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Astérix: La residencia de los dioses cartel reducidoAstérix: La residencia de los dioses(Astérix: Le domaine des dieux)
Dirigida por Louis Clichy, Alexandre Astier
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El fenómeno de Astérix
La aventura Astérix comenzó en 1959, con una primera aparición en el número cero de la revista Pilote.

Albert Uderzo lo recuerda así: "Conocimos a François Clauteaux, que quería crear una revista para los pequeños franceses. En aquel entonces, a parte de los títulos belgas como Tintin y Spirou, los diarios estaban llenos de cómics americanos. En aquella época de posguerra en la que las influencias eran muy fuertes, quería que los pequeños pudieran leer historietas en las que predominara la cultura francesa."

A pocas semanas del 29 de octubre, los autores René Goscinny y Albert Uderzo se encontraban sometidos a una gran presión. Y es que debían superar un gran desafío: crear una serie de cómic original nacida de la cultura francesa. Ya habían trabajado en el Romano de Renar, pero supieron que otro autor de cómic ya había explotado esta historia. Solo disponían de 3 semanas para crear un personaje. Se preguntarían muchas veces sobre la imagen de su héroe, sobre su rostro, su personalidad, sus raíces, le hacía falta un villano que no fuera fuerte ni musculoso, que no fuera demasiado grande ni demasiado inteligente, pero que fuera malo… Tras muchas reflexiones, comenzaron a revisar la Historia de Francia. Y de pronto, la época de los Galos, con sus nombres de sonoridad cantarina y divertida, se impuso ante ellos. René Goscinny cuenta: "Esos galos que, curiosamente, en cierto modo habían sido olvidados en Francia, nos parecían un tema lleno de posibilidades. Inspirándonos en el nombre de Vercingétorix, recuerdo de las primeras lecciones de Historia de nuestra infancia, pronto bautizamos a nuestros personajes: Astérix, Obélix, Panoramix y otros acabados en "ix". Nuestros romanos tenían todos nombres acabados en "us", como por ejemplo, "Encorutilfaluquejelesus". Sus pueblos, nombres que acabaran en "um": Babaorum, Aquarium o Petibonum".

Así nació Astérix. Debía ser solitario, ya que no querían a ningún personaje valedor. Pero Albert Uderzo es testarudo y aún así dibujaría uno de esos galos grandes y fuertes que tanto le gustan: sería Obélix.

Rápidamente, esta serie de cómic, Las aventuras de Astérix el Galo adquiriría un éxito increíble: el primer álbum fue publicado en 1961 y vendió 6.000 ejemplares, y 10 años más tarde, el 17º. álbum, La Residencia de los Dioses, vendería más de un millón de ejemplares. ¡Fue todo un éxito! El cómic, ahora de culto, hizo que Astérix el Galo fuera conocido en todo el mundo. El año 1977 marcaría la trágica desaparición de René Goscinny, el guionista, pero Albert Uderzo, a petición de los lectores, decidió continuar con la serie. Crearía otros 9 álbumes. En 2013, Uderzo dejó caer los lápices y confió sus personajes a una nueva pareja: Jean Yves Ferri y Didier Conrad, quienes realizarían Astérix y los Pictos. Publicado en 24 idiomas, fue todo un éxito internacional.

En 1959, dos autores de gran talento crearon un fenómeno editorial. En 2014, 55 años después, Astérix sigue atrayendo a todas las generaciones.

A día de hoy, la serie de cómic cuenta con 35 álbumes traducidos a más de 110 idiomas y dialectos, habiéndose vendido un total de 355 millones de álbumes en todo el mundo. Esto representa 13.000 toneladas de cómics, es decir, ¡un equivalente en peso de 13 millones de jabalíes, con lo que bien podríamos satisfacer el apetito de Obélix!

Por otro lado, más de 100 millones de espectadores ya han seguido las aventuras de Astérix en la gran pantalla gracias a las 4 películas realizadas y a sus 8 películas de animación.


Albert Uderzo
Cuando M6 me propuso hace 5 años producir el cómic de Astérix, rápidamente me sedujo esta oportunidad de ver cobrar una nueva vida en el cine a los personajes que había creado hace más de 50 años junto a mi amigo René Goscinny.

Desde 1967, tanto René Goscinny como yo, veníamos adaptando las historias de nuestros galos en dibujo animado, y en los años setenta, incluso llegamos a crear los Estudios Idefix para producir "Las doce pruebas de Astérix", pero entonces hablábamos de películas tradicionales en 2D, algo muy cercano a mi propio trabajo de dibujante.

Sobre esta nueva película de Astérix, "La Residencia de los Dioses", se trataba de un proyecto totalmente diferente que requería una tecnología muy avanzada de creación de imágenes por ordenador y que al mismo tiempo asociaba la labor de artistas gráficos y de ingenieros. Se trataba de algo muy nuevo para mí y al mismo tiempo muy alejado de mis conocimientos técnicos.

Evidentemente, ya he tenido la ocasión de ver algunas películas estadounidenses que recurrían a esta tecnología del 3D, e incluso siendo consciente de que estas imágenes eran magníficas, siempre me parecía que seguía siendo necesario realizar nuevas evoluciones para que el carácter y las expresiones de Astérix quedaran bien plasmados y para que estas técnicas no hicieran perder la calidad de la animación, sino que más bien la reforzaran.

Tras varios meses de pruebas de simulación informática y de animación, finalmente me convenció el trabajo del joven realizador Louis Clichy, y del director de animación Patrick Delage. Su personaje de Obélix era magnífico, y llegué a sentir que la tecnología se encontraba ya en el momento idóneo para realizar una gran película de las aventuras de Astérix.

Más tarde, tuve el enorme placer de realizar visitas regulares al estudio de producción que se encuentra en Levallois-Perret. Junto a Louis Clichy, pude conocer a todos los animadores y a los técnicos que trabajaban en la película. He de confesar que no he realizado muchos progresos informáticos, pero he sentido mucha emoción al ver cómo todos los personajes iban cobrando vida de forma progresiva.


Anne Goscinny
"La Residencia de los Dioses" es probablemente uno de los álbumes de mayor éxito de mi padre. ¡Un álbum que viene a enfrentarse a todos los retos que hacen girar el mundo!.

También se producen encuentros que hay que saber favorecer, acompañar y que hay que cuidar.
Alexandre Astier, por su recorrido de Astérix, es desde la magnífica "Misión Cleopatra" de Alain Chabat, el primer nombre que vino a la cabeza de mi padre. Aquí tenemos dos generaciones que, aunque nunca se hayan cruzado, se reconocen y dialogan, y hablan habitualmente el mismo idioma, el del humor.

Una adaptación de éxito implica al mismo tiempo gran respeto por parte de aquel que se hace con la obra, pero también significa cierta emancipación de la obra original, para prestarle un mejor servicio.
Hay que saber liberarse del texto original para volver a él de otro modo. Realizamos por lo tanto una especie de juego de malabares tan delicado como peligroso que, si se logra, revelará toda una alquimia. Y este ha sido el caso.

Alexandre Astier y Louis Clichy han reinventado con talento, gracia y elegancia este álbum de culto de la serie. Me habría encantado ver a mi padre sonreír y divertirse con el talento de Alexandre. Sé que habría estado orgulloso de reivindicar la paternidad del espíritu de este hijo.

Si bien sabemos que Astérix es una obra que no pasa de moda y que logra unanimidad, también sabemos que su aldea gala es difícil de animar y que no basta con imitar para crear. Pero tampoco se puede crear ignorando el modelo. Los autores de la película, rindiendo un homenaje sincero y fiel del cómic, nos ofrecen su particular Astérix.

Es imposible hacer hablar a los ausentes, hacerles pensar, pedirles su opinión. Pero sí sé que es posible, ya no hacerles reír, sino reír por ellos. Se impone por lo tanto una risa exigente, una risa de la que somos responsables. Y a día de hoy, con mucho gusto y con mucha alegría, asumo esta responsabilidad.


