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Qué extraño llamarse Federico cartel reducidoQué extraño llamarse Federico(Che strano chiamarsi Federico)
Dirigida por Ettore Scola
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"Tenía ganas de hablar con Federico. De evocar recuerdos, de reencontrar conversaciones, documentos, dibujos que él había hecho. Nos reíamos mucho con Federico. De la vida, del mundo y de él mismo". - Ettore Scola


Qué extraño llamarse Federico es una película homenaje a Federico Fellini, a su arte y su personalidad. El cineasta Ettore Scola hace revivir su encuentro con él en el seno de la revista satírica Marc’Aurelioen los años cincuenta, sus amigos comunes (entre los que se encuentra Marcello Mastroianni) y, sobre todo, el placer compartido de hacer cine…

Con motivo de los veinte años de su desaparición, Qué extraño llamarse Federico retrata el increíble recorrido del fantástico director italiano Federico Fellini y, en especial, la gran historia de amistad que compartió con Ettore Scola, su compatriota cineasta.

Ettore Scola escribió el guión del film con sus dos hijas, Paola, que ayudó a su padre con la realización de “La Terraza”, y Silvia, que colaboró con los guiones de esta última (“El Viaje del capitán fracasa”, “Mario, María y Mario”, “Crónica de un pobre hombre”, “Competencia Desleal” y “Gente di Roma”)

Tras diez años de ausencia en el panorama cinematográfico, el director de Brutos, sucios y malosvuelve a colocarsedetrásde la cámara para evocara quien fue a la vez su mentor y su amigo. Film homenaje a caballo entre el documental y la reconstitución fantasiosa, Qué extraño llamarse Federico cuenta, de la manera más hermosa e ingeniosa, la extraordinaria vida y carrera de una leyenda del cine.
Rodada en los míticos estudios Cineccitta, Ettore Scola recurrió al decorador Luciano Ricceri, que trabajó con Fellini en Ocho y medio en 1963 y Giuletta de los espíritus en 1965. También colabora con el compositor Andrea Guerra, hijo de Tonino Guerra, guionista.
Para realizar esta película homenaje, EttoreScola hace uso de una estética fuertey atípica, puesto que su obra está a caballo entre el cine documental, ya que presenta una gran cantidad de material de archivo, y el cine de reconstrucción casi experimental (con los nietos de Scola interpretando el papel de dos cineastas en su juventud).

Aclamada en laMostra de Venecia de 2013, Qué extraño llamarse Federico, supone el último trabajo de Ettore Scola tras la aclamada Gente di Roma.


Ettore Scola (Biografía)
Ettore Scola estudió Leyes en la Universidad de Roma, aunque nunca ejerció. Su primer trabajo fue como escritor para revistas de humor y precisamente como guionista hizo su debut en la industria cinematográfica.

A partir de 1953 escribió para otros directores, entre los que se encontraba Dino Risi, y pasaron diez años antes de que se decidiera a dirigir él mismo. En 1964 estrenó Se permettete parliamo di donne, una comedia al más puro estilo italiano en la queVittorio Gassman tuvo la oportunidad de poner un grano de arena a su reputación de galán conquistador. Al año siguiente, Lina Wertmuller le dio la réplica desde el otro punto de vista con Hablemos de los hombres. Con su primera película, Scola iniciaba su andadura como director italiano al uso. La comedia clásica se dejó ver en El millón de dólares (1964), también protagonizada por Gassman;Thrilling (1965), compuesta por tres episodios,uno dirigido por Scola y los otros dos por Carlo Lizzani y Gian Luigi Polidoro; o El diablo enamorado (1966), una fábula ambientada en el Renacimiento francés que también contó con Gassman a la cabeza del reparto.

Su primer drama se lo proporcionó una novela de Ugo Facco de Logarda, El comisario y la dolce vita(1969), en la que exploró otro de los temas favoritos del cine italiano: la corrupción en las medias esferas. El demonio de los celos (1970) fue su siguiente trabajo, una coproducción italoespañola, que cuenta una historia de amor con tres direcciones, con la excelente fotografía de Carlo di Palma y que tiene lugar en la Roma de principios de los setenta. Precisamente durante esta misma época, Scola intercaló adaptaciones como La più bella serata della mia vita (1972) que recoge la obra de teatro de Friedrich Dürenmatt con documentales como Festival dell'unità (1972) yFestival Unità (1973).

En 1974 con Una mujer y tres hombres, Scola sorprendió con la historia de un triángulo amoroso con la II Guerra Mundial de fondo. Nino Manfredi, Vittorio Gassman y Stefania Sandrelli comparten cartel con Federico Fellini y Marcelo Mastroianni, que se interpretan a sí mismos. Es ya un cine muy alejado de sus primeras películas, centrado en el efecto de la postguerra sobre los idealistas, efecto que puede resumirse con la frase de uno de sus protagonistas: "Queríamos cambiar el mundo, pero el mundo nos ha cambiado a nosotros". La película, dedicada a Vittorio de Sica, ganó en Francia el César a la mejor película extranjera en 1977.

