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Pandorum cartel reducidoPandorumDirigida por Christian Alvart
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El guión de Pandorum es obra de Travis Milloy, quien ha sabido adaptar las historias escritas por Milloy y Christian Alvart para crear una película impactante. Este thriller es la última colaboración de Jeremy Bolt, Robert Kulzer y Paul W.S. Anderson, los productores de la exitosa saga Resident Evil. El equipo técnico está encabezado por el director de fotografía alemán Wedigo von Schultzendorff (Igby Goes Down, Un final made in Hollywood), el diseñador de producción Richard Bridgland, la diseñadora de vestuario Ivana Milos y el montador Philip Stahl.

Los oscarizados Stan Winston Studios se encargaron del diseño de las criaturas. El supervisor de efectos visuales Viktor Müller ha trabajado con UPP–Studio Zitomirska. Overture Films distribuye la película en América del Norte y Summit Entertainment lo hace en el extranjero.


Cómo se lanzó la misión
Después de dos años de trabajo en la exitosa franquicia de Resident Evil, el trío de productores compuesto por Paul W.S. Anderson y Jeremy Bolt, de Impact Pictures, y Robert Kulzer, de Constantin Film, ya andaban tras su siguiente misión cinematográfica: el terrorífico thriller Pandorum. "Cuando leí Pandorum –recuerdo que fue nada más terminar de rodar AVP–", dice el productor Anderson, "el guión me dejó boquiabierto. Me parecía que tocaba temas que siempre me habían interesado, especialmente en cuanto al concepto del terror ambientado en una nave espacial, con los tripulantes viajando más allá de los límites conocidos del universo. En dichas situaciones el terror se amplifica por la claustrofobia de estar metidos en una nave, aislados en el espacio –que fueron los motivos que me llevaron a rodar Horizonte Final casi una década antes. Le pasé el guión a Jeremy y Robert y les propuse que hiciéramos una propuesta de compra y rodáramos la película". Anderson añade, "Como fanático del género, me pareció una película que yo querría ver". "Llevaba años buscando una historia que me hiciera pensar '¡Ésta es la mía!'", dice el productor Kulzer, "y cuando leí Pandorum me emocioné un montón. Es genial poder trabajar con una película tan original".

Kulzer y sus socios sabían que Pandorum era especial. El guión original de Pandorum fue escrito por Travis Milloy y se completó más o menos cuando el joven director alemán Christian Alvart llegó a Hollywood tras lanzar su aclamado debut cinematográfico, Anticuerpos. A los 16 años Alvart comenzó a dirigir películas rodadas en Súper-8 con sus amigos. Primero trabajaba para (y luego fue propietario de) la revista cinematográfica especializada X-TRO. Con su empresa Syrreal Entertainment, escribió, produjo y dirigió Curiosity & the Cat en 1998, y posteriormente el aclamado thriller psicológico sobre un asesino en serie titulado Anticuerpos (2005).

Al llegar a Hollywood, Alvart estaba trabajando en una historia escrita por él mismo llamada No Where, sobre cuatro astronautas embarcados en un viaje espacial de larga distancia que se despiertan del hiper-sueño sin recordar el propósito de la misión. "No creí que pudiera hacer la película hasta dentro de unos quince años", comenta Alvart, "dada la magnitud del concepto y lo difícil que sería financiarlo". Tras ver Anticuerpos –un oscuro y misterioso thriller lleno de giros inesperados– y de reunirse con Christian, el productor Bolt pensó en Alvart tras leer el guión de Pandorum y se lo mandó. "Cuando empecé a leer el guión de Milloy", dice Alvart, "me sorprendió ver lo mucho que se parecía a mi proyecto. ¿Cómo iba a hacer una película así si estos tíos ya tenían un guión que querían rodar? Les hablé de mi versión de la historia", sigue Alvart, "No Where encajaba con Pandorum. Esperaba que fueran a reírse de mí". Pero cuál fue su sorpresa al ver que los productores reunieron a Milloy y a Alvart y ambos siguieron un riguroso proceso de desarrollo que culminó en Pandorum.

