Cinemanía > Películas > Annabelle > Comentario
Destacado: Timothée Chalamet y Zendaya protagonizan 'Dune: Parte Dos'
Annabelle cartel reducido originalAnnabelleDirigida por John R. Leonetti
¿Qué te parece la película?

Los directores responsables del exitoso thriller sobrenatural Expediente Warren: The Conjuring (2013) vuelven a la carga con Annabelle. John R. Leonetti, quien ya se encargó de las labores de dirección de fotografía en Expediente Warren: The Conjuring, ha dirigido esta nueva entrega en la que James Wan (director de la original) y Peter Safran ejercen de productores.

Richard Brener, Walter Hamada, Dave Neustadter y Hans Ritter son los productores ejecutivos y Gary Dauberman el guionista. El resto del equipo lo completan el director de fotografía James Kniest, el diseñador de producción Bob Ziembicki, el editor Tom Elkins y la diseñadora de vestuario Janet Ingram. Joseph Bishara se ha encargado de componer la banda sonora.

Desde el albor de los tiempos las muñecas han sido queridas por los niños, adoradas por los pueblos primitivos e invocadas como instrumentos mágicos para hacer el bien y el mal


¿Me echabais de menos?


Annabelle, la infame muñeca protagonista de los casos más importantes de los expertos en sucesos paranormales Ed y Lorraine Warren, debutó en la gran pantalla con Expediente Warren: The Conjuring, la exitosa película dirigida por James Wan. Incluso durante el rodaje de la primera, James Wan y el productor Peter Safran ya se planteaban la idea de que la maliciosa muñeca tuviera una película propia.

Wan, a quien siempre le ha fascinado el caso de Annabelle, nos cuenta: "Sabemos que es tan perversa que, aunque haya pasado tanto tiempo, sigue estando oculta, pero... ¿por qué la mantienen así?"

Safran añade: "¿Cómo es posible que algo tan dulce y encantador se convierta en algo maligno y destructor?"

Ambos insistieron en que fuera el director de fotografía John R. Leonetti quien dirigiera la película. En palabras de James Wan: "He tenido mucha suerte de que John estuviera a mi lado en este y muchos otros proyectos personales, y por eso John se planteó el proceso de dirección como una evolución natural. Tenía todo lo necesario para dar vida a la película, pues su estilo visual encajaba con el proyecto y la historia le apasiona; además conectaba con el reparto y el resto del equipo a la perfección; nos sentimos muy afortunados de que haya formado parte de esta aventura".

Leonetti ejerció de director de fotografía en Expediente Warren: The Conjuring e Insidious y no solo le intrigaban los orígenes de la muñeca, sino que tenía curiosidad por ver cómo los trasladaría a la gran pantalla, esta vez como director.

El director nos cuenta: "Me encanta el género de terror. Estoy encantado de colaborar con James y Peter y les agradezco mucho que confiaran en mí como director. Estaba deseando tener la oportunidad de mostrar todo lo que había aprendido con James, un maestro del género, y volcarlo en este proyecto".

Peter Safran menciona lo siguiente: "John y James han colaborado juntos en muchas ocasiones, por eso tienen una especie de sincronía, y los tres hemos trabajado en Expediente Warren: The Conjuring, así que tenemos mucha confianza como equipo creativo; han sido unos compañeros geniales".

Leonetti contactó inmediatamente con el guionista Gary Dauberman para sugerir las razones por las que la muñeca se había vuelto maligna. "El planteamiento de Gary estaba genial; la historia era intrigante y tenía un toque psicológico", comenta Leonetti.

Dauberman tenía muchas ganas de trabajar con el equipo responsable de que pasara tanto miedo con la película anterior. En palabras del guionista: "Estaba deseando meterme en este mundo. A todo el mundo le gusta una buena escena de terror, y ese era nuestro objetivo principal".

Leonetti añade: "Annabelle ha sido indispensable para transmitir el miedo, pues es un elemento real, y no hay nada más escalofriante que eso".

"Todos hemos pensado en algún momento que alguno de nuestros juguetes cobraba vida durante la noche", nos cuenta Annabelle Wallis, quien interpreta a una mujer embarazada que colecciona muñecas. "Es algo con lo que me sentí muy identificada, y creo que a mucha gente le pasará lo mismo".