De nuevo hizo un alto en el camino para rodar un documental titulado Carosello per la campagna referendaria sul divortio (1975) y después volvió a la comedia con sus actores de siempre Manfredi, Gassman y Mastroianni, al frente del reparto de Señoras y señores (1976).

Ese mismo año ganó en Cannes el premio al mejor director por Feos, sucios y malos, un retrato despiadado sobre las bajas pasiones que afectan a cuatro generaciones de una misma familia que viven apiñadas en un barrio empobrecido del centro de Roma. Era sólo el anticipo al reconocimiento adquirido por Una jornada particular, un drama en torno a dos personas solitarias: un ama de casa y un homosexual (Sofía Loren y Marcelo Mastroianni), que un día se encuentran para cambiar toda su vida. Mastroianni y la película fueron nominados al Oscar; ésta, además ganó el César y el Globo de Oro a la mejor película extranjera.

Con La terraza (1980), Scola vio recompensada su labor de guionista: ganó el Premio al Mejor Guión en el Festival de Cannes. También la actriz Carla Gravina obtuvo su recompensa como mejor actriz secundaria. Passione d'amore (1981) está ambientada veinte años antes de la fecha de su estreno y cuenta la historia de un soldado italiano que es enviado a servir a un lugar lejos de su amada. Cuando Scola aloja al soldado en casa de un coronel, donde viven otras personas, lo hace con la intención de poder ofrecer al espectador el juego que se produce entre una serie de cabales y extraños personajes entre los que se establece una intriga.

La noche de Varennes (1982), que, como la ciudad de su título indica, hace alusión a la detención del rey Luis XVI y María Antonieta, no es sólo una película de época o con apoyadurahistórica. Siempre pendiente de la trastienda de sus personajes, Scola convence al espectador de que lo importante es la fábula de la que forman parte un grupo de viajeros entre los que se encuentranCasanova y Thomas Paine.

Un año después, La sala de baile le permitió de nuevo plantear una historia coral, también ambientada en Francia, esta vez desde los años treinta hasta los ochenta. La sala de baile se convierte en el escenario del mundo, por donde pasa todo tipo de gente. Sin necesidad de diálogos, Scola explica que la evolución a través de los años es prácticamente una evolución de las formas. En 1984 fue nominada al Oscar como mejor película extranjera; ese mismo año Scola conseguía el Oso de Oro en el Festival de Berlín y el César como mejor director, además de a la mejor película.

Tras estas dos concesiones al grupo como protagonista, Scola retomó a uno de sus actores favoritos, Mastroianni, para rodar Macaroni (1985), una historia nostálgica y sentimental que cuenta con Jack Lemmon para probar una vez más la química de ciertas parejas cinematográficas, práctica a la que Lemmon ya estaba muy acostumbrado.

Dos años más tarde llegó una de las películas más internacionales de Scola: La familia (1987). Ésta recupera el gusto por el grupo, pero planteado como saga, en donde los rasgos comunes son reconocibles a través del parentesco y confieren a los protagonistas una unidad que no se había visto antes en el cine de Scola. Fue nominada en 1988 al Oscar a la mejor película extranjera. Gassman, en una de las mejores interpretaciones de su carrera, aderezada por el hecho de que su personaje no despierta especial simpatía en el espectador, funciona como catalizador de las pasiones, decepciones y pequeños triunfos de una familia que se expone al espectador a través de sus relaciones comensales a lo largo de ocho décadas.

Después de haber rendido homenaje a tantos sentimientos, personajes y a su propio país, Scola vuelve los ojos hacia la, en ocasiones mal llamada, industria, y rinde homenaje al cine de un modo similar a como lo haría después Giuseppe Tornatore enCinema Paraíso (1989). Mastroianni es el encargado de rememorar, en la piel del viejo propietario de una sala de cine, los años dorados. Tanto cuando elige a un grupo del que no destaca ningún personaje como cuando centra su historia sobre alguno especialmente enfocado, Scola tiene la habilidad de encontrar el lado realista, la faceta más interesante de los protagonistas. Esto es lo que sucede conSplendor (1988) y se repite en ¿Qué hora es? (1989), en donde un padre y un hijo se reúnen después de mucho tiempo para intentar zanjar sus diferencias. Luciano Novoli ganó el premio OCIC y Mastroianni la Copa Volpi al mejor actor, ambos en el Festival de Venecia de 1989.

Una nueva pareja, esta vez un matrimonio en crisis al que se le suma un amigo, es el eje central de Mario, María y Mario (1993), que se adentra ya, sin ningún pudor, en el límite entre el amor y el entendimiento.

