Cinemanía > Películas > Sherlock Holmes: Juego de sombras > Comentario
Destacado: Ryan Gosling protagoniza junto a Emily Blunt 'El especialista'
Sherlock Holmes: Juego de sombras cartel reducidoSherlock Holmes: Juego de sombras(Sherlock Holmes: A game of shadows)
Dirigida por Guy Ritchie
¿Qué te parece la película?

"Sherlock Holmes: Juego de sombras" ha sido escrita por Michele Mulroney y Kieran Mulroney. Sherlock Holmes y el doctor Watson fueron creados por el fallecido Arthur Conan Doyle, y aparecen en sus relatos y novelas.

El cineasta Guy Ritchie colabora una vez más con el equipo técnico de la primea entrega, incluido el director de fotografía Philippe Rousselot, la diseñadora de producción Sarah Greenwood, el editor James Herbert, la diseñadora de vestuario Jenny Beavan y el compositor Hans Zimmer.


"Caso reabierto…"


Estas dos palabras al final de la entrega de "Sherlock Holmes", de 2009, prometían al público más aventuras en el futuro. Ahora, "Sherlock Holmes: Juego de sombras", fiel a esa promesa, nos devuelve al mítico detective a la gran pantalla en un misterio repleto de acción que reúne al elenco y al equipo responsables de ese gran éxito mundial.

El director Guy Ritchie lo explica así: "Estaba deseoso de volver al mundo de Sherlock Holmes porque la experiencia con la primera película fue muy positiva, tanto en lo personal como en lo creativo. Había multitud de posibles historias para recuperar al personaje porque plantea muchas facetas interesantes. Sus idiosincrasias prácticamente trascienden cualquier descripción, y por eso quería tener la oportunidad de explorarlo en mayor profundidad, y dar al mismo tiempo al público algo que no hubiera visto antes".

El "Sherlock Holmes" de Ritchie ha redefinido al icónico personaje de Sir Arthur Conan Doyle para una nueva generación, y ha sido Robert Downey Jr. quien ha creado su propia encarnación única del papel, junto con el amigo, socio y en ocasiones complemento de Holmes, el doctor Watson, al que da vida Jude Law.

El productor Joel Silver afirma: "La dinámica entre Robert y Jude era mágica, como la de Holmes y Watson, y esta película nos dio la oportunidad de subir un nivel más. En la primera cinta, le dimos al público tiempo para conocer las debilidades de los personajes. En ésta, puesto que ya habíamos sentado las bases, pudimos pasar directamente a la acción, y todo ha sido más grande, más divertido y más explosivo en el más amplio sentido de estas palabras".

"Lo primero y más importante", añade Robert Downey Jr., "es que queríamos mantener el tono visceral que aporta la original visión de Guy, y presentar al mismo tiempo a Holmes con un caso aún más difícil, un caso que pusiera a prueba sus considerables destrezas".

Y el reto procede de la amenaza que supone un temible enemigo cuyo nombre resultará familiar a todo el que tenga unos mínimos conocimientos acerca del universo de Sherlock Holmes: el profesor James Moriarty.

"Necesitábamos un misterio que subiera el listón a Holmes, así que lo enfrentamos a su enemigo más famoso", señala la productora Susan Downey. "Al final de la primera película, Sherlock conoce fugazmente a Moriarty de la mano de Irene Adler. En este intervalo de tiempo, se ha obsesionado realmente con lo que tiene en mente Moriarty y apenas ha llegado a vislumbrar el alcance de su plan".

El productor Lionel Wigram comenta: "Moriarty es la máxima mente maestra del crimen a escala mundial. Es un genio – aunque sea del mal – y, puesto que es tan brillante, Holmes puede haber encontrado a un enemigo a su altura".

Ritchie lo enfatiza: "Puesto que ambos están intelectualmente al mismo nivel en cierto sentido, existe como una especie de juego que los estimula a ambos. De esta forma, se necesitan el uno al otro, y esa idea es fiel a los libros. Holmes necesita a Moriarty tanto como Moriarty necesita a Holmes".

