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Destacado: Llega a las salas de cine 'Cazafantasmas: Imperio helado'
Yo, Daniel Blake cartel reducidoYo, Daniel Blake(I, Daniel Blake)
Dirigida por Ken Loach
¿Qué te parece la película?

PALMA DE ORO a la mejor película en el Festival de Cannes 2016.

Protagonizada por Hayley Squires, Natalie Ann Jamieson y Dave Johns.


Notas de Paul Laverty (guionista)
A pesar de los rumores, Rebecca (productora) y yo sabíamos que Ken no tardaría en querer hincarle el diente a algo nuevo después de JIMMY'S HALL. Y así fue.

Era un atractivo cóctel que se convirtió en YO, DANIEL BLAKE.

Nos llamó la atención la campaña sistemática contra todos los que viven de las prestaciones sociales instigada por la prensa de derechas y una serie de venenosos programas de televisión. La mayoría era burda propaganda que se deleitaba de la forma más lasciva en la miseria de personajes patéticos. Y mucho mejor si tenían problemas de bebida, una señal inequívoca de que desperdiciaban el valioso dinero de los contribuyentes.

No es de extrañar que esto condujera a la más absoluta aberración. Se realizaron estudios que decían que una persona normal creía que más del 30% de los pagos de prestaciones sociales se solicitan de forma fraudulenta. La realidad es que es un 0,7%. No fue ninguna sorpresa descubrir que mucha gente que vive de las prestaciones sociales había sido insultada y atacada y un número considerable había sido objeto de violencia física.

Esta distorsión manipulada encajaba perfectamente con la narrativa de austeridad del Gobierno y los recortes sociales se convirtieron en un objetivo fundamental. ¿Quién no recuerda el discurso de Osborne sobre las "persianas bajadas" de las hordas de gandules que seguían durmiendo a primera hora de la mañana en el último congreso del partido conservador? Otro dato: sólo el 3% del presupuesto social se asigna al paro, mientras que los ancianos, los votantes preferidos de los conservadores, se llevan el 42% en pensiones.

Pero la chispa de esta historia surgió con una llamada que recibí de Ken para que visitara con él Nuneaton, donde transcurrió su infancia. Allí mantenía una estrecha relación con una ONG dedicada a las personas sin hogar. Conocimos a fantásticos trabajadores y nos presentaron a algunos de los jóvenes con los que trabajaban. Un chico al que habían ayudado recientemente nos contó la historia de su vida. Nos impactó cuando mencionó de pasada el hambre y las náuseas y mareos que sufría mientras intentaba trabajar (como es habitual, con contratos de cero horas en condiciones precarias).

Ken y yo escuchamos un montón de historias mientras viajábamos por el país. Los bancos de alimentos se convirtieron en una fuente inagotable de información. Nos llamó la atención que cuando hicimos MI NOMBRE ES JOE o FELLICES DIECISÉIS, o incluso películas anteriores de Ken, una de las grandes diferencias residía en el mundo nuevo de los bancos de alimentos.

A medida que fuimos conociendo nuevas historias vimos que en la actualidad, mucha gente tiene que escoger entre comida o calefacción. En Escocia coincidimos con un hombre formidable, con principios y muy sensato, desesperado por trabajar, que se negaba en redondo a hacer trabajos para desempleados y que había recibido un sinfín de sanciones del Ministerio de Trabajo y Pensiones. Nunca ponía la calefacción, sobrevivía con latas de comida barata de Lidl y casi se congela en febrero de 2015.

Hemos oído historias de "desalojos por venganza". Esto quiere decir que los inquilinos eran expulsados de sus hogares por tener la osadía de quejarse de las averías y de las malas condiciones de las viviendas. Nos dieron ejemplos de pobres a los que se trasladaba de Londres y a los que se ofrecía lugares donde vivir fuera de la capital, en una especie de operación de limpieza social. Y era imposible no recordar cuando Ken y sus compañeros hicieron CATHY COME HOME hace unos 50 años, aunque era algo de lo que nunca hablamos.

Como prueba de que los estereotipos no siempre valen, nos enteramos que muchos de los que acuden a los bancos de alimentos no son parados sino trabajadores pobres que no llegaban a fin de mes. Los contratos de cero horas causaban estragos en muchos de ellos. Les resultaba imposible planificar sus vidas con certeza y pasaban del trabajo irregular a la complejidad del sistema de prestaciones sociales.

Otro grupo importante con el que hablamos en los bancos de alimentos fueron los que habían sido sancionados por el Ministerio de Trabajo y Pensiones (DWP) (es decir, que dejaban de recibir prestaciones como castigo y la sanción podía durar entre un mes y tres años). Algunas de las historias eran tan surrealistas que si los incluíamos en el guión hubieran socavado nuestra credibilidad, como es el caso de un padre, que fue sancionado por asistir al nacimiento de su hijo o un pariente por asistir a un funeral, a pesar de informar al Ministerio de Trabajo y Pensiones sobre los motivos. Millones de personas han sido sancionadas y sus vidas y las de sus hijos arrojadas en manos de la desesperación por una simple decisión administrativa. A los delincuentes los tratan con más justicia, y las multas son a menudo menores de lo que pierden los solicitantes de prestaciones cuando reciben una sanción.

Esto nos llevó a otro grupo muy importante de personas que arriesgaron sus puestos de trabajo para ayudarnos. Los trabajadores del Ministerio de Trabajo y Pensiones que nos hablaron de forma anónima estaban muy enfadados porque les obligaban a aplicar sanciones. Uno de los trabajadores de una Oficina de Empleo me enseñó una copia impresa que mostraba el número de sanciones que él y sus colegas habían impuesto, junto con una carta de presentación de su jefe, indicando que sólo tres "orientadores de empleo" habían impuesto suficientes sanciones el mes anterior. Si no se imponían más sanciones se les amenazaba con el PIP, "Plan de Mejora Personal", que suena muy orwelliano. Me voy a permitir dirigirme personalmente a esos jefes del Ministerio de Trabajo y Pensiones y a sus superiores políticos que han tenido que declarar en los Parlamentos del Reino Unido y de Escocia que no hay objetivos en el número de sanciones: "Sois unos mentirosos compulsivos que os escudáis detrás de la jerga legal, y vuestros trabajadores lo saben". Puede que no hubiera cifras concretas pero está claro que se les forzó a disfrazar los números.

Comida. Calefacción. Vivienda. Lo más básico y desde tiempo inmemorial. Sabíamos en nuestro interior que esta película tenía que ser dura. Elemental.

Había un sinfín de posibilidades. Los personajes podían parecerse a los jóvenes de Nuneaton que pasan de ser personas sin hogar a trabajadores con contratos de cero horas. Podrían haber sido discapacitados, como nos contaron los expertos en discapacitados que habían sufrido como media seis veces más recortes del gobierno que cualquier otro grupo, un escándalo de proporciones gigantescas. Como resultado, muchos de esos sancionados han sufrido depresiones y otras enfermedades mentales. En las memorables palabras de un funcionario, los blancos fáciles eran "fruta madura", que bien podría ser el título de una conmovedora balada de Billie Holiday.

El mundo de las prestaciones sociales es tremendamente complicado y cambia continuamente, sobre todo con el Crédito Universal que agrupa en una sola prestación varias de las prestaciones y ayudas que existen en la actualidad. Nos llevó bastante tiempo comprenderlo. Sin embargo, otro grupo que nos llamó la atención fue el formado por hombres y mujeres enfermos o heridos que habían solicitado el Employment Support Allowance (subsidio por incapacidad). Las evaluaciones médicas para recibir este subsidio se habían subcontratado con una empresa francesa que a su vez lo había hecho con una multinacional estadounidense tras una serie de escándalos. Las historias que escuchamos, y las prácticas que nos contaron, fueron legión. Un médico joven me dijo furioso que uno de sus pacientes se estaba muriendo de cáncer. Apenas podía caminar pero le consideraron "apto para trabajar". Un día se cayó en su casa y se cortó en la cabeza. Llamaron a una ambulancia pero se negó a que se lo llevaran porque al día siguiente debía sellar la cartilla en la Oficina de Empleo y tenía miedo a quedarse sin prestaciones por culpa de una sanción. Murió tres meses después. ¡Qué humillación innecesaria recibió este anciano en los últimos días de su vida!

