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Julie y Julia cartel reducidoJulie y Julia(Julie & Julia)
Dirigida por Nora Ephron
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Una película de Nora Ephron. Protagonizada por Meryl Streep, Amy Adams, Stanley Tucci, Chris Messina y Linda Emond. Dirigida por Nora Ephron. Producida por Laurence Mark, Nora Ephron, Amy Robinson y Eric Steel. Con guión de Nora Ephron. Basada en los libros "Julie & Julia" de Julie Powell y "My Life in France" de Julia Child con Alex Prud’homme. Los productores ejecutivos son Scott Rudin, Donald J. Lee, Jr. y Dana Stevens. El director de fotografía es Stephen Goldblatt, ASC BSC. El diseño de arte es de Mark Ricker. El montaje está realizado por Richard Marks, A.C.E. El diseño de vestuario está firmado por Ann Roth. La música compuesta por Alexandre Desplat.

"Trata del amor, del matrimonio y de cambiar de vida", cuenta Ephron acerca de los temas que la motivaron a hacer JULIE Y JULIA. "Estoy obsesionada con la comida, pero existen al menos ocho razones más por las que tenía que hacer esta película, tales como hacer las cosas que a uno le importan y a través de ello encontrar la felicidad".

"Lo que une estas dos historias es la pasión", explica el productor Laurence Mark. "Julie Powell y Julia Child descubren una pasión –en ambos casos, pasión por la comida- que las ayuda a superar las épocas de incertidumbre. Esta película también es acerca del matrimonio y de lo delicado que es encontrar el equilibrio. Julie y Julia han descubierto esto y sin importar los altibajos, ambas están muy enamoradas de sus respectivos esposos y viceversa".

El filme tiene un excepcional enfoque al adaptar y entretejer dos célebres autobiografías: "Julie & Julia" de Julie Powell y "My Life in France" de Julia Child con Alex Prud’homme. "My Life in France" es la historia de Child en sus años de posguerra de la Segunda Guerra Mundial en París como la mujer del empleado del servicio de asuntos exteriores, Paul Child, cuando fue capaz de transformar su pasión por la comida francesa en la misión de hacer llegar sus placeres a los hogares norteamericanos. Luego de convertirse en la primera mujer americana en estudiar en la famosa escuela de cocina de Cordon Bleu, popularizó la cocina francesa en los Estados Unidos al escribir el libro de cocina "Mastering the Art of French Cooking". La popularidad del libro la llevó a desarrollar una carrera en la televisión que hizo de ella un nombre en los hogares de los Estados Unidos. Principalmente Child fue la responsable de alejar a los comensales norteamericanos de las latas, los congelados y procesados y acercarlos a la comida
fresca, sabrosa, y con desbordada alegría, logró una maravillosa metáfora de la forma de ver la vida.

"Cuando se habla de su pasión, Julia Child no solo la tuvo por su marido y por la cocina, ella era una apasionada por la vida", cuenta Streep. "Verdadera alegría de vivir. Ella estaba encantada con la vida y eso es inspirador en sí mismo".

Medio siglo después, en el año 2002, la neoyorquina Julie Powell está rondando los 30, insatisfecha escritora, se enfrenta a un agotador trabajo diario en una organización dedicada a reconstruir el espacio del World Trade Center después del 9/11 y ayudando a reinstalar a los residentes desplazados. Sin pensárselo dos veces decide cambiar su vida y para lograrlo se propone cocinar las 524 recetas de la obra maestra de Child en 365 días y reseñar sus esfuerzos en un blog. Con el apoyo de su marido Eric, encantado de devorar los frutos de su tarea, Julie comienza a detallar los más y los menos de un proyecto que ocupa todo su tiempo.

Hoy en día los blogs son parte nuestras vidas, pero en el año 2002, Powell era una pionera del blog. Mark afirma, "creo que cuando puso en marcha el intento, Julie posiblemente no se diera cuenta de lo ambicioso que en realidad era. Pero como en realidad disfrutaba muchísimo y los resultados eran tan deliciosos, se convirtió en algo más abordable".