Para escribir el guión, los productores contaron con el matrimonio Kieran y Michele Mulroney, y es que ésta última estaba especialmente familiarizada con el material original. Lo explica así: "Puesto que me críe en Inglaterra, recuerdo haber leído y haber quedado maravillada por la forma extraña y maravillosa en que funcionaba la mente de Holmes. Fue un placer revisitar los relatos originales y seguir maravillándome con la inventiva y lo intrincado de los misterios de Arthur Conan Doyle".

De hecho, los verdaderos amantes de Sherlock Holmes se darán cuenta de que en esta producción se ha rendido tributo al autor al incorporar parte del lenguaje de Conan Doyle en los diálogos.

Los guionistas también se mostraron dispuestos a hacer justicia al malo de la historia, además de a sus héroes. "Teníamos claro que independientemente de en qué consistiera el plan que Moriarty tuviera en mente, tenía que parecer insuperable", confirma Kieran Mulroney. "Las apuestas tenían que estar a la altura de la sed de mal del profesor, que, evidentemente, es enorme. Nuestro objetivo consistía en empujar a Holmes y Watson hasta el límite en la persecución de este hombre… para poner a prueba su relación incluso más que en la película anterior".

"Me encantó que la conexión entre Holmes y Watson, tal y como la habíamos desarrollado, seguía constituyendo en gran medida el alma de la historia", comenta Jude Law, quien vuelve a dar vida a Watson.

El productor Dan Lin, que ya había trabajado con los Mulroney antes, señala: "El guión de Kieran y Michele explora la evolución de la relación entre Holmes y Watson después de la primera película, cuando Sherlock está preparado para su próximo caso y Watson se ha comprometido con Mary y tiene en mente sentar la cabeza y abandonar la vida de detective privado. ¿Qué implica esto para su futuro? ¿Y cómo se las arreglará el mundo sin ellos, especialmente cuando el peor archienemigo de Holmes, el profesor Moriarty, anda suelto?"

Aparte de Moriarty, "Sherlock Holmes: Juego de sombras" presenta al público moderno otro personaje de sobra conocido por los lectores de los relatos originales: el hermano mayor y mucho más mundano de Sherlock, Mycroft Holmes, interpretado por Stephen Fry. La Irene Adler de Rachel McAdams también regresa para tentar y atormentar a Sherlock, mientras que una nueva mujer que se incorpora al grupo, una gitana llamada Sim a la que da vida la actriz sueca Noomi Rapace, podría aportar el vínculo con la última pieza del puzzle, necesaria para completar el siniestro complot de Moriarty.

A medida que se va desvelando la verdadera dimensión de la conspiración de Moriarty, también crece el ámbito de acción superando los límites de Londres y trasladándonos a Francia, Alemania y Suiza. Ritchie afirma: "Nuestra narrativa nos permitía desplegar nuestras alas por toda Europa y ampliar la topografía y el paisaje de la historia".

Wigram comenta: "También nos permitió dar un toque diferente al conjunto que encaja a la perfección con lo que ocurría a finales del siglo XIX, en términos políticos, económicos y, especialmente, industriales. Era el principio de la era moderna, donde vemos las semillas del conglomerado militar-industrial, con armas mucho más grandes y potentes y unas municiones mucho más eficientes".

Con un mundo cambiante como telón de fondo, el peligro acecha por todas partes. Sin embargo, para alguien que sepa moverse, también supone una tremenda oportunidad para conseguir poder y riqueza. Sólo Sherlock Holmes ha sido capaz de deducir que el profesor James Moriarty está tramando algo… y que sólo es cuestión de tiempo que todo se descubra.


"Ésta es nuestra última aventura, Watson. Quiero aprovecharla al máximo".


El personaje que da título a la historia, interpretado por Robert Downey Jr. en "Sherlock Holmes", desafió todas las normas. Atrás quedaron la emblemática gorra de cazador, la pipa y la elegante flema británica, sustituida por un camorrista callejero y aficionado a las peleas cuya superioridad física está al mismo nivel que su mente privilegiada y sus poderes de percepción fuera de lo común.

Ritchie comenta: "Una de las cosas más importantes en la primera película era alejarnos de la impresión más rancia, por así decirlo, del personaje que creo que todo el mundo esperaba. Respetando la creación original de Conan Doyle, quisimos acceder al aspecto más físico de Holmes, transmitiendo al mismo tiempo su inteligencia y su ingenio, y Robert le aportó todo eso y mucho más a la fórmula. Añadió muchos pequeños matices al papel. Ahora me resulta imposible imaginarme a cualquier otra persona como Sherlock Holmes".