Los realizadores han querido transportar al público a las oscuras y misteriosas profundidades del espacio exterior con una película de terror llena de sustos y giros inesperados e inteligentes. A pesar de que Alvart es un director novel, los productores confiaron plenamente en su capacidad creativa. "Christian se las sabe todas, confiábamos plenamente en que el producto final sería apoteósico porque es un entusiasta del género y un estudioso del cine en general", dice el productor Kulzer. "También tiene una imaginación oscura y retorcida de la que emergen ideas magníficas". Según Anderson, "Desde que vi la primera película de Christian me ha parecido un director de gran talento. Me gusta ese lado oscuro y retorcido que tiene, es algo que ambos compartimos". Bolt añade, "Christian nos prometió una película impactante, retorcida, fresca y sorprendente. Y ha cumplido su palabra".


La tripulación de la nave
Dennis Quaid fue el primero en subirse a bordo de la nave Elysium, para dar vida al Teniente Payton. A pesar de su larga experiencia como astronauta, el personaje de Quaid sufre claustrofobia extrema y se ve forzado a quedarse en la cabina guiando al joven Cabo Bower mientras éste explora el laberíntico conducto de aire de la nave… hasta que descubre su verdadero secreto. "Durante las primeras reuniones", dice Kulzer, "creíamos que sería genial que alguien como Dennis Quaid diera vida a Payton. El hecho de que accediera a participar en la película sin duda ha sido uno de los puntos álgidos de mi carrera". "Hay pocos actores como él que tengan tanto carisma, experiencia y profesionalidad", añade el director Alvart, que, casualmente, se sabe de memoria una de las anteriores películas de Quaid, El chip prodigioso. Dada la difícil psicología de Pandorum había que dar con un actor que pudiera crear un vínculo emocional instantáneo con el público.

Quaid encajaba a la perfección y se lo pasó de muerte rodando. "La verdad es que me divierto muchísimo más ahora, tanto por las películas que hago como por la vida de estrella de cine. Ahora tengo una pasión que antes no tenía", dice riéndose. Quaid siempre ha sentido especial interés por el espacio desde pequeño. "Crecí en Texas, que es donde empezó el programa espacial cuando era pequeño", comenta. "En cuanto despegó la carrera espacial me olvidé de querer ser vaquero. Leía muchos autores como Ray Bradbury en los sesenta", dice Quaid. "El momento en el que leo un guión es el único instante en el que soy espectador, y me encanta porque me permite tener una experiencia de primera mano. Cuando leí el guión sentí que me embarcaba en un viaje apasionante. Me reuní con Christian, y cuando hablamos de cómo quería rodarlo, supe que quería participar en el proyecto. Es un thriller", añade, "pero también es una historia universal. Ésas son las películas que de verdad funcionan: historias fantásticas con las que el público no se puede sentir identificado, pero en las que los personajes sienten cosas y viven experiencias que nos son comunes a todos".

Quaid ha trabajado con algunos grandes directores a lo largo de su carrera, pero quedó muy impresionado con el quehacer de Alvart. "Tiene 34 años pero parece que lleve 40 años en la industria", dice. "No sobra ni un plano de la película y todos y cado uno de los fotogramas tienen peso para la historia, para la psicología de los personajes. Ha creado una mitología entera para la película, lo cual me parece fascinante".

