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jOBS cartel reducidojOBSDirigida por Joshua Michael Stern
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Jobs
Ambientada entre los años 1971 y 1991, Ashton Kutcher protagoniza la película como el co-fundador de Apple Steve Jobs en la épica historia del brillante y apasionado emprendedor cuya singular visión propulsó una revolución digital que cambió el modo que vivimos para siempre.

Criado en un suburbio de clase trabajadora en el norte de California, Jobs abandonó la universidad Reed College y durante un tiempo parecía un alma perdida buscando su identidad. Viajó a la India en busca de iluminación y experimentó, como muchos otros de su misma generación, con drogas alucinógenas, y al final acabó dando tumbos en la oscuridad como un técnico para un creador de videojuegos de poca monta. Incapaz de tolerar las limitaciones de un trabajo de oficina, se lanzó a hacer el marketing de una pequeña placa de ordenador inventada por su amigo de la infancia Steve "Woz" Wozniak (Josh Gad). Usando sus habilidades naturales para el marketing y combinando éstas con sus conocimientos tecnológicos, Jobs convence al dueño de una tienda local de electrónica para que encargue 100 unidades. Recluta a un puñado de sus amigos para ensamblar las unidades en el garaje de sus padres para completar la entrega, y así es como nace el ordenador Apple.

Avanzando a pasos agigantados con el apoyo del inversor Mike Markkula (Dermot Mulroney), el prototipo de Woz se convierte en el primer ordenador personal del mundo. Impulsado por la búsqueda incesante de grandeza y el desprecio por el status quo de Jobs, Apple transforma el mundo de la informática, obligando a gigantes como IBM a cambiar de rumbo y ponerse al día. Pero hay un lado oscuro en la fuerza impulsora de Jobs: una asombrosa falta de compasión que va dejando un rastro de amantes abandonadas, amigos traicionados y colegas desilusionados.

Según Apple se expande y se convierte en una corporación global, el perfeccionismo de Jobs y su tendencia hacia los enfrentamientos acaban siendo su perdición. Su insistencia en invertir enormes cantidades de recursos en un producto de Macintosh de eficiencia no demostrada, le aísla de la junta de la compañía, obligándole a dar el control al antiguo ejecutivo de Pepsi John Sculley (Matthew Modine). Pero sin la visión y el liderazgo de Jobs, la compañía se va distanciando de su objetivo primordial de crear máquinas elegantes e intuitivas que funcionen como extensiones naturales de sus usuarios. Más de una década después, una nueva junta decide que Jobs es la única persona que puede hacer que Apple vuelva a brillar. De nuevo a la cabeza de la compañía, Jobs establece un rumbo que hará que lo que una vez fue una iniciativa modesta, se convierta en una de las compañías más valiosas del mundo, supervisando toda una serie de productos rompedores que cambiarán la tecnología – y el modo que vivimos – para siempre.

JOBS está protagonizada por Ashton Kutcher (Sin compromiso, "Dos hombres y medio"), Dermot Mulroney ("New Girl", Infierno blanco), Josh Gad ("1600 Penn", "The Book of Mormon"), Lukas Haas (Origen), J.K. Simmons ("The Closer", Juno), Lesely Ann Warren ("Al descubierto"), Ron Eldard (Super 8, Sleepers), Ahna O’Reilly (Criadas y señoras, Fruitvale Station), John Getz (La red social), James Woods (Asalto al poder, Las vírgenes suicidas), y Matthew Modine (El caballero oscuro: La leyenda renace). Joshua Michael Stern (El último voto, El libro mágico) dirige este guión escrito por Matt Whiteley.

JOBS está producida por Mark Hulme. El director de fotografía es Russell Carpenter, A.S.C. (Titanic, Esto es la guerra). El editor es Robert Komatsu ("American Horror Story", El desafío – Frost contra Nixon). El diseñador de producción es Freddy Waff (Drive, La red social). El vestuario está diseñado por Lisa Jensen (El último voto). La película está co-producida por Gil Cates Jr. (Lucky).


Entrevista a Joshua Michael Stern, director de Jobs

P: ¿Cómo llegaste a formar parte de este proyecto?

