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La última canción cartel reducidoLa última canción(The last song)
Dirigida por Julie Anne Robinson
¿Qué te parece la película?

"La última canción toca numerosos temas: la fe, el perdón, la familia… Son temáticas que conmoverán a los espectadores, porque ellos las reconocerán en sus propias vidas" ~ Nicholas Sparks

Basada en la novela del autor de éxito editorial, NICHOLAS SPARKS (A Walk to Remember y The Notebook).

La última canción es la decimoquinta novela publicada por Sparks. Si bien muchas de sus obras anteriores fueron adaptadas al cine, entre las que se incluyen: The Notebook, Message in a Bottle y Nights in Rodanthe; La última canción es la primera que será llevada a la pantalla grande dentro del primer año de su publicación. Y es la primera novela en la que Sparks también ha estado a cargo del guión de la película.

Protagonizan La última canción: MILEY CYRUS (Hannah Montana) como Veronica "Ronnie" Miller, GREG KINNEAR (Little Miss Sunshine, Invincible, Baby Mama) como Steve Miller, KELLY PRESTON (Jerry Maguire, Addicted to Love, The Cat in the Hat) como Kim Miller, y el novato LIAM HEMSWORTH (Knowing) como Will Blakelee. El reparto también incluye a BOBBY COLEMAN (Friends with Money, Martian Child), HALLOCK BEALS (Letters from Iwo Jima), NICK LASHAWAY (The 40-Year-Old Virgin), CARLY CHAIKIN (The Consultants), NICK SEARCY (The Ugly Truth), y KATE VERNON (Battlestar Galactica: The Plan).

Dirigida por JULIE ANNE ROBINSON (Weeds, Big Love, el piloto de la serie de la BBC "Viva Blackpool") en su debut como directora, La última canción fue producida por JENNIFER GIBGOT (17 Again, Step Up) y ADAM SHANKMAN (17 Again, Step Up). TISH CYRUS sirvió como productora ejecutiva. Co-produjo la cinta DARA WEINTRAUB (Pineapple Express, Superbad). El guión fue escrito por Nicholas Sparks (The Notebook, Nights in Rodanthe) y JEFF VAN WIE. JOHN LINDLEY (Legion, Imagine That, Pleasantville, You’ve Got Mail) se desempeñó como director de fotografía y NANCY RICHARDSON (Twilight, Step Up), como editora.

AARON ZIGMAN (The Ugly Truth, My Sister’s Keeper) compuso la banda sonora de la película. NELSON COATES (The Proposal, Antwone Fisher, Runaway Jury) estuvo a cargo del diseño de producción y LOUISE FROGLEY (The Men Who Stare at Goats, Quantum of Solace, Good Night, and Good Luck, Syriana) diseñó el vestuario.

Una película de Touchstone Pictures, La última canción fue clasificada PG (se recomienda la orientación de los padres) y se estrenará en cines el 31 de marzo de 2010.


Una historia de familia, amistad, secretos y salvación
El exitoso novelista Nicholas Sparks se destaca en su último proyecto

En 1996, el escritor Nicholas Sparks se convirtió en una superestrella literaria cuando un sobrecogedor boca a boca llevó a su novela The Notebook a ubicarse entre los primeros libros de mayor éxito editorial. Las historias inspiradoras de Sparks acerca de las vidas y amores extraordinarios de gente común se han ganado su público de lectores en todo el mundo, y su última novela, La última canción, no es la excepción: debutó en el primer puesto en las listas de libros más vendidos tanto del periódico New York Times como USA Today.

Las novelas profundas, muchas veces graciosas y siempre conmovedoras de Sparks se han convertido en la base de una poderosa franquicia cinematográfica. Sus agridulces historias de amor han inspirado éxitos de taquilla y películas celebradas por la crítica, de la talla de: Message in a Bottle, protagonizada por Kevin Costner y Robin Wright Penn; A Walk to Remember, protagonizada por Mandy Moore; The Notebook, con Ryan Gosling y Rachel McAdams; Nights in Rodanthe, protagonizada por Richard Gere y Diane Lane; y, más recientemente, Dear John, con Amanda Seyfried y Channing Tatum. Además, en 2011 se prevé el estreno de la adaptación cinematográfica de su novela The Lucky One.

La llegada de La última canción a la pantalla grande, marca el comienzo de un nuevo capítulo en la carrera de Sparks. La decimoquinta novela del autor es también su primer guión cinematográfico.

En esencia, La última canción retrata el camino doloroso que deben atravesar un padre y su hija que han perdido todo contacto entre sí, en su esfuerzo por hallar una nueva forma de reencontrarse. Al mismo tiempo, explora el terreno desconocido del primer amor, a medida que la endurecida Ronnie comienza a bajar la guardia con un muchacho que conoce durante sus vacaciones de verano.

Greg Kinnear, quien interpreta a Steve Miller, el padre de Ronnie, dice que Sparks aborda de un modo abierto y sin tapujos la alegría y los desafíos que supone mantener vivos los lazos familiares. "El guión realmente me emocionó", señala. "Nicholas Sparks posee una sensibilidad tan especial hacia los vínculos familiares. Ha escrito una interesante historia acerca de estas personas que al principio no parecen tener ninguna posibilidad de conectarse entre sí. Al final, las cosas no acaban cerradas con un perfecto moño: lo cual lo acerca aún más a la vida real".

Al igual que su novela anterior, La última canción es una historia de amor, cuenta Sparks, "pero no es una novela romántica", advierte. "No se trata de un romance de ensueño. La película trata del amor en distintos niveles: el amor entre un padre y una hija, el amor adolescente que nace por primera vez, el cariño y el cuidado que se guardan dos personas adultas".

Para la directora Julie Anne Robinson, quien ha obtenido tres nominaciones a los premios BAFTA y Globo de Oro® por su trabajo en la televisión británica, la historia simple que narra la película refleja la honda comprensión de las emociones humanas del autor. "Me recuerda a los grandes clásicos como Splendor in the Grass", señala Robinson. "La última canción es una película sobre el perdón y la redención, sobre el reencuentro de personas que habían sido separadas, y sobre el amor. Nos habla sobre la fragilidad de las relaciones humanas, pero nos muestra también cómo esos lazos frágiles, una vez rotos, pueden volver a enmendarse".

Los temas edificantes de la película reflejan la visión personal sobre la vida que tiene el autor. "La última canción toca numerosos temas", señala Sparks. "Tienes el tema de la fe, el perdón, la familia; si lo haces bien, son temas que conmoverán a los espectadores, porque ellos los reconocerán en sus propias vidas".

