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100 días de soledad cartel reducido100 días de soledadDirigida por José Díaz, Gerardo Olivares
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Se trata de un proyecto personal de José Díaz (Oviedo, 1966), interiorista, fotógrafo y naturalista ovetense.


El autor
José Díaz encontró en el Parque de Redes las puertas de un paraíso íntimo. Diez años atrás localizó una cabaña que le abrió las veredas de uno de los parajes donde seres humanos, fauna y vegetación mantienen suscrita la vieja alianza del equilibrio y del respeto. Ese fue el misterio que atrapó a José Díaz. Y no quiso preservarlo para sí. Jornadas de caminata, silencio y espera, entre la nieve, la umbría de los bosques o las praderas de pastos permitieron a este fotógrafo y naturalista dar con el secreto de la armonía de un territorio próximo al cielo. El enigma que Díaz encontró en los altos territorios de la montaña asturiana ha quedado materializado en las fotografías y textos que integran los tres volúmenes dedicados a Redes. El último de ellos, Entradas al Paraíso, acaba de ver la luz y cierra la trilogía, integrada por dos anteriores libros: Mi cabaña, mi mundo y Sentidos: Asturias a flor de piel.

En la última obra, Entradas al Paraíso, muestra año y medio de intensas vivencias relacionadas con su proyecto Redes de Ensueño, un proyecto de turismo vivencial que pretende ofrecer experiencias mágicas e inolvidables.


Antecedentes
Existen muchos ejemplos de retiros de soledad y supervivencia, que siempre han sido considerados como experiencias fascinantes, inspiradoras de todo tipo de ideas, teorías y evocaciones.

H.D. Thoreau (1817-1862) nació en Concord, Massachusetts, se definió a sí mismo como un místico, un trascendentalista y un filósofo de la naturaleza. El 4 de julio de 1845, Thoreau se traslada a vivir en la cabaña que él mismo había construido en Walden Pond. Durante dos años escribe allí la obra homónima en la que describe su economía doméstica, sus experimentos en agricultura, sus visitantes y vecinos, las plantas y la vida salvaje. Walden o La vida en los bosques es la historia de un experimento original, sin precedentes literarios. "Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente, enfrentar solo los hechos esenciales de la vida, y ver si no podía aprender lo que ella tenia que enseñar, no fuese que cuando estuviera por morir descubriera que no había vivido".

Richard Proenneke (1916-2003). Con 52 años dejó atrás su pasado para embarcarse en la aventura de su vida y buscar, en esencia, su libertad. Se retiró, en soledad, a un lugar recóndito de Alaska, donde construyó a mano una cabaña y pasó los siguientes 30 años en armonía con su entorno. Asceta de su pasado, la historia le ha convertido en uno de los más famosos eremitas de Norteamérica.

Sylvain Tesson (1972), escritor y aventurero, se prometió a sí mismo "vivir como un ermitaño en el fondo de los bosques" antes de los cuarenta con el propósito de alejarse del mundo y conocerse. Este empeño le llevó a las inmediaciones del lago Baikal, situado en la taiga rusa. Durante seis meses, vivió en la cabaña de un geólogo provisto de comida, una surtida biblioteca de sesenta títulos, material de supervivencia, y una admirable fortaleza interior. A lo largo de ese tiempo, recogió en un diario todo tipo de reflexiones personales, citas y poemas, que constituyen el variado, hondo y entretenido ensayo: La vida simple; Premio Médicis (2011), y finalista de los Renaudot y Femina.


Actualidad momento idóneo
Las experiencias en condiciones de supervivencia y soledad han poblado, igualmente, nuestras fantasías más cargadas de fascinación, desde las lecturas en la adolescencia (Robinson Crusoe), a la filmografía más actual (El cazador-Derzu Usala, Náufrago, etc.).

Hoy en día existe una fuerte tendencia a recrear y mostrar situaciones similares o cercanas, mediante realities como Supervivientes, Perdidos en la Isla, Perdidos en la Tribu, El último superviviente, La Isla de los famosos, Frank de la jungla, Desafío Calleja, etc.

Sin embargo, en la mayoría de éstos, las relaciones interpersonales de los participantes, los juegos de eliminación, y hasta comportamientos zafios, priman sobre lo que es una auténtica supervivencia.

En otros, algo más rigurosos, las condiciones que nos muestran son falsas: la persona está acompañada por un equipo de profesionales, se dispone de medios y de alimentos, y sólo se recrean situaciones para ser filmadas, etc.