Un amigo me habló de un empresario y editor en Dallas que había encargado un guión para una película por la que sentía pasión. Después de ver mi film El último voto y después de varias conversaciones, por teléfono y vía e-mail, Mark Hulme me invitó a Dallas. Me dijo que había un proyecto increíble, muy ambicioso, en el que se quería embarcar para hacer un biopic sobre Steve Jobs, para el que ya tenía guión – me sentí intrigado inmediatamente. Aquí estaba alguien, completamente ajeno a la industria del cine, que realmente quería hacer algo arriesgado: aventurarse en un terreno en el que no había estado antes, haciéndolo de una manera que nunca se había hecho antes dentro de la industria. A mí, como cineasta, me resultaba muy interesante y muy en el espíritu de Steve Jobs. Así es como empezó todo hace 11 meses…


P: Cuéntanos un poco sobre tu aproximación a la hora de hacer la película.

Mi aproximación tenía un doble enfoque. En primer lugar, dado que se trataba de un periodo de la vida de Steve Jobs – desde que tiene veinti-pocos hasta mediados de sus cuarenta – que la mayoría de la gente desconoce, nuestra responsabilidad realmente consistía en contar la historia tal y como sucedió, sin añadidos y sin adentrarnos demasiado en especulaciones, dejar que siguiera su curso. Creo que eso es lo que resulta realmente intrigante de la película en general, que la mayor parte de la gente no se da cuenta de todo por lo que pasó hasta el momento en el que salió el primer iMac. Es una época de su vida prácticamente desconocida para la mayoría.

En segundo lugar, quien quiera que sea el personaje, tiene que vivir en la película y respirar y existir, sin importar lo icónico que sea. Así que hasta cierto punto, separé la presión de tener que contar la historia de un hombre tan mítico, y me centré en contar la historia de un hombre que hizo una cosa asombrosa e inspiradora, que es como yo me aproximaría a cualquier personaje en cualquier película. Es la historia de la lucha y la ambición de alguien que, contra todo pronóstico, logra tener una visión e introduce algo que nunca había existido antes. Algo que se ha convertido en parte de nuestro tejido cultural, algo cuya ausencia nos resulta inconcebible ahora– y esa es la historia de Steve Jobs.


P: ¿Qué fuentes usaste para informarte?

Mark Hulme, nuestro productor, tenía un equipo de investigadores expertos para rastrear todos los registros públicos y entrevistas de todo lo que tuviera que ver con Steve Jobs. Mark, el guionista y el equipo de investigación, también se empeñaron en entrevistar a una gran cantidad de personas que o bien trabajaban en Apple o bien habían trabajado con Steve, para asegurarse de que presentáramos el retrato y relato de los acontecimientos más fiel posible dentro de los límites de una película.


P: ¿Cuáles fueron los mayores retos a la hora de desarrollar el proyecto?

Creo que el mayor reto a la hora de trabajar con una figura pública tan conocida es intentar hacerlo bien y saber introducir un personaje que, por naturaleza, es enigmático, lo que significa que muy poca gente realmente sabía que era este hombre de verdad. Y eso incluía a personas que habían estado en su entorno durante muchos, muchos años. Era un hombre arrollador, firme y, en muchas ocasiones, voluble. Así que el reto para un cineasta es presentar todo esto sin intentar dar excesivas explicaciones a lo que no se puede explicar, y evitar atreverse a adivinar cosas que puedan ser imprecisas. Y esa es la verdad de Steve Jobs.

Por ejemplo, en principio, uno podría suponer que él fue como fue porque era adoptado y que, a pesar de haber admitido que tuvo las curiosidades normales de un chico adoptado, siempre negó que tuviera un impacto determinante en la persona que llegó a ser. Tuvo unos padres adoptivos cariñosos y amorosos, y les adoraba y nunca vivió muy lejos de ellos. Así que creo que el mayor reto fue presentar a un personaje de forma pura y honesta, siendo un personaje que crea tantas expectativas a la hora de intentar saber quién es y entenderle; y hacer que sea entretenido e interesante y, con suerte, producir una película que dé al público una sensación de cómo era este hombre y una idea de todo por lo que tuvo que pasar y de cómo se convirtió en la persona fue.


P: Steve Jobs es una figura monumental y la gente ya tiene una idea de quien es. ¿Qué esperas que se lleve el público de la película?