Todas estas personas que se consideran aptas para trabajar se ven obligadas a pasar 35 horas por semana buscando un empleo. En algunas zonas del país había hasta 40 personas para cada puesto de trabajo anunciado. Un profesor me informó de que en el transcurso del último gobierno hubo una variación de 2,5 a 5 solicitantes para cada puesto de trabajo anunciado. Me vino a la mente Sísifo.

Daniel Blake y Katie Morgan no se basan en nadie que hayamos conocido. Los guiones no se pueden copiar y trasladar del banco de alimentos o de la cola del paro. Dan y Katie son totalmente ficticios pero llevan algo de todo lo que he contado anteriormente y mucho más. Se inspiraron en los cientos de hombres y mujeres decentes así como en sus hijos y que quisieron compartir sus historias íntimas con nosotros. Caras de personas inteligentes y sensatas me vienen a la mente, gente asustada, personas mayores angustiadas por la complejidad del sistema y las nuevas tecnologías, (muchos empleados de la Oficina de Empleo nos contaron que les hubiera gustado ayudar a más gente pero los jefes se lo impedían por temor a aumentar las cifras), jóvenes que habían perdido la esperanza demasiado pronto, y que recuerdo temblando de ansiedad cuando intentaban contar su situación, y muchos haciendo todo lo posible por conservar la dignidad atrapados en algo llamado prestaciones sociales cuando tenia todas las características del purgatorio. Y sí, os lo digo a vosotros, productores oportunistas y santurrones de programas de televisión que avivan el odio y promueven la ignorancia, había algunos borrachos y adictos con vidas caóticas y tatuajes espantosos.

El Estado siempre ha tenido una vena malvada a la hora de tratar a los más vulnerables. Nos basta recordar las fábricas del siglo XIX en las que se separaba a las madres y padres de los hijos para aplicar la dosis justa de crueldad.

El Reverendo Joseph Townsend, un vicario del siglo XVIII lo resumía así: "El hambre domesticará a los animales más feroces. Enseñará decencia y civismo, obediencia y sometimiento... Sólo el hambre puede espolear y animar a los pobres a trabajar".


Entrevista con Ken Loach (Dirección)

P: Había rumores de que JIMMY'S HALL iba a ser tu última película. ¿Era cierto? Y en caso afirmativo, ¿qué te convenció para hacer YO, DANIEL BLAKE?

R: Decir eso fue una imprudencia. Hay tantas historias que contar. Tantos personajes que describir...


P: ¿Qué hay en la raíz de la historia?

R: La historia universal de las personas que luchan por sobrevivir fue el punto de partida. Pero después, los personajes y la situación tienen que basarse en la experiencia vivida. Si nos fijamos bien, todos podemos ver la crueldad consciente que aplica el Estado cuando acude en ayuda de los que están desesperados y el uso de la burocracia, la intencionada ineficiencia de la burocracia, como arma política: "Esto es lo que sucede si no trabajas; si no encuentras trabajo sufrirás las consecuencias". La rabia que esconde esa afirmación es lo que motivó la película.


P: ¿Cuando empezaste a documentarte?

R: Siempre había querido hacer algo en mi ciudad natal que es Nuneaton, en el centro de los Midlands. Así que Paul y yo fuimos a hablar con gente de allí. Yo colaboro con una ONG llamada Portal, que está dirigido por una amiga, Carol Gallagher. Ella nos presentó a una serie de personas que no había podido encontrar trabajo por diversas razones, siendo la más obvia que no hay suficientes puestos de trabajo. Algunos trabajaban para agencias de trabajo temporal con salarios inseguros y no tenían dónde vivir. Uno de ellos era un muchacho muy simpático que nos llevó a su habitación en una casa compartida que le proporcionaba Doorway y la habitación era dickensiana. Había un colchón en el suelo, una nevera y poco más. Paul le pidió si sería muy grosero ver lo que había en la nevera. El dijo que no y abrió la puerta: no había nada, ni leche, ni galletas, nada. Le preguntamos cuándo había sido la última vez que se había quedado sin comida y nos dijo que la semana anterior estuvo cuatro días sin comer. Hambre pura y dura. Así que estaba desesperado. Tenía un amigo que trabajaba para una agencia. La agencia le había dicho a su amigo a las cinco de la mañana que fuera a un almacén a las seis en punto. No tenía transporte, pero logró llegar. Le dijeron que esperara y a las seis y cuarto le dijeron: "Hoy no hay trabajo para ti". Le enviaron a casa sin dinero. Esta humillación constante y la tremenda inseguridad es algo que puede verse en la película.


P: A partir del material que reuniste y de las personas a las que conociste, ¿cómo lo convertiste en una narración?

R: Esa es probablemente la decisión más difícil porque se pueden contar tantísimas historias. Habíamos hecho muchas sobre jóvenes -FELICES DIECISÉIS fue una de ellas- y pensamos que a menudo, la difícil situación de las personas mayores pasa desapercibida. Hay una generación de personas que fueron trabajadores manuales cualificados y que ahora están llegando al final de su vida laboral. Tienen problemas de salud y no volverán a trabajar porque no son lo suficientemente avispados para saltar de un trabajo a otro. Están acostumbrados a una estructura laboral más tradicional así que están perdidos. No pueden enfrentarse a la tecnología y de todas formas tienen problemas de salud. Deben hacer frente a evaluaciones para recibir subsidios en las que se decide que eres apto para trabajar cuando en realidad no lo eres. Toda la estructura burocrática, una estructura impenetrable, destruye a la gente. Hemos escuchado muchas historias sobre esto. Paul escribió el personaje de Daniel Blake y el proyecto se puso en marcha.


P: Y tu argumento es que la estructura burocrática es impenetrable en sí misma...

R: Sí. Ahora las Oficinas de Empleo no están para ayudar a la gente, están para poner obstáculos a esas mismas personas. Hay un orientador laboral al que no se le permite decir a la gente los puestos de trabajo disponibles ya que antes tienen que ayudarles a encontrar trabajo. Hay previsiones sobre el número de personas que serán sancionadas. Si los entrevistadores no sancionan al número suficiente de personas, ellos mismos entran en los "'Planes de Mejora Personal". Orwelliano, ¿verdad? Todo esta información proviene de personas que han trabajado en el Ministerio de Trabajo y Pensiones, en las Oficinas de Empleo, que han formado parte de sindicatos... Los testimonios son innumerables. Con la aplicación de un régimen sancionador la gente no podrá vivir con el dinero que tienen y de ahí surgen los bancos de alimentos. Y parece que el gobierno está bastante satisfecho con la irrupción de estos bancos de alimentos. De hecho, hablan de poner orientadores laborales en los bancos de alimentos. Esto quiere decir que los bancos de alimentos están cayendo en manos del Estado como parte de su mecanismo para combatir la pobreza. ¿Qué clase de mundo hemos creado?


P: ¿Crees que es una historia que habla de lo que ocurre en nuestro tiempo?

R: Creo que tiene implicaciones más amplias. Se remonta a la Ley de los Pobres, la idea de que hay pobres que merecen trabajar y otros no. Hay que obligar a la clase obrera a trabajar por temor a la pobreza. Hay que instigar a los ricos para que quieran obtener beneficios cada vez mayores. La clase política ha utilizado conscientemente el hambre y la pobreza para obligar a la gente a aceptar el salario más bajo y más inseguro fruto de la desesperación. Los pobres tienen que aceptar la culpa de su pobreza. Esto lo vemos en toda Europa y más allá.


P: ¿Cómo fue el rodaje en los bancos de alimentos?

