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Amor y otras drogas cartel reducidoAmor y otras drogas(Love and other drugs)
Dirigida por Edward Zwick
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Edward Zwick dirige, produce y colabora en el guión de esta original y realista historia de amor que se adentra en la naturaleza del amor y del sexo, en cómo el sexo y la lujuria derivan en amor y en cómo las personas tratan de comprender todo esto. "AMOR Y OTRAS DROGAS muestra a dos personas desesperadas por no comprometerse", dice Zwick. "Pero es tan potente su mutua atracción y la naturaleza del amor que logra vencer la resistencia de la pareja a profundizar en su relación. Jamie y Maggie simplemente no pueden evitar enamorarse a pesar de tratar de impedirlo con todas sus fuerzas. Se rinden ante algo más fuerte que su propia voluntad. Y esto resulta divertido de observar porque da lugar a situaciones muy cómicas y conmovedoras".

Evidentemente, este tipo de cuestiones encuentra eco en los dos protagonistas del filme. "AMOR Y OTRAS DROGAS trata sobre lo que implica dejarte llevar por el amor", dice Anne Hathaway. "Amar exige un gran esfuerzo y puede dar cierto miedo, ¡pero merece totalmente la pena!". Jake Gyllenhaal añade: "Es una comedia y una historia de amor sobre dos personas que huyen de las mismas cosas: intimidad, conexión y cariño, que son algunos de los sentimientos más difíciles de pedir a otro ser humano. Pero la película es primero y sobre todo una comedia; eso es lo que intentábamos mostrar en casi todas las escenas".

La temática de AMOR Y OTRAS DROGAS tiene cierto paralelismo con la primera película que dirigió Zwick, "Qué pasó anoche", un éxito de crítica y público que, como AMOR Y OTRAS DROGAS, muestra un romance realista y nada artificioso que empieza de una manera y luego se va transformando en algo totalmente inesperado. Entre una y otra película, Zwick ha dirigido varios dramas épicos cuya acción transcurre en lugares y épocas tan distintos como el Japón del siglo XIX ("El último samurai"), las minas de diamantes del África contemporánea ("Diamante de sangre") y los bosques de Europa del Este que cobijaban a los refugiados durante el Holocausto ("Resistencia"). Pero incluso pintando sobre unos lienzos tan vastos, Zwick se ha centrado siempre en los personajes y en sus relaciones.

En televisión, Zwick y su socio en las labores de producción y guión Marshall Herskovitz, que participa en el guión y la producción de AMOR Y OTRAS DROGAS, han ayudado a redefinir las historias a partir de los personajes. "Creo que mucha gente se había olvidado de que yo empecé profesionalmente contando historias de carácter íntimo, sobre todo en televisión, ya fuera con 'Treinta y tantos' o con 'Es mi vida'", afirma Zwick. "Como hacía mucho tiempo que no había desarrollado este lenguaje en el cine, cuando se me presentó esta oportunidad, me atrajo la idea. Me interesa lo que hay de épico en lo personal; a veces las pequeñas batallas se ganan luchando con estacas y son igual de importantes".

"Hay muchos motivos por los que Ed y yo nos sentimos atraídos por los proyectos", añade Herskovitz, "y la complejidad del tema es lo que nos interesa de un proyecto concreto. Queríamos hacer comedia desde hace mucho tiempo y sentíamos bastante curiosidad por el mundo de los representantes farmacéuticos y los aspectos un poco ridículos y casi absurdos de ese submundo. En AMOR Y OTRAS DROGAS vimos que había una relación muy interesante y realista entre dos personas que siempre han evitado el compromiso. Adviertes que quizás ninguno de los dos va a ser capaz de mantener una relación y, por lo tanto, les animas a ello".

El productor Scott Stuber señala que "la verdad de una buena historia de amor radica en cómo van evolucionando los personajes, y de eso trata realmente esta película. Versa sobre dos personas que tienen que saltar al precipicio que es el amor. Jamie tiene que madurar y Maggie necesita dejar que alguien la ame con todos sus defectos".