A Ward Horton, protagonista de esta película junto a Wallis, le impresionó mucho la historia. "Me encantó el guion, pues conseguía que se me acelerara el corazón y, al mismo tiempo, me transmitía la idea de que los personajes son muy importantes", nos cuenta el actor.

Alfre Woodard nunca había participado en un thriller sobrenatural, pero pensó que sería divertido. "Para ser sincera, esta película me parece un poco inquietante, porque genera una realidad muy convincente en la que suceden fenómenos paranormales".

Leonetti opina lo siguiente: "Existen realidades que se escapan a nuestros sentidos y entidades que no podemos comprender. Los mitos de la demonología son fascinantes, pero perturban a la gente... sobre todo cuando se trata de una muñeca poseída que es bonita y espeluznante al mismo tiempo; es algo que nos ha divertido mucho".


Están pasando cosas que no puedo explicar - Mia


El mundo de John y Mia se tambalea cuando ambos son víctimas de una invasión violenta en su propio hogar que desencadena numerosos fenómenos terroríficos e inexplicables. ¿Es todo producto de la imaginación de Mia? ¿O acaso está sufriendo un trastorno de estrés post-traumático? ¿Realmente hay algo maligno que acecha a la familia?

Leonetti afirma: "Me encantan las historias en las que hay una protagonista femenina, y Mia es el motor principal de esta película". Los directores de reparto exploraron todas las opciones posibles y propusieron a actores de Estados Unidos y de Sudáfrica. Grabaron la prueba de Annabelle Wallis, quien se encontraba trabajando en otra película en Reino Unido, y se la enviaron a los directores.

Según John Leonetti: "La iluminación del vídeo no era muy buena, pues solo entraba luz por la ventana, y eso era un arma de doble filo. Por una parte, no se le veían muy bien los ojos, porque no les daba la luz, pero por otra, su interpretación fue muy dramática. Transmitía mucha fuerza y, al mismo tiempo, vulnerabilidad, dos cualidades muy importantes para el personaje de Mia. Pero hay un momento del vídeo en el que Annabelle se inclina, y, cuando pude ver su mirada, lo tuve claro".

Safran añade: "John se dejó llevar por el instinto y dijo 'Tiene que ser ella'. Estaba claro que habíamos encontrado a Mia". Los directores decidieron que Wallis interpretaría a Mia incluso antes de conocerla en persona.

La actriz describe su personaje así: "Es como una tormenta en calma. Su personalidad me parecía muy intrigante, pues es una mujer inteligente y vulnerable a la vez, y además tiene que enfrentarse a todo esto por sí sola, ya que la gente asume que sufre ansiedad y paranoia debido a su reciente maternidad. Pero su situación es mucho más compleja y, por lo tanto, ella también lo es".

Leonetti asegura: "Estar tanto tiempo en pantalla y además convencer al público con tu actuación conlleva una gran responsabilidad, pero Annabelle no tuvo ningún problema".

En palabras de la propia actriz: "John es una persona cariñosa y entusiasta; conoce muy bien el mundo del cine y le apasiona tanto que no puede evitar transmitirlo. Nos explicó detalladamente cuál era su visión y nos invitó a todos los actores a que participáramos en el proceso. Me hizo sentir como si fuera parte de la familia; ha sido un verdadero placer trabajar con él".

Los directores recuerdan perfectamente la prueba que Ward Horton hizo para conseguir el papel del marido de Mia, John. Horton llegó caracterizado como el que sería su personaje, con la vestimenta y el aspecto que un estudiante de medicina habría tenido en los 70, gafas y peinado incluidos.

Safran recuerda: "Cuando Ward entró en la sala, parecía que se hubiera teletransportado desde otra época, de la era Brooks Brothers de los 70. Se había transformado en el joven estudiante de medicina que estábamos buscando".

En cuanto vieron a Wallis y Horton actuar juntos, los directores supieron que habían dado con los actores perfectos para interpretar a los Form, la joven pareja a la que Annabelle no traería más que catástrofes.

James Wan, opina lo siguiente: "Creo que ambos encajaban a la perfección y transmitían autenticidad. Te puedes sentir identificado con esta joven pareja de enamorados a medida que seguimos su escalofriante historia; puedes involucrarte en el plano emocional, y, así, el miedo es incluso más perturbador. Creo que eso es precisamente lo que Annabelle y Ward aportan a la película".