La escritura de Powell se volvió tan popular que, tal como Child, su aventura culinaria fue publicada: "Julie & Julia: My Year of Cooking Dangerously" fue editada por Little, Brown en 2005. Pero antes incluso de que tuviera un acuerdo para publicar un libro, el productor Eric Steel ya había reparado en ella, e incluso el New York Times publicó un perfil escrito por la experta en cocina Amanda Hesser. "Julie en realidad fue uno de los primeros blogs que traspasó la pequeña órbita en la que vive alguna de esa gente", explica Steel. "Ella tenía un público real. Cuando la descubrí, había miles de personas que leían su blog todos los días".

Al mismo tiempo la productora Amy Robinson estaba pensando en llevar la historia de amor entre Julia y Paul Child a la pantalla. Escuchó que Steel tenía una opción sobre los derechos de la historia de Powell, por lo que le propuso que combinaran ambas narraciones. "Pensé, ‘se pueden combinar estas dos cosas, estos dos matrimonios, estas dos mujeres que buscan descubrir quiénes son’", recuerda Robinson.

El proyecto suscitó el interés de la guionista y directora Nora Ephron, con su ingeniosa sensibilidad y su fascinación por cómo la comida se relaciona con la vida; y el productor Laurence Mark y el productor ejecutivo Scott Rudin también se sumaron para apadrinar el proyecto.

"En cuanto escuché la idea, pensé, ‘Oh, tengo que hacer esto’", cuenta Ephron. "En 1962 o así, cuando me trasladé a Nueva York, todo el mundo estaba comprando un ejemplar de "Mastering the Art of French Cooking", era una manera de demostrar que eras inteligente y que por lo tanto ibas a cocinar de la manera en que una persona lista cocina. De esta manera Julia Child se convirtió en una amiga imaginaria para mí y para las millones de mujeres que compraron su libro de recetas, y años después, creo que lo mismo ocurrió con Julie Powell".

"Cuando empecé, jamás esperé tener un libro, o que alguien estaría interesado en los derechos, o que Nora Ephron escribiera y dirigiera la película, o que Meryl Streep y Amy Adams estarían en ella", cuenta Julie Powell. "Han hecho una hermosa película acerca del matrimonio, de la valentía y de crearse a uno mismo. Todo esto ha sido una experiencia asombrosa".


Elegir los ingredientes perfectos
"Ambas historias iban a ser acerca del matrimonio y de la comida, dos cosas que ciertamente van juntas en la mayoría de la gente", cuenta Ephron. "En el negocio de la comedia romántica, la película termina cuando la gente dice ‘¿Te quieres casar conmigo?’ Es muy raro encontrar algo que trate de lo que ocurre luego, cuando tienes una relación entre dos personas igualmente inteligentes que se adoran el uno al otro. Es una de las razones por las que creo que Meryl se sintió atraída por la película".

No es sorprendente que la ganadora del Oscar® Streep, fuera la lógica elección para interpretar a Julia Child. Ephron tuvo la inspiración de elegir a la actriz cuando se encontraron por casualidad en una función de teatro de Shakespeare in the Park. Streep le preguntó a Ephron en qué estaba trabajando, Ephron se lo contó y Streep instantáneamente adoptó la impresión que tenía de Child y dijo: "¡Bon Appétit!" Antes incluso de empezar, el casting había terminado.

Después de que le enviaran el guión y Streep lo leyera, llamó inmediatamente a Ephron. "Pensé que era bellísimo", recuerda Streep. "Me hizo llorar, la idea de qué es lo que uno pone frente a su familia, ese amor, esas conexiones entre las personas, esas son las cosas importantes". Y en cuanto al papel que se le había pedido interpretar, lo que impulsó a la consumada actriz fue la manera de Julia Child de ver la vida. "Su forma de enfrentarse a cada día era con energía, apetito y una determinación general a que los problemas no pudieran contigo. Es una gran cualidad y ella realmente la tenía".

"La primera vez que la vemos, ella y su marido Paul están viviendo en París donde han sido destinados después de la Segunda Guerra Mundial tratando de promover todas las cosas buenas de Estados Unidos porque él trabajaba para el cuerpo diplomático", cuenta Streep. "Ella era muy brillante, pero las expectativas acerca de las mujeres en ese momento no eran necesariamente las de tener una carrera y encontrar el trabajo de su vida. Sin embargo Julia fue alguien que tenía un incansable apetito y curiosidad por todo tipo de cosas, y la comida que se cocinaba en las cocinas norteamericanas no era inspiradora. A ella siempre le gustó comer, pero en París descubrieron la comida como una forma de arte, y no meramente algo que se necesita como nutriente. Así que asistió al Cordon Bleu y aprendió a cocinar desde el principio, y se metió en ello con inagotable curiosidad e inventiva".