Entrevista con Louis Cliché - Realizador

P: ¿Cómo le llegó esta película?

R: La aventura comenzó con una llamada de M6, que buscaba a un correalizador con experiencia en largometraje para trabajar junto a Alexandre Astier. A pesar de que hasta entonces no había hecho ningún largometraje, sí que había colaborado en películas de animación en Pixar, en Estados Unidos. Por otro lado, era fundamental que me entendiera bien con Alexandre, y este era el caso.


P: ¿Qué es lo que le interesaba del proyecto?

R: Pensé que con el permiso de Astérix, que era muy importante, quedaba algo innovador por hacer: quería regresar a los orígenes del cómic, e incluso a los orígenes de las películas de animación, como en "Las doce pruebas de Astérix".

Primero, Alexandre y yo nos reunimos algunas veces para hablar sobre la escritura, y fue ese primer trabajo el que nos sirvió para avanzar sobre las lagunas de los personajes. En términos visuales, nos hemos adaptado muy bien al dibujo de Albert Uderzo, que funciona muy bien en 3D, ya que encontramos un respeto de los volúmenes y hemos comprobado que modelar sus personajes en relieve tenía sentido. No hemos hecho otra cosa, como Spielberg con Tintin, que reinterpretar su dibujo puro. Incluso aportando realismo al grafismo, hemos conservado los personajes clásicos tal y como son.


P: ¿Qué cambios principales se han aportado?

R: Hemos extrapolado el cómic, haciendo evolucionar a los personajes en un universo más abierto, más rico y más realista. Por ejemplo, para el bosque, queríamos realizar una especie de imaginario del bosque de Brocéliande, nada mágico al estilo Disney, sino más bien orgánico, algo que resulta muy difícil de hacer.

Hemos extrapolado un poco el estilo romano que, dadas sus líneas geométricas, contrasta con el universo del bosque: hemos realizado muchas investigaciones y nos hemos divertido con algunos elementos, como el águila tan amanerada que reina en el palacio del César. La Residencia de los Dioses es en sí bastante maciza: es una construcción romana que hemos sobredimensionado en términos de plantas, y que en cierto modo evoca el Caesar's Palace de Las Vegas, una especie de palacio de estuco con ciertos indicios de romanización.


P: ¿Cómo ha abordado los personajes?

R: Ante todo quería hacer una película en francés. Al contrario que en una película americana, en la que las voces francesas se graban a posteriori, hemos grabado las voces como si se trata de una ficción radiofónica: los actores no disponían de ninguna imagen en pantalla y eran dirigidos por Alexandre y por mí. A continuación, colocamos las voces sobre el "story-board" pre-montado, incluyendo una duración aproximada de los planos, ruidos de ambiente y músicas temporales. Todos los animadores han diseñado su animación en función de estas voces, lo que aporta riqueza y grosor a los personajes.


P: ¿Y cuáles eran sus prioridades desde un punto de vista técnico?

R: Junto a mi director de animación, Patrick Delage, hemos aportado textura a los personajes, otorgándoles un lado realista con un dibujo bastante "cartoon". Lo que ha producido la animación es el "key-frame": al estilo de un Pixar, no hemos recurrido a la "motion capture" ya que este dispositivo no otorga intensidad a la mirada y empobrece el trabajo del actor. Los actores fueron grabados mientras trabajaban para poder inspirarnos de vez en cuando en sus gestos, como con Elie Semoun, que es especialmente expresivo.


P: ¿Qué paleta de colores ha preferido?

R: Nuestro director artístico, Thierry Fournier, ha trabajado mucho en este aspecto. A partir del "story-board", hemos trabajado una imagen en "key-light": se trata de una pequeña viñeta que indica el tono en función de la atmósfera, de las emociones, del tiempo, etc. de la escena. Y gracias a este encadenamiento de viñetas, seguimos la evolución cromática de la película. Hemos trabajado los claroscuros y las sombras sobre los personajes, algo que precisamente es lo que se intenta eliminar en una película con tomas de vista reales. También hemos trabajado el palacio de César, donde he querido ser especialmente malo: se trata de un edificio con aires de iglesia, muy frío, con un mármol glacial y, por lo tanto, hemos favorecido los momentos en los que el personaje se encuentra en la práctica oscuridad. Esto intensifica la amenaza y el plan maquiavélico que pesa sobre los galos.

Para la aldea, como es bastante icónica, tenía miedo de que, al darle forma para la película, nos sintiéramos como en un decorado o incluso en el Parque de Astérix. ¡Esto es algo que habría sacado al espectador de la narración! Aunque había que pegarse a cierta tradición, no queríamos crear una atmósfera de verbena. En cuanto a "La Residencia de los Dioses", quería un ambiente mediterráneo para tener la sensación de vivir una invasión romana en la región de Armórica.

P: La película está llena de emociones.

R: Para mí, esto formaba parte integrante de la puesta en escena. He intentado evitar el escollo del sentimentalismo al estilo americano. Era necesario que hubiera algo atractivo en lo que no se dice, y en la relación entre Obélix y el niño. De pronto, hemos hecho de Obélix una especie de héroe herculino a los ojos del niño. También queríamos presentar una faceta de Astérix algo derrotista, y esto es algo muy interesante y difícil al mismo tiempo con este personaje emblemático. Los galos constituyen seguramente el grupo más interesante de la película, se dejan atrapar por la pequeña globalización que se lleva a cabo frente a sus hogares. Tras su momento de codicia y de pequeña villanía, hemos querido que al final mostraran una verdadera redención y que eso les mostrara verdaderamente empáticos y conmovedores.


P: Hábleme de su colaboración con Alexandre Astier.

R: Se ha basado con inteligencia en el proceso de que él escribía una primera versión del guión y después debatíamos sobre ella: mientras yo garabateaba los dibujos, él reescribía los diálogos. Era muy denso, muy divertido y también se producían algunas peloteras. Todo ello ha sido muy fértil.

También prestábamos atención al ritmo, tanto para mí en animación como para él en los diálogos. Hemos perseverado en ello al máximo para permanecer dentro de un verdadero dinamismo de intercambios entre personajes que funcionan y que dan en el blanco. Tras nuestras discusiones, yo realizaba guión técnico previo de la película, el cual retocaba junto a mis colaboradores del "story-board". Montábamos rápidamente todo con las voces encima para evaluar el rimo del conjunto.


P: ¿Cómo ha vivido la participación del Sr. Uderzo en la aventura?

R: Su presencia ha sido enriquecedora: sus vueltas sobre los personajes, en el momento de su modelación, han sido muy importantes para mí. Nos ha realizado pequeñas observaciones, por ejemplo, sobre la nariz de los galos, para que fueran coherentes con el cómic. Por tanto, hablamos con él sobre el modo de "hacer trampas" con la realidad, ya que el paso del cómic a la animación 3D requería la modificación de muchos elementos gráficos.


Entrevista con Alexandre Astier – Realizador y Plantigradus

P: ¿Cómo se ha embarcado en la adaptación del universo de Astérix en película de animación?

R: Cuando M6 me propuso realizar el guión de una gran película de animación, a partir de un álbum de Astérix, la tentación fue grande. Efectivamente, para mí hay dos categorías de álbumes: las "crónicas", que representan la visión de los años sesenta de René Goscinny a través de la visita de un país extranjero, en la que la trama del guión es menos importante en beneficio de los gags y de una visión paródica de su autor, y aquellos que se acercan a un guión de cine, y que yo prefiero, donde encontramos un antagonismo poderoso dotado de un plan susceptible de hacer caer a los galos a pesar de la poción mágica. En "La Residencia de los Dioses" encontramos al malo malísimo - en este caso, el César - cuya estrategia es totalmente maquiavélica: está totalmente dispuesto a aniquilar la aldea de Astérix jugando con la codicia y aprovechándose del lado peleón de los galos. Por lo tanto, logré convencer al estudio para que adaptaran este álbum que, en mi opinión, se prestaba muy bien para el cine.


