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Vamos de polis cartel reducidoVamos de polis(Let's be cops)
Dirigida por Luke Greenfield
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La idea de VAMOS DE POLIS surgió cuando el director-coguionista Luke Greenfield decidió disfrazarse para Halloween de policía: una opción que iba a traer consecuencias inesperadas.

"Mi diseñador de vestuario entonces me consiguió unos uniformes reales de policía de Los Ángeles con los que fuimos mi amigo y yo por la ciudad", recuerda Greenfield. "La sensación de poder y autoridad fue increíble. Por aquel entonces, yo estaba soltero y resultó ser muy fácil hablar con chicas en la calle".

Con la ayuda del coguionista y productor ejecutivo Nicholas Thomas, Greenfield empezó a desarrollar la idea que se acabaría convirtiendo en VAMOS DE POLIS. "La idea se nos ocurrió muy rápidamente", asegura Thomas. "Le mandamos el proyecto a 20th Century Fox y lo compraron".

"Los protagonistas de la película no tienen dinero y su autoestima está por los suelos", explica Greenfield. "Y, un día, de repente, son héroes de la calle. Pero lo que empieza como una diversión, acaba en un punto en el que empieza a ser peligroso y chocan con la gente equivocada".

Los dos escritores crearon a los personajes principales, en cierto modo, a su imagen y semejanza. "Justin soy yo", aclara Greenfield. "Siente pasión por lo que crea en el mundo de los videojuegos, al igual que yo la siento por mis proyectos de cine. Pero tiene miedo a ser directo y autoritario. Y Ryan está basado en Nick Thomas. Es más hablador y valiente y más propenso a meter a los dos en problemas".

Lo primero que hicieron los directores después de obtener luz verde para su producción fue elegir a los protagonistas, Justin y Ryan. Escogieron a dos actores de comedia que son amigos de verdad.

"Damon y Jake son amigos íntimos, grandes seguidores del trabajo del otro y llevan tiempo deseando hacer una película juntos", añade Greenfield. "Ha sido una gran suerte haber podido contar con ellos; durante toda la producción estuvieron juntos, riendo y haciendo bromas igual que sus personajes. Los personajes que se podrán ver en pantalla son muy parecidos a lo que son Damon y Jake en la realidad. Es genial".

"Jake y yo nos llevamos tan bien que mostramos muchas cosas de nuestra relación en la película", afirma Damon Wayans, Jr. "Justin y Ryan son como hermanos o como una pareja casada, que se pelean y se reconcilian. Jake y yo trabajamos tan bien juntos porque fuera de las cámaras nos llevamos muy bien. Siempre estamos haciendo gracias y tenemos un sentido del humor muy parecido. También ayudó el hecho de que tuviéramos libertad para explorar e improvisar".

A Jake Johnson le entusiasmó poder trabajar con su gran amigo "Damon y yo hicimos el capítulo piloto de la serie de televisión New Girl y conectamos bastante bien", afirma Johnson, que en este momento se encuentra grabando Jurassic World. "Hicimos el pacto de que haríamos una película juntos. Él es la razón por la que he hecho esta película".

Durante la fase de preproducción, Greenfield animó a los dos actores a familiarizarse con el mundo policial, pero también a evitar una experiencia ultrarrealista de campos de entrenamiento. "Quería que supieran lo necesario para hacer la película y actuar exactamente como sus personajes", explica el director. "Se dieron una vuelta con un policía y aprendieron a disparar una pistola. Damon es de complexión atlética y se le dio bastante bien. Jake salió con nuestro asesor policial a disparar con escopetas y pistolas, mientras que Rob Riggle, que es exmarine, ya tenía conocimientos sobre armas".

Los actores pasaron mucho tiempo bajo la supervisión del coordinador de escenas peligrosas Steven Ritzi (Prisioneros, 12 años de esclavitud) para asegurar que las caídas y los tiroteos fueran lo más realistas –y/o graciosas– como fuera posible.

Una de las escenas de acción más memorables de la película es en la que Johnson, Wayans y Riggle responden a una llamada a la policía de un almacén en mitad de la noche. Una vez allí, los falsos policías Justin y Ryan tienen un encontronazo con un ladrón samoano de 160 kilos que huye descontroladamente llevando puesta únicamente una sonrisa feroz.