En ninguno de estos casos se encuentra un individuo solo, aislado y confinado durante 100 días de soledad y supervivencia. Con nuestro proyecto, el espectador podrá asistir con todo lujo de detalles a una experiencia similar a aquellas que fueran míticas, como las de Thoreau, Proenneke o Tesson, que van a llegar a los hogares de todos los espectadores para ser vividas juntamente con el protagonista. Pretendemos mostrar con todo rigor y dosis de veracidad, cómo fue el día a día en una situación así; cuáles fueron los problemas a los que se ha enfrentado el autor; cómo los resuelve, o como fracasa; cuáles fueron los recursos que ha utilizado para sobrevivir a una experiencia tan exigente; cómo evitó morirse de hambre y de frío, volverse loco, sufrir alucinaciones o escuchar voces; cómo mantuvo la facultad de la voz tonificada, para que no se atrofiase su aparato fonador, etc. Y todo ello, en el inigualable Parque de Redes, Reserva de la Biosfera, con su asombroso catálogo de escenarios mágicos y de fauna salvaje en libertad. Son tantas cosas, que pensamos que será una fuente de rica información, y una experiencia audiovisual y televisiva apasionante y única. Nada igual se habrá hecho hasta ahora.


El proyecto: descripción
Según palabras de José: "Como por gracia divina, y sin ninguna intención de búsqueda por mi parte, hace varios meses volvió a caer en mi poder Walden o La vida en los bosques, el maravilloso libro de Thoreau. Nada más empezar a leerlo, me di cuenta de que, aunque de forma evidentemente más humilde, mi experiencia vivencial de estos últimos años en Redes tenía muchos puntos en común y obedecía a intereses muy similares a los del pensador americano.

"Ya en la fase final de mi último libro, que presenté hace unos años, empezando inconscientemente a pensar en próximos proyectos, se me ocurrió la idea de intentar emular, casi dos siglos después, a este gran filósofo natural. Me planteé recluirme en mi cabaña durante un largo periodo de 100 días, siendo autosuficiente y desconectándome absolutamente del mundo real y sus avances. No dispuse de electricidad, ni móvil, ni televisión, ni internet, ni reloj... Solo yo con la naturaleza".

Ha consistido en un retiro de cien días en una cabaña en completa soledad, sin comunicación con el exterior, y en una situación de autosuficiencia, algo a lo que se enfrentó por primera vez en suz vida.

El periodo para este confinamiento ha sido el comprendido entre el 12 de septiembre y el 19 de diciembre de 2015. Se ha elegido este periodo porque es en el que más cambios en la naturaleza se producen para el disfrute de los espectadores: días todavía de verano, el otoño -la estación por excelencia en la montaña y en los bosques de Redes, la recolección de los frutos secos y bayas, la berrea del ciervo, las primeras lluvias, la bella otoñada multicolor y la caída de las hojas-, hasta llegar al mes más duro del año, en el que las fuertes nevadas cubren el paisaje y la luz del día brilla por su ausencia.

La experiencia finalizó el 21 de diciembre, con la celebración de un nuevo concierto del solsticio, evento que José Díaz viene realizando ya en varias ocasiones. Se trata de un acontecimiento mágico, pues se eligen escenarios de gran belleza en plena naturaleza, en donde la música adquiere una dimensión inusitada. Los asistentes a dichos conciertos, a cargo de músicos profesionales, refieren en muchas ocasiones que han vivido uno de los días más maravillosos de sus vidas.

En esta ocasión, se organizó un concierto multitudinario, para que la estancia en soledad en la cabaña tuviera un contrapunto con el concierto, y del que se obtuvieron increíbles tomas y filmaciones.


Recursos
En lo referente a la supervivencia, se ha contado con los siguientes recursos, recreando algunas de las condiciones de nuestros antepasados en las majadasde montaña:

a. Seis gallinas y un gallo, que le proveyeron de huevos. Hubo que tomar las medidas pertinentes para que el zorro y los mustélidos no acabasen con ellas, por las noches, sobre todo.

b. Una pequeña huerta o invernadero, en donde crecieron lechugas, berzas, patatas...

c. Un arroyo cerca de la cabaña, en donde se conservaron los alimentos frescos, en un tupperware a modo de nevera.

d. Dos ovejas que proporcionarían la leche.

e. Unas colmenas de donde obtener la miel.

f. Un caballo para ayudarle a transportar el pesado equipo de filmación en largos desplazamientos.

g. La farmacia de la naturaleza para aliviar las dolencias.

h. Un saco de legumbres y varias latas.

El resto de los alimentos se obtuvieron de la recolección de frutos secos como castañas, avellanas y nueces, así como de bayas, como la zarzamora y los arándanos

Es importante reseñar que no habrá caza.