Julia Child fue famosa por su altura (casi 1,90 m) y su extraña voz aguda, a menudo fue imitada –la más famosa, hecha por Dan Aykroyd en Saturday Night Live– pero Streep encontró la manera de evitar la caricatura en su retrato. "Mi justificación es que no estoy haciendo de Julia Child, sino de la idea que Julie Powell tiene de quién fue ella", explica Streep. "Así que me sentí responsable de su memoria, del legado que es su trabajo y de la esencia de su carácter, no sentí que estaba haciendo una imitación".

"Meryl Streep hizo posible que se hiciera esta película", afirma Mark. "Ella tiene una habilidad única para sugerir a Julia Child y para imbuir al personaje del espíritu de Julia Child, pero no es ningún tipo de imitación. Es un hermoso retrato".

Cuando llegó el momento de elegir a Julie Powell, Ephron quería a una actriz que pudiera dar carne a las inseguridades y vaivenes emocionales de una joven mujer. Supo que Amy Adams estaba preparada para la tarea, pero también reunía una característica fundamental para la guionista y directora.

"De entre todas las cosas que me gustaron de ella me impresionó lo creíble que era que fuera lo suficientemente lista como para ser escritora", cuenta Ephron. "Y es graciosa".

Adams encontró muchas cosas en el personaje de Julie Powell que le llegaron. "Fue justo después del 9/11, está a punto de cumplir 30 años y está confundida con su vida", explica Adams. "Se encuentra en una encrucijada y trata de tomar decisiones. Esto es algo que era muy familiar para mí, y no creo que se refleje muy a menudo con esta honestidad en el cine. Para una mujer más moderna, existen algunas preguntas que lo engloban todo y creo que este personaje realmente plasma ese viaje y esa confusión".

"Amy es uno de mis actores favoritos con los que he trabajado", afirma el coprotagonista Chris Messina. "Está completamente presente y en el momento en que lanzas cualquier idea ella la sigue y responde con algo. Es una mujer muy inteligente y sabe muchísimo de cine. Así que aprendí mucho trabajando con ella".

Parte integral de la historia de JULIE Y JULIA es el apoyo que cada mujer recibe de su respectivo marido. "Es acerca del compañerismo y de la manera en que uno apoya al otro en los buenos y en los malos tiempos", afirma Streep, quien sugirió a Ephron su compañero de reparto de El diablo viste de Prada (The Devil Wears Prada) Stanley Tucci para interpretar el papel de marido en la pantalla Paul Child, el hombre que abrió los ojos de Julia al mundo del arte, la comida y los viajes, y la animó en su escritura del libro y quien apreció su creciente popularidad.

"Paul Child era una especie de hombre del Renacimiento", cuenta Tucci, "y era autodidacta. Jamás fue a la universidad. Pero era un lector voraz y se educó a sí mismo. Era diez años mayor que Julia, y fue quien la alentó. Julia procedía de una suerte de enrarecida clase alta, creció en Pasadena y no sabía nada del mundo. Paul la acogió bajo su ala protectora y le enseñó todo lo que pudo. En un principio Julia no sabía lo que quería hacer, en realidad se suponía que las mujeres no tenían que hacer nada en esa época. Se suponía que tenían que contraer matrimonio con un buen hombre y tener bebés. Sin embargo Paul y Julia no tuvieron bebés. No podían tener hijos. Así que Julia quería hacer algo, ella se afianzó en la cocina y él la animó, él siempre la alentó. Él la adoraba y ella lo adoraba a él".

Streep afirma que la contribución de Tucci en la película para retratar un sólido matrimonio fue esencial. "Stanley aporta algo indescriptible, que es la sustancia del hombre, su fuerza gravitacional, su amor, la desesperación tridimensional de cuando es llamado para regresar a Washington humillado. Eso es vital para nuestra película porque es un matrimonio de iguales y se siente que el aprecio mutuo va más allá del amor romántico, se trata también de respeto".

En cuanto a quién debería interpretar al comprensivo marido de Julie Powell, Eric, editor de una revista de arqueología que se convierte en el degustador principal del viaje culinario épico de su mujer, Ephron eligió a Chris Messina, quien dio vida al indeleble último novio de Lauren Ambrose durante la última temporada de la aclamada serie de la cadena HBO, A dos metros bajo tierra (Six Feet Under).

