Cinemanía > Películas > Transporter legacy > Comentario
Destacado: Llega a las salas de cine 'Kung Fu Panda 4'
Transporter legacy cartel reducidoTransporter legacy(The Transporter refueled)
Dirigida por Camille Delamarre
¿Qué te parece la película?

Transporter Legacy está protagonizada por Ed Skrein ("Juego de Tronos"), con Ray Stevenson (Thor, Divergente) y Loan Chabanol (Aprendiz de gigoló). El reparto lo completan Gabriella Wright, Tatiana Pajkovic, Wenxia Yu, Noémie Lenoir y Yuri Kolokolnikov

Luc Besson (Lucy) y Mark Gao han producido Transporter Legacy con Camille Delamarre como director. En el equipo creativo destacan los guionistas Adam Cooper, Bill Collage y Luc Besson, el director de fotografía Christophe Collette, el compositor Alexandre Azaria, el coordinador de efectos especiales Alain Figlarz y el diseñado de producción Hugues Tissandier.


Nuevos aires para una franqucia clásica
La serie Transporter ha puesto el listón muy alto para las películas de acción, ya que nos ha regalado algunas de las secuencias más frenéticas y memorables del género. El director Camille Delamarre confía en superar las expectativas del público con esta entrega en la que un nuevo actor protagonista lidiará con mujeres con sed de venganza, peleas callejeras espectaculares y persecuciones que cortan el aliento. "Transporter Legacy es más que un reboot", comenta. "Es una historia totalmente nueva".

En cuanto al Transporter que se sienta al volante en esta nueva fase, Ed Skrein está encantado con el viaje de su personaje por las oscuras callejuelas del sur de Francia. "He luchado con palos de bambú arrastrándome por el suelo, me he enfrentado a otros tíos a puñetazo limpio y me he pegado delante de un coche que avanzaba directo hacia mí. Todo cosas que solamente apetece hacer cuando estás en un plató rodando una película", dice. "Soy un pacifista, pero si el guión dice que tengo que meterme en una bronca y salir victorioso, me lo paso bomba".


La historia
Cuando el realizador francés Luc Besson decidió relanzar esta conocida saga de acción con un reparto más joven y una nueva trama, se puso en contacto con su colaborador de referencia Camille Delamarre, que acababa de debutar como director con el thriller distópico Brick Mansions. "Trabajé en Transporter 3 como montador y había dirigido las escenas de acción de la serie de televisión ‘Transporter’, con lo que ya estaba familiarizado con este mundo", cuenta Delamarre. "Siempre me ha parecido una franquicia divertida porque está llena de acción y se rueda en un lugar precioso, pero me quedé todavía más prendado al leer el guión y comprobar que tiene un aire a lo James Bond que no tenían las anteriores".

Los encargados de crear esta nueva historia han sido Bill Collage, Adam Cooper y Luc Besson, que presentan un planteamiento completamente distinto para esta serie de acción de alto voltaje centrada en un piloto mercenario tan habilidoso como poco hablador. "Transporter Legacy es más redonda que las películas anteriores de la serie porque funciona a diferentes niveles: tenemos muchos personajes, tramas y subtramas e historias que van saliendo a la luz de forma gradual según avanza el filme", apunta Delamarre. "Hemos querido que el personaje de Frank fuera más realista. En lugar de ser un héroe mazado al que nunca le sale nada mal, aquí le vemos sufrir. Lo pasa mal. Aunque eso no quiera decir que no vaya a partir la pana".

Aunque las persecuciones, las peleas y los giros de guión que han hecho las delicias de los espectadores siguen presentes, en esta ocasión el motor de la acción son una serie de personajes con un pasado muy truculento. A Frank le atormenta su pasado como militar y tiene una relación más bien tensa con su padre, un espía jubilado. Anna, obligada a prostituirse desde muy joven, se niega a seguir siendo la víctima de su proxeneta. "No solo presentamos un nuevo Transporter e introducimos un montón de elementos muy interesantes, sino que planteamos una historia muy compleja y llena de matices", comenta Delamarre.

En la trilogía original de Transporter, estrenada entre 2002 y 2008, el peso de la acción recaía principalmente en los personajes masculinos, pero Transporter Legacy amplía la narrativa para incluir a un grupo de mujeres de armas tomar. "En esta ocasión cuatro mujeres muy atractivas van a traer de cabeza al protagonista de la película", desvela Delamarre.


