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Destacado: Llega a las salas de cine 'Cazafantasmas: Imperio helado'
Chantaje cartel reducidoChantaje(Shattered)
Dirigida por Mike Barker
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"Who breaks a butterfly on a Wheel?" [¿Quién somete a tortura una mariposa?], escrito por el poeta Alexander Pope por vez primera en "Epístola a Arbuthnot", es una expresión que significa la destrucción brutal de una criatura delicada. El dicho ha evolucionado para referirse a un esfuerzo excesivo para un resultado nimio. Aquí, la mariposa es Neil Randall, encarnado por Gerard Butler, un hombre que lo tiene todo: buen aspecto, encanto, éxito, bien orientado hacia la cumbre... Se ha casado con Abby (Maria Bello), la perfecta compañera; ambos son bellos y compasivos; ella es una buena esposa y una buena madre para la única hija del matrimonio, Sophie, de cinco años de edad.

Si bien es cierto que la vida de esta familia es la viva imagen de la buena fortuna, Abby soporta en silencio la desesperación típica de las esposas de hombres ambiciosos. Sus pequeñas decepciones personales, a menudo eclipsadas antes los grandes triunfos de Neil, quedan en nada a la luz de la prosperidad compartida. Y así están las cosas hasta que un hombre llamado Ryan aparece de ninguna parte. Igual que un ángel vengador, se lleva la única cosa que ambos adoran, la pequeña Sophie, y pagan un precio terrible por su salvación: 24 horas en que sus vidas quedan sujetas a un estricto control. Con precisión inhumana, Ryan desmonta todas y cada una de las cosas que el matrimonio ha ido bastiendo. Es evidente que quiere vengarse, pero, ¿quién es y por qué ha apuntado hacia esta familia? Para cuando el tormento ha finalizado, el alivio se ve puntuado por un autoinflingido tormento en la herida abierta.

SHATTERED es el resultado de una idea de William Morrissey, guionista y productor británico, quien ha formado equipo con el director Mike Barker [Un plan perfecto (Best Laid Plans, 1999)], ambos de CAA (Creative Artists Agency). Cuando CAA solicitó la atención sobre el proyecto de Irish DreamTime, el sello de producción que Pierce Brosnan comparte con su viejo socio Beau St. Clair, ambos intuyeron inmediatamente el potencial de SHATTERED, tanto en su calidad de thriller inusual que opta por desafiar al público mediante el uso de la tensión sicológica en lugar de emplear una violencia desmesurada, como en su condición de vehículo para que Brosnan efectúe un giro innovador en su exitosa y extensa carrera como actor. El package logró incrementarse con la participación del productor William Vince y del productor ejecutivo Dave Valleau de Infinity Features, el par de grandes profesionales tras el oscarizado biopic, Truman Capote (Capote, 2005), quienes previamente ya habían trabajado con Brosnan y St. Clair en el drama de época Evelyn (Evelyn, 2002). Más tarde, los productores incorporaron Icon Entertainment International como socio, lo que cerró una coproducción británicocanadiense. "De modo semejante al que ciertos actores recurren para interpretar contra corriente, así producimos nosotros" —comenta el productor William Vince, haciendo comparación entre SHATTERED y Capote. Sin embargo, fue este último título, Capote, el que mostró a Infinity lo alto que puede situarse el listón, y ello era precisamente lo que pretendían para SHATTERED. "El singular reclamo de esta película estriba en que se trata de un thriller aleccionador, concebido para provocar sin necesidad de sermonear; escrito de este modo se evita ser demasiado explicativo, lo que haría que el argumento perdiera marcha; en lugar de ello, se arremeta hacia delante sin aliento, cobrando vigor por instantes". Tanto para Vince como para el productor ejecutivo Dave Valleau, en la elección de un proyecto a menudo cuenta tanto la gente implicada como el guión en sí mismo.