P: ¿Qué es lo que más le gusta y le divierte de este universo?

R: Es un cómic que ha marcado mi infancia: los álbumes estaban en casa de mi abuela, y los he leído y releído cuando iba de vacaciones a su casa. Lo que más me ha gustado ha sido sumergirme en un ambiente familiar. Y es que Astérix está directamente vinculado con mi infancia. En aquel entonces, "La Residencia de los Dioses" me afectó especialmente porque los galos asumían un verdadero riesgo y podía sentir cómo el César se aprovechaba de esta fragilidad: la falta de cohesión e incluso la codicia. Recuerdo que me angustiaba viendo a estos hombres considerados invencibles y unidos verse amenazados por el cebo del dinero y por el estilo de vida "burgués" de los matones romanos.


P: ¿Cómo se logra respetar el universo de Astérix y al mismo tiempo dejar tu huella personal?

R: Ha sido muy difícil, porque incluso sintiendo un inmenso respeto por la obra de René Goscinny y Albert Uderzo como siento, se me pedía que aportara mi contribución. Por lo tanto, he desarrollado algunas líneas narrativas a las que el álbum se vinculaba menos, y he trabajado mucho los diálogos, como si se tratara de una película de producción real, ya que no pienso en términos de "película de animación" o de "película para niños". Lo que más me ha gustado escribir son esas discusiones eternas: era muy excitante filmar a personajes con una mala comunicación y que no se entendían.


P: Existen pequeñas alusiones sociales y políticas muy divertidas…

R: Sin ser sensible a la actualidad, encontramos temas muy cercanos a lo que escuchaban los autores de Astérix en la radio en los años sesenta y de lo que los medios de comunicación nos relatan hoy, en los que se vislumbran personajes con cierta propensión a la corrupción. La dimensión ecológica, tan actual, tiene también su protagonismo, ya que César vende a sus conciudadanos romanos la Residencia de los Dioses como el entorno verde de aire puro, lejos de la agitación y del ruido. Hay algo telúrico en este álbum, en el que el bosque es casi un personaje de pleno derecho. René Goscinny sentía tanto estos temas medioambientales que su visión sigue estando de actualidad.
La animación permite sumergir al espectador en el corazón de la historia como si de un cuento de hadas se tratara: realmente no hay violencia directa. Por este motivo siempre prefiero desplazar las situaciones en el tiempo y el espacio: me gusta contar cosas que no solo nos conciernen a nosotros, sino que sean un poco universales. Los personajes de animación, que son coloridos y fácilmente identificables, nos permiten proyectarnos inmediatamente en los decorados de la película y sugerir poderosos principios.


P: ¿Cómo describiría su personaje, Plantigradus?

R: Encarno al centurión responsable del campamento de Babaorum, constantemente en conflicto con la aldea gala. Es el encargado de la seguridad de la obra, lo que sin duda es la peor tarea que se le pueda confiar a nadie, porque todo el mundo intentará sabotear la construcción de la residencia. Tiene que vérselas con un joven arquitecto que intenta por todos los medios acabar la obra y que se vuelve loco. Pero también tiene que vérselas con los galos, que quieren destruir la obra, con los esclavos que se niegan a trabajar y también con los soldados que consideran que a los esclavos se les trata mejor que a ellos. ¿El resultado? Se ve atrapado en medio de una leonera sindical…


P: ¿Cómo ha trabajado su voz?

R: Ante todo es un personaje que existía en el cómic y que me ha acompañado desde que soy pequeño. De pronto, he tenido la ocasión de imaginar su registro de voz y su tonalidad, repasando las réplicas del álbum en mi cabeza. Como siempre está de mal humor, siempre se deja llevar por la acritud y la impaciencia, y ha sido muy fácil encontrarle una voz.


P: ¿Cómo se desarrolló el casting?

R: Había personajes que no imponían especialmente a ningún actor, lo que me ha permitido elegir a los intérpretes antes de escribir y de pulir las réplicas a medida. De pronto, el deseo del actor puede preceder a todo, algo que es muy diferente al doblaje de una película americana. Además, para los personajes que sugieren una voz, como Obélix u otros que, por ejemplo, se definen por la cólera, pienso en personas que conozco, bien representando un papel habitual o inusual en su caso.

En primer lugar, hemos tenido la suerte de contar con la presencia del "padrino", Roger Clarel, quien ha aceptado encarnar de nuevo a Astérix. Al principio pensé que ya no hacía doblaje, idea que me entristeció. Pero en cuanto oyó hablar del proyecto, nos dio su aprobación: hacer Astérix sin él habría hecho que le echáramos muchísimo de menos.

A su lado, Guillaume Briat – el rey borgoñón en la serie Kaamelott - ha dado una orientación algo nueva al personaje de Obélix, y creo que este dúo funciona muy bien.

Géraldine Nakache y el tristemente desaparecido después de la grabación, Artus de Penguern, forman la primera pareja de romanos elegida para ir a vivir en la Residencia de los Dioses.

Florence Foresti encarna a Karabella, la mujer del jefe, y Alain Chabat ha prestado su voz al malo malísimo de la historia, un senador manipulador y confabulador, Prospectus: ¡tenía muchas ganas de ofrecerle un papel de malo!

Lorànt Deutsch interpreta a Anguloagudus, el arquitecto, siempre enervado y contaminado por su arribismo y sus ansias de poder, y Laurent Lafitte da vida a Duplicatha, el jefe de los esclavos Númida con pieles de animal, tal y como se imaginó en el álbum, incluso aunque hayamos creado un personaje mucho más verboso, más cerebral, a quien en cada situación se le impone una gran reflexión: a fuerza de pasar el tiempo hablando, acaba exasperando a los que le rodean.

François Morel interpreta a Ordenalfabetix, el pescadero, y Elie Semoun a un soldado romano anónimo, reconoceremos fácilmente su voz.


P: ¿Cuál es su concepción de la dirección de actores en una película de animación?

R: Dado que comenzamos por grabar las voces como si se tratara de una ficción radiofónica, disfrutamos de una gran libertad: cuando el resultado nos llegó a gustar desde el punto de vista rítmico y melódico, entonces eso se convertiría en la referencia a partir de la cual se crearía la película. Es algo muy raro y la razón por la que tuvimos la sensación de no "experimentar" la animación, sino más bien de disfrutar de una libertad de actuación extraordinaria.


P: ¿Cuáles fueron sus prioridades desde el punto de vista visual?

R: La animación permite obtener selecciones extremadamente opuestas, ya que podemos pasar del palacio del César por la noche, en tonos azulados, al sol brillante del circo, y posteriormente a los tonos rojos de los soldados romanos... Por lo tanto, disponemos de elementos de decorados y de gamas de colores que varían de una escena a otra: ¡sin duda el sueño de cualquier director de fotografía! Louis Clichy tuvo que elegir entre el realismo extremo, como por ejemplo para el cabello, y un dibujo más cercano al cómic. Un exceso de realismo habría hecho que los personajes fueran demasiado simplistas. Se decidió por una opción intermedia: estamos en un universo de dibujo animado, pero con un importante nivel de detalles en materia de texturas, de grano y de pátina sobre las prendas de vestir.


P: Háblenos de su relación con Louis Clichy.

