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El faro de las orcas cartel reducidoEl faro de las orcasDirigida por Gerardo Olivares
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Producida por José María Morales (Wanda Vision) en coproducción con Argentina a través de las productoras Historias Cinematográficas, Puenzo Hermanos y Pampa Films y con el apoyo de TVE, ICAA e Ibermedia.

Tras el éxito de Entrelobos, el director Gerardo Olivares, vuelve a abordar una película en la que ficción y naturaleza se unen para contarnos esta historia protagonizada por Maribel Verdú y Joaquín Furriel.


Carta del director
Hace unos doce años, rodando la GRAN FINAL en Mongolia, vino a visitarme mi productor, José María Morales. Una tarde, andábamos paseando por un lago helado en las montañas del Altai, cuando me contó la historia de Beto Bubas, un guardafaunas argentino que conoció un par de años antes en la Patagonia. Beto había logrado entablar una relación muy especial con orcas salvajes y hacía algo único; se metía en el mar tocando su armónica y las orcas se le acercaban para que él pudiera acariciarlas. La historia era fascinante y José María quería llevarla al cine.

Tras el éxito de ENTRELOBOS, mi última película de ficción, pensamos que había llegado el momento de llevar este proyecto a cabo. Al igual que ENTRELOBOS, hemos unido la naturaleza con la ficción para contar una historia real; la que vivió Beto con las orcas, y con un niño con autismo, que un buen día apareció por Patagonia junto a su madre.

Basada en hechos reales, tiene por eje la búsqueda de los valores esenciales de la vida y su encuentro con el espíritu de la Naturaleza. Es un viaje hacia el reencuentro de una madre con su hijo, y al mismo tiempo, una travesía movilizadora hacia la búsqueda que cada ser humano emprende al nacer.

La imponente belleza de las orcas, la fuerza de la naturaleza, lo inhóspito del paisaje, la soledad, la simpleza y generosidad con que los lugareños se brindan a su paso, crean la atmósfera propicia para el inicio de una maravillosa historia de amor. Y las experiencias resultan transformadoras no sólo para el niño y su madre, sino para todos los que intervienen en la historia.

Finalmente, nunca sabremos a ciencia cierta si fueron las vivencias conmovedoras, la magia de las orcas, o la totalidad reunida por la extraña alquimia del destino, lo que causó la mejoría del muchacho. Lo verdaderamente importante es que el niño-orca, se animó por fin a desandar el camino y comenzó a transitar el puente de regreso hacia el mundo de los hombres.

Gerardo Olivares