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Hombres, mujeres & niños cartel reducidoHombres, mujeres & niños(Men, women & children)
Dirigida por Jason Reitman
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Del director nominado al Óscar® Jason Reitman ("Una vida en tres días", "Young Adult", "Up In The Air"). La película está protagonizada por Rosemarie Dewitt ("Matar al mensajero", "La boda de Rachel"), Jennifer Garner ("Dallas Buyers Club", "Draft Day"), Judy Greer ("El amanecer del planeta de los simios", "Tomorrowland"), Dean Norris ("Breaking Bad," "El consejero"), Adam Sandler ("Niños grandes 1 y 2", "Golpe bajo") y Emma Thompson ("Al encuentro de Mr. Banks", "Love Actually").

"Hombres, mujeres & niños" está basada en la novela homónima de Chad Kultgen, con Reitman dirigiéndola a partir de un guión del que es coautor junto a Erin Cressida Wilson ("Secretaria", "Chloe"). Es productor del largometraje junto con su socia Helen Estabrook a través de su productora Right of Way Films. Michael Beugg ("Up In The Air," "Little Miss Sunshine") y Mason Novick ("Bad Words," "Juno") son los productores ejecutivos.

Entre su joven reparto coral están Timothée Chalamet ("Interstellar"), Olivia Crocicchia ("Terri"), Kaitlyn Dever ("Las vidas de Grace"), Ansel Elgort ("Bajo la misma estrella", "Divergente"), Katherine Hughes ("Roadies"), Elena Kampouris ("Una vida en tres días") y Travis Tope ("Terror al anochecer").

Narrada por Emma Thompson, este variopinto elenco está encabezado por Sandler y DeWitt como Don y Helen Truby, y Tope como su hijo Chris. Garner interpreta a Patricia Beltmeyer con Dever como su hija Brandy. Greer es Donna Clint y Crocicchia es su hija Hannah. Norris interpreta a Kent Mooney con Elgort interpretando a su hijo Tim. Hughes y Kampouris interpretan a las animadoras Brooke Benton y Allison Doss, respectivamente, y Chalamet es el jugador de rugby Danny Vance.

Completando el reparto están David Denman ("The Office"), Jason Douglas ("Revolution"), Dennis Haysbert ("Sin City: Una dama por la que matar"), Shane Lynch ("Ray Donovan"), Will Peltz ("Paranoia") y J.K. Simmons ("Growing Up Fisher").


Del libro a la pantalla
"Hombres, mujeres & niños" empezó en realidad cuando el cineasta Jason Reitman leyó la primera novela de Chad Kultgen y el autor se convirtió rápidamente en uno de sus favoritos. Leyó "Hombres, mujeres & niños" cuando estaba aún en galeradas y se enamoró del libro, aportando incluso cierta cantidad para la cubierta del libro.

La sincera mirada de la novela hacia el interior de las vidas amorosas y las relaciones de los adolescentes y sus padres, y el modo en que se comunican en esta sociedad contemporánea obsesionada por la tecnología, fascinaron a Reitman. Recuerda: "En cuanto leí el libro, supe que era algo que quería convertir en una película algún día. En cierto modo, Chad entendía mejor que el resto de nosotros hacia dónde vamos a nivel tecnológico. Su conocimiento, no sólo de la forma en que se hablan entre sí los adolescentes y sus padres, sino de cómo se comunican a través de cada dispositivo…el modo en que escribimos, el modo en que enviamos ‘Mensajes Instantáneos’, la forma en que tuiteamos y la manera en que escribimos en las redes sociales. Y también la forma en que usamos ‘Tumblr’. Chad era nuestro sociólogo, que describía perfectamente no solamente a todos estos personajes, sino la forma en que interactuaban con internet".

El productor ejecutivo Mason Novick, seguidor y fan de Kultgen desde hace mucho tiempo, pensó que los temas contemporáneos, los personajes en busca de amor, conexión y aprobación y la mezcla tonal entre el humor y el patetismo, interesarían mucho a Reitman.

"Siempre he admirado la voz literaria de Chad, y pensé que ‘Hombres, mujeres & niños" combinaba muchos de los elementos de las películas de Jason. Hay adultos en situaciones difíciles, gente tomando decisiones importantes que tienen un impacto real en sus vidas. Tiene drama y comedia, y personajes idiosincráticos y emoción de verdad. Y creo que mucha gente anda en cierto modo como cuestionándose su lugar en el mundo, y Jason es muy bueno con esta clase de material. Es capaz de abordar momentos álgidos y difíciles y tonos y personajes complejos con sensibilidad y gracia. Consigue que el público entienda de verdad lo que están experimentando estos personajes a través de lo que ven, ya se trate de los adolescentes o de sus padres, uno entiende y simpatiza con todos estos personajes y sus relaciones, incluso aunque no estén pasando por su mejor momento", dice Novick.

A Reitman también le atrajo el concepto de que, a pesar de los múltiples medios de contacto e interacción, cada vez estamos más separados entre nosotros.

"Se trata de un grupo de padres y adolescentes que exploran el nuevo mundo que todos estamos intentando descubrir: redes sociales, acceso instantáneo a lo que piensa, hace o dice cada uno de nosotros. En realidad trata acerca de la comunicación". Y continúa: "¿Y qué ha pasado con la idea de la intimidad? La intimidad ha quedado tan vinculada a la idea de sexualidad que nos hemos olvidado de la sencilla idea de estar cerca".

Aunque se ha debatido a menudo sobre internet y el efecto que está teniendo en todos los aspectos de nuestra cultura, a Kultgen le parecía que la discusión estaba siendo ligeramente superficial y distante. Quería explorar algo más interpersonal e intergeneracional. Dice: "No tenía noticias de nada que hubiera abordado a fondo el problema de cómo está afectando la tecnología a la manera en que los chavales se desarrollan social y sexualmente, y también cómo está afectando a sus padres y a las generaciones más mayores. Creo firmemente que los padres ni siquiera pueden llegar a entender cómo se están desarrollando sus hijos al contrario que las generaciones anteriores, que quizás sí que podían. Quería escribir un libro sobre eso".