R: Ha sido un encuentro bonito porque venimos de mundos realmente muy diferentes: él es de la escuela de imagen de Gobelins y ha trabajado en Pixar, y es todo un experto en materia de animación, mientras que por mi parte, soy puntilloso en otros parámetros: en el ritmo, en el texto, en los encadenamientos melódicos... Creo que tengo un planteamiento más musical que él. Huelga decir que no hemos dejado de discutir, pero que me ha encantado. Por otro lado, esto me recuerda la relación que tengo con el dibujante de los cómics de Kaamelott: él domina algo que no entra dentro de mis competencias, mientras que yo me ocupo del guión, algo en lo que él no participa. Ninguno de los dos lo habría logrado sin la aportación del otro. Existe una hibridación de dos mundos en esta película. Evidentemente, no es un mundo completamente cerrado: ha firmado la puesta en escena, pero yo he participado también en ella, y si bien he escrito el guión, él también ha realizado su aportación al mismo. La película es el resultado de nuestras respectivas convicciones: estas confrontaciones de los dos nos han permitido hallar un equilibrio justo.


P: ¿Cómo ha orquestado el relieve?

R: Es algo que no concierte a toda la vida de la película, porque la gente no va a ver la película en su casa en 3D. Lo más interesante es cuando el relieve nos sirve para sumergirnos un poco más en el dibujo animado, para que sintamos más aún los objetos y los personajes que nos rodean. Esta técnica permite asimismo hacer surgir de pronto un elemento que habríamos hecho destacar de otro modo en 2D. Con este relieve, jugamos no solamente con las distancias, sino también con el equilibrio: lo que aparece claro o borroso. Se trata de una "herramienta" más con la que tenemos que divertirnos, y sin embargo, el relieve no lleva a ser un personaje al 100%, porque mucha gente no tendría acceso al mismo.


Entrevista con Alain Chabat – Prospectus

P: ¿Hasta dónde remonta su pasión por Astérix?

R: A mi infancia. Empecé a leer los álbumes muy pronto…


P: ¿Qué es lo que le ha seducido y divertido del proyecto?

R: Al principio no había leído el guión. Fue Alexandre – un apasionado real de Astérix – quien me habló de él. Me describió mi personaje, me explicó mis escenas y me sentí con confianza. Nos conocimos en el rodaje de Kaamelott, donde yo daba vida al duque de Aquitania, por lo que yo ya conocía su gran capacidad de trabajo. De pronto, las cosas fueron encadenándose rápidamente. Creo que ha logrado realizar una mezcla muy sabia, aliando cierta fidelidad al álbum al tiempo que ha reinventado la historia.


P: ¿Cómo describiría su personaje, Prospectus?

R: Es un senador romano del César, un tío grande y gordo, que ni es guapo por fuera ni por dentro. Va a ayudar y a animar al César a poner en marcha su plan: construir la Residencia de los Dioses junto a la aldea, una especie de complejo inmobiliario para galorromanizar la aldea de los irreductibles galos.


P: ¿En qué ha sido esta experiencia diferente del resto de doblajes de películas de animación?

R: De primeras, la versión original es en francés. Empezamos a grabar las voces sobre los animatics, incluso aunque ya había visto los personajes acabados en croquis. Hicimos una primera sesión de las voces, sobre la que trabajaron los animadores, y después rehicimos dos o tres sesiones para precisar las voces y aportar algunos cambios al texto.


P: ¿Qué tal ha sido su colaboración con Louis Clichy y Alexandre Astier?

R: El realizador Louis Clichy es un tío magnífico: estuvo presente durante las sesiones de grabación. Tanto él como Alexandre son dos enamorados de Astérix. Según lo que he podido observar durante las grabaciones, Louis tiene una visión realmente precisa de la animación, ya se trate de las posibilidades, de los obstáculos, de la eficacia o incluso de la importancia de ciertos detalles visuales: sabe exactamente cómo pueden utilizar una voz los animadores, mientras que Alexandre ha sido quien ha dado el tono y dirigido a los actores en mayor medida.


P: ¿En qué se diferencia esta película de otras adaptaciones de animación?

R: Tengo la sensación de que está marcada por la originalidad y el tono de Astier: hay pullas, un ritmo y un enfoque muy suyos. En cuanto a los resurgimientos dramáticos permanentes, existe una modernidad magnífica, como podemos ver en las grandes películas de animación de DreamWorks o de Pixar. Es una película audaz y con la dosis justa de ambición: todos hemos enmudecido, nos hemos divertido y sentido inquietos. Y todo ello siendo fieles al espíritu de Astérix: Alexandre ha tenido la humildad de decirse a sí mismo: estos son los personajes que todos conocemos y amamos, todos los arquetipos y todos los códigos ya están establecidos.


P: Háblenos de la dirección de los actores.

R: Se parece bastante a la dirección de una película normal, a parte del hecho de que estamos sujetos a nuestras marcas, ya que debemos lograr una distancia correcta con el micrófono para que la voz sea lo más expresiva y clara posible. La dirección de Alexandre es precisa: sabe exactamente a dónde quiere llevar a los actores. Sin embargo, está abierto a cualquier propuesta siempre y cuando permanezcamos dentro del encuadre. Por lo tanto, hemos trabajado como en una película "tradicional". Por el contrario, en Shrek, me puse en la piel de Mike Myers e intentaba encontrar una emoción cercana a la suscitada por el actor en V.O. Las sesiones de grabación fueron muy alegres. Alexandre Astier es un tío muy divertido y muy buen actor. Sabe cómo activar una compuerta. Cuando proponía una interpretación, me decía a mi mismo: "ok, ¡voy a tener que lograr lo que acaba de hacer él!"


P: ¿Qué ha pensado del paso de su personaje a la pantalla?

R: Se corresponde a la perfección con su carácter y con su personalidad. Le vemos como un personaje hipócrita, manipulador, calculador y sin escrúpulos. Un verdadero político… Sin establecer perfiles raciales, aparece como un senador gordo bien alimentado. Las actitudes me han gustado mucho: la actuación es magnífica.


P: ¿Qué le parece el resultado final?

R: Magnífico. ¡Me he reído muchísimo! Estoy seguro de que pequeños y mayores también se reirán cuando vean esta aventura. Es lo que pasa cuando se leen los álbumes de Albert Uderzo y René Goscinny. Este equilibrio ha debido ser muy difícil de lograr, pero ahí está. La película es alegre, fluida, divertida y muy bonita desde un punto de vista estético.


Entrevista con Guillaume Briat - Obélix

P: ¿Siempre ha sido fan de Astérix?

R: Siempre me han gustado las aventuras del galo más famoso. Como todos los niños de los años sesenta, ¡recibí mi primer álbum de Astérix en Navidad! No conozco los diálogos de memoria, pero todos los años me regalaban un álbum y lo devoraba junto a mi hermano. En aquel entonces ya me atraía el personaje de Obélix: me encanta su lado "cuando era pequeño me caí en la poción mágica" y su fuerza física sobrehumana.


P: ¿Qué es lo que le ha seducido de este proyecto?

R: Lo que me ha gustado ha sido la mezcla entre fidelidad a los álbumes de Astérix y el toque de Astier. Podemos palpar el universo de Albert Uderzo y René Goscinny y ya no podemos escapar de él. Alexandre Astier nos ha reunido a todos alrededor de este proyecto, y Roger Carel enseguida tuvo ganas de grabar junto a él. También creo que Alexandre me propuso el papel porque le reconocía en él: representé un personaje "muy colorido" y algo brusco en la serie Kaamelott, y de pronto, creo que debió pensar que yo podía representar a este personaje orondo en Astérix.


P: El personaje de Obélix es mítico y ya ha sido interpretado por varios actores. ¿Cómo lo ha hecho suyo?

R: Ahí radica toda la dificultad: hay que ser humilde, inspirarse en las voces que ya se han prestado al personaje y al mismo tiempo ir en la dirección que desea el realizador. La voz de Obélix es siempre grave y está impregnada de sencillez, pero es más joven que la de Pierre Tornade, que hace tanto tiempo le encarnara.


P: ¿Hacia qué dirección lo ha llevado usted?

