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El hombre de las sombras cartel reducidoEl hombre de las sombras(The tall man)
Dirigida por Pascal Laugier
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EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN) ha sido escrita y dirigida por el aclamado realizador francés Pascal Laugier (Martyrs, El internado), que se estrena con su primera película rodada en lengua inglesa. La cinta está producida por Clément Miserez de Radar Films, Kevin DeWalt de Minds Eye Entertainment, Jean-Charles Lévy (El rostro del asesino) de Forecast Pictures y Scott Kennedy (Gunless) de Highwire Pictures. Los productores ejecutivos son Thierry Desmichelle y Lionel Uzan de SND; Lisa Donahue, Frank White, Mark Montague y David Cormican de Minds Eye Entertainment; Steven Schneider de Room 101; Gerard Demaer; Nicolas Manuel y Olivier Piasentin de Forecast Pictures, y Matthieu Warter de Radar Films.

"Había llegado algo a Cold Rock que se estaba llevando a los niños... Algo mucho peor que el cierre de una mina... Algo tan amenazante y aterrador que la gente acabó por ponerle nombre..".


El guión de la película
Ambientada en la comunidad ficticia de Cold Rock, un pueblo minero del Noroeste de Estados Unidos, EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN), del director Pascal Laugier, nos presenta un decadente mundo cuyos habitantes, aferrándose a lo poco que queda de su estilo de vida, se enfrentan a una amenaza aún más angustiosa: las inexplicables desapariciones de sus hijos, uno a uno, sin dejar rastro.

"En Cold Rock hay una especie de leyenda urbana nacida para poner nombre a algo que desafía toda explicación racional, y ese nombre es “el cazador”", comenta Laugier sobre su película. "Somos testigos de cómo el personaje de Jessica Biel se convierte también en víctima [...], de cómo una madre se juega la vida para recuperar a su hijo".

Para los espectadores, sin embargo, EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN) representa también un inquietante enigma. Laugier, jugando con las convenciones del género y con las expectativas del público, presenta un misterioso mundo en el que nada ni nadie son lo que parecen. Combinando acción trepidante con suspense, lo sobrenatural con lo real, su fascinante película es a la vez un retrato social y un thriller que reserva la resolución final del misterio del "cazador" para los últimos fotogramas.

Pascal Laugier comenzó a trabajar en el guión de EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN) en 2005. "Me llevó un tiempo encontrar la mejor estructura posible", comenta. "Como cualquier película de suspense, todo debe estar calibrado al milímetro. La historia puede fallar en detalles muy precisos. Tuve que escribir diez versiones del guión hasta que estuvo listo para presentárselo a un productor. Fue un proceso muy largo".

Laugier es un director francés en auge que captó por primera vez la atención del público de todo el mundo con el estreno de su transgresora película, Martyrs, en el Festival Internacional de Cine de Toronto en 2008. Esta implacable historia de dos mujeres, Lucie y Anna (Mylène Jampanoï y Morjana Alaoui), la primera una víctima de terribles maltratos en la infancia y la segunda una amiga que la acompaña en su búsqueda de venganza, granjeó a Laugier la devoción de los fans del cine de terror (junto con el desprecio de los censores) de todo el mundo. A pesar de su descarnada representación de la violencia, Martyrs trascendió las convenciones del género de terror, ganando admiradores por sus sorprendentes giros de guión y su ejecución visual, y catapultando a Pascal Laugier a la fama.

"Mi anterior película era muy radical, muy extrema [...], incluso diría que ofensiva, aunque en un sentido positivo", explica el guionista y director. "Sólo puedes hacer una película así una vez en la vida. Estoy muy orgulloso de ella. Pero EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN) es completamente diferente", añade, apuntando que su nueva película marca una clara ruptura con el género de terror. "Aunque comparte muchos de los subtemas frecuentes en este tipo de cine, no es en absoluto el mismo tipo de película".

Tras dejar aparcada EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN) para rodar Martyrs, Laugier continuó con el guión una vez que la producción de Martyrs estuvo terminada. Al igual que en Martyrs, el guión de EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN) narraba la historia de una mujer en peligro ("Hasta ahora sólo he hecho películas de mujeres, probablemente porque conecto más con los personajes femeninos") y jugaba con las ideas preconcebidas del público en cuanto a los personajes arquetípicos y las convenciones del género. Pero las similitudes entre ambas cintas acaban ahí. Para Laugier, EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN) supone un desmarque del género de terror, siendo, además, su primera película en lengua inglesa.