"Hombres, mujeres & niños" examina lo irónico que resulta poseer la tecnología para comunicarnos instantáneamente de incontables maneras, y que sin embargo la brecha generacional quizás sea aún más profunda que en épocas anteriores, y que aún persiste la confusión entre sexualidad y auto estima y que quizás se vea exacerbada por la era de internet.

Adaptar el libro a la pantalla iba a suponer un proyecto literario hábil y sutil. "Hombres, mujeres & niños" representa la primera vez que Reitman ha sido coautor de un guión. Estando en el Festival de Cine de Sundance de 2013, se encontró por casualidad con Erin Cressida Wilson, quien había escrito el guión de "Chloe", una película que él había producido. Wilson recuerda que Reitman le contó que tenía los derechos de un libro, y le pidió que lo leyera. Y le encantó.

Reitman explica: "Cuando uno lo lee por primera vez, resulta tan explícito que es difícil imaginar cómo llevarlo a la gran pantalla. Pero lo que más me gustó del libro fue lo sincero que era. No aparece sexo explícito en esta película, trata acerca de las conversaciones sobre el sexo y sobre el amor y francamente, al igual que muchas de mis películas, trata acerca de la comunicación, o de la falta de la misma".

Wilson añade: "Este libro parecía ser el punto de reunión perfecto para Jason y para mí. En cierto sentido, aparentemente es políticamente incorrecta, y sin embargo los temas sobre los que queríamos profundizar en el guión eran el amor y el horror y la tristeza de lo que nos ha pasado por culpa de internet y de enviar textos, las mismas cosas que se suponía que nos iban a acercar, nos alejan aún más. La idea de que necesitamos volver de nuevo a tocarnos mutuamente, en sentido literal y figurado. Tanto para Jason como para mí, es una historia muy sexy, transgresora y sentida que ojalá lleve a algo esperanzador y divertido. La colaboración fue casi mágica, y tenía lugar constantemente".

La brecha generacional y el cambio virtual de papeles, la tecnología y los medios sociales de tú a tú, también atrajeron a Wilson.

"Los adultos son novatos en esto y no saben qué hacer exactamente, así que andan un poco perdidos en este tema, mientras que los chavales son muy rápidos en esto y terriblemente brillantes a la hora de vivir esta clase de vida…"


El reparto
"Hombres, mujeres & niños" cuenta los acontecimientos simultáneos y a menudo cruzados en las vidas de siete familias, lo que implicaba catorce protagonistas de dos generaciones, los padres y sus hijos. Ya desde el principio, Reitman tenía en mente a varios actores adultos, intérpretes capaces de encarnar y asumir las situaciones descarnadas, a veces incómodas, a menudo graciosas y embarazosas, de la película, pero que también pudieran comprender la compasión subyacente de Reitman por la condición humana.

"Algunos actores leyeron el libro, otros leyeron solamente el guión. Creo que la respuesta unánime es que el texto de Chad es un retrato muy acertado del punto donde nos encontramos en este momento. Que si dejamos de disculparnos por lo que nos avergüenza, no podremos evitar decir que así es como somos", observa Reitman.

El ridículo subyacente de quiénes somos (conectados por miles de dispositivos y aún así a kilómetros de distancia) y nuestro enfoque, a menudo equivocado, para resolver lo que percibimos como nuestros problemas aunque dejemos de lado los conflictos más grandes, en el fondo tienen un extravagante aspecto cómico, algo que no se le escapó a Reitman. De hecho, ese humor innato, raro pero auténtico, fue lo que formó su reparto.

Reitman dice: "Mi manera preferida de abordar temas duros es a través del humor, porque creo que es la forma más fácil y la que nos permite decir más cosas. Si empiezas a hablar dramáticamente acerca de las cosas, entonces te ves demasiado envuelto en la corrección política y las emociones. Cuando abordas los temas duros con humor, de alguna manera se abre una conversación que te permite profundizar más y hablar de los temas más sombríos, los temas que nos cohíben. Por eso elegí a muchos actores cómicos que están deseando ser lo más sinceros posibles ante la cámara".

Reitman propuso desde el principio a Adam Sandler que interpretara a Don Truby, un hombre casado que utiliza Internet para encontrar pareja porque la llama de su matrimonio está prácticamente apagada. Es un papel que está a años luz de cualquier personaje que Sandler haya interpretado hasta ahora.

Reitman recuerda: "Adam y yo ya habíamos hablado antes acerca de hacer algo juntos, y no me imaginaba a nadie mejor para Don Truby. Así que le envié el guión, lo cual dio origen a una conversación de dos meses. Es un papel muy peliagudo, e iba a tener que abordar en pantalla momentos muy difíciles, íntimos y sinceros, así que claro que hablamos mucho sobre ello, sobre el significado de su personaje y de sus acciones. Francamente, creo que nunca he hablado tanto sobre ningún personaje como lo hice con Adam, y fue un placer construir ese personaje junto a él", dice Reitman.

Hablando del papel, Sandler dice: "Al principio me dio miedo, pero sabía que era un guión increíble. Llamé a Jason y le dije que me daba dolor de estómago y que eso me gustaba. Me llevó un tiempo poder decir: ‘Vale, voy a darle una oportunidad’. Fue sumamente intenso ser Don Truby, pero ahora que lo he hecho, me alegro de haber estado ahí", dice Sandler.

Añade que algunos de los temas y premisas de la película le atrajeron y le asustaron como padre.

"Internet y las redes sociales ofrecen demasiadas oportunidades, el material que hay por ahí puede dejar horrorizado a un adulto, y ya no digamos a un chaval de 15 años que se tropiece con eso. Tengo hijos, y me da miedo lo que hay por ahí en ese sentido. Creo que uno de los principales puntos de la película es lo insensibles y despegados que nos estamos volviendo todos y lo que, si se usa mal, puede llegar a hacerle a nuestra personalidad, y ya no digamos a nuestra relación con la familia y los amigos", observa Sandler.

Para Helen, la mujer de Don, aburrida y atrapada en lo que se ha convertido en un matrimonio tedioso y ciertamente insatisfactorio, Reitman recurrió a la actriz Rosemarie DeWitt.