Los dos actores sintieron una conexión inmediata. Esto es lo que Wallis opina de su segundo marido en la gran pantalla: "Es muy importante tener en mente que nuestros personajes se quieren de verdad para que a la gente le resulte creíble. Ward estuvo genial y fue fantástico trabajar con él".

Según Horton: "Conectamos en seguida. Annabelle es genial, increíblemente inteligente y muy graciosa: fue muy divertido trabajar con ella. Mia y John son muy diferentes; podría decirse que es el típico caso del ying y el yang, los polos opuestos que se atraen y que acaban formando la pareja perfecta en la que ambos piensan que estarían perdidos sin el otro".

Al principio, parece que tienen todo lo que siempre habían deseado: John tiene un buen trabajo en el mundo de la medicina y ambos son felices por haber traído un bebé al mundo. Juntos, podían ver como su futuro se iba construyendo poco a poco. Pero pronto, ese futuro brillante se verá truncado, y, por irónico que parezca, es John quien, mediante un acto de amor, desencadena una serie de episodios escalofriantes.

Horton comenta entre risas: "Sí, todo es culpa suya. Mia colecciona muñecas y John ha removido cielo y tierra para encontrar una muy rara que su mujer siempre quiso para su colección. Cuando la encuentra, se la regala para celebrar que van a tener un hijo y Mia la pone en el cuarto del bebé. Al principio todo es felicidad. Si supieran lo que se les viene encima..."

No tienen ni idea de que su mundo perfecto se va a romper en pedazos en tan solo una noche. Mia se despierta al escuchar un grito en la casa de los vecinos, y John decide ir a investigar, dejando a Mia sola en casa, aunque no por mucho tiempo. Los miembros de una secta satánica consiguen entrar en la casa e intentan invocar a un demonio dibujando una runa con sangre en la pared del cuarto del bebé, derramando unas gotas sobre la preciada muñeca de Mia en el proceso. La pareja sobrevive al ataque, pero después de esa noche, empiezan a ocurrir incidentes siniestros cada vez con más frecuencia.

Mia está tan consternada que la pareja decide abandonar la casa, mudarse a Pasadena y hacer borrón y cuenta nueva, pero ¿será esta la solución a sus problemas?

La actriz nos cuenta que: "Cada uno pasa por distintas experiencias y eso les pone en una situación muy difícil. Desde el ataque, Mia está empeñada en defender y proteger a su bebé, y, en cierto modo, evita a John.”

Según Horton: "Como John es médico, las cosas para él son blancas o negras, no hay un gris intermedio, así que cuando Mia le cuenta que están ocurriendo sucesos extraños, le resulta muy difícil creérselo e intenta buscar una explicación lógica".

Pero no la hay. Aunque han llegado a un barrio nuevo, Mia sigue presenciando como ocurren extraños "accidentes" que perturban la vida de su familia. Como se siente aislada en esta batalla, Mia decide contemplar la posibilidad de que la secta no solo intentara invocar a un demonio aquella noche, sino que en realidad lo consiguió. Esta investigación conduce a Mia hasta Evelyn.

Alfre Woodard interpreta a Evelyn, una vecina propietaria de una librería. "Evelyn conoce las respuestas a muchas preguntas que ni siquiera nos hemos planteado... o que nos da miedo formular", nos cuenta Leonetti. "Alfre es una persona increíble y una actriz fabulosa. El ambiente en el plató era muy divertido, pero a la vez muy serio cuando se metía en su personaje. Me siento muy afortunado de que Alfre se haya convertido en nuestra Evelyn".

La actriz opina: "Cuando Evelyn aparece, le rodea un aura de misterio, y uno se da cuenta de que hay algo que insólito en ella. Puede que forme parte del lado oscuro... o no".

Esto es lo que opina Annabelle Wallis de su compañera: "Alfre es una persona excepcional; su personaje arroja luz al mundo sobrenatural y oscuro que tanto perturba a Mia y le ayuda a entender lo que sucede a su alrededor".

En un momento de la película en el que Mia continúa enfrentándose a las fuerzas tenebrosas que la atacan, la pareja pide consejo al Padre Perez, interpretado por Tony Amendola.

Leonetti recuerda: "Cuando era niño, fui monaguillo de la iglesia católica y me sabía todas las oraciones en latín y todo eso. Quería que el actor que interpretara al Padre Perez pudiera reflejar esa sensibilidad de antaño, y la verdad es que la voz de Tony transmite una sensación reconfortante. Le dio mucha dignidad a su personaje y se metió de lleno en el papel de un consejero espiritual que ofrece su ayuda; estuvo fantástico".