Sparks señala que La última canción surgió a raíz de una conversación que mantuvo con la productora Jennifer Gibgot, quien estaba buscando un proyecto que le permitiera a la estrella adolescente Miley Cirus desplegar sus habilidades dramáticas. "Yo acababa de finalizar mi novela The Lucky One", recuerda. "Y estaba decidiendo sobre qué iría a escribir a continuación. Intento ir modificando las edades de mis personajes y los conflictos a los que deben enfrentarse para que mi trabajo se mantenga fresco e interesante, tanto para mí como para mis lectores. Últimamente, había escrito un par de novelas con personajes que oscilaban entre los 20 y los 50 años de edad, de modo que tenía ganas de escribir sobre un personaje adolescente, algo que no hacía desde A Walk to Remember".

Había comenzado a delinear su siguiente proyecto, cuando Jennifer Gibgot lo llamó. "Me preguntó si tenía algo que pudiera gustarle a Miley Cyrus", cuenta Sparks. "Bueno, yo no tenía nada planeado. No soy tan prolífico. Pero ella me dijo que a Miley le había encantado A Walk to Remember, de modo que me aboqué a trabajar en ello y cinco o seis semanas después había logrado desarrollar la historia".

Sparks presentó a los productores una historia divertida sobre la relación entre un padre y su hija, pero cargada de un fuerte contenido emocional. "Escribí el guión y la historia pensando en Miley", manifiesta. "Pero mi objetivo al escribir una novela es contar una gran historia y debí equilibrar ambas cosas. El producto final definitivamente no es una película de Hannah Montana. Es una pieza coral con un talentoso reparto de actores que cautivará al público de todas las edades. Ronnie es un personaje femenino sumamente real que está atravesando cosas por las que atraviesan muchos adolescentes. Y que, en el transcurso de la película, se verá obligada a crecer y madurar".

Cyrus estaba fascinada de poder abordar su primer papel dramático en una película escrita por Nicholas Sparks. Confiesa que A Walk to Remember y The Notebook tuvieron un fuerte impacto en su vida. "Su obra está tan cargada de mensajes positivos", apunta la joven actriz. "Para mí, lo más maravilloso es que a los jóvenes les encanta, pero también es lo suficientemente madura como para atraer a los adultos. No es usual poder encontrar esta clase de equilibrio".

Sparks colaboró con su amigo de la juventud Jeff Van Wie en la escritura del guión. "Nos conocimos en la universidad, hace más de 25 años", señala Sparks. "Jess es un exitoso hombre de negocios, pero siempre soñó con escribir un guión. Cuando Jennifer me preguntó si estaría dispuesto a escribir un guión, pensé que Jeff y yo podríamos hacerlo juntos. Ya habíamos escrito otras cosas, de modo que sabíamos que podíamos trabajar bien juntos. A pesar de que él vive en el Noreste y yo en el Sur, teníamos teléfono, correo electrónico, y cada noche hablábamos extensamente del proyecto".

El resultado, según Kelly Preston, quien interpreta a la mamá de Ronnie, es "desgarrador y una reafirmación de la vida al mismo tiempo". "La obra de Nick es tan profunda", agrega la actriz. "Nos habla sobre esas cosas simples que tienen lugar en la vida real, sobre cómo hallar la belleza en las pequeñas cosas. Nicholas posee una hermosa visión sobre la condición humana que le permite escribir desde la mente de una joven de 17 años, como adentrarse también en la cabeza de cualquier adulto".


En busca de la dirección correcta
Julie Anne Robinson marca el tono

Para el productor Adam Shankman, el privilegio de llevar la obra del novelista Nicholas Sparks a la pantalla grande entraña un gran sentido de responsabilidad. "Nosotros estamos interpretando su novela y él no posee sino colosales obras de súper éxito", señala Shankman. "Esta es una gran historia emotiva que nos recuerda que hay algo más poderoso que nosotros allí afuera. Nos recuerda que el amor se da de numerosas maneras, que saber perdonar es importante para crecer como personas. Yo ya he trabajado con Nick al dirigir A Walk to Remember, la cual fue una experiencia realmente maravillosa para todos nosotros, de modo que siento una gran responsabilidad hacia esta película".

Una vez que Sparks comenzó a escribir la historia, la película comenzó a cobrar impulso rápidamente y se volvió crucial hallar un director que pudiera abordar la complejidad emocional y logística de la historia. "Las cosas cobraron forma con suma rapidez", cuenta Jennifer Gibgot, "por el gran entusiasmo y excitación que tenían tanto Miley como el estudio en hacer la película. Nick sintió la necesidad de escribir primero el guión, y nosotros comenzamos a buscar un director mientras él finalizaba la novela".

Los productores seleccionaron a Julie Anne Robinson, una reconocida directora inglesa. "Julie Anne había dirigido la película de la BBC Come Down the Mountain", señala Gibgot. "La cual narraba la vida de un joven con un hermano que poseía síndrome de Down. Ella había logrado unas interpretaciones increíbles de un grupo de actores jóvenes. No teníamos dudas de que Julie Anne sabría inspirar a los actores con su apoyo y dirección y podría ayudar a Miley en su transición de los papeles cómicos al drama".

"Su pasión por los actores salía a relucir en el plató", continúa Gibgot. "Es alguien que come, bebe y sueña las interpretaciones de sus actores. Y sabía transmitir con tanto detalle y precisión lo que esperaba del reparto en cada escena".

Shankman, quien describe a Robinson como "una directora de actores", apunta que ella aprendió de algunos de los cineastas más aclamados de nuestro tiempo, como Stephen Daldry, quien condujo a Kate Winslet a un premio Oscar® en la cinta The Reader, y Sam Mendes, quien hizo lo mismo para Kevin Spacey en la película American Beauty. "Posee una energía maravillosa. Cuando está observando una escena, la ves de pie y meciéndose como si estuviera en la piel del actor".

Para Robinson, cada actor es un artista único, y ella adapta su estilo de dirección según el método que funciona mejor con cada actor. "Con Greg Kinnear, mantuve largas conversaciones antes de comenzar el rodaje"; explica. "Hablamos extensamente sobre el guión y su personaje porque él es un actor muy cerebral. Pero nunca ensayaría con los actores jóvenes, aunque dispusiera de todo el tiempo del mundo. Lo más probable es que se aburran o se cansen y la magia se pierda rápidamente. Creo que su mejor interpretación la logran cuando los dejas actuar con su intuición".

A Robinson le agrada trabajar codo a codo y de un modo personal con sus actores; en muchas tomas a veces obviando el monitor del plató. "Necesito ver qué hay en el rostro de los actores", señala Robinson. "Las imágenes en los monitores poseen tanto grano y están tan pixeladas, que no puedo ver realmente si sus ojos dicen lo que sienten. Me apasiona cuando veo que los actores logran encarnar esas emociones y profundizar en ellas. Me fascina cuando no puedo ver el artificio. Además, el hecho de estar a su lado acelera mucho más el proceso, porque si los actores tienen alguna pregunta o yo quiero hacer algún comentario, estoy allí mismo".

