenas carreras en la película y lo llevó muy bien. "Además es tan carismático en pantalla. Sabe exactamente lo que está haciendo. Es uno de esos actores que no necesitan más que dos o tres tomas. Siempre da una interpretación muy lúcida y encaja perfectamente las demandas del director. Utiliza esa forma de ser inglesa tan clásica para resumir algo de una manera muy rápida y ahorrar muchísimo tiempo".

Anderson revela que Caine siempre fue su primera opción para interpretar a Hobbs. "Lo escribí pensando en Michael. Es un icono de los sesenta, así que me ha encantado que haya accedido a trabajar con nosotros. Encaja fenomenalmente con el personaje y se identifica muy bien con el hecho de que Hobbs es de clase obrera. Creo que el abuelo de Michael tuvo un trabajo similar al de Hobbs y sé que su madre trabajaba como limpiadora. Michael dice que, al igual que le ocurre a Hobbs en la película, a ella le ignoraban como si ni siquiera estuviera en la habitación. A Michael le encanta que su personaje trascienda en la jerarquía social a través de un simple pero ingenioso acto de venganza. Una de las razones por las que Michael es una figura tan icónica es porque es hombre corriente. Todo el mundo puede identificarse con él. En este punto de su carrera, tiene casi una cualidad de abuelo, con la autoridad que eso conlleva. Es muy gracioso, abierto y cariñoso. Traslada ese cariño a cada uno de los papeles que interpreta, y esa es una cualidad inmediatamente atractiva. Michael también es un consumado profesional. Siempre clava las líneas y cada una de sus tomas es perfecta". Corolla Ash, productora asociada, coincide en que Caine no tiene igual en cuanto a su presencia cinematográfica. "Hay pocos actores que tengan esa autoridad natural en pantalla. Al meterse en la piel de Hobbs, pasa de ser un sumiso conserje a transformarse en el cerebro absoluto del golpe. No podríamos haber conseguido un actor mejor para este papel".

La presencia de Demi Moore también ha sido trascendental para hacer funcionar la película. Radford acentúa la conexión que hay entre ella y Caine, con quien compartió cartel en Lío en Río en 1984. "Demi y Michael son dos grandes estrellas y la cámara se empapa de ellos. Hay muchísima química entre ellos y se compenetran a las mil maravillas. Tienen tanta experiencia y una carrera tan consumada que son conscientes de que menos es más. Demi es muy profesional y le lleva poquísimo tiempo preparase para la escena. Da gusto trabajar con ella". Williams también habla de la fuerte química que hay entre los dos actores. "Michael actúa como un imán que atrae a otros talentos, Demi se apuntó al proyecto porque estaría él. Quería volver a trabajar con él, y han salido a cenar varias veces al terminar el día de rodaje". Pierce añade que a Moore le ha encantado meterse en la piel de Laura. "A Demi le encantó el guión y también tenía muchas ganas de trabajar con Michael Radford. Se quedó fascinada con el papel de Laura que es una mujer muy ambiciosa e inteligente que encuentra la forma de burlar a la red de veteranos. Demi también quería enfrentarse al reto de utilizar un acento inglés".

Los actores se han puesto a las órdenes de un director de talento. Williams recuerda por qué eligió a Radford. "Le pedí a Edward que ambientara él guión en el Londres de los años sesenta, pero yo no soy de Londres, ni siquiera nací allí, así que quería un director que fuera del lugar y que hubiera vivido allí entonces, alguien que captaría la esencia enseguida. Michael fue la opción perfecta. Su gran fuerza reside en su relación con los actores. Se le da muy bien trabajar con ellos, conseguir que se metan en el personaje y ayudarles a entender por qué hacen lo que hacen. Muchos directores vienen del mundo de la publicidad o de los vídeos musicales y de la escuela de cine con lo que tienen grandes conocimientos técnicos, siempre están hablando de utilizar éste o aquél nuevo invento, todo muy técnico. Pero Michael deja que el director de fotografía y el equipo técnico se encarguen de todos esos aspectos. Por encima de todo es un director de actores". Pierce chips añade que Radford es "un director tremendamente meticuloso. Su especialidad es entender los detalles de la ambientación. Está muy al tanto de los matices de la cultura inglesa de aquellos tiempos. Al público le molestan mucho los errores, y no haber trabajado con un buen director podría haber minado la credibilidad de la película. Michael le otorga al film una gran sensación de autenticidad".