En palabras del propio Amendola: "Al ver que la situación se pone cada vez más violenta, el Padre Perez empieza a pensar que está sucediendo algo extraño. Les cuenta que los demonios también pueden poseer objetos y servirse de los mismos para conseguir su objetivo: cobrarse la vida de una persona inocente".

¿Y quién puede ser más inocente que un niño?

"Ya es bastante inquietante que te persiga un demonio, pero si además hay un bebé en peligro, todo se complica aún más y esto obliga a Mia a luchar con todas sus fuerzas", nos cuenta Leonetti.

Aunque eso signifique luchar a muerte contra Annabelle.

El resto del elenco lo completan Kerry O'Malley y Brian Howe en el papel de los vecinos Sharon y Pete Higgins; y Eric Ladin en el papel del Detective Clarkin, quien investiga el terrible delito.

Y todavía falta un personaje: Annabelle…


"Esa muñeca. Tenemos que deshacernos de ella" - Mia


Se dice que alguien compró la muñeca original en los años 70 en una tienda de segunda mano para regalársela a una estudiante. La muñeca atormentaba a su dueño, pues supuestamente se movía por sí sola, escribía notas en papel, mentía sobre su identidad, arañaba a las personas y además, es responsable de, al menos, una muerte. Actualmente, Annabelle se encuentra guardada en una caja de cristal en el Museo del Ocultismo de los Warren en Connecticut, con un signo de advertencia que dice "Peligro: No abrir bajo ninguna circunstancia".

Para Wan, el proceso diseño de la muñeca para Expediente Warren: The Conjuring fue muy minucioso. "Era imprescindible que tuviera un aspecto casi humano. Creo que la sensación que transmite su aspecto es uno de los factores psicológicos más importantes de la película, pues cuando la ves apoyada en una butaca o en un rincón de la habitación, tienes que fijarte muy bien para darte cuenta de que no es una persona, sino una muñeca".

Para esta segunda entrega, el mismo artista de Carolina del Norte que creó el molde de la muñeca original de Expediente Warren: The Conjuring hizo dos versiones adicionales de Annabelle muy diferentes. La primera tenía un aspecto flamante, puro e inocente, y es la que el público puede apreciar al principio, cuando John se la regala a Mia. La segunda, algo más desgastada, se utilizó para las escenas sobrenaturales: el tono de su piel oscurecía a medida que el demonio se apoderaba cada vez más de ella, y sus ojos reflejaban oscuridad y posesión.

Leonetti se quedó impresionado con los sórdidos detalles de las nuevas muñecas. "Antes de toparme con la muñeca de Annabelle en Expediente Warren: The Conjuring, pensé, 'Vale, es una muñeca, ¿y qué?' Pero luego pude verla de cerca. Tiene el tamaño de un niño pequeño, y eso ya me parece impactante; y, por si fuera poco, cuando te fijas en sus ojos, es como si te clavara la mirada. Esta vez resulta incluso más inquietante ver cómo se transforma de una bonita muñeca a una muñeca escalofriante".

Wallis, quien tuvo que pasar más tiempo que nadie con Annabelle, recuerda: "Es estremecedor, porque no te la esperas así. Es escalofriantemente encantadora; simboliza algo bondadoso e inocente, pero también tiene un elemento amenazador".

Horton recuerda entre risas: "Cuando la vi por primera vez en el set de maquillaje, me tuve que fijar bien para asegurarme de que no se estaba moviendo o de que no era real". Annabelle llegaba al plató entre susurros y murmullos por parte del elenco y del resto del equipo, como si de una diva se tratase. "De hecho, en un par de ocasiones, tuvimos que esperar por ella en el plató; parecía un miembro más del equipo. La verdad es que hacía que me sintiera incómodo; daba miedo de verdad", comenta Horton.

Woodard opina que la muñeca es "espeluznante. Me asusté varias veces durante el rodaje porque no me esperaba encontrármela de repente".

A Amendola, quien tuvo que rodar una escena desgarradora con Annabelle le horrorizaba la muñeca.

Por su parte, Safran recuerda entre risas: "No importa lo escéptico que seas, si alguien te pide que te quedes una noche con Annabelle, rechazas la oferta de inmediato. Da mucho miedo, y estoy seguro de que pasan cosas malas cada vez que está presente".