Para Robinson, la película trata un tema que es universal pero al mismo tiempo intensamente personal. "Todas las personas con quienes hablo sobre La última canción se sienten identificadas con algún aspecto de la película", señala. "Mi propia interpretación del material está influenciada por el hecho de ser madre. En esta película ves que los padres cometen errores. Cuando eres niño, esperas que tus padres sean perfectos pero cuando eres padre, te das cuenta de que eres simplemente una persona y que cometes errores. Realmente me sentí identificada con ese tema de la historia y creo que todos lo comprenderán y se identificarán con él".

Robinson cuenta que en la película plasmó esa misma visión que llevó inicialmente a los primeros encuentros con los productores. "Fue la mejor experiencia creativa de mi vida. Y he tenido numerosas experiencias creativas que he disfrutado mucho. Las personas involucradas en este proceso hicieron que fuera maravilloso de un modo único. Me dieron total libertad para hacer lo mío, lo cual fue fantástico".


Interpretando La última canción
Miley Cyrus aborda su primer papel dramático mientras que Greg Kinnear imparte su estilo característico

Surcar los altibajos emocionales con los miles de matices que Nicholas Sparks infundió en su guión fue un desafío incluso para los actores más experimentados del reparto. "Es una historia simple, pero los actores deben atravesar verdaderos viajes emocionales", apunta Robinson. "Nick Sparks posee una honda compresión de las emociones humanas. Y ha dispuesto todo para que los actores recorran toda la gama de experiencias emocionales en la pantalla".

Robinson no estaba muy familiarizada con el trabajo previo de su protagonista femenina cuando aceptó dirigir La última canción pero el carisma y talento natural de Cyrus la cautivaron de inmediato. "Posee las cualidades de una verdadera estrella", cuenta la directora. "Sencillamente brilla, y cuando entra en el plató, todos los saben. A veces no puedo creer que tenga 16 años. Posee un registro increíble".

El entusiasmo y compromiso de Cyrus impresionó a todos en el plató. "Miley es un sueño", declara la productora Jennifer Gibgot. "Es una profesional tan consumada que te olvidas de la edad que tiene. Su dedicación, su energía, su amabilidad son extraordinarias. Era quien siempre mantenía un clima alegre en el plató, pero sin dejar ni por un momento de estar muy comprometida con su presencia actoral. Con tantos proyectos en mente, entre los que se incluyen su próxima gira, su música y el programa de televisión, fue realmente impresionante que se concentrara tan intensamente en la película".

La joven actriz manifiesta estar agradecida de haber contado con todo el apoyo de Robinson en las escenas más desafiantes. "Creo que si no te conectas con la directora, eso se refleja en la pantalla", señala Cyrus. "Julie Anne es tan divertida. Dio todo de sí para establecer ese vínculo. Para mí fue realmente importante saber que confiaba en mí".

Cyrus señala que para ella el conflicto que atraviesa su personaje es absolutamente real. "Cuando sus padres se separaron, ella tomó algunas decisiones equivocadas. Pero poco a poco comienza a encontrar el camino que la lleva a convertirse en una persona más feliz a través de la fe, el amor y la amistad. Esos son los ingredientes más importantes de la felicidad pero son cosas que en la vida a veces pasamos por alto".

"Yo adoro la música y adoro entretener", agrega la joven estrella. "Me pone triste pensar en no poder hacer esto. Y me da tristeza que alguien con el talento de Ronnie pueda deliberadamente privarse de hacerlo. Vivir sin música sería para mí como no tener aire para respirar, y creo que a Ronnie le sucede lo mismo. Ella lo deja todo para demostrarle algo a su padre pero, en realidad, no está más que engañándose a sí misma".

El papel requirió que Cyrus expandiera su horizonte musical debiendo aprender a tocar el piano, lo cual, comenta, logró hacer con gran rapidez. "Quizás me resultó más sencillo porque sé tocar la guitarra", confiesa Cyrus, quien ahora planea continuar sus lecciones de piano. "No sólo aprendí a tocar una canción, sino también a hacerlo como lo haría un pianista clásico, cómo debía sentarme, cómo te ves cuando estás sentada al piano, la postura, la posición de los dedos que debes mantener. Es algo que requiere de mucho más disciplina que cuando tocas informalmente. Las experiencias de aprendizaje son una parte de mi trabajo que realmente adoro. Tantas personas sueñan con poder aprender una disciplina así y yo logro vivir esta experiencia mientras al mismo tiempo realizo una película".

La actriz espera que éste sea el primero de una serie de papeles que le permitan ampliar su carrera y crecer. "Creo que es realmente importante buscar papeles que sean desafiantes", señala Cyrus. "Éste surgió en un momento un tanto convulsionado. Tenía una gira programada, estaba trabajando en el programa de televisión; pensé que sería imposible lograr intercalar este proyecto, pero todo cuadró a la perfección. Fue perfecto, porque de eso se trata la película: de cosas que logran ensamblarse de un modo maravilloso contra todo pronóstico".

Durante el rodaje, muchos de los miembros del reparto desarrollaron una gran amistad. Cyrus y Greg Kinnear, quien interpreta a su padre, de inmediato estrecharon un fuerte vínculo. "Greg se parece mucho a mi padre", señala Cyrus. "Es una persona muy serena, pero muy divertida y todos parecen de inmediato quedar fascinados con él. Para mí hizo las veces un poco de figura paterna durante el rodaje en Savannah, Georgia, ya que mi padre no estaba allí conmigo. Solíamos sentarnos en el porche y sencillamente ponernos a conversar sobre las cosas que pasaban. Desarrollamos una hermosa relación y creo que eso se nota en la pantalla".

A Kinnear le impresionó el trabajo de su joven co-protagonista. "Este papel exige mucho a Miley", declara. "Está cargado de emociones complejas. Y ella lo hizo realmente muy bien. Miley posee un gran corazón y es una verdadera profesional. Yo admiro eso. Toma su trabajo seriamente, pero al mismo tiempo logra crear a su alrededor un clima divertido y lleno de energía. Es una chica, que a sus dieciséis años de edad, es realmente admirable".

El actor, que fue nominado a los premios Oscar® al Mejor Actor de Reparto por su interpretación en la película As Good as It Gets, da vida a Steve Miller, un concertista de piano que abandona a su familia para concentrarse en su carrera, la cual no logra alcanzar el éxito esperado. Steve ahora quiere volver a conectarse con sus dos hijos antes de que sea demasiado tarde. "Steve desea reunirse con sus hijos y volver a conocerlos", señala Kinnear. "Hay muchas cosas que no se saben al principio de la película, pero que se irán develando a lo largo del verano".

