Cinemanía > Películas > Robin Hood > Comentario
Destacado: Timothée Chalamet y Zendaya protagonizan 'Dune: Parte Dos'
Robin Hood cartel reducidoRobin HoodDirigida por Ridley Scott
¿Qué te parece la película?

El oscarizado actor RUSSELL CROWE se reúne de nuevo con RIDLEY SCOTT, director de la taquillera Gladiator/El gladiador, en la épica aventura de acción ROBIN HOOD. Con el productor BRIAN GLAZER (Una mente maravillosa; American Gangster) y el guionista BRIAN HELGELAND (L.A. Confidential; Green Zone-Distrito protegido), ambos premiados por la Academia

El equipo técnico está encabezado por varios colaboradores habituales de Ridley Scott, como el director de fotografía JOHN MATHIESON (Gladiator/El gladiador; El fantasma de la ópera); el diseñador de producción ARTHUR MAX, premiado por los BAFTA, (Red de mentiras; Gladiator/El gladiador); la oscarizada diseñadora de vestuario JANTY YATES (Red de mentiras; Gladiator/El gladiador); el montador PIETRO SCALIA, ganador de dos Oscar, (Red de mentiras; JFK, caso abierto), y el compositor MARC STREITENFELD (American Gangster; Red de mentiras).

CHARLES J.D. SCHLISSEL (Red de mentiras; Los impostores), MICHAEL COSTIGAN (Red de mentiras; American Gangster), JIM WHITAKER (El intercambio; American Gangster) y RYAN KAVANAUGH (Resacón en Las Vegas; El hombre lobo) se ocupan de la producción ejecutiva.

Los productores son Ridley Scott, Brian Grazer y Russell Crowe, a partir de una historia de Brian Helgeland, ETHAN REIFF y CYRUS VORIS ("Sleeper Cell", para televisión), y un guión del mismo Helgeland.


El mito y la leyenda: ¿Quién es Robin Hood?
Los relatos de las hazañas del osado Robin Hood forman parte de la literatura inglesa desde hace mucho tiempo. Tal como lo describió en pocas palabras el estudioso J.C. Holt: "Hay tantos Robin Hood como flechas en un carcaj, pero no son más que remotas posibilidades". Esta historia arquetípica ha pasado de generación en generación, transformándose para adaptarse a cada época. "Lo que empezó como una tradición oral acabó en un guión", dice Holt.

Los relatos orales que hablan de Robin son de los más antiguos de Inglaterra. Algunas remontan al siglo IX, como "Robin el decapitador", y toman forma de baladas escritas en los siglos XV y XVI, como La gesta de Robyn Hode, Robin Hood y el fraile de Curtal y Robin y el monje. Que sepamos, no existió ningún personaje de carne y hueso que pudiera ser el auténtico Robin. Se dice que el mote de "Robehod" solía darse a los maleantes, o que "Robin Hood" era un seudónimo usado por los ladrones, pero no hay nada seguro, las teorías proliferan y la leyenda perdura.

El héroe también ha sido una fuente de inspiración para el cine. Robin ha protagonizado más de treinta largometrajes y series de televisión, empezando por la adaptación de Ivanhoe, en 1913, seguida por las películas de Douglas Fairbanks (Robin Hood, 1922), Errol Flyn (Las aventuras de Robin Hood, 1938), Sean Connery y Audrey Hepburn (Robin y Marian, 1976) y Kevin Costner (Robin Hood, príncipe de los ladrones, 1991), y series tan populares como "Robin Hood" (1953), de Patrick Troughton, para BBC, "Robin de Sherwood" (1984) y la más reciente "Robin Hood" (2006), por destacar unas cuantas.

A pesar de su popularidad, las aventuras de Robin en la pantalla no suelen cambiar mucho. La historia se centra alrededor del malvado sheriff de Nottingham, el retorcido Guy de Gisburne, y de la doncella en apuros encarnada por lady Marion. Siempre se presenta a Robin como un noble que lo ha perdido todo o como un galante granuja con los brazos en jarras que da su merecido a los ricos y ayuda a los pobres.


La elaboración de los orígenes
Durante el rodaje de American Gangster con Ridley Scott, el productor Brian Grazer le propuso a Russell Crowe que protagonizara una nueva entrega de Robin Hood. Brian Grazer tenía ganas de colaborar nuevamente con el intérprete, con el que ya había trabajado en dos exitosas películas, Una mente maravillosa, por la que Russell Crowe ganó un Oscar, y Cinderella Man, el hombre que no se dejó tumbar. Ambos estaban de acuerdo en que la leyenda debía enfocarse de un modo distinto, para explicar los orígenes del legendario arquero al servicio del rey Ricardo Corazón de León. Era importante contar con un telón de fondo histórico para contar esta aventura llena de acción.

Brian Grazer decidió desarrollar y producir el proyecto con Universal Pictures a través de la productora que comparte con su oscarizado socio Ron Howard, Imagine Entertainment. "Las películas acerca de héroes me inspiran", reconoce el afamado productor. "La historia de Robin Hood me atraía especialmente porque trata de un hombre que no tiene nada, excepto una causa justa y la voluntad de llevarla a buen término".