R: Al principio me pegué bastante al cómic, y Alexandre me pidió que retomara un registro más sencillo y más realista. De pronto adopté una voz lo bastante redonda, libre de florituras, y permanecí lo más sobrio que pude. También es una voz positiva que debe inspirar simpatía: Obélix es el divertido del equipo y un tipo interesante.


P: ¿Cómo se han desarrollado la toma de sonido?

R: Yo ya estaba desde el principio para asegurar las voces piloto de todos los personajes: ¡también he pasado del pescadero al jabalí que se cruza por su camino! Más tarde, el trabajo con Roger Carel duró cinco días. Tuvimos la suerte de estar juntos para poder colaborar con eficacia: creamos el ritmo con nuestras réplicas y los dibujantes enseguida esbozaron los personajes a partir de nuestras voces.


P: ¿Es mucho más necesario meterse en la piel del personaje que en una película tradicional?

R: Creo que me deslizo en la piel del personaje con bastante naturalidad. Como no hay una banda-rítmica, no se nos atribuye un ritmo que ya ha sido impulsado: nos ponemos delante de nuestra página y nos lanzamos. En definitiva, el impulso físico, los gestos y el ritmo se imponen con bastante rapidez. Me ha costado estar tranquilo detrás de mi atril, ¡de hecho empiezo a interpretar con bastante rapidez! Disfrutaba de bastante libertad de movimientos, por supuesto teniendo al lado a la dirección de los actores. Es una experiencia muy distinta al doblaje de una película de animación americana.


P: ¿Cómo dirige Alexandre Astier a sus actores?

R: Funciona al estilo de un director de orquesta. Su dirección es bastante musical: es capaz de reunirnos indicándonos una nota y enseguida comprendemos en qué dirección quiere ir. Sabe elegir entre las diferentes tomas cuál es la mejor y la más justa. Su trabajo es de una gran decisión: tiene un oído magnífico y en cuanto algo suena falso, enseguida se da cuenta y nos pide que repitamos. Es magnífico trabajar de oído.


Entrevista con Roger Carel - Astérix
Una voz reconocible de entre todas, Roger Carel ha encarnado – en el sentido literal del término – a tantos personajes de animación que han acompañado a las familias francesas durante generaciones. Al prestar su voz a Astérix desde 1967, también ha sido Pepito Grillo en Pinocho, Kaa en El Libro de la Selva, Winnie The Pooh e incluso el pequeño robot C3 PO en La Guerra de las Galaxias.

Sin embargo, Roger Carel ha doblado a muchísimos actores, como por ejemplo Peter Lorre, Jerry Lewis, Peter Sellers, Eli Wallach y Jack Lemmon, y se ha producido en "El viejo y el niño", "La bola de Júpiter", "El golpe del paraguas" y "Papy en la resistencia", en la que su memorable interpretación del general Muller ha quedado inscrita en la memoria colectiva. Con Astérix y la Residencia de los Dioses, es la novena vez que presta su voz al pequeño galo.

"Para mi, Astérix es un viejo compañero". La primera vez que le interpreté fue hace ya más de treinta y cinco años, para la radio. René Goscinny y Albert Uderzo querían hacer seriales y buscaban voces. El personaje, a pesar de ser simpático, siempre está en cierto modo refunfuñado. ¡Es el mismísimo francés de la calle visto por los extranjeros! Pero también es sincero y justo, y se define asimismo por su amistad con Obélix. Cada uno de ellos es el valedor del otro.

"Con el tiempo he ido viendo evolucionar a Astérix. En esta película, lo encuentro más tierno, más sensible, más emotivo incluso que en los cómics. Esta es una nueva faceta suya. Ante este chico, por primera vez se despierta su fibra paternal".

"Junto a otros personajes como Kermit, C3-PO, Winnie the Pooh, Alf, he tenido la suerte de prestar mi voz a muchos personajes que perduran en el tiempo, ¡en el caso de Winnie desde 1950! Pero sinceramente, Astérix tiene su lugar a parte. En primer lugar porque es una creación francesa. Es 'nuestro' personaje y se le tiene cariño. ¡Este pequeño galo es nada más y nada menos que nuestro antepasado! Y me siento cercano a él. Si me parezco a él es sobre todo en su energía y su vivacidad. ¡Yo, al igual que él, siempre me estoy moviendo!".

"Me alegra mucho que la voz que he creado para Astérix sea una parte de su encarnación. Muchas personas de todas las edades me lo dicen. Su voz es por otro lado muy parecida a la mía en la vida real. Siempre que lo encuentro, enseguida me viene su voz. Yo tengo como una especie de biblioteca con todas mis voces clasificadas".


Entrevista con Lorant Deutsch - Anguloagudus

P: ¿Es usted o ha sido alguna vez fan de Astérix?

R: No he sido especialmente fan de Astérix… ¡Para ser sincero, prefería a los Tuniques blues y los grandes espacios americanos a los campos de menhires galos!


P: ¿Qué es lo que le ha atraído de este proyecto?

R: Astérix forma parte de nuestro patrimonio nacional: las aventuras de estos dos galos, su idioma, sus juegos de palabras y su irredentismo nos son familiares a todos. El cómic ha conocido tal éxito entre los lectores, incluyendo a todas las generaciones, que convivimos en el día a día con este universo. Por otro lado, ya había interpretado a Gudurix en otra película, así que me alegró volver a lanzarme en un nuevo proyecto de Astérix. ¡Estaba convencido de que esta aleación iba a ser detonante!


P: Alexandre Astier ha dejado su propia huella en el universo de Astérix...

R: Él mismo se ha puesto al servicio de Astérix ya que ha decidido respetar los códigos y obstáculos del lenguaje en el guión. A veces tuerce un poco la realidad del cómic, pero Astérix sigue siendo el rey pese a todo... Alexandre Astier, que es un verdadero creador – fue el encargado de crear el universo de Kaamelott –, ha logrado alejarse de su propio universo y doblegarse ante las exigencias de Astérix.


P: ¿Le apetecía trabajar con Alexandre Astier?

R: ¡Naturalmente! Alexandre es un tipo tan original como fascinante. Lo mío fue un verdadero flechazo cuando le conocí en el rodaje de Kaamelott. 7 de la mañana, ¡y nos recibe en pijama para trabajar el guión! Con él todo se vive de un modo familiar, fácil y relajado.


P: ¿Cómo describiría su personaje, Anguloagudus?

R: Es un pequeño arquitecto que vocifera mucho y da órdenes: recibe la tarea de desfigurar los bosques galos para transformarlos en zona de civilización romana con mármoles, estatuas... Se le ha encargado dar paso a la civilización, con sus termas y agua corriente. Es una tarea muy pesada para un hombre pequeño, pero todo el proyecto es supervisado por César. Y no se da cuenta de que su enemigo es invencible. Es un hombrecito muy divertido que recuerda un poco a Numerobis, el personaje que representaba Djamel Debbouze en Astérix y Obélix: Misión Cleopatra. Al mismo tiempo está lleno de malicia, un personaje abúlico, con un cuerpo algo enfermizo, pero que cumple a rajatabla sus ideas.


P: Usted ya había prestado su voz en diversas películas de animación estadounidenses. ¿Ha sido muy diferente la experiencia de Astérix?

R: Como comenzamos por la captación de las voces, el personaje se basa en la voz del actor. Esta grabación se realiza con anterioridad, y de pronto llega ese momento en que los personajes comienzan a cobrar vida. Toda esta fase ha sido supervisada por Alexandre Astier: él era quien tomaba todas las decisiones. A continuación, los grafistas son los que se basaron en las réplicas para realizar las imágenes. Se trata por lo tanto de una experiencia muy diferente a mis colaboraciones anteriores para Pixar o Blue Sky, donde existe un marco demasiado rígido porque las imágenes ya existen y no hay posibilidad de cambiar los diálogos.


P: ¿Qué tal fueron las grabaciones?

