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De profundis cartel reducidoDe profundisDirigida por Miguelanxo Prado
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Miguelanxo Prado (director)
Este artista coruñés es uno de los autores más reconocidos e importantes del mundo del cómic. Desde principios de los años ochenta viene deslumbrando con sus trabajos, cuya calidad y repercusión han ido en progresión, extendiéndose más allá del propio cómic, abarcando la ilustración, la pintura, la animación convencional, etc. Con De Profundis crea una ambiciosa obra en la que vuelca toda su capacidad creativa en una experiencia audiovisual única.

El trabajo de Miguelanxo Prado ha recorrido el mundo entero. Sus libros y cómics, más de 30, han sido traducidos a infinidad de idiomas y obtenido múltiples premios, llegando a mercados como el asiático. De Profundis no es su primera experiencia audiovisual, destacando su participación en la serie de animación Men in Black, producida por Steven Spielberg.

Cine y televisión
Director artístico de la serie “O Tesouro de Queimada Silver” para el programa A Tumba Abierta, de la TVG (imagen real incrustada en dibujos con técnica de chroma key).

Creador de la mascota y del entorno gráfico del Xabarín Club, de la TVG.

Director de las sucesivas cabeceras de entrada y salida del Xabarín Club, de la TVG.

Creador gráfico, coguionista, productor ejecutivo y director artístico de la serie de animación Os Vixilantes do Camiño, para la TVG, 1999.

Creador de personajes y director de estilo de la serie de animación Men in Black, para Columbia Pictures / Amblin / Dreamworks / Warner Bros., 1997, 1998, 1999, 2000.

Creador de personajes del material promocional en animación del proyecto Gracie’s Girl, Sony Pictures, 2001.

Director y creador del cortometraje de animación Aquarium, para el Aquarium Finisterrae de A Coruña.

Autor del guión Trazo de tiza, adquiridos los derechos por Miramax Films.

Libros
Fragmentos de la Enciclopedia Délfica, 1985.
Stratos, 1987.
Quotidianía Delirante (I), 1988.
Crónicas Incongruentes, 1990.
El Manantial de la Noche (Manuel Montano), guión de F. Luna, 1990.
Quotidianía Delirante (II), 1990.
Páginas Crepusculares (historias inducidas), 1993.
Trazo de Tiza, 1993.
Pedro y el lobo (versión en cómic del cuento de S. Prokofief), 1994.
Una carta encontrada en Lisboa, textos de Eric Sarner, 1995.
Tangencias, 1995.
Quotidianía Delirante (III), 1997.
Fantasmagories, 2000.
Quotidianía Delirante, antología, 2003.
Nostalgias de Belo Horizonte (Cuando fui otro), 2003.
A mansión dos Pampín, 2004.

Ha colaborado con escritores como:

Laura Esquivel, La ley del amor (1995).

Manuel Rivas, Bala Perdida (1996), Contos de Nadal (2003), A lingua das bolboretas (2005).

Neil Gaiman, The Heart of a Star (2003).

Premios
Entre otros:

Premio del Salón Int. del Cómic de Barcelona a la mejor obra (1988), Barcelona, 1989.
Premio Phillip Morris, Salón Int. del Libro, Ginebra, 1990.
Premio Alph Art al mejor libro traducido, Salón Int. de Angoulême (Francia), 1991.
Premio de la Asociación de Libreros Especializados de Francia al mejor libro del año, 1993.
Premio Alph Art al mejor libro traducido, Salón Int. de Angoulême (Francia), 1994.
Premio del Salón Int. del Cómic de Barcelona a la mejor obra (1993), Barcelona, 1994.
Premio de Honor de la Cámara Municipal de Amadora, Festival de Amadora (Portugal), 1994.
Nominación Premios Harvey (USA), 1995.
Nominación Premios Eisner (USA), 1995.
Premio de periodismo Fernández Latorre, A Coruña, 1996.
Premio al mejor libro extranjero, Festival de Amadora, (Portugal), 1997.
Premio internacional Yellow Kid, Roma, 2000.
Nominación Premios Eisner (USA), 2004.
Premio del Salón Int. del Cómic de Barcelona a la mejor obra (2004), Barcelona, 2005.
Premio del Salón Int. del Cómic de Barcelona al mejor guión (2004), Barcelona, 2005.