El toque ligero del actor fue esencial para mantener al personaje anclado en la realidad, señalan los realizadores. "La interpretación de Greg en la película Little Miss Sunshine es una de mis favoritas", cuenta Gibgot. "Infundió de un modo tan maravilloso y natural esa cuota de humor a ese personaje tan tenso. Steve es un padre que se atormenta un poco a sí mismo y Ronnie no le hace las cosas fáciles. Pero Greg posee la habilidad de infundir una cierta ligereza a estos personajes tan serios".

La forma en la que Greg se involucró con el papel de Steve impactó a Robinson. "Greg es tan minucioso", cuenta. "He trabajado con muchos actores realmente geniales y Greg definitivamente es uno de ellos. Estaba tan pendiente de cada uno de los aspectos de su personaje, a veces incluso llegaba a llamarme durante los fines de semana para hacerme alguna pregunta sobre una determinada escena. Era Steve todo el día, todos los días".

La dinámica fragmentada de la familia Miller conmovió a Kinnear. "Me estremeció esa dificultad por establecer lazos duraderos en una familia que ya posee una enorme fisura en su estructura", señala Kinnear. "Los padres están separados por razones en las que no indagamos, pero nadie parece necesariamente tener la culpa. Sin embargo, como siempre, son los hijos los que sufren las consecuencias. En este caso, Ronnie, la hija mayor, se encuentra en ese estado vulnerable donde el enojo y la hostilidad pueden transformarse en la forma de canalizar su dolor. Ronnie está loca de rabia y ya no puede soportarlo. Mi personaje está intentando reparar eso y resucitar el sentido de familia".

Pero Steve posee un secreto que oculta a su familia. "Está intentando protegerlos, sin embargo hasta que ellos no sepan lo que esconde, no hay forma de que la familia pueda salir adelante", explica Kinnear. "Creo que Nicholas Sparks sabe manejar muy bien el tema de los secretos. Y aquí lo hace de un modo muy eficaz".

Padre de tres hijas, Kinnear es sumamente sensible a los desafíos que implica la paternidad. "Las relaciones entre padres e hijas son particularmente complejas", señala. "La relación de Steve con su hija es una relación tensa, para decirlo de un modo agradable, pero él lo está intentando. Está nadando contra la corriente, porque ella es pura acidez y está llena de ideas preconcebidas acerca de su padre. Algunas no son completamente ciertas, lo cual lo descubrirá a su tiempo".

Además, a Steve lo atormenta creer que ha sido el responsable de la destrucción de una iglesia del lugar. Como castigo, Steve intenta reconstruir el vitral de la iglesia. Kinnear estudió con un artesano del lugar para aprender los conceptos fundamentales del arte del vitral. "Fue un aprendizaje alucinante", confiesa Kinnear. "Uno piensa en un vitral y se pregunta: ¿cómo pudieron hacer una cosa así? Parece una loca ciencia que nadie podrá jamás dominar. Pero hay una simplicidad en dicho arte que es maravillosa. Debes saber exactamente qué es lo que deseas hacer, requiere de años de esfuerzo y tiempo lograr dominar la técnica, pero yo acabé sintiendo que es una cima que puedes alcanzar".

La preparación de Kinnear para su papel también incluyó lecciones de piano. "Puedo decir que antes era capaz de fingir que sabía tocar el piano", cuenta. "Pero cuando estás estudiando para ser un concertista de piano, todos ese falso repiqueteo es la primera cosa que debe desaparecer. Debí comenzar de cero y tomar clases con un profesor. Creo que ahora oficialmente domino el arte de las teclas".

Sus recientemente pulidas habilidades musicales le permitieron entretener al equipo en el plató con adaptaciones de los clásicos del grupo Journey. "Era mi forma de motivar al equipo", señala. "Todo lo que tenía que hacer era amenazar con que iba a tocar y todos se ponían a trabajar de inmediato".

Al igual que Cyrus, La última canción marca el comienzo de una nueva etapa en la carrera actoral de Liam Hemsworth. Una estrella en ascenso en su Australia natal, Hemsworth ahora inicia su carrera de actor en la ciudad de Los Ángeles. Obtener el papel protagónico de Will Blakelee en su primera película norteamericana significó un gran salto para el joven actor.

"Liam posee un carisma increíble en la pantalla y una gran energía", señala la directora Julie Anne Robinson. "Me recuerda a una de esas estrellas cinematográficas de los viejos tiempos, del estilo de Gary Cooper. Posee cierto laconismo y es muy relajado frente a cámara, pero puedes ver que hay mil cosas sucediendo en su mirada".

Al igual que muchos de los personajes de Sparks, a Will también lo abruman los secretos que esconde. "Por fuera es encantador y carismático", cuenta Hemsworth. "Pero sus secretos se interponen en su camino. Él interpreta el papel de un joven alegre y popular, cuando en realidad, no es feliz. Cuando conoce a Ronnie, encuentra a alguien que está tan confundida como él, y que ha perdido algo importante. Con el correr del verano, ambos se ayudan a crecer como personas. Ella no se lo hace fácil, pero al final, bien vale el esfuerzo".

Para su papel en La última canción, Hemsworth debió adquirir a toda prisa ciertas habilidades nuevas. En primer lugar, el joven actor debió obtener la licencia de buzo certificado para poder rodar una escena. Tras haber crecido haciendo surf y buceo libre en Australia, Hemsworth ciertamente no le tenía miedo al agua. Pero el riguroso programa de entrenamiento fue más duro de lo esperado. "Teníamos tres días para obtener el certificado, y pasamos los tres días, prácticamente el día entero, dentro de un tanque de seis metros en Carolina del Norte. A su vez, todos los días teníamos dos o tres horas de clases teóricas para aprender las reglas del buceo. Fue mucho más duro de lo que pensé. Parece fácil, sabes, sencillamente te colocas una máscara y te sumerges en el agua. Pero lo cierto es que es algo mucho más complejo".

Además, Hemsworth, quien nunca antes había jugado al voleibol, debió aprender a jugar lo suficientemente bien como para que su interpretación de un jugador con potencial para obtener una beca universitaria fuera convincente. "En la audición me preguntaron si sabía jugar al voleibol y dije que no, ‘pero aprenderé’. El entrenador de voleibol era un magnífico jugador, creo que participó en las Olimpíadas. Practicábamos dos veces a la semana, durante dos horas, y ésas eran las dos horas más largas de mi vida. Hallock [Beals] y yo prácticamente no cruzábamos una sola palabra en las dos horas excepto sí, esta bien, ajá, bueno; mientras el entrenador lo único que acotaba era lo malos que éramos. ¡Fue terrible!"

Kelly Preston, quien interpreta a Kim, la madre de Ronnie y Jonah, es una ferviente admiradora de Nicholas Sparks, y siempre se sintió atraída por los temas inspiradores del autor. "Es una historia de amor hermosa", señala Preston. "Y está tan bien escrita. Soy una gran admiradora de Nicholas Sparks. Sus novelas y sus películas son tan sinceras. Creo que debe de tener una vida muy rica por esa gran comprensión que tiene del comportamiento humano y la manera de resolver los conflictos en sus vidas. Creo que esta película brindará a los espectadores algunos momentos de felicidad… y quizás algunas lágrimas".