Ben Foster da vida al Cabo Bower, el ingeniero mecánico del Elysium. A pesar de no recordar quién es ni porqué está a bordo, Bower no tarda en darse cuenta de que la nave va a averiarse. Guiándose por las instrucciones por radio del Teniente Payton se abre paso por el conducto de ventilación para enfrentarse al verdadero horror del Elysium. Foster nunca se ha interesado mucho por el espacio. "De pequeño me hubiera molado ir a un campamento de esos donde te entrenan para ser astronauta, pero poco más", dice, "porque cuando me puse a rellenar la matrícula vi que había que saber un montón de matemáticas y de ciencias y como no se me dan bien ninguna de las dos, pensé que no era lo mío. Creo que no sería muy buen astronauta en la vida real". Por suerte en cuanto leyó el guión se quedó enganchado de Pandorum. "En general me cuesta acabarme un guión", dice Foster, "pero éste no podía dejarlo. Leía página tras página pensando '¿Qué va a pasar ahora?'. Está lleno de giros inesperados y mantiene toda la atención de principio a fin".

El concepto del "Pandorum" le pareció fascinante. Lo define como "un desorden psicológico creado por claustrofobia que se siente al estar a bordo de una nave, que provoca neurosis y delirios de grandeza". El productor Anderson lo resume todavía más: "La psicosis espacial es la versión más terrorífica de la paranoia, es como sufrir un ataque de claustrofobia después de haber tomado ácido". La forma en la que se ha rodado la película contribuye a crear todas estas sensaciones, con tomas cortas y rápidas y escenas rodadas desde diferentes ángulos con varias cámaras. Para Foster ése fue uno de los mayores retos, "A veces acabábamos con unas 72 ó 75 tomas por escena. Combinar todos esos fragmentos para intentar dar forma a una película es un reto al que no me había enfrentado antes, pero confiaba ciegamente en que Christian supiera componer este mosaico de imágenes".

Sobre Foster, Alvart dice, "Ben es uno de mis actores favoritos del mundo. No se me ocurre otro que lo hubiera hecho mejor". El productor Bolt añade, "Ben es un actor impresionante, tiene gran capacidad de concentración y es muy intenso". Por su parte, a Foster le ha encantado trabajar con un actor tan curtido como Quaid. "Es todo un profesional", dice Foster. "Es genial para echarse unas risas, pero a la vez siempre está muy centrado. Me enseñó mucho y me ayudó a sentirme muy a gusto en el plató, por no mencionar todo lo que aprendí de él".

Foster cree que la película gustará a todo el que esté dispuesto a pasárselo bien. "Es muy divertida", dice, "pero también es muy oscura y muy psicológica, y está llena de guiños a esas películas de terror de antes, esos filmes que hacían que las chicas te dieran la mano cuando tenían miedo, películas de palomitas".

Tras cuatro años de gira por todo el mundo con el musical hip-hop "West End Opera" y tras lograr papeles menores en producciones cinematográficas y televisivas en su Alemania natal, Pandorum significa la presentación de Antje Traue al público general. La actriz se preparó para el papel de Nadia entrenándose a fondo y haciendo varias horas de ejercicio físico. "Mi cuerpo se quejaba continuamente, era como si me dijera 'Basta, no quiero seguir haciendo eso. No quiero seguir corriendo'. Me tuve que entrenar a conciencia para rodar este filme porque si no, no hubiera podido aguantar. Durante el rodaje, otro elemento que tuvo que superar Traue fue su miedo a las alturas".

El personaje de Traue, Nadia, es la científica del Elysium y como Noé en su Arca ha cargado una enorme cantidad de material genético en el laboratorio para llenar el nuevo planeta de vida. Al comienzo de la película, Nadia lleva varios meses despierta, buscando respuestas y luchando por sobrevivir, hasta que se encuentra con el Cabo Bower. "Nadia se ha vuelto extremadamente desconfiada después de haber pasado tanto tiempo sola", comenta Traue. "Le lleva un tiempo volver a confiar en alguien, pero Bower consigue que se abra a él y su relación se convierte en un elemento crucial de su supervivencia".

Su compañero Foster añade, "Antje es una de las joyas de esta película. Le añade mucha humanidad y fuerza gracias a su interpretación". A Traue le encantó trabajar estrechamente con Foster y agradeció tenerle a su lado en su primer proyecto importante para la gran pantalla. "Me acompañó en todo momento, ha sido un proyecto súper emocionante. Formar parte de esta película ha sido una experiencia increíble y no podría haber tenido un compañero mejor que Ben. Es muy creativo, siempre está muy centrado, siempre sabe lo que quiere y eso me dio mucha tranquilidad".