La naturaleza como gran objetivo del proyecto

El Marco. El Parque de Redes
El Parque de Redes, Reserva de la Biosfera, es uno de los pocos santuarios de fauna salvaje en libertad y con mayor biodiversidad de Europa. Además, atesora una riqueza paisajística incomparable. Otro dato a resaltar es que Asturias es una región tan singular que es posible estar completamente aislado del mundo a unas horas del portal de tu casa en la capital, Oviedo.

En este escenario ha tenido lugar la experiencia, lo que ha permitido obtener imágenes y escenas de incalculable valor estético y documental.

Además, José Díaz, como gran conocedor de la zona, ha sabido explotar al máximo todos los recursos de este parque: conoce los lugares de paso de fauna salvaje, los momentos del día idóneos para realizar avistamientos, lo que cada momento del año puede ofrecer en todo su esplendor, etc.

Por otra parte, como fotógrafo, decorador y autor de varios libros de naturaleza, José Díaz ha desarrollado lo que podríamos llamar un acercamiento estético hacia la naturaleza, siendo capaz de captar escenas de mágica belleza, y que son uno de los soportes de este proyecto para el deleite de los espectadores.

Ecología y sostenibilidad
A pesar de los gravísimos daños que hemos perpetrado a nuestro entorno natural, aún estamos a tiempo de rectificar y buscar otros modelos de desarrollo menos agresivos y que tengan en cuenta toda la sabiduría y experiencia de nuestros mayores. Y a tiempo, también, de replantear una sociedad -que en muchos casos tiende a la patología- para que sea capaz de educar en valores a nuestros jóvenes.

Con este proyecto pretendemos, entre muchos otros objetivos, transmitir la idea de que la naturaleza es la gran proveedora del ser humano, generosa y dadivosa, si establecemos con ella una relación basada en el respeto y la sostenibilidad.

Creemos que son valores de vital importancia, de gran dimensión educativa. En definitiva, valores que es urgente recuperar y potenciar.


Otros objetivos del proyecto

Vuelta a los orígenes
Nos encontramos en un momento en que nadie discute la importancia que tiene para el futuro del planeta el desarrollar modos de vida menos agresivos con el entorno. Así mismo, tras décadas de frenético desarrollo a cualquier precio, en las sociedades más evolucionadas comienzan a tomar fuerza tendencias neorrurales que buscan el respeto, la vuelta a lo esencial, a lo genuino, asomarse a las raíces, inspirarse en la sabiduría tradicional y en sus modelos de desarrollo.

Y cada vez son más los jóvenes que, ante la falta de trabajo en las grandes ciudades, y ante la deshumanización y desarraigo de las mismas, e inspirados en las firmes convicciones que antes citábamos, emprenden un viaje de vuelta a los pueblos, a los campos, para afrontar iniciativas en explotaciones sostenibles y cultivos ecológicos, experiencias hacia la producción de alimentos más sanos y de mayor calidad.

Internet ofrece un mundo de posibilidades a la hora de dar viabilidad a este tipo de iniciativas, y que siempre funcionan, pues hay un gran nicho de mercado que demanda este tipo de productos, con todo este valor añadido, fruto del esmero y del cariño.

Este proyecto es una invitación a la vuelta a los orígenes.

Cuestionar el frenético progreso
José Díaz es una persona que lleva mucho tiempo cuestionando la dependencia y, en muchos casos, el secuestro que el ser humano, y sobre todo los más jóvenes, tenemos con las nuevas tecnologías.

Se muestra preocupado por los efectos que sobre la salud tendrá esta proliferación de aparatos, ondas, radiaciones, etc. Pero también por cómo están alterando las relaciones humanas y familiares. Y, además, por cómo estos medios están interfiriendo en nuestra relación con la realidad, con la naturaleza, con el mundo, con las personas en carne y hueso...La realidad "real" está siendo sustituida por la realidad virtual y on-line; cada vez nos quedamos habitando esta última, en detrimento de la primera.

Con este proyecto se pretende demostrar que en pleno siglo XXI, se puede sobrevivir sin todo eso. En la época de Thoreau, el confinamiento o supervivencia en una cabaña significaba renunciar a muchas menos cosas. Hoy todo ha cambiado. Estamos secuestrados por los productos del "progreso", y somos esclavos de ellos. Pues bien, vamos a demostrar que hoy en día también se puede vivir sin todo eso, y que las relaciones con la realidad pura y dura nos proporcionan vivencias intensas y profundas, mágicas e inigualables, porque la naturaleza es una fuente de sabiduría y curación.

También vamos a analizar y cuestionar el actual modo de vida gobernado por las ambiciones, el poder, la riqueza, las relaciones deshumanizadas, la codicia, el egoísmo...