A Radford le atrajo especialmente la idea de hacer una película ambientada en 1960. El director, cuyo próximo proyecto es una película sobre Napoleón con su amigo Al Pacino (protagonista de su versión de El mercader de Venecia), apunta que "fue un momento histórico fascinante. Lo recuerdo muy bien. Los elementos de los sesenta estaban empezando a encajar. Fue el principio de la sociedad de consumo y las lavadoras estaban por primera vez al alcance de todos. De cierta manera, el Londres de 1960 todavía estaba anclado en la austeridad de la posguerra de los años cincuenta, pero fue un momento crucial. Muchas cosas decisivas pasaron ese año: la elección del presidente John F Kennedy, la escalada de la Guerra Fría, los disturbios de Sharpeville en Sudáfrica y los albores del movimiento anti-apartheid, declaración en África de Harold McMillan sobre los ‘vientos de cambio’, las primeras manifestaciones de la CND, y el juicio por El Amante de Lady Chatterley. Los años 60 estaban a punto de despegar, y era una época de grandes cambios sociales. Lo malo es que fue un periodo terrible para la música, ¡menos mal que aparecieron los Beatles!".

Los años sesenta también fueron un periodo durante el que las mujeres sufrieron discriminación sexual en el trabajo, un elemento que aparece como otro factor fundamental de Un plan brillante. Radford comenta que "la película muestra lo ridículo que es el machismo. Laura es claramente la persona más inteligente de la empresa. Al principio de la película vemos que ascienden a un tío cuando se lo merecía ella. Luego se entera de que la van a echar porque no quieren que se lleve el reconocimiento por una ingeniosa estrategia empresarial. Es entonces cuando se enfada de verdad". Anderson añade que "ser una ejecutiva en un mundo masculino era muy difícil entonces. Las mujeres no podían ascender y ocupar puestos de relevancia en el mundo empresarial. Demi le da a Laura una agresividad creíble, pero también una vulnerabilidad muy real. Ese es un toque único".

Radford está convencido de que Un plan brillante dice muchas otras cosas interesantes pero que en el fondo es una gran historia humana. "Es una maravillosa película sobre un golpe y también tiene un fuerte componente político, pero en el fondo trata sobre estos dos personajes. Al público de hoy en día le parecerá relevante porque Laura es una mujer que tiene que enfrentarse al machismo en el entorno laboral. Se enfada y actúa movida por ese sentimiento, pero al final aprende una gran lección sobre la vida. Hobbs le dice, 'hay una mujer extraordinaria ahí fuera tras esas paredes de mármol. Tienes que decidir qué vas a ser: ¿quieres dar o recibir?'".

La película se ha rodado principalmente en Luxemburgo, un país muy fotogénico, que proporciona algunos paisajes impresionantes para la acción. Por ejemplo, el vestíbulo del Gran Teatro de la ciudad, con las resplandecientes lámparas de araña, los grandiosos suelos de mármol y los ventanales en forma de diamante que se ha utilizado como el impresionante vestíbulo de Lon Di. La Torre de la UE le ha proporcionado al realizador nada menos que diez localizaciones para Un plan brillante entre las que se cuentan la sala de juntas de Lon Di, el armario del conserje Hobbs, el despacho de Laura, el despacho de Milton y las cámaras que guardan la colección de diamantes más cara del mundo. Estos emplazamientos le dan a la película un verdadero aire del Londres de 1960. El vestuario es igualmente creíble. Dinah Collin, la diseñadora de vestuario cuyo currículo profesional incluye Bloody Sunday y United 93, dice que "me encanta recrear diferentes periodos". Comenta que dio con el aspecto esencial de Un plan brillante al ver una foto del Primer Ministro británico en la época de Harold McMillan, "siendo recibido en una estación de tren por un jefe de estación que llevaba un sombrero de copa". Ese fue su "eureka". Añade que "los años sesenta fueron un periodo especialmente elegante. No hay más que ver los accesorios; las perlas, las joyas, los bolsos y los zapatos. Todo se combina para crear ese look".