R: Fue algo estupendo, porque Alexandre interpretaba con nosotros y nos daba la réplica. Esto me recordó un poco a los actores de radio: ¡estábamos en un estudio interpretando el uno frente al otro! Como en el teatro grabado.


P: ¿Cómo ha sido trabajar bajo la dirección de Alexandre Astier?

R: Sabe exactamente lo que quiere. Por otro lado, Louis Clichy sabía cómo salir adelante, cómo acelerar el ritmo o ralentizar la voz. Astier contaba con el apoyo y con el asesoramiento de un técnico para regular el timbre.


P: ¿En qué dirección le ha pedido Alexandre que trabajara su voz?

R: Me pidió que interpretara un personaje histérico y muy locuaz. ¡Y me vino a la perfección, porque yo mismo voy bastante rápido y apresurado!


P: ¿Es mucho más necesario meterse en la piel del personaje que en una película tradicional?

R: Curiosamente, para mí, es un poco el mismo trabajo. Ya que incluso en las escenas preparadas con antelación, la verdad únicamente existe en el plató o en el estudio de grabación. Durante la fase de preparación, imaginamos el pasado de nuestro personaje, intentamos meternos en su piel, pero luego es el plató el que nos hace estar preparados y ser exactos.


P: ¿Qué opinión le merece la película?

R: El resultado es prodigioso: sin ser real, los grafistas han logrado, gracias a una técnica increíble, dar relieve y otorgar una realidad a los tejidos trabajando en las texturas y en los motivos. Se trata de imágenes de síntesis, pero el resultado es magnífico, los objetos, los personajes y los decorados adquieren cierta densidad y cierta profundidad. Por ejemplo, el agua tiene un aspecto translúcido, y al mismo tiempo un aspecto onírico.


Entrevista con Elie Semoun - Cúbitus

P: ¿Qué es lo que le ha atraído de este proyecto?

R: El mismo universo que atrajo a Alexandre Astier y que ha seducido a miles de personas. Durante mi juventud leí todo Astérix, y "La Residencia de los Dioses", e incluso "La Cizaña" han sido los álbumes que más me han marcado. ¡Astérix forma parte de nuestra cultura! Por tanto, acepté participar en el proyecto por mil razones, pero sobre todo por esta.


P: ¿Qué le ha gustado de la relectura que ha propuesto Alexandre Astier?

R: Alexandre es amigo mío desde hace mucho: todo el mundo conoce su talento y confío plenamente en él. Cuando grabamos nuestras voces, los dibujos aún no estaban terminados, y creo que se han inspirado mucho en las inflexiones de nuestras voces para crear los personajes. En cierto modo, hemos avanzado un poco a ciegas pero, una vez más, he confiado ciegamente en Alexandre.


P: ¿Cómo describiría su personaje?

R: Tiene una voz un poco aguda y siempre está reivindicando. Afiliado a la CGT, a FO y a SUD RAIL, siempre está refunfuñando. (risas) Es el tipo de personaje que a Alexandre le encanta verme interpretar. Hay una pequeña réplica cuando se encuentra delante de Obélix, y sabe que va a ser masacrado: "¡Ah! No, otra vez no!", encuentro esta réplica realmente magnífica. ¡Es un personaje ridículamente divertido!


P: Usted ya había prestado su voz en "Ice Age: la edad del hielo". ¿Ha sido muy diferente la experiencia de Astérix?

R: Cuando se dobla una película americana, el dibujo animado ya está acabado, por lo tanto no se tiene tanta libertad. Realmente no puedes inventar nada, en primer lugar porque hay textos en inglés con una traducción cercana, a veces aproximativa, y también porque no se puede añadir gran cosa.


P: ¿Cómo ha sido trabajar bajo la dirección de Alexandre Astier?

R: Alexandre se conoce de memoria el guión, ya que lo ha escrito él. Y él sabe mejor que nadie cómo pronunciar nuestras réplicas, porque domina perfectamente todas las situaciones. Y como actor, uno necesita sus indicaciones. Es esencial contar con un director de plató. Nos hemos hecho reír mutualmente, y nuestro aprecio es sincero. También me ha permitido añadir pequeños toques personales ¡Es una alegría trabajar juntos!


Entrevista con Géraldine Nakache - Dulcia

P: ¿Siempre ha sido fan de Astérix? ¿Qué es lo que más le gusta y le divierte de este universo?

R: En primer lugar, Astérix me evoca un parque de atracciones y una película de Alain Chabat. Apenas tengo cultura del cómic, incluso aunque por mi casa pasaran decenas, ¡porque tengo un hermano mayor que probablemente haya leído todos los álbumes que existían entonces! Además, he visto todas las adaptaciones cinematográficas, en especial la de Alain Chabat, que para mi generación ha supuesto todo un acontecimiento y que sin duda representa una de las comedias francesas más divertidas. En cuanto al parque de atracciones, son buenos recuerdos de mi infancia: iba a un centro de actividades extraescolares en Puteaux y a los monitores les encantaba acompañarnos al parque Astérix…


P: ¿Qué es lo que le ha seducido de este proyecto?

R: Tenía muchas ganas de volver a encontrarme con Alexandre Astier: ya habíamos colaborado en los episodios de Kaamelott, ¡además junto a Alain Chabat! Volver a trabajar bajo su dirección era algo incuestionable para mí, en cualquier proyecto. Más tarde, me habló de la película de animación. Es la viva encarnación del friki, el verdadero conocedor del cómic. Me dije a mi misma que bajo su pluma, el proyecto iba a ser magnífico. Entonces me interesé por este álbum de Astérix, y descubrí que era el favorito de mi hermano y de mi sobrino… ¡De pronto, pensé que iba a ganar puntos en mi familia si participaba en este proyecto! (risas) Y más tarde lo he encontrado muy divertido, porque es una verdadera película de aventuras.


P: ¿Cómo se han desarrollado las tomas de sonido?

R: En ambiente de muy buen humor y de mucha alegría, ya que al prestar nuestra voz hemos disfrutado de una gran libertad: ¡realmente se puede trabajar muy bien bajo una buena dirección! La primera media hora resulta un poco difícil: hay que meterse en el ambiente rápidamente y ponerse rápidamente en la piel del personaje. Al principio puedes llegar a sentirte algo oprimido, pero luego te das cuenta de que es al contrario: con la voz se puede recrear innumerables cosas. Cuando se está en el estudio debes dejarte llevar un poco por el cuerpo, aunque estemos un tanto confinados y no estemos solos. Utilizar nuestro cuerpo, no como delante de una cámara, por supuesto, permite otorgar impulso y realizar bonitos hallazgos.


P: ¿Le ha pedido Alexandre que trabaje su voz de algún modo especial?

R: No he tenido la sensación de tener que hacer trampa en nada. He interpretado como si lo hiciera en un plató de cine. Alexandre no me ha pedido que disfrace mi voz. Pero evidentemente, cuando se trabaja en estudio, llegas a rehacer las tomas por cuestión de entonación, y hay que dominar bien la respiración.


P: ¿Cómo podría describir su personaje, Dulcia?

R: Es una auténtica madre protectora, muy atenta y que se siente muy involucrada en su familia. Al mismo tiempo es muy cariñosa y muy querida. Cada cosa está en su sitio, le encanta el orden y de pronto se va a descolocar un poco… Sin duda es algo bueno para ella.


P: ¿Es mucho más necesario meterse en la piel del personaje que en una película tradicional?

R: Sí, es imperativo. Alexandre nos ha llevado a seguir por los raíles de nuestros personajes. Conmigo ha hablado muy poco del personaje y mucho del cómic, las razones por las que había elegido este álbum en concreto, sobre el género de la animación, el modo en que quería dirigir la película… Gracias a sus explicaciones, contamos con una especie de partitura entre las manos. Sabemos que con él no nos equivocaremos: todo está milimetrado, como en un pentagrama.


P: ¿Cómo dirige Alexandre Astier a sus actores?