"Para mí no ha sido un reto tan grande", comenta. "Desde el principio pensé en rodar esta película en inglés. Escribí el guión en francés, y luego trabajé mucho en la traducción. Pero incluso en la versión francesa, los personajes eran estadounidenses, y la película estaba ambientada en Estados Unidos [...]. Para mí fue desde el principio una película americana".

Laugier explica que su fascinación por todo lo estadounidense se remonta a su infancia. "Al igual que cualquier persona de mi edad, estoy muy influenciado por la cultura, la subcultura y la cultura pop americanas [...] ocupan la mitad de mi cerebro".

El reto, no obstante, consistió para él en crear una historia sin constricciones, asentada en el realismo. "Esta película trata sobre personas reales", dice Laugier. "Y ése era el reto. Intentamos hacer una película de terror auténtica, implacable, atractiva, intensa, trepidante y misteriosa, y al mismo tiempo que los personajes fueran reales, como los de la auténtica América [...], un poco como hace Stephen King en sus mejores novelas, intentando mezclar cosas que no suelen mezclarse. Ése era mi reto personal".

Cuando Martyrs se estrenó en Francia, enfrentándose a la censura, dividiendo a los críticos y ganándose a los espectadores, el director llamó la atención tanto en su país como en el extranjero (de hecho, la 20th Century Fox decidió hacer un remake de la película). Sin embargo, fue la actriz principal, Mylène Jampanoï, quien presentó a Laugier al productor de EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN), Clément Miserez.

"Estaba entusiasmada con el trabajo de Pascal, y me dijo que tenía que conocerlo", recuerda Miserez. "Quedé con él para tomar algo y así fue como empezó nuestra historia de amor".

Miserez, con su recién fundada productora Radar Films, contrató en un principio a Laugier para que desarrollara un proyecto personal, un remake de la película francesa La Traque, dirigida en 1975 por Serge Leroy. Tras casi un año de trabajo en común, el proyecto resultó ser logísticamente inviable. No obstante, el vínculo entre Laugier y Miserez ya se había forjado. "Me preguntó si tenía algún proyecto que soñara hacer", dice Laugier. "Yo le contesté que sí, y que se llamaba EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN)".

Reunir al equipo
El productor Clément Miserez leyó el guión de Pascal Laugier de EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN) en julio de 2009. Su reacción no se hizo esperar: "Era increíble", recuerda. "Pascal te conduce desde el punto A hasta el punto B sin que sepas nunca adónde te lleva [...], y no sabes hacia dónde vas hasta que estás allí", añade.

"Me leí el guión en una hora", prosigue Miserez. "Cuando terminé, llamé a Pascal y le dije: “Vale, hagámoslo. No esperemos ni un minuto más. Esta tenemos que hacerla”".

Dicho y hecho: Miserez contactó con sus viejos compañeros de producción. En colaboración con el coproductor y colaborador habitual suyo Jean﷓Charles Lévy, de Forecast Pictures, mandó el guión a Thierry Desmichelle y a Lionel Uzan, de SND, una de las mayores distribuidoras de cine de Francia (y filial de la cadena de televisión M6).

"Lo decidí muy rápido; sólo tardé uno o dos días", explica el consejero delegado de SND, Thierry Desmichelle. "El guión me impresionó y me intrigó. Era apasionante".

"La única razón por la que decido hacer una película es, en primer lugar, por su guión", aclara Desmichelle. "Por supuesto, también estaba el director, Pascal Laugier, que había hecho Martyrs. Sabía que era muy bueno [...], y que tenía su estilo propio. Cuando hablas con él, te das cuenta de que sabe lo que quiere. Es un artista".

"Era como un cuento de hadas", dice Laugier. "Una vez que lo leyeron todo fue muy rápido y muy sencillo. Fue increíble".

Con la financiación inicial asegurada, los cineastas se pusieron manos a la obra: tenían que encontrar a los actores adecuados, reunir al equipo de producción y encontrar la localización perfecta de Norteamérica para filmar el debut cinematográfico de Laugier en lengua inglesa.

