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Infiltrados en clase cartel reducidoInfiltrados en clase(21 Jump Street)
Dirigida por Phil Lord, Chris Miller
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Protagonizada por Jonah Hill, Channing Tatum, Brie Larson, Dave Franco, Rob Riggle y con Ice Cube. Dirigida por Phil Lord & Christopher Miller. Producida por Neal H. Moritz y Stephen J. Cannell. Guión de Michael Bacall. Argumento de Michael Bacall y Jonah Hill. Basada en la serie de televisión creada por Patrick Hasburgh y Stephen J. Cannell. Los productores ejecutivos son Jonah Hill, Channing Tatum, Ezra Swerdlow y Tania Landau. La dirección de fotografía es de Barry Peterson CSC. La dirección artística es de Peter Wenham. El montaje es de Joel Negron. El diseño de vestuario es de Leah Katznelson. La música está compuesta por Mark Mothersbaugh.

La idea de llevar a la gran pantalla la serie juvenil Jóvenes Policías (21 Jump Street), tuvo su origen en Stephen J. Cannell, co-creador de la popular serie de televisión junto a Patrick Hasburgh. Cannell es uno de los guionistas/productores más venerables, talentosos y prolíficos de la televisión. Sus muchos trabajos que van desde El equipo A (The A-Team), Los casos de Rockford (The Rockford Files), El gran héroe americano (The Greatest American Hero) hasta Wiseguy, le han valido una legión de seguidores y admiradores, especialmente entre sus colegas del mundo del entretenimiento.

Uno de estos grandes admiradores es el productor Neal H. Moritz, quien se ha labrado una gran reputación como productor de películas de acción. "Tenía un carisma increíble; de él me encantaba todo", opina Moritz acerca de Cannell, quien falleció en 2010 a los 69 años. Moritz recuerda el primer encuentro entre ambos: "Comenzamos a hablar sobre Jóvenes policías (21 Jump Street) y le confesé lo mucho que me gustaba la serie. Él mencionó entonces que había estado trabajando para convertirlo en película, que era un admirador de mis filmes y me preguntó si me gustaría formar parte del proyecto. ¿Era broma?"

Jóvenes policías (21 Jump Street) se emitió durante cinco temporadas, las primeras cuatro en la entonces naciente cadena Fox, aportándole el que fuera uno de sus primeros grandes éxitos. Protagonizada por Johnny Depp en su primer papel importante, la historia que giraba en torno a policías de aspecto juvenil que se infiltraban en institutos de secundaria batió récords entre el público joven, y fue clave para el objetivo que tenía la cadena de televisión de comenzar a enfocarse hacia esa franja demográfica.

Moritz y la productora ejecutiva Tania Landau inmediatamente vieron lo prometedora que podía ser una actualización de la premisa original, pero hasta que Jonah Hill no se unió al proyecto, éste no adquirió su verdadera forma. "Es una idea estupenda", afirma Landau. "Dos policías de aspecto juvenil se infiltran en un instituto y desafiando todas las probabilidades desmantelan una red de narcotráfico. Hacemos muchas películas de acción, y esa fue la dirección que visualizamos para este proyecto también. Pero las cosas cambiaron cuando quedamos a comer un día con Jonah; él sugirió enfocarla como una comedia de acción para público mayor de 17 años, y fue entonces cuando todas las piezas encajaron".

Hill cuenta que todo comenzó con una sencilla pregunta: "Empecé por preguntarme a mí mismo cómo sería tener que revivir el período más importante de la adolescencia: el instituto. Puede que pienses que tendrás todas las respuestas que entonces no tenías, pero entonces vuelves a ese momento y te das cuenta que esas respuestas no son las correctas. Inmediatamente vuelves a tener la inseguridad y los problemas de cuando tenías diecisiete años".

Hill, también productor ejecutivo de la película, escribió el argumento con Michael Bacall, quien escribió el guión. "En principio, nada sale como lo planearon los personajes. Estos tíos tratan la situación como si fuera un deseo hecho realidad: ‘Uy, si yo hubiera sabido entonces lo que sé ahora...’" explica Bacall. "Pero toda la información que tienen ya no sirve. Jenko -que en su momento fue el chico guay- ahora no le aceptan, y Schmidt -el más raro de los dos- encaja con los guay. Es un intercambio absoluto de roles".