En otro drama más profundo se sumergió Scola cuando dirigió Romanzo di un giovane povero (1995). La determinación con que el título ya califica al protagonista será la misma que emplee la sociedad para condenar a la base de su pirámide los más pobres antes de ser juzgados. La condena que arrastra el joven del título no tiene que ver con la ley, sino con la imposibilidad de salir de la miseria para poder cumplir una serie de sueños normales. Este compromiso social le valió a Scola una nominación al León de Oro en el Festival de Venecia.

Con La cena (1998) volvió a retomar algunas premisas de La sala de baile. El escenario como uno más, por donde van pasando los personajes,esta vez siempre los mismos para explicar que pocas cosas cambian a lo largo del tiempo. Scola retorna a las fórmulas clásicas pero ya lo hace con la experiencia de treinta años como director.

Establecido como uno de los nombres imprescindibles del cine italiano, Scola sigue dando lecciones en cuanto al manejo de los personajes y la dirección de actores.La última vez que dirigió una película fue en 2003, el film Gente di Roma. Desde entonces se dedicó a crear guiones y participar en coproducciones.

En agosto de 2011 anunció su retirada definitiva del cine, después de más de cincuenta años de carrera y más de treinta películas dirigidas, según sus propias palabras, porque ya no consigue "vivir el cine como en su día, con alegría y despreocupación" y "ha sido una decisión natural".

Filmografía director
1964: Se permettete parliamo di donne; El millón de dólares
1966: El diablo enamorado.
1969: El comisario y la proxeneta.
1970: El demonio de los celos.
1971: Un italiano en Chicago.
1972: Più bella serata della mia vita.
1974: Una mujer y tres hombres.
1975: Brutos, feos y malos.
1976: Buenas noches, señoras y señores.
1977: Una jornada particular.
1980: La terraza.
1981: Passione d’amore.
1982: La noche de Varennes.
1983: La sala de baile.
1984: L'addio a Enrico Berlinguer.
1985: Macarroni.
1987: La familia (y coguión y montaje).
1988: Splendor (y coguión). 1989: ¿Qué hora es? (y coguión).
1991: El viaje del Capitán Fracasa (y coguión).
1993: Mario, María y Mario (y coguión).
1995: Romazo di un giovane povero.
1998: La cena (y coguión).
2001: Concorrenza sleale y Un altro mondo è possibile.
2003: Lettere dalla Palestina y Gente di Roma.


Críticas
UN MAGICO VIAJE A TRAVES DE LA HISTORIA Y LA MEMORIA - Jay Weissberg - VARIETY

LA AMISTAD ENTRE DOS GRANDES CINEASTAS ITALIANOS ES RECONTADA CON UN MOSAICO DE DIVERTIDAS ANECDOTAS EN UN ENCANTADOR Y ORIGINALISIMO TRIBUTO A FELLINI - Deborah Young - The Hollywood Reporter

EVOCACIÓN PLENA DE ENCANTO Y FANTASÍA - LE FIGARO

NOS EMBARCAMOS, SUBYUGADOS, EN EL TOBOGAN DE LOS SUEÑOS - MARIANNE

VEINTE AÑOS DESPUÉS DE LA MUERTE DE FEDERICO FELLINI, ETTORE SCOLA NOS RECUERDA HASTA QUÉ PUNTO ESTE EXPLORADOR DEL PROCESO CREATIVO FUE UN MAESTRO DE LA ILUSIÓN. - Franck Nouchi - LE MONDE

ESTE HOMENAJE TIERNO Y AGRADABLE FINALIZA CON UNA IDEA ESPLÉNDIDA.... - Pierre Murat - TELERAMA

Uno de los "ensayos filmados" más sublimes, como un sombrero de copa de donde el mago Scola saca sin cesar fuegos artificiales, mezclando libremente ficción, croquis, fotografías y material de archivo. - Lorenzo Codelli - POSITIF

LA FUERZA DE LA NOSTALGIA Y LA ALEGRÍA DE VIVIR Y DE AMAR PREVALECEN - Alain Grasset - LE PARISIEN

LA PELÍCULA DE SCOLA ES UNA DE LAS MEJORES SORPRESAS DE ESTE PRINCIPIO DE VERANO. Con sus rupturas de tono, sus digresiones constantes y sus saltos en el tiempo, con los que pasamos sin previo aviso de la redacción de Marc Aurelioa la imagen de la madre de Mastroianni reprochando a Scola que afea a su hijo, la película de Scola es una de las mejores sorpresas de este principio de verano. - Jean-Baptiste Thoret - CHARLIE HEBDO


Ficha artística
Tommaso LAZOTTI - Joven Federico
Maurizio DE SANTIS - Federico Fellini
Giacomo LAZOTTI - Ettore Scola niño
Giulio FORGES DAVANZATI - Ettore Scola Adulto
Sergio PIERATINI - Director
Antonella ATTILI - Wanda