Movimiento slow
En la actualidad, el individuo moderno vive sumido en una particular carrera de obstáculos en la que controlar el cronómetro hasta la milésima determina nuestra existencia. Las ciudades se vuelven anónimas y levitamos, sumidos en nuestro peculiar universo de intereses. La prisa es el motor de todas nuestras acciones y envuelve nuestra vida acelerándola, economizando cada segundo, rindiendo culto a una velocidad que no nos hace ser mejores.

El movimiento Slow no pretende abatir los cimientos de lo construido hasta la fecha. Su intención es iluminar la posibilidad de llevar una vida más plena y desacelerada, haciendo que cada individuo pueda controlar y adueñarse de su propio periplo vital.

En retiros como éste, se toma conciencia plenamente del ritmo frenético de nuestra vida cotidiana, y nos damos cuenta de que podemos modificar este ritmo, de tal forma que otorguemos plenitud a cada momento y acción del día, que paladeemos cada segundo con intensidad y conciencia

La actitud contemplativa nos integra en el medio y puede ser el refugio de ideas brillantes que nos ayuden positivamente en nuestro proceder. El movimiento Slow quiere dar herramientas a los individuos para que sus existencias no sean una mera sucesión de escenarios encadenados, desprovistos de emociones.

Espíritu aventurero. Fuerza mental
Otro de los propósitos del proyecto es mostrar una situación de supervivencia y soledad en toda su expresión, al tiempo que mostramos también los recursos con los que el ser humano ha de batallar en esa situación extrema. Elementos como la fuerza mental, el espíritu de sacrificio, la continencia, la fuerza de voluntad, la concentración y el afán de superación se pondrán de manifiesto. Son valores de vital importancia para el ser humano y que también se están perdiendo, por lo que pretendemos ponerlos en valor con toda la energía.

Hay que mantener una excelente forma física, como es el caso de José, acompañada de unos hábitos de alimentación y salud muy rigurosos. En la cabaña hay que ser muy metódico y organizado, saber recolectar en los momentos oportunos, hacer acopio de furos secos y bayas, y saber dosificar estos alimentos. Hay que ser capaz de superar la soledad y el aislamiento. Hay que explotar al máximo las capacidades del ser humano para vencer y superar las situaciones más extremas... Despertar los sentidos adormecidos por el estilo de vida que llevamos. Experimentar sensaciones como sentir miedo, ilusión, cansancio, soledad, silencio, paz, excitación, emoción... Tener vivencias diferentes al común de los mortales.Todo este día a día ofrecerá contenidos visuales y documentales muy impactantes.

Confinamiento y superación psicológica
Otro de los efectos de la soledad son los psicológicos. Las situaciones de aislamiento y supervivencia pueden generar efectos sobre la psicología y la salud mental del individuo, con la aparición de delirios, escuchar voces, confusión, pérdida de la noción del tiempo, etc. Además, se pueden producir problemas en el aparato fonador, por su atrofia.

Desde el punto de vista de la psicología, será muy interesante presenciar cómo un superviviente confinado lucha para superar estos posibles problemas, asistiendo también a su evolución en cuanto a efectos sobre el ánimo, la personalidad, etc.

Hemos visto en algunas películas como Náufrago, de Tom Hanks, cómo daba vida a un compañero imaginario, Wilson, personificado en la pelota de rugby, y con quien hablaba permanentemente para mantener las facultades de comunicación y expresión oral, tan importantes para la salud mental.


Viabilidad del proyecto
Se trata de un proyecto de muy bajo coste, en comparación con otros productos similares. Se ha pretendido que la mayor parte del mismo fuese realizado por nuestro equipo.

Las filmaciones
Han sido realizadas por José Díaz, en su totalidad. Se han empleado las siguientes cámaras:

a. Una cámara fija, ya sea en el interior de la cabaña, como en el exterior, que ofrezca planos amplios y generales.

b. Varias cámaras go-pro que muestran al espectador las escenas tal como las está viviendo y visionando el protagonista de la experiencia, especialmente en lo referente al acercamiento a fauna salvaje, entre otras muchas escenas impactantes.

c. Una cámara con trípode, para realizar planos medios y cortos de diferentes momentos del día, y ubicando en diferentes posiciones, para obtener mayor variedad de planos.

d. Una cámara ubicada en un dron, que ha permitido obtener imágenes cenitales, aéreas, y con movimientos, imágenes de gran belleza e impacto.

e. Dos cámaras de fotos, para hacer timelapses, en las que comprimir secuencias de larga duración.