R: Fuimos a varios bancos de alimentos juntos y Paul fue a otros él solo. La historia de la película que discurre en el banco de alimentos se basa en un incidente que contaron a Paul. Los bancos de alimentos son horribles. Ves a gente desesperada. Estábamos en un banco de alimentos de Glasgow y un hombre se acercó a la puerta. Asomó la cabeza, echó un vistazo y después se fue. Una de las mujeres que trabajaba allí fue tras él, porque era evidente que necesitaba comer. Pero no pudo hacer frente a la humillación de entrar y pedir comida. Y creo que esto pasa a menudo.


P: ¿Por qué decidiste ambientar la película en Newcastle?

R: Fuimos a varios lugares. Fuimos a Nuneaton, Nottingham, Stoke y Newcastle. Conocíamos muy bien el Noroeste porque habíamos trabajado en Liverpool y Manchester, así que pensamos que teníamos que intentarlo en otro sitio. No queríamos ir a Londres porque entraña enormes problemas y además es bueno salir de la capital. Newcastle tiene una gran riqueza cultural. Es como Liverpool, Glasgow, que son grandes ciudades de la costa. Tienen muchas posibilidades visuales y cinematográficas, una cultura muy expresiva y el acento es muy pronunciado. Hay un gran sentido de la resistencia; las generaciones de luchadores han dado lugar a una potente conciencia política.


P: Describe el personaje de Daniel. ¿Quién es y cuál es su situación?

R: Dan es un hombre que fue carpintero, un artesano experto. Ha trabajado en obras de la construcción, para pequeños constructores, ha sido carpintero a destajo y sigue trabajando la madera porque le gusta. Pero su mujer ha muerto, él ha tenido un ataque al corazón grave y casi se cae de un andamio; le han ordenado no trabajar y todavía está en rehabilitación, por lo que recibe un subsidio de desempleo. La película cuenta la historia de cómo trata de sobrevivir en esa situación una vez que le declaran 'apto para trabajar'. Es fuerte, tiene sentido del humor y está acostumbrado a no hablar de cosas personales.


P: ¿Y quién es Katie?

R: Katie es una madre soltera con dos niños pequeños. Ha estado viviendo en un albergue de Londres pero las autoridades locales le han encontrado un piso en el norte del país cuyo alquiler se inscribe en su prestación por vivienda. Eso significa que las autoridades locales no tienen que pagarle la diferencia. El piso está bien aunque necesita algunos arreglos. Pero Katie se sale del sistema y los problemas surgen inmediatamente. No tiene familia cerca, ni ayuda, ni dinero. Katie es un realista. Sabe que su primera responsabilidad es sobrevivir, sea de la forma que sea.


P: Gran parte de la historia trata sobre una burocracia asfixiante. ¿Cómo lo dramatizaste?

R: Espero que lo que permita seguir la historia es que se trata de un concepto que resulta familiar a casi todo el mundo. Hay que hacer frente a una burocracia que es evidentemente estúpida, diseñada para que nos volvamos locos y que genera frustración y situaciones de comedia negra. Creo que si puedes contar eso con sinceridad, si logras que se comprenda el subtexto de lo que dice la gente a los dos lados de un escritorio o de un teléfono, surge lo que tiene de cómico, de cruel, y también lo que tiene de trágico. 'Los pobres son culpables de su pobreza': esto es lo que protege el poder de la clase dominante.


P: ¿Qué estabas buscando en tu Dan y en tu Katie cuando elegiste a Dave Jones y a Hayley Squires?

R: Bueno, con Dan buscábamos el sentido común del hombre común. El está acostumbrado a ir todos los días al trabajo, a estar con sus compañeros. Es lo que le gusta, las bromas, la manera de pasar el día. Esa ha sido su vida hasta que cayó enfermo y hasta que su mujer necesitó ayuda. Así que además de sentido del humor, queríamos a alguien sensible y con matices.

Y en el caso de Katie, se trata de una joven realista víctima de las circunstancias, pero que tiene potencial. Intenta estudiar pero fracasa en el colegio. Aún así ha estudiado en la Universidad a Distancia. Buscábamos una persona con sensibilidad, pero también con coraje. Y, al igual que Dan, muy auténtica.


P: Dave Johns es monologuista y también actor. ¿Por qué elegiste a Dan?

R: Dave es de Byker, donde filmamos algunas escenas. Es un Geordie (nativo o habitante de la región de Tyneside, al noroeste de Inglaterra), tiene la edad adecuada, y es un hombre de la clase trabajadora que te hace sonreír. Y eso es lo que queríamos.


P: ¿Qué te llevó a elegir a Hayley Squires para el papel de Katie?

R: Entrevistamos a muchas mujeres y todas eran interesantes a su manera. Pero Hayley es una mujer que proviene de la clase trabajadora y era fantástica. Cada vez que intentábamos hacer algo daba en el clavo. No se avergüenza de quien es ni de de lo que dice, es absolutamente auténtica.


P: ¿Cómo transcurrió el rodaje?

R: Para empezar, lo que escribe Paul siempre es muy preciso a la vez que lleno de vida. Esto significa que rara vez rodamos material que no utilizamos. Lo fundamental de un rodaje es la planificación, la preparación. tener a todo el reparto antes de empezar y que todas las localizaciones estén perfectamente identificadas. Y para conseguirlo necesitas un equipo técnico, un grupo de personas que entiendan perfectamente el proyecto y que estén comprometidos con él de forma creativa. Y teníamos todo esto: gente tremendamente eficiente y con mucho sentido del humor. Eso es lo que te hace avanzar porque significa que todos los esfuerzos son productivos. Trabajar con buenos amigos es una delicia y además, contamos con una pequeña máquina de café que nos seguía a todas partes. Fue un elemento clave: un buen café expreso nos ayudaba a superar todas las dificultades.


P: ¿El montaje de esta película ha sido diferente al de las anteriores. ¿Cómo y por qué?

R: Hemos montado en película física durante muchos años pero nos dimos cuenta la infraestructura para este tipo de montaje estaba desapareciendo. El mayor problema era el coste de imprimir las rushes de sonido en mag stock y también imprimir las rushes de la película. Superaba lo que podía justificar como gasto así que, a regañadientes, montamos en Avid. Tiene algunas ventajas, pero me pareció que montar en película física era una forma más humana de trabajar porque se ve lo que haces al final del día. Avid parece más rápido, pero no creo que la suma de todo el tiempo invertido sea mucho menor. Pero la sensación táctil de la película me resulta más interesante.


P: ¿Haces películas con la esperanza de conseguir un cambio y, si es así, ¿qué significa en el caso de YO, DANIEL BLAKE?

R: Bueno, es el viejo adagio: "Agitar, Educar, Organizar". Puedes agitar con una película; no puedes educar mucho, pero sí puedes hacer preguntas; y no puedes organizar nada pero puedes agitar las conciencias. Y creo que agitar es un fin fantástico porque ser complaciente sobre cosas que son intolerables es inaceptable. Personajes atrapados en situaciones donde surge un conflicto implícito, esa es la esencia del drama. Y si puedes encontrar ese drama en cosas que no sólo son universales sino que tienen que ver con lo que está ocurriendo en el mundo, entonces mejor que mejor. Creo que la rabia puede ser muy constructiva si puede utilizarse; esa rabia que deja a los espectadores con algo sin resolver en sus mentes, algo que hacer, algo que plantea un desafío.


P: Este año es el 50 aniversario de CATHY COME HOME. ¿Qué similitudes hay entre esta película y aquella?

R: Son dos historias de personas cuyas vidas se ven seriamente perjudicadas por la situación económica. Es una idea a la que volvemos una y otra vez, pero es especialmente cruda en YO, DANIEL BLAKE. Está claro que el estilo de hacer cine es muy diferente. Por supuesto la manera de hacer cine es muy diferente. Rodamos CATHY con una cámara de mano. Montábamos una escena, la rodábamos y ya está. La película se rodó en tres semanas.

