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El último verano de la boyita cartel reducidoEl último verano de la boyitaDirigida por Julia Solomonoff
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Julia Solomonoff
Julia Solomonoff es directora, guionista y productora. Su segundo film, El último verano de la Boyita se estrenó en Competencia Internacional en BAFICI 09. Ganadora del Fondo Metropolitano e Ibermedia, fue co-producida por los hermanos Almodóvar, Travesía, Pepe Salvia y Epicentre (Francia). Ha sido becada por la Fundación Carolina, los Encuentros de Amiens y participó del Berlinale Co-production Market.

Su opera prima, "Hermanas" (Argentina, España, Brasil, USA 2005) se estrenó en el Festival de Toronto y ha recorrido numerosos festivales internacionales.

Su filmografía incluye los cortos "Ahora", "Scratch", "Siesta", "Un día con Angela" y "8vo 51" que han sido reconocidos con premios del Director's Guild of America, FIPRESCI, New Line Cinema y Milos Forman Fund, entre otros; y en el caso de "Siesta", fue finalista para los Academy Awards/Oscar.

Fue primer asistente de dirección en "Diarios de Motocicleta", dirigida por Walter Salles y ha trabajado junto a directores tan diversos y prestigiosos como Isabel Coixet, Fabian Bielinsky, Dan Algrant, Luis Puenzo, Carlos Sorín y Martín Rejtman. En 2007 produjo "Cocalero" documental de Alejandro Landes que acompaña a Evo Morales durante las elecciones del 2005 y que fue estrenado en el festival de Sundance, y contó luego con críticas muy elogiosas a nivel nacional.

Egresada del ENERC; obtuvo la beca Fulbright y PEO, que le permitió acceder a estudios de postgrado en Columbia University, New York. Dicta cursos y talleres de dirección en Estados Unidos (Columbia University, Long Island University), Francia (NYFA en la FEMIS), Inglaterra (NYFA en Cambridge University, England) y Argentina (CIC, Cievyc y Fac. de Rosario).

Directora Artística del Canal Encuentro.


Entrevista a la directora

P: ¿Qué similitudes y diferencias encuentras entre Hermanas, tu opera prima, y El último verano de la Boyita, tu segunda película?

R: "El último verano de la Boyita" es una película más íntima, más al modo de una primera película. La filmamos en HD para tener mayor inmediatez con los chicos, y el equipo técnico también fue más reducido, el presupuesto es casi la mitad del presupuesto de Hermanas. Desde mi lugar como directora, lo que más tiempo me llevó, en las dos películas, fue encontrar el ángulo desde el cual narrar para evitar que caigan en lo tópico. Las dos son películas intimistas, en las que el tono, la mirada, lo es todo: el tema debe aparecer tamizado por una subjetividad.


P: ¿Cuándo surge la idea de El último verano de la Boyita?

R: Hace muchos años, cuando yo tenía más o menos 11 años, en una conversación en la mesa familiar (mi mamá es ginecóloga y mi papá psiquiatra) se habló de un chico del campo que tenía una tipología muy parecida a la de Mario. Había crecido educado como varón, jugando al fútbol y haciendo todas las tareas del campo. Al llegar a la adolescencia, empiezan los cambios hormonales y tal como yo lo entendí en ese momento- con una especie de pensamiento mágico infantil- este chico se revela mujer… No puedo precisar exactamente por qué, pero esta historia viene resonando en mí desde entonces. Finalmente, en el 2003 escribí el primer tratamiento…


P: Por qué situar esta historia en el campo?

R: Para mí un espacio vital, no quería idealizarlo con tomas postales ni enrarecerlo con pintoresquismos, para mí es algo cercano, vivido. La convivencia permanente de vida y muerte, de sensualidad y brutalidad… es un lugar de descubrimientos y encuentros. La película plantea algunas cuestiones de género, que son cuestiones políticas, ligadas a cuestiones de clase y culturales. Me parece falso y arrogante cuando se plantea a la ciudad como una instancia superadora, más libre o más abierta… de hecho, hace veinte años, este niño/niña, si hubiera crecido en la clase media urbana, seguramente hubiera sido operado y sometido a tratamientos hormonales recomendado por médicos y consensuado por padres en nombre de la normalidad. En ese sentido, al menos Mario llega a la adolescencia con sus genitales intactos. De alguna manera, aunque parezca brutal la reacción paterna, es una violencia menor con respecto a la cirugía, no?


P: Sin embargo, el tono de la película está desdramatizado, alejado de lo trágico…

R: A mí me gusta mucho el melodrama, pero me gusta dos tonos más abajo, sin estridencias. Inclusive cuando escribo algunas escenas que son relativamente trágicas, tiendo a ser elíptica, tengo que ir a cómo es la cosa después, o centrarme en un detalle, desplazarme, contarlo desde un ángulo mas tangencial.... Creo que hay algo mío que necesita distanciarse un poquito, es una especie de… pudor. Pero creo que ese pudor me ayuda a salirme de lo predecible, de la grandilocuencia.


P: Hablemos del casting…

R: Tuto (quien interpreta a Mario) tiene un magnetismo, una relación muy fuerte con la cámara, yo sigo fascinada con su presencia, con su mirada. Tiene misterio.