"La obra de Nick es tan profunda", continúa Preston. "Nos habla sobre esas cosas simples que tienen lugar en la vida real, sobre cómo hallar la belleza en las pequeñas cosas. Nicholas posee una hermosa visión sobre la condición humana que le permite escribir desde la mente de una joven de 17 años, como adentrarse también en la cabeza de cualquier adulto".

Preston señala que además tuvo un motivo personal para aceptar el papel. "Miley me preguntó si deseaba interpretar a la madre de Ronnie. ¿Cómo negarme? Conozco a Miley desde hace varios años y la adoro. Es inteligente, divertida y muy talentosa, y sus dotes de actriz han resultado estar a la altura de su talento como música y cantante. Es una persona realmente profunda. Es un honor para mí interpretar a su madre en la película".

Preston a su vez no tiene más que elogios para describir a los demás miembros de su familia en la pantalla grande, Greg Kinnear y Bobby Coleman. "Greg es un actor tan natural", apunta. "Ambos hemos logrado desarrollar una relación muy relajada. Es un actor tan maravilloso que hacía que fuera sencillo interpretar las escenas con él. Y Bobby Coleman es un pequeño petardo. Está tan lleno de energía. Realicé una escena muy dulce en la que él se despide de su padre, que fue realmente conmovedora. Es pequeño, ¡pero sin duda posee un enorme talento!"

Coleman, quien tiene 12 años de edad, interpreta al hermano de Ronnie, Jonah. "Creo que llegamos a ver cientos de niños antes de encontrar a Bobby", señala Robinson. "Yo no deseaba que fuera un típico chico de de Hollywood. Deseaba a alguien estrafalario y encantador, pero no de una manera obvia. Necesitas cuidar de Jonah como lo hace Ronnie. Bobby es un niño adorable y una persona muy especial, y eso se transmite en la pantalla. Fue el único niño que nos hizo reír en la audición y nos partió el corazón al mismo tiempo. Eso es algo que todos los actores deberían poder lograr".

El pequeño actor habla sobre su papel en la película con el aplomo de un actor maduro. "Lo que más me gustó de la película es la forma en que Nicholas Sparks nos habla de esa necesidad de fe, de amor y de la familia que todos tenemos", señala. "Al principio de la película, ése es el problema que agobia a nuestra familia. Ninguno de nosotros tenía demasiada fe en el otro como para creer que en verdad no estábamos intentando lastimarnos. No teníamos amor y ciertamente no nos considerábamos amigos unos de otros".

"Jonah es un niño risueño y entusiasta, que vive la vida con alegría", agrega. "Le gusta hablar con su papá y contarle las cosas que piensa, le gusta jugar y remontar cometas".

Una de las ventajas del cine que más agradan a Coleman es el hecho de poder aprender lo que él denomina "alucinantes cosas nuevas". Como Jonah también ayuda a su padre a reparar el vitral de la iglesia, Coleman también asistió a clases para aprender los rudimentos del oficio.

"Siempre imaginé un gran horno o un enorme soplete que derretía el vidrio y fundía las piezas", cuenta. "Pero, en verdad, primero tomas un pedazo de papel y dibujas lo que deseas hacer. Luego tomas el vidrio que deseas cortar y lo utilizas sencillamente como si fuera una hoja de calcar. Con un cortador de vidrio trazas este pequeño rayón. Luego sólo le das un suave golpecito y el vidrio se parte en dos. Colocas las piezas del rompecabezas sobre el panel de vidrio y trazas líneas de plomo alrededor de las piezas para ensamblarlas entre sí. Luego sueldas las juntas de las varillas de plomo, y ya está. ¡Tienes un vitral!"

Al ser los miembros más jóvenes del reparto, Coleman y Cyrus se unieron para organizar travesuras dentro y fuera del plató. "Por lo general, soy la más joven del plató", cuenta Cyrus. "Así que fue agradable poder por una vez ser la hermana mayor".

Coleman cree que esa diversión que lograron fuera del plató los unió más a la hora de dar vida a sus personajes. "Definitivamente creó entre nosotros un lazo fraternal, pues en nuestras travesuras estamos haciendo justamente lo que todo hermano y hermana hacen juntos".

"Toda la experiencia fue increíble", resume Coleman. "Me fascinó Savannah. No es como California donde la flor del estado es de concreto. En Savannah, hay plantas, árboles, peces y cocodrilos. Es tan hermoso".

La película además contó con otras numerosas estrellas jóvenes y prometedoras que dieron vida a los amigos y amigo-enemigos que rodean a Will y Ronnie. Hallock Beals interpreta al mejor amigo y compañero de equipo de voleibol de Will, Scott Thomas. "Jugué al voleibol probablemente un par de veces en la playa cuando era chico", confiesa Beals. "Cuando me preguntaron en la prueba de cámara si sabía jugar, les dije que había crecido jugando al voleibol. Por supuesto que en nuestra primera práctica descubrieron la verdad".

Afortunadamente, a la hora de aprender voleibol, Beals tenía a Hemsworth a su lado. "No podría pedir un compañero mejor que Liam", declara. "Todos los días debíamos entrenar en el gimnasio y tomar clases de voleibol".

Nick Lashaway fue seleccionado para interpretar al chico malo del barrio: Marcus, un chico un tanto extravagante al que le gusta correr riesgos y que posee un hobby un poco llamativo y peculiar. "Él es quien domina en Tybee y siempre obtiene lo que quiere", señala Lashaway. "Es una suerte de vagabundo. Quizás bebe demasiado, se mete en problemas y nada le importa. Cuando Ronnie llega al pueblo, Marcus se siente atraído por ella, pero Ronnie no tiene ningún interés en él. Y eso a él no le gusta nada".

Cuando Nicholas Sparks creó el personaje, quiso que Marcus tuviera algún rasgo peculiar. Tras mirar varios videos de gente haciendo malabarismos con bolas de fuego en YouTube, Sparks decidió incorporar el deporte en el guión; lo que implicó que Lashaway debía aprender a hacerlo.

"Primero debí aprender a hacer malabares", cuenta Lashaway. "Estuve uno o dos meses practicando en Los Ángeles antes de que se iniciara el rodaje. Luego hice unas pruebas con unas bolas de fuego especiales: tenían un poquito de líquido combustible y la llama era manejable. Usamos guantes especiales empapados en retardador de fuego. Definitivamente sentí que estaba listo, pero la noche en la que rodamos la escena, las llamas eran verdaderamente altas. El fuego prácticamente no dejaba ver las bolas. Yo había planeado hacer todos estos malabares sofisticados, ¡pero lo más que pude hacer fue volver a atraparlas!"