Downey dice, a su vez: "Me encanta trabajar con Guy; se trata de un proceso que supone mucha colaboración y tiene un sentido del humor increíble que se deja sentir. Uno de los elementos de esta cinta consistía en el redescubrimiento total de Sherlock Holmes una vez más. Queríamos mantener el sentido de la diversión pero con aún más seriedad".

"Robert sabe cómo meterse en la mente del personaje para que resulte divertido y excéntrico y, al mismo tiempo, absolutamente creíble como el detective más famoso de todos los tiempos. Es fantástico verle", recuerda Silver.

En el tiempo que ha transcurrido desde la primera película, Holmes ha estado dedicado a una misión singular, movido por la revelación de que, aunque hubiera vencido al malvado Lord Blackwood, se había olvidado de alguien que representaba una amenaza aún mayor. Amparado en el secretismo, el profesor Moriarty había estado esperando pacientemente a aprovecharse del trabajo de Blackwood.

Downey lo explica así: "Meses más tarde, vemos las secuelas de la obsesión de Holmes por Moriarty, hasta el punto de que está claramente 'perdiendo la chaveta'. Se ha concentrado absolutamente en él, dejando a un lado todo lo demás, incluida, posiblemente, su propia salud mental", comenta divertido el actor.

Ése es el estado en el que el doctor Watson descubre a su viejo amigo cuando regresa a Baker Street en vísperas de su boda con Mary. Jude Law comenta: "Watson llega deseoso de disfrutar de la despedida de soltero que supuestamente le ha organizado su padrino. En lugar de ello, se da cuenta de que tiene motivos para preocuparse por el comportamiento obsesivo de Holmes hacia el profesor Moriarty. No creo que dude de que Holmes está bien, y en cierta medida en él subsiste ese sentido de la responsabilidad que hace que se sienta obligado a colaborar para que triunfe la justicia. Pero sospecha que esto le llevará al dilema al que siempre se enfrenta: una vida segura con su esposa o la emoción de la persecución. Sin duda ha pasado momentos muy buenos durante sus casos con Holmes y quiere que su amigo se recupere, así que siempre termina del lado de los desvalidos".

Ritchie sugiere: "A todos nos encantaría tener la genialidad de Sherlock Holmes, aunque es mucho más fácil empatizar con Watson. Puesto que es médico, es un intelectual por derecho propio pero, en cierta medida, Watson es un hombre del montón que se siente atraído por la vida de acción y Holmes es su vía de escape hacia esa vida. Hacen una pareja perfecta, y ése es el motor que impulsa estas historias".

La química entre Holmes y Watson se repite también fuera de los focos en la relación que mantienen los dos actores que interpretan a estos personajes. Downey afirma: "Siento por Jude lo mismo que Sherlock por John: le quiero como un hermano. No podría pedir un compañero mejor".

"Desarrollar la interacción entre Holmes y Watson fue una de las partes más gratificantes de la película anterior y, desde el primer momento, Robert y yo la recuperamos al momento", recuerda Law. "Esta vez teníamos la ventaja de que ya conocíamos realmente a los personajes, y de que las bases de su relación ya se habían sentado en la primera película, por lo que esta vez pudimos abandonarnos a nuestro instinto y llevar las cosas un poco más al límite".

Michele Mulroney comenta que la familiaridad de los actores con sus personajes hacía vital su aportación. "Robert y Jude viven y respiran estos dos personajes y comprenden exactamente lo que funciona con ellos. No se daba por bueno ningún diálogo si ellos no lo consideraban pertinente. Fue valiosísimo contar con ambos como los encargados de poner voz a Holmes y Watson".

"Robert y Jude son dos actores con un talento excepcional a los que les encanta lo que hacen, y que son también buenos amigos", añade Ritchie. "Estos ingredientes aportaron mucha energía al rodaje y nos hizo el trabajo mucho más fácil a todos".


"Ese hombre sin rostro al que te enfrentas no es un criminal cualquiera. Es el Napoleón del crimen".


