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Paraíso: Esperanza cartel reducidoParaíso: Esperanza(Paradies: Hoffnung)
Dirigida por Ulrich Seidl
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Es la tercera y última entrega de la trilogía del director austriaco y cuenta la historia de Melanie, de 13 años, y de su primer amor. La película fue presentada en la Sección Oficial del Festival de Cine de Berlin de este año, consiguiendo el favor de crítica y público.


Un artículo de Christoph Huber
Christoph Huber es crítico de cine y música en el diario austríaco "Die Presse", editor europeo de la revista "Cinema Scope" y ha escrito numerosos libros así como artículos sobre cine.

Nunca se puede pasar bien indefinidamente, pero se dice que la expectación es lo mejor. Unas personas con síndrome de Down están montadas en unos coches de choque en el Prater de Viena bajo la benevolente mirada de su cuidadora, Teresa (Margarethe Tiesel). De pronto, llega un breve y entusiasta momento de locura: chocan alegremente, gritando y girando. Pero solo dura un minuto largo. Así empieza la trilogía PARAÍSO, de Ulrich Seidl, con el minuto más feliz de cinco horas y media.

En principio, Ulrich Seidl y su coguionista, Veronica Franz, concibieron PARAÍSO como una sola película acerca de las experiencias vacacionales de una madre, una hermana y una hija al estilo de Días perros (2001), su gran muestrario de Austria. Pero cada historia demostró ser lo bastante fuerte como para valerse por sí misma. PARAÍSO: AMOR, acerca de Teresa, la madre, fue invitada a concurso en Cannes 2012; PARAÍSO: FE, acerca de Anna Maria, la hermana, ganó el Premio Especial del Jurado en Venecia 2012 y, finalmente, PARAÍSO: ESPERANZA, acerca de Melanie, la hija, se ha presentado en Berlín 2013. La trilogía es mucho más que la suma de sus entregas; cada uno de los tres personajes principales se agarra a una visión idealizada de lo que promete irónicamente el título de la película. Y, como siempre ocurre con Ulrich Seidl, no debe tomarse la ironía a la ligera; a pesar de la comicidad de las tres historias, hay un trasfondo de tragedia, de compasión por sus fracasos: el paraíso perdido. Las restricciones sociales y la interdependencia son cruciales, pero el interés de la trilogía nace de una dialéctica a niveles múltiples entre la resonancia y la disonancia. El resultado es un retrato ilimitado de la soledad institucionalizada, contada a través de tres intentos fútiles para escapar de la infraestructura de los juegos de poder y de convenciones tan asombrosas como divertidas. AMOR transcurre en las playas de Kenia, donde Teresa es una turista sexual más. FE tiene lugar en Viena, mayormente en el piso de la muy devota católica Anna Maria, que libra una lucha sin cuartel con su marido musulmán. ESPERANZA describe la estancia de Melanie en un campamento para adolescentes con sobrepeso en los montes Wechsel.

Resonancia y disonancia: la escena de los coches de choque al principio de AMOR muestra un entusiasmo poco común que no deja indiferente. Esta primera escena parece valerse por sí sola, pero también anticipa la decisión de Teresa cuando abandona el falso exotismo de las palmeras de una valla publicitaria en el Prater por las auténticas palmeras de un paraíso en Kenia. Allí descubre que las relaciones son como los autos de choque, un ciclo desesperado y enervante de atracciones, colisiones y rechazos. Sin embargo, unas visiones más que prometedoras se vuelven decepcionantes nada más llegar a Kenia. En el autobús que les lleva al hotel, los turistas aprenden las dos expresiones que deben saber: "Jambo" (Hola) y "Hakuna matata" (No pasa nada). Y, efectivamente, no hay problema mientras el dinero fluye entre dos grupos de personas explotadas. El primero, las mujeres por encima de cincuenta años demasiado viejas o demasiado gordas para ser consideradas atractivas en Europa, y dos, los jóvenes africanos que se venden. AMOR se caracteriza por una incómoda mezcla de feminismo y de residuos coloniales. Las turistas se divierten porque el camarero no puede pronunciar ciertas palabras en alemán austríaco; sueltan tópicos racistas sin darse cuenta y son condescendientes. Las imágenes hablan por sí mismas: la entrada del hotel está cerrada por una barrera. Una cuerda separa a los turistas tomando el sol de los nativos.