"El ladrón se dirige hacia mí completamente desnudo", explica Wayans. "Le reduzco al suelo, pero cae encima de mí y empieza a trepar por encima de mi cuerpo con su parte trasera en mi cara. He de decir que después de esa escena me di una larga ducha".

Pero, a pesar de todas las escenas peligrosas y de acción que hay, el componente más importante de VAMOS DE POLIS es la cercana relación entre Justin y Ryan, amigos de toda la vida que pueden pasarse el día peleándose, pero que siempre están ahí el uno para el otro.

"El público estará con Ryan y Justin", asegura Johnson. "Ryan es más alocado y más espontáneo que Justin, que está más centrado. Juntos son el perfecto yin yang, cada uno saca lo mejor del otro".

Wayans subscribe esta afirmación: "Son como hermanos y se complementan como tal. Es esa amistad la que me hizo apostar por la película y querer hacerla. Luke Greenfield también se dio cuenta de que la película andaba por una línea muy fina entre la comedia y la acción, pero en todo momento supo cómo mezclar las dos, mientras Jake y yo corríamos por ahí alocadamente".

El personaje enlace de los protagonistas con la policía es el agente Segars, desempeñado por el veterano de la comedia Rob Riggle (Infiltrados en clase), un policía muy directo que forma una alianza inesperada con los dos policías falsos. "Segars es un agente de policía sincero que todo lo que quiere es ayudar y proteger", resume Riggle.

Segars puede ser todo lo contrario a los dos bromistas que se pasan por policías, pero cuando todo se vuelve real, siente una admiración real por Justin y Ryan. "No son policías y ni siquiera serán buenos ciudadanos", afirma Riggle, "pero cuando se ven envueltos en asuntos serios y tienen que tomar la decisión de seguir ahí o salir corriendo, van con todo a la acción, y Segars va con ellos también. Son buenos momentos".

Otro aliado inesperado de Justin y Ryan es Pupa, un pandillero con rastas y tatuajes de gánster. Pupa, desempeñado por Keegan-Michael Key, es un secuaz de un señor del crimen, al que Justin y Ryan capturan e interrogan e incluso torturan con agua. "Sí, atan a Pupa a una tabla de planchar y le intenta ahogar en un lavabo", explica Key, protagonista junto a Jordan Peele de la aclamada serie de Comedy Central Key & Peele. "Pero lo que consiguen es que Pupa se lleve simplemente una refrescante bebida". "No son muy buenos interrogadores", concluye.

El brusco y, en última instancia, peligroso superior de los falsos policías es el detective Brolin, desempeñado por Andy García. Greenfield ha sido un admirador del trabajo del actor desde hace mucho tiempo, incluido de sus intensas actuaciones en el thriller policial Asusntos sucios y la taquillera Los intocables de Eliot Ness. "Pero lo cierto es que para VAMOS DE POLIS, Andy quería ser gracioso", asegura Greenfield. "Tuve que moderarle un poco porque su personaje requiere una actuación bastante desagradable. Necesitábamos un profesional consumado para este papel; Andy es capaz de eso y de mucho más".

García apunta que "hay un toque de humor encubierto en mi personaje, pero con una intención seria. Me ha gustado mucho caminar por esa línea, tener esa presencia peligrosa".

Otro de los personajes oscuros de la película es el señor del crimen Mossi Devic, desempeñado por el actor británico James D’Arcy (Master and Commander: Al otro lado del mundo, Hitchcock). La única condición que le puso Greenfield al nervudo D’Arcy fue coger un poco de tono en el gimnasio y aprender algo de lucha cuerpo a cuerpo. Mossi es un mafioso asesino experto en artes marciales mixtas, así que D’Arcy tuvo que ponerse en forma para adecuarse al personaje.

"James ha estado simplemente espectacular", afirma Greenfield. "Le encontramos un gran luchador y entrenador de artes marciales mixtas en Atlanta, donde grabamos la película, y James se lo tomó muy en serio. El entrenador le dijo a James que tenía que trabajar seis horas al día en el gimnasio y llevar una dieta específica. De este modo, James pasó de ser un tipo dulce, educado e intelectual a ser una fiera en sólo siete semanas".