Según Hill, el hecho de que la serie haya estado fuera de emisión durante una generación supuso una ventaja en cuanto a la visualización y el tono de la historia. "Me reuní con varios adolescentes para preguntarles si conocían las serie y me dijeron que no", cuenta. "Les expliqué que era sobre dos policías de aspecto juvenil que se infiltran en un instituto y todos me contestaron: ‘Eso suena genial’. Es una gran premisa para una comedia de acción".

Moritz y Landau inmediatamente se interesaron por la visión renovada del material de Hill y Bacall, y Cannell también pensó que era una gran sucesora de la serie de Jóvenes policías (21 Jump Street). A medida que el proyecto avanzaba, el siguiente paso fue hallar al director que pudiera sacar partido a esa nueva visión en la gran pantalla. Obtuvieron dos por el precio de uno: Phil Lord y Christopher Miller, quien previamente estuvieron en la dirección del éxito de animación Lluvia de albóndigas.

Los directores de una comedia de animación familiar ¿eran la opción más adecuada para esta película de acción y comedia para público juvenil? "Queríamos hacer algo que fuera completamente opuesto a lo que acabábamos de hacer; y además, para ser justos, Lluvia de albóndigas es una comedia de acción, solo que dirigida a un público diferente. Aún así, teníamos mucho por demostrar", asegura Miller. "Así que hicimos toda una presentación mostrando paso a paso lo que haríamos. Sabíamos que teníamos que hacer algo bastante llamativo".

Cualquier duda que pudieran albergar los productores se disipó en la reunión que mantuvieron con los directores. "Cuando se presentaron, estaban increíblemente preparados", elogia Landau. "Tenían una presentación en PowerPoint. Habían creado un libro con todos los puntos de la película y cómo deberían verse. Me sorprendió totalmente, y a Neal también. Estos tipos tenían una gran creatividad y entusiasmo; todos estábamos en la misma sintonía".

Una de las razones por las que Lord y Miller se entusiasmaron tanto con el material era que no solo dirigirían la película, sino que estarían viviendo los temas de la historia. "Cuando era adolescente, veía Jóvenes policías (21 Jump Street) porque una de las chicas que me gustaba de mi instituto la miraba y quería estar al tanto de la historia. Así que para mí este proyecto es como cerrar un círculo, hacer esta película me convierte en un tipo genial", asegura Lord.

Con el sentido del humor de Hill bajo la dirección de Lord y Miller, y combinado con la acción de Moritz, el proyecto encontró la mezcla perfecta de talento. "Por una parte tienes la acción de Fast and Furious de Neal Moritz y por otro el estilo de comedia de Jonah Hill", subraya Miller. "Estos elementos se combinan, explotan y sus átomos se vuelven a recombinar para conformar esta película a la perfección".

"Neal ha producido una gran cantidad de películas de acción de éxito", cuenta Hill. "Por eso pensé que sería un socio fantástico para esto, porque yo he hecho muchas comedias y él ha hecho mucha acción, y juntos espero podamos hacer una gran comedia de acción".

"De hecho", relata Miller, "cuando fuimos a mirar coches Neal sabía exactamente lo que necesitábamos. Tenía que ser un Camaro Z28 del año 1971. Tenía que ser el modelo Z28 y tenía que ser de ese año, del 71. Incluso sabía cómo tenía que ser el tubo de escape. Él es el experto. Sabe de coches más que nadie".

"Hay algunas grandes persecuciones en esta película", asegura el productor ejecutivo Ezra Swerdlow. "Por ejemplo, hay una persecución en limusina a través de la ciudad, en la que se arroja gente por la puerta, se producen tiroteos a través del techo solar... acción a gran escala. Neal es un genio en todo esto: en el ritmo de la acción, número de tomas, el encuadre de los planos".

Al mismo tiempo, explica George Aguilar, el coordinador de escenas especiales de la primera unidad, esa secuencia es un buen ejemplo de cómo se equilibra la acción y la comedia en el filme. "Los directores querían una secuencia de acción estilo Fast and Furious, pero con un tono de comedia. Es una secuencia peligrosa estupenda, dentro de la limusina hay una joven completamente borracha de la que tienen que deshacerse. Es fantástico cuando la chica se une a la persecución".

"Siempre que hago una película de acción, siento que tengo que superar a la anterior", confiesa Moritz. "Pero no es con explosiones mayores o choques de coches más espectaculares, eso no funciona. La acción tiene que tener como base a los personajes, tiene que tener algo que no se haya visto anteriormente. En Infiltrados en clase, por ser una comedia de acción, tratamos de que la acción sea inteligente y con humor, para resaltar a los personajes y la relación entre ellos".

