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Los miércoles no existen cartel reducidoLos miércoles no existenDirigida por Peris Romano
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'Los miércoles no existen' protagonizada por Eduardo Noriega, Inma Cuesta, Alexandra Jiménez, William Miller, Gorka Otxoa y Andrea Duro que cuenta, además, con la colaboración especial de María León. La película, que es una producción de JOSÉ FRADE Producciones Cinematográficas, con Constantino Frade como productor ejecutivo, y cuenta con la colaboración de Televisión Española y Movistar +, es el primer proyecto cinematográfico en solitario de Peris Romano, quien debutó en la dirección junto a Ruy Sorogoyen con "8 Citas". "LOS MIÉRCOLES NO EXISTEN" es una comedia coral de tintes urbanos que nació con vocación de guión de cine, salió adelante como proyecto teatral, y gracias al boca-oreja se convirtió en una de las revelaciones teatrales de la temporada.


Peris Romano (1978 - director y guionista
Su trayectoria audiovisual comienza en el mundo del cortometraje dirigiendo y escribiendo trabajos como El efecto Rubik, Llámame Parker, En plan romántico o Time After Time, con los que supera los 50 premios y acumula más de 200 secciones oficiales en festivales nacionales e internacionales.

En televisión ha dirigido y escrito para series como La Sopa boba, Impares o Yo soy Bea, y en la pantalla grande, debutó con la película 8 Citas (2008).

Los Miércoles no existen (2015) es su segundo trabajo cinematográfico, adaptación de su propia obra de teatro, que se mantiene en cartel desde hace más de 2 años, superando has la fecha los 70.000 espectadores.

En la actualidad, es uno de los guionistas de la segunda temporada de El Ministerio del Tiempo y de la mini serie de TVE La Sonata del Silencio, de la que también es uno de sus directores.


Notas del director
Creo que la intrahistoria y el proceso de trabajo que hay detrás de Los miércoles no existen es poco habitual. Si llego a saber todo lo que iba a ocurrir en estos 3 años, hubiera ido acompañado de una cámara de manera permanente. Hubiera salido un documental de lo más interesante, un viaje humano y profesional, culminado ahora con el estreno de la película.

Trataré de contar la versión corta, a ver si me sale.

A mediados de 2012, en plena crisis, termino de escribir el guión. En ese momento el sector está descolocado, todo es incertidumbre y las perspectivas no son buenas. No es que no se produzca, pero se hace con cuentagotas, tratando de ir sobre seguro y solo algunos privilegiados levantaban sus proyectos. Si quería ser uno de ellos, tenía que encontrar la manera de llamar la atención.

En pleno boom teatral, con el nacimiento de nuevos espacios y un público receptivo a nuevas propuestas, me surge la posibilidad de adaptar mi guión a un escenario. Era la primera vez que hacía teatro, así que con respeto, pero sin miedo, me lance. En esos momentos era la mejor manera de "enseñar" mi historia. Trataría de "hacer en directo", la película que tenía en la cabeza. Pensé que así, tras leer mi guión, el posible productor podría visualizarla y diferenciarla del resto de propuestas que le llegan.

Les ahorraré el proceso, pero el resultado o lo que me salió de un "Ya que me pongo" fue: dos repartos en días alternos de jueves a domingo, 12 actores, 2 músicos en directo, un mismo texto y dos maneras de interpretarlo. El tono de uno de los repartos sería más indie, intimista, tipo Sundance. El otro comercial, a por la comedia taquillera. Ah sí, y música en directo y, ya que nos ponemos, que canten los actores. Bailar no mucho, que siempre queda mal.

Es decir, podías ver un mismo guión, interpretado de dos maneras muy diferentes, pero que funcionaban y tenían sentido. Nadie se imitaba, todos hacían una versión de su personaje. Incluso el repertorio de los músicos cambiaba dependiendo de si actuaba con un reparto u otro. Podías ver la versión "indie" con música comercial y la versión "taquillera" con Indie-pop, y en cuanto cambiaba un actor había múltiples versiones.

En fin, me salto los pormenores de lo que supuso aquello en ensayos, logística, tiempo, desgaste..., y voy directo al balance de lo que teníamos antes del estreno: propuesta arriesgada, seis únicas semanas en una pequeña sala fuera de circuito y recién inaugurada. Actores conocidos, otros menos y, sin contar familia y amigos, las redes sociales como única plataforma de lanzamiento… ¿Quién coño va a venir a vernos?

Pero el milagro ocurrió.

Arrancamos un 21 de marzo de 2013, y desde el primer fin de semana nos vimos superados. De las 170 localidades que tenía la sala, agotamos todas casi a diario durante las primeras seis semanas. Y fue a más. El boca a boca crecía y ampliamos nuestra estancia hasta un total de 13 semanas, lo que nos puso en el mapa y dimos el salto al circuito comercial. Al Teatro Lara, nada menos. Donde seguimos creciendo.