Finalmente, ¿por qué las películas sobre golpes y robos gozan de tanta popularidad en cualquier época? Pierce opina que "quizá sea una declaración sobre la naturaleza humana. Todos nos sentimos atraídos por la historia de alguien que consigue hacer algo que no debería. Quizá no compartamos los sentimientos de los personajes, pero desde luego que podemos identificarnos con ellos". Anderson concluye que "siempre nos han encantado las películas sobre golpes. Tienen que funcionar a la perfección porque la película se cae si el golpe no es mecánicamente sólido. Me encantan las películas de este género que tienen un momento en el que se desvela algo como Un golpe maestro o Plan oculto. En la nuestra ocurre lo mismo: crees que sabes por dónde van los tiros y de repente, ves que no. Ésta empieza siendo simple, pero las cosas en seguida comienzan a salir mal y a complicarse. Espero que a los espectadores les cautive el hecho de que en Un plan brillante el robo lo lleva a cabo el hombre más humilde del edificio, que está rodeado de las personas más ricas del mundo. Los golpes también funcionan porque nos gusta ver películas en las que un tipo corriente se encuentra en una posición en la que nunca estaremos pero en la que nos gustaría estar si tuviéramos la posibilidad. Es una gran oportunidad para imaginar algo que nos gustaría hacer pero con lo que nunca podríamos salirnos en la vida real. ¡Creo que podemos decir que a todos nos gustaría tener un puñado de diamantes entre las manos!".

El director
Los magníficos actores no han dudado en ponerse a las órdenes de un director de talento insuperable, mayoritariamente considerado como uno de los mejores de la industria, Michael Radford (El mercader de Venecia, El cartero y Pablo Neruda, Pasiones en Kenia, 1984).

A Michael Radford le atrajo especialmente la idea de hacer una película ambientada en 1960. Apunta que "fue un momento histórico fascinante. Fue el principio de la sociedad de consumo. En cierta manera, el Londres de 1960 todavía estaba anclado en la austeridad de la posguerra de los años cincuenta, pero fue un momento crucial. Muchas cosas decisivas pasaron ese año: la elección del presidente John F. Kennedy, la escalada de la Guerra Fría, los disturbios de Sharpeville en Sudáfrica y los albores del movimiento anti-apartheid… Los años 60 estaban a punto de despegar, y era una época de grandes cambios sociales". Los años sesenta también fueron un periodo durante el que las mujeres sufrieron discriminación sexual en el trabajo, un elemento que aparece como otro factor fundamental de Un plan brillante.

Radford está convencido de que Un plan brillante dice muchas otras cosas interesantes pero que en el fondo es una gran historia humana. "Es una maravillosa película sobre un golpe y también tiene un fuerte componente político, pero en el fondo trata sobre estos dos personajes".


Entrevistas con los actores

Michael Caine
El actor Michael Caine tenía un motivo personal para identificarse con el personaje del Sr Hobbs. Este sufrido pero inteligente empleado de mantenimiento que vive en el Londres de los años sesenta, se venga de la empresa que lleva años menospreciándole. Se alía con la desdeñada ejecutiva Laura Quinn y juntos idean un increíblemente audaz golpe contra la empresa London Diamond (Lon Di).

Michael, sentado en una silla de lona entre tomas en una abandonada fábrica de carbón en Luxemburgo, se enamoró enseguida cuando recibió el guión de Un plan brillante y comenzó a leer el papel que había sido escrito para él. El actor sonríe al recordar que "mi madre era limpiadora, así que no tuve problemas para entender al personaje. Sabía exactamente de lo que hablaba el guionista. El personal de limpieza es invisible y nadie sabe que lo oyen todo. Hay una frase genial en la película cuando Hobbs dice 'la gente mantiene unas conversaciones increíbles delante de los limpiadores, ¡es como si ni siquiera estuvieran allí!'. Eso es lo que pasa en Un plan brillante. Hobbs puede planear el golpe porque nadie en la empresa se da cuenta de que está escuchando cada una de sus palabras. Mi madre solía decir algo similar 'nunca se fijan en los limpiadores'. Limpiaba el Parlamento británico, así que se enteró de cosas bastante jugosas, ¡te lo aseguro!".