Creo que lo que hizo Steve Jobs, viniendo de una familia de clase media-baja, creando un negocio con Steve Wozniak en un garaje que pasó a cambiar la manera en que todos nos manejamos a diario, es una historia total y completamente inspiradora. Realmente se trata del espíritu de innovación y de firmeza en cuanto a conseguir algo que uno puede creer imposible. Y ese es su logro verdadero. Se encontró con muchos obstáculos. No hubo nada más que su determinación a lo largo de todos esos años que le ayudara a conseguir lo que consiguió. Eso y, por supuesto, la genialidad de Wozniak y otros, especialmente en esos primeros años. Así que espero que la gente se lleve la sensación de que esto no fue algo fácil para Steve Jobs, sino que fue algo por lo que trabajó duro. Y también creo que va a resultar interesante ver a lo que se enfrentaba porque el "negociar" una visión siempre es tan difícil. ¿Cómo materializas la visión de alguien que intenta crear algo que todavía no existe, y hacerlo con una junta de directores y accionistas supervisando? Es muy, muy difícil y eso era a lo que se enfrentaba. No fue hasta que le echaron y regresó que encontró su camino para hacer que todo saliera adelante. Y creo que hay algo inspirador en ello para todo el mundo.


P: ¿Nos puedes hablar un poco de Ashton Kutcher en el papel de Steve Jobs?

Cuando conocí a Ashton, obviamente, no tardé en darme cuenta de la llamativa semejanza física que tiene con Steve Jobs. Más aún, cuando me senté con él, sentí que ya estaba canalizando el personaje – esa intensidad se hizo presente inmediatamente. Después de esa reunión, todas las preguntas que tenía como director estaban resueltas, en parte también fue instinto, estoy seguro. Trabajó incesantemente a lo largo de un par de meses para meterse de verdad en el personaje e investigó cada aspecto de la personalidad e idiosincrasia de Jobs. Aston está muy involucrado en la industria tecnológica y tiene muchos contactos, así que pudo hacer su propia investigación. No podía haber salido mejor. También pensé que había algo muy emocionante sobre tenerle interpretando a Jobs. Como director, siempre estás buscando una combinación emocionante que supere la película o las elecciones obvias, pero dejando eso a un lado, me pareció, desde el instante que me senté con él, que él era la elección obvia.


P: ¿Cuál fue el momento más memorable del rodaje para ti?

La parte más memorable del rodaje para mi fue cuando rodamos la Feria de Informática de la Cosa Oeste de 1977, que fue cuando salió el Apple II, que supuso la introducción de Steve Jobs al gran público. Creo que el diseño de producción dio tan en el clavo, especialmente cuando entra Ashton como Steve y es casi idéntico, estaba tan en el espíritu, y dio el discurso, teníamos todos estos extras clamando alrededor de Jobs y casi parecía como si estuviéramos en una cápsula de tiempo. Realmente parecía que estábamos ahí. Con frecuencia cuando estás rodando, incluso en una película de época, siempre estás un poco fuera y desapegado de la experiencia. Ese fue un día de rodaje en el que parecía que estábamos dentro de la historia y fue muy interesante y emocionante ser una parte de todo ello.


Pre-producción
La historia de este hombre, el CEO de una compañía tecnológica masiva, que ha ayudado a dar forma a nuestras vidas modernas, determinadas por la tecnología, puso el mundo a sus pies. Un hombre con el que tan pocos de nosotros tuvo una conexión personal y que había causado la ralentización del trabajo diario, e hizo que Internet quedara en un estado rabioso y asombroso de consumo de noticias sin parangón en la historia.

Mark Hulme supo desde ese momento, tanto por la mirada de sus empleados como por las noticias en todo el mundo, que ésta era una historia inspiradora de un emprendedor que tenía que ser contada con precisión, honestidad y por completo para el público en todo el mundo. Hulme usó sus recursos y preguntó a un miembro de su equipo creativo, Matt Whiteley, que escribiera el guión de la vida de Steve Jobs.

Whiteley, apoyado por un equipo de expertos y meticulosos investigadores, se puso a trabajar inmediatamente para dar vida a esta fascinante historia americana. Cuando Steve Jobs falleció en octubre de 2011, Whiteley ya llevaba el guión bastante avanzado, y hacia el final de año, la inmensa y magnífica historia de JOBS superaba las 250 páginas.

De esa larga historia, Whiteley fue capaz de pulir y centrar la historia en los momentos definitorios de Steve y las personas y acontecimientos que hicieron que se convirtiera en la persona que fue: uno de los emprendedores más icónicos y memorables de la historia de EE.UU.