Otro antiguo colaborador de Zwick, el productor Pieter Jan Brugge, cuya primera colaboración con el director fue en "Tiempos de gloria", señala, "Ed es capaz de combinar diferentes matices con sorprendente facilidad y destreza, lo cual no es fácil. AMOR Y OTRAS DROGAS no es sólo una comedia romántica, un drama, una historia de amor o una sátira social. En la película hay muchos elementos distintos, y la habilidad de Ed para unir todos esos matices dentro de un perfecto conjunto demuestra su talento como director. Para conseguirlo, Ed necesitaba rodearse de excelentes colaboradores, principalmente dentro del reparto. Lo que diferencia a nuestros actores es su capacidad para interpretar en múltiples registros al mismo tiempo".

El mundo de ficción recreado en AMOR Y OTRAS DROGAS está basado en el libro Hard Sell: The Evolution of a Viagra Salesman, de Jamie Reidy (editado en 2005), donde un joven y arrogante vendedor de los laboratorios Pfizer cuenta su propia experiencia de cómo venció a la industria farmacéutica en su propio campo a finales de los años 90. Con la idea de adaptar el libro, Charles Randolph (que finalmente fue coguionista y productor de AMOR Y OTRAS DROGAS) se lo pasó a Scott Stuber en 2006. "Realmente fue lo primero que adquirí como productor", recuerda Stuber, que fue copresidente de producción en los estudios Universal. "Jamie contaba unas experiencias que me parecieron similares a las que cuentan películas como "Jerry Maguire", "Wall Street" o cualquier otra donde un joven va a trabajar con una idea concreta de lo que ese mundo le va a deparar y ese mundo acaba golpeándole. Es un tema realmente interesante".

Randolph recuerda que se sintió más atraído por Jamie Reidy y su entorno que por el propio libro. "Me interesaba Jamie como persona. Es alguien muy divertido e interesante. Quería que la historia de AMOR Y OTRAS DROGAS girara alrededor de su vida y de sus experiencias más que hacer una fiel adaptación de su libro".

"Charles quería que la adaptación cinematográfica fuera una historia de amor que transcurriera en el ámbito del mercado de productos farmacéuticos, lo que inspiró la creación del personaje de Maggie", explica Stuber. "La historia de Charles combinaba el relato de Jamie con lo que él inventó para Maggie, ya que su enfermedad [un Parkinson incipiente] la conduce hasta el mundo de Jamie".

Randolph realizó varios borradores del guión hasta que Stuber consideró que ya estaba listo para ser visto por los ojos de un director. Stuber estaba muy satisfecho no sólo porque Zwick estaba interesado en dirigir el proyecto, sino porque Herskovitz y él mismo tenían algunas buenas ideas sobre la historia y los personajes. "Ed y Marshall dotaron a los personajes de mayor consistencia, pero lo que supuso un verdadero avance fue combinar la experiencia vital y amorosa de Jamie, dando lugar a una historia completamente original. Ellos pusieron su voz para que Ed pudiera dirigir la película con su propio lenguaje".


Jake y Anne / Jamie y Maggie
"Creo que una de las satisfacciones de hacer lo que hago", confiesa Zwick, "es encontrar y trabajar con gente cuyo talento artístico sólo está empezando a aflorar; y pienso que eso se puede decir tanto del trabajo de Jake como del de Annie en AMOR Y OTRAS DROGAS. Yo me sentía como una ‘comadrona’ en ese momento, y simplemente dejé que pasara. Y ambos fueron no sólo extraordinariamente valientes y sinceros conmigo, sino también el uno con el otro".