Michael, que ha sido uno de las estrellas mundiales más grandes de Inglaterra desde su aparición en pantalla en 1964 dando vida al Teniente Gonville Bromhead en Zulú, considera que la tarea de Hobbs le tocará la fibra sensible al público. "En seguida le cogí cariño al personaje. Es el clásico hombre oprimido que se rebela contra los veteranos y les gana la partida. A todos nos gustan los desamparados". Con la barba de tres días de Hobbs y sus ropas alborotadas, un viejo abrigo y una gorra, camisa sucia y corbata, el actor sigue pensando en qué motiva al personaje. "Es algo obsesivo. La sensación de que ha sido maltratado le ha acompañado toda su vida y se ha hecho más fuerte desde la muerte de su mujer. Uno lee historias sobre este tipo de personajes continuamente. Cuando cogen a un asesino en serie, los vecinos siempre dicen, 'era un tío súper majo, solía hacer de canguro y se quedaba con mis niños. ¡Nunca me hubiera imaginado que hubiera matado a 56 personas!'. Lo que tienen las personas obsesivas es que son muy astutos al ocultar sus obsesiones. Hobbs no es un mal tipo, simplemente cree que le han tratado mal y tiene un ardiente deseo de revancha. En parte son sus creencias de clase y por otra son sus valores políticos. Cree firmemente que a los mandamases de la empresa les gusta recibir pero no dar".

El oscarizado actor, que durante las últimas cuatro décadas ha trabajado en clásicos como Ipcress, Alfie, Funeral en Berlín, El cerebro de un millón de dólares, The Italian job, Asesino implacable, La huella, El hombre que pudo reinar, Educando a Rita, Cónsul honorario, Lío en Río, Hannah y sus hermanas, Mona Lisa, Un par de seductores, Little Voice, Las normas de la casa de la sidra, Quills, El americano impasible y Batman Begins, también se sintió atraído por la persuasiva relación principal entre Hobbs y Laura. "Es muy raro porque les une la desesperación. Pero la película trata de muchas otras cosas; política, clase y el hecho de que las ejecutivas pueden tener que enfrentarse al machismo en el trabajo y pueden enfadarse mucho por ello". A Michael le encantó volver a encontrarse con Demi Moore, la actriz que interpreta a Laura. Trabajaron juntos en Lío en Río en 1984. "Entonces ella interpretó a mi hija, pero en Un plan brillante desde luego que no hace de mi hija. En 1984 ella era desconocida pero yo sabía que tenía muchísimo talento. Recuerdo haberle dicho, 'tú vas a ser una estrella', y ella contestó, '¡anda ya, Michael!'. ¡Pero mira qué razón tuve! Ha tenido una carrera fantástica". Michael añade, "Me encanta Demi, nos llevamos muy bien. Es una actriz estupenda, es muy natural y enseguida volvimos a encontrarnos en pantalla. Todo volvió a ser como antes. Como si no hubiera pasado el tiempo. Tenemos mucha confianza el uno en el otro. Nunca hemos tenido problemas en hacer nuestras escenas".

En 1969, Michael participó en una de las más famosas películas sobre robos y golpes de todos los tiempos, The Italian job, pero asegura que Un plan brillante es muy diferente. "Esto no es The Italian job. Michael Radford es un director muy serio y no ha hecho ningún guiño a esa película". Radford fue uno de los principales atractivos para Michael. "Es un director maravilloso", dice el actor sonriendo. "Es muy fácil trabajar con él porque sabe exactamente lo que quiere y te lo sabe decir en muy pocas palabras. Siempre encuentra algo realmente nuevo en cada de las escenas, eso es lo que le da tanta frescura como realizador. Es muy ecléctico. No hay más que ver su currículo. Uno creería que 1984, pasiones en Kenia, El mercader de Venecia y El cartero y Pablo Neruda son el trabajo de cuatro directores diferentes. Un plan brillante es mucho más que una película sobre un golpe, y eso es lo que la hace tan interesante. No es La Guerra de las Galaxias, es un filme sobre relaciones. Está basado en la tensión y el suspense, no en la acción. Hobbs es un señor mayor que está cojo. No va a darse muchas carreras, ¿verdad? Michael espera que corra por los pasillos, ¡pero cojeando, claro!".

Michael se convirtió en una de las estrellas más importantes de los sesenta con películas atemporales de aquella década como Alfie, Asesino implacable e Ipcress, pero no ve una conexión entre esas maravillosas películas y la ambientación de Un plan brillante. "Esta película no trata de aquellos sesenta. No muestra los alocados años sesenta, muestra los otros sesenta. Presenta a la gente que no salía en la tele o en los periódicos. Un conserje nocturno no consideraba que los sesenta fueran la época de la ‘gente guapa’. Un conserje no sabría distinguir los sesenta de los cuarenta ni de los cincuenta. El trabajo no ha cambiado, hacen lo mismo en el siglo XXI que en los años sesenta, ¡aunque ahora hay mejores escobas y paños!".