De hecho, el reparto y el resto del equipo experimentaron fenómenos extraños durante la producción.

Dauberman, el guionista, nos describe lo que sucedió durante el rodaje de la escena en la que irrumpen en la casa de los Form: "Los miembros de la secta intentan invocar a un demonio mediante un ritual sangriento en el que utilizan una runa; es una escena muy intensa, oscura y violenta. Terminamos de grabarla a las 5:30 de la mañana, y cuando me desperté esa misma tarde, pude ver que en el techo de mi habitación estaba dibujada esa runa; tenía la forma de una A muy peculiar. ¿Puede ser que la luz del sol se estuviera reflejando desde una lámpara? Tuvo que ser eso, pero la verdad es que no he vuelto a ver ese dibujo desde entonces. Fue algo muy perturbador, sin duda".

Horton asegura que había una presencia que le seguía desde el plató hasta el apartamento en el que se alojaba durante el rodaje y que varios objetos desaparecían y aparecían en otro lugar donde no los había puesto. La primera noche que pasó en este apartamento alquilado, un espejo se cayó de la pared y provocó un estruendo espantoso, y después de que lo volvieran a colocar en su sitio, se volvió a caer. Horton afirma que "sucedieron fenómenos extraños durante el rodaje".

Otro extraño suceso que dejó a todo el equipo pasmado ocurrió en el edificio donde se rodaban las escenas del apartamento de Mia y John. Mientras se rodaban algunas secuencias sobrenaturales en las que intervenían fuerzas extraordinarias, un elemento gigante de cristal se descolgó y se estrelló contra el suelo.

Leonetti se dio cuenta de que habían aparecido unos rasguños en la parte exterior de una ventana de la octava planta del edificio Langham y además parecía que alguien los hubiera hecho arañando el cristal. El director señala que: "Resultaba inquietante, pues la verdadera muñeca Annabelle arañaba a sus víctimas. Todos empezaron a hacer fotos de estos sucesos, en parte porque nadie les creía, y puede que también porque les impactaba tanto que no querían admitir que hubieran pasado de verdad. A mí me pasaba lo mismo".


"En la casa de al lado. He oído un grito. Creo que ha pasado algo" - Mia


El rodaje de Annabelle se llevó a cabo en varias zonas de Los Ángeles, lugar que el propio Leonetti escogió para rodar casi toda la película siguiendo una línea temporal.

El director de fotografía James Kniest le dio a la historia ese aspecto típico de los años 70. Según Leonetti: "Jimmy tiene un talento increíble. Ha tenido el detalle de dejarme hacer un par de aportaciones. Además, entendió cuál era mi visión y mi percepción personal del proyecto y supo adaptarlas perfectamente".

Ambos decidieron quitarle saturación a los colores para que tuviera un aspecto típico de los años 70 e hicieron numerosas pruebas para descubrir cuáles eran las características del color que más se ajustaban al proceso. Al principio, se procuró que el esquema de colores coincidiera con el propio de ese periodo, pero después se decantaron por darle a la película un ligero toque de atemporalidad. Tanto Leonetti como el diseñador de producción Bob Ziembicki vivieron en Los Ángeles durante los 70 y ambos tienen sus propias referencias en cuanto a la estética de aquella época. De hecho, el interior de la casa de los Form donde Mia y John comienzan una nueva vida, está inspirado en la casa del padre de Leonetti. "Ese fue nuestro punto de referencia, en el que nos basamos durante el resto de la película", indica Ziembicki.

La casa de los Form sirve de escenario para una de las secuencias más intensas por su nivel de terror y también desde un punto de vista de dificultad técnica. La escena comienza con el asalto a la casa de un vecino. Mia y John están durmiendo, pero ella se despierta con un grito, y cuando mira por la ventana, la cámara nos lleva a la otra casa, donde los miembros de una secta están llevando a cabo su primer ataque. Poco después, de nuevo en la casa de los Form, los intrusos atacan a Mia, quien se encuentra en un avanzado estado de embarazo.

Leonetti quiso grabar esta escena en un plano secuencia, en una sola toma y con una sola cámara, pues ya ha realizado varios como director de fotografía. "Quería que los espectadores siguieran perfectamente el desarrollo de la escena, como si fueran los que se despiertan al escuchar el grito y, de este modo, se vieran sumidos en esa pesadilla. Así, fijamos unas pautas reales y viscerales que seguirán su curso durante la película”.