"A través de la película, explicamos quiénes son el sheriff de Nottingham, lady Marion y su suegro, qué ocurría en el norte de Inglaterra con los poderosos barones, y quién controlaba el país en aquella época", sigue diciendo Brian Grazer. "Al final de la película también se sabe quién es Robin. En realidad, acaba donde empiezan las otras películas que se han hecho acerca del personaje".

El actor australiano estaba muy interesado en desarrollar la leyenda desde otro ángulo. Reconoce que la atracción que siente por el mítico personaje empezó hace mucho: "La idea me entusiasmó. Siempre he tenido a Robin Hood en mente, desde que era niño. No me perdía ninguna de sus encarnaciones, era un auténtico fan suyo. Creo que la conexión con Robin Hood es universal porque lo da todo para corregir el desequilibrio social. Robin tiene un poder de convencimiento al que todos respondemos".

Pero el actor puso una condición: "Dije que haría ROBIN HOOD siempre y cuando fuese una visión nueva. Es una de las historias más perdurables del idioma inglés, y hay que respetarla. Partí de la base de que si íbamos a revivir a Robin Hood, debíamos olvidarnos de todo lo que habíamos visto. Tendría que ser diferente de todo lo anterior. Por ejemplo, tomemos a Robin y a Little John, que nada más conocerse, discuten. Esta vez no acabarían encima de un tronco en un riachuelo peleándose con palos. Lo hemos visto hasta la saciedad. Hemos redefinido la época y las anécdotas".

Russell Crowe y Brian Grazer sabían que sólo había una persona que podía dirigir la película, Ridley Scott. "Necesitábamos a un director capaz de controlar un proyecto de esta envergadura", explica el productor. "A alguien empeñado en buscar la autenticidad, interesado en el tema, la época y los acontecimientos políticos e históricos del momento. Todo eso es lo que cautiva a Ridley. Si rodábamos la película, debía ser la versión "gladiador" de ROBIN HOOD. Personalmente, quería entender la brutalidad de la época y expresarla visualmente en una aventura emocionante, conmovedora. Sólo Ridley es capaz de plasmar algo así en la pantalla".

Ridley Scott y Russell Crowe trabajan juntos desde el enorme éxito de Gladiator/El gladiador, película ganadora de numerosos Oscar y que aportó una nueva visión de la épica histórica. Hasta la fecha han vuelto a reunirse para hacer Un buen año, American Gangster y Red de mentiras. Cuando el actor y el productor se lo propusieron, la respuesta de Ridley Scott fue entusiasta.

El director es un estudioso de la historia, y su último thriller de época, El reino de los cielos, se centra en la caída de Jerusalén doce años antes de la muerte de Ricardo I. "Me encantan las películas de época", dice Ridley Scott. "Empecé con Los duelistas, hice una de romanos y ahora vuelvo al medievo".

Con Ridley Scott a bordo, ROBIN HOOD tomó impulso. Los tres cineastas compartían la misma idea: descubrir cómo un hombre de humilde cuna podía convertirse en paladín del pueblo, y decidieron explicarlo contando la historia en un contexto histórico específico. Brian Grazer explica: "Queríamos ser fieles a los hechos políticos e históricos de la época. Inglaterra estaba en bancarrota, amenazada por la guerra civil y por Francia, y en manos del rey Juan, un gobernante de lo más inepto. Sobre este telón de fondo, decidimos indagar en los orígenes de la historia de Robin Hood".

Para plasmar esta visión en el papel, los tres cineastas recurrieron a Brian Helgeland, que había ganado un Oscar por su anterior colaboración con Russell Crowe, L.A. Confidencial. Después de hablar con Ridley Scott, comprendí que para él lo más interesante era "humanizar la leyenda".

El guionista dice: "Ridley quería contar una versión de Robin Hood que diera más importancia al hombre que al mito. Todos conocemos la leyenda y sabemos que es una exageración de lo que realmente pudo ocurrir. Nace de la creencia de que siempre se alzará un héroe contra el poder tiránico para defender al sufrido pueblo. En la tradición inglesa, el papel pertenece a un bandido. Pero Ridley quería imaginar qué pudo pasar realmente para dar pie a la leyenda de Robin Hood".

"Cuando se trata de catapultas, de centenares de hombres intentando incendiar un castillo, y de otros preguntándose qué es Dios y por qué les ha llevado a la batalla, Ridley se siente intelectualmente estimulado y la película sale muy beneficiada".

En el guión, a partir de una historia de Brian Helgeland, Ethan Reiff y Cyrus Voris, conocemos al arquero Robin Longstride, un soldado en el ejército del rey Ricardo I cuando regresa de Tierra Santa después de la Tercera Cruzada. El rey, decidido a recuperar el rescate que se vio obligado a pagar al rey francés cuando éste le mantuvo prisionero, asedia un castillo. Según datos históricos, una flecha hirió a Ricardo Corazón de León en el cuello, causándole la muerte. Fue un duro golpe para su madre, Leonor de Aquitania, y la corona de Inglaterra pasó a manos de su joven hermano, el príncipe Juan.