Zwick dice que interpretar a Jamie y Maggie representa un paso importante para ambos actores. "En su interpretación de Jamie, Jake no es sólo romántico, atractivo y encantador, sino que también es extraordinariamente divertido. El sentido del humor de Jake no nos sorprende a los que le conocemos a nivel social, pero hasta ahora no habíamos tenido muchas oportunidades de verlo en una película. Jake posee excelentes condiciones para ser el protagonista de un filme y se siente extraordinariamente cómodo en ese papel, y eso es gracias a su madurez y experiencia. El trabajo de Jake en esta película nos permite observar cómo un joven se convierte en actor principal, y eso es algo muy emocionante de ver para un director y creo que para el público".

Zwick prosigue, "Anne lleva mucho tiempo asumiendo importantes riesgos a través de sus personajes en películas como 'La boda de Rachel' [por la que fue nominada al Oscar] o su trabajo en 'Shakespeare in the Park'. Maggie en AMOR Y OTRAS DROGAS es una más de las muchas y valientes elecciones que Anne toma continuamente. Incluso descubre otras facetas de su talento, asume mayor riesgo y amplía su horizonte profesional".

"Pienso que es un enorme placer ser testigo no sólo de este momento de su vida profesional sino también de la calidez que Jake y Anne transmiten en pantalla. Ambos actores habían trabajado juntos en "Brokeback Mountain", ya se conocían y sabían transmitirse auténtico cariño, confianza y seguridad, al igual que disfrute".

El personaje de Jamie interpretado por Gyllenhaal es la oveja negra de una acaudalada familia. Es el típico seductor, y habría sido perfectamente feliz yendo por la vida sin la responsabilidad que supone relacionarse con alguien… hasta que conoce a Maggie. "Jamie es inteligente pero un poco autodestructivo", dice el actor. "Está satisfecho con su vida, trabajando como representante de una droga revolucionaria –trabajo para el que está perfectamente dotado– y teniendo éxito constante en sus simulacros de relación amorosa. Es todo un experto en eso porque es un gran actor".

Pero el envoltorio de encanto y displicente seducción de Jamie empieza a resquebrajarse tras conocer a otro espíritu libre, Maggie, personaje interpretado por Hathaway. Maggie es una artista de la pintura que cada vez ve más difícil seguir con su trabajo porque padece una incipiente enfermedad de Parkinson, un desorden degenerativo del sistema nervioso que a menudo afecta a la movilidad y al habla de quien la sufre. "Cuando Maggie conoce a Jake, se encuentra en una fase transitoria de su vida", dice Hathaway. "No ha aceptado el reto al que se enfrenta y, lo que es más importante, no es capaz de aceptarse a sí misma".

Tanto Hathaway como el equipo de realización tuvieron en cuenta que las especiales circunstancias de Maggie determinaran su actitud y estuvieran siempre al servicio del personaje. La enfermedad de Maggie dota al personaje de una sorprendente riqueza e intensidad, especialmente en lo que atañe a su relación con Jamie, que se inicia de manera casual como un simple encuentro sexual y evoluciona hasta algo mucho más importante.

"Me gustaba lo intrépida que es Maggie en apariencia", dice Hathaway. "Me sentía conmovida por el desafío al que se enfrenta y por la imagen que ofrece al resto del mundo, como si fuera una imaginaria diosa del sexo que se siente bien con todos y cada uno de los aspectos de la vida. Pero en su interior hay dolor y esperanza, miedo y vulnerabilidad, y debajo de todo eso hay una persona maravillosa. Como actriz, sueñas con tener la oportunidad de explorar todas esos sentimientos".

Hathaway señala que su anterior colaboración con Gyllenhaal en "Brokeback Mountain" fue un elemento clave para trabajar juntos en AMOR Y OTRAS DROGAS. "En "Brokeback Mountain" nos dimos cuenta de que nos comprendíamos muy bien en escena y que sabíamos escucharnos. Algo que hemos profundizado en esta película".