En esta película los personajes se analizan con mayor detalle. Vemos cómo Katie y a Dan llegan a situaciones extremas. Al final, su alegría natural y su resiliencia no son suficientes. Está claro que el mundo que muestra esta película es mucho más cruel que el de Cathy. La economía de mercado nos ha llevado inexorablemente a este desastre. No podía ser de otra manera. Genera una clase trabajadora que es vulnerable y fácil de explotar. Los que luchan por sobrevivir se enfrentan a la pobreza. Es culpa del sistema o es culpa de la gente. No quieren cambiar el sistema, por lo tanto tienen que decir que es culpa de la gente.

Si echamos la vista atrás, no deberíamos sorprendernos de lo que ha pasado. La única pregunta es: ¿qué hacemos al respecto?.


Filmografía Ken Loach (selección)
2016 - YO, DANIEL BLAKE
2014 - JIMMY’S HALL
2013 - EL ESPÍRITU DEL 45
2012 - LA PARTE DE LOS ÁNGELES
Premio del Jurado - Festival de Cine de Cannes
Premio del Público - Festival Internacional de Cine de San Sebastián
2011 - ROUTE IRISH
2009 - BUSCANDO A ERIC
Premio del Jurado Ecuménico - Festival de Cine de Cannes
2007 - EN UN MUNDO LIBRE
Premio Osella al Mejor Guión - Festival de Cine de Venecia
2006 - EL VIENTO QUE AGITA LA CEBADA
Palma de Oro - Festival de Cine de Cannes
Mejor Fotografía - Premios del Cine Europeo
Premio a la Mejor Película y del Público - Premios del Cine y la Televisión de Irlanada Premio Especial del Jurado - Premios del Cine Independiente Británico
2004 - SÓLO UN BESO
César al Mejor Film de la Unión Europea
Premio del Jurado Ecuménico - Festival Internacional de Cine de Berlín
2002 - (FELICES DIECISÉIS) SWEET SIXTEEN
Mejor Guión - Festival de Cine de Cannes
2001 - LA CUADRILLA
Premio Niños y Cine - Festival de Cine de Venecia
2000 - PAN Y ROSAS
Premio del Jurado - Festival Internacional de Cine del Valle de Temecula
1998 - MI NOMBRE ES JOE
Mejor Actor a Peter Mullan - Festival de Cine de Cannes
Mejor Película Independiente Británica - Premios del Cine Independiente Británico
1996 - LA CANCIÓN DE CARLA
1995 - TIERRA Y LIBERTAD
César a la Mejor Película Extranjera
Premio FIPRESCI y Premio de Jurado Ecuménico - Festival de Cine de Cannes
1994 - LADYBIRD, LADYBIRD
Premio del Jurado Ecuménico - Festival Internacional de Cine de Berlín
1993 - LLOVIENDO PIEDRAS
Premio del Jurado - Festival de Cine de Cannes
Mejor Película - Premios del Cine Británico del Evening Standard
1991 - RIFF-RAFF
Premio a la Película Europea - Premios del Cine Europeo, Premio FIPRESCI - Festival de Cine de Cannes
1990 - AGENDA OCULTA
Premio del Jurado, Premio del Jurado Ecuménico, Mención Especial - Festival de Cine de Cannes
1986 - FATHERLAND
1981 - MIRADAS Y SONRISAS
Premio del Jurado Ecuménico, Mención Especial - Festival de Cine de Cannes
1979 - BLACK JACK
1971 - FAMILY LIFE
Premio FIPRESCI - Festival de Cine de Berlín
1969 - KES
1967 - POBRE VACA


Entrevista con Dave Johns (Daniel Blake)

P: ¿Quién es Dan?

R: Dan tiene cincuenta y muchos y es un hombre que ha trabajado toda la vida de carpintero. Está orgulloso de su trabajo y talla pequeños peces en su tiempo libre. Es un tipo honesto y sencillo; además tiene mucho sentido del humor. Es muy digno y si dice: "Voy a hacer algo", lo hará. Ha estado cuidando de su esposa, que sufría una enfermedad mental, pero desde que ella murió está bastante perdido. Entonces sufre un ataque al corazón y un médico le dice que no puede trabajar y se enfrenta a esa autoridad, a esos funcionarios intransigentes que no están dispuestos a ceder. Es una situación que le pone furioso e intenta lidiar con ella a su manera, siendo sincero, conservando la dignidad y sirviéndose de su sentido del humor. Pero cada vez le cuesta más trabajo porque ellos siempre llevan las de ganar. El sistema le está destruyendo.

Entonces conoce a Katie que ha venido de Londres con sus dos hijos y se hacen amigos. Ella lo está pasando fatal y creo que la ve como una causa que debe defender. Quiere ayudarla a pesar de que al principio no se da cuenta de que él también lo tiene muy negro.


P: ¿Cómo te eligieron para interpretar el papel?

R: ¡Dios Santo! ¡Fue increíble! Soy un cómico monologuista. He hecho algunos trabajos de actor, sobre todo en el teatro, y el año pasado un productor con el que había trabajado me dijo que podía tener algo para mí. Me dijo que era improvisación, comedia, justo lo que yo hago.

Así que le envié un correo electrónico a Kahleen [Crawford, directora de casting] en el que le decía: "Soy un cómico monologuista, he hecho algún trabajo de actor. Me han dicho que buscáis a alguien. No tengo CV ni nada parecido, pero ésta es mi página web". Y un par de semanas después, me llamaron para reunirme con Ken. Charlamos un poco sobre lo que estaba haciendo, y hablamos de mi padre. El había sido carpintero en el noroeste del país, así que conocía bastante bien el mundo de Dan.

Después pasé un casting y la primera persona con la que hice mi improvisación fue Hayley [Squires] que acabó consiguiendo el papel. Hicimos una escena y funcionó muy bien. La verdad es que a mí me bastaba con haber conocido a Ken, pero me volvieron a llamar. Al final, después de algunas reuniones más, me llamó y me dijo: "Hola, soy Ken. ¿Te gustaría trabajar en mi película?" Y yo le dije: ¿Que si me gustaría trabajar en tu película? ¿Es que crees que tengo que pensármelo?"


P: ¿Qué te ha parecido el rodaje?

R: La verdad es que el primer día estaba muerto de miedo. Me repetía a mí mismo que me iban a pillar, que me iban a decir que no podía hacerlo. Y no paraba de decirme a mí mismo: "Vete ahora mismo de aquí".

Pero Ken estuvo maravilloso. Me dijo: "Piénsalo bien". Parece muy obvio, pero de repente, fue como si se abriera una puerta. Recurres a tus propias experiencias, como pensar en mi padre, en su vida y en cómo era. Esto puede sonar un poco pedante, pero así es como se te vas empapando del personaje. No puedes decir: "Vaya, este tío ha escrito estas frases y yo sólo tengo que decirlas". Si lo piensas de verdad y lo vives parece que entra en tu interior y sale de forma natural y real. En el momento en que el personaje caló en mí, todo encajó.

Me gustaría dar las gracias a Ken por ayudarme y descubrirme algo que no sabía que teníamos dentro de nosotros. Poder canalizar esas emociones en un drama... Por ejemplo esa escena que hice con Katie en una sala. Había gente a nuestro alrededor pero no me di cuenta hasta que Ken dijo que paráramos, que era suficiente. Yo seguía llorando en el rincón. Fue alucinante.


P: ¿Qué aprendiste sobre el sistema de asistencia social que cuenta la historia?

R: Estaba alucinado porque creo que la última vez que me había inscrito en el paro fue en los años 70, cuando salí del colegio. Entonces se llamaba Bolsa de Trabajo. Ibas y decías: "No tengo trabajo" Y te decían que te inscribieras y te preguntaban qué tipo de trabajo estabas buscando. Después ibas a cobrar tu dinero. No creo que ahora la gente se dé cuenta de lo que están haciendo con ellos: intentan expulsarles del sistema. Creo que es para asquear a la gente. Y para mí fue un verdadero shock. Creo que este año es el 50 aniversario de CATHY COME HOME. Y nada ha cambiado.


P: ¿Cómo te preparaste?