Manh es el cuarto tripulante de la nave, un especialista agrícola vietnamita interpretado por el campeón mundial de artes marciales mixtas Cung Le. "Queríamos a un actor que diera la talla como luchador y guerrero", apunta Bolt. "Cung es campeón mundial de artes marciales y sabíamos que estaba intentando dar el paso al mundo de la interpretación así que le hicimos una prueba de cámara y nos encantó". En marzo de 2008, derrotó al veterano de la MMA Frank Shamrock en un espectacular combate en San José que le mereció el título de "campeón de peso medio de Strikeforce". Tras haberlo ganado todo en el ring, la interpretación se abría como un nuevo reto al que enfrentarse.

En cuanto leyó el guión, Le le dijo a su representante que haría lo que tuviera que hacer para conseguir el papel. "Le dije a mi manager, 'Necesito participar en esta película'. Hubiera estado dispuesto a hacer trucos de circo. En el mundo de las artes marciales he llegado a la cima, pero aquí estoy a los pies de la montaña. Respiro una nueva energía. Es un honor haber trabajado en Pandorum".

Como el resto de personajes, Manh lleva despierto un periodo de tiempo indeterminado y se ha dedicado a explorar la nave mientras intenta sobrevivir. Cuando se encuentra con Bower y Nadia por primera vez, instintivamente desconfía de ellos. "En la primera escena, Manh lucha con Nadia", dice Le. "Pensé, 'Nunca he peleado contra una chica', pero bueno, las cosas cambian cuando la supervivencia está en juego". "Ambos sabíamos que podría matarme en cuestión de segundos", se ríe Traue. "En esta película demuestro algunos de mis mejores movimientos", añade Le. "Cung es uno de los luchadores más sádicos y fuertes del planeta", dice Foster, "pero también es una de las personas más cariñosas y divertidas que he conocido". Como muestra de esa parte sensible, Le ha comentado que el mayor reto fue rodar en Alemania, lejos de sus seres queridos.

El reparto lo completa una joven promesa, Cam Gigandet, que da vida al Cabo Gallo, un joven oficial al que Payton, el personaje de Quaid, encuentra en un estado de excitación.

A Gigandet siempre le ha dado miedo la idea de estar en el espacio. "De pequeño siempre me producía mucha angustia", comenta. "La idea de dejar atrás a todas las personas que conozco, de estar tan lejos, tan aislado, tan solo siempre me ha dado miedo". Pandorum no tiene nada que ver los proyectos anteriores en los que ha trabajado Gigandet. "Este personaje ha sido un reto", comenta, "por la relación con el personaje de Dennis y por el tipo de película. Sabía que iba a ser duro y por tanto quise hacerla". Para Gigandet la preparación física no fue la parte más dura del rodaje porque él está muy en forma. "Lo más duro fue prepararme psicológicamente para vivir lo que requería mi personaje", dice. "Hay que comprometerse con lo que está pasando. Hay que buscar en lo más profundo y creerse las circunstancias. Es muy duro. Estar en el espacio, tener el peso del futuro de la humanidad sobre tus hombros, la paranoia y el miedo".


Territorio desconocido
El rodaje comenzó el 11 de agosto de 2008 en Studio Babelsberg, Potsdam, en la afueras de Berlín. Los estudios Babelsberg han acogido muchas producciones últimamente y tras haber rodado varias veces en Alemania, los productores se sintieron como en casa. "Teníamos muy buen recuerdo de haber rodado la primera entrega de Resident Evil en estos estudios", comenta Bolt. "Tienen un equipo excelente, y Berlín es una ciudad alucinante. ¿Quién no querría pasar cinco meses allí?". El director Alvart añade, "Rodé Anticuerpos aquí y me encantó el equipo y todo el personal".