Brian Helgeland hace empezar la historia con la muerte del rey Ricardo. Robin, que ha crecido en países extranjeros y lejanos, aprovecha la oportunidad para regresar a su Inglaterra natal por primera vez desde que tenía cinco años. Al poco de llegar, descubre una nación abrumada por la pobreza y cuyos hombres más valiosos han ido a engrosar las filas de los ejércitos de Ricardo I para sus continuas guerras. El espectro de una invasión francesa se perfila en el horizonte, y el incompetente hermano de Ricardo es feliz llenando sus arcas mientras el pueblo sufre.

A los cineastas les parecía importante mostrar el nivel de deterioro de la economía inglesa en un país desolado. Querían que la llegada de Robin coincidiera con los terribles impuestos fijados por Juan. El desafío a la autoridad que encarna Robin no sólo consiste en robar el grano y devolvérselo al pueblo de Nottingham, también es una inspiración para que sus conciudadanos se hagan cargo de su destino.

Ridley Scott dice: "Todo el mundo dice que Robin Hood robaba a los ricos para dárselo a los pobres, pero nos pareció importante escoger un periodo del medievo durante el que el pueblo pasara hambre por culpa del total descuido de la corona. Las clases nobles son el enemigo, y el hombre del pueblo que se alza contra ellas es Robin Hood. Dentro de este concepto, no hemos olvidado las facetas románticas de la leyenda. ¿Es una película con humor? Sí. ¿Es una película de acción? Sí".

Un punto clave en el guión de Brian Helgeland es la Carta Magna, firmada en 1215 después de que los barones se alzaran contra el rey Juan. En muchos aspectos, este momento señala el nacimiento de Inglaterra y la liberación de la población anglosajona del yugo de los reyes normandos. "La Carta Magna tiene un lugar en la película", explica Brian Grazer, "no sólo vista históricamente, sino cinematográficamente".

Russell Crowe añade: "Puede decirse que el hombre que inventó los impuestos es el mismo que firmó la primera Carta Magna, me refiero al rey Juan. Ocurrió entre 1199 y 1215, el periodo ideal para la gestación de una revolución, o el nacimiento de una figura revolucionaria. También cabe la posibilidad de que sea el momento en que nace Inglaterra como nación".

Era fundamental que la historia personal de Robin le llevara a convertirse en el paladín de su pueblo. El arquero descubre que su padre es el maestro albañil Thomas Longstride, un conocido orador y el principal autor de lo que se llegaría a llamar Carta de Foresta. Este precedente de la Carta Magna establecía ciertos derechos, privilegios y protección para el hombre común frente a la aristocracia. Enrique II, el predecesor de Ricardo en el trono, consideró dicha Carta como una traición y mandó asesinar al maestro albañil delante de su joven hijo.

Para preparar el papel, Russell Crowe leyó más de treinta libros acerca de Robin Hood y sobre los siglos XII y XIII. "Robin es testigo, a los cinco años, de la muerte de su padre", explica el actor. "A continuación, es llevado a un monasterio de los Caballeros Templarios en Francia. Sus guardianes, Loxley y Marshal, parten a las Cruzadas. Cuando regresan unos años después, el niño ha desaparecido. Le trataban mal y ha huido con lo único que tiene, la loriga de su padre. Basta con imaginar a un niño arrastrando la loriga de un adulto".

Conocemos a Robin durante el asedio al castillo francés por los hombres de Ricardo I. No tiene ningún recuerdo de su infancia. "Ha borrado el recuerdo de la muerte de su padre", explica Russell Crowe. "Piensa que sus padres se deshicieron de él; lleva 35 años creyéndolo".

"Pero vuelve a Inglaterra", sigue diciendo. "Ha viajado por Oriente Próximo y por Europa, y se sorprende ante la opresión que soportan sus compatriotas. Seguimos a un hombre en un viaje de autodescubrimiento. Poco a poco, empieza a acordarse del pasado y su búsqueda se consolida. Se da cuenta de que le guía el destino y de que está metido en algo mucho más grande de lo que creía. Mientras intenta descubrir quién es, recoge el testigo que dejó su padre".

Llegados a este punto, faltaba encontrar a los otros actores idóneos para la película, empezando por la dama más bella de Nottingham.


Corderos y leones: El reparto de una aventura de acción

Doncellas y matriarcas
El hecho de que Cate Blanchett se uniera al reparto, tiene mucho que ver con un humilde sello postal. A principios de 2009, Russell Crowe y Cate Blanchett participaron en un acto en Sídney donde se presentaba una serie de sellos australianos dedicados a ellos. Mientras estaban en el escenario, el actor se dio cuenta de que había encontrado a su Marion.

Russell Crowe recuerda: "El porte, la forma en que se movía… ¿Cómo no había pensado en ella antes? Cate es una actriz espléndida, fuerte y voluntariosa. Siempre busca la autenticidad del personaje. Controla a la perfección sus emociones y puede convertir un pequeño gesto en una afirmación genial".