"Eric ayuda a Julie a encontrar un rumbo escuchándola y estando atento a sus necesidades", cuenta Messina. "Cuando comienza a hablar acerca de Julia Child y de cocinar, es la primera vez que ves a su personaje casi en paz. Él lo percibe y empieza a improvisar con ella para ver de qué manera pueden hacer realidad el proyecto".

Además del encanto y la amabilidad que Messina proyecta, por no mencionar la química que comparte con Amy Adams, existieron otros factores que hicieron de él un candidato ideal para el papel de Eric Powell. Según Laurence Mark, "Chris de manera muy hábil se las ingenia para aportar una distintiva sensibilidad neoyorquina a esta pareja. Además es increíblemente atractivo por lo que es muy fácil ver por qué Julie está perdidamente enamorada de él y fortalecida por su presencia".

Luego estaba el pequeño tema de la acción de comer. El personaje de Eric Powell pasa mucho de su tiempo en pantalla atiborrándose de la comida francesa que Julie cocina para él. El filme necesitaba de alguien que disfrutara de comer y que supiera transmitir al público el placer de hacerlo, que pudiera comer y hablar al mismo tiempo, de la misma manera que lo hace la gente en la vida real y sobre todo que se viera bien masticando con la boca llena de langosta a la termidor. Messina le dio todo eso a su trabajo. "Sé que suena a locura, pero Messina es un brillante comensal", cuenta Amy Adams. "No sé cómo lo hace. Come como un hombre pero sin embargo no se ve grotesco. Es un talento".

"Un día en que hubo que comer mucho, empecé a quejarme. Nora gritó desde la otra habitación, ‘¡Robert De Niro lo haría!’, eso me hizo volver a concentrarme y estar preparado para otras siete langostas", recuerda Messina.

Los maridos no eran la única fuente de apoyo para las mujeres de JULIE Y JULIA. Cuando la aún más alta hermana de Julia Child, Dorothy McWilliams, visitó a Julia en París y se enamoró de un actor expatriado, esto pareció ser una confirmación de la pasión y la liberación de la ciudad que Julia amaba. Para interpretar a Dorothy, Ephron eligió a la incomparable Jane Lynch. Cuando la hermana de Julia se casa con Ivan Cousins bajo la mirada de reproche del republicano padre de ambas es una escena clave en la película. "Julia y Dorothy provienen de una madre liberal, exuberante y alegre y un padre que es bastante severo y conservador", explica Lynch. "No estaba contento con esa unión, y tampoco era un gran entusiasta del matrimonio de Julia con Paul. Él quería, básicamente, que sus hijas se casaran con banqueros republicanos. Pero allí estaban esos tíos liberales y artísticos".

Al mismo tiempo, en las escenas contemporáneas, Julie Powell encuentra apoyo en su misión culinaria en su mejor amiga Sarah, interpretada por la comediante y actriz de la serie 24, Mary Lynn Rajskub. "Julie tiene amigas que están establecidas y que disfrutan de restregarle sus éxitos en la cara", explica Rajskub. "Pero la relación de Sarah con Julie es más sensata. Ella la ayuda a que tenga los pies sobre la tierra, la apacigua y se presenta para comer sus platos. Cuando leí el guión me emocionó, porque está muy centrado en la mujer, en la comida, en las relaciones y en los problemas emocionales, que son muchos de mis temas favoritos".

Todos los actores están de acuerdo en que el guión de Ephron tiene algo elemental acerca de la satisfacción del alma y la satisfacción del apetito en el viaje de esas dos mujeres. En el set ella se propuso llevar el guión a la vida con gran pasión y agallas. "Nora está ligada a esos personajes de forma muy personal", cuenta Adams. "Pelea por ellos de verdad, así que si en algún momento te atascabas con algo, siempre podías contar con ella. Además, es una de las mejores personas con las que ir a cenar, porque sabe exactamente qué pedir así que cenar con ella, ¡es una experiencia maravillosa!".

A Streep le impresiona la habilidad de Ephron de entretejer el humor dentro de los temas de la película. "Su destreza como guionista es un fantástico don, cómo secretamente entra en aquello de lo que habla", afirma Streep. "Existe sutileza en su humor, así que el filme es muy, muy gracioso, pero no tiene ningún chiste. Te ríes con esta gente, pero también sientes con ellos, y es una gran cosa que haya sido capaz de lograrlo".