R: Bueno, fui a un curso de carpintería. Hay un sitio en Byker -Under the Bridge- al que la gente sin hogar o que tiene problemas puede acudir para restaurar muebles. Después, los muebles se venden en la tienda y así se autofinancia. Tienen a un hombre que es un tallador de madera, así que fui dos días y aprendí a tallar los peces que le gusta hacer a Dan. Hice uno partiendo de cero, lo lijé y se lo di a mi hija. Eso significaba que podía manejar adecuadamente las herramientas en la película y de esa forma, las escenas en las que estoy tallando la madera parecen auténticas. De hecho me resultó bastante terapéutico sentarme allí y lijar un trozo de madera. Mi hija no se creía que lo hubiera hecho yo solo. Y la verdad es que yo tampoco.


Entrevista con Hayley Squires (Katie)

P: ¿Quién es Katie?

R: Katie es una mujer de 27 años del Sur de Londres que tiene una hija de 10 y un hijo de 7. Es muy inteligente, quiere aprender, pero dos años antes de su traslado a Newcastle había sido víctima de un "desalojo por venganza" en Londres. Estaba de alquiler en un piso de un propietario particular, se quejó de que la caldera no funcionaba y la echaron. Es algo que ocurre con bastante frecuencia en Londres en este momento. Así que tuvo que abandonar la casa y el ayuntamiento la alojó en un albergue para personas sin hogar. Acabó viviendo allí dos años antes de que el ayuntamiento le dijera que podían ofrecerle otro lugar pero estaba en Newcastle. Ella no tenía otra opción, tenía que mudarse. Pero nunca había estado en Newcastle. Mamá ha vuelto a Londres, no se encuentra muy bien, así que no tiene a nadie allí.

Conocemos por primera vez a Katie cuando va a la Oficina de Empleo para su cita de traslado, para registrarse en su nueva dirección y firmar los papeles de su acuerdo con la Oficina de Empleo. Pero llega media hora tarde con los niños porque se pierden al no conocer la ciudad. Es entonces cuando le dicen que van a sancionarla. Eso se traduce en dejarla sin dinero durante un mes. Así que cuando me conocéis ya estoy desesperada.


P: ¿Cómo conoce a Dan?

R: El está en la Oficina de Empelo por sus propios motivos e intenta ayudarme. Se produce una discusión y nos echan. A partir de ese momento nos hacemos amigos porque nuestras circunstancias no son tan diferentes. Quiero decir, él es un hombre de 60 años que ha caído enfermo y que está intentando volver a trabajar. Ha perdido a su mujer después de una enfermedad y se ha topado de bruces con la burocracia. No sabe utilizar un ordenador ni comprende los requisitos que le piden. Al principio se ocupa de Katie, le ayuda con la calefacción, la cocina y los niños. Al final Dan acaba llevando a Katie y a los niños a un banco de alimentos. Ella lleva varios días sin comer así que la situación es muy seria.


P: ¿Cuál es tu formación y cómo te eligieron?

R: Me gradué en 2010 en el Rose Bruford College. Hizo un grado en interpretación. Además de actuar también escribo y acabo de empezar un guión. Tuvo un par de años de muy poco trabajo al salir de la escuela de teatro. Después empezaron a salirme algunos papeles en la televisión y en el cine. Había grabado un par de cintas para Kahleen, la directora de casting, pero nunca la había conocido en persona. Recibí una llamada en el verano del año pasado en el que me avisaban que Ken Loach estaba haciendo un casting para su nueva película y buscaba mujeres y chicas de Londres que se ajustaran a ese grupo de edad. No sabía de qué iba el proyecto. No había guión ni papeles. Él sólo quería que charlaras con él. Así que me reuní con Ken y Kahleen y hablamos unos 15 minutos. Todo surgió ahí.


P: ¿Qué te preguntaron?

R: Me preguntaron sobre mi vida, donde había crecido, cómo eran mis padres, qué hacía para ganarme la vida. Crecí en el sur de Londres y luego, a los 14 años, nos trasladamos a vivir a Kent porque mis padres querían dejar Londres. Así que hablé con Ken sobre la transición de vivir en Londres y mudarse a una ciudad pequeña. Hablamos de lo que hubiera hecho si no me hubiera dedicado a la interpretación, de mi hermano, de mi familia. Si no hubiera sacado buenas notas en el colegio creo que mi situación se parecería bastante a la de Katie. Algunas de mis amigas están en una posición similar, no hasta el extremo de sufrir sanciones, pero están solas con sus hijos. Yo he crecido viendo ese tipo de situaciones.


P: ¿Qué te pareció Dave Johns la primera vez que lo conociste?

R: Fue genial porque sólo hablamos. No digo que todos los actores sean unos vanidosos, pero un hombre de sesenta años que lleva tanto tiempo en esta profesión está acostumbrado a ir a muchas audiciones y a ofrecer una versión de sí mismo cada vez. Pero Dave no paraba de contar chistes mientras estuvimos en la habitación. Así que consiguió que fuera muy relajado y tranquilo. No parecía que quisiera demostrar de lo que era capaz. Nos limitamos a charlar y todo lo que querían saber iba a surgir de esa conversación.


P: ¿Esta película es diferente a otras en las que has trabajado?

R: Sí, fue totalmente diferente. Quiero decir que hago muy poco teatro. Tengo formación teatral pero sólo he hecho una obra desde que salí de la escuela de teatro, todo lo demás ha sido cine y televisión. Normalmente te dan tus diálogos y un desglose de tu personaje y si tienes suerte te dan el guión completo para que puedas leerlo. Pero esto no ocurre con Ken. Una cosa que me llamó la atención y es que casi nunca utilizaba la palabra "improvisación". En su lugar hablaba de "conversaciones". Después decía: "Esta es la situación. Aquí es donde has estado, aquí es donde quieres llegar y ahora poneos a hablar el uno con otro". Y fue maravilloso.

En general ha sido la mejor experiencia que he tenido. ¡Me emociono solo con pensarlo! Para mí Ken es un héroe. He visto sus películas y sé de qué tratan y lo que él representa. Lo mismo pasa con Paul y Rebecca. El trabajo que han hecho estos últimos 20 años es increíble. No se parece en nada a lo que había hecho antes; no sabía lo que iba a pasar y tenía que confiar totalmente en el director y también en el equipo. Pero es genial ser capaz de contar esta historia y ser este personaje. Y no ha sido como formar parte de un reparto, sino más bien de un equipo. Todos te aportaban serenidad y te apoyaban. Era como estar dentro de un círculo seguro en el que todos estaban fuera y tú estabas en medio.


Entrevista con Rebecca O'Brien (Productora)

P: ¿Cómo surgió esta película?

R: Creo que tanto Paul como Ken estaban deseando ponerse en marcha. Paul se había documentado sobre este tema y pinchaba a Ken para que se implicara. Como de costumbre, Paul escribió unas historias tremendamente interesantes y ya nadie podía parar el proceso. Después, Ken y Paul fueron a visitar algunos sitios; fueron a un banco de alimentos en Glasgow y a varios lugares en Stoke. Fueron a Nuneaton donde Ken había crecido y a otros sitios parecidos. En parte querían saber dónde sería bueno rodar, pero también lo hacían para explorar el alcance de las historias y conocer a la gente con la que Paul había contactado. Eso ocurrió en invierno. Después Paul se fue y no creo que empezara a escribir hasta marzo o abril [2015] o incluso mayo. Y de repente había un guión. Yo estaba haciendo otra película, pero tan pronto como terminó, decidimos que valía la pena hacer esta nueva película y además deprisa. Creo que a todos nos pareció de rabiosa actualidad y queríamos contar esas historias a toda costa. Así que nos lanzamos de cabeza.


P: ¿De qué trata la película?

R: Trata de la lucha por la supervivencia, una historia que se repite una y otra vez en diferentes momentos y circunstancias.


P: ¿Te preocupaba que una historia como esta pudiera carecer de sentido dramático?

R: No, en absoluto. La pasión de Paul Laverty y su constante trabajo de investigación le permiten encontrar historias que son dignas de ser contadas. Y también está su increíble capacidad para situar las historias en un marco narrativo de forma tan natural.


P: ¿Cómo se financió YO, DANIEL BLAKE?