De todas formas, Watson no se ve enfrentado a la decisión de unirse de nuevo o no a Holmes. Moriarty decide por él, ya que los elije a él y a su amada Mary como daños colaterales en su lucha contra el detective.

Jared Harris interpreta el papel del hombre al que describe como "quizás el primer supervillano de la literatura moderna, lo que da bastante miedo. Tiene que funcionar a un nivel que justifique la buena opinión que Holmes tiene de él en términos de la magnitud de la amenaza que supone. Hay que pensar que es tan inteligente como Holmes – quizás más – como un maestro del ajedrez capaz de estar adelantando en su cabeza varias jugadas con respecto a su rival. Pero lo cierto es que es un enfermo sociópata… lo que hace que sea un personaje muy divertido de interpretar", comenta.

Al elegir al actor que daría vida a uno de los personajes más malvados que se hayan imaginado nunca, el equipo de producción tuvo que tener en cuenta el hecho de que el mundo percibía a Moriarty como un profesor de matemáticas brillante pero benévolo más admirado que temido. Ritchie lo explica así: "Queríamos preservar la idea de que Conan Doyle quería que fuera el villano menos probable que se pudiera imaginar. Es su desmedida ambición lo que lo diferencia del resto. Jared era el hombre adecuado para este trabajo".

Wigram afirma: "Jared interpreta a Moriarty con una maravillosa combinación de encanto y amenaza. Puede que parezca muy comedido y amable, pero también hay un brillo maligno en su mirada, y él transmite las distintas facetas de Moriarty: un respetado profesor de universidad y amigo de los ricos y poderosos y la diabólica mente maestra detrás de una vasta empresa criminal, consciente de cómo la industrialización está cambiando el panorama y que lo aprovecha en su beneficio propio como nadie más podría imaginar. Ésa es su genialidad".

"Sólo Holmes comprende el alcance y la complejidad de los planes de Moriarty", afirma Ritchie. "Él es quien debe transmitírselo a Watson y, a través de él, al público".

El propio Holmes podría no haber sido consciente de los planes de Moriarty hasta que fuera demasiado tarde de no ser por Irene Adler, quien, como vimos en "Sherlock Holmes", trabaja para el profesor. Le ha revelado su identidad a Sherlock, advirtiendo irónicamente al detective que no lo subestime y colocándose al mismo tiempo directamente entre estos dos poderosos adversarios a punto de chocar entre sí.

Susan Downey comenta: "Irene es la única mujer que ha vencido a Holmes, la única que puede con él. Tienen una relación muy inflamable que no pasa desapercibida a Moriarty y que resulta peligrosa para ambos".

De nuevo en su papel de la calculadora "femme fatale", Rachel McAdams explica: "La relación de Irene con Sherlock puede ser bastante divertida – una especie de juego del gato y el ratón para ver quién admite sus verdaderos sentimientos primero – pero también tiene dramatismo e intriga, puesto que nunca sabes qué se está guardando debajo de la manga. Fue divertido trabajar con Guy y Robert para encontrar el tono correcto en su relación de amor/odio... como en una coreografía".

Actuando como mensajera de Moriarty, Irene le da inadvertidamente otra pista a Sherlock: una carta dirigida a una misteriosa adivina gitana llamada Sim y que se convierte en lo que Downey denomina "la clave para resolver el caso".

El papel de Sim supone su primer trabajo en lengua inglesa para Noomi Rapace, quien llamó la atención del director en la película sueca de 2009 "Los hombres que no amaban a las mujeres". Ritchie lo confirma: "Éramos grandes fans suyos, y cuando nos reunimos con ella, ya tenía muchas ideas para el personaje. Me ha encantado trabajar con Noomi porque es valiente e inteligente, y estaba totalmente comprometida, cualidades todas ellas que buscábamos en Sim".

Rapace comenta que el estilo de vida nómada de los gitanos y las actitudes de aquellos tiempos son lo que ha endurecido a Sim. "Siempre está moviéndose de un lugar para otro y, vaya donde vaya, no le tratan bien, así que ha tenido que aprender a defenderse. Su pueblo está acostumbrado a sobrevivir en circunstancias extremas y a vivir apartado, normalmente en lugares en los que no son bien recibidos. Sim ha conocido el lado más oscuro de la humanidad y, en ese sentido, tiene algo en común con Holmes".