Vestuario: Muy difícil de hacer
Crear el mundo de Julie y Julia significó dar vida a dos películas separadas: una relativamente contemporánea y la otra una pieza de época que transcurre hace cincuenta años. Para los segmentos de Julia Child, la diseñadora de vestuario ganadora del Oscar®, Ann Roth –quien ha trabajado en numerosas ocasiones con Meryl Streep en filmes como La duda (Doubt), Las horas (The Hours) y Mamma Mia!- se halló recreando una era con la que era muy familiar, porque la había vivido. "La vida de Julia Child es algo de lo que sé mucho", cuenta la diseñadora, "y sé lo que la gente se ponía en esa época. Sé lo que eran las fajas, y los guantes y el sombrero; y cuándo había que llevar un sombrero y cuando un guante; y cuantos jerséis tenías y cuantos jerséis de cachemira no tenías. Es una vida que conozco muy bien. Quiero decir, yo estaba en el instituto en los años 50. Así que me sentía muy segura de ese período". Roth previamente tuvo que hacer uso de sus recuerdos en su trabajo para el diseño de vestuario nominado al Oscar® de El talento de Mr. Ripley (The Talented Mr. Ripley), que transcurría en la misma época.

Cuando se le pide que describa el estilo de Julia Child, se ríe. "¡No creo que ella fuera una esclava de la moda! Lo describiría como el del capitán de un equipo de hockey", se explaya Roth. "Ella era una mujer robusta de 1,90m. No es fácil entrar en una tienda y encontrar faldas y camisas de esa talla. Debe de haber sido muy, muy difícil vestirla. Supongo que ella –su familia, su madre- irían al Bullock de Pasadena y tenían a una señora que les enviaba la ropa para el colegio, ya sabes, como se hacían las cosas en esa época".

El recuerdo que la mayoría tiene de los atuendos de Julia Child es cómo iba vestida en su programa de televisión, la icónica camisa de mangas tres cuarto de algodón y su delantal vaquero. De todas maneras, esas camisas son imposibles de encontrar en la actualidad. Las telas contemporáneas tienen Lycra en ellas para que se ajusten al cuerpo; además, los pliegues y los cuellos en esas prendas se diseñan de forma diferente. Roth tuvo que hacer las camisas a medida para Julia para recrear de manera verosímil su estilo en la televisión. Para las escenas que transcurrían a fines de los 40 y principios de los 50, Julia fue envuelta en la ropa típica de "mujer" de la época: trajes de calidad, sombreros y, por supuesto, monogramas bordados en blusas y pijamas. "Llevaba medias con costuras", continúa Roth, "pero también era una joven que jugaba bádminton en el jardín en pantalones cortos y con las piernas desnudas".

Julia Child superaba en altura a la mayoría de la gente en su presencia. El desafío principal para Roth fue crear y mantener la ilusión de gran altura para Meryl Streep. "No puedes decir, ‘bien, contratamos a alguien de 1,20 o 1,50 y lo subimos a un cajón de manzanas’. Así que hicimos 4 o 5 pares de zapatos experimentales y pensé que iban a ser muy difíciles para andar y para actuar en ellos. Pero en realidad funcionaron bastante bien. Toda la ropa de Julia se hizo para esa altura, con ese largo de pierna. Hicimos trampa acerca de dónde se hallaba la línea de la cintura, hicimos trampa en todos los sitios, y logramos la figura que tenía en la mente de Julia Child. Y, por supuesto, su marido era más pequeño. Perfecto y elegante. Los trajes eran hechos a medida para él. Así como fueron hechos los de su padre y los del padre de su padre y sus tíos, él provenía de ese tipo de familia. No es que fueran ricos; jamás fueron ricos, pero eran muy distinguidos".