R: Bueno, como siempre, pudimos contar con nuestros maravillosos socios franceses. Why Not Productions y la compañía de ventas Wild Bunch nos financiaron durante toda la preproducción y la preparación. Decidimos ir muy deprisa y hacerla en julio. Así que presenté la solicitud al BFI y también a la BBC en junio, y les envié un guión en cuanto lo tuve. Aunque fue un procedimiento muy rápido para ellos, BBC Films se unió al proyecto. Era la primera vez que contábamos con financiación de BBC Films, y el BFI también lo hizo. Como todo fue tan rápido y ya se habían gastado la mayor parte del dinero del año, no conseguimos tanto como es habitual, pero nuestros socios franceses estuvieron fantásticos y nos ayudaron a reunir la diferencia. También trajeron a bordo a Les Films du Fleuve, nuestros socios belgas, así que hicimos una coproducción con Bélgica, así como con Francia. En general, es una película con un presupuesto ligeramente inferior a algunos de nuestros proyectos más recientes porque es un reparto mucho más reducido. En realidad es más bien una obra de cámara.


P: ¿Por qué elegisteis rodar en Newcastle?

R: Elegimos Newcastle porque es una ciudad muy definida. Queríamos algo que tuviera un centro urbano de verdad, y además es muy bonito. Supongo que quieres demostrar que estas historias le suceden a la gente en grandes ciudades y en otros lugares ricos del país, y no sólo en lugares muy castigados. Newcastle ofrece una muestra muy representativa de personas y lugares. Además tiene un aspecto muy teatral con sus colinas, la garganta del río y todos esos puentes. Es un lugar con mucha personalidad. Yo siempre había querido rodar aquí y creo que Ken también.


P: ¿Por qué traer a Katie de Londres como elemento paralelo a la historia de Dan?

R: La historia de Dan podría haber parecido demasiado sombría y triste, y creo que es necesario mostrar que hay personas que se apoyan entre sí, que también hay bondad en el mundo. La historia de Katie funciona muy bien porque es un contrapunto a lo que Dan se enfrenta. Katie está luchando pero de forma diferente. Hubiera sido demasiado lineal si sólo aparecía Dan.


P: Se dijo que JIMMY'S HALL podía ser el último largometraje de ficción de Ken, pero volvemos a verle en las trincheras. ¿Crees que el tema de la película le ha dado nuevas energías?

R: La verdad es que sí. Es fantástico para él y para Paul hacer algo tan abiertamente político y tan importante. Es absolutamente actual y había cierta urgencia en hacerlo. Ken y Paul son muy vitalistas y eso se nota en la película. A todo el mundo le resulta difícil hacer una película, pero el tema y trabajar con los actores son una inspiración para Ken. Y es fantástico ver que tiene tantas energías. A veces me digo: "¡Ojala pudiéramos seguir haciendo esto toda la vida..."


P: ¿En la actualidad existe cine político en Gran Bretaña o estáis completamente solos?

R: Estoy segura de que hay gente a la que preocupan estos temas, pero les espanta la política. Creen que es el beso de la muerte. Aún así, me parece que la juventud está cada día más politizada como indica el voto a Corbyn. Algunos directores y muchos artistas han hecho declaraciones políticas pero no veo que eso dé lugar a muchas historias políticas. Debería haber más pero lo cierto es que Ken sigue siendo el portavoz de varias generaciones y tiene un montón de fans jóvenes. Tenemos muchos seguidores en las redes sociales. Y creo que eso se debe en parte a que hay muy poca gente que quiera mostrarse abiertamente politizada y se esconde tras un parapeto. Ser mayor ayuda porque no tienes nada que perder y puedes decir lo que piensas.


P: CATHY COME HOME cumplió 50 años en noviembre. ¿Ves esta película como una continuación?

R: Hay paralelos muy evidentes. En gran medida veo esta película como una continuación a lo que ocurría hace 50 años pero es una historia diferente. Creo que esta película demuestra que ahora no hay una red de seguridad para las personas vulnerables, como no la había entonces. Pero ahora han creado una jerga para neutralizar la difícil situación de la gente desesperada. Se describe a las personas como "unidades de prestaciones", tienes que probar "idoneidad". Es absurdo. Pero hay muchos paralelismos con el pasado y creo que es muy interesante que Ken haga una película sobre estos temas 50 años después de aquel momento. En realidad dice que necesitamos seguir haciendo este tipo de películas.


Entrevista con Robbie Ryan (Director de Fotografía)

P: ¿Qué te vino a la cabeza cuando leíste el guión por primera vez?

R: Me gustó. Hablaba de la mezquindad de la burocracia y me impresionó. Dan se enfrenta a un sistema retrógrado y ridículo que no va a cambiar nunca y que va a peor. Así que ese elemento orwelliano me fascinó. Todavía no comprendo cómo funciona un sistema como ese en Inglaterra. O como no funciona.


P: ¿Cómo lee un guión un director de fotografía?

R: En primer lugar lo leí por la historia y por lo que yo podía aportar a la historia; y en segundo lugar, en circunstancias normales lo habría leído desde un punto de vista técnico. Pero eso no lo haces con las películas de Ken porque sabes que se hará al estilo 'Ken'. En realidad imaginas cómo lo haría él. En cierto modo, intento ver qué enfoque va a darle Ken a la película. Así es como funciona el Equipo Loach, y me gusta. Me encanta participar en una película como esta porque sabes que con Ken estás en buenas manos. Muchas veces, te incorporas a una película sin saber si el director tiene tu misma visión y tenéis que conoceros un poco. Pero después de trabajar en varias películas de Ken, sé lo que le gusta y lo que no, y así es como interpreto el guión.


P: ¿Eso pone en peligro tu capacidad para innovar?

R: No. Me encanta el naturalismo en el cine. Me gusta que lo que se ve delante de la cámara sea real y auténtico y eso significa no añadir demasiado porque lo que hay delante de la cámara es lo importante. Las películas de Ken son más sobre rostros y personas que sobre lugares. Está claro que los lugares son una parte importante, pero son más importantes las vidas de la gente dentro de ese espacio. Así que me gusta saber que vamos a filmar gente interesante en situaciones interesantes. Desde un punto de vista creativo, se trata de conseguir que parezca real de acuerdo con el estilo de Ken. A él no le gustan mucho las luces así que tienes que reducirlas al mínimo. La idea es no introducir demasiado atrezzo a la hora de filmar.


P: ¿Qué aspecto queríais tú y Ken que tuviera esta película?

R: ¡Es una pregunta interesante porque esta vez descubrí algo nuevo sobre Ken! Durante un tiempo pensó en rodar la película en blanco y negro. Nos enseñó MIRADAS Y SONRISAS, una película que rodó en 1981. No la había visto nunca. La rodó Chris Menges y es una película con un aspecto sorprendente porque el blanco y negro se presta a muchos primeros planos oscuros y recortados. Se rodó en entornos muy parecidos a los de YO, DANIEL BLAKE, con muchas colas del paro y oficinas. Pero como era en 1981 todo parecía casi victoriano. Hay esas maravillosas y enormes ventanas por las que entra la luz del día y muchas siluetas y personas. Nos sirvió de referencia y fue interesante que Ken se inspirara en una película antigua. Al final decidió no hacerla en blanco y negro porque podía haber transmitido un mensaje equivocado y carecer de la honestidad y la brutalidad de lo que intentaba transmitir. Pero en cierto sentido conservamos esa idea de una silueta en primer plano.


P: ¿Cómo funcionó eso con la luz tan cruda de una Oficina de Empleo moderna?

R: En realidad, la Oficina de Empleo de la película era diferente. Era brillante debido a esa luz plana del fluorescente. pero tenía un aspecto original. Además, Ken quería que fuera un espacio verde y agresivo. No quería que pareciera un sitio agradable. Desde el punto de la fotografía, había que sacar el máximo partido a lo que había en cada lugar en el que rodábamos.


P: ¿Cómo rodaste la escena en la que Dan pinta su nombre con un aerosol en un muro exterior?