"Me encantó el guión y luego leí el libro, que me pareció impresionante, crudo y fascinante. Me sentí atraída y repelida al mismo tiempo, pero también curiosa y emocionada porque creo que la historia es increíblemente profunda", dice.

Reitman dice que el papel requería de la intrépida integridad artística de DeWitt y de sus decisiones interpretativas, idiosincráticas pero impecables.

"Rosemarie no sabe tener un momento equivocado. Su honestidad es desgarradora. Cada pequeño movimiento que hace, la clase de cosas que otros actores son incapaces de conseguir, son lo que hace que sus interpretaciones sean perfectas. Lo emocionante de Rosemarie es que uno no sabe lo que va a pasar en el instante siguiente. Ya sea que va a participar en el diálogo, en donde se va a llevar una buena y cada pequeño gesto importa, desde fruncir las cejas hasta apartarse un poco el pelo, o una simple mirada, tiene una manera extraordinaria de abordar cada frase o cada escena que le añade peso a todo lo que haced", dice Reitman.

Para Reitman, solamente había una actriz que pudiera interpretar el papel de la sobreprotectora Patricia Beltmeyer, la madre del quinceañero Brandy. Reitman recuerda: "Iba en un avión hacia Cleveland para ver a mi padre, y resulta que sentada frente a mí estaba Jennifer Garner, con quien había trabajado en ‘Juno’. Siempre había pensado que sería perfecta para interpretar a Patricia. Aún no había dejado leer el guión a nadie, pero le pasé mi iPad y le dije: ‘Aquí está mi próximo guión, y me gustaría que interpretaras a Patricia’. Lo leyó durante el vuelo y me dijo que aceptaba".

Garner recuerda su vuelo en avión juntos ocho meses antes de que ella comenzara a trabajar en "Hombres, mujeres & niños". "Nunca me cuestioné hacer esta película. Cuando le devolví su iPad, le dije: ‘Es realmente genial’. No lo dudé ni por un instante", explica.

Gran parte de su interés y confianza en la película procedía de su fe en Reitman. Pensó que el material encajaba especialmente bien con su fuerza como cineasta.

"Cuando lo leí, mi primera reacción fue pensar que solamente Jason Reitman sería capaz de sacarlo adelante, porque es un maestro del tono y a la hora de describir la vida real de una manera intensificada, llena de momentos graciosos y a la vez de potentes sentimientos. Esta película se adapta especialmente bien a su talento. Y nunca quiere que ‘interpretes’ algo. Nunca quiere que haya ni un momento falso en la escena, sino que te anima a que seas lo más auténtica posible, lo que a esta película le viene particularmente bien porque hay momentos duros. Nunca los explota, sino que simplemente describe esas escenas de la vida real de una manera en la que puede absorberlas, digerirlas y entablar una conversación fabulosa acerca de ellas. Actualmente hay una nueva presión sobre los chavales para que todo tenga que ser público, para que todo tenga que ser publicado y que suceda a cada momento. Resulta terrorífico para un padre ver eso y pensar: ‘¿Cómo vamos a abordar esto?" Patricia lo lleva al extreme, no confía en su hija en absoluto, y ese es el verdadero problema. Pero en el fondo, es una mamá cariñosa y un ser humano muy , muy real", dice Garner.

Es esa humanidad la que Reitman sabía que Garner era capaz de encarnar.

"Patricia es como una prima del personaje que interpretaba Jen en ‘Juno’. Hay algo tenso en ella, y hay algo muy correcto en ella. Y francamente, por mucho que nos queramos reír del personaje de Patricia, al final no podemos evitar pensar si tendrá razón. Es un personaje que quiere censurar a su hija, que quiere censurar al mundo entero, y eso claramente está mal, en principio. Pero cuanto más se piensa al respecto, actualmente hay tanta información al alcance de los niños que uno empieza a darle la razón y a preguntarse si no será la única persona cuerda presente. Y francamente, Jen supo encontrar ese equilibrio entre locura y cordura, entre sobreprotección y cariño", dice Reitman.

Reitman contrató a Judy Greer para interpretar a Donna Clint, la madre soltera obsesionada por la fama, cuya relación simbiótica con su hija Hannah es una de las más controvertidas y conmovedoras de la película. Dice: "Lo que hace el personaje de Judy en esta película es tan peliagudo y mete el dedo en heridas tan profundas que solamente alguien con su clase de ligereza, fragilidad y, francamente, su encanto, es capaz de sacar adelante estas cosas y seguir resultando graciosa y encantadora".

"Llevaba queriendo trabajar con Jason desde su primera película, 'Gracias por fumar’, para la que me presenté a una prueba, pero no conseguí el papel", dice Greer riendo. Y continua: "Y lo segundo que me pareció realmente fascinante a nivel personal es que, hace dos años, me convertí en madrastra de dos adolescentes. Hicimos una prueba de lectura y luego leí el libro y flipé. Empecé a ver de verdad a mis hijos, a verles escribir mensajes en su teléfono, y nunca hubiera podido imaginar lo que estaban diciendo. Me abrió mucho los ojos", afirma Greer.

El tema también tenía un significado personal para Dean Norris, quien interpreta a Kent Mooney, un hombre a quien su esposa ha abandonado recientemente de una manera dramática y dolorosa, y ahora se encuentra con la responsabilidad de criar en solitario a Tim, su hijo adolescente, y también de intentar darle algún sentido a su rumbo y al del mundo en general.

"Para mí, trabajar con Jason Reitman era ciertamente algo grande, y en un papel que significa algo para mí, porque tengo hijos. Y navegar por todo internet y la manera en que eso cambia la dinámica y afecta a sus vidas, que serán completamente diferentes para ellos de lo que fueron para la gente de mi generación. Actualmente, los chicos tienen un acceso total a ciertos niveles de información (tanto buena COMO mala) que yo ni sabía que existían cuando tenía su edad. Por no mencionar que eso afecta a la manera en la que interactúan, como el envío de mensajes de texto y contenidos sexuales. Y todo eso, lo bueno y lo malo, puede ser difundido inmediatamente. Así que eso afecta al modo en que uno hace las cosas, cómo se relaciona, y mi personaje francamente va camino de estrellarse en ese sentido", dice Norris.