La compenetración entre ambos actores fue un factor fundamental para llevar a cabo las desinhibidas escenas de amor de la película, que aportan tanto comedia como emoción a la relación de Jamie y Maggie. "Las situaciones de carácter íntimo y sexual pueden resultar muy divertidas", dice Zwick. "Creo que el público se sorprenderá al ver las atrevidas situaciones en las que descubrimos el humor. La química es algo muy difícil de definir y, como el amor y la atracción, es imprevisible; pero la reconoces cuando la ves. No se trata sólo de que Anne y Jake sean de por sí extraordinariamente divertidos, inteligentes y sensibles, y no digamos atractivos, sino que comparten también una cualidad que yo creo que quizás es más importante: ambos son enormemente valientes. Algunas escenas y algunas de las elecciones que yo les pedí exigen esa valentía, y cuanto más la observaba en ellos, más quería pedírsela".

En AMOR Y OTRAS DROGAS actúan también: Oliver Platt, que interpreta a Bruce Winston, el atribulado jefe de Jamie, desesperado por trasladarse a un territorio de ventas más productivas como Chicago; Hank Azaria, que interpreta al doctor Stan Knight, un médico poco ético que te prescribe una receta para cualquier cosa que padezcas; Josh Gad, que interpreta a Josh, el exitoso hermano menor de Jamie y su compañero de cuarto; y Gabriel Macht, que interpreta a Trey, un próspero representante de productos farmacéuticos cuya rivalidad con Jamie se acentúa por el hecho de haber mantenido una relación con Maggie anteriormente.

El jefe y mentor de Jamie, que interpreta Bruce Winston, "introduce a Jamie en el sector y le instruye al respecto", dice Platt."Bruce advierte inmediatamente que Jamie es extraordinariamente brillante, instintivo y competente, aunque no necesariamente de una forma ortodoxa, y empieza a considerar a Jamie como su pasaporte para lograr el puesto de ventas que codicia en Chicago".

El doctor Stan Knight, que interpreta Hank Azaria, es el principal objetivo comercial de Jamie. Azaria describe a Stan como "un exitoso médico de familia que está verdaderamente desencantado. Cuando empezó a ejercer era un tipo muy idealista que quería sobre todo ser buen medico y curar a la gente, pero, con el paso del tiempo, el sistema le ha doblegado, pues ve cincuenta pacientes al día, prescribe como un loco y básicamente se siente cómplice de los laboratorios farmacéuticos. En apariencia, todo le va estupendamente, pero Knight se ha convertido en un ser infeliz, vicioso, provocador y egocéntrico para quien lo mejor de ser médico es que puedes hacerte rico y echar polvos". Aunque el doctor Knight conoce a Jamie, e involuntariamente le presenta a Maggie, sólo consolidan su relación cuando el joven vendedor empieza a traficar con Viagra. "Para los hombres de mediana edad que quieren beber y corretear con muchas mujeres distintas no puede haber nada mejor que la Viagra", bromea Azaria.

Josh, el hermano de Jamie, juega un importante papel en la vida del protagonista. Josh Gad señala, "Jamie siempre fue la oveja negra, pero también el más popular; ¡claro, es Jake Gyllenhaal! Por lo tanto, cuando la mujer de Josh le echa de casa, acude a Jamie como si fuera un ciervo herido al que Jamie tiene que ayudar a recuperarse; el hermano mayor debe cuidar del hermano pequeño. Pero Josh exaspera a Jamie y le saca constantemente de sus casillas, estableciéndose entre ambos una rivalidad típica de hermanos. Fue muy divertido representar esa relación tan pintoresca".

Trey Hannigan, que interpreta Gabriel Macht, es el principal representante de ventas local de una firma y un producto rival. A Trey no le hace ninguna gracia que Jamie haya emergido como prometedora estrella de las grandes compañías farmacéuticas, ni tampoco la floreciente relación entre Jamie y Maggie, con quien Trey mantuvo recientemente una intensa relación amorosa. "Trey está casado y tiene dos hijos", señala Macht, "y aunque ahora ha vuelto al redil, sigue preocupándose mucho por la joven Maggie y siente que debe protegerla, pues cambió su vida".