El tremendo pragmatismo de los beach boys locales contrasta con el deseo de romanticismo de Teresa, y su desilusión no tiene límites. La simpatía arrolladora de la actriz Margarethe Tiesel hace que Teresa conmueva incluso en sus momentos más crédulos: "No soy un animal", le dice a un beach boy mientras intenta enseñarle pacientemente cómo acariciar sus pechos. En otra escena la vemos durmiendo cual belleza de Rubens después de una noche de amor.

Una breve imagen de calma y satisfacción que contrasta fuertemente con el lugar donde duerme su hija (una litera en un dormitorio común) y su hermana. El piso de Anna Maria parece el peregrinaje de un penitente: objetos de devoción por doquier, agua bendita a la entrada de cada habitación, silicios y azotes en el cajón, como el que usa para flagelarse en la primera escena mientras da gracias a Jesús. Anna Maria, a la que da vida Maria Hofstätter en una interpretación que roza el sacrificio, es una técnica de rayos X y su rutina diaria es el ritual de procedimientos mecánicos típico de Ulrich Seidl. Para Anna Maria, pasarlo bien en vacaciones es hacer proselitismo con una estatua de la Virgen María y una oración en los labios. Al igual que su hermana Teresa, tampoco se da cuenta de los malentendidos. "Jesús, cómo me gusta mirarte a los ojos. Eres tan hermoso, no hay hombre más hermoso que tú", reza Anna Maria con lascivia.

En AMOR, los cuidados cuadros frontales que Ulrich Seidl hace de los personajes mirando al público, pidiendo que se les reconozca, se ven contrapuestos por tomas desde detrás de los protagonistas, como si se invitara al espectador a compartir sus deseos, por muy irreales que sean. La claustrofóbica FE corresponde a la estrechez de miras que lleva a Anna Maria al fracaso. Solo a través de los ojos de Nabil, su marido, podemos contemplar el horizonte. Melanie, la hija y sobrina interpretada por Melanie Lenz, acaba en una especie de cárcel, aunque sea bien intencionada. El destartalado e impersonal edificio en el campamento para adolescentes con sobrepeso es el equivalente a una personalidad en proceso de formación. ESPERANZA es la historia más triste de la trilogía, a pesar de ser la más ligera e íntima. Melanie habla asqueada de sexo oral con su más experimentada amiga Verena, lo que recuerda los comentarios sexuales de su madre y de sus amigas. A través de los cuerpos sin disciplinar y pasando por el disciplinado cuerpo de Anna Maria, llegamos a la siguiente generación, que será disciplinada. Melanie también cae en el ciclo del deseo al enamorarse del melodioso, aunque algo inquietante, encanto del médico que tiene la edad de su invisible padre. De las tres protagonistas de PARAÍSO, Melanie es la única víctima real. Así va y seguirá yendo la vida, sin compasión.


Frases de la película

-Nos lo pasaremos muy bien y no pararemos hasta que ustedes se caigan y los kilos se derritan, señoritas.

-Señoritas, una cadena no es más fuerte que el eslabón más débil. Unidad mediante la disciplina. Disciplina mediante la unidad. ¿Está claro?

-- ¿Sus padres están divorciados?
- Sí.
- Sí.
- Si.

-- ¿Por qué dices que no le gustas?
- No sé, igual cree que no soy bonita.
- Pero si eres muy bonita.
- Pues será que le parezco gorda.

-Vaya, señoritas, ¿se lo pasan bien?

-- ¿Se la chupas a tu novio?
- ¡Claro!
- Qué asco, yo no podría.


Frase suelta
Cual niebla que aparece y desaparece de pronto, fijaos, así es nuestra vida.


El método Ulrich Seidl
1)El principio básico del método es el siguiente: rodar una película de ficción como si se tratase de un documental para integrar instantes reales, el efecto sorpresa y lo imprevisto en los elementos ficticios.

2)No se utiliza un guión al uso: las diversas escenas están descritas con detalle, pero carecen de diálogos. El guión se modifica y enriquece constantemente durante el rodaje. Al respecto, Ulrich Seidl dice: "Realizar una película es un proceso que tiene en cuenta los resultados de cada día de rodaje".

3)El reparto está compuesto por actores profesionales y no profesionales. Idealmente, los papeles se distribuyen de forma que el espectador no vea la diferencia.

4)Durante el rodaje, los actores trabajan sin guión.

5)Los diálogos y las escenas se improvisan con los actores.

6)El rodaje se hace cronológicamente, permitiendo el desarrollo de la acción y manteniendo todas las opciones abiertas para el final de la película.