Lo conocí en el 2003, por unas fotos de las colonias alemanas que realizó el entrerriano Sebastián Ingrassia. En el 2006 empecé a visitarlos regularmente y a

escribir el rol pensando en él, aunque no sabía si podría o querría actuar… Tanto Tuto como su padre son parcos, desconfiados, pero hay algo físico en ellos que es tan genuino… Fue un trabajo lento, ganarse la confianza de ellos. Maria Laura Berch, jugó un rol decisivo en la preparación de Tuto y de Guadalupe (Jorgelina).

Fue muy emocionante verlo junto a sus hermanos en BAFICI, era la primera vez que entraban a un cine… Hacer esta película fue una experiencia feliz, enorme para nosotros.

Incorpore a Mirella Pascual (madre de Mario), actriz uruguaya que había admirado en Whisky, porque supe que llegado el momento, ella podría poner en palabras los silencios de Mario y su padre. Entonces, re-escribí el guión con ella en mente. Ella consiguió mimetizarse con el paisaje, ponerse la piel del personaje de una manera tan orgánica, tan profunda que resulta imperceptible.

El personaje de Jorgelina fue difícil de encontrar porque tenía que llevar la película, mostrar un crecimiento, una sensibilidad y también una cierta fisicalidad: ser urbana sin hacerle asco al barro, los sapos, montar a caballo. Vimos muchas chicas en Rosario y en Buenos Aires, y a Guadalupe la encontramos al final, casi ya al punto de la desesperación…


P: A los 30 minutos aparecen los primeros indicios de la posible naturaleza del conflicto ¿por qué demorarlo?

R: Para mí era muy importante que para cuando el conflicto aparezca, uno ya esté instalado en el mundo de la protagonista, en esa mirada, en esa especie de curiosidad y desconocimiento. Y como la película más que tratar de un tema trata de una mirada, lleva un tiempo establecerla.


P: Cada personaje reacciona de un modo distinto frente a la diferencia de Mario…

R: En su casa la reacción es de violencia o de negación. El padre de Jorgelina reacciona desde el discurso médico, lo ve como un caso clínico, y es por eso que Jorgelina lo rechaza, tapándose los oídos. Su madre, en la playa lo banaliza… es tema de conversación "interesante". Jorgelina, en cambio, desde un cierto desprejuicio, desde el no saber, es capaz de ampararlo, acompañarlo, alentarlo en su diferencia. En esa aceptación, él puede encontrar un lugar y animarse a ir a correr la carrera. En efecto, esto pone en escena la masculinidad de Mario, instalado en su rol de varón más allá de lo que pueda decir la genética.


P: "Es un asunto privado", es la frase de Jorgelina con la que concluye el relato…

R: Si… La primera vez que se dice "privacidad" es cuando la hermana mayor le cierra la puerta del baño. Cuando hicimos el casting de las hermanas, indagamos

sobre la idea de privacidad… las menores la definían como aquello que su hermana o sus padres reclamaban cuando querían estar solos. Las nenas de 10

años usaban la palabra en tercera persona… mientras que las de 12, lo hacían en primera: "Privacidad es cuando quiero estar sola". Es algo que intuía pero me

impresionó constatar esta especie de "descubrimiento de la privacidad" que sucede en la pubertad.

Con tanto reality show, tanto facebook y al mismo tiempo tanto control, tanta paranoia… la privacidad parece ser uno de esos derechos que estamos resignando diariamente y a mí me parece hermoso que una nena descubra el valor del espacio propio, que no es, justamente, my space…

Este es el espacio de la individualidad, la maduración y fundamentalmente, el del placer.


Festivales
- Festival de Cine de San Sebastián, Sección Horizontes Latinos 2009
- Festival de Cine de Tesalónica (Grecia), Sección Competición 2009
- Festival de Río de Janeiro 2009
- 31 Festival de Cine de La Habana 2009
- BAFICI, 11 Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente 2009
- Zurich Film Festival 2009
- MIXBRASIL 2009
- FICBRASILIA 2009
- Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias 2010
- Miami Internacional Film Festival 2010
- Sofia Internacional Film Festival 2010
- Festival International de Films de Femmes de Créteil 2010
- Rencontres Cinémas d'Amérique Latine de Tolouse 2010
- La Mirada Film Festival 2010 (Melbourne. Australia).


Premios
- Mención del Premio Signis y el Premio Caminos 2009 (otorgado por el Centro Memorial Martin Luther King en el Festival de La Habana).
- Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI):
-- Mejor Actriz de Reparto: Mirella Pascual
-- Premio Especial del Jurado
-- Mejor Fotografía
- Sofia Internacional Film Festival 2010
-- Mención Especial del Jurado
- Miami Internacional Film Festival 2010
-- THE JORDAN ALEXANDER RESSLER SCREENWRITING AWARD (Ibero-American Competition) – Gran Premio del Jurado
- Rencontres Cinémas d'Amérique Latine de Tolouse 2010
-- Premio del Público en "Intramuros"


Elenco: Guadalupe Alonso - Nicolás Treise - Mirella Pascual - Gabo Correa - Maria Clara Merendino - Arnoldo Treise - Guillermo Pfenning