La actriz también podría compartir algo más con su personaje. "Mi padre era un cantaor de flamenco español y siempre me dijeron que tenía sangre gitana", confiesa. "No estoy segura de si es verdad o no, pero siempre me ha interesado la cultura gitana e interpretar a Sim me han dado una oportunidad fantástica para explorar esa faceta: la forma en que viven y aman y su fuerte sentido de la familia y la lealtad. Guy me dio mucha libertad para desarrollar el personaje, y se lo agradecí mucho".

"Noomi es increíble… no es sólo una actriz maravillosa, sino también una persona estupenda", comenta Silver. "En la mayor parte de la película está acompañada de Robert y Jude, y lo único que tuve que hacer es dejarla trabajar libremente a su lado, es realmente increíble".

La críptica carta que lleva a Sherlock Holmes hasta Sim es de su hermano, René. Años antes, Sim y René se habían unido a un grupo de anarquistas denominado el "Lapin Vert". Cuando el grupo se radicalizó en exceso, Sim y su hermano abandonaron la causa, pero, por motivos desconocidos, René ha dado marcha atrás y se ha convertido en un peón dentro del juego mortal de Moriarty. Sim acepta ayudar a Holmes y Watson para tratar de salvar a su hermano.

Holmes ve por primera vez a Sim en un club de caballeros al que ha llevado a Watson y a su hermano mayor, Mycroft Holmes, con el pretexto de celebrar la despedida de soltero de Watson.

Mycroft Holmes, que ocupa un puesto indeterminado pero aparentemente de alto nivel en el gobierno británico, es interpretado por el popular actor y cómico británico Stephen Fry. Nos comenta: "Sherlock Holmes fue uno de mis primeros amores literarios. Fui miembro de la Sherlock Holmes Society de Londres y era, creo, el miembro más joven por aquel entonces. Cuando me llamaron para hablarme de Mycroft, me sentí encantado; no podría haber aceptado más rápido ni con más entusiasmo".

"Lo maravilloso de Sherlock Holmes", prosigue Fry, "es que posee cualidades particulares que perduran cada vez que una nueva generación lo redescubre. Cuando vi la primera entrega de 'Sherlock Holmes’ dirigida por Guy con Robert y Jude, pensé que era algo de nuestro tiempo. Tenía una combinación de acción y humor y todo lo que ejemplifica las mejores encarnaciones del personaje. Ha sido un placer trabajar con ellos en esta película. Guy es un director increíble: agudo como pocos, constantemente curioso, que sabe lo que quiere y cómo hacer divertido el ambiente en el rodaje".

"Stephen Fry es considerado una leyenda nacional en Inglaterra, y si pasas un tiempo con él, comprendes por qué", afirma Susan Downey. "No sólo es un actor extraordinario, también es una de las personas más cultas y preparadas que haya conocido nunca. Es una enciclopedia andante. Siempre que teníamos una pregunta, ya fuera sobre historia o sobre Holmes, recurríamos a Stephen porque sabíamos que siempre tendría la respuesta exacta".

Como verdadero aficionado, Fry llegó al papel de Mycroft conociendo a la perfección todas sus idiosincrasias. "Me encanta la idea de que Sherlock Holmes tenga un hermano que es más inteligente que él, pero que es un vago redomado y desconsiderado con los demás. Mycroft es un completo misántropo. Es co-fundador de un club, denominado el Club Diógenes, en el que no se permite hablar. Cuando está con Sherlock, inmediatamente tratan de superarse el uno al otro, y Watson se ve atrapado en medio de estos dos supercerebros embarcados en una batalla de ingenio", recuerda divertido.

La nueva novia de Watson, Mary, se muestra sorprendida e incluso horrorizada en cierta medida cuando descubre que existe otro Holmes al quedar con bastantes pocas contemplaciones al cuidado de Mycroft después de que Sherlock le deje sin su luna de miel.