Miserez y Jean-Charles Lévy habían trabajado antes en Canadá; por aquel entonces, ya casi eran expertos en coproducciones francocanadienses. Juntos habían filmado Walled In (protagonizada por Mischa Barton) y El rostro del asesino (Faces In The Crowd, protagonizada por Milla Jovovich), junto al productor canadiense Kevin DeWalt, de Minds Eye Entertainment. "Kevin es mi socio en Canadá", explica Miserez. "En cuanto supe que tenía la película, lo llamé".

"Cuando haces películas independientes, todo se reduce a encontrar un socio en el que puedas confiar", dice DeWalt. "Es muy raro que hagas una segunda película con el mismo socio, porque éste es un negocio muy duro [...]. Pero somos buenos amigos, y sabemos que podemos confiar el uno en el otro. Volver a encontrarnos para hacer EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN) era lo natural".

Encontrar la localización perfecta para la película era otro asunto. "Recorrimos las Montañas Rocosas por el lado de Alberta y por el de la Columbia Británica", explica DeWalt de la extensa búsqueda del mundo de ficción creado por Laugier para Cold Rock. "Pasamos dos meses intentando encontrar el pueblo perfecto, porque, en la película, el pueblo en sí es un personaje".

Con ayuda del productor de la Columbia Británica Scott Kennedy, los cineastas dieron finalmente con Nelson, un antiguo pueblo minero canadiense enclavado en la impresionante sierra de Kootenay, a unas cuatro horas en coche al norte de Spokane, Washington.

"Cuando estábamos en Francia, Pascal había trabajado con un diseñador para hacer algunos bocetos de lo que había imaginado para la película", comenta Miserez. "Cuando llegamos a Nelson, en marzo de 2010, nos quedamos de piedra, ¡era exactamente igual que los dibujos!"

"También resultó que encontramos todas las localizaciones que necesitábamos en un radio de una hora en coche de Nelson", dice DeWalt. "Entonces fue cuando decidimos que era allí donde íbamos a rodar".

Varios miembros clave del equipo de Laugier ya habían trabajado con él en su anterior película, Martyrs, incluido su indispensable diseñador de producción, Jean Carrière, y su coordinadora de dobles de confianza, Gaelle Cohen. Sin embargo, para otros era su primera colaboración, como es el caso del director de fotografía, el premiado operador de cámara Kamal Derkaoui.

Al trabajar con la directora de casting Carmen Kotyk, el reparto provendría casi enteramente de Canadá, con algunos veteranos de Hollywood entre los protagonistas, como Stephen McHattie (Watchmen) y la prometedora y joven estrella Jodelle Ferland (La saga Crepúsculo: eclipse).

Pero el punto fuerte del reparto de Laugier consistía en asegurarse a Jessica Biel para el papel principal de Julia Denning, su primera opción y sin la cual la película podría incluso no haberse hecho. "Todavía me sorprendo de lo fácil que fue conocer a Jessica y trabajar con ella", dice Laugier. "Se leyó el guión, le gustó y dijo que quería conocerme. Veinticuatro horas más tarde, me confirmó que quería hacer la película [...]. Estábamos en la misma onda. Teníamos una visión idéntica del proyecto en su conjunto. Así de fácil fue".

"Tuvimos mucha suerte de encontrar a Jessica", coincide Miserez. "Era perfecta para el papel, y es una actriz brillante".

"Jessica también fue el motor", añade DeWalt. "Ella es la película. Ella es la protagonista. Sale prácticamente en todas las escenas [...]. Cuando quieres hacer una película de éxito con un presupuesto limitado, todo el mundo tiene que poner de su parte. Y ella se entregó, a nivel creativo, como no he visto hacer nunca a ninguna actriz".

JESSICA BIEL ES JULIA DENNING

Jessica Biel, una de las actrices más solicitadas en la actualidad, debutó en la gran pantalla en 1997 con el éxito de crítica El oro de Ulises (Ulee’s Gold). Tras su éxito inicial en "Siete en el paraíso" (una de las series más longevas de la historia de la televisión estadounidense), protagonizó éxitos de taquilla tan diversos como El ilusionista (The Illusionist), con Edward Norton, la comedia de Adam Sandler Os declaro marido y marido (I Now Pronounce You Chuck and Larry) y la película de acción y aventuras El Equipo A (The A-Team).

No obstante, fue su interpretación en una película muy distinta la que llamó la atención del director y fan del cine de terror Pascal Laugier. "Yo me fijé en ella, al igual que mucha gente, en La matanza de Texas (The Texas Chainsaw Massacre)", recuerda Laugier del mayor éxito de taquilla de Biel. "Me encantó en esa película. Me pareció que estaba fantástica, y desde entonces siempre he querido hacer una película con ella [...]. Era mi primera candidata para EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN)".