Diseño artístico: Todo lo demás y el fregadero de la cocina
Al mismo tiempo que Ann Roth se estuvo documentando para el vestuario, el diseñador artístico Mark Ricker y su equipo se hicieron con dos inmensos platós en los Silvercup East Studios, cruzando el East River desde Manhattan, para construir una serie entera de cocinas diferentes, unas once en total, muchas de las cuales fueron cocinas de época que databan de la mitad del siglo XX para las escenas de Julia Child. "Todo tenía que ser funcional, tenían que ser cocinas que estuvieran funcionando", explica Ricker. "Y tenían que tener todos los elementos imaginables para Meryl, para Nora, para Amy. Todo tenía que estar allí. Así que no solo se trataba de la presentación de la comida, también se trataba de la implementación de la comida. Tenían que estar informadas de todo lo que hacíamos y tenía que ser fantástico. Creo que Nora utilizó la palabra "pornográfico" en cierto punto para describir el nivel en que la comida debería estar en esta película, así que todos supimos que iba a ser el elemento fundamental y determinante en cómo se iba a ver la película".

La primera cocina en terminarse fue la de Powell, porque la parte de "Julie" sería la primera en rodarse, con la sección de "Julia" programada para la segunda parte del plan de rodaje. Ricker pudo visitar el verdadero apartamento en Jackson Avenue de Long Island donde Julie y Eric habían vivido, y lo recreó en Silvercup East. "Estuve entusiasmado cuando descubrí que había un detalle en metal en el apartamento que tenía una flor de lis que se repetía en la subida de la escalera" –la flor de lis es uno de los motivos del famoso libro de cocina de Child–. "Fuimos al apartamento y cogimos un molde para incorporarlo al apartamento de Julie que construimos en el plató".

Ricker cuenta que lo que construyó en Silvercup East era muy parecido hasta en el último detalle al verdadero piso de Powell. "No vivían en un espacio pequeño", continúa el diseñador. "Estaba programado que fueran 250 m2 y eso fue lo que construimos, creo que por eso ella vivía allí. La circulación básica a través del apartamento era lo suficientemente exacto. Era esencial que hubiese una gran habitación con una ‘L’ en un lateral. La cocina estaba en el medio y así la hicimos. La suya en realidad era un poco más grande que la que construimos, pero se puede ver por qué debe de haber sido difícil para ella poder avanzar con ese libro de cocina, arrinconada como estaba en la cocina que tenía, ya sabes, un fregadero, un fuego y una nevera pequeña".

El culminante festín de Julie en el tejado fue rodado en una suave noche de finales de la primavera en Long Island. La atmósfera era de celebración; se acercaba el final del rodaje de Amy Adams y Chris Messina, con la parte de Meryl Streep-Stanley Tucci a punto de rodarse a partir de la semana siguiente. "Fue un momento realmente mágico", recuerda Amy Adams, "había un sentimiento general de paz y felicidad entre todo el equipo durante esa noche". Grabé varias imágenes mentales de esa velada, porque fue hermosa. Estábamos todos allí arriba en el tejado y se percibía una verdadera sensación de comunión. Creo que eso es lo genial de las últimas noches de primavera en Nueva York cuando todo el mundo sale del período de hibernación y existe ese sentimiento de conexión. Realmente lo sientes".


Comida, gloriosa comida
"Esperamos que esta película provoque el apetito", afirma el productor Laurence Mark.

Con un tema tan delicioso como la comida francesa, el rodaje de JULIE Y JULIA estuvo marcado por la constante presencia de la comida. En las escenas que involucraba la preparación y la ingestión de comida, el tema de la calidad y la autenticidad eran primordiales. Este era el dominio de la consultora culinaria Susan Spungen y del chef ejecutivo Colin Flynn, los cuales aportaron años de experiencia de trabajo en restaurantes y de periodismo gastronómico a este inusual trabajo temporal. Spungen ha sido fundadora y directora editorial de gastronomía en Martha Stewart Living Omnimedia y lanzó el primer libro con el término comida en el título, "Everyday Food". Spungen también es autora de dos libros de cocina, uno con Stewart, y actualmente escribe sobre gastronomía en varias publicaciones. El chef Flynn se graduó en el Instituto de Cocina Francesa antes de ocupar posiciones de prestigio en los restaurantes de Manhattan, Bayard y Zoe; eventualmente se convirtió en segundo chef de Alison en Dominick. Su trabajo en
Julie y Julia requirió que ellos prepararan toda la comida que se utilizó en el filme además de ocuparse de las tareas de consultoría técnica. Casi todos los días de rodaje en estudio, el plató se llenaba de los aromas del menú de ese día en la pantalla. Spungen y Flynn tenían su propia área de cocina en todos los platós, donde lograban las maravillas necesarias para las múltiples tomas de cada cosa, desde brochetas, solomillo a la borgoñón, hasta pato deshuesado. "Nunca nos devolvieron ningún plato", bromea Flynn.