R: Nos encontramos en un entorno muy preciso, en cuyo entorno nos sentimos realmente libres, y a Alexandre le encanta que le hagamos propuestas. Nos tomamos el tiempo de trabajar juntos, y a veces probamos con otras notas en el momento de la toma de sonido: en este momento donde intentamos improvisar algo, sin dejarnos llevar por la improvisación, evidentemente. Creo que para un actor es muy estimulante y embriagador contar con una partitura casi perfecta.


P: ¿Es difícil trabajar y grabar la voz cuando no hay ningún compañero en frente, únicamente unos bocetos?

R: Grabamos las voces hace varios meses y, en aquel entonces, no había más que algunos bocetos de dibujos. Además, tuve la suerte de interpretar junto a mi compañero principal, Artus de Penguern: Alexandre había organizado todo para que estuviéramos juntos durante las grabaciones. Fue todo un lujo. Al contrario de lo que ocurría en el doblaje de una película de animación americana para la que yo presté mi voz, este ejercicio ha sido mucho más libre: Artus y yo hemos estado bajo dirección, hemos interpretado juntos, y posteriormente los dibujos se han ajustado en función de nuestras réplicas. Ha sido muy agradable, ya que realmente he tenido la sensación de crear un personaje sin verle en la obligación de pegarme a algo ya muy preciso.


Entrevista con François Morel - Ordenalfabetix

P: ¿Siempre ha sido fan de Astérix?

R: ¡Sí, me encanta todo su universo! Creo que Astérix y yo nacimos el mismo año… en 1959. Yo compraba todos los álbumes que se publicaban. Recuerdo que una vez me compré uno justo antes de irme de vacaciones a casa de mi abuela, donde siempre me aburría un poco, y en aquel entonces costaba 8 francos. ¡Tuve que trabajar y ahorrar recogiendo manzanas! Pero siempre era un placer…


P: ¿Qué es lo que le ha seducido y divertido del guión?

R: Que era muy fiel al espíritu de Astérix, de René Goscinny y de Albert Uderzo. Y además tenemos el lado transgeneracional, podemos reírnos de algunas referencias cuando se tienen más de 25 años y también encontrarlo muy divertido cuando se tiene la mirada de un niño, para después descubrir algunas cosas al crecer. Creo que en la película será igual: hay anacronismos, como en los álbumes, y también hay juegos de palabras, personajes increíbles… Nos sumergimos realmente en el universo de los álbumes. Alexandre deja también su huella, como Alain Chabat lo hiciera a su estilo. Ambos son hijos de René Goscinny que reivindican un espíritu.


P: ¿Cómo describiría su personaje, Ordenalfabetix?

R: Es el pescadero, ¡así que me he pasado la película gritando! (risas) A pesar de todo, he intentado que sea lo más humano posible. Hasta ahora, cuando doblaba dibujos animados, hacía de perros o gatos, como en El gato del rabino et Rantanplan. ¡Eso me ha cambiado!
¿En qué ha sido esta experiencia diferente del resto de doblajes de películas de animación?
De lo que se trata siempre es de ponerse al servicio de un realizador y de interpretar. Intento poner mi pequeña fantasía al servicio de un universo. Desde el exterior se tiene la sensación de que se realiza doblaje cuando prestamos nuestra voz para un dibujo animado, y esta vez no ha sido así. Partimos de la voz y las imágenes vienen después. Por lo tanto, en realidad, somos bastante libres. A veces hay que hacer repeticiones cuando las imágenes ya existen y faltan algunos sonidos, pero el verdadero trabajo se realiza antes, y en ese punto, todo es posible.


P: ¿Qué ha pensado del paso de su personaje a la pantalla?

R: Era tal y como lo imaginaba, pero me he sorprendido a mí mismo riendo mucho más al ver los extractos. ¡Eso es algo muy alentador!


Entrevista con Baptiste Lecaplain - Gladiador

P: ¿Siempre le ha atraído el universo de Astérix?

R: Sí, mucho más cuando era uno de los pocos dibujos animados que solía ver con mi padre y con lo que le veía reírse a carajadas. Mi abuela tenía todos los Astérix en dibujos animados.


P: ¿Cómo le llegó esta película?

R: Soy un fan de Alexandre Astier desde hace mucho tiempo, y él se puso en contacto conmigo porque yo estaba haciendo la primera parte del espectáculo de Elie Semoun: Alexandre me envió un SMS muy alentador en dos ocasiones, y después nos hicimos muy amigos. Más tarde, colaboramos en un sketch con motivo de una velada de humor en La Cigale, ¡y me pidió que participara en su película! Pero es que aunque me pidiera que hiciera un anuncio sobre un llavero, le diría que sí. Y estaba muy contento de tener como compañero a Pascal Demolon, quien me encantó en Radiostars.


P: ¿Qué es lo que más le ha gustado del proyecto?

R: Que no tenía el guión entre las manos, sino solamente dos páginas de texto. Pero lo que me gusta de Kaamelott o de Astérix, es la adaptación tan personal que puede realizar Alexandre, me encanta ver su visión sobre una obra existente. Incluso como espectador es algo que me gusta. Me encanta el lado muy dialogado, muy hablado, muy contemporáneo de la película: logra que los diálogos sean muy naturales y que fluyan con naturalidad en el contexto de la película.


P: ¿Cómo describiría su personaje?

R: Junto a Pascal, somos dos gladiadores dispuestos a entrar en el circo, algo muy similar a dos luchadores contemporáneos. Al principio, tenía que interpretar al grande y recio, y Pascal al pequeño y delgado, pero al final invertimos los papeles, ¡y creo que hicimos bien! Alexandre quería que los dos gladiadores fueran muy torpes y que aspiraran a valerse por sí mismos. ¡Huelga decir que no me he inspirado en Russell Crowe en Gladiator! Incluso aunque visualmente era difícil representar al personaje, se inscribía bien en la vena de los romanos, que pensaban que eran invencibles y que con los galos dieron con un hueso duro de roer.


P: Hábleme de la dirección de los actores.

R: Alexandre Astier dirige a sus actores como si de un plató de cine se tratara. Y este es el tipo de dirección que me encanta: es muy preciso en sus indicaciones, y no dudo en grabar una nueva toma cuando ya ha obtenido lo que quiere dejándonos total libertad. ¡Todo ello en un ambiente de desvarío y risas!


P: ¿Y en qué medida se ha expresado esa libertad?

R: Teníamos la libertad necesaria para apropiarnos de las frases. Lo más tremendo es que Alexandre tiene un oído musical extraordinario y a veces me hacía corregir ligeras inflexiones de voz. Notaba cuando dudaba en una palabra y me la hacía pronunciar de nuevo.
En las escenas de acción, incluso me pidió que imitara un combate de gladiadores dando rienda suelta a mi imaginación: podíamos hacer lo que quisiéramos ya que, de todos modos, la parte de animación vendría tras la grabación de nuestras voces. Ha sido todo un lujo poder trabajar en estas condiciones.


Entrevista con Florence Foresti - Karabella

P: ¿Siempre ha sido fan de Astérix?

R: Al igual que todos los niños, tuve mi época en que era fan de Astérix. No es fácil escapar, te quedas atrapado. He sido criada al estilo "poción mágica" de Astérix.


P: ¿Qué es lo que le ha seducido y divertido del guión?

R: ¡No he leído el guión porque no me lo han dado! Pero tengo una confianza ciega en Alexandre Astier y en los autores del cómic… Alexandre no explica demasiado: es misterioso, y eso me gusta mucho. De todos modos, soy tan fan de Alexandre Astier como de Astérix, ¡así que no tenía nada que plantearme!


P: ¿Cómo describiría su personaje, Karabella?