"Me hacía ilusión", dice Biel de su decisión de aceptar el proyecto. "Es cierto que la violencia de la película anterior de Pascal resultaba un poco desconcertante. Pero también me pareció que estaba muy bien hecha [...], se veía que no sólo sabía cómo contar una historia, sino que también lo hacía de una manera que no había visto antes: me aterrorizaba, me confundía, me cautivaba y me fascinaba [...]. Pensé: “Este tío sabe lo que hace”".

Biel vio además una oportunidad única en aquel guión de Laugier tan poco convencional. "Julia Denning era un personaje intenso y complejo, y el propio guión era fascinante", afirma. "Al leerlo, me enganchó mucho cómo la historia se entretejía y serpenteaba. Me resultaba imposible adivinar lo que iba a pasar a continuación, y por eso me gustó tanto [...]. Es el tipo de película que como espectadora me gustaría ir a ver".

"Pascal estuvo pendiente de mí durante todo el proceso, pero también me hizo currármelo", dice Biel del rodaje. "Cuando estaba agotada y habíamos hecho veinte tomas, me pedía que hiciera cinco más, porque ahí es donde aparece el diamante, cuando lo sueltas todo. Me exigió mucho a nivel creativo, pero sabía que estaría orgullosa del resultado".

La actriz, atlética por naturaleza, rodó en persona muchas de las escenas peligrosas. "El verdadero reto consiste en hacer todo ese trabajo de especialista y al mismo tiempo mantenerte en tu papel [...]. Mi personaje no es una estrella de acción. No es una artista marcial entrenada ni nada por el estilo. Es una enfermera, una mujer normal. Por eso, el tipo de acción tenía que ser diferente".

En ese sentido, Biel trabajó codo con codo con la coordinadora de dobles Gaelle Cohen, una veterana con quince años de carrera y más de 60 producciones a sus espaldas que ya había trabajado con Pascal Laugier en Martyrs. "El espíritu de esta película es muy diferente; no es una película de terror", explica Cohen. "Pero la acción se parece un poco: no hay elementos de ficción, artes marciales ni impactantes coreografías a lo Jackie Chan. Todo tiene que parecer muy real".

Para prepararse, Cohen vio todas las películas que había protagonizado Biel, y en especial aquellas interpretaciones que habían requerido un mayor esfuerzo físico. "Lo primero que observé fue que es muy atlética", dice Cohen. "Es una bailarina. Una acróbata. Ha practicado gimnasia. Se nota en la forma en que se mueve. Tenía todo lo necesario para interpretar ella misma las escenas peligrosas y las peleas. O sea, que al final para mí el reto fue, de hecho, disimular su buena forma física. [...] Tenía que conseguir que se moviera y luchara como una mujer que no había luchado en su vida. Tenía que olvidarse de todo y escuchar bien lo que tenía que explicarle sobre los más pequeños detalles".

"Gaelle es una coordinadora de dobles fabulosa, una de las mejores con las que he trabajado", dice Biel. "Entiende cómo nos movemos las mujeres. No hay muchas mujeres que se dediquen a esta profesión, por eso para mí fue un placer trabajar con ella. Me sentía completamente protegida y segura, pero al mismo tiempo me animaba, me motivaba y me inspiraba a darlo todo".

"Cuando acabamos el trabajo, le dije que cuando quisiera podía incorporarse a mi equipo de dobles", ríe Cohen. "Es tan buena como muchas de ellas".

Pero Cohen no es la única que se deshace en elogios para la actriz. Lejos de ir de diva durante el rodaje, Biel se esforzó por estar disponible para todo el equipo y ayudar siempre que podía, un hecho que no pasó por alto a un equipo tan unido que trabajaba en una localización remota. "Creo que no hay palabras para describirla", dice el director de fotografía, Kamal Derkaoui. "Era muy natural, e hizo que nuestro trabajo fuera muy fácil". El director, Pascal Laugier, añade: "Es con diferencia la actriz más famosa con la que he trabajado, y también la más cercana [...]. Es una todoterreno".