En el escenario, con el micrófono en la mano, Russell Crowe preguntó a los asistentes si creían que Cate Blanchett y él debían hacer una película juntos. "Mil personas me apoyaron con aplausos y gritos", recuerda. "Me volví hacia ella, y le brillaba la mirada. También le parecía una buena idea".

Ridley Scott estaba de acuerdo en que Cate Blanchett era la Marion ideal para la película: "El papel de Cate es muy importante en esta historia. Los dos personajes forman una pareja perfecta cinematográficamente hablando".

La actriz nos dice por qué decidió unirse al proyecto: "Russell y Ridley han hecho varias películas que van directamente al punto sensible de la historia, y me gusta". Se sentía atraída por la leyenda: "El poder del bosque es el centro del mito de Robin Hood. Siempre oímos hablar del poder del Estado, de la Iglesia. La regla de la naturaleza es gran antídoto".

Cate Blanchett no tenía nada en contra de que se contara la leyenda desde un nuevo ángulo. "Siempre se reinventa", dice. "No hay una única verdad en el mito de Robin Hood. Ya lo dice Shakespeare en ‘Como gustéis’: ‘Como el viejo Robin Hood de Inglaterra’. Es un mito, y cada época lo cuenta a su manera porque intenta que la historia refleje algo de la sociedad del momento. Contiene arquetipos, como la banda de alegres compañeros. La construcción narrativa es atemporal, lo que permite a cada época moldear la historia".

Los cineastas empezaron a desarrollar la relación al estilo "Petrucho y Catalina" que nace entre lady Marion y Robin cuando este regresa a Nottingham. Russell Crowe explica: "La relación entre los dos contiene ciertos elementos shakespearianos, sobre todo de ‘La fierecilla domada’. Nada más verse, se caen francamente mal, pero son buenas personas. Se parecen bastante. Ambos han estado buscado siempre a otra persona fundamentalmente buena".

El papel de Marion evolucionó con el guión. Al contrario que en las encarnaciones previas del personaje en versiones anteriores, no es una débil doncella en apuros que deja su destino en manos de los hombres. Brian Helgeland explica el desarrollo de la relación: "La ley de entonces especificaba que si una mujer enviudaba y no tenía un hijo varón o no volvía a casarse en un plazo de tiempo determinado, las propiedades de su marido iban a engrosar el patrimonio de la corona. Si Marion no tiene heredero ni marido, lo perderá todo. Más que amor a primera vista, la relación de Robin y Marion se basa en la conveniencia. Luego se sienten cada vez más atraídos el uno por el otro".

"Ridley describe un mundo donde casi todos los hombres más o menos jóvenes han sido llamados a filas por el rey Ricardo, y donde Marion debe ocuparse de las tierras", añade Cate Blanchett. "Gobierna un pueblo sin hombres, y actúa un poco como hicieron las mujeres en Estados Unidos durante la II Guerra Mundial, cuando empezaron a trabajar en las fábricas, cosa que no habrían hecho en una situación normal".

Eileen Atkins encarna a Leonor de Aquitania, la madre de Ricardo y de Juan, una valerosa mujer que participó en el gobierno del mundo occidental. Desde Gosford Park a Cold Mountain, la premiada actriz siempre ha sabido conmover al público.

Hablando de su personaje, Eileen Atkins dice: "Tristemente, Leonor no quiere a su hijo Juan, que le reprocha, con razón: ‘Sólo quisiste a mi hermano’. Pero el trono es el trono, y él es el heredero. Es una mujer apasionada, decidida a mantener las posesiones de su poderosa familia. Poco le importa la suerte de los campesinos, pero es sabia y una gran manipuladora".

Una de las marionetas a las que manipula es Isabel de Angulema, interpretada por la joven actriz francesa LÉA SEYDOUX, de Malditos bastardos. Leonor la desprecia, pero Isabel es la amante de Juan y acaba casándose con el futuro heredero al trono de Inglaterra. No tarda en darse cuenta de que su única garantía para seguir viva es convertirse en la portavoz de su suegra, que prepara una estrategia para Juan.

Los más alegres
La historia de Robin Hood no puede existir sin los Merry Men, "los alegres compañeros" decepcionados por el recién ascendido rey Juan. Son soldados de Ricardo I y deciden regresar a Inglaterra cuando este fallece durante el asedio al castillo francés.

Los miembros de la banda son Little John, la mano derecha de Robin, interpretado por Kevin Durand; Will Scarlet, el más joven del grupo, al que da vida Scott Grimes, y el juglar Allan A’Dayle, a cargo del actor debutante Alan Doyle. Hablando de los tres actores, Russell Crowe dice: "Lo importante es que los tres son atléticos, y hay mucha acción en esta película. Además, son inteligentes y aprenden cosas nuevas con rapidez. También tienen un tremendo sentido del humor. Fue una gran ventaja para Ridley y para mí, y creo que para la película, poder contar con ellos para estos papeles".