Alentando los numeritos de Marcus y consintiendo su mal comportamiento se encuentra su novia Blaze, interpretada por Carly Chaikin. Cuando Ronnie llega a Tybee, Blaze cree que ha encontrado a su alma gemela en la rebelde adolescente. Pero con el tiempo descubre en Ronnie a una verdadera amiga, alguien que la apoya; aún cuando Blaze la traiciona.

"Blaze es una chica atormentada pero que posee un corazón de oro", señala Chaikin. "Y es la amistad de Ronnie la que la vuelve a conectar con su lado bueno. Blaze se halla en esta perniciosa relación con Marcus cuando Ronnie la conoce. Ella cree que es la única cosa que posee en el mundo y hará lo que sea para aferrarse a ella".

"Lo que adoro de este personaje es que, con la ayuda de Ronnie, Blaze logra encontrar el camino de vuelta", agrega Chaikin. "Ronnie es la única persona que la anima a cambiar y a tomar las decisiones correctas por sí misma y, finalmente, Blaze logra salir, y recuperar su fuerza y su coraje. Adoro el arco que atraviesa su personaje a lo largo de toda la película".


La isla de Tybee: Uno de los secretos mejor guardados de Georgia
Un tradicional centro de vacaciones provee el telón de fondo perfecto para la película

Los realizadores seleccionaron la diminuta isla de Tybee, frente a las costas de Georgia, para ambientar la película La última canción. Tybee ostenta cinco kilómetros de playas blancas y un tradicional muelle, así como también una serie de originales tiendas que ofrecen desde ropa de playa y cerveza hasta restaurantes temáticos, bares y pintorescas casitas de madera. Con una población que no llega a los 4.000 habitantes, su encanto sencillo y atmósfera relajada hacen de la isla un destino turístico ideal para los habitantes de la vecina ciudad de Savannah, así como también para los turistas de todo el mundo.

La directora Julie Anne Robinson se enamoró de Tybee a primera vista. "Es una comunidad tradicional, donde la gente deja las puertas de sus casas sin llave", señala. "Puedes caminar por donde quieras. Ya no es fácil encontrar sitios como éste. Posee una atmósfera única de exuberancia y riqueza que no he visto en ningún otro lugar. Tiene algo de isla tropical en cierto modo, algo que una chica como Ronnie acabará por hallar irresistible".

El diseñador de producción Nelson Coates y su equipo fueron los encargados de hallar una casa que encarnara la esencia de la isla de Tybee. "Conversamos mucho sobre el viaje emocional que atraviesan los personajes y cómo éste se vería reflejado en su entorno", señala Robinson. "Para la casa de Steve, deseábamos que tuviera el aspecto de una casa que ha sido descuidada; aunque no fue así cómo la encontramos, pero no había otro lugar como éste en toda la isla. La casa fue construida en 1911 y con los años se la agregaron ciertos detalles que son los que le han dado carácter. Pero se notaba que era una casa muy querida y cuidada, y nosotros deseábamos que no fuera tan así. De modo que intentamos envejecerla un poco y hacer que la pintura de las paredes pareciera estropeada tras tantos años de abandono".

Coates transformó tanto la fachada como el interior de la casa para que ésta reflejara el estado de ánimo de su propietario ficticio, pero también para permitir que el equipo de camarógrafos pudiera moverse con mayor comodidad. "Quería dar la idea de que esta casa lleva allí muchos, muchos años", declara Coates. "Tanto en la casa de Steve, como en el resto de la película, nos pareció importante transmitir la verdadera sensación de vivir en la playa, no recrear un idealizado centro de vacaciones. Es una casa cómoda pero que ha sufrido el desgaste del tiempo. Como se trata de una casa verdaderamente antigua, uno tiene una auténtica sensación de que allí han pasado los años. Era una casa muy simple y orgánica, con paredes de madera en lugar de yeso o empapeladas con bonitos diseños".

La fachada de la casa se había modernizado con marcos blancos, postigos negros y cortinas de vinilo. El equipo de producción suavizó y añejó su aspecto, añadió cortinas en el porche de entrada que le confirieron un aire más antiguo y además se podían cerrar o quitar para adaptarlas a las distintas posiciones de cámara. Para dejar lugar al taller de vitrales de Steve, el equipo trasladó parte de la sala de estar al porche, lo que además permitió al director ambientar algunas escenas más con la playa de fondo.

Algunas de las escenas más críticas de la película tienen lugar en una duna de arena que se encuentra fuera de la casa, donde Ronnie encuentra y cuida un nido lleno de huevos de tortugas marinas. "Había numerosas dunas alrededor, pero ninguna de ellas se ajustaba a nuestras necesidades" señala Coates. "Necesitábamos un lugar que estuviera cerca de la casa. Además, las dunas son áreas protegidas y nosotros debíamos tener cuidado de no alterarlas".

De modo que los realizadores obtuvieron permiso del Departamento de Recursos Naturales de Georgia para construir sus propias dunas. "Trajimos arena y plantas de sitios habilitados", describe Coates. "Replantamos algunas dunas que tenían muy poca vegetación y creamos nuestra duna "estelar" exactamente en el lugar que deseábamos, de modo que pudiéramos obtener vistas de la casa y del mar sin tener que invadir las áreas protegidas. El Departamento de Recursos Naturales se mostró tan satisfecho con nuestro trabajo, que nos permitió dejar las dunas y los arbustos en el lugar".

A unos kilómetros de distancia de la apacible casa de la playa de Steve, sobre la ruta, Coates diseñó un colorido y atestado centro donde tendría lugar el carnaval y el torneo de voleibol. Tybee misma ofreció un variopinto color local, dado que muchos restaurantes y tiendas del lugar establecieron barracas de venta de helados, conos de nieve y camisetas como telón de fondo.

A la hora de determinar la paleta de colores para los exteriores, Coates señala que quiso alejarse de los tonos que el público podría asociar con "Hannah Montana". "De modo que evitamos toda la gama de rosas, o colores eléctricos o neones. Empleamos mucho el naranja y el verde, y para el campeonato de voleibol añadimos un poco de azul. Colocamos luces y pancartas a lo largo del muelle para resaltar los hermosos atardeceres, dado que muchas de nuestras escenas tenían lugar en esa hora maravillosa".

Como ninguna de las iglesias de Tybee se ajustaba al tipo de construcción descrito en el guión —con su prominente vidriera de colores—, Coates y su equipo hallaron un rincón perfecto a unas cuadras de la playa donde erigir su propia iglesia. La intención, según Coates, era crear una iglesia que sirviera a la historia, pero que a la vez mantuviera el estilo del lugar.