"Así es como vivo mi vida, y lo traslado también al trabajo", comenta Biel. "Cuanto más cómodos nos sentimos unos con otros, más fácil es hacer nuestro trabajo, sobre todo cuando estamos lejos de casa".

"Si me siento cómoda, puedo ser más receptiva cuando trabajo delante de un montón de gente a la que apenas conozco", dice Biel. "Si ellos se sienten cómodos conmigo, pueden explicarme lo que necesitan [...]. “Quiero hablar con el director de fotografía”. O: “quiero hablar con los tramoyistas”. Eso nos dio una ventaja que hizo el proceso más sencillo a la hora de tratar con un material tan complejo y en tan poco tiempo. Teníamos que poder confiar en los demás si queríamos que la película saliera, y eso fue lo que hicimos".


Stephen McHattie es el Teniente Dodd
Stephen McHattie interpreta al teniente Dodd, el contrapunto de la protagonista, Julia Denning. Dodd es un investigador federal serio y eficiente encargado de resolver el misterio de la desaparición de los niños de Cold Rock.

"Básicamente va por libre", explica McHattie de Dodd. "Es el forastero del pueblo, el observador externo de las cosas. Nunca sabes realmente de qué lado está, si es el enemigo o si está sirviendo a la verdad".

McHattie, un veterano actor nacido en Canadá, ha aparecido en numerosas producciones de Hollywood en sus 40 años de carrera, entre ellas éxitos recientes como Watchmen, La fuente de la vida (The Fountain) y Una historia de violencia (A History of Violence). Para los creadores de la película, era una clara elección para interpretar al inescrutable representante de la ley de la película.

"Cuando Pascal y yo estuvimos hablando sobre el personaje del teniente Dodd, yo le propuse a Stephen", dice el productor Clément Miserez. "Llevaba mucho tiempo queriendo trabajar con él, y tuvimos mucha suerte de que aceptara el proyecto".

"Stephen McHattie es un gran actor canadiense con una trayectoria muy, muy larga", coincide el coproductor Kevin DeWalt. "Puede que su nombre no sea muy conocido en el extranjero, pero su cara seguro que sí [...]. Pensamos que era una gran oportunidad para brillar, tanto para él como para nosotros".

Aun así, McHattie no conocía el trabajo de Laugier, ni siquiera su revolucionaria película Martyrs. "Le pregunté a Pascal por ella y me dijo que no la viera", dice riendo. "¡Dijo que no me gustaría!"

En cambio, lo que hizo que McHattie se interesara por el proyecto de EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN) fue el guión de Laugier. "Era un guión fantástico", dice el actor. "Para mí era más que nada una historia sobre clases, una película con un trasfondo social en forma de thriller [...]. En cuanto a mi personaje, Dodd es un forastero que sólo intenta entender en qué lugar está y cuál es su papel".

Por su parte, Pascal Laugier también agradeció la oportunidad de trabajar con el experimentado artista. "Stephen es un gran actor", comenta. "Se parecía tanto al personaje que yo tenía en mente que resultaba inquietante [...]. Me recuerda a actores del estilo de Spencer Tracy. Se lo comenté a él cuando hablamos sobre el personaje: “Eres un tío reservado y carismático que sabe un poco más que los lugareños y que en ocasiones va a representar el punto de vista del espectador”. Así fue como lo enfocamos".

"Pascal siempre decía: “Spencer Tracy... Conspiración de silencio”", comenta McHattie del clásico del cine negro de 1955 en el que el personaje de Tracy, John Macreedy, busca a un hombre perdido en un pueblo aislado del suroeste de Estados Unidos. "Creo que entiendo a qué se refería... Sólo espero haber estado a la altura de sus expectativas", dice riendo.

Sin embargo, el mayor reto para el actor era su situación marginal dentro del mundo ficticio de Cold Rock: un forastero respetado aunque temido por los vecinos; un hombre cuya ayuda necesitan pero que tiene que ganarse su confianza.

"Tengo una relación extraña con todos los demás personajes de la película", explica McHattie. "En la mayoría de las películas, desarrollas relaciones con los otros personajes a medida que avanza la historia. En ésta, la propia naturaleza del papel hace que esté desconectado de ellos. Esa fue la parte más difícil, pero también es algo que espero que contribuya a ese aire distintivo de la película".