Aguilar coincide con esta premisa. Tiene una gran experiencia en comedias de acción, ya que ha supervisado numerosas escenas de acción de películas como Bienvenidos a Zombieland (Zombieland). El experto afirma que en Infiltrados en clase, tal como pasaba en Bienvenidos a Zombieland, la acción y la comedia tienen que fluir conjuntamente con naturalidad. "No puedes detenerte a hacer una broma; hay que hacerla funcionar dentro de la persecución", asegura. "Neal quiere que sea realista, quiere que sea vertiginoso, quiere que la gente diga ‘guau’, pero tampoco quiere sacrificar ninguna situación graciosa. Tienes que dar el máximo y entonces trabajar con la situación cómica".

Aguilar asegura que Hill ha contribuido enormemente con las secuencias de acción. "Jonah está siempre pensando y proponiendo nuevas y mejores ideas. Siempre se le ocurre alguna vuelta de tuerca. Fue él quien insistió que su personaje no debería verse demasiado pulido, porque a pesar de que ha pasado por la academia de policía, sigue sin ser bueno en ciertas cosas".

Hill, por supuesto, interpreta a Schmidt, el que en su tiempo fuera considerado raro y por primera vez en su vida, súbitamente, se encuentra con que es guay. "Es uno de los personajes más interesantes que he interpretado", asegura Hill. "Él solo quiere ser un buen poli, pero tiene inseguridades que se remontan a su época en el instituto. Cuando es enviado nuevamente al colegio, en calidad de infiltrado, se embriaga de poder, olvida su trabajo como policía y olvida su amistad con Jenko. Le encanta vivir esta falsa vida de instituto, que es mucho mejor que la vida que lleva como adulto a sus veintitantos". En esencia, es la historia de un tipo que pierde su camino deslumbrado por su momento de gloria.

Para acompañar a Hill, los realizadores tenían que buscar a un actor que interpretara a Jenko; un tipo al que todo le fue bien en el instituto y que descubre que las cosas no son tan fáciles la segunda vez. ¿Quién podía interpretar al chico guapo y triunfador y al mismo tiempo resultar gracioso?

"Cuando conocimos a Channing Tatum, nos dimos cuenta de que era perfecto para el papel porque es gracioso y sincero de forma natural", agrega Miller.

"Channing Tatum funciona en todos los registros", asegura Lord. "Todo el mundo sabe que puede hacer cosas de tipo heroico, pero tiene una bondad subyacente que le da un bonito contraste a su interpretación. Y es mucho más gracioso de lo que la gente pueda suponer. Sabíamos que el actor que interpretara a Jenko tenía que tener dotes para la comedia y a la vez un brillo travieso en la mirada, y Channing tiene ambos".

"Channing te conquista inmediatamente", sostiene Aguilar. "Como todos, sabía que tenía un gran talento físico y ha hecho la suficiente acción como para saber qué cosas se le dan bien, pero lo que no sabía era que era tan divertido, y esa es una combinación muy potente".

Tatum, quien también es productor ejecutivo del filme, afirma con modestia: "Soy un gran fan de la comedia, pero el género me aterroriza. Me da mucha envidia gente como Jonah, por lo que cuando me llamó y me dijo: ‘Vamos a hacer Infiltrados en clase y queremos contar contigo’, pensé que se habían equivocado de persona. La comedia es muy diferente, no solo tienes que preocuparte por ser honesto durante la escena, sino que además tienes que descubrir cuáles son los puntos cómicos y explotarlos, saber dejarlos a tiempo y luego cerrar la boca. Es un arte muy delicado. Afortunadamente, estuve rodeado de escritores de comedia y monologuistas que sabían muy bien lo que hacían. Aprendí muchísimo".

Para confirmar lo que ya sabían -que Tatum tenía su lado de comedia y que tendría una fantástica química con Hill- los directores les pusieron el vestuario y los observaron interactuar. "Channing interpreta la realidad del momento, y eso es lo mejor que puedes hacer como comediante", afirma Lord. "Y también es la forma en que a Jonah le gusta trabajar; mucha de su vena cómica proviene del personaje y de la situación. Es más sobre lo que es gracioso dentro del contexto en ese mismo momento que en hacer grandes chistes, por lo que la prueba funcionó a las mil maravillas".