El actor añade que cada uno tiene un talento que refleja el del personaje que interpreta. "Scott canta de maravilla", explica. "Kevin tiene la coordinación de un bailarín con el cuerpo de un jugador de jockey. Mide 2 metros, pesa 105 kilos y también sabe cantar. Alan nunca había actuado. Es un cantautor de Terranova y sabe tocar el laúd. Hablé con Ridley y le dije: ‘Si debe haber un trovador, será mejor que el actor sepa tocar el laúd. Y tiene una voz fantástica. Es el elemento clave de los Merry Men".

Tampoco puede contarse la historia de Robin Hood sin la emblemática figura del fraile Tuck, un monje regordete que prefiere la cerveza y las mujeres al púlpito. Interpretado por Mark Addy, de Full Monty, Tuck conoce a Robin y a los alegres compañeros cuando van hacia Peper Harow para comunicar la noticia de la muerte de sir Robert Loxley (encarnado por DOUGLAS HODGE) a su padre, sir Walter. El fraile apicultor, nada partidario de la corona, no se hace de rogar para unirse a la banda de Robin.

Nobles y villanos
Además de Robin, Marion y los alegres compañeros, la película está poblada por otros personajes fascinantes, entre los que destacaremos en primer lugar a sir William Marshal, interpretado por William Hurt, y a sir Walter Loxley, al que da vida Max von Sydow. Eran amigos de Thomas Longstride (MARK LEWIS JONES), el autor de la Carta de Foresta al que ejecutaron delante de Robin cuando este era un niño (JACK DOWNHAM).

Para protegerlo, Marshal y Loxley deciden llevarse al niño fuera de Inglaterra y dejarle en un monasterio francés mientras ellos van a luchar a la Tercera Cruzada. Años después, William Marshal será un importante consejero de Ricardo Corazón de León, y Loxley regresará a Nottingham, donde se convertirá en el suegro de lady Marion.

"Dejaron al joven Robin al cuidado de unos monjes con la idea de recogerle cuando regresaran de las Cruzadas, pero ha desaparecido y le dan por muerto. Los dos se sienten culpables. Años después, cuando sir Walter oye el nombre de Robin Longstride, su primera reacción es pensar que viene a vengarse", explica Russell Crowe.

Robin vuelve a ver a los dos nobles, y sir Walter le ayuda a recobrar su terrible pasado. El actor sigue diciendo: "Robin no recuerda nada. Sabe que era un niño querido, pero no entiende por qué dejó de ser así. Sir Walter usa la psicología para despertar sus recuerdos: ‘Lo que necesitas saber está escondido en tu interior’".

La idea de interpretar a un personaje histórico que ejercía una gran influencia sobre la reina Leonor de Aquitania y su hijo Ricardo I gustó mucho al oscarizado William Hurt: "Sir William es un personaje histórico asombroso. Está descrito como un mediador. Se esfuerza en mantener el respeto hacia el trono, a la vez que abre el camino para que haya cambios en el sistema. Es un hombre compasivo y justo, leal al trono, pero entiende que el pueblo necesita un representante, y combina estas dos convicciones con gran diplomacia".

Un viejo amigo suyo, sir Walter Loxley, se siente profundamente afligido por la muerte de su hijo Robert, el esposo de Marion, fallecido en Francia, pero al mismo tiempo se alegra del regreso de Robin. Marion y su suegro están muy unidos. "Marion cuida de sir Walter, y él actúa como su mentor, sustituyendo al padre", explica Cate Blanchett. "Muy pocos actores podrían interpretar al sabio anciano de la forma que lo hace Max. Trabajar con él es un privilegio, tiene una experiencia sin par. Nuestra relación en la película es conmovedora".

Todos sabemos que el enemigo nato de Robin es el sheriff de Nottingham, pero en este caso, los guionistas descubrieron a otro villano en la persona de sir Godfrey (interpretado por Mark Strong), el mejor amigo del rey Juan. Mandó matar a Robert Loxley, y usa su influencia en la corte del recién entronizado monarca para traicionar al rey Felipe de Francia (JONATHAN ZACCAÏ). "Lo fascinante de Godfrey son sus múltiples caras", explica Mark Strong. "Es amigo de Juan, por lo que está próximo al poder, y es un traidor. Todas las historias morales tienen un bueno y un malo. Godfrey es el enemigo de Robin, el personaje al que el público aprende a odiar".

Los hijos de Leonor de Aquitania son el rey Ricardo, al que da vida Danny Huston, y Juan, interpretado por Oscar Isaac, que nos habla de su personaje: "Le conocemos como príncipe Juan, es un hedonista, un libertino. Nadie espera nada de él, y él no ofrece nada. Se pasa la mayor parte del tiempo con su amante. Al morir Ricardo, tiene la oportunidad de demostrar a todo el mundo, especialmente a su madre, que estaban equivocados. Pero es un hombre temeroso, inseguro, un auténtico ególatra convencido de que puede hacer grande a Inglaterra sólo porque él lo quiere".