Jodelle Ferland es Jenny
Jodelle Ferland interpreta a Jenny, una chica que es testigo mudo de los dramáticos sucesos que se desarrollan a su alrededor. A pesar de su incapacidad para hablar, no es en absoluto ajena a la contagiosa paranoia y al peligro auténtico que la rodean y que tienen a Cold Rock conmocionado. Jenny, que vive con su madre y una hermana mayor en un viejo camping (donde la conoce y ayuda el personaje de Jessica Biel, Julia Denning), es un personaje al mismo tiempo prisionero de su mundo depauperado y cuyo futuro acaba entrelazado con el misterio del propio "cazador".

"Como Jenny no puede hablar, nadie se fija en ella", reflexiona Ferland sobre su personaje. "Lo que pasa es que es mucho más lista de lo que nadie se imagina. Aunque nunca habla, observa su entorno, y es consciente de lo que pasa a su alrededor. Sabe lo que pasa desde el principio, pero no te das cuenta hasta el final".

Nacida en Nanaimo, en la Columbia Británica, Ferland empezó rodando anuncios con tan sólo dos años, y debutó en el cine a los cuatro años en el papel de Desi Gill en el telefilme Sirena (Mermaid). Su trabajo le valió una candidatura al premio Daytime Emmy, convirtiéndola en una de las nominadas más jóvenes en la historia del premio. En 2010, formó parte de un éxito mundial de taquilla, La saga Crepúsculo: eclipse (Twilight: Eclipse), en el papel de Bree Tanner, una vampírica adolescente.

"Llevo actuando desde que tenía dos años", dice Ferland. "Pero jamás esperé que me cogieran para una de las películas de Crepúsculo [...]. Eso me ha ayudado mucho en mi carrera".

A pesar de su éxito, Ferland confiesa que su visión de la interpretación no ha cambiado. "Cada película y cada papel es diferente, por lo que hay que enfocar cada uno de manera diferente", dice. Para EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN), su reto consistía en interpretar de manera convincente a un personaje que pudiera expresarse sin palabras.
"Tenía que asegurarme de que no parecer débil en ningún sentido sólo porque no dijera nada", dice Ferland. "Fue raro tener que expresar lo que sentía y lo que pensaba sin decir una palabra. Pero tuve que ingeniármelas para hacerlo".

Aunque el director, Pascal Laugier, quedó impresionado por el trabajo de Ferland en La saga Crepúsculo: eclipse, la primera vez que reparó en ella fue al ver Silent Hill, la película de terror que la actriz protagonizó en 2006 y en la que interpretaba a tres personajes diferentes.

"Christophe Gans, que es muy amigo de Pascal, era el director de la película", observa el productor Clément Miserez. "Estoy seguro de que no es una casualidad; creo que Pascal llevaba bastante tiempo soñando en rodar con ella".

"Creo que Christophe me propuso para el papel", dice Ferland riendo. "Como ya había trabajado conmigo, supongo que habló bien de mí".

Ferland disfrutó trabajando con ambos directores. "Tienen algunas similitudes en cuanto a su estilo cinematográfico, pero por lo demás son bastante distintos", comenta. "Trabajar con Pascal fue fantástico. Me encanta que sepa exactamente cómo quiere que queden las escenas", dice de su director en EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN). "Tiene un talento increíble para dejar salir su imaginación en las escenas y que queden exactamente como él quiere [...]. Se le da de maravilla".

Ferland reconoce que su compañera de reparto, Jessica Biel, le ayudó a dar vida a su personaje. "Me hizo muchísima ilusión conocerla y hacer una película con ella", dice. "Mi papel era bastante difícil, pero ella me ayudó mucho, y juntas conseguimos que quedara como tenía que quedar en pantalla. Mi personaje y el suyo son amigas en la película, por lo que tuvimos que crear juntas aquella relación. Me ayudó mucho contar con su ayuda".

"Trabajar con Jodelle fue fantástico", dice Biel. "Es una joven con mucho talento. Es bellísima, misteriosa, dulce, encantadora y también muy profesional... tiene mucha sabiduría".

"Jodelle es la niña más dulce y encantadora con la que he trabajado nunca", dice Laugier. "También era uno de los miembros del equipo con más experiencia, porque empezó siendo muy pequeña. Nunca he conocido a una joven actriz como ella. Su contribución a la película es incalculable".

"Es una estrella muy prometedora", dice el productor Kevin DeWalt. "Ahora que he trabajado con ella, no tengo la menor duda". Lo mismo opina Clément Miserez: "Creo que tiene una carrera fantástica por delante. Es muy, muy buena".