A principios de 2012, entendiendo la importancia del proyecto para llevar la vida de Steve Jobs a la gran pantalla, el director Joshua Michael Stern se unió al proyecto y ayudó a llamar la atención de personas fundamentales en Hollywood. Inspirado por la historia escrita y por la pasión del equipo tras el proyecto, Stern estaba deseando involucrarse.

"Había algo en la manera en que estaba escrita y la manera que discurría y la manera en que se representaba al personaje que hizo que no pudiera parar de leer y pensar 'esto es realmente bueno'", recuerda el director.

Con el amplio abanico dramático del protagonista y la estructura en tres partes, Stern dice que el guión de Whiteley tenía una cualidad shakesperiana. Retrataba los años iniciales de Jobs, su caída y deambular proverbial y, finalmente, su redención a través de su absorción empresarial, no sólo de la compañía, sino de toda la industria informática.

Stern espera que la historia tenga muchas encarnaciones en años futuros. "Mi meta desde el principio de este proceso fue hacer la versión definitiva", dice. "Entrar en ella con algo menos de mí hubiera sido fútil".


Ashton Kutcher se une al equipo
El proceso del rodaje se puso a toda marcha cuando Ashton Kutcher (Dos hombres y medio) se unió. "Leyó el guión, según creo, en un día", dice Hulme.

Kutcher se reunió con Stern dos días después y, después de ese día, surgió como la elección de los cineastas para el papel. "Realmente fue así de rápido – lo cual, obviamente, era crucial porque el personaje de Steve Jobs tiene más del 40 por ciento del diálogo en esta película", dice Hulme.

Kutcher era perfecto para el papel protagonista, dice Hulme, y no sólo porque se parece asombrosamente al icono de Apple. "Tiene una especie de conexión profunda con Steve Jobs", dice Hulme. "El amor y la comprensión de tecnología son características de Ashton y luego está el hecho de que ha sido accionista de Apple durante diez años. Creo que siempre está conectado, siempre simpatiza y es un individuo increíblemente inteligente".

Stern estaba igualmente impresionado con lo acertado que resultaba Kutcher para el papel.

"Cuando conocí a Ashton, él ya, de alguna manera, entró como Steve", recuerda el director. "Salí de esa reunión bastante hecho a la idea de que él debía tener el papel. Es sorprendente en este rol. Se compromete emocionalmente hasta la médula de verdad. No se trata de dar la pose o imitar".

Algunos de los compañeros de reparto de Kutcher se quedaron realmente impresionados por los conocimientos sobre tecnología informática, entre ellos estaba Lukas Haas (Origen, Único testigo) que interpreta a Daniel Kottke – el amigo con el que Jobs se fue a la India cuando era joven. Haas recuerda un momento entre tomas cuando estaba soldando la placa base para el Apple I.

"Sólo lo estoy soldando y no tengo ni idea de lo que es – no tengo ni idea de cómo funciona todo esto", dice Haas. "Y Ashton literalmente se puso a hablar de ello. Lo estudiaba todo. Sabe todo sobre Apple, sobre Steve, sobre cómo funcionan los circuitos".

Kutcher, por su parte – un fan ávido de la electrónica – dice que su conexión con Jobs creció en él gradualmente. "Cuando Steve Jobs falleció, tuve esta reacción emocional extraña y no sabía lo que era", dice el actor. "Yo estaba como, ‘Wow! ¿Por qué estoy tan conmocionado sobre esto?’ Y empecé a pensar sobre todas las maneras en que mi vida se vio afectada por este hombre y empecé a aprender cosas sobre él siempre que podía".

Entonces fue cuando el agente le pasó el guión de Whiteley. El actor dice que se tomó el papel de Jobs como una ocasión de honrar a un hombre cuya genialidad, como las de Thomas Edison y Henry Ford, nos rodea a todos. Dice que Jobs era un genio especial que podía unir forma y función para crear productos que eran tan bellos como eficientes.

"Raramente tienes a alguien que puede hacer ambas cosas", dice Kutcher. "Son como Leonardo Da Vinci – alguien que puede pintar una Mona Lisa y construir un aparato volador".