Ambos hombres convienen que Bill Morrissey había vertido tanta pasión en su guión y empleaba tal nivel de energía que se hacía contagioso. "Se trata de un thriller enérgico, que no ofrece tregua. Nunca antes se había hecho nada exactamente igual" —observa el productor ejecutivo Dave Valleau—. "Tras la primera lectura del guión, sabiendo ya el desenlace, se hace inevitable volver a leerlo para dilucidar todas y cada una de las claves. La mecánica y logística de la historia resultan herméticas, y Bill Morrissey ha realizado un trabajo asombroso puliendo la narración e incrementando el suspense. Estoy convencido de que esta película va a suscitar muchas discusiones entre el público que la haya visto. Los temas de fondo son plenamente contemporáneos y todo el mundo los afronta, pero pocos los encaran abiertamente. Con Mike Barker ejerciendo como director, un profesional que sobresale por sus sorpresas y giros narrativos, combinado con este reparto, SHATTERED condensa una energía muy poderosa". En 1996, Pierce Brosnan y Beau St. Clair unieron esfuerzos para bastir un sello de producción sito en Los Ángeles, Irish DreamTime. SHATTERED ya es el sexto proyecto que emprenden juntos. "Bill Morrissey se incorporó con el guión, y Mike Barker se unió como director cinematográfico, y funcionamos con ellos espléndidamente" —informa St. Clair—. "Se trata en verdad de una historia enormemente rica en contenidos, un thriller movido con resortes hitchcockianos. El personaje de Ryan, tan enigmático y carente de humor, no se parece a nada de lo que Pierce ha asumido anteriormente, lo que no era sino la primera condición para hacer que esto sucediera". Para St. Clair, ese contrapunto del personaje es positivo por cuanto equilibra el "efecto Bond" en la carrera del actor. "Cuando Pierce (como Ryan) se apodera de las vidas de esa gente, manteniéndolos como rehenes al amenazar la seguridad de la hija de ambos, resulta escalofriante" —sigue St. Clair—. "La idea de tener a esos tres actores de gran solidez, Pierce, Maria y Gerard, atrapados dentro de un vehículo es un material imponente. Sus interpretaciones crean un equilibrio de tensiones donde un movimiento en falso tendría unas repercusiones catastróficas. No funcionaría en modo alguno si Ryan estuviera aterrorizando a dos personas frágiles. En un thriller, el público quiere verse emocionalmente entre la espada y la pared; están mirando bajo la superficie y tratando de avanzarse a los acontecimientos. La emoción que surge a lo largo del trayecto proviene de la fuerza que emana cada personaje al quedar en una situación insostenible cuya resolución se presenta del todo impredecible".


El equipo creativo de William Morrissey y Mike Barker
"Quería ofrecer al público algo que no estuvieran esperando" —explica el guionista William Morrissey. Y en verdad que ha logrado una narración cargada con el tipo de tensión propio del caminar por la cuerda floja, calibrado con sutileza pero sin premeditación. El personaje que hace que la acción no cese es Ryan, un antagonista que parece que siempre gana el ‘juego del gallina’ porque da la sensación de que disfrutaría con un choque frontal. "Quería crear algo que a primera impresión ya tuviera todos los elementos de un thriller sólido, realmente bueno" —explica Morrissey—, "pero que al llegar al final se evidenciara que se ha ido mucho más allá. De tal modo que a medida que la historia alcanza el clímax, salta a otro nivel más poderoso".

Para Morrissey, la clave está en crear una situación en la que el público esté preguntándose permanentemente qué es lo que ellos harían si se hallaran en una circunstancia tan horrible. "Neil y Abby pasan 24 horas con un secuestrador que tiene en sus manos la vida de su hija. Tienen que hacer todo cuanto aquél les dice. Es muy fácil decir que uno haría lo que fuera por un hijo, pues probablemente nunca nos veremos en tamaña situación. Sin embargo, ¿qué pasaría si nos halláramos ante el dilema? ¿Hasta dónde seríamos capaces de llegar realmente?"

El director Mike Barker ha trabajado en este proyecto con Morrissey abundantemente y esta labor en común ha sido exitosa porque, de acuerdo con el pensar de Barker, aunque el argumento provenga del guionista, las interpretaciones y el ritmo dependen del director. El suspense resulta de un equilibrio de ambos extremos: el diálogo y lo visual, lo que deviene un saludo a Hitchcock; combinándolo así, logramos que el público se pregunte ‘Y ahora, ¿qué va a pasar?’ "Tuvimos que disponer una serie de desvíos argumentales con el objetivo de mantener al público absorbido por el rompecabezas resultante, pero Bill, el guionista, es un tipo de gran inteligencia y ha logrado que todo converja, pues de otro modo sería un fraude. Y el público no toleraría eso".

En los thrillers, todo gira en torno al timing preciso; Barker, al iniciarse SHATTERED, opta por un tono doméstico y calmo para establecer cómo tendría que ser la vida, pero luego, "cuando la película toma envergadura, los planos se hacen más cerrados, nerviosos y oscuros, con predominio de la cámara al hombro, más desesperados. El reto estribaba en asegurarse de que todas las líneas de interrelación quedaran ligadas y todos los dobles sentidos permanecieran genuinos". Para lograr eso, Barker trabajó estrechamente con el director de fotografía, Ashley Rowe. "La cámara está estática al principio de la película, y los actores evolucionan dentro del encuadre" —informa Rowe—. "A medida que el argumento avanza, la cámara cobra velocidad, primero sobre la dolly, y finalmente al hombro. El ritmo se hace más frenético, y se incrementa el número de cortes; de este modo aumenta la sensación de confusión. Hacia el desenlace de la historia, regresamos a los planos estáticos captados con granangular".