El equipo de diseño de producción construyó un escenario para el dormitorio de los Form en el patio trasero del lugar que alberga la casa de la pareja. Después, el equipo de efectos mecánicos especiales trabajó junto a Leonetti, los cámaras, los actores y el resto del equipo. En palabras del director: "Todo el equipo tiene que estar perfectamente coordinado en todo momento, y si consigues que eso suceda, la técnica acaba dando sus frutos".

Para la complicada escena, Leonetti utilizó una cámara MoVI. "La toma es muy larga y no se podía grabar ni con una steady cam ni con una cámara de mano. La MoVI tiene lo mejor de ambas, pues se mantiene recta como una steady cam, y si agarras bien los mangos con los codos y la bloqueas puedes conseguir la firmeza de una cámara de mano".

Según Wan: “A John le gusta decir, 'Llevaremos a cabo el procedimiento de quien tenga la mejor idea', y lo dice de verdad. Casi siempre pensábamos de la misma manera a la hora de intensificar la tensión psicológica, pero el plano secuencia fue idea de John, y la verdad es que prepara a los espectadores para las escenas de miedo que están por venir".

Leonetti incluso dejó a un lado la tarea de dirección y cogió la cámara para grabar la toma mientras Kniest hacía lo mismo con otra cámara para darle más intensidad a la escena.

Para la protagonista "fue algo complejo y emocionante, ya que en esa escena hay mucho movimiento, y todo se tenía que grabar en una toma. El proceso fue muy interesante".

Horton coincide con Wallis. "Cuando me senté con John por primera vez, me describió cómo iba a grabar la toma del ataque inicial. Me pareció que sonaba muy bien, y quedó incluso mejor cuando la grabamos".

La cocina de la casa de los Form se construyó en el tejado de un parking, y en ella se grabó una secuencia donde se usaba pirotecnia, en la que la protagonista, todavía embarazada, se queda sola en casa con Annabelle.

La mayor parte del rodaje se llevó a cabo en los apartamentos de Langham, en el barrio de Koreatown. Ziembicki y su equipo montaron la habitación del bebé y otras habitaciones de la casa de los Form en el ático del edificio. En el sótano se construyeron el ascensor y las salas de almacenamiento, así como la oficina del Padre Perez y el interior de la librería de Evelyn.

El tipo de vestuario es igual de importante que la decoración de los platós, y, según Annabelle Wallis, Janet Ingram escogió un estilo clásico y atemporal que reflejaba la personalidad de Mia. A la actriz le encantó la ropa de su personaje, pues opina que "el vestuario ayuda mucho a la hora de comprender a Mia, incluso en lo que se refiere a su postura y su forma de moverse. Aunque los 70 fueron una época emblemática en el mundo de la moda, John quería que Mia destacara sobre el resto en este aspecto. Es una persona reservada, y se podría decir que su carácter es muy europeo. Janet escogió unas prendas fantásticas, clásicas, con un toque a lo Grace Kelly, un poco menos atrevidas que las típicas que llevaban las mujeres de aquellos tiempos".

Como sucede con todas las películas, pero especialmente con las de terror, la banda sonora es un elemento extremadamente importante, y Leonetti quiso trabajar con Joseph Bishara, compositor de las bandas sonoras de Insidious o Expediente Warren: The Conjuring. Bishara también hace un cameo bastante espeluznante en esta película, así como en el resto de películas de James Wan para las que ha compuesto la banda sonora. “Joe es fantástico. Tiene muchísimo talento, así que había que seguir con la tradición", dice Leonetti.

Wan añade: "Aunque quisimos mantener algunos elementos comunes de manera intencionada, John le dio un toque único y escalofriante a la película. Hizo un trabajo fantástico y estoy deseando que el público lo vea. Annabelle es una película de suspense muy emocionante, y eso la hace muy entretenida".

En palabras de Peter Safran: "Los sustos van evolucionando y son cada vez más intensos; John supo mantener el suspense hasta que se desata el infierno. Es una película muy intensa.”

Leonetti concluye diciendo: "Espero que Annabelle consiga traspasar vuestra piel y luego se metra en vuestra cabeza, vuestro alma y vuestra sangre. Si entonces sentís que la sangre os provoca un cosquilleo y se os pone la piel de gallina, eso significa que hemos hecho bien nuestro trabajo".