"Queríamos que pareciera una típica iglesia de pueblo costero del sureste de los Estados Unidos", refiere. "La idea era combinar los elementos adecuados que ayudaran a contar la historia. Para asegurarme de que reflejara un sentido de historia, extraje muchas cosas de las iglesias de principio de siglo y añadí un letrero que indicaba que había sido construida en 1908. Tomé elementos de referencia de cerca de 35 estructuras de madera diferentes. No podíamos hacerla de ladrillo porque al final del rodaje, debíamos prenderla fuego y destruirla".

"Le añadimos unas ventanas góticas de gran sencillez que inmediatamente hicieron pensar en una iglesia y un revestimiento de tablillas irregulares que yo había visto en una pequeña iglesia de Carolina del Sur", agrega Coates. "El edificio se erigió sobre soportes de ladrillo, que es un método de construcción comúnmente empleado en zonas anegadizas del sur de los Estados Unidos".

El diseñador mantuvo el interior de la iglesia muy despojado, creando así un aspecto orgánico y sobrio. El vitral que se abre sobre el altar es el elemento visual fundamental. El diseño se inspiró en los grabados y xilografías que retratan el momento en que los ángeles corren la piedra que bloquea la entrada de la tumba de Jesús, subrayando así los temas de esperanza y resurrección que propone Sparks.

"Pasé cerca de 60 horas diseñando la ventana", cuenta Coates. "Luego debí resolver cómo lograr que me la fabricaran velozmente, dado que el vitral es una labor que requiere de mucho tiempo. Recurrí a una amiga que ya me había ayudado con esto anteriormente en Los Ángeles. Le hice una ampliación del dibujo en el tamaño real de la ventana y ella se encargó de comprar distintos vidrios. Luego me enviaba por correo electrónico fotografías de cómo filtraba la luz cada vidrio y elegimos las piezas que más nos gustaban. Hacer todo esto a la distancia supuso un verdadero desafío, en especial dado que uno de los procesos para realizar vitrales de rostros y manos es pintar con distintos colores y luego cocer cada uno en forma separada, de manera que, no importaba qué fuera lo que yo dibujaba sobre el papel, quedaba en manos del artista escoger los elementos de color para cada proceso de horneado".

Coates y su departamento de arte sólo disponían de 11 semanas para preparar la película, de modo que debieron diseñar, construir y completar la iglesia y la gran vidriera de colores a la velocidad de la luz.

"Teniendo todo en cuenta, la iglesia estuvo en pie en su primera versión semi-derruida por el fuego, cuatro semanas y media después de que comenzamos las obras", manifiesta. "La ventana la rodamos ocho semanas más tarde, luego de que su diseño estuviera terminado".

Para la fastuosa escena de la boda en la mansión Blakelee, el hogar de la familia de Will, los realizadores abandonaron Tybee y lograron obtener el prácticamente inaccesible permiso para rodar en el sitio histórico de Wormsloe, en las proximidades de Savannah. Al final de un extenso camino de grava bordeado de enormes robles centenarios tapizados de musgo español, se abre una magnífica residencia colonial construida por Noble Jones, uno de los primeros colones ingleses que se estableció en Georgia. Coates sólo debió añadir unos detalles sutiles a la decoración: como una fuente, un poco de verde, un piano y los adornos que exigía una boda de lujo.

El aspecto terroso y difuso que Coates desarrolló para la película influenció a su vez el diseño del vestuario. A medida que Ronnie se siente más cómoda en sus zapatos, su ropa también cambia. El estilo punk de la ciudad que trae al comienzo de la película deja paso a un guardarropa que concuerda con su nuevo punto de vista. "Julie Anne y yo definitivamente deseábamos que el vestuario reflejara los cambios operados en el personaje de Ronnie", señala Jennifer Gibgot. "Su apariencia dice mucho de cómo ha cambiado en su interior. Louise Frogley, nuestra diseñadora de vestuario, definitivamente logró plasmar eso en el guardarropa de Ronnie. Con el correr de la película, Ronnie pierde parte de su rudeza. A medida que se enamora de Will y comienza a perdonar a su padre, su ropa también se vuelve más delicada y femenina".

Robinson y el director de fotografía John Lindley en varias escenas utilizaron la luz suave de la tarde y del atardecer de Tybee. "John y yo queríamos dotar la imagen de un mayor naturalismo", señala Robinson. "Queríamos que las interpretaciones de los actores subrayaran esa cualidad universal de lo que sienten sus personajes. Para ello, intentamos emplear ángulos inesperados, y mantener la imagen lo más fresca y luminosa posible de modo que los actores no se sintieran confinados".

Robinson y Lindley se valieron extensamente de la grúa y de planos abiertos para fotografiar el colorido festival de la playa y el campeonato de voleibol, así como también las extensas playas de Tybee. La técnica también se utilizó para realzar la vulnerabilidad emocional de los personajes.

"A nivel artístico, deseábamos darle una escala que sirviera de contrapunto a los aspectos emocionales de la historia", señala el director. "Los grandes planos nos permitieron colocar a uno o dos personajes en el contexto de la escena de forma tal que el público pueda ver cómo se siente esa persona. Por ejemplo, hay una toma en la que Jonah acaba de recibir una mala noticia, y se encuentra en un primer plano de una toma muy abierta, y Ronnie y Will aparecen en el fondo de la escena. Uno tiene tan cerca el dolor de este niño. Alguien una vez dijo que uno debería poder contar la historia de la película con el sonido apagado, y eso fue lo que intenté hacer".

Uno de los aspectos más delicados para Robinson fue hallar la forma de dirigir a las crías de las tortugas bobas que juegan un papel tan importante en el renacimiento y redención de Ronnie. Ronnie pasa gran parte del verano protegiendo un nido de tortugas de la amenaza inminente de los mapaches, hasta que las crías nacen y emprenden su marcha hacia el mar. La idea original era añadir tortugas animadas por computadora en la etapa de post-producción, de modo que los realizadores y el reparto inicialmente rodaron esta secuencia valiéndose sólo de su imaginación y el asesoramiento del equipo de efectos visuales y de un experto en tortugas.

"Nos sentamos sobre la duna, más arriba de donde las tortugas debían nacer, pero allí no había nada", cuenta Bobby Coleman. "Debíamos imaginar dónde estarían y fingir que las perseguíamos cuidando de no aplastarlas. Yo tracé una línea imaginaria en mi mente hacia dónde debía dirigirme. ¡Pero luego trajeron las tortugas de verdad y eso sí que fue verdaderamente genial!"

Al final, el Departamento de Recursos Naturales de Georgia proveyó 26 crías de tortugas para el falso nido. Luego, en fila, las diminutas tortugas se arrastraron por la arena hasta llegar al agua e internarse en el mar.


La banda sonora de un verano inolvidable
Los temas más populares de Miley Cyrus, Maroon 5, The Ravonettes y One Republic

La banda sonora de La última canción presenta canciones de algunas de las estrellas musicales más populares de hoy en día, e incluye dos canciones originales interpretadas por Miley Cyrus: "When I Look At You", escrita y producida por el productor galardonado con un premio Grammy® John Shanks, y co-escrita por la compositora oriunda de Nashville Hillary Lindsey; además del tema "I Hope You Find It", escrito por Jeffrey Steele y Steven Robson.