Demi Moore
En cuanto empezó a leer el guión de Edward Anderson de Un plan brillante, Demi Moore se quedó prendada del personaje de Laura Quinn. La actriz, una de las estrellas principales de Hollywood, sintió inmediatamente que entendía a esta inteligente mujer formada en Oxford que en 1960 se tiene frustrada por tener que lidiar con la discriminación sexual por la que se le ha negado el ascenso que se merecía en la empresa London Diamond y decide emprender una espectacular revancha contra la firma. Laura se alía con un conserje aparentemente discreto, el Sr Hobbs (Michael Caine), y llevan a cabo un audaz robo de joyas.

Lo que más atrajo a Demi, de 43 años, que durante las últimas dos décadas ha trabajado en películas tan taquilleras como Lío en Río (con Michael Caine), St Elmo Punto de encuentro, ¿Qué pasó anoche?, Ghost, Algunos hombres buenos, Proposición indecente, Acoso, la letra escarlata, Coacción a un jurado, La Teniente O’Neil, y Los ángeles de Charlie: Al límite, fue la fragilidad de Laura. La actriz dice que "durante los primeros días, el director Michael Radford se refería a ella como alguien tremendamente frágil, y me pareció una manera muy acertada de describirla porque creo que está incómoda y es frágil. Es una mujer que se ha movida siempre con un objetivo claro. Pero creo que durante la película Laura se da cuenta de que su sueño no es lo que ella pensaba que iba a ser".

Demi no tiene nada de la fragilidad de Laura, y la actriz admite que, "al principio me fue difícil meterme en la piel de una americana que lleva veinte años viviendo en Londres y que procede de una época en la que las personas con formación eran realmente arrogantes. Ese prejuicio era doble en el caso de Laura, por su condición de mujer. Michael Radford dijo que hasta 1972 no hubo una ninguna alta directiva ni siquiera una ejecutiva en un puesto de dirección en el entramado empresarial". Demi aclara, "Laura es una mujer muy diferente a mí, no creo que las ejecutivas de hoy en día puedan sentirse identificadas con esa opresión. Sólo podemos imaginarnos cómo era la situación entonces. Ha habido cambios muy radicales, tanto los políticos como los sociales".

Demi, también se sintió atraída por el viaje en el que se embarca Laura durante Un plan brillante. "Al principio de la historia es una persona muy egoísta. No tiene nada que compartir con nadie y sólo le interesa su beneficio personal. Sin embargo, se le da una oportunidad, que todos deberíamos tener en esta vida, para ver más allá de sí misma y hacer algo más desinteresado. Si nos esforzamos sólo para beneficiarnos a nosotros mismos, nunca conoceremos la verdadera felicidad ni nos sentiremos realizados. Simplemente probaremos algo temporal. Por eso creo que al principio Laura vive con tanto miedo. Le aterra saber que es reemplazable. Pero una vez que da el salto y se da cuenta de que existe un mundo más allá del universo en el que vive, se embarca en un viaje realmente desafiante". Demi añade que "lo bonito es que al fin y al cabo esta historia es sobre la humanidad y sobre el viaje de una persona. Muestra en última instancia lo que podemos hacer con lo que nos es dado".

El otro factor que atrajo a Demi a Un plan brillante fue volver a trabajar con Michael Caine, más de dos décadas después de que colaboraran por primera vez en Lío en Río. "Mi relación con Michael Caine en Un plan brillante tiene muchos niveles distintos que no se ven a menudo en el cine. Evoluciona de una manera muy sutil, muy discreta. La verdad es que la película tiene el potencial para transmitir un mensaje muy inspirador y poderoso. Fue fantástico volver a trabajar con Michael. Cuando trabajé con él la primera vez, acababa de cumplir veinte años y por muy lista que me creyera, en realidad no era más que una mocosa sabidillas. Mi apreciación y comprensión de quién es él como actor y persona se han desarrollado, y mi respeto y admiración por trabajar con él han crecido. Es absolutamente inspirador y tiene un talento increíble. Comprende tan bien lo que está haciendo, sabe exactamente lo que quiere transmitir y encima ¡siempre está dispuesto a salir a cenar!". Demi añade que trabajar con el director Michael Radford también fue "claramente uno de los elementos que me atrajeron a participar en esta película. Creo que es un cineasta tremendamente sofisticado que ha sabido captar los matices que hemos visto aquí".