7)Se rueda en el lugar donde transcurre la acción.

8)Solo hay música si forma parte íntegra de la escena.

9)El principio de "método abierto" aplicado durante el rodaje también es válido para el montaje. Se reescribe la película en la sala de montaje mientras se evalúan y descartan tomas. El montaje es necesariamente largo para distinguir lo posible de lo imposible. En el caso de Paraíso, un largometraje se ha convertido en una trilogía, tres películas independientes que se completan.

10)Las películas de Ulrich Seidl, además de las escenas de ficción, también incluyen "cuadros", tomas con un encuadre fijo en las que los actores miran directamente a cámara. Presente desde su primer cortometraje, One Forty (1980), el principio del "cuadro Seidl" ha hecho escuela y ha sido usado por otros directores de ficción y documentalistas. Ulrich Seidl rueda numerosos "cuadros" para cada una de sus películas, aunque no siempre los utilice en la versión final. "Un día de estos haré una película con todos los cuadros que no he usado hasta ahora", dice el director.


Claus Philipp entrevista a Ulrich Seidl

P: Con la trilogía PARAÍSO ha conseguido presentar tres películas a concurso en los tres festivales principales, Cannes, Venecia y Berlín, en un año. ¿Qué significa para usted?

R: Significa que con las tres películas de PARAÍSO hemos conseguido crear controversia y dar pie a un debate en un contexto internacional amplio. Claro que me enorgullece haber conseguido algo que ningún otro director había hecho hasta ahora: presentar tres películas, una tras otra, en los tres festivales más prestigiosos del mundo.


P: PARAÍSO, ¿cómo se le ocurrió el nombre de la trilogía?

R: En un sentido bíblico, el paraíso es la promesa de un estado de felicidad permanente, pero en la industria turística se ha convertido en un término sobreutilizado que evoca un deseo de sol, mar, libertad, amor y sexo. En este sentido, la palabra es aplicable a las tres historias, ya que describen a tres mujeres que intentan hacer realidad sus sueños.


P: ¿Cómo encaja la noción de paraíso con unas adolescentes en un campamento para adelgazar?

R: El paraíso no es el decorado, sino el anhelo del paraíso, como ocurre en las otras dos películas. Aquí se describen los sueños y deseos de unas chicas pubescentes acerca de la vida, el amor y la sexualidad. Melanie está gorda y por eso no se siente segura de sí misma, cree que el hombre del que se enamora la rechaza debido a su aspecto físico.


P: Esto nos lleva a la cuestión de los ideales de belleza actuales en la trilogía PARAÍSO. La corporalidad y la belleza, ¿en qué le hacen pensar?

R: La corporalidad siempre tiene un papel importante en mis películas. Me gusta filmar cerca de la piel, enseñar los cuerpos sin adornos. Siento que la belleza se encuentra en lo que no es bello. Luego está la cuestión de las perversas presiones sociales. ¿Qué se hacen las mujeres y los hombres para que sus cuerpos encajen con las normas que prescribe la sociedad?


P: Como realizador y como hombre, ¿qué le molesta del ideal social de la belleza?

R: No quiero que otros me digan lo que es bello. Me molesta la homogeneización de la noción de belleza. Me molesta la presión social y la hipocresía que la rodea. Y sobre todo, me molesta que los criterios actuales de belleza provengan de personas e industrias cuyo único interés es ganar dinero.


P: Originalmente, TRILOGÍA se concibió como una sola película. ¿Qué le empujó a separar las historias?

R: No construimos un guión como suele hacerse. Las escenas están descritas con precisión, pero las historias individuales parecen novelas cortas y no están conectadas. La conexión nace en la sala de montaje, y sobre todo se debe a mi método de trabajo. No sigo el guión escrito al pie de la letra, sino que tengo en cuenta todo lo que pasa durante la preparación y durante el rodaje. También tiene que ver con el hecho de que rodamos cronológicamente e intentamos estar abiertos a cualquier cambio o idea que surja durante el proceso. En total rodé 80 horas, y pasé un año y medio en la sala de montaje probando un sinfín de posibilidades combinando las tres historias. Las diferentes versiones de la gigantesca película de cinco horas y media de duración no me satisfacían. En vez de enriquecerse mutuamente, las historias parecían debilitarse entre sí. Por fin nos dimos cuenta de que la mejor solución artística no era una película, sino tres. Pero no fue fácil.


P: AMOR, FE, ESPERANZA, ¿cómo decidió el orden de la trilogía?

