Biografías de los directores
NICK AUGUST-PERNA, director establecido en Nueva York y colaborador de Elkcreek Cinema. Ha codirigido y montado The Swell Season, un largometraje documental sobre los músicos ganadores de un Oscar Glen Hansard y Markéta Irglová. Ha trabajado en la galardonada serie documental de la PBS Wide Angle, y viajado recientemente a Haití para filmar un proyecto de Human Rights Watch. También ha escrito y dirigido varios cortometrajes y documentales. En 2007 completó un máster en la Escuela de Bellas Artes Tisch de la Universidad de Nueva York.

CHRIS DAPKINS fue invitado por el Instituto de Cine de Tribeca a participar en el Tribeca / Marrakech Filmmaker Exchange con Martin Scorcese y Abbas Kiarostami en Marrakech, Marruecos, en 2005. Su cortometraje de dicho país, A Weak Signal, se estrenó en el Festival de Cine de Tribeca en 2006. Como director de fotografía ha rodado una selecta variedad de películas de ficción, entre las que se encuentra Knife Point (Sundance '09). Su trabajo más reciente como codirector y director de fotografía es The Swell Season, protagonizada por Glen Hansard y Markéta Irglová.

CARLO MIRABELLA-DAVIS creció en las montañas de East Meredith, en el norte de Nueva York. Es cofundador de Elkcreek Cinema, un colectivo dedicado a las películas de la zona norte de Nueva York. Es licenciado en Bellas Artes por la Escuela de Cine Tisch de la Universidad de Nueva York y recientemente ha completado un máster en Escuela de Cine Tisch de la Universidad de Nueva York. Mirabella-Davis ha escrito y dirigido el cortometraje Knife Point, estrenado en el Festival de Sundance de 2009 y emitido por ARTE-TV, y por el cual obtuvo el Premio al Mejor Director Novel en el Festival Internacional de Cine de Brooklyn. También ha codirigido y producido el largometraje documental The Swell Season. Su guión The Storm King fue seleccionado para el Laboratorio de Guiones y el Laboratorio de Directores de Sundance 2011.


Comentario de los directores
Siempre quisimos que The Swell Season se caracterizara por ser una película intensamente personal. También sabíamos que, para hacerlo bien, necesitábamos acceso total y un tiempo ilimitado. Glen y Markéta fueron lo suficientemente valientes como para prestarse a ambas cosas, y así iniciamos lo que resultó ser una odisea cinematográfica de tres años.

Empezamos el proceso filmando cada aspecto de la gira: la vida en el autobús, las comidas, las pruebas de sonido, los fans, incluso transeúntes al azar, moviéndonos sin apenas criterio previo y abarcando lo máximo posible. Esto permitió que la historia fuera perfilándose poco a poco en lugar de tener que perseguir una que supusiéramos que estaba ahí. Capturábamos imágenes del Río James en Richmond, Virginia, con la misma atención e intención con la que podíamos filmar una trifulca entre miembros del grupo durante la prueba de sonido. De esta manera, con el tiempo, asumieron que nos interesaba la totalidad del contexto de la gira.

Esto ayudó a distender el inevitable nerviosismo que provoca la presencia de un equipo de rodaje. Gradualmente, fue saliendo a la luz una historia de gran intensidad psicológica y dramatismo y estrechamos márgenes. Para nosotros, la culminación de este proceso fue la desgarradora escena de la terraza del café de Telc, República Checa. Esa escena es la que mejor plasma el enfoque filosófico y visual único de la historia, en el que la parte intensamente personal contrasta con la historia absolutamente impersonal de éxito y el creciente conflicto de la película aflora de manera silenciosa y oscilante. Desde el principio quisimos establecer un fuerte lenguaje visual basado en un enfoque de cinéma vérité o cine directo. Y, dado que Once era una película de ficción con tintes de documental, diseñamos el documental para que tendiese hacia un lenguaje cinematográfico clásico de ficción. Para ello elegimos rodar en blanco y negro con ópticas de cine de 35mm adaptadas a una cámara HD. Con Chris manejando la cámara, Nick grabando el sonido, y Carlo sujetando una luz LED, acabamos convirtiéndonos en un silencioso sonámbulo flotante de tres cabezas. Pero, en lugar de perseguir a Glen y Markéta allá donde fueran, esperábamos a que entraran en nuestro encuadre. Esto les dio espacio para respirar durante los tres años de producción, a la vez que confería al estilo del filme la cautivadora intimidad de una película de ficción.


Críticas
Un documental tan íntimo e intenso como la película que los hizo famosos - Washington Post

Un conmovedor documental que rastrea el rápido ascenso y la lenta caída del cuento de hadas entre Hansard e Irglova - Toronto Star

Tribeca Film Festival - Sección Oficial 2011
SILVERDOCS - Sección Oficial 2011


Equipo artístico
Glen Hansard
Markéta Irglová
Colm Mac Con Iomare
Rob Botchnik
Graham Hopkins
Joe Doyle
Catherine Hansard