La actriz concluye diciendo que "Un plan brillante no tiene nada de predecible, y eso es uno de los aspectos más atractivos del filme. Es una película adulta desde el punto de vista de que es una película inteligente. No está plagada de emociones baratas, ¡aunque eso no tiene nada de malo! La verdad es que algunas películas de ese tipo me gustan, pero éste es un thriller muy inteligente".

Joss Ackland
El veterano actor británico Joss Ackland interpreta a Milton Ashtoncroft, el duro y veterano presidente de Lon Di. Es un empresario muy astuto y sabe que mezclar política y diamantes puede dar como resultado una combinación altamente inflamable, con lo que tomará las medidas más extremas para salvaguardar los intereses de su empresa. Joss, que ha aparecido en más de cien películas durante su larga y distinguida carrera, revela que le encantó la idea de volver a trabajar con el cineasta Michael Radford. El aclamado director también rodó Pasiones en Kenia, una de las mejores películas de Joss. "Trabajé anteriormente con Michael en Pasiones en Kenia. Soy amigo de Michael, aunque esta película no se parece en nada a aquélla".

Según Joss, la variedad es lo que distingue a Radford como realizador. "Lo que me fascina de Michael, y no sé si él es consciente de ello, es que es totalmente diferente en cada película. A mí me gusta hacer lo mismo como actor. Por ejemplo, si acabo de rodar una comedia, me gusta que mi siguiente proyecto sea una tragedia. Todas sus películas son diferentes y ésta es una película sobre un golpe, algo que él no ha hecho antes". La película, ambientada en Londres en 1960, no perpetúa el cliché de los alocados años sesenta. Más bien presenta un mundo más duro y menos espectacular. Muestra cómo Lon Di, el conglomerado de joyas más grande del mundo en el apogeo de la Guerra Fría, se encuentra enredada en la lucha global por el poder entre Sudáfrica, la Unión Soviética y el Oeste.

Joss, que ha protagonizado obras de tanta calidad como Los tres mosqueteros, Grandes esperanzas, Orejas largas (La colina de Watership), Tinker, Tailor, Soldier, Spy, Tierras de penumbra, Conspiración para matar un cura, Arma letal 2, La caza del Octubre Rojo, Sobrevivir a Picasso y Enrique VIII, recuerda claramente la turbulenta escena política de la época. "Era el apogeo del apartheid. De hecho yo estuve en Sudáfrica entre 1955 y 1957, cuando el apartheid estaba en sus peores momentos. Nuestro piso fue saqueado por la policía en Johannesburgo. Se llevaron un libro, Black Beauty (Belleza Negra), ¡sobre un caballo! Al final tuve que salir de allí pitando. Por raro que parezca, luego hice una película llamada Arma letal 2, en la que interpretaba a un villano de Sudáfrica. Por entonces, Johannesburgo era tierra de diamantes, y a mí me parecía una ciudad muy dura. Vivía de la mano de obra barata procedente de otros países. La gente iba a las minas a trabajar. Las minas era muy duras, tremendamente duras, y muchas personas murieron en ellas".

Joss subraya que da gusto participar en una película tan importante y sustancial en una época dominada por películas de usar y tirar. "Me encanta haber participado en Un plan brillante. La pasada década fue sin duda la época más ridícula que he conocido, todo se ha exagerado tanto y se ha vuelto tan loco. Pero ahora, por primera vez, con las películas que se han nominado a los Oscars, vemos producciones que tienen un mensaje, filmes políticos. Lo interesante es que son películas rabiosas que a la vez son entretenidas y divertidas". El actor, que sigue teniendo mucha fuerza a sus 78 años, termina diciendo que le encanta que Un plan brillante sea una propuesta tan original. "No es la típica película sobre un golpe", dice Joss. "Creo que es más sencilla que las películas de este género porque es más real. La posibilidad de robar todos los diamantes del mundo es algo bastante descabellado, pero se hace con tanta inteligencia que es una proposición muy emocionante".