Reitman disfrutó sobre todo al darle a Norris el papel de un hombre que es tosco a nivel emocional y que intenta comprender la nueva realidad de ser padre en solitario. "Lo que más me gustó de trabajar con Dean en esta película fue que estábamos mostrando una faceta vulnerable suya que nunca antes se había visto en la pantalla. Lo que quiero decir es que todos le conocemos de ‘Breaking Bad’, pero esto es diferente. Tiene dulzura, ternura. Vemos a un hombre que se enamora, y resulta emocionante ver enamorarse a un tipo del que uno esperaría que, bueno, le pegara un puñetazo a alguien".

Aunque Reitman sabía a quién quería para el reparto de los adultos, encontrar a siete jóvenes actores para que interpretasen de manera sincera y creíble a los adolescentes retratados en la historia iba a requerir una búsqueda más amplia. Para Reitman era un territorio no enteramente desconocido.

"Es la segunda vez que trabajo con un grupo de jóvenes con gran talento. Y es muy emocionante ver a un grupo de gente de entre 18 y 22 años unirse de esa manera. Fue muy emocionante hacerles juntarse en una película, vivir juntos, pasar el fin de semana juntos, llegar al plató en grupo y apoyarse unos a otros, aprendiendo al mismo tiempo cómo convertirse en actores profesionales, y resultó muy gratificante contemplar eso y formar parte de ello. Estos jóvenes actores me enseñaron muchas cosas de las que trata la película. A menudo me contaban qué música estaban escuchando, y qué dispositivos utilizaban para hacerlo, las apps que les gustaban. Eran un recordatorio constante de cómo es vivir en el momento, en este momento CONCRETO. Eran un grupo encantador", dice Reitman.

El papel del filosófico y profundamente deprimido Tim Mooney fue para Ansel Elgort, quien acababa de terminar el rodaje de "Bajo la misma estrella" y de "Divergente" y que impresionó tanto a los realizadores que le ofrecieron el papel durante la audición. Después de que su madre le abandone a él y a su familia, Tim se retira a la oscuridad y el silencio, olvidándose del rugby, que era lo que antes le definía. En lugar de eso, juega religiosamente a un multitudinario juego de rol online. No solamente ocupa su tiempo, sino que le ofrece una evasión de su creciente asilamiento y su creencia, cada vez más arraigada, de que todas las cosas y todo el mundo que hay su vida son irrelevantes. Encuentra alivio en la compañía anónima de los jugadores online, aunque eso le vaya apartando cada vez más de su familia y amigos. Al habitualmente optimista Elgort le pareció un desafío meterse en el malestar de Tim, lo que para él fue parte del atractivo del papel.

Elgort explica: "Siempre intento buscar guiones que cuenten una buena historia, lo que obviamente sucede en este caso, pero como actor, también me gusta ser desafiado por los personajes, y Tim era todo un personaje para ser interpretado. Es distinto de todos los papeles que he representado, y no se parece en nada a como soy yo. La mayor parte del tiempo soy un tipo efervescente. Tuve que controlarme mucho e intentar no sonreír, porque Tim es alguien que está entre tinieblas. También me gusto el que los adultos no son menos vulnerable que los chavales. Todos tienen sus problemas. Creo que lo más bonito de la historia es que se ven los paralelismos entre los chicos y los adultos, y que están pasando por cosas similares".

Kaitlyn Dever supo inmediatamente que quería interpretar a Brandy Beltmeyer, cuya madre controla electrónicamente la mayor parte de su vida. Recuerda: "Cuando leí el guión, no paraba de pensar: ‘¡Qué real es!’ Sencillamente, me encantó. Me encantó el ácido sentido del humor de ella y la idea de hacer malabares con su propia sensación de estar atrapada en un mundo controlado por su madre y esa otra identidad secreta que crea Brandy para evadirse".

Relativamente nuevo en el oficio, Travis Tope aún no se cree que Reitman le eligiera para interpretar a Chris Truby, un jugador de rugby del equipo junior del instituto que es adicto a la pornografía online. Tope dice: "El papel que menos esperaba interpretar es el de un jugador de rugby, pero por alguna razón milagrosa, Jason me dio el papel de todos modos".

"No se puede exagerar la situación en que se encuentran esas personas (se enfrentan a casos que a veces son muy incómodos pero lo hacen de una manera realista, lo cual hace que sean divertidos), el humor surge de lo embarazoso de todo ello, como en la vida real. Y por supuesto eso vale también para Chris", dice Trope.

Olivia Crocicchia interpreta a Hannah Clint, una animadora lanzada a nivel sexual pero quizás sin experiencia, y que se ha creído los sueños de fama de su madre. Hannah es una niña de mamá en todos los sentidos, una nave a toda máquina que no se detendrá ante nada para hacerse famosa. Hannah tiene una notable confianza en sí misma y sabe exactamente quién es, de una forma impersonal, incluso despistada. Su pragmática y cruda ambición interesó a Crocicchia. "Hay muchísimos papeles para chicas de mi edad que son o bien adolescentes malcriadas, o la típica chica enamorada, y un papel como este normalmente está reservado a un adulto. Es una chica excepcionalmente motivada a todos los niveles, desde su profundo deseo de ser famosa hasta su objetivo de ser la primera de la clase en perder la virginidad, e incluso eso es solamente para demostrar a las otras chicas que ellas es la mejor. Todo gira alrededor de la atención, que a ella le encanta y la desea ardientemente", explica Crocicchia.