ECHARSE AL MONTE PARA RODAR EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN)

Con los equipos técnico y artístico preparados, el rodaje principal de EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN) comenzó en septiembre de 2010 en Nelson, en la Columbia Británica. Este pintoresco pueblo minero enclavado en la sierra de Kootenay, y los pueblos aledaños de Ymir y Salmo eran las localizaciones perfectas para rodar el guión de Pascal Laugier.

"Los paisajes de la Columbia Británica son muy parecidos a los que tenía en mente cuando escribí la historia", dice Laugier. "La primera vez que visité la zona supe que era lugar perfecto para la película".

Nelson, un lugar poco frecuentado por los equipos de rodaje, había servido sin embargo de escenario para la comedia romántica Roxanne (1987), protagonizada por Steve Martin y Daryl Hannah, y para el drama de Scott Hicks Mientras nieva sobre los cedros (Snow Falling on Cedars, 1999). El hecho de que se hayan rodado tan pocas películas en la zona fue lo que dio a EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN) su particular atractivo visual. "Se ve fantástico", dice el productor Kevin DeWalt. "La gente se preguntará: “¿Dónde narices está eso?”. Eso es un plus. Pero logísticamente también supuso un reto, el tener que llevar y traer al personal y los equipos a un lugar tan apartado".

El rodaje de EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN), que duró 49 días, se organizó de acuerdo con las exigencias del diseñador de producción, Jean Carrière. "Estaba todo previsto para que él tuviera tiempo de construir los decorados", explica el productor Clément Miserez. "En cierto sentido, decidió el calendario por nosotros al decidir qué decorado se construiría primero".

"Jean hizo un trabajo formidable", dice Laugier. "Teníamos casi treinta localizaciones distintas para la película. En realidad es una especie de cacería, ya que la protagonista va corriendo de un lado a otro para recuperar a su hijo. Hubo que construir muchos decorados. El equipo técnico tuvo que desplazarse mucho, con los camiones y el material, y eso dificultó más aún las cosas. Pero Jean lo hizo estupendamente. Todas las localizaciones resultan muy cinematográficas, visualmente atractivas y al mismo tiempo reales".
Carrière, que ya había trabajado con Laugier en Martyrs, era muy metódico en su visión del trabajo que tenían entre manos. Aunque la mayoría de las localizaciones pudieron encontrarse en la zona, muchas otras tendrían que ser modificadas considerablemente (físicamente, digitalmente o ambas cosas), mientras que otros decorados tendrían que fabricarse desde cero para dar cabida al particular estilo cinematográfico de Laugier. Utilizando una serie de planos secuencia, Laugier a menudo sigue la intensidad de la acción conforme se desarrolla, moviendo la cámara entre decorados (y a veces entre interiores y exteriores). Para Carrière, eso requería elementos construidos especialmente para permitir los desplazamientos de la cámara previstos.

"Pascal es un director muy exigente, muy específico en su forma de rodar", explica Carrière. "Él imagina la película entera en su mente antes de empezar a rodar, y sabe exactamente dónde va a estar la cámara en cada momento. Por eso era importante crear y montar los decorados de una manera muy específica [...]. Las películas de Pascal dejan poco espacio a la improvisación del diseñador".

Al colaborar con Laugier, el trabajo de Carrière fue especialmente minucioso, captando desde los más pequeños detalles ("queríamos que los colores, en general, estuvieran bastante desaturados, con verdes y azules monotonos", explica) hasta las vistas tapizadas de pinos de la sierra de Kootenay.

"Las montañas y los bosques también son personajes de la película", explica Carrière. "Queríamos transmitir esa sensación de estar en un valle rodeado de montañas y árboles, como si formaran una valla; ese pueblo, para los personajes, es una cárcel en sí mismo".

Para recrear los exteriores de Cold Rock, el diseñador de producción y el director recurrieron a Ymir, un pueblo de una sola calle que completaron con fachadas construidas y efectos digitales. "La mitad del pueblo no es real", dice Carrière. "No existe".

De manera similar, Carrière combinó muchos elementos construidos y modificaciones digitales para convertir un antiguo hospital en la mina abandonada, y un espacio abierto industrial (un antiguo taller) en el restaurante de carretera del pueblo. "El interior del restaurante lo montamos desde cero, y luego colocamos un cartel en el exterior para que pareciera un restaurante", dice Carrière. "Es mucho más que ir a las localizaciones y modificar cuatro cositas".