D’Arcy siguió durante casi dos meses un estricto régimen de gimnasio, transformando su cuerpo en una esbelta y poderosa máquina de luchar. "A Mossi le encanta la violencia", explica D’Arcy. "Y no hay nada más violento en el deporte que las artes marciales mixtas. Le gusta la confrontación y ser agresivo. De repente, me vi en un ring de combate con luchadores profesionales. Después de siete semanas, tenía una nueva aptitud además de un nuevo cuerpo".

El último papel principal es el de la hermosa camarera Josie, una nueva empleada del restaurante Georgie, que suelen frecuentar los protagonistas. "Josie sueña con ser una artista del maquillaje lo mismo que Justin sueña con ser diseñador de videojuegos", afirma Nicholas Thomas. "Pero su historia con los hombres no es muy buena. Se llama a sí misma un ‘imán de gilipollas’ a causa de todos los mentirosos e infieles con los que ha salido en el pasado. Pero cuando ve a Justin en su nuevo uniforme, piensa que al fin ha encontrado a su príncipe azul".

Nina Dobrev, que actúa en la exitosa serie de televisión Crónicas vampíricas, llevaba tiempo esperando hacer un personaje de comedia cuando le llegó el guión de VAMOS DE POLIS. "Lo mejor de formar parte de una comedia es que tú sigues el guión escrito, pero luego tienes libertad para improvisar", explica Dobrev. "Jake y Damon se complementan y dan el doble de lo que tienen, así que el que esté con ellos, mejor que sepa aguantar bien los golpes. Ha sido muy liberador trabajar con ellos".

"Nina es una actriz fantástica, pero no sabíamos que podía llegar a ser tan graciosa", asegura Jake Johnson. "Nos sorprendía todo el rato con sus improvisaciones de las partes físicas como un tropiezo, una caída o derramando algo; le daba un giro fresco y vital a la escena".


Sobre la producción
VAMOS DE POLIS se grabó en Atlanta, que representa la ciudad de Los Ángeles, donde se desarrolla la historia. "El desafío fue encontrar elementos arquitectónicos en Atlanta que parecieran de vecindarios de Los Ángeles", afirma el productor ejecutivo Jeremiah Samuels.

El diseñador de producción William Arnold sabía que serían las cosas pequeñas las que transformarían la metrópolis de Georgia en la ciudad de Los Ángeles. Atlanta es muy frondosa, mientras que la mayor parte de Los Ángeles es un ambiente árido con palmeras por todos lados", explica. "Quería eliminar todos esos elementos indicativos de Atlanta, como los edificios de ladrillo rojo y los árboles florales. Por suerte, encontramos una zona en el centro de Atlanta con una hilera comercial que tenía la combinación perfecta de arquitectura más antigua y aparcamientos que podían pasar perfectamente por una calle de Hollywood, como Sunset Boulevard, Selma Avenue o Cahuenga Boulevard".

Arnold construyó el restaurante Georgie’s de cero. También construyó dos escenarios principales a prueba de sonido: los túneles del metro entre Georgie’s y la guarida de Devic, el Tirana Club, y el interior del deslucido apartamento de Justin y Ryan.

Uno de los elementos clave del diseño fueron los uniformes de policía, supervisados por la diseñadora de vestuario Debra McGuire, que ha trabajado de diseñadora en series de televisión míticas como Friends, así como en exitosas comedias de cine como El reportero: la leyenda de Ron Burgundy. Para McGuire, el mayor desafío fue hacer que los voluminosos uniformes de policía fueran más ligeros para que pudieran respirar durante los calurosos días de rodaje en Atlanta.

"Los uniformes de policía suelen ser bastante incómodos", asegura. "Están hechos de poliéster grueso. Yo, en cambio, hice los uniformes de Damon y Jake del algodón más fino imaginable. Aun así, cuando tienes que llevar también un chaleco antibalas y un cinturón con pistola, siempre va a resultar incómodo; le llamamos ‘la tortura del policía’. Los uniformes estaban diseñados para que parecieran ceñidos al principio y luego más holgados a medida que los protagonistas se iban sintiendo más cómodos con su papel de policía".

Cualquiera que fuera el desafío, los directores luchaban para sacar una comedia rica y extravagante con una acción explosiva. "Todo junto funciona: la acción, la comedia y la amistad entre Justin y Ryan", señala Greenfield. "Quiero que VAMOS DE POLIS haga pasar un buen rato al público".