El reparto y los personajes
A la hora de ponerle cara al legendario piloto Frank Martin, los realizadores buscaron a un actor joven que tuviera talento de sobra y reuniera las condiciones físicas necesarias para enfrentarse a las peleas y a las persecuciones de infarto que son las señas de identidad de esta franquicia. El actor británico Ed Skrein resultó ser la opción más acertada, comenta Delamarre, sobre todo tras recibir el apoyo del legendario coordinador de escenas especiales Alain Figlarz (El caso Bourne, Venganza 2: Conexión Estambul, Lucy). "Luc Besson le mandó sus candidatos a Alain y éste se pasó un par de días haciendo pruebas con los actores para ver si daban la talla", cuenta Delamarre. "Llegó a la conclusión de que Ed encajaba muy bien en el papel".

Delamarre también quedó prendado del actor tras ver el casting con Besson. "Luc grabó su primera reunión con Ed y me gustó que se tomara el papel muy serio desde el primer momento". Ed es un actor muy profesional y motivado que no perdona un entrenamiento. Lucha por sacar las cosas adelante, y en eso nos parecemos mucho, así que hemos estado en la misma onda desde el principio".

A Skrein, conocido por interpretar al personaje de ‘Daario Naharis’ en la exitosa serie de la HBO "Juego de Tronos", le gustó mucho cómo planteaba Delamarre a su protagonista. "Frank es un tipo de pocas palabras", observa el actor. "Se ha acostumbrado a vivir solo, aunque a saber si es feliz viviendo así. Cuando empieza la película vive aislado en su mundo interior, con su coche como único compañero".

Skrein se inspiró en el oscuro pasado de su personaje para pulir y dar forma a su interpretación. "Cuando era militar, Frank tenía que seguir órdenes", explica. "Pero ahora vive según sus propias reglas. En el ejército iba siempre lleno de roña y ahora quiere estar impoluto. Por eso viste de esa manera: zapatos negros, calcetines negros con un impresionante traje de Dior, camisa blanca y corbata negra. No le hace falta subrayar su masculinidad. La ropa, el coche y su silueta son reflejo suficiente de su actitud. Todo tiene que contribuir a que el trabajo salga bien".

Este personaje también se distingue de los típicos héroes de acción por negarse a disparar una pistola. "Para Frank es muy importante no usar armas de fuego", dice Skrein. "Peleo con un iPhone, una bolsa de la compra, dos rocas, las patas de una mesa, el tablero de la mesa... Pero nunca uso pistolas. En plena pelea soy capaz de desarmar al contrario y tirar sus armas al suelo, por lo que sigo expuesto al peligro, pero nunca cogería una pistola. Frank es un hombre de principios que intenta mantener su integridad en este submundo criminal. Me gusta que mi personaje se dedique a transportar y entregar mercancía, y que no sea un asesino. Frank, como tanta otra gente, siente conflictos morales pero se esfuerza por estar siempre en el bando correcto".

Para interpretar al padre de Frank los realizadores buscaron a un actor extrovertido que irradiara encanto y contrastara con la personalidad reservada del piloto. En el actor británico Ray Stevenson encontraron justo lo que buscaban. "Ray y Ed forman un buen equipo", comenta Delamarre. "Son como Sean Connery y Harrison Ford en Indiana Jones y la última cruzada. Han encajado tan bien que realmente parece que sean padre e hijo".

Stevenson, que ha trabajado en Thor y la serie "Roma" (HBO), se lo ha pasado en grande con la relación de los dos personajes. "Frank padre vende agua con gas, pero eso es una tapadera. En realidad es un agente del MI6", dice. "Padre e hijo son un claro ejemplo del dicho 'De tal palo tal astilla'. Según se va desarrollando la trama, van apareciendo grietas en la historia y empiezan a florecer las emociones. Al abrirse el uno al otro, padre e hijo descubren que tienen un montón de cosas en común".

"Frank padre es todo humor y diversión y mi personaje es la seriedad personificada", añade Skrein. "Le gusta tomarle el pelo a su hijo por ser siempre tan pomposo y estirado. Me encanta cómo va cambiando nuestra relación a lo largo de la historia y cómo acabamos".

Padre e hijo se ven obligados a unir fuerzas para enfrentarse a los secuestros, atracos y tiroteos orquestados por las hábiles mujeres que toman las riendas en Transporter Legacy. Anna, interpretada por la actriz parisina Loan Chabanol (Aprendiz de gigoló), dirige esta manada de despiadadas bellezas.