R: Fue un día muy largo. Teníamos dos cámaras y repetimos muchas veces. Newcastle fue un sitio muy acogedor donde rodar pero ese día el tiempo se rebeló y la carretera era como un túnel de viento. El graffiti era un elemento esencial así que tuvimos que repetir muchas veces. El objetivo era que pareciera que lo habíamos hecho en una sola vez. Sabíamos donde iba a estar el sol y mantuvimos la coherencia. Por encima de todo, rodar con Ken consiste en mantener la coherencia de las cosas. A veces estás a merced de los elementos, a veces el sol viene o se va pero todo consiste en ir a su ritmo.


P: ¿Hubo ajustes técnicos en el proceso de Ken?

R: Normalmente Ken tiene un sistema que no se puede romper. Así es como lo ha hecho en los últimos 25 años, y es una maravilla verle porque sabe lo que funciona y lo que cuenta mejor la historia. Puede estar rodando con un objetivo y después darse cuenta de que el siguiente objetivo con el que estamos rodado es un poco más ancho que el primero, así que hay que repetir la primera toma con un objetivo más ancho para que la progresión de la escena no tenga tamaños de objetivo diferentes. Te das cuenta de estas cosas cuando has rodado algunas películas con él; ves cómo funciona su mente. Es muy meticuloso.

Aunque esta vez hizo algo diferente y me sorprendió. Dijo: "¿Qué es esa cosa que llevas atado y que mueves con la cámara? Suelen llevarla puesta; es como un chaleco o algo parecido". Estaba hablando de una Steadicam. Ese es el rodaje que quería. Todo el mundo se miró sorprendido porque nadie se lo esperaba. Es la parte de la película en la que están todos fuera de la Sala de Alimentos. Ken quería capturar los movimientos de todos esos rostros que querían comer. Le pareció que era la mejor forma de hacerlo. Creo que fue la primera vez que Ken utilizaba una Steadicam. De repente, el perro viejo se saca trucos nuevos de la manga. Lo interesante de Ken es que sabe que hacer las cosas de manera diferente por el simple hecho de hacerlas puede restar intensidad. Esa es la señal de un buen director: saber cómo transmitir de la mejor forma lo que quiere decir.


Entrevista con Kathleen Crawford (Directora de casting)

P: Describe el proceso de casting de YO, DANIEL BLAKE.

R: En las películas de Ken, cuando nos dan el guión siempre empezamos con la geografía. Lo primero que le pido a Ken es que haga un mapa para saber en qué zona tengo que buscar a la gente. Y acordamos que tenía que ser Newcastle o Sunderland o incluso lugares como Hartlepool. Pero lo reducimos enseguida: queríamos que fuera Geordie. Así que después me dirigí a los agentes artísticos para encontrar actores. No había muchos en el grupo de edad que queríamos, pero había algunos fantásticos aunque demasiado conocidos. Ken quería que fuera sencillo. No quería que los espectadores se sintieran condicionados por la presencia de un actor local muy conocido. Después de ver un montón de actores, buscamos en los clubes de comedia y también entre cantantes y músicos.


P: Sueles fijarte en los cómicos. ¿Por qué?

R: Ken ha tenido mucho éxito con ese tipo de intérpretes, a veces en papeles pequeños. Son gente que sabe actuar delante del público y son muy auténticos. Dave Johns se enteró de lo que estábamos buscando a través de un amigo y nos envió un correo electrónico.


P: ¿Qué estabas buscando en tu Dan?

R: En parte es intuitivo, pero Ken decía que lo único que quería era un hombre bueno, de verdad, un trabajador; el tipo de persona de la que trata la historia. Quería a alguien local y real y conseguir la voz. Es decir, hay tantas versiones diferentes de un acento Geordie. De hecho, en Glasgow hay muchos diferentes. Dave está en el medio, pero es un Geordie muy reconocible. Además es alguien que se ve construyendo cosas, como por ejemplo muebles. Aunque no sea demasiado explícito, Dave se identifica con las ideas políticas de la película. El tiene unos orígenes, comprende por qué esta situación es injusta y comprende por qué el sistema no debería ser así. Se acuerda de cómo solía ser el sistema y de los valores que había antes y que hemos perdido.


P: ¿Alguna vez sabes que has encontrado a la persona adecuada en el momento en el que entra en la sala?

R: Sí, ocurre a veces. Pero puedes equivocarte. Nos gusta charlar un poco, dejarlo, probar cosas distintas y ver cómo se va desvelando el proceso y también cómo se va conociendo a las personas. Si les das otro guión harán algo totalmente diferente. En este caso, lo importante fue la química que surgió entre Dave y Hayley. Había algo especial. Supieron sacar lo mejor del otro.


P: ¿Qué buscabas en la relación de los personajes?

R: Creo que para nosotros fue muy importante que no hubiera una historia de amor. Creo que el público se da cuenta cuando hay flirteo entre los actores. Pero aquí no hubo nada de eso. Sólo había una energía sana y maravillosa entre ellos.


P: ¿Por qué Hayley Squires es perfecta para el papel de Katie?

R: Hayley es muy interesante, tiene un talento muy especial. Nos entendimos enseguida con ella porque es muy inteligente. Tiene la voz que Ken quería oír, algo inequívocamente londinense. Necesitamos saber que está muy lejos de casa. Además, Hayley desprende una calidez maravillosa y también un gran espíritu de lucha y eso era necesario para Katie. Te pones del lado de Katie porque no es una víctima, sino una víctima de las circunstancias. Hayley aportó un sinfín de ideas en las audiciones de improvisación y sabe lo que es el ritmo porque también escribe. Seguro que hace justicia a los diálogos de Paul.


Entrevista con Linda Wilson (Diseño de producción)

P: Háblanos de tu trabajo anterior con Ken Loach.

R: La primera película que hice con Ken fue LADYBIRD, LADYBIRD, hace 23 años. Me encargaba del atrezzo y trabajé con Martin Johnson, que fue el diseñador original. Me formó muy bien. Después hice TIERRA Y LIBERTAD que fue fantástica. La mejor experiencia de trabajo de toda mi vida. Después hice EN UN MUNDO LIBRE, hace ocho o nueve años. En aquel entonces Martin había fallecido y Fergus Clegg, que era director de arte, le había tomado el relevo. Se pusieron en contacto conmigo sobre esta película a principios de año ya que Fergus no podía hacerla. Estaba ansiosa de empezar. Son las películas que más me gusta hacer porque Ken es encantador y sabe lo que quiere.


P: ¿Cuáles fueron los retos a la hora de diseñar YO, DANIEL BLAKE?

R: Es bastante difícil para Ken. Tiene una forma de trabajar muy concreta y le gusta que todo esté bien envejecido y tenga un aspecto muy normal y corriente. En realidad, lograr ese aspecto es bastante difícil para un departamento de arte. Es más difícil que hacer un drama de época, pero en cierto sentido es más gratificante. En los últimos años he decorado los platós de DOWNTON ABBEY y fue maravilloso trabajar en sitios tan bonitos con todas esas lámparas de araña. Pero en realidad es mucho más interesante recorrer tiendas de segunda mano y buscar la silla perfecta para el personaje de una película como ésta y encontrarla. Ken tiene una forma muy especial de trabajar. Tienes que montar el plató de la misma forma que lo haría el personaje. Por ejemplo, en esta película, el personaje de Dan hubiera comprado sus muebles hace varios años en diferentes lugares. Tratamos de hacerlo de la misma manera y mantener toda la paleta en los tonos medios. Nada demasiado brillante. Nada demasiado nuevo. Es un proceso de estratificación que parece muy realista y en el que no destaca nada.


P: ¿Qué es la estratificación?

R: La estratificación es cuando tienes, por ejemplo, una textura en la pared. Colocas un papel pintado con una textura y después lo pintas y después lo envejeces. Y luego colocas un espejo o un cuadro. Habrá una lámpara, y después más proceso de envejecimiento. A continuación, habrá algunas fotografías, algunas enmarcadas y otras escondidas detrás de cosas. Así es como empezamos con una pared vacía y le vamos dando vida sólo utilizando cosas que encajen con el personaje.