Dos de los mayores retos de diseño fue crear decorados practicables que pudieran satisfacer la necesidad que Laugier tenía de vez en cuando de enmarcar la acción en un plano secuencia. En uno de ellos, por ejemplo, la cámara de Laugier se desplaza directamente a través de una puerta oculta en un sótano hasta el túnel de una mina abandonada. "En lugar de construir un túnel en un estudio, lo que hicimos fue construir el sótano en un túnel de una mina real", explica Carrière. Pero dar cabida a otro plano secuencia, para seguir a Jessica Biel corriendo desde el interior de su casa a la oscuridad de la noche en pos de su hijo raptado, demostró ser una tarea mucho más ardua.

"Tuvimos que construir la casa entera desde cero", dice Carrière. "Como Pascal quería rodar las tomas de manera continua entre el interior y el exterior, tuvimos que construir las habitaciones, a tamaño de estudio de rodaje, dentro de una casa de tamaño normal, y también en la localización en sí".

"Ese es el reto de un diseñador de producción", continúa diciendo Carrière. "No sólo consiste en diseñar decorados. Hay que diseñarlos para contar una historia. Tienen que adaptarse a la visión del director. Tuvimos que concebir todos esos planos que Pascal tenía en mente y ponerlos en práctica en el diseño".

Laugier también trabajó codo con codo con el director de fotografía Kamal Derkaoui, con el que colaboraba por primera vez, para previsualizar y filmar las escenas más complejas. "Cuando ruedo en Norteamérica, suelo ser muy convencional y ortodoxo", dice Derkaoui. "Pero la forma en que Pascal quiere hacer las tomas es totalmente nueva para mí".

"En la misma escena puedes tener una sensación flotante de steadicam y un estilo tosco de cámara en mano, un movimiento muy fijo de dolly y una toma muy movida de grúa [...], y todo encaja", explica Derkaoui. "Lo había visto en sus películas anteriores y queda genial. Técnicamente se supone que no debe hacerse, pero el caso es que funciona. Y eso es lo que hace que su estilo sea tan particular".

Aunque parte de ese estilo puede describirse como meticulosamente planificado (sobre todo en las escenas de acción), Laugier también daba cabida a la espontaneidad durante el rodaje, llegando a veces a improvisar, captando las escenas con naturalidad a medida que se desarrollaban ante él.

"La vida es más sorprendente que cualquier guión", reflexiona el director. "Rodé mi primera película, El Internado (Saint Ange), controlándolo todo demasiado. Las cosas inesperadas, cualquier elemento no previsto era mi enemigo [...]. Ahora consigo que la realidad del rodaje forme parte de todo el proceso, de modo que mis películas sean más libres, más salvajes, más inesperadas... que resulten más reales. Ahora trabajo así, intentando encontrar el equilibrio entre el control y la improvisación".

Laugier, que imaginó por primera vez la película en un apartamento de París en 2005, dejó reposar finalmente su cámara, y con ella su mundo ficticio de Cold Rock, en noviembre de 2010, cuando el invierno llegaba a aquel paraje de la Columbia Británica. Posteriormente, junto al montador Sébastien Prangère y al equipo de efectos visuales, se embarcó en un proceso de posproducción que duró cuatro meses más hasta completar la película.

Sin embargo, para el equipo de producción, el rodaje de EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS (THE TALL MAN) se desarrolló satisfactoriamente gracias a la visión inicial de Pascal Laugier y a su habilidad para llevarla a la práctica. "Conocí a Pascal en la primera búsqueda de localizaciones", recuerda Kevin DeWalt. "Estaba apasionado con su visión de la película y con cómo quería hacerla. Ya tenía las ilustraciones acabadas, reflejando el aspecto y la atmósfera de la historia [...]. Podías ver que sabía lo que quería. Y resulta que, ahora que hemos acabado, si vuelves a mirar las ilustraciones originales, ves que la película las reproduce fielmente".

"Si he hecho bien mi trabajo, debería ser una película de las que uno recuerda", concluye Laugier. "Espero que tenga suficientes capas como para sorprender a los espectadores. Pero al mismo tiempo lo que espero, mi objetivo, es que permanezca en la memoria de la gente durante un tiempo [...]. Que sigan pensando en ella algún tiempo después de verla".