De nuevo en su papel de Mary Morstan, ahora la señora Watson, encontramos a Kelly Reilly, de la que Susan Downey dice que tiene "un talento salvaje". Añade: "Estábamos encantados de volver a contar con Mary en esta película, tanto en escenas de acción como de comedia, porque nos daba la oportunidad de mostrar distintas facetas de Kelly como actriz y de Mary como personaje".

A propósito de su papel, Reilly señala: "Mary sabe que John le ama, pero también que está dividido entre llevar una vida tranquila con ella o una existencia repleta de aventuras con Sherlock Holmes. Y creo que disfruta esos momentos más de lo que ella misma está dispuesta admitir".

El reparto de "Sherlock Holmes: Juego de sombras" se completa con Paul Anderson como la mano derecha de Moriarty, el coronel Sebastian Moran, famoso por ser el mejor tirador de Europa, y Thierry Neuvic como Claude Ravache, el líder de "Lapin Vert", quien comete el error de aliarse con Moriarty, con unas trágicas consecuencias.


"Mi querido amigo, si me acompaña hasta el final, no le volveré a pedir que me ayude".


Holmes lleva un tiempo persiguiendo a Moriarty cuando se reencuentra con el doctor Watson. En su última noche de soltero, Watson llega al 221B de Baker Street, cuyo exterior se construyó en los estudios Leavesden. Watson espera la tradicional despedida de soltero, pero sabe que la tradición no es el punto fuerte de su amigo. En lugar de ello, cuando abre la puerta, se encuentra con una verdadera selva urbana, y es que el salón está repleto de árboles y plantas habitados por una "troupe" de animales exóticos.

La erupción de esa flora y fauna que ha ocupado el apartamento de Baker Street es creación de la diseñadora de producción Sarah Greenwood y su equipo en las instalaciones de los estudios Elstree. Comenta: "Lo mejor es que podíamos usar cualquier variedad de planta porque Holmes las ha importado de todas partes para probar distintos venenos y fórmulas medicinales. Sin embargo, el conjunto reúne ciertas cualidades estética, aunque Holmes no haga nada por motivos estéticos, y es que todo tiene que servir a un fin".

La espesa vegetación se dispuso sobre los muebles, libros, documentos, experimentos y otros elementos hasta el punto de que "daba la sensación de que no cabía nada más", comenta Greenwood. "Empezamos a preguntarnos cómo íbamos a lograr introducir una cámara para rodar, pero de algún modo lo logramos".

Oculto entre el follaje, resulta imposible distinguir a Holmes, ya que está vestido con su propio traje de de camuflaje de la cabeza a los pies. La diseñadora de vestuario Jenny Beavan afirma: "Sherlock lleva más disfraces en esta película, lo que resulta complicado a la par que divertido. Aparte de eso, básicamente nos mantuvimos fieles a la idea de que el fondo de armario Holmes es bastante ecléctico, una combinación de prendas que no terminan de combinar. Por el contrario, Watson siempre está bien vestido, como corresponde a un antiguo militar. Incluso como civil, su gusto recuerda a su viejo uniforme".

Holmes también se ha apropiado del viejo despacho de Watson, transformándolo en un intrincado sistema de seguimiento "de baja tecnología" – la manifestación física de su obsesión por Moriarty – en el que sigue el desarrollo del plan de éste. Las cintas rojas van de los titulares de los periódicos a los mapas u otras pistas varias, conformado una compleja tela de araña de conspiraciones y asesinatos... y todos y cada uno de los hilos llevan inevitablemente de vuelta al profesor.

Al salir del apartamento, Holmes y Watson viajan con estilo, con Watson al volante de uno de los primeros vehículos sin caballos. Este automóvil, fruto de las investigaciones y el diseño de Greenwood, fue construido por el equipo de efectos especiales comandado por Mark Holt.

Poniendo su sello en otro modo de transporte popular de la época, Greenwood diseñó un opulento vagón de tren victoriano en el que unos Watson recién casados tenían previsto comenzar su luna de miel, ajenos a los planes que están a punto de hacerles descarrillar.

Greenwood comenta: "Uno de los aspectos que sólo se mencionaba de pasada en la entrega anterior y que queríamos explorar en mayor profundidad en ésta era la floreciente industria, que afectaba a todos los niveles de la sociedad. Todo el mundo estaba sufriendo enormes cambios".