Ejemplo de filmaciones
1. Se han filmado imágenes impactantes, como el bosque con luna nueva y el hechizo de la oscuridad; el bosque en luna llena, caminando entre las fantasmagóricas sombras de una luna incandescente; el bosque con lluvia y su peculiar sonido ahogado, o el bosque con nieve, con la fauna como ralentizada sobre escenarios de algodón.

- La misteriosa niebla en la montaña, los arroyos de aguas impolutas y árboles centenarios.

- Los sonidos en la noche, identificando a los pobladores del bosque, hallando e interpretando restos, huellas y cornamentas, descubriendo nidos y madrigueras.

- La fauna salvaje en libertad como lobos, gatos monteses, zorros, rebecos, corzos, ciervos, jabalíes, águilas...

- La berrea de los ciervos desde ubicaciones de privilegio, espectáculo impresionante e inolvidable, realizando grabaciones para inmortalizarlo. Podemos asegurar que, a pocas decenas de metros de estos ejemplares en celo, su atronador berrido tiene el poder de sobrecoger a cuantos lo presencian.

- La otoñada en el Parque de Redes, que es uno de los espectáculos multicolores más bellos de Europa. Aquí vamos a vivirla de primera mano.

- En noches despejadas y sin luna, con templar la inmensidad del cielo en una majada de montaña, sin la más mínima contaminación visual.

- Los amaneceres en el corazón del bosque son otra experiencia fascinante. Aún en la oscuridad de la noche, comienza el canto del raitán, que es el primer pájaro cantor. Y, cual pistoletazo de salida, tras ese piar se sucede una algarabía de cantos, una sinfonía de trinos, que ponen banda sonora a la explosión de luz del amanecer. Vivir este momento es una bella experiencia.

- Las excursiones y visitas a los lugares más impresionantes del Parque de Redes. Filmaciones con dron, y desde los lugares con las mejores vistas: tomas aéreas en Sierra de Corteguero, El Arco, Xulió, La Escosura, Las Llongues, La Carricera, Los Moyones, Las verdes, El Acebal, El Castiello, La Robre, Morteres...

- Impactantes tomas aéreas de rebecos y venados en zonas altas abiertas con fondos espectaculares.

- Imágenes lejanas en las que se percibe la única presencia de José en el lugar.

- Actividades grabadas con cámara GoPro, dándole más sensación de dinamismo y aventura.

- Tomas siguiendo a animales entre la nieve. Es más duro, físicamente hablando, aunque también más asequible el acercamiento.

- Comentarios frente a la cámara fija, confesiones, impresiones, temores..., siempre intentando darle un toque personal, íntimo y sincero. Las rutinas y obligaciones para mantenerse sano física y mentalmente. Las reflexiones personales.

- El día a día de la supervivencia. Recolección de víveres y alimentos en el bosque. El río y las truchas. El gallinero. La huerta.

- El mundo de la apicultura. Recolección de miel pura y de otros productos de las abejas, conocer sus propiedades y disfrutar de sus efectos.

Todo este material fue procesado posteriormente en post-producción, para montar la película documental.

Las locuciones, narraciones y voz en off han sido realizadas por el propio José, concediendo al proyecto una gran carga de realismo y autenticidad. Estos contenidos han sido elaborados tras la estancia, con toda la información y vivencias obtenidas. Para ello, el protagonista ha ido manteniendo un cuaderno de bitácora.

La banda sonora estará compuesta por Pablo Díaz, hijo de José.

El guión se ha ido escribiendo a lo largo de los cien días.

El montaje ha sido realizado por Juan Barrero, quien le ha dado alma proyecto.

El montaje de sonido ha sido magistralmente realizado por el sonidista Carlos de Hita.

El diseño audiovisual, tipografías, créditos, han sido realizados por el estudio de Jorge Lorenzo, Diseño y Comunicación Visual.


Producto final
Se han realizado dos versiones de este documental: un largometraje de 93 minutos, para cine y festivales, y otra pieza más corta, de 53 minutos, para televisiones.

Paralelamente a las dos versiones de documentales, se está realizando una obra gráfica homónima, con diseño editorial por parte del estudio Jorge Lorenzo, Diseño y Comunicación Visual. Se trata de un libro en donde se recogen las imágenes más impactantes, así como las vivencias, reflexiones y contenidos más interesantes. Algo así como un cuaderno de bitácora de toda la experiencia, como hicieran Thoreau, con La vida en los bosques, o Sylvain Tesson, en La vida simple.

Por último, como hablamos en varias ocasiones del concierto del solsticio, y como no aparece en la película, pero sí en el libro, igual era interesante poner alguna foto de uno de los conciertos, la más impactante, en la galería de imágenes.