El… aumento… de la gran industria farmacéutica
La acción de AMOR Y OTRAS DROGAS se sitúa a finales de los años 90, un momento, dice Zwick, "en el que la vida de la sociedad norteamericana cambió para siempre" porque, por primera vez, las drogas empezaron a comercializarse en anuncios de prensa y televisión. Las drogas ya se podían vender directamente a los consumidores. La primera posición en ventas y en registros publicitarios la logró una pequeña píldora azul llamada Viagra, un nuevo tratamiento para la disfunción eréctil. Viagra se convirtió en todo un fenómeno y en oro puro para la compañía que lo comercializaba y vendía, Pfizer, así como para las legiones de representantes comerciales que recorrían todo el país ensalzando sus virtudes. El éxito de ventas logrado por la Viagra fue el desencadenante de que Jamie destacara sobre el resto de representantes comerciales de las grandes compañías farmacéuticas.

"La comercialización de las drogas es algo normal en la actualidad, pero entonces supuso una auténtica revolución", sostiene Zwick. "Creo que ese fenómeno es una muestra de una tendencia cultural más profunda que se refleja en la historia de AMOR Y OTRAS DROGAS, donde un tipo reclama su parte de la mayor acumulación de riqueza de la historia moderna, y la manera que tiene de obtenerla es participando en algo que está sucediendo por primera vez en la cultura norteamericana: vender este tipo de drogas. Después, debido a su relación con Maggie, Jake profundiza en el mundo de la medicina y las drogas, y los diferentes hilos del relato se funden y se retroalimentan, espero".
Jamie Reidy, autor del material que dio origen a la película, conoce de primera mano las vanguardistas estrategias de márketing que utiliza la industria farmacéutica. Tras pasar un tiempo en el plató de AMOR Y OTRAS DROGAS, Reidy se quedó muy impresionado por el enfoque y la atención al detalle que había en el filme. "El diseño de producción de las oficinas de los laboratorios era exactamente igual, y Jake y Oliver parecían auténticos representantes de productos farmacéuticos", dice Reidy. "En un momento en que noté que algo no encajaba, como cuando Oliver iba con maletín a la oficina –alguien de la posición de Bruce nunca llevaría un maletín– se lo mencioné a Ed [Zwick], y a la toma siguiente el maletín ya no estaba".

Para ayudarle a preparar su papel, Reidy se reunió con Gyllenhaal varias veces antes de que la producción se iniciara. "Jake estuvo muy oportuno al pedirme consejo sobre cómo manejaría ciertas situaciones un representante de productos farmacéuticos", afirma Reidy. "Por ejemplo, Jake no entendía cómo un representante podía entrar en unas oficinas, acercarse a la recepcionista y, sin más, intentar dejar algunas muestras o hablar con algún médico. Le dije que era como cuando entras en un bar y te diriges a una mujer que no conoces. Hablamos sobre la inclinación del cuerpo, es decir, que cuando te aproximas a la recepción, no te limitas a estar de pie junto al mostrador, sino que te vas inclinando ligeramente, exactamente igual que lo harías cuando hablas con una mujer en un bar".

Mientras Gyllenhaal consultaba con Reidy, Anne Hathaway recibía asesoramiento de otra auténtica guerrera en la batalla de las drogas, Lucy Roucis, una actriz profesional con enfermedad de Parkinson (diagnosticada cuando ni siquiera había cumplido 30 años), que ahora trabaja en Denver con un grupo de teatro llamado PHAMALY (Physically Handicapped Actors and Musical Artists League, Inc., Asociación de Actores y Músicos con Discapacidad Física). En la película, Roucis interpreta a una actriz con Parkinson cuyo discurso en una convención de enfermos de Parkinson ayuda a Maggie a empezar a aceptar su situación.