A punto de cerrar el siglo XIX, las lámparas de aceite rápidamente cedieron paso a la luz eléctrica y la aparición de algunos tempranos aparatos de iluminación resultó sorprendentemente útil para el director de fotografía Philippe Rousselot. Lo explica así: "Solían usar esas arcadas gigantes para iluminar las ciudades y que en realidad se parecen bastante a las grandes luces que empleamos en el cine actual. Así que no tuvimos que ocultar ninguno de nuestros elementos de iluminación ya que mantenían el rigor histórico, lo que puede resultar muy cómodo cuando estás preparando una toma".

Como hicieron en "Sherlock Holmes", Rousselot y Guy Ritchie utilizaron una cámara digital de alta velocidad llamada Phantom, que permitía al director modificar la velocidad de la acción de formas diferentes. Ritchie utilizó la Phantom para crear lo que apodaron como la "Holmes-visión", reveladora de los rapidísimos cálculos mentales de Holmes cuando está a punto de producirse algún encontronazo físico.

Sin embargo, Ritchie lo aclara: "No me gusta repetirme, por lo que introduje una variación en la 'Holmes-visión’ en este film. Esta vez las cosas no funcionan necesariamente tal y como prevé Holmes, por lo que tiene que ajustar su forma de pensar".

El director añade que modificaron ligeramente la técnica en la confrontación cumbre entre los dos grandes protagonistas de la película, reflejando la estrategia de Holmes y la contraestrategia de Moriarty. Ritchie comenta; "Nos dio la oportunidad prefecta de transmitir que tanto Holmes como Moriarty funcionan al mismo nivel intelectual. Pero Sherlock Holmes sigue siendo un personaje muy físico".

Eric Oram, que lleva años entrenando a Robert Downey Jr. en la disciplina marcial del Wing Chun Kung Fu, volvió a trabajar con el actor como ya hizo en "Sherlock Holmes" para lograr el intuitivo estilo de lucha del personaje.

El coordinador de especialistas Franklin Henson comenta: "Robert siempre está dispuesto a rodar sus propias escenas y es muy bueno. También fue muy útil contar con Eric, ya que conoce la dinámica a la que está acostumbrado Robert".

Henson coreografió un estilo pugilístico más tradicional para Moriarty dado que había sido campeón de boxeo en Cambridge. Jared Harris también rodó sus propias escenas de lucha que demuestran que el profesor es un rival a la altura del detective, tanto en lo físico como en lo intelectual. Ritchie afirma que: "Moriarty tiene el aspecto de un académico, pero ya sabemos que las apariencias engañan".

Las escenas de lucha no se limitan a los hombres, y eso es algo que gustó especialmente a Noomi Rapace. "Sim es una luchadora callejera", confirma la actriz. "Puede dar puñetazos y patadas, y es muy buena con los cuchillos, pero cuando se mete en situación, agarra lo primero que tiene a mano. Es una luchadora. Y eso me gusta", recuerda con una sonrisa.

Sim da muestra de su temple en una emocionante escena de acción que se desarrolla en el club de caballeros, donde la motivación real de Holmes tiene poco que ver – o nada en realidad – con la despedida de soltero de Watson. El histórico Wilton’s Music Hall londinense se convirtió en el bullicioso establecimiento, donde Holmes esquiva los ataques de un excepcionalmente acrobático cosaco asesino enviado por Moriarty para acabar con Sim. La persecución posterior y la secuencia de lucha, que se desarrolla a través de los distintos niveles del club, nos permite disfrutar de las habilidades de un experto en parcours y un especialista, ambos vestidos con todos los aditamentos rusos de la época.

Al diseñar el vestuario de Sim, Jenny Beavan tuvo en cuenta el aspecto físico del personaje, así como su herencia gitana. Beavan señala: "Sim no toleraría las limitaciones de la moda victoriana. Quería que sus ropas transmitieran cierta idea de libertad. Encontré en Harper’s Bazaar una estupenda imagen de una mujer de en torno a 1890 con una falda corta para esa época y pensé que sería perfecta para ella".

Aunque no es opulento, el armario de Sim está lleno de color, con delicados bordados y capas de distintos tejidos y texturas. Tiene algo masculino que se ve compensado por la feminidad de las joyas con las que se adorna.