Aunque lleva actuando alrededor de siete años, Timothée Chalamet, de 18 años, estaba asistiendo a la universidad a jornada completa cuando oyó hablar del papel del quarterback Danny Vance. Chalamet comenta: "El guión me pareció un retrato increíblemente acertado de lo que es crecer en el siglo XXI. Formo parte de la primera generación que va a pasar toda su vida online. A medida que iba leyendo las páginas, iba diciendo: ‘Cierto, cierto, cierto’. Aquí cada chaval tiene una historia relevante. Personalmente, me identifiqué con la adicción a los videojuegos, y tengo un montón de amigos que se enfrentan a problemas con la pornografía, y eso es porque, como la película muestra tan acertadamente, los chavales pueden conectarse a Internet a edades tan tempranas como 11 o 12 años, y acceder a algunas imágenes sexuales que NO deberían ver, y que por supuesto no pueden procesar. No era como cualquier otro guión genérico que se envía normalmente a actores de 17 o 18 años, y me sentí encantado de formar parte de ello".

Elena Kampouris, de 16 años, había trabajado previamente con Reitman en "Una vida en tres días", y quería el papel de Allison Doss, una adolescente anoréxica que está tan afectada por la enfermedad que busca apoyo para perpetuar lo que es, básicamente, inanición, a través de almas gemelas en Internet. Su grave trastorno dismórfico le hace comportarse de forma temeraria y al final llega a poner su vida en peligro.

Kampouris rememora: "Mi profesor de interpretación llamó a John Papsidera, el director de casting, y le dijo que estaba dispuesta a volar a Los Ángeles para hacer una audición. Sabía que tenía que dar vida a Allison. A otros les hubiera parecido un gran riesgo volar a Los Ángeles, pero era una inversión que estaba dispuesta a hacer. Me pareció que el proyecto era muy crudo y auténtico, como un espejo de la sociedad que te hace sentir incómodo y que explica la manera en que nos afectan las redes sociales y la tecnología de una forma que nunca antes había visto en una película. Allison es una chica increíblemente insegura con una gran confusión mental. Era un personaje muy interesante, por eso tenía tantísimas ganas de interpretarla. Cuando me documenté sobre la anorexia, para mí fue un mundo totalmente nuevo y perturbador. Me ayudó mucho a entenderla, y todo lo de sus vivencias en el instituto me sonaba familiar. La naturaleza competitiva de la relación entre las chicas, para alguien como Allison, que ya está baja de moral, estar en ese entorno puede desatar un montón de emociones, y la motiva a hacer cosas para sentirse mejor consigo misma que a la larga no son buenas para ella. Pierde una cantidad importante de peso y, en lugar de que eso suponga una señal de alarma, es más bien como una medalla, es gratificante, la gente se fija en ella, así que cree que tiene que perder más peso".

El enfoque resuelto y desprejuiciado de Kampouris hacia Allison refleja la valerosa entrega de todos los jóvenes actores a la historia y a Reitman, algo que no se le escapa a Jennifer Garner.

"Jason tiene un gran don para detector jóvenes con talento. Ya lo hizo en "Juno". En esta película, es increíble lo valientes, inocentes y abiertos que han sido los chicos para aprovechar las oportunidades que les ofrecía esta película", dice.

Sirviendo de hilo conductor de la película y de unión entre los distintos personajes y tramas está la narradora cuyas francas observaciones sobre el funcionamiento interno de la mente de los personajes proporciona información acerca de sus acciones. Reitman tenía una vozs en mente: Emma Thompson.

Wilson dice: "Iba a haber siempre la voz exterior de una persona en la película, así que, mientras la escribíamos, yo tenía en mi mente la idea de que era Emma quien lo hacía, se escribió para ella".


El argumento
"El 22 de agosto de 1977, la NASA lanzó la nave Voyager con destino desconocido. Lleva solamente algo de carga, diversas grabaciones seleccionadas por el astrónomo norteamericano Carl Sagan. Dicha colección fue diseñada para durar mil millones de años y para ofrecer potencialmente a los extraterrestres una muestra de la humanidad…". Así empieza la narración de "Hombres, mujeres & niños".

Reitman explica: "El satélite era un intento para contactar con algo o alguien que ni siquiera sabemos si existe. Hay una parte de nosotros que quiere conectar con el universo pero, al mismo tiempo, uno no puede dejar de pensar en la ironía que implica el que intentemos llegar hasta alguien que ni siquiera sabemos si está ahí, y que sin embargo no seamos capaces de hablar con la gente que está junto a nosotros. Y de eso es de lo que trata esta película".

La tecnología que permitió a la nave Voyager enviar datos hasta los confines más remotes de la galaxia y más allá también impulsa a varios satélites en órbita alrededor de la Tierra. Esas máquinas que dan vueltas en silencio permiten a nuestros dispositivos hablar entre ellos, incluso aunque no lo hagamos en persona. Nos suministran una caja de Pandora de imágenes e información que, al contrario que las fotos de la Voyager, a menudo son tan inútiles e incluso perjudiciales como reveladoras.

Los conflictos a los que se enfrentan los adolescentes en esta película son universales y clásicos: los primeros amores, la curiosidad acerca del sexo y la presión de los compañeros para probarlo, el deseo de ser aceptado a cualquier precio, la imagen física, el acoso y la depresión. Pero esta es la primera generación que tiene que soportar esos incómodos años adolescentes con la carga de la tecnología actual.

Los conflictos de los adultos de la película incluyen padres sobreprotectores, matrimonies infelices, infidelidad, divorcio, la paternidad en solitario y la incomunicación con los hijos. A menudo algunos de los adultos, al igual que sus hijos, confunden la atracción sexual con la autoestima. La película también examina la implicación de los padres en el uso que hacen sus hijos de Internet: algunos intentan controlar cada aspecto, otros no son conscientes de los elementos peligrosos, mientras que otros lo utilizan más allá de los objetivos de sus hijos.

Lo que comparten todos estos personajes es el deseo de comunicarse y de tener intimidad.


Hombres, mujeres…
Don Truby (Sandler) y su esposa Helen (DeWitt) son unos padres trabajadores con éxito y que tienen un hijo de quince año, Chris (Travis Tope). Casados desde hace muchos años, Don y Helen han llegado a un punto muerto en su matrimonio, aunque no se habla de ello.

Rosemarie DeWitt describe el estado de su relación: "Su matrimonio es un matrimonio típico: después de un tiempo, la pasión se extingue un poco. Existe el mito de la espontaneidad, pero hay que trabajárselo mucho, y creo que la principal cuestión para Helen y Don es hasta qué punto se van a comunicar y cuánta privacidad están dispuestos a concederse".