Matthew Macfadyen, muy aclamado por su papel de Sr. Darcy en Orgullo y prejuicio, encarna al villano arquetípico, el terrible sheriff de Nottingham. "Lo más interesante de este sheriff de Nottingham es su debilidad", dice Cate Blanchett. "Los débiles suelen ser los peores. Hay un momento en que dice: ‘Soy británico, no, soy francés’. Le da igual el bando mientras salga ganando. Los más temibles son los débiles".


Bosques y torres: Los decorados naturales
El rodaje de ROBIN HOOD empezó en abril de 2009. El productor Brian Grazer explica que el director fue rebautizado poco tiempo después: "Empezamos a llamarle ‘el general’. Durante el rodaje, Ridley Scott parece un general llevando a sus tropas al combate. John Ford era así, y hubo otros, pero no cabe duda de que Ridley es un gladiador".

La reconstrucción del siglo XIII
Uno de los colaboradores habituales de Ridley Scott, el diseñador de producción Arthur Max, se encargó de la gigantesca tarea que suponía la reconstrucción de la Inglaterra medieval, recreando con exactitud la vida en los pueblos y ciudades, así como la grandeza de los castillos de entonces.

Ridley Scott y Arthur Max se basaron en piezas de museos y bibliotecas, en pueblos reconstruidos en Inglaterra y en Dordoña, Francia, y en algunos pueblecitos de los Pirineos españoles para tener una visión de la arquitectura medieval.

Una importante fuente de inspiración fueron los cuadros de Brueghel el Joven y el Viejo, que destilan la dureza de aquellos tiempos. Aunque no correspondan exactamente a la época, aportaban una base visual para ROBIN HOOD: "Ridley quería plasmar la desolación y el empobrecimiento de la población anglosajona de ese periodo", dice Arthur Max.

Uno de los decorados de mayor importancia era el pueblo de Nottingham. Se decidió construirlo desde cero, para lo que se escogió una propiedad privada en Surrey, la finca Hampton, con numerosos robles centenarios y preciosas colinas, además de un bosque de pinos, un riachuelo y una marisma.

"Edificamos más de 50 edificios para el pueblo de Nottingham", explica el diseñador de producción. "La mayoría están hechos de adobe, cañas, madera y tejados de paja". Los edificios principales se construyeron alrededor de la plaza central, e incluían una lonja de cereales, una taberna, un pajar y una iglesia, además de las casas y cabañas que formaban el pueblo.

El equipo de Arthur Max construyó un molino con rueda de madera que funcionaba, además de unos muros ruinosos que sirvieron de continuidad para otro decorado situado a unos 20 minutos. Obsesionados por la autenticidad, plantaron y cuidaron una huerta durantes meses. Por exigencias del guión, gran parte de las construcciones debían arder al final. "No todo el pueblo", especifica Arthur Max, "pero sí bastantes edificios. Debíamos tener mucho cuidado, porque la mayoría estaban entre los robles centenarios. Fue un incendio controlado, cuidadosamente preparado".

Los incendios eran temidos en el medievo, y los hombres de Godfrey usaban el fuego como arma cuando saqueaban los pueblos, por lo que el equipo técnico tuvo que ocuparse de numerosos incendios para ser fieles al guión. Esta parte del rodaje transcurrió sobre todo en Bourne Woods, en Surrey, un bosque donde pudieron levantar enormes decorados.

Bourne Woods sirvió de telón de fondo para los pueblos de York y Peterborough, que son arrasados por los sicarios del rey Juan, liderados por el traidor Godfrey, así como para el castillo francés asediado.

Arthur Max agradeció poder construir el castillo francés y el campamento inglés para las primeras secuencias de la película en el mismo lugar. "Nos basamos en un castillo francés auténtico, próximo al lugar donde se erigía el castillo de Chalouse", dice. "Decidimos construirlo cerca del estudio porque el paisaje era maravilloso. Muchos castillos de esa época se encuentran ahora rodeados de casas, y queríamos que estuviese aislado. Después se mejoró digitalmente".

Con una altura de 19 metros desde el pie de la colina hasta la cima de la torre más alta, el castillo se construyó con andamiaje y argamasa. Se hicieron moldes de las decoraciones de castillos ingleses de la época. Asimismo, un especialista estuvo presente durante la construcción para asegurar que resistiría a la fuerza del viento y que la colina no se colapsaría bajo el peso de la estructura.

Dentro de los estudios Shepperton se reconstruyeron distintas partes de Londres y, sobre todo, la Torre de Londres tal como era a finales del siglo XII y principios del XIII. El prado lleno de malas hierbas de los estudios Shepperton se convirtió en el Londres medieval en cuestión de meses. "Primero creamos la topografía idónea", explica el diseñador de producción. "Cavamos un foso y creamos las calles". Para que la Torre de Londres fuera más impresionante, se construyó sobre una plataforma a una altura de 1,20 metros por encima de los otros edificios.

"Nos basamos en lo poco que queda de la Torre de Londres de esa época, el Barbican Gate", sigue diciendo Arthur Max. "El muro de piedra es una copia del Castillo Carnavon, en Gales, quizá el más intacto de toda Inglaterra. Recreamos fragmentos y el resto es obra de los efectos digitales".