Ephron cuenta que lo que realmente le impresionó del trabajo de Spungen es que tuvieron que lograrlo a través de un personaje que se desenvolvía en una cocina normal. En otras palabras, la comida no debería mostrar ninguna señal al público de que había un chef detrás de todo ello. "Susan es un genio, porque se aseguró de hacer la comida de tal manera que en la película parecía haber sido hecha por una persona corriente", afirma Ephron.

Con frecuencia, se les pidió a Flynn y Spungen que realizaran una cantidad pantagruélica de platos que ya no se preparan y que raramente se ven en los menús contemporáneos, como por ejemplo, la langosta a la termidor para una escena en la que había seis comensales. Este plato requirió numerosos relevos a lo largo del día. Durante las escenas que muestran el trabajo de preparación para esa noche, Amy Adams tuvo que actuar con langostas vivas, toma tras toma. Cuando llegó el momento de comerlas frente a la cámara, Adams suplicó que le sirvieran un plato de langosta falsa en su lugar. "Cocinarlas en la escena anterior me traumatizó", confiesa ella con una compungida sonrisa. "Y ahora, soy incapaz de comer langosta".

A pesar de que Streep sabe cocinar y Adams tomó clases antes de empezar el rodaje, ambas fueron entrenadas en las técnicas de cocina francesa por Spungen, incluyendo el deshuesado del pato y el truco para dar vuelta una tortilla francesa en el aire. "Esa fue una secuencia difícil para coordinar, porque estaban todos esos actores que interpretaban a estudiantes del Cordon Bleu que aprendían a dar vuelta sus tortillas francesas al mismo tiempo que Meryl", cuenta Spungen. "Le dimos a Meryl algunos consejos de último momento acerca de cómo dar vuelta las tortillas francesas en nuestra cocina antes de que entrara al rodar de la escena. Pero ella sacó un diez, estuvo brillante. Es capaz de darle la vuelta a un pescado en una pieza de fino lienzo sin necesidad de que nadie la entrene".

Streep cuenta que lo que más aprendió durante sus escenas culinarias fue la importancia de los buenos cuchillos. "Cortar cebolla se hace en un suspiro si la cosa está bien, es pesada y tiene un buen filo", afirma Streep. "Como dice Julia, ‘siempre lava tus cuchillos, afílalos, sécalos y guárdalos’. ¡Un cuchillo afilado lo es todo!"

Además de la comida en la pantalla, de la que había más que suficiente, a media tarde de los días de rodaje, Nora Ephron y el productor ejecutivo Don Lee con frecuencia invitaban con platos especiales a todo el equipo artístico y técnico que eran entregados en el plató. Estos podían ser cualquier cosa, desde el mejor pollo de Harlem, costillas a la barbacoa de Brooklyn, hasta fabulosas pastas hechas por chef pasteleros. Luego, al finalizar el rodaje del día, todo lo que había sobrado se le daba al equipo técnico y artístico para que lo terminara. Casi todos los integrantes del equipo subieron de peso durante los tres meses que duró el rodaje.


De Nueva York a París
Una vez que la parte de Julie Powell se terminó de rodar, empezó la sección de Julia Child, y el equipo artístico y técnico se transportó 50 años atrás. En Silvercup East Studios, el diseñador artístico Mark Ricker y su equipo diseñaron y construyeron una exquisita versión del hogar que Julia y Paul compartieron en Paris. "Vivían en una gran casa junto al Sena", cuenta Ricker. "En realidad me basé en dos fotografías y diseñé todo el apartamento a partir de ellas. Una de ellas es bastante conocida, en ella está Julia recostada en una ventana junto a una bellísima terraza interior curvada. Hicimos una réplica de ella, ¿cómo podíamos dejar de hacerla? No podríamos haber inventado nada mejor. También existía una fotografía de Paul y Julia sentados junto a la chimenea. Reprodujimos esa esquina y el apartamento creció a partir de allí. Todo lo demás fue imaginado, menos la cocina, porque Paul había tomado allí muchas fotografías para publicidad. Cuando tuve todas las fotos juntas en mi mente, obtuve una visión de la cocina de 360º, y resultó fantástica. Estaba a la altura de las vigas del edificio, tenía una preciosa ventana y detalles fantásticos. Así que simplemente replicamos todo lo que pudimos, las baldosas, el fogón, el fregadero, todo. Porque era sencillamente genial".