Buscando pasión fuera de su matrimonio, ambos utilizan Internet en secreto para encontrarla. Don descubre un servicio de compañía y concierta una "cita" con Angelique Ice, una prostituta.

Describiendo a su personaje, Sandler dice: "Don es un hombre que no sabe dónde se encuentra su felicidad, y se enfrenta cada día a las cosas intentando hallar maneras de encontrar pequeños trocitos de felicidad aquí y allá. Quiere acercarse más a Helen y que la cosa funcione, y ser feliz con ella. Yo creo en él, pero está muy perdido".

Por supuesto, encuentra a Angelique online. "Se pone a buscarla en Internet y, por un momento, la vida le ilusiona. Ella es la manera de que Don consiga algo de cariño, de tener a alguien que le diga que vale mucho", dice Sandler.

Helen está en un momento de su matrimonio en el que ya no se siente atraída por su marido. En lugar de enfrentarse a eso, busca placer y auto-afirmación en otra parte. Al igual que su marido, encuentra una página web que se dedica a emparejar a hombres y mujeres para tener relaciones extraconyugales. Helen crea un perfil y pronto empieza a tener citas en secreto y, al final, a engañar. Igual que su marido. Su primera cita es con un hombre que se hace llamar "Secretluvur", interpretado por Dennis Haysbert.

DeWitt no juzga a Helen. "Helen es todas las mujeres, todas las madres y esposas en muchos sentidos. Creo que no sabe qué es lo que le podría hacer más feliz, y está intentando averiguarlo. Cuando conoce a ‘Secretluvur’ en el hotel, está de nuevo con alguien que la encuentra hermosa. Él es una persona realmente gentil y encantadora con quien puede en cierto modo expresar su lado salvaje. Creo que la relación le permite volver a ponerse de nuevo en contacto consigo misma, hasta tal punto que se olvida de que está criando unos hijos y cuidando de todos los demás".

Al igual que el público, DeWitt, en un momento dado, no estaba segura de cómo se iba a arreglar el matrimonio de Helen. "Cuando leí el guión, pensé que no estaba segura de que Helen siguiera estando enamorada de su marido, pero una vez en el plató y con Adam en el papel, me dí cuenta de que claro que aún quedaba mucho amor en ese matrimonio".

Aunque muchos padres se plantean hasta qué punto deben involucrarse en la vida social de sus hijos y en el uso que hacen de Internet, Patricia Beltmeyer (Jennifer Garner) ha tomado la rotunda decisión de controlar cada paso de su hija, Brandy (Kaitlyn Dever), y cada huella suya en Internet. Es fundadora de un grupo llamado PATI (Padres Contra Internet en sus siglas inglesas), y organiza reuniones para poner de relieve los peligros de las redes sociales, de los depredadores online y de hasta qué punto la publicación de su información en Internet puede afectar a las vidas de sus hijos para siempre.

Garner describe así a su personaje: "Uno no sabe si es una mamá loca o la única voz de la razón en la película. Patricia explica que esta generación de chavales es la primera generación cuyas vidas enteras se podrán rastrear en las bases de datos, ¡y es completamente cierto! Es algo de lo que todos deberíamos hablar con nuestros hijos, pero Patricia lo lleva bastante lejos. Controla cada mensaje de texto y correo electrónico que recibe Brandy. Le pide todas sus contraseñas y se mete en su ordenador con la ayuda de un cepillo de dientes fino".

Donna Clint (Judy Greer) es una actriz fracasada que ha pasado los últimos dieciséis años criando a su hija Hannah (Olivia Crocicchia) ella sola y viviendo la vida a través de ella. Tanto la madre como la hija son extremadamente ambiciosas en cuanto a conseguir hacer realidad los sueños de fama de Hannah, sin tener en cuenta las consecuencias de sus actos, pues su relación madre-hija puede que sea más de amistad que de supervisón.

Judy Greer lo describe así: "Creo que los sentimientos de Donna van en la buena dirección, pero está sola, y cuando la conocemos, todo gira en torno a su hija: todas las esperanzas que tenía respecto de sí misma, todas las fantasías, todos los sueños, los ha depositado en Hannah. No se detendrá ante nada para ayudar a su hija a conseguir lo que quiere".

Greer continúa: "Hannah y su madre elaboran una página web donde se muestras todas las cualidades de Hannah, con muchas fotografías y videoclips de recitales de interpretación y baile ejecutados por ella, pero también hay una sección privada para usuarios que contiene fotos más picantes y arriesgadas".

Para describir la complicada naturaleza de esa relación madre-hija, Estabrook explica: "Donna intenta proteger a su hija, y cree que lo está haciendo porque es quien controla las fotos, en vez de que las haya tomado algún fotógrafo siniestro". Sólo que luego Donna se da cuenta de que puede estar orientando a su hija en una dirección equivocada.

Novick lo resume así: "Ella quiere lo que todos queremos para nuestros hijos, que son cosas geniales, pero no va en la buena dirección".

Kent Mooney está intentando asumir la realidad de que su mujer le ha dejado por otro hombre y la responsabilidad de educar a Tim, su hijo adolescente. Tim está metido claramente en una espiral descendente, pero Kent no se da cuenta de la profundidad de la depresión de su hijo.

Describiendo la relación de su personaje con su hijo, dice: "Hay mucha emoción en esa casa. Nuestra relación es áspera porque intento hacer lo mejor para él, pero no sé lo que es. Estamos en esa fase incómoda en que realmente ya no sé cómo hablarle a mi hijo porque ya no es un niño, pero no estoy acostumbrado a hablarle como a un adulto, y tenemos algunos conflictos realmente graves".

Cuando Donna y Kent se conocen en una reunión de la asociación PATI, son dos adultos que tienen similares problemas de comunicación con sus hijos, pero encuentran alegría y alivio cada uno en el otro. Norris añade: "Entonces él y Donna se lanzan y emprenden una nueva relación, y de repente, es la primera vez que se vuelve a sentir vivo desde que su esposa le dejó". Pero es falso pretender que esa relación pueda existir dentro de una burbuja, y muestra lo enmarañadas y complicadas que son siempre las relaciones humanas.