Notas del director
Los campos de la narrativa y la imagen en los que he ido trabajando a lo largo de mi carrera han ido entretejiéndose e interrelacionándose sucesivamente.

Así, de la pintura y la escritura, mis primeras actividades, surgió el puente hacia el cómic. Los nexos que este medio ha ido estableciendo a lo largo del último tercio del siglo XX con otras formas de expresión (el cine, el diseño, la moda, la novela, la animación...) posibilitó mi participación en diferentes proyectos, algunos de ellos de dibujos animados. Estos proyectos se encontraron siempre dentro de los “estándares” del medio, producciones colectivas destinadas a un gran público infantil.

Pero las posibilidades expresivas del lenguaje de la animación y sus técnicas son, obviamente, independientes de los usos predominantes que en cada momento se pueda hacer de ellas.

Y, llegados a este punto, era inevitable que varias ideas acabasen tentando mi ambición creativa.

¿Es posible la realización de un trabajo “de autor” dentro de un medio con los condicionantes comerciales de la animación (más allá de los cortometrajes)? ¿Podría contar una historia “adulta”, como las que habitualmente han conformado mi producción artística? ¿Podría conservar el trazo y la textura de los originales? ¿Podría, para mantener el sentido estricto de “obra de autor”, resolver técnicamente la producción sin necesidad de una estructura “industrial”? ¿Se podría llegar a incorporar la música y el sonido más allá del sentido utilitario y subordinado tradicional de la banda sonora?

Soy consciente de que algunos de estos asuntos —tal vez todos— han sido ya resueltos, plenamente o en parte. Pero el mismo hecho de que así sea abre las puertas a la posibilidad de la expresión personal y artística, individualizada, y, por tanto, a que cada respuesta dada por artistas diferentes tenga valor en si misma. Como cada cuadro, cada poema, cada música.

DE PROFUNDIS es el intento de respuesta, artísticamente individualizada, de un creador de historias e imágenes y un músico a todos estos interrogantes.

Las imágenes, todas y cada una, están concebidas desde un punto de vista pictórico. La composición, la textura, el trabajo cromático, la pincelada, el trazo personal, se imponen como elementos predominantes del contenido visual.

La narración, la secuenciación, la historia contada, tienen ambición poética, sin renunciar a su esencia narrativa. Pretenden componer, junto con la música y el sonido, un poema visual y sinfónico.

En cuanto a la técnica de animación, resulta indudable que, en su aplastante mayoría, las producciones de los últimos años persiguen de forma entusiasta (especialmente a partir de la irrupción de las técnicas de 3D) el “engaño visual”, la convicción del espectador de que aquello que está viendo es real. ¿Quién puede resistir esa perfección hiperrealista en volúmenes, texturas, luces, etc.?

DE PROFUNDIS no quiere convencer; sino sugerir. No pretende imponer su realidad al espectador a través del prodigio técnico, sino que quiere conseguir su complicidad sentimental y estética. Pretende transmitir, ante todo, sensaciones, e invitar al espectador a la contemplación pausada.

No hay diálogos, no hay palabras. Sólo imágenes, sonidos y música. Una música que se va componiendo dibujo a dibujo, secuencia a secuencia, en absoluta simbiosis, simultánea, no a posteriori, una vez acabado el trabajo visual. Esta forma de trabajo proporciona un nivel de interrelación máximo entre los componentes visual y sonoro.

La música de DE PROFUNDIS tiene, en este sentido, un carácter sinfónico, unitario, no fragmentario. Y lo que en una producción estándar se consideraría banda de efectos sonoros, cobra aquí valor simbólico específico, más allá de su valor naturalista, incorporándose al espacio musical casi como un componente más de la orquesta.

Miguelanxo Prado