El interior, construido en los platós de los estudios Shepperton, es igual de impresionante. Comprende un enorme pasillo que lleva a la gigantesca sala del trono y a los aposentos privados de la reina Leonor y el rey Juan.

Los interiores de Peper Harow, la morada de la familia Loxley, también fueron recreados en los estudios. Está basada en una granja fortificada del siglo XIII que el equipo de localizaciones visitó en Shropshire. Por razones prácticas, era más fácil construirla en un plató que intentar rodar en Shropshire.

Los actores se quedaron impresionados por el esfuerzo que realizó el equipo de decoración y los numerosos artesanos contratados. Cate Blanchett dice: "Arthur es maravilloso. Está empeñado en preservar oficios en vías de extinción en Inglaterra; los defiende con pasión. Me maravilla el cuidado que ha puesto en la construcción del decorado de Nottingham".

Las secuencias de batallas
La recreación del medievo fue una tarea muy difícil para todo el equipo de ROBIN HOOD. Aunque para Ridley Scott, con su experiencia de décadas, no hay nada imposible, ni siquiera rodar con el maestro de la fotografía John Mathieson en una de las playas más abiertas de Gran Bretaña con el peor tiempo posible.

Utilizar entre cinco y doce cámaras a la vez, permitió a Ridley Scott y a John Mathieson obtener un máximo de imágenes con un mínimo de tomas. Sólo así el director puede obtener la energía característica que imprime a sus películas. Un rodaje con cámaras múltiples también es mucho menos cansado para los actores, algo crucial en una película que requiere un gran esfuerzo físico. Consciente de que a menudo llevarían trajes pesados e incómodos, y de que se rodaría en condiciones meteorológicas adversas, Ridley Scott decidió que cada toma debía ser válida.

Cate Blanchett, que nunca había trabajado con él, dice: "Ridley se alimenta de la adrenalina que produce su estilo de rodaje. Quiere capturar la espontaneidad y no es partidario de ensayar mucho. Prefiere ensayar mientras rodamos. Sabe que, con tantas cámaras, tiene donde escoger. Verle trabajar es asombroso".

A mitad del rodaje, el equipo se trasladó a Gales, a la playa de Freshwater, en West Pembrokeshire, para rodar la épica batalla donde se detuvo al rey Felipe y a los franceses en su intento de invadir Inglaterra. Fueron necesarias 1.500 personas, entre actores y equipo, para sacar adelante estas escenas.

Se usaron nueve cámaras estándares, una steadicam, una Wescam y un helicóptero para conseguir lo que tenían en mente Ridley Scott y John Mathieson. "En Australia decimos: ‘Esto supera a Ben-Hur’", añade Russell Crowe, riendo. "Y lo superaba, desde luego".

El rodaje de la escena suponía grandes retos. El primero, y probablemente el mayor, fue hacer desembarcar al ejército francés en la ventosa costa de Pembrokeshire. Los primeros días de rodaje, las olas eran tan grandes que hasta los estómagos más endurecidos se rendían al mareo. Fue necesario construir un muelle portátil para conseguir rodar las tomas requeridas.

El rodaje en la playa duró dos semanas durante las que un calor aplastante dejaba paso a tormentas torrenciales. La marea subía un metro por minuto, obligando a 1.500 personas y 150 vehículos a trasladarse regularmente.

Para los actores que encarnan a los alegres compañeros de Robin Hood, la experiencia mereció la pena. "Pasé miedo cada día en el rodaje en Gales", recuerda Scott Grimes, riendo. "Había 130 caballos galopando en la playa. No sabíamos dónde estaban las cámaras. Tenía la impresión de estar en una auténtica batalla. Fue un rodaje increíble".

Kevin Durand está de acuerdo: "A ver cómo explicas eso a tu novia por Skype. Ella me dijo: ‘Hoy he ido al gimnasio, ¿y tú?’ Le contesté: ‘Ha cabalgado a la cabeza de 130 jinetes en una playa de Gales. Luego he atacado al ejército francés y he matado a unos 17 hombres antes de comer’. ¿Cómo se explica algo así? Fue asombroso".

Mark Strong, el malvado Godfrey, recuerda que casi se toma su papel demasiado en serio: "Hay un momento en que hago girar a mi montura y veo a 130 jinetes galopando hacia mí entre los soldados franceses. Habíamos ensayado la escena y debía cortarle la cabeza a uno y ensartar a otro por la espalda. Era lo previsto, pero una vez hecho eso, las cámaras seguían rodando y me lancé al fragor de la batalla, golpeando a diestro y siniestro, sediento de sangre".


La preparación de los soldados: El entrenamiento físico
Russell Crowe es un experto jinete, pero se sumergió en un duro programa de entrenamiento para convertirse en un consumado arquero vestido con una pesada cota de malla. Gran parte de su entrenamiento tuvo lugar en Australia, donde cazaba descalzo en el bosque. "Es necesario que las características del personaje sean parte del actor", dice. "Si vas a usar arco y flechas, más te vale saber manejarlos porque las circunstancias nunca son perfectas".