La primera canción, que se ha convertido en el tema insignia de la película, originalmente había sido concebida como parte del próximo álbum de Miley Cyrus. "‘When I Look At You’ originalmente iba a formar parte de mi próximo disco, en el cual estaba trabajando mientras rodaba en Savannah", cuenta Cyrus. "Pero cuando nos dimos cuenta de lo bien que describía el tema de la película, llamamos a un compositor para que compusiera una pieza para piano de modo que yo pudiera tocarla en la película. El tema aparece en la escena en la que Ronnie le revela a Will que toca el piano. Fue perfecta para esa escena porque es una canción de amor, pero también habla de Dios, de la familia, del amor; y es un poco de lo que trata la película". El video musical del tema fue dirigido por Adam Shankman.


Datos divertidos
¿QUÉ FUE PRIMERO? – Con "LA ÚLTIMA CANCIÓN" Nicholas Sparks ha escrito por primera vez un guión antes de terminar la novela. El libro, la novela más larga de Sparks, debutó como número 1 en las listas de bestsellers tanto de USA Today como del New York Times.

¿QUÉ NOMBRE ELEGIMOS? – Sparks escribió el guión pensando en Miley Cyrus así que la dejó escoger el nombre de su personaje, "Ronnie".

EL CHICO DE OZ – El chico típico Norteamericano Will Blakelee lo encarna un rompecorazones Australiano. Liam Hemsworth es ya muy conocido en tierras Australianas por ser la estrella de las series televisivas "The Elephant Princess" (La princesa elefante) y "Neighbours," (Vecinos). Además es el menor de tres hermanos actores. Los mayores son Chris y Luke.

COMO PEZ EN EL AGUA –La escena en el acuario con Ronnie y Will se rodó en el acuario del estado de Georgia, en Atlanta, que alberga la mayor colección de criaturas marinas del mundo en tanques que contienen millones delitros de agua. Liam Hemsworth hizo un curso de submarinismo y se sacó la acreditación para el rodaje y los que aparecen en la piscina con los tiburones realmente son ellos: ¡Liam y Miley!

DE VUELTA AL COLE – Las clases de submarinismo de Liam Hemsworth no fueron las únicas experiencias educativas del rodaje. Miley Cyrus y Greg Kinnear interpretan a dos dotados pianistas concertistas, y nunca antes habían tocado las teclas de marfil. Bobby Coleman y Greg Kinnear estudiaron el arte de las vidrieras con un experto del pueblo para su proyecto "padre e hijo" y un ex jugador Olímpico de voleibol le dio unos cuantos consejos a los actores para sus escenas playeras.

NO FIRMAMOS AUTÓGRAFOS, GRACIAS – La escena en la que las tortugas bobas recién nacidas nadan hasta el mar es esencial y en un principio se iba a hacer con imágenes generadas por ordenador pero en el último momento, los cineastas decidieron utilizar tortugas de verdad. Las 24 tortuguitas recién nacidas han hecho su debut en el cine con "LA ÚLTIMA CANCIÓN" y llegaron al set gracias al Departamento de Recursos Naturas de Georgia y pudieron recorrer su camino hasta llegar al mar. Las tortugas, que nacieron midiendo cinco centímetros, crecerán hasta medir 91 centímetros y pesar 136 kilos.

"CUANDO TE MIRO" – Cuando los cineastas se dieron cuenta de que esta canción tenía todo el corazón y sentimiento que estaban buscando, ya estaba previsto que saliera al mercado. El productor de "LA ÚLTIMA CANCIÓN", Adam Shankman, dirigió el video musical de la canción, que se ha convertido en una parte central de la historia que cuenta el filme.

NIÑO ESTRELLA — Bobby Coleman tiene doce años y sus primeros pinitos en el cine fueron con la nominada al Oscar® Diane Lane en "…Y que le gusten los perros" con solo cinco años de edad. En su joven carrera ha trabajado con una distinguida lista de lumbreras de Hollywood entre los que se encuentran los ganadores del Oscar® Frances McDormand, Jennifer Aniston, Ray Liotta, Michael Keaton, Catherine Keener, Minnie Driver, Joan Cusack y John Cusack.

¿SERÁ ELLA? —Miley Cyrus sorprendió a los clientes del restaurante Stingray, (Pastinaca) de la Isla de Tybee al pasarse de cuando en cuando para darles una serenata acompañada de su guitarra acústica.

HOGAR DULCE HOGAR – "LA ÚLTIMA CANCIÓN" transcurre en el estado norteamericano de Carolina del Norte, patria chica de Nicholas Sparks, pero para el rodaje utilizaron en realidad la Isla Tybee cerca de Savannah, Georgia. Tybee significa "sal" en la lengua del pueblo indígena de los Euchee, y hay una gran salina en la parte occidental de la isla. Hace doscientos años Tybee era un lugar concurrido por los piratas, quienes se ocultaban allí antes de emprender su huída. Hoy en día es un próspero rincón vacacional con un pintoresco faro que en el momento de su construcción, en 1732, era la estructura más alta de América.

UNA CASA PARA RECORDAR –Los cineastas consiguieron usar una casa colonial construida por uno de los primeros colonos ingleses en Georgia para la mansión de los Blakelee.

¡QUÉ CALORAZO! – En algunas de las escenas de vóley la arena estaba tan caliente que los jugadores tuvieron que ponerse cinta protectora en las plantas de los pies.

EL MEJOR SOUVENIR — Greg Kinnear quedó tan impresionado por la belleza y artesanía de las vidrieras hechas para la película, que le encargó una al mismo artesano para llevársela a su casa.

VIEJOS AMIGOS – El productor de "LA ÚLTIMA CANCIÓN", Adam Shankman, dirigió en 2002 "Un paseo para recordar," basada en el bestseller de Nicholas Sparks y protagonizada por Shane West y Mandy Moore.

DIVERSIÓN FAMILIAR — Kelly Preston es amiga de la familia Cyrus y ella se sumó al reparto cuando Miley Cyrus le pidió personalmente que interpretara a la madre de Ronnie. Su hija, Ella, estaba encantada de que Kelly accediera a estar en la película ya que es una entusiasta fan de Cyrus.

ALMA MÁTER – Hace más de 25 años Nicholas Sparks y el co-guionista de "LA ÚLTIMA CANCIÓN" Jeff van Wie eran compañeros de piso en la Universidad de Notre Dame. Los dos estaban en el equipo de atletismo y desde entonces mantienen la amistad pero van Wie no tenía ni idea de que Sparks era un exitoso novelista hasta que se encontró en un aeropuerto con un viajero que estaba leyendo una novela escrita por su viejo amigo.