"Anna es misteriosa, inteligente y manipuladora, y también sabe ser encantadora cuando toca", comenta Chabanol. "Nació en la Unión Soviética y entró a la fuerza en el mundo de la prostitución a los 12 años. Ahora busca vengarse de quien le ha quitado todo para poder recuperar su vida".

La modelo, cantante y actriz danesa Tatiana Pajkovic interpreta a Maria, la seductora cómplice de Anna. "Maria creció en un entorno horrible, de ahí que sea tan dura", explica Pajkovic. "Sólo siente compasión por Anna. Lo que me encanta de Maria es que seduce a los tíos armada con un vestido rojo muy sexy... y una pistola. ¡A eso le llamo yo ser convincente!".

La actriz china Wenxia Yu, ganadora del certamen de Miss Mundo de 2012, encarna a Qiao, una prostituta china de 26 años. "La separaron de su familia para mandarla a trabajar en un lugar remoto como chica de compañía", comenta Wenxia. "Por suerte conoce a Anna, que tiene un plan para escaparse y vengarse de su proxeneta".

Frank padre se enamora de la bella Gina, a quien da vida la actriz francesa Gabriella Wright. "Gina nació en el País Vasco francés", explica Wright. "A los 12 años fue raptada por la mafia rusa y tuvo que apañárselas para aprender a defenderse. Tiene un lado sensible y siente debilidad por Frank padre. No es letal, pero sí que puede ser muy fría e impasible".

Noémie Lenoir da vida a la malvada Maissa, una prostituta que se ha convertido en socia de Yuri. "Todas las chicas formamos parte de la misma mafia, pero mi personaje viene del lado oscuro", comenta Lenoir. "Maissa lo ha pasado muy mal y siente mucho odio, así que no quería que mostrara ni un ápice de bondad. Quería que las otras chicas me tuvieran miedo. Me lo he pasado en grande porque ¡nunca me había tocado ser la mala de la película!".


La producción
Transporter Legacy se ha grabado principalmente en exteriores en Mónaco y otras ciudades de la Costa Azul entre Niza y Menton. Delamarre ha contado con el director de fotografía canadiense Christophe Collette para captar la esencia arrebatadora del soleado paisaje de la región.

"Conocí a Christophe hace 10 años en mi primer videoclip y volvimos a coincidir en Brick Mansions (La fortaleza)", comenta Delamarre. "Es muy visual y entiende muy bien el color. Durante la preproducción trabajamos mucho la gama cromática porque quería utilizar colores cálidos rojizos y dorados para retratar los exteriores. Las panorámicas debían reflejar esa deliciosa luz que baña la estación estival en la Costa Azul".

A la hora de filmar los interiores, los realizadores utilizaron dos enfoques diferentes. "Queríamos jugar con la estética, así que Christophe y yo decidimos usar unos tonos azulados más fríos para las escenas interiores. Hemos utilizado muchas luces de neón para darle a las escenas una imagen más gráfica, y ha quedado genial en los sets que ha diseñado Hugues Tissandier, como las habitaciones de los hoteles, la bodega del avión, el interior de un yate o una discoteca".

Como complemento perfecto al mimo con el que han enfocado la fotografía y el diseño de producción, Anna y sus cómplices visten conjuntos modernistas diseñados por marcas de lujo. "Las mujeres de Transporter Legacy visten de una forma muy sexy, parecen modelos que van a la última", comenta Delamarre, cuya mujer diseña bolsos para una firma internacional. "Hemos colaborado con varias marcas de lujo que nos han prestado accesorios, bolsos y vestidos".


El coche protagonista
Aunque se hayan renovado las caras y la trama, en Transporter Legacy siguen teniendo mucho peso las frenéticas persecuciones que han hecho de la franquicia Transporter una de las favoritas de los fans en todo el mundo. "Siento debilidad por los coches", confiesa Delamarre, que había filmado docenas de persecuciones y anuncios de coches antes de ponerse al volante de Transporter Legacy. "Lo dimos todo a la hora de destrozar los coches en las escenas que había diseñado Michel Julienne, empezando por la primera secuencia que ocurre entre Niza y Mónaco".

El equipo de Delamarre generó primero las escenas en 3D para ver los ángulos que mejor cuadraban con las persecuciones más importantes. "Queríamos dejar boquiabiertos a los espectadores", comenta. Delamarre tenía claro que quería grabar la acción con cámara para maximizar el impacto de las escenas. "Siempre que he podido, he evitado los efectos por ordenador porque quería que se notara que los vehículos quedaban como un amasijo de hierros. Podríamos haberlo creado por ordenador, claro, pero entonces no hubiera transmitido la misma violencia que un choque de verdad. Nos hemos cargado docenas de coches porque quería que el impacto visual fuera realmente impresionante".