El personaje de Tatum, Jenko, es lo más opuesto que existe de Schmidt, interpretado por Hill. "Fueron juntos al instituto, y en esa ocasión, Jenko era el popular, el deportista que se llevaba las chicas", describe Tatum. "Cuando regresan, se encuentran que en esos 10 años todo ha cambiado. Antes todo era meterse con los otros chicos, abusar de los otros, dormirse en clase. Ahora todo el mundo es vegetariano, utilizan coches con aceite vegetal... les interesa todo lo que para Jenko son estupideces. Jenko termina juntándose con los empollones, y por primera vez, se da cuenta de que todo lo que los empollones hacen – o sea estudiar– en realidad mola".

El hecho de que sean opuestos es una de las razones por las que cuando están juntos la cosa funciona tan bien, según Hill. "Incluso un plano en el que estamos los dos resulta gracioso, porque somos dos tipologías completamente diferentes; te preguntas cómo fue que se conocieron y se convirtieron en grandes amigos. Desde la primera lectura se hizo evidente que trabajaríamos bien juntos; Channing superó todas mis expectativas en cuanto a lo agradable que es y al talento que tiene".

"Una de las cosas que tiene Jenko es que creo que si se le pregunta por qué quiso ser policía, no tendría una respuesta. Imagino que miró muchas pelis de policías y pensó que sería muy chulo", continúa Tatum. De alguna forma, Tatum y su personaje tuvieron una juventud similar. "Mis amigos y yo nos montábamos en un viejo Civic, uno lo conducía y el otro se deslizaba sobre el capó para ver quién lo hacía más rápido. No creo que Jonah hiciera ese tipo de estupideces".

"Channing nos contó una locura de historia de su adolescencia con sus amigos; se fueron de juerga, después se fueron hasta el desierto a disparar armas y más tarde todos se hicieron tatuajes y fueron a casa de otro amigo para asustarlo y siguieron la juerga con él", recuerda Lord. "Le pregunte: ‘Guau, ¿y cuándo pasó esto?’ y él me contestó: ‘Un sábado’. Me encanta este tío, él es Jenko".

Brie Larson es uno de los principales papeles del reparto interpretando a Molly. A pesar de que el personaje de Hill, Schmidt, era demasiado raro para salir con chicas cuando estaba en el instituto, descubre que ser empollón ahora es lo más guay. Las chicas, especialmente Molly, a la que da vida Brie Larson, van a por él.

Para tener una guía de cómo querían que fuera el personaje de Molly, los directores querían a alguien que más que fuera una animadora, se tratara de una chica que destacara del resto. Era importante que fuera alguien a quien el público apreciara, no porque ser guapa, sino porque tiene algo especial. "Cuando conoces a Brie te das cuenta que tiene un montón de cosas", asegura Miller. "Tiene un gran talento para la comedia y es una estupenda actriz, pero lo que la diferencia es su estilo único y personal y una actitud que no se en encuentra en muchas chicas jóvenes".

Molly mantiene una relación semiabierta pero insatisfactoria con Eric, el camello interpretado por Dave Franco. Ha sufrido muchas decepciones en su vida y siente que en realidad no puede contar con nadie. Schmidt cambia todo eso; cuando ella lo conoce comienza a pensar que tal vez este sea un tío en el que pueda confiar. Lo que ella no sabe, por supuesto, es que es un policía infiltrado y que le está mintiendo.

"Nuestros dos personajes tienen un papel en la obra de teatro del colegio: él es Peter Pan y ella es Wendy", apunta Larson. "Hay un momento en el que uno mira fijamente al otro y es entonces cuando se dan cuenta de que hay algo especial entre ellos. Más adelante, cuando la verdad sale a flote, ella no se lo toma muy bien".

Dave Franco interpreta el papel clave de Eric, quien es el que pone en marcha la trama. "Eric está vendiendo una nueva droga en su instituto, que es la razón por la que Schmidt y Jenko se infiltran; tienen que encontrar de dónde sale la droga para poder erradicarla", continúa Miller.

Elegir a Dave Franco para este papel fue otra forma de subrayar el contraste de lo mucho que el instituto ha cambiado desde que Schmidt y Jenko fueran por primera vez. "Dave Franco es en esencia el hombre perfecto", opina Lord. "Es un tipo majo, de complexión mediterránea; las chicas se vuelven locas por él. Los tíos guay de hoy no son los mismos que los de una película de adolescentes de los 80; eso es lo que desconcierta a Jenko, que Eric sea un tipo tan fantástico".