…y niños
Hundido por el reciente divorcio de sus padres, Tim Mooney, la estrella del equipo de rugby del instituto, comienza a poner en cuestión todas y cada una de las grandes cuestiones existenciales, SI hubiera algún propósito, este queda muy lejano. Resume sus sentimientos utilizando el famoso argumento de Carl Sagan del "puntito azul", que dice que la Tierra, cuando fue fotografiada por la sonda espacial Voyager, era solamente un puntito azul vista desde el espacio.

Elgort reflexiona: "Tim lo utiliza (el argumento del puntito azul) como excusa para perder el tiempo, porque en la escala grandiosa de las cosas, nada importa en realidad".

Tras abandonar repentinamente el equipo de rugby, Tim comienza a pasar todo el tiempo inmerso en un videojuego online. Estamos en Texas, donde el rugby es el rey, y la salida voluntaria de Tim del equipo no sienta bien a sus compañeros. Elgort explica: "Cuando lo deja, los chavales empiezan a acosarle y a enviarle textos y fotos insultantes. Tim simplemente los ignora, porque está ya en un punto en el que es insensible a todo". Y continúa: "Empieza a jugar a "Guild Wars," un juego online en masa que se convierte en su evasión".

Cuando Tim reúne el valor suficiente para abordar a Brandy Beltmeyer, una compañera de clase, descubren que tienen mucho en común. Ambos están increíblemente alienados, aunque por razones diferentes, y ambos son unos chicos encantadores y solitarios.

La relación que se desarrolla entre Tim y Brandy es diferente a la de los otros chicos de la historia. Elgort explica: "Es una historia de amor que no tiene nada que ver con el sexo, sino con la relación de ambos cuidando el uno del otro y empezando a sentir que ambos importan. Estos dos chicos están aislados a su manera, y al final consiguen tener una persona de verdad con la que comunicarse y compartir sus secretos".

Al igual que hace con todo lo demás en su vida, Brandy le oculta su relación con Tim a Patricia, su sobreprotectora madre, pero ese no es su único secreto.

Kaitlyn Dever explica: "La forma en que Patricia controla todas las comunicaciones de Brandy ha llevado a esta a crear una identidad secreta en Tumblr, algo que es solamente suyo y la única cosa de la que su madre no sabe nada. Internet le ofrece a Brandy un mundo diferente al suyo".

Elgort comenta: "Brandy es un excelente ejemplo de los padres que son sobreprotectores y les sale el tiro por la culata, porque eso hace que comience a ocultarle cosas a su madre".

Garner sigue explicando: "Descubrimos que Brandy es muy buena chica, pero tiene muchas ganas de tener un poquito de libertad e independencia y cierta autonomía, así que se crea todo un alter ego. Consigue ocultárselo a su madre pero, cuando esta lo descubre, Patricia se pone en un estado de nervios terrible que desencadena una serie de acontecimientos".

El jugador de rugby Chris Truby aún no ha besado a ninguna chica, pero su costumbre de ver pornografía en la Red ha afectado seriamente a su visión acerca del amor y del sexo.

Travis Tope describe así a su personaje: "Cuando empieza la película, no ha estado nunca con una chica, pero tiene Internet a su disposición y se ha acostumbrado a ver porno duro online, algo que está muy desconectado de la realidad. Creo sinceramente que es muy triste lo que le sucede a Chris".

Sin que él lo sepa, la agresiva animadora Hannah Clint ha decidido perder la virginidad con él. Cuando finalmente tienen su primera relación sexual, ninguno de los dos está preparado para lo que ocurre.

Rosemarie DeWitt explica: "Su primera experiencia sexual se estropea completamente debido a la adicción de él al porno. Chris está madurando y enfrentándose a su sexualidad y sus deseos, pero las salidas que va encontrando son realmente aterradoras, y uno se da cuenta de que los jóvenes son muy susceptibles. Uno de los problemas de Chris es lo inconscientes que son Don y Helen de lo que le está pasando a su hijo. Eso es lo que de verdad da miedo".

Wilson añade: "Cuando éramos unos chavales, buscábamos viejas revistas de Playboy y mirábamos a la chica del póster desplegable. Ahora los chavales se sientan ante el ordenador y lo que ven son cosas muy gráficas que no deberían ver".

Probablemente, otra de las cosas que los chicos no deberían ver solos es la ingente cantidad de programas que alaban la fama por sí misma, ignorando el talento, la entrega y, pura y simplemente, la ética humana.

Hannah Clint forma parte de esa generación de adolescentes en la que la gente se hace famosa sin ninguna razón, simplemente por salir en televisión. Eso es suficiente para Hannah, y para ella y su madre el fin justifica los medios.

Olivia Crocicchia explica: "Hannah está muy motivada y es a causa de un profundo deseo de ser famosa, es lo que más desea en el mundo y la motivación de todo lo que hace. Con la página web que ha elaborado junto con su madre, está tan desconectada del mundo que no creo que tenga ni idea de lo que significan realmente sus fotos para sus ‘fans’, pero creo que se aferra al hecho de que, si saca un poco el pecho, consigue más atención".

Crocicchia dice "La relación entre Hannah y su madre es más bien como la de dos chicas que son beunas amigas. Los valores paternos como el respeto, la obediencia y los valores morales parecen haberse perdido entre ellas".

Greer comenta: "Hannah es quien domina la relación. Sabe lo que quiere, pero no quiere trabajar para conseguirlo. No creo que haya tenido en cuenta todos los niveles por los que hay que pasar para conseguir ese objetivo, sino que simplemente quiere ser famosa, así que cuando ve a un ‘reality show’ reclutando gente en el centro comercial local para convertirse en la "Próxima gran celebridad de Norteamérica", Hannah piensa: ‘Genial, voy a ser famosa’" .

Y añade: "Creo que los chicos están viendo los programas de tele-realidad con gente ganando todo ese dinero y aparentemente haciéndose ricos sólo por ir en coche hasta el Starbucks y poner cámaras en su casa. Parece una manera fácil de hacerse famoso".