La película se filmó también en la central eléctrica abandonada de Steglitz, a donde se trasladaron para las dos últimas semanas del rodaje. "Parece una nave espacial", dice Alvart. "No tuvimos que hacer mucho más que llevarnos nuestros decorados". Para la producción se necesitaron 54 platós y emplazamientos. El Diseñador de producción Richard Bridgland había trabajado ya con los productores en Resident Evil y se mostró encantado de volver a coincidir con ellos en un nuevo proyecto tan exigente. Junto con Alvart, creó el aspecto único de la película, esa especie de futurismo post-industrial. "Éste es un género bien definido y el público espera una estética determinada", dice Bridgland, "pero este guión era diferente, nos permitió trabajar con un elemento gótico que me ha gustado mucho".

Según Gigandet, "Toda la experiencia fue bastante surrealista y la verdad es que me volvió bastante inseguro". Foster, que trabajó todos y cada uno de los 52 días de rodaje, apunta, "El ritmo de trabajo, los decorados y el ambiente de la película en general añadía una sensación de confusión y ansiedad". Según Traue, "Siempre estábamos a oscuras. Me levantaba de noche, volvía a casa de noche, rodábamos en platós oscuros. Tras un par de semanas empezó a hacer mella". El productor Bolt se ríe, "Lo hicimos a propósito; desorientar a los actores es parte de nuestro método de trabajo".

Además de la maravillosa escenografía, la película se beneficia de una fotografía magnífica y de un concepto de iluminación creado por el director de fotografía Wedigo von Schultzendorff. La estética de la película se caracteriza por un intenso contraste de oscuridad y colores brillantes como el verde, el azul, el amarillo y el rojo que se han utilizado para subrayar determinadas situaciones.


El mal
En la historia hay una presencia negativa que causa el terror que se sienten los protagonistas de Pandorum, y ese mal se manifiesta de diferentes manera durante el film, de manera física y psicológica. Se nos presenta a través de la prehistoria apocalíptica de la película: la humanidad ha destruido la Tierra y busca un lugar donde vivir. Ben Foster elabora esa premisa: "Como sigamos así, como sigamos ignorando los efectos que estamos causando en el medio ambiente, el futuro va a dar mucho miedo. Pandorum es una fantasía potencial de lo que podría acabar pasando si no cambiamos nuestros hábitos".

En la película la palabra "Pandorum" se refiere al Síndrome Orbital Disfuncional, una dolencia producida por el vacío, la soledad y el asilamiento que sufren los astronautas en el espacio. "La disfunción se manifiesta a través de una suerte de complejo de mesías", explica Bolt. "Se pierde la capacidad para distinguir el bien del mal, se sufren alucinaciones, hemorragias nasales, temblores". Los departamentos de efectos especiales y de maquillaje sabían de sobra cómo querían que se percibieran los efectos psicológicos: se irían sintiendo poco a poco y finalmente los espectadores se toparían con el verdadero mal de la historia: los Cazadores.

Los humanos querían trasladarse para crear una nueva civilización después de 125 años de mutaciones –la duración del viaje– se han convertido en monstruos. Los realizadores no querían que fueran como zombies ni aliens, querían que fueran una personificación más misteriosa del mal. Querían que el público no entendiera muy bien qué son la primera vez que los vieran. "Queríamos que fueran criaturas cambiantes", dice Kulzer. "El público intenta averiguar qué son. ¿Son aliens? ¿Son seres sobrenaturales? Cuando finalmente descubren lo que son, se quedan de piedra".

Para el maquillaje de los Cazadores los realizadores recurrieron al renombrado estudio Stan Winston Studio que lleva 30 años trabajando en películas como Terminator, Aliens, Parque Jurásico, e Iron Man. Stan Winston Studio es una de las mejores empresas de efectos especiales y de diseño de criaturas del mundo. "El mayor reto es dar con algo que no se haya hecho ya", dice Lindsay McGowan, Directora de maquillajes de efectos especiales.