En cuanto a la icónica cocina de estudio de televisión que mucha gente recuerda de la legendaria serie de Julia, The French Chef, Ricker investigó profundamente entre los papeles de la misma Julia, sus fotografías y cartas. "Ella dejó un tesoro oculto de información, incluidas muchas fotos del set de French Chef", afirma Ricker. "Así que con la combinación de la documentación que teníamos de detrás de las cámaras y con la posibilidad de ver el DVD, hicimos lo que pudimos para recrear el decorado que les era familiar a millones de personas. Si había algo que la gente podía reconocer, sería ‘eso’. Así que teníamos que hacerlo bien".

Cuando llegaron los exteriores, estaba claro que ciertas escenas solo podrían ser capturadas en París. Ephron estaba emocionada con llevar la película de Julia Child al lugar donde ella realmente alcanzó su plenitud. "Cuando ves París", recuerda Ephron, "piensas, bien, ¿dónde más se podría haber hecho?"

"Fue París lo que inspiró a Julia Child el amor a la comida y a dedicarse a dominar el arte de la cocina francesa", explica Mark. "Fue cuando comió su primer lenguado rebozado en Francia cuando se sintió transportada y comenzó a cambiar su vida. Ella hizo realidad su fantasía, y sucedió en París. Creo que solo el estar allí inspiró la interpretación de Meryl y también la de Stanley."

Después de dos días de preparación, el período de cinco días de rodaje en las localizaciones de París se desarrollaron sin esfuerzo aparente y con la precisión de un reloj. Los numerosos cambios de localizaciones en cada día de rodaje fueron logrados con tal facilidad que se pudieron rodar entre tres y cuatro localizaciones diarias. Casi no existieron retrasos e incluso el clima ayudó, que fue una suerte porque muchas de las tomas eran exteriores y no había planificado decorados alternativos en caso de mal tiempo. París ha mantenido mucho de su carácter a través de los años, por lo que en la mayoría de las localizaciones se necesitó muy poco o nada de decoración para ambientar la escena a finales de los años 40 y principios de los 50.

Gran parte del rodaje estuvo concentrado en la orilla izquierda del Sena, en los distritos 5º y 6º y en los alrededores de los barrios de St. Michel y St. Germain des Prés. Los lugares incluyeron la famosa librería Shakespeare & Company, la plaza Ste. Geneviève, la terraza de un café cerca de la Place Maubert y varios puentes sobre el Sena. También la encantadora calle céntrica comercial Ile St.-Louis donde Julia lleva a sus estudiantes de cocina a comprar comida y el parque detrás de Notre Dame en el barrio de la Cité que sirvieron como escenarios de algunos paseos de Paul y Julia. Un poco más lejos, a los pies de Montmartre, estaba el horno de pan art nouveau donde Julia va a comprar sus croissants de la mañana.

Tal vez la mayor escena rodada en París, y que requirió varios días de preparación y un día entero de rodaje fue el que se desarrolló en la Rue Mouffetard, una estrecha y cautivadora calle en el distrito 5º, que es una de las más antiguas de la ciudad. Durante generaciones la mitad de la calle se convierte en una feria diaria a lo largo de toda la mañana. Es allí donde Julia realmente comienza a descubrir su amor por París y su creciente interés por la cocina. "La estrechez de la calle, las líneas de los tejados, los adoquines, todo hizo que fuera la localización perfecta para nosotros", recuerda Mark Ricker. "Tuvimos que vestir seis fachadas para que coincidieran con la época, pero mucho de lo que necesitábamos estaba ya allí esperándonos".

Para el momento en que finalizó el rodaje, casi todos los que tomaron parte en JULIE Y JULIA habían comenzado a apreciar el papel que el puro entusiasmo juega no solamente en la cocina, sino en encontrar la receta para la propia realización personal. La pasión es lo que une a cada uno de los principales personajes tanto en sus peores momentos como en sus triunfos, dejando como sabor de boca la realización personal, que es el más dulce de todos.

"Ambas mujeres tienen sus reveses, pero ambas deciden emprender algo muy difícil, y ambas tienen éxito", concluye Ephron.