"Steve tenía un entendimiento increíble, una perspectiva amplia que la mayoría de nosotros no tiene", Whiteley dice del difunto emprendedor. "Mientras la mayoría de nosotros vemos y pensamos el aquí y ahora, (Steve Jobs) tenía una visión mucho más amplia de cómo todo conecta a largo plazo, diez, quince años adelante. Cómo consiguió vivir y trabajar en el futuro me supera, pero lo cierto es que es una de las grandes claves de su genialidad".

Kutcher dice que el rasgo que define a Jobs era su enfoque preciso en la meta, junto con una habilidad "de decir que no a muchas cosas a las que otras personas dirían sí". El objetivo de toda esa concentración, dice, fue la creación de una gran experiencia de usuario. "Le importaba más que a nadie – con cada fibra de su ser –la calidad de esa experiencia", dice el actor. "Dedicó su vida entera a construir el mejor ordenador personal del mundo y creo que, a día de hoy, lo ha hecho".


Interpretar el papel
Desde luego, es difícil imaginar un mundo sin las comodidades que han aportado los productos Apple y los aparatos que ha inspirado. Dermot Mulroney (Infierno blanco), que interpreta al inversor inicial de Apple, Mike Markkula, dice que se esforzó para dramatizar esa realidad en su primera escena en la película. Es una escena en la que llega al garaje en Palo Alto que se convirtió, con el apoyo de Markkula, en el lugar de nacimiento de Apple y de la industria de los ordenadores personales.

"En la primera escena que hago, hacen que este personaje parezca realmente rico", dice Mulroney. "Llega en un Corvette dorado y un traje color verde dinero. Pero la mañana del rodaje estuve pensando, ¿cómo encontrarías la casa de alguien en 1977? No puedes buscar la dirección en el GPS, ¿verdad? Así que llevo una especie de librito y mapa. Ese fue mi pequeño guiño a cómo solían ser las cosas. Quería llegar a esta casa buscándola a la vieja usanza".

Hulme dice que Jobs será recordado por su perseverancia y tenacidad, que poseía en grandes cantidades. Stern está de acuerdo. "Esta película es sobre un hombre joven luchando contra las adversidades para lograr su visión de algo que aún no existe, una idea que no existía, y no dejó de pensar en la idea durante 20 años hasta que existió", dice el director.

Pero ningún retrato de Jobs sería completo sin explorar también el lado más oscuro del hombre. Whiteley dice que el tipo de genialidad que Jobs personificaba siempre venía con sacrificio y, en este caso, fueron las relaciones personales de Jobs las que sufrieron.

"Nunca trató de hacer daño a nadie", dice Whiteley. "Simplemente no podías ponerte en su camino. No lo aguantaba. Si no estabas viendo lo que él veía, simplemente eras una carga. Y sí, hubo gente que se sintió herida. Amistades perdidas, relaciones arruinadas, pero si podías entender su manera de operar y encontrar tu nicho dentro de su visión, estarías ahí por un buen tiempo".

Esa disposición a sacrificar lazos personales llegó hasta el punto de afectar la temprana relación de Jobs con su primera hija, nacida de una novia que ya había desterrado de su vida. "La abandonó durante años, y negó la paternidad incluso después de que las pruebas demostraran que tenía un 95 por ciento fiabilidad", dice Whiteley, que dramatiza este conflicto, que da un potente efecto emocional al guión.

Stern dice que a Jobs le costaba conectar con gente en general – un rasgo que a veces hacía que a otros les pareciera despiadado.

"Era un fundamentalista", dice el director. "Era blanco y negro, y los seres humanos son grises, están en medio, y no podía ver eso. No podía ver los matices. De hecho, pienso que no era capaz de percibir el dolor en el rostro de las personas. No creo que tratara de ser cruel. Simplemente no creo que tuviera la habilidad de ver que esa persona estaba sufriendo".

Un rasgo clave de la vida de Jobs que está presente en gran parte de la película es cómo se enfrentó al hecho de que sus padres biológicos lo dieran en adopción. "Steve siempre buscaba figuras paternas – siempre se sentía abandonado a cierto nivel por un padre", dice Stern. Quizá en relación a eso, observa Kutcher, la búsqueda sinfín de Jobs de un socio creativo en el que pudiera confiar – fuera el genio de la ingeniería Steve Wozniak (interpretado por Josh Gad), el inversor Mike Markkula (Mulroney) o el virtuoso del marketing John Sculley (Matthew Modine).