R: Me parezco mucho a ella. La he descubierto en la animación y creo que es genial. Es muy bonita y realmente sexy. Me encantan los personajes de talla pequeña pero que se hacen respetar, ya que por lo general son muy divertidos. Por otro lado, en la puesta en escena, los realizadores han sido plenamente conscientes de ello: se la mira siempre desde arriba, mientras que ella mira a los demás desde abajo. Es un rasgo que refuerza la comedia y que me gusta mucho. ¡Ella encarna a su estilo a una pequeña dictadora y eso es algo que me encanta! La encuentro perfecta, ya que ella es capaz de hacer en esta comedia todo lo que yo no sería capaz.


P: Ya habías prestado tu voz en Ant Bully, bienvenido al hormiguero. ¿Ha sido muy diferente?

R: Sí, porque para Astérix no teníamos la voz del actor americano, no había referencia, y de pronto se siente uno más libre. La presión era mayor en el caso de Astérix, pero he trabajado con gente maravillosa, curtidos, con mucha experiencia.


P: ¿Cómo ha trabajado su voz?

R: He perfilado la voz que me sugería su físico: no me la imagino mucho con una voz muy alta, aguda, sino más bien con mucho carácter. Y no es una jovenzuela en mi opinión. Al final, he mantenido mi voz natural para lo esencial.


P: ¿Cómo ha sido trabajar bajo la dirección de Alexandre Astier?

R: Es como un director de orquesta, ya que está más pendiente de la música que de las palabras. Su trabajo es de una gran precisión. Ha sido muy agradable para mí, ya que trabajo mucho desde el mimetismo, así que escuchaba todo lo que quería Alexandre y lo repetía. ¡Y realmente me ha encantado!



Artus de Penguern - Petiminus
Guionista, actor, realizador y un verdadero showman, Artus de Penguern se dedicó al principio a los estudios de gestión, antes de descubrir su verdadera vocación al pasar por el curso de teatro "Simon" y por el Conservatorio del cine francés. Debutó en la gran pantalla en los años ochenta, ante la cámara de Maurice Pialat (Police), de Claude Chabrol (Con la sangre de otros) y de Roman Polanski (Frenético). Paralelamente comenzó a escribir y a realizar cortometrajes impregnados de humor negro y de poesía absurda, y pasó al largometraje con Un mal día lo tiene cualquiera en 2001, donde interpretó a un desgraciado huérfano que vive numerosas peripecias. Ese mismo año daría con uno de sus papeles más memorables en Amelie, de Jean-Pierre Jeunet, interpretando a un escritor fracasado que explicaba, sin convencer a nadie, que "la vida no es más que un interminable ensayo de una obra que jamás se va a estrenar". Su humor desencantado y su elegancia lograrían expresarse asimismo sobre el escenario y en la emisión matinal de Pascale Clark en France Inter. En 2012, firma una segunda película, "La clínica del amor", una especie de cruce logrado entre Mel Brooks y Billy Wilder. Presta su inimitable voz a Petiminus en "Astérix y la Residencia de los Dioses" antes de apagarse a la edad de 56 años.


Entrevista con Philippe Bony- Productor

P: ¿Cómo ha nacido este proyecto de la mano de M6 Studio?

R: El Grupo M6 tiene la ambición de apoyar con fuerza el desarrollo del cine de animación francés. Para iniciar esta política, hace cinco años elegimos producir la primera adaptación de Astérix, y de permitir, alrededor de esta película evento, la creación de un gran estudio de producción en Francia.
En primer lugar, hubo que convencer a Albert Uderzo de que la tecnología podría dar una nueva vida a sus personajes. Había visto varias películas de animación estadounidenses y lo encontraba magnífico desde el punto de vista de la proeza tecnológica, pero le parecía que las actitudes y las emociones de los personajes no lograban los resultados debidos. Entonces hicimos pruebas con Louis Clichy y Patrick Delage (el director de animación), y quedó maravillado al descubrir las primeras expresiones en el rostro de Obélix. Aquella reunión con Albert Uderzo hace unos cuatro años fue realmente determinante.


P: ¿Por qué ha elegido confiar este proyecto a Alexandre Astier y a Louis Cliché?

R: Alexandre forma parte de la familia M6 desde hace mucho. Y siempre nos habían seducido los diálogos de Kaamelott por las situaciones que pone en escena. Por su parte, él nos había confesado en diversas ocasiones su admiración por la obra de René Goscinny y Astérix. Por lo tanto, fue en la primera persona en la que pensé para escribir una nueva aventura de Astérix: contaba con el estilo y el talento suficientes como para realizar una magnífica película de animación para toda la familia. Estaba convencido de que, con su experiencia, grandes y pequeños disfrutarían mucho. Entonces le propuse escribir esta película, pero no las tenía todas conmigo, porque él nunca había formado una adaptación y es un creador que ante todo le gusta inventarse sus propios universos. Al fin y al cabo, realizar una película de animación te moviliza durante tres o cuatro años e implica una gran dosis de colaboración y de trabajo en equipo. Algo a lo que Alexandre no estaba acostumbrado, ya que por lo general es el único capitán a bordo. Pero las ganas de poder enfrentarse a los personajes de Astérix le pudo: únicamente pidió una cosa, adaptar su álbum favorito, "La Residencia de los Dioses".


P: En cuanto a Louis Cliché, él ha trabajado en Pixar…

R: No le conocía de nada: fue Natalie Altmann, la productora ejecutiva de la película, quien me lo presentó. Tiene un pedigrí alucinante, ya que tras la escuela des Gobelins, efectivamente trabajó en Pixar durante tres o cuatro años en la animación de películas como Up, Ratatouille o Wall-E. Pero para Astérix, le propusimos ser realizador, y por lo tanto dirigir todo el lado artístico de la película y a un equipo de 250 personas. Para nosotros fue un reto muy importante. Antes de marcharse a los Estados Unidos, tuvo la ocasión de realizar un cortometraje en 2D sobre una canción de Édith Piaf, "Ça sert à quoi l'amour?" : Se trataba de un mundo muy alejado del de Astérix, pero quedé fascinado por este cortometraje que ya dejaba vislumbrar un verdadero talento, una magnífica dirección artística, el ritmo, la música, la comedia y el paso de las emociones: quizá fuera finalmente este corto lo que me convenció de que Louis Clichy era la persona idónea. Con Astérix, se ha afirmado como un gran realizador y ha logrado un magnífico trabajo.


P: ¿La decisión de producir la película en Francia y en francés se impuso desde el principio?

R: ¡No podíamos imaginar la producción de una película tan francesa como Astérix en el extranjero! Además, cada año se forman magníficos talentos en las diferentes escuelas francesas, como les Gobelins, Georges Méliès, Sup Info Com, ArtFX o la ESRA 3D. Por otro lado, los americanos vienen aquí a reclutar grafistas y dibujantes para sus propios estudios. Producir la película en la India o en Canadá nos parecía aberrante. Evidentemente, los obstáculos presupuestarios han sido muy consecuentes para el Groupe M6, pero desde el punto de vista artístico era primordial para nosotros producir esta película no solo en Francia, sino sobre todo en francés, al contrario de lo que se suele hacer con todas las películas de animación. Queríamos que nuestro Astérix respirara en cada una de sus etapas en francés. Con Alexandre y Louis, decidimos escribir el guión en francés y grabar las voces en francés. Y todas las etapas de animación se han realizado a partir de las voces francesas. Ha sido un elemento cultural importante. Esta elección se decidió con mucha antelación y juega un papel importante en la percepción de la película: también es el modo de distinguirla del resto de películas estadounidenses y anglosajonas que pueden ver nuestros hijos. Ello le otorga una originalidad y una tonalidad muy particulares.


P: Hábleme de la creación del estudio.

R: Una película de esta envergadura nunca se había hecho antes a partir de voces francesas. Por lo tanto, ha sido necesario construir un estudio de la nada. Junto a Natalie Altmann, Louis, Patrick y el director artístico, hicimos un tour por los estudios de ef