El resto, dejando a un lado los momentos malos, se lo pueden imaginar. Desde entonces han sido cuatro temporadas en Madrid, hemos visitado más de 20 ciudades y han visto la función más de 70.000 espectadores.*

Los miércoles no existen ha sido un "work in progress" increíble. Ha sido un trabajo vivo y en continua evolución. No es habitual tener la oportunidad de corregir o pulir un texto tanto, como he podido hacerlo yo, o tener a más de 20 actores exprimiendo las historias y los personajes, aportando su impronta y, además, poder elegir lo mejor de todos ellos tras dos años viendo los avances función a función; o probar semana a semana lo que has trabajado con el público que te señala donde aciertas o fallas, donde se divierte, se aburre o se emociona.

Todo nos superó tanto, que nunca llamé a un productor para que fuera a ver la función. Al final vinieron ellos solos y aquí estoy, hablando de la película. ¡Quién me lo iba a decir!

Mirando atrás y tratando de analizar lo sucedido lo más objetivamente posible, si eso puede ser, creo que el éxito de Los miércoles no existen se debe a la conexión con lo que contábamos y cómo lo contábamos: con comedia. Sin quitarle verdad a nada de lo que les sucede a los personajes, con los que el espectador de manera inevitable acaba conectando e identificándose. En los tiempos que corren la gente necesitaba golpes de realidad desde un punto de vista optimista.

Creo que la adaptación al cine no solo cuenta una historia, si no que reúne y refleja en la pantalla lo que ha sido toda esta experiencia.

*En estos momentos se negocia una quinta temporada para septiembre 2015, pero no está cerrado. Puede que coincidan ambas versiones en cartel.

La banda sonora
La música es un personaje más. El uso que se hace de las canciones es a modo de diálogo interior. Las letras cuentan algo sobre el momento que viven los personajes, su estado de ánimo o expresan algo que no se atreven a decir.

Los personajes cantan para ellos. En sus pensamientos. Es como esa melodía que se te mete en la cabeza y no consigues sacarte, o como esa canción que define el momento que estás viviendo, o que te recuerda uno ya vivido.

Las canciones son el nexo de unión entre las diferentes piezas del puzle que conforman la historia de Los miércoles no existen. Y todos los actores cantan en directo, no se ha vuelto a doblar salvo lo técnicamente imprescindible. El 80% de lo que se escucha en la película son ellos en "vivo y en directo".

En el teatro teníamos un momentazo con el tema principal de Dirty Dancing, en el que la gente se venía arriba de una manera increíble. En la película se ha quedado fuera por cuestiones de derechos, pero fue ahí donde me di cuenta, de lo que es capaz de remover al espectador una canción determinada, en el momento oportuno.

Ese es el papel que tiene la música en la historia, dar más información al espectador de lo que ocurre, pero de una manera diferente. Sugerida, indirecta, para que luego cada uno lo interprete y lo asocie con la escena.

Las canciones
Hay temas clásicos revisitados que todo el mundo conoce, como "Bámbola", "Fiesta" o "Truhan"; hay otros menos conocidos o que se han escrito exclusivamente para la película y también hay otros más actuales y conocidos, como el "No puedo vivir sin ti" de los Ronaldos o "Saharabbey Road" de Vetusta Morla

Pero tengo que reconocer que, mi debilidad es la versión de "La chanson de Prevert" de Gainsbourg. Se puede decir que ha sido la canción insignia del proyecto, la que resume muy bien de qué va la historia, con la que dormía a mi hija durante su primer año y la única de la película que cantan todos los personajes.

Por cierto, todos estos temas escritos, versionados y arreglados por Alberto Matesanz y Ester Rodríguez, músicos que salen también en pantalla y que forman parte de reparto original de la versión teatral.


Hablan los protagonistas de la película

MARA (Inma Cuesta)
"Empiezo muchas cosas, pero nunca las acabo, no encuentro… finales. Así que empiezo muchas historias que siempre se quedan a medias. Supongo que sigo buscando mi historia. ¡La historia! O que ella me encuentre a mí".

PABLO (Eduardo Noriega)
"Los miércoles son días en los que pase lo que pase, me suceda lo que me suceda, me lo guardo para mí…".

IRENE (Alexandra Jiménez)
"¡Yo quiero ser feliz ya! No puedo conformarme solo con tolerarnos, no convivir por estar acostumbrados el uno al otro, o porque exista cariño. O por la niña… Yo quiero que estés loco por mí, que todo sea como antes".

CÉSAR (Gorka Otxoa)
"Yo solo quiero una pareja, alguien que me quiera. Una hipoteca, ¡una puta hipoteca! Para una casa con jardín, hijos, nietos… un perro salchicha…, ser buena persona está sobrevalorado".

PAULA (Andrea Duro)
"Las relaciones con como los ordenadores, cuando algo no funciona lo mejor es apagar y reiniciar de nuevo".

HUGO (William Miller)
"Reconozco que siempre he sido un poco inestable sentimentalmente hablando. Bueno vale, bastante. Pero he cambiado…estoy en ello".