"Los tres representan diferentes aspectos de eso y, a lo largo del camino, no funcionó con ninguno de ellos, por ponerlo de forma diplomática", dice Kutcher. "Todos nos pasamos la vida buscando socios para hacer cosas geniales y, como una especie de constante en esta película, tienes a un hombre que quiere crear algo, que quiere cambiar el mundo, que quiere marcar una diferencia y está buscando un socio para hacerlo".

Modine (El caballero oscuro: la leyenda renace), que interpreta a Sculley en la película, dice que Jobs aprendió a encajar los golpes que hubieran destrozado a otros mortales; añade que la decisión de contratar a Kutcher en el papel de Jobs fue una "elección fantástica".

"No sé a quién se le ocurrió el término ‘pivot’, que obviamente significa girarse y cambiar de dirección, pero Steve Jobs era alguien que dominaba el pivotaje", dice Modine. "Cuando las cosas no salían, desde la vez que fue invitado a irse de la compañía que creó, hasta que se fue a Pixar, pivotó".

Los giros de Jobs a veces dejaban a otros en la estacada, notablemente a Sculley – el hombre tras el anuncio rompedor de televisión de 1984 de Apple. Modine, que conoció a Sculley, dice que Sculley todavía está preocupado por la manera en que su relación con Apple llegó a un final tan abrupto.

"Por su personalidad y por la manera en que se manejaba, cuando Steve Jobs se sentía traicionado y que ya no podía usar más a alguien, lo desechaba, le arrancaba de raíz como si fuera una muela y la tiraba", dice Modine. "Y a veces eran dientes muy sanos los que se arrancaba".


En la localización
Gran parte de JOBS se rodó en el valle de San Francisco al norte de las colinas de Hollywood – un área suburbana que se parece mucho a la ciudad de Cupertino en Silicon Valley, que es la base de Apple. Pero Hulme insistió que las primeras escenas de la película se rodaran en el lugar donde realmente ocurrieron – el garaje de los padres adoptivos de Jobs.

Whitely estaba de acuerdo. "La precisión histórica es una parte tan importante para nosotros a la hora de contar esta historia pero, ¿tener la increíble oportunidad de rodar en el lugar donde Steve y Woz soldaban placas y hacían llamadas? Esa es una experiencia de una vez en la vida no sólo para nosotros, sino también para el público que ve cómo se desarrolla la historia".

Stern dice que cualquier rastro de escepticismo inicial hacia esta idea se esfumó rápidamente cuando entró por primera vez en el garaje cuando estaban buscando localizaciones.

"Daba cosa estar ahí, sobre todo porque es como ir a la casa de cualquier gran persona", recuerda el director, cita como ejemplo Monticello, la mayor plantación de Thomas Jefferson. "Creo que fue una manera genial de empezar la película. También creo que unió a todos, y creo que fue una idea inspirada el que todos estuviéramos ahí".

Haas está de acuerdo. "Fue increíble estar en el mismísimo garaje en el que crearon todo", dice. "Nunca he hecho eso antes – rodar en el sitio donde algo decisivo ha ocurrido. Fue bastante guay, pero también fue raro. Fue difícil hacer la conexión en la cabeza de que ahí fue donde ocurrió, porque parecía un garaje cualquiera de un suburbio en medio de la nada. Simplemente era un pequeño garaje. No tenía nada de especial, pero algo realmente especial ocurrió ahí".

Desde luego que fue especial. Whiteley añade que Apple es comúnmente considerado como la mejor compañía del planeta – más valorada aún que compañías como Exxon Mobil, Wal-Mart y Microsoft. "Tradicionalmente pensamos en estas compañías como las más grandes en cuanto a su valor en el mercado, pero Apple es incluso mayor y aún así es mucho más que una compañía", dice. "Es una compañía que ha inspirado a la gente con productos que usamos a diario, y rara vez pensamos hasta qué punto han dado forma a nuestras vidas diarias, creando industrias y trabajos nuevos en todo el mundo. Y no te confundas, todo partió de la mente de un hombre y se extendió desde ahí".

Se ha dicho que ser un genio es sinónimo de ser incomprendido. Jobs fue ambas cosas y tuvo el extraño honor de ser reconocido por su visión en vida.

"Todo lo que llegó a hacer Steve, tenía una razón detrás", dice Kutcher. "Algunas personas no estaban de acuerdo con sus motivos, pero creo que la gente le va a valorar durante mucho, mucho tiempo".