A la hora de definir los personajes y su entorno, también fue importante el trabajo del director de fotografía Steven Fierberg, ASC, de la diseñadora de producción Patti Podesta y de la diseñadora de vestuario Deborah L. Scott. Podesta describe cómo "el loft de Maggie es todo lo contrario del mundo corporativo y aséptico en el que Jamie está sumergido. Es un gran espacio abierto dentro de una fábrica, con ventanas muy altas –complejas y enormes–, donde Maggie casi parece una okupa. Es un espacio de libertad que, sin embargo, es como un limbo porque, a medida que su enfermedad avance, no podrá vivir allí [sin ayuda]. Ed y yo hablamos mucho sobre las instalaciones médicas del filme, que serían algo frías y rectilíneas, en vez de acogedoras y con estructuras redondeadas, para que cuando llegáramos a la vivienda de Maggie fuera más evidente todo tipo de formas. A Jamie le atrae el hogar de Maggie, como le atrae todo lo que ella le ofrece, un mundo al que él nunca se ha abierto".

Mientras los profesionales trajes a medida de Jamie parecen casi un uniforme, la ropa de Maggie es más bien una inhibida expresión de su individualidad. "Maggie es una artista y una extravagante", dice Deborah L. Scott. "Te imaginas que ha ido recolectando cualquier tipo de prenda que haya podido encontrar a su gusto; no tiene mucho dinero. Muchas de sus cosas provienen de tiendas de segunda mano y algunas son moda vintage, incluso alguna ropa es de mi propio armario. Es divertido vestir a Maggie porque no tienes límite como en el caso de Jamie. Ella no es alguien cuyo vestuario puedes crear sobre el papel. Resulta verdaderamente difícil no excederte con un personaje tan estrafalario como éste. En un principio sondeamos la posibilidad de que Maggie tuviera el pelo corto teñido de azul, pero Anne es tan bella que decidimos casi desde el principio que tenía que estar preciosa".

Scott señala además que reforzar la imagen de Jamie con el típico y pulcro traje a medida responde a una fórmula ya establecida para los representantes de productos farmacéuticos. "Pero Jamie es un personaje muy complejo que sufre una sutil transformación a lo largo de la película", afirma Scott. "Al principio le resulta un poco indiferente su forma de vestir, luego, poco a poco, se embute en el uniforme de representante farmacéutico y después evoluciona hasta lo que considera que su propio estilo, antes de percatarse de que él no es así realmente".

AMOR Y OTRAS DROGAS se rodó en su totalidad en Pittsburg, Pensilvania, y sus alrededores, en otoño de 2009. La primera semana de rodaje coincidió, sin ningún incidente, con la reunión del G-20 que auspiciaba el presidente Obama. Durante las últimas dos décadas, tras el colapso de la industria siderúrgica, la ciudad se ha reinventado completamente. Pittsburgh es actualmente la capital de la industria médica de Estados Unidos, contando con vigorosas compañías de investigación biotécnica, importantes universidades y unos recursos impresionantes. Brugge indica: "Yo había trabajado antes en esta ciudad, cuando produje y dirigí la película "La sombra de un secuestro", y me había gustado mucho Pittsburgh y la fantástica ética de trabajo de sus gentes. Pudimos trabajar absolutamente con los departamentos técnicos de la localidad: construcción, grúas de cámara, electricidad; aportamos muy pocas personas para realizar AMOR Y OTRAS DROGAS".

Tras realizar la fotografía principal en Pittsburgh, Zwick y su equipo de post-producción trabajaron durante meses antes de preparar la película para su preestreno y proyección inicial. El resultado respondió o incluso superó las expectativas de todo el mundo, incluyendo las del director, coguionista y productor del filme: "Lo que me resulta más satisfactorio es la identificación del público con la película", dice Zwick. "Ven algo de sí mismos en la relación que mantienen Jamie y Maggie, que describe algo que la gente tiene o quiere tener, o algo que alguna vez ha tenido y ha perdido. Cuando cuentas una historia tan personal, esa clase de respuesta es extraordinariamente gratificante".