"Si supiéramos cómo pararle… evitaríamos el hundimiento de la civilización occidental. No quiero presionar".


El gran plan de Moriarty está llamado a tener repercusiones mundiales, por lo que la misión para detenerle termina llevando a Holmes y Watson más allá de las fronteras de Inglaterra. El alcance internacional de la aventura representó tanto oportunidades como problemas para el equipo creativo, empezando por el hecho de que la película se rodó casi en su totalidad en el Reino Unido.

Recrear la Europa del siglo XIX también hizo necesario recurrir a tecnologías del siglo XXI. El equipo de efectos visuales, liderado por el supervisor Chas Jarrett, se sirvió de las cromas y la fotografía de segunda unidad para eliminar más de un siglo de cambios. Dan Lin lo desarrolla: "La última tecnología de efectos visuales nos permitió rodar sobre todo en Londres y sus alrededores, incorporando como fondo otros lugares de Europa".

El distrito de Greenwich sirvió para escenas que transcurren tanto en Inglaterra como en Francia, incluidas las escenas de apertura en las calles de Londres, donde un Sherlock Holmes disfrazado está siguiendo a Irene Adler. Greenwich se aprovechó luego también para rodar las escenas de los exteriores de la Ópera de París.

El Richmond Park londinense se empleó para rodar el campamento gitano de Sim, al que Holmes y Watson la siguen antes de que ésta se una a ellos para buscar a su hermano René, empezando por París. El café a los pies de la torre Eiffel – una maravilla arquitectónica recién construida – se recreó en Hampton Court, justo a las afueras de la ciudad.

A medida que va creciendo el espectro de la destrucción sembrada por Moriarty, Holmes, Watson y Sim deben dirigirse desde Francia hasta Alemania a caballo, demostrando una de las pocas debilidades de Holmes. La secuencia se rodó en las hermosas montañas de Gales.

El histórico astillero de Chatham, en Inglaterra, se convirtió en la fábrica de municiones alemana Meinhard, donde vemos los antepasados del armamento moderno a escala masiva y donde Holmes conoce de primera mano la crueldad de su enemigo.

La acción lleva inexorablemente a Holmes y Moriarty a un fatídico encuentro en una espectacular villa sobre las cataratas de Reichenbach en los Alpes suizos. Diseñada por Greenwood, las increíbles vistas son una creación del equipo de efectos visuales de Jarrett. Downey reflexiona: "Creo que son tal y como hubiera querido Conan Doyle, y eso me hace sentir especialmente orgulloso. Tienen una naturaleza dramática que resulta majestuosa y aterradora al mismo tiempo, un precipicio ideal en el que reunir a los dos enemigos para resolver sus diferencias de una vez por todas".

El sabor internacional de la historia se refleja también en la música de Hans Zimmer, autor de la banda sonora de la primera entrega de "Sherlock Holmes". Zimmer confiesa: "Por supuesto, incluimos el tema de 'Sherlock Holmes’, pero ésta es una película más grande y más épica, por lo que hemos querido transmitir esa idea con la música también".

El compositor escribió una nueva suite para Moriarty y quiso también incorporar música que representara el espíritu de la cultura gitana de Sim. Zimmer se desplazó a asentamientos gitanos en Eslovaquia, donde afirma que descubrió "una musicalidad increíble. Conocimos a un par de grupos y los subimos a un autobús hasta Viena, donde empezaron a grabar en unos pequeños estudios musicales. Lo más interesante es que yo no sé hablar romaní y ellos no hablaban ni inglés ni alemán, pero, cuando se sentaron a tocar, no importaba el idioma que hablábamos cada uno".

Ritchie afirma: "Me encanta trabajar con Hans. Es un estupendo colaborador, y creo que eso mismo puede decirse de todos y cada uno de los miembros de este equipo. Mucho más que las mías, los productores y el reparto, esta película refleja las contribuciones creativas de mucha gente con talento, y me siento muy afortunado por ello".

Joel Silver concluye: "El trabajo en esta película ha sido muy divertido y un viaje estupendo, y creo que eso es algo que va a notar el público. Espero que todo el mundo salga del cine pensando '¿Y ahora qué?’".