R: Durante bastante tiempo, mientras estábamos montando, creía que ESPERANZA debía ser la segunda historia para que FE, la más poderosa y difícil, fuese la última. Pero un día visionamos las películas en un orden diferente, con ESPERANZA cerrando la trilogía, y fue como una liberación. De pronto, la trilogía funcionaba.


P: En cierto modo, ¿puede verse en ESPERANZA una variación sobre el tema de Lolita, de Vladimir Nabokov?

R: Hubo un momento en que fue el punto central de la historia. El tema de Nabokov siempre me ha interesado e incluso pensé en hacer una obra de teatro. Sin embargo, hay una gran diferencia entre la novela de Nabokov y nuestra historia, y es la perspectiva. Tanto en el guión (donde la chica incluso se llamaba Lolita) como en la obra de teatro, el reto residía en contar la historia desde el punto de vista de una adolescente. Melanie es la protagonista absoluta de la historia


P: Desarrolla sus guiones a través de la improvisación. ¿Qué significó esto para las escenas entre Melanie Lenz y Joseph Lorenz?

R: No resultó fácil, pero los dos fueron muy "profesionales". Al principio, la relación entre ellos era realmente distante y no cambió mucho durante el rodaje. Sinceramente, no me hizo feliz. Está claro que era su forma de protegerse. Nunca hablaban fuera de los decorados o durante los descansos. Pero debían interpretar una historia de amor prohibido y un deseo prohibido entre un hombre y una menor.


P: ¿Cómo fue trabajar con un reparto joven y no profesional?

R: Genial. Es imposible obtener una colaboración mejor. A menudo, después de rodar no me siento satisfecho, como si estuviese convencido de que podría haber estado mejor. Pero nunca me pasó con las chicas y los chicos. En todo caso, podría reprocharme haber sido demasiado cuidadoso con ellos porque sabía que eran niños. Pero no olvidemos que antes del rodaje hubo un largo proceso (casi un año) de casting y, como siempre, valió la pena.


P: ¿Puede hablarnos de su siguiente proyecto?

R: Llevo algún tiempo trabajando en una película titulada El sótano, que toca el tema de "los austríacos y sus sótanos". Hace años, cuando me documentaba para Días perros, me di cuenta de que el sótano de las casas suele estar mejor amueblado que el salón, lo que me llevó a la conclusión de que los hombres, maridos y padres, prefieren estar en el sótano. Al principio parece normal, los hombres reparan cosas, hacen ejercicio, juegan a los dardos, toman una copa con los amigos, fuman, ven el fútbol… Pero todos sabemos que los sótanos son lugares oscuros, secretos, llenos de terror, lugares para las dobles vidas, el horror y el crimen. La película es una visión de los aspectos habituales y privados de los sótanos austriacos.


Ficha artística
MELANIE LENZ (Melanie) fue descubierta durante un proceso de casting de 18 meses de duración en un instituto de Viena donde había protagonizado numerosas obras de teatro. Cuando se rodó la película tenía trece años y había ido a campamentos para adolescentes con problemas de sobrepeso. Actualmente tiene 16 años y estudia para ser vendedora.

JOSEPH LORENZ (El médico) trabaja por primera vez con Ulrich Seidl. Es un conocido actor de teatro. Estudió en el Mozarteum de Salzburgo y empezó a trabajar en Alemania en teatros tan importantes como el Schillertheater de Berlín. Regresó a Austria en 1995 y reside en Viena.

VERENA LEHBAUER (Verena) nunca había actuado. Nació en 1995 y tenía 16 años cuando se rodó la película. Posee una magnífica voz y actualmente estudia Restauración.

JOHANNA SCHMID (Hanni) nació en 1997 y está acabando sus estudios en el instituto. Tampoco tenía experiencia previa en la interpretación.

MICHAEL THOMAS (El entrenador) trabaja con Ulrich Seidl por tercera vez después de ser uno de los protagonistas de Import-Export y de haber actuado en la obra de teatro “Bad Boys/Hideous Men”. Es actor, cantante, escritor y ganó una medalla de plata en el campeonato nacional de boxeo.

VIVIAN BARTSCH (La nutricionista) fue descubierta en 1998 por Ulrich Seidl para la película Models. Se costeó los estudios en el Conservatorio Franz Schubert de Viena trabajando como modelo publicitaria. Ha actuado en numerosas películas y obras de teatro, entre las que destacaremos “Nuestro padre”, de Ulrich Seidl, en el Volksbühne en Berlín, donde reside actualmente.