Los granangulares permiten que el personaje destaque en primer término sin que se pierda el contexto del entorno. "De este modo" —explica Rowe—, "el espectador se siente muy presente, casi como si estuviera en la cabeza del personaje, viajando con esa persona". La iluminación, un sutil componente de la realización, se mantiene al mínimo, apoyándose ampliamente en el vidrio, las superficies reflectantes, el agua, los espejos y el cromo. "La poesía que esto alberga está en que si Neil mirara su reflejo decididamente, quizá alcanzara a verse tal y como realmente es".


Las mariposas y la rueda del tormento
Además de encarnar el papel protagonista, Pierce Brosnan también ejerce como uno de los productores de SHATTERED. Refiriéndose a la dinámica de la historia, comenta: "Aquí hay tres personas desesperadas, tres personas apasionadas, tres personas que la vida ha herido. Al principio, todo cuanto sabemos de Ryan es que se trata de un loco, probablemente un terrorista, sin dudarlo alguien peligroso, pero definitivamente portador de un dolor inmenso. En esta historia, el juego de poder es amplio; pronto, ‘quién es Ryan’ se hace secundario ante ‘qué quiere Ryan.’ Esto es así hasta que inesperadamente su hijo hace acto de aparición. Ello humaniza el raptor siquiera por un momento, pero no explica la razón por la que está destruyendo la vida de los Randall".

Aunque Brosnan ha cubierto hábilmente el género de acción y aventuras, éste es su primer thriller genuino. "Me hallo en un punto de mi carrera en que ciertamente ya no existen límites ni normas. He abandonado la seguridad de encarnar a uno de los más legendarios iconos del cine, Bond, y a partir de ahora resulta de lo más estimulante estar preguntándome hacia dónde voy. SHATTERED me va como anillo al dedo porque siempre estoy buscando papeles que sean el equivalente de un giro brusco a la izquierda. Hay que hacer el esfuerzo de recordar cómo comenzó uno en el negocio y la esencia de la que está constituido un buen actor". ŽMencionando su primer aprendizaje como intérprete teatral, Brosnan hace hincapié en que el guión evoluciona como una pieza teatral de un único acto con largas páginas de diálogos repartidos en muchas escenas, una sensación que muchos de los otros actores protagonistas refrendan. Pero el contenido emocional de la historia es traicionero. "Esta pieza no ha sido precisamente lo más cómodo que haya hecho. Exigía adentrarse en un terreno muy áspero. Me las tenía con un personaje marcado por problemas profundamente graves que pone en escena su propia fantasía de venganza. Pero me he metido en esto junto a Maria, quien en estos últimos años ha alcanzado la madurez como actriz profesional. Esta historia la ha apasionado desde un buen principio. Y Gerry es una excelente garantía para mi personaje. Ello es bueno; hay un irlandés y un escocés en el reparto. Eso me gusta. Afronta su papel con gran fuerza. Tan pronto como ambos actores se incorporaron, el plan de acción estaba trazado; teníamos una película sólida".

Desde todo punto de vista, Maria Bello era la elección más lógica para el papel de Abby Randall. Según Dave Valleau y William Vince, su trabajo para Una historia de violencia (History of Violence, 2005) y para The Cooler (The Cooler, 2003) fue lo que fijó su capacidad.

"Se halla en la cumbre del oficio" —asegura Vince. Brosnan y St. Clair afirman que la actriz está en plena forma. Para Mike Barker, Bello es una intérprete en el sentido más auténtico, toda una obrera del arte dramático. Para la propia Bello, Abby es un personaje que le habla desde distintos niveles. "Me es imposible saber la razón por la que asumo un papel; leí este guión hace año y medio, y resultaba electrizante. Llamé inmediatamente a mi agente y le comuniqué que estaba interesada. A mi personaje, Abby, le resulta imposible encajar en la caja que su marido, Neil, ha hecho hacer para ella. Ha abandonado su carrera como fotógrafo para dedicarse a criar a la niña de cinco años, pero algo no va bien. No es más que un instrumento con un corazón que late, lo que genera cierta rabia en ella".