Al volver al instituto después de un verano en que se ha matado de hambre para perder una enorme cantidad de peso, la animadora júnior Allison Doss (Elena Kampouris) está disfrutando de la atención que le prestan sus amigos. Escondiéndose bajo ropas holgadas y evitando pasar tiempo con su familia esperando que no se den cuenta de su extremada pérdida de peso, Allison encuentra ánimo en las comunidades de "Pro-ana" y "Thinspiration", donde las chicas se fomentan mutuamente su anorexia. Se esconde detrás de su ordenador, rodeándose de las voces que quiere escuchar.

Kampouris continúa: "Cuando leí por primera vez el material, no tenía ni idea de que existieran sitios como "Pro-Ana". Fue chocante y perturbador, pero me ayudó a enender mejor a Allison". Y continúa: "Está engañando a sus padres y no le importa lo que piensen porque encuentra apoyo para sus actividades en esa comunidad online, y eso aumenta su motivación".Reitman dice: "Internet fomenta nuestros miedos de una manera que no ayuda a nadie. Si quieres hacer algo que sea potencialmente malo para ti, siempre hay alguien online dispuesto a decirte que eso está bien. Así que nos vinculamos con esas comunidades secretas en lugar de unirnos a nuestros amigos y familiares".

Cuando Brandon (Will Peltz), un chico muy popular por el que siempre se ha sentido atraída, muestra un poco de interés hacia ella, Allison se siente aceptada a pesar de que él se burlase sin piedad de ella cuando tenía sobrepeso.

Kampouris comenta: "Se sacrifica mucho para conseguir llamar la atención de Brandon, y a lo largo de la historia intenta constantemente sentir la sensación de ser amada y aceptada, de sentir que está integrándose. Hace ciertas cosas con Brandon porque tiene miedo de no ser popular, ya que no estaba en ese círculo cuando tenía sobrepeso. Con él, no se expresa con sinceridad porque no quiere ser rechazada ni que se rían de ella".


Acerca de la producción
Admirador de esa ciudad desde hace mucho, Jason Reitman estaba firmemente decidido a rodar la película en Austin, Texas. El rodaje comenzó en noviembre de 2013 y continuó hasta febrero de 2014.

Gran parte de la historia tiene lugar en los hogares individuales de los personajes y en el ficticio Instituto East Vista. Reitman prefiere rodar en localizaciones reales mejor que dentro de un estudio, y ese fue el caso durante el rodaje de "Hombres, mujeres & niños".

John Latenser, encargado de supervisar las localizaciones, ha trabajado con Reitman en cuatro películas. Explica: "Jason quiere escenarios que resulten creíbles y que encajen con los personajes, así que es como hacer el casting para el papel de un actor".

Al director artístico Bruce Curtis le encargaron que hiciera que las casas individuales y los dormitorios de las sietes familias parecieran de verdad. Trabajando en el interior de casas de verdad, Curtis dice: "De lo que más hablamos Jason y yo fue de los dormitorios, de hacerlos individuales y únicos para el personaje y de que parecieran auténticos, desde los calcetines sucios hasta los tazones para los cereales", dice.

Otro reto fue encontrar el instituto que tenía Reitman en mente. Latenser dice: "Tuvimos que buscar mucho para encontrar el instituto. Al principio de la pre-producción, Jason visitó varios en Austin, pero no le convencieron del todo. Ampliamos nuestra búsqueda a las ciudades de alrededor y encontramos un instituto en Georgetown que era lo que Jason tenía en mente, hasta la construcción en bloques…es un instituto enorme, con un gran campo de rugby, y rodeado de praderas".

El lugar del encuentro romántico entre Brandy y Tim estaba ambientado originalmente en una cantera. Jason y el equipo técnico buscaron en varias localizaciones antes de decidirse a cambiar el entorno y utilizar Hamilton Pool, la idílica maravilla natural de piedra caliza de Austin que tiene una cascada de 15 metros que cae sobre un angosto cañón.

Reitman quería asegurarse de que los personajes principales (adolescentes y adultos) parecieran gente normal, y no una versión de Hollywood de la gente corriente. La diseñadora de vestuario Leah Katznelson describe: "Jason y yo repasamos individualmente a todos los personajes, y él ya tenía un esquema en su mente de cómo eran esas personas, puesto que fue coautor del guión".

Siguiendo con el tema de que todo pareciera real, Katznelson dice: "Quería poner mucha atención en los chavales, siendo fiel a la zona del país en la que estábamos rodando". Jason también quería que los adultos parecieran lo más reales posible. Katznelson recuerda: "Fue muy divertido ver a actores muy glamurosos entregándose tanto a un personaje. Jennifer Garner, por ejemplo, ni siquiera se miraba al espejo. Fue increíble".


Un espejo de esta época
Ningún invento ha tenido un impacto mayor en cómo se comunica el mundo que Internet y los dispositivos que nos permiten acceder a la Red y a los demás. Como esta película examina, ha cambiado nuestras vidas en todos los aspectos, para bien y para mal.

Reitmandice: "Estamos demasiado ocupados comunicándonos con gente a la que no conocemos, ya sea en un chat, un videojuego o sencillamente enviando mensajes de texto a gente que conocemos pero que nunca están en la misma habitación que nosotros. Nos da miedo la intimidad, nos da miedo de lo que somos, así que asumimos esos avatares y conectamos con desconocidos, y nos convertimos en alguien que no somos".

Y continúa: "La película no sirve para dar respuestas a lo que está pasando ahora mismo porque, ¿qué sabemos nosotros? La película sirve como un espejo de esta época, de este momento. Ojalá sea un espejo que haga pensar un poco a los espectadores en quién son, qué lugar ocupan en su comunidad y cómo se comunican con la gente que les rodea".

Finalmente añade: "Creo que en el fondo el mensaje de la película es que todo el mundo quiere conectar con los demás, aunque sea buscándolo online o en nuestros teléfonos móviles. Pero lo que de verdad queremos es una relación auténtica, y es estupendo ver a estos personajes consiguiéndolo al final".