Skrein se encariñó del Audi S8 2012 Sedan que ha sido su compañero fiel durante el rodaje. "El coche es precioso y conducirlo es un gustazo", comenta. "El único problema es que Audi tiene un ordenador de a bordo tan inteligente que no te deja derrapar ni hacer cualquier cosa peligrosa, así que los especialistas tuvieron que quitar cosas del motor para que pudiera hacer trompos y conducir de forma temeraria".

Antes de ponerse al volante del coche, Skrein hizo un curso de conducción de alta velocidad. "Los entrenamientos iniciales fueron como un sueño adolescente", comenta. "Me llevaron a una pista de aterrizaje y me pidieron que condujera a toda velocidad un coche precioso que costaba 175.000 dólares. Me dieron unos consejillos que resultaron ser muy valiosos, como por ejemplo cómo colocar las manos en el volante. Luego nos subimos al coche de los efectos y nos pusimos a trompear, fue divertidísimo".

Skrein puso a prueba lo aprendido el segundo día de rodaje: "Me tocó tirar del freno de mano para doblar una esquina, saltar del coche y soltar el diálogo", dice el actor. "Todo eso a bordo de un coche recién salido de fábrica al que habían enganchado varias cámaras de última generación ultracaras. La primera toma la hice con mucho cuidado. Después se me acercó Camille y me dijo, ‘Esta vez quiero que lo des todo’. Así lo hice y fue fenomenal. Pisé el freno y se levantó una polvareda tremenda. ¡Una pasada! Al subirme otra vez al coche pensé que iba sobrado y que podría volver a clavarlo, así que aceleré todavía más... Y me cargué una de las cámaras".


Un estilo de combate fresco y renovado
Delamarre comenta que su experiencia como montador le vino de perlas para rodar las peleas de Transporter Legacy en las que Frank se mueve a velocidad de vértigo. "Durante el rodaje ya iba viendo qué funcionaba, qué planos me iban a servir y por dónde quería tirar", explica el director. "Eso no quiere decir que no grabáramos miles de escenas, porque hay que partir de un montón de material para montar una buena película. Nos hemos decantado por un estilo más callejero que las artes marciales chinas y el Kung-Fu de las películas anteriores. Es un estilo muy preciso, así que no hay casi ningún salto y la imagen se mantiene durante toda la pelea. Quería que quedaran muy nítidas para que el público disfrutara de lo que estaba viendo".

Skrein se preparó para las peleas de Transporter Legacy machacándose en el gimnasio: entrenaba de 10 de la mañana a 6 de la tarde cinco días por semana. "Antes era nadador profesional y he hecho un montón de deportes de resistencia, pero no tenía ni idea de artes marciales. El primer día de gimnasio sabía que sería un hueso duro de roer".

Aceptó el reto de combinar diferentes estilos de combate a las órdenes de Figlarz, encargado de coreografiar las peleas. "Queríamos crear un sistema único, que se distanciara del estilo de la saga y otras películas en general", cuenta Skrein. "Es un cóctel explosivo de krav maga, lucha filipina, boxeo inglés y combate en espacios cerrados. Alain Figlarz es un genio e ideó el entorno perfecto en el que pude crecer física y mentalmente".

Frank se enfrenta a los mafiosos rusos en varias escenas espeluznantes en las que le vemos saltar desde un avión al capó de un Audi y pelear contra seis tíos a la salida de una discoteca. No se le da mal, puesto que acaba con el gorila colgado bocabajo de una cuerda enganchada a un tío que está inconsciente en el suelo.

La escena favorita de Skrein ocurre durante el clímax de la película, cuando conduce una moto de agua en seco, choca contra el parabrisas del coche de Yuri y le persigue hasta un acantilado sobre el mar Mediterráneo. "Si la pelea final parece peligrosa es porque fue peligrosa", confiesa el actor. "Estar ahí, al borde de ese acantilado con el helicóptero dando vueltas alrededor de nosotros fue como interpretar un baile convertido en deporte de riesgo. Tenía que mirar al hombre que tenía delante sin perder de vista dónde ponía los pies para no resbalarme y caer del acantilado. Fue una experiencia alucinante".