El actor es un perfeccionista. Descubrió que el tiro con arco es mucho más difícil de lo que parece. "Hay que dar en el blanco, pero se dispara corriendo, bajo la lluvia", explica. "Durante bastante tiempo, creo que disparé unas 200 flechas diarias para aprender". Más o menos lo que hace un arquero preparándose para los Juegos Olímpicos.

Al igual que su coprotagonista, Cate Blanchett decidió no usar un doble siempre que fuera posible. La actriz recuerda: "Ridley me dijo: ‘¿Te apetece hacer las escenas difíciles?’ Era un reto, no podía contestarle: ‘No, verás, no me apetece mucho’. Me gusta montar a caballo y, además, son monturas acostumbradas a rodar, muy dóciles. Lo pasé realmente bien".

Pero la actriz sabía que iba a arrepentirse en unas cuantas ocasiones: "Hay una secuencia en la que Marion lleva cota de malla y va a luchar rodeada por unos chicos medio salvajes a lomos de caballos sin sillas y nada dóciles, fue una locura. Para colmo, rodé mi primera escena de noche, y debía lanzar una flecha en llamas".

Mark Strong, que trabajó en Tristán e Isolda y Stardust, se siente cómodo con una espada y un escudo, pero tuvo que aprender a galopar mientras manejaba un arma muy pesada. Como el resto del equipo, empezó a sentir un gran respeto por la fuerza de los soldados de la Edad Media.

"Es muy difícil moverse con una cota de malla o una armadura", explica. "No sé si tenían una fuerza sobrehumana o si intercambiaban unos cuantos golpes hasta que uno caía al suelo y el otro le clavaba la espalda por la visera".

Kevin Durand describe el entrenamiento al que se sometió junto a Scott Grimes en Australia: "Estuvimos un mes en Australia sólo para ponernos en forma. Seguimos un régimen especial y hacíamos pesas cada día. Aprendimos a tirar al arco. Lo mío era convertirme en un experto con el bastón. Me sentía el más fuerte de todos cuando lo manejaba".


Túnicas y cotas de malla: Vestir al reparto
Otra colaboradora habitual de Ridley Scott, la diseñadora de vestuario Janty Yates, tuvo que enfrentarse a un reto de enorme envergadura. "Ridley y yo nos entendemos", dice. "En cada película que hago con él, aprendo más gracias a su genialidad, su visión y su creatividad".

Cuando vemos a Robin Hood por primera vez, es un arquero al servicio del rey Ricardo; lleva pantalones de cuero y una loriga de láminas de metal, la herencia familiar con los símbolos de la Carta de Foresta.

"Al hacerse hace pasar por Loxley, está resplandeciente con la cota de malla, el tabardo, el yelmo y la capa", explica Janty Yates. "Luego, cuando llega a Nottingham, teníamos libertad total, ya que se apropia de la ropa del fallecido Loxley. El azul le queda muy bien a Russell, y diseñamos una magnífica túnica bastante larga de ante azul y gris. En esa época no se cambiaban mucho de ropa y es lo que lleva la mayoría del tiempo, cuando no está en una batalla".

Los trajes eran prácticos y auténticos, tal como atestigua Mark Strong: "Realizaron reproducciones meticulosas y detalladas, lo que significó una gran ayuda. La cota de malla protege de verdad si a alguien se le va la mano y golpea de verdad. El peso nos obligaba a mantenernos muy rectos, como los caballeros de entonces".

Cate Blanchett dice, hablando del vestuario que Janty Yates diseñó para ella: "Es la segunda vez que tengo el placer de trabajar con Janty. Se mantiene fiel a la época y, a la vez, el corte, la tela y el traje parecen creaciones exclusivas".

La enorme atención prestada a los detalles del vestuario es tan importante como la que se da al decorado. La diseñadora explica: "La calidad, la textura, muy parecida a la de un cuadro, que exige Ridley, aporta otra dimensión, y el vestuario contribuye en gran medida a crear esa textura".

El proceso empezó en Italia, donde Janty Yates compró "millones de metros de tela", desde pieles, a distintos tipos de lino y sedas. "Ridley tiene predilección por las sedas que reflejan la luz", dice. "Las usamos mayormente para los trajes de la realeza y de la nobleza. Pero también le gusta la textura del lino y la llamada seda de Matka, mucho más gruesa, más burda. Le encantan las texturas, cualquier cosa con carácter y que parezca tener cien años. Hay mucho contraste en los trajes para marcar la separación entre los campesinos y los nobles".

Ya había trabajado con el director en una película aproximadamente de la misma época: "Es casi el mismo periodo que El reino de los cielos", dice Janty Yates. "Pero entonces sólo diseñamos trajes militares y unos pocos para la nobleza. En esta película, el abanico es mucho mayor".

Aunque era habitual en el medievo, la ropa en forma de T no favorece mucho en la pantalla, explica la diseñadora: "Reconozco que hemos hecho trampa. Hemos acentuado la forma de cada actor y del personaje al que interpreta. Siguen pareciendo sacos, porque es lo que se llevaba entonces, pero con un poco de forma".