P: ¿El piso de Dan nos puede dar pistas sobre cómo es el personaje?

R: Justo al principio decidimos que era un hombre muy ordenado y muy orgulloso. Había cuidado a su mujer que había muerto así que tenía toda una historia de fondo a la que hubiéramos podido hacer referencia si hubiéramos querido. Joss [Barratt, fotógrafo] tomó fotos de él y de mujer, Molly, en cuanto la contrataron. Hicieron una sesión de fotos en Whitley Bay, y enmarcamos todas para que estuvieran por todo el piso. Reparamos todos los listones del suelo para que no chirriaran, los lijamos y les dimos el color adecuado. Queríamos mantener todos los colores como un tono medio, y asegurarnos de que todo, los discos, las sillas, todo, fueran de la época en la que se casó y se mudó al piso. Pero la parte principal de la historia es que talla cosas, peces de madera, así que tuvimos que poner todas sus herramientas. Todos nuestros peces se tallaron en una empresa social llamada Under the Bridge. Fue un proceso difícil porque tuvimos que decirle a la gente cómo lo queríamos exactamente. Pero todos lo hicieron muy bien.

Solían temerme cuando iba a comprobar cómo hacían mis peces. Ken también fue a conocerlos. Decidimos que sería bueno que Dave fuera y tomara algunas lecciones para saber cómo se talla la madera. Así que fue e hizo un pez del que estaba muy orgulloso.


P: ¿Y cómo es el piso de Katie?

R: Cada uno tenía un idea de cómo debía ser así que investigamos muchísimo para averiguar cómo debía ser en realidad. La historia es que ella se muda de Londres a Newcastle y le asigna ese alojamiento así que pusimos lo mínimo que debe proporcionar un propietario. En su piso no hay casi nada y eso es más difícil que llenar habitaciones. Sólo un sofá, una silla, una mesa y un par de lámparas. La verdad es que es bastante chocante. Hayley vino y lo vio con los dos actores que interpretan a sus hijos. El niño dijo: "Uh, no me gustaría vivir aquí". Así supimos que lo habíamos hecho bien.


P: ¿La escena en el banco de alimentos se rodó en un banco de alimentos de verdad?

R: Creo que eso nos afecto mucho a todos porque es un lugar increíble. Lo hicimos en un salón de la iglesia, donde tienen un banco de alimentos, pero trajimos estanterías y toda la comida que después les donamos. Fue un gesto muy bonito.


P: ¿Y el plató de la Oficina de Empleo?

R: Las Oficinas de Empleo no son como la gente piensa y es muy complicado entrar si no vas a registrarte. No quieren dejarte entrar y echar un vistazo, así que tardamos bastante tiempo en conseguir puntos de referencia. Hicimos un plató muy gris y monocromo. Sin vida. La vida viene de la hostilidad de los actores que interpretan a los guardias de seguridad y a los jefes.


P: ¿Cómo diseñaste la escena culminante del graffiti de Dan?

R: La "pared" en la que pinta su nombre se hizo con trozos de madera que se pintaron y se pegaron a la pared de la caja de ahorros donde estábamos rodando. Tuvimos suficiente tiempo para hacer tres repeticiones y Dave ensayó una carrera antes de rodar. Le cronometramos haciendo la pintada en la que en un principio también estaba su número de la seguridad social. Pero era demasiado difícil aprendérselo así que Ken decidió quitarlo. Es un ejemplo clásico de todo el tiempo y la organización que se invierte en algo, sólo para que el espectador no lo note.


Entrevista con Ray Beckett (Sonorización)

P: Has trabajado en 16 películas con Ken Loach pero también has ganado un Oscar por tu trabajo en Hollywood. ¿Por qué sigues volviendo?

R: Vuelvo porque esta manera de hacer cine es la que más me pone a prueba. Ken plantea un auténtico desafío a todo su equipo y a todos sus departamentos para que hagan las cosas bien en circunstancias que a menudo son difíciles. En casi todas las películas haces mucho en un estudio donde puedes mover paredes y donde controlas muchas cosas. Pero Ken no hace las cosas así. Si la escena discurre en una casa, quiere rodar en una casa de verdad. A menudo me encuentro atrapado detrás de una nevera o algo parecido, y tengo que encontrar una solución técnica. No hay posibilidad de hacer ADR [grabar un diálogo en un estudio en una fecha posterior], eso está totalmente descartado. Ken hará todo lo posible para que el entorno lo suficientemente tranquilo para que esto suceda. Él no lo haría normalmente, por ejemplo, registro de cerca de un aeropuerto. Pero si lo hace hay que dotar a los actores para que podamos escucharlos - y también podemos oír el aeropuerto con buena fidelidad. El truco es que si tienes que el ruido de fondo y no puede deshacerse de ella al menos grabarlo bien. Puedo utilizar micrófonos de ambiente para obtener el diálogo, sino también para tener el fondo que el diálogo puede sentarse. La razón Me encanta trabajar con Ken es estos desafíos técnicos que nos lanza todos los días. Me gustaría decir que yo, Daniel Blake no era tan difícil como JIMMY'S HALL - que la película tenía un montón de música en vivo para ser registrados. Eso fue un serio desafío que me gustó mucho; estábamos trabajando en un fácil-Up en una fuerza de nueve vendaval.


P: ¿Qué retos concretos planteó YO, DANIEL BLAKE?

R: Este guión tiene un montón de llamadas telefónicas, mucha gente llamando por teléfono o recibiendo llamadas. Ken siempre quiere que el actor sostenga el teléfono para escuchar la voz real de la persona real a la que se supone que está escuchando. Y además, cuando entra en la sala de montaje, quiere oír el efecto como si viniera a través de un teléfono. Así que ideamos un sistema para teléfonos móviles que funciona bastante bien. Por ejemplo, si tenemos un actor en la calle hablando por el móvil y queremos saber quién está al otro lado se hace así: la persona que está al otro lado haciendo la llamada tiene un móvil en su mano izquierda que está marcando el móvil que se ve en la pantalla. Al mismo tiempo hay otro móvil que pasa a través de mi iPhone que está enchufado a una de las pistas de mi mesa de mezclas de modo que Ken pueda escuchar. El problema con los móviles es que hay retrasos impredecibles, que tenemos que corregir después. Pero de esta forma Ken consigue lo que quiere, que es el sonido real.

Otra dificultad del guión que tuvimos que superar era una llamada entrante por Skype desde China. Ken quiere que los actores piensen que ese tipo del ordenador está de verdad en China. (Se enteran después de que estaba al final del pasillo en la oficina de producción). Lo que queríamos es conseguir el sonido que se oye por Skype. Pero el problema con Skype es que a veces es un poco confuso y resulta difícil de entender. Así que intenté conseguir una mezcla limpia: otro técnico de sonido grababa al actor en directo con un micrófono de manera que si la línea de Skype se caía, siempre podían recuperar lo que tenían. Pero la mejor manera de hacerlo era grabar la llamada de Skype que sale del altavoz. Y en realidad funcionó muy bien.


P: ¿Cómo conseguiste la inacabable sintonía de espera que se oye en el teléfono de emergencia del Ministerio de Trabajo y Pensiones?

R: El abogado tuvo que comprobar que era legal que llamáramos al Ministerio y grabásemos lo que tenían en su sistema. Después me pasé una mañana en iPhone marcando el número del Ministerio para grabarla. ¡La primera vez que marqué era tan temprano que casi conseguí que me contestaran! Pero más adelante, cuando se colapsaba llegué a ese infierno de Vivaldi. Tengo una pista muy larga que dice: "Pulse la tecla uno... pulse la techa cuatro..." Lo más desagradable es que se trata de una línea de pago. No es gratuita. Eso quiere decir que ganan dinero con la gente sin hogar que mantienen a la espera. No es gratis. ¡Están haciendo dinero de las personas sin hogar en espera! Y la música de Vivaldi es de sintetizador, ni siquiera es una orq