"Vimos a un montón de actores, pero supimos que teníamos que elegir a Davey, porque él fue el tío al que traté de impresionar. Yo ya tenía mi parte y no podía dejar de tratar de impresionar a este tío para que me viera como alguien guay", confiesa Hill. "Eso es exactamente lo que queríamos para ese papel".

Para los realizadores era importante que el personaje de Franco estuviera muy bien definido. "Todos deberían ser héroes de su propia narrativa", apunta Lord. "Siempre pensé que ese personaje no tenía que ser un malvado matón. Los chicos que vendían drogas en mi instituto eran jóvenes que tomaban malas decisiones, pero no eran malvados, eran graciosos o encantadores o interesantes; y una vez que los conocías no podías dejar de ver las cosas buenas que tenían. Pensamos que esta era una buena oportunidad para mostrar una persona de verdad que casualmente vende drogas".

Con esta idea en mente, los realizadores y Franco se centraron en la preocupación del personaje por el medioambiente. "Tienes al tío concienciado hablando de abonos vegetales y de cómo ahorra agua, pero al mismo tiempo vende drogas", explica Franco. "Sentí que era un nuevo enfoque del personaje. Fue muy divertido porque no estaba interpretando a un simple imbécil. Lo es, pero también es encantador y se puede ver la parte vulnerable del personaje".

Para el papel del Sr. Walters, el profesor de gimnasia, los realizadores solo necesitaron un motivo para decantarse por Rob Riggle: "Lo elegimos porque es el tipo más gracioso que puedas conocer", afirma Miller.

"Rob es un tipo atlético, y como Channing, estuvo en la Marina", relata Lord. "Lo que convierte a Rob en alguien fantástico es que en la vida real está feliz de hacer lo que hace. Esto se traduce directamente a sus personajes, la forma en que los interpreta. Sus personajes están siempre muy mentalizados de estar donde sea que estén. Y esto sin duda se aplica al profesor de gimnasia, el Sr. Walters. Tiene una gran energía".

"Es un tipo muy afable" describe Riggle en cuanto a su personaje. "Es entrenador de atletismo, se preocupa por los chicos y también imparte clases de sexo de vez en cuando. Adora a Jenko porque es un espécimen hermoso y fabuloso, y odia a Schmidt, porque no es guapo y arruina al equipo de atletismo".

Completando el reparto principal está Ice Cube como jefe de la unidad "Jump Street", el capitán Dickson. "Las personas más detestadas del instituto eran los narcos, pero aquí estamos", apunta Ice Cube. "Interpreto al capitán Dickson; el inflexible y directo capitán que les da el caso a Schmidt y Jenko y convierte sus vidas en un infierno. Mi visión sobre él no es que esté gritando todo el tiempo, sino que tenga esos altos y bajos y que encaje los momentos graciosos; conseguir un equilibrio entre el iracundo capitán de policía y las bromas del guión. Está muy bien escrito, es muy gracioso".

"El capitán Dickson es un tipo que te pone a caldo, pero al que quieres complacer por encima de todas las cosas", explica Lord en cuanto a por qué Ice Cube es perfecto para este papel. "Ice Cube me intimida muchísimo, y es algo mío completamente; creo que tiene que ver con sus cejas. En realidad es una persona muy maja, super afable y muy inteligente. Conocerlo fue un sueño hecho realidad. ¿Cómo tengo que llamarlo? ¿Sr. Cube? ¿Ice?"

A Ice Cube le entusiasmó unirse al proyecto especialmente por la perspectiva de volver a formar equipo con Neal H. Moritz. "Conozco a Neal de hace muchos años, hace más de una década", agrega el actor. "He estado en un par de películas que él produjo: Torque, rodando al límite (Torque) y XXX2: Estado de emergencia (XXX: State of the Union). Me encanta trabajar con Neal y esta película es perfecta para él: es 'graciosa y furiosa'".

Por supuesto, un tipo como Ice Cube puede identificarse con la historia de Infiltrados en clase hasta un límite. ¿Qué querría cambiar acerca de su experiencia en el instituto? "En el último año dejé de jugar al fútbol para concentrarme en la música", rememora el artista. "Si volviera, jugaría ese año al fútbol. Pero eso es todo. Era una de los chicos